CANTOS PAGANOS (Inédito) J. M. Villarroel París I Quiero encontrarme con la ciudad antigua para habitarla Abrumado presido las ceremonias de sus excavaciones Un hallazgo 98 Una ciudad perdida un templo un fuego… Damasco Alejandría Samarkanda (Sus dioses augurantes pasan varillas perfumadas y danzarinas de ojos rasgados bailan en mi honor) Es la ciudad antigua sumergida entre el polvo y la distancia Por muchos siglos la he esperado Sé que en ella encontraré la clave de un pasado violento II Un sapo en mi interior pide al invierno unas gotas para saciar su sed en el pantano Las tiernas hojas maduran un perfil de bosque El sapo canta sobre sus saltos 99 debajo de la bora es larga e infinita su escala vertical Presiento que la lluvia cae muy cerca de los muertos III El gusano que anda por las hojas habita en la tibieza del escroto Devora el limbo para tejer su propio anillo Festeja la Otraedad de la libélula donde reposa el corazón Ha doblado la hoja El gusano se viene conmigo a lo profundo 100 IV En la ciudad antigua se espían sus murallas Un dolmen pluraliza el espacio del zigurat Ur-Nammu y las calles se estacionaron en el tiempo Puede ser Musul-Úrica-Tegucigalpa O Un torneo de caballeros aburridos de la muerte mordiendo el polvo de sus caprichos Oigo la tonada de Quintana Ro la ciudad antigua de los Mayas Rasante sobre los túmulos de Pascua Lo arcaico pervive en la memoria V El huésped ha llegado Instaló su abecedario Su lengua por muerta refiere el pasado El caminar le ha permitido conservar prestancia novedosa (Cuenta: Ayer maduró hilos gobelinos) Colores brillantes en el tiempo Lengua muerta Oculta madeja de palabras VI Stradivarius cuerdas templada sobre maderas irredentas Sonido del arco Que subyace en la paternidad Oráculo de la tierra perdida en la ciudad antigua Islas del Egeo Mar de Odiseo pastoreando cabras entre el fuego volcánico de Zeus Y sobre el Adriático Stradivarius Smethana Stravinski Strómbolis VII Una ciudad antigua guarda mi corazón Vagando por sus calles hago mi reino 101 Una ciudad marina con largos malecones Castillos como escombros donde la sal ha formado galerías de peces Liturgia del encuentro Sobre sus adoquines cae la espuma del pleamar Y un gallo gira sobre su cresta despidiendo el olvido 102 VIII Todo labio besado y cuerpo poseído En forma circular de la existencia Donde el viento rememora la estancia del parto sideral En la ciudad antigua yacen jardines perdidos para siempre IX Dejo que el bosque venga y cubra la rama sideral de su verano Dejo que todo el bosque sea el canto de los pájaros en el cuerpo de los Stradivarius X Tocar la hoja tierna de un invierno trocada en fuego lácteo Tocar el retoño de un resplandor lactando Oruga de estambres y pistilos Nombrarte nube-risco-río Como si fueras bosque el fuego en tus maderas Nombrarte tierra en lo profundo del abismo Y aquí Turrón armado de hombre De agua De animal De peces De aves y de árboles XI Sitiado está el amor por los mares y el viento Resumido en un pez de florescencia ignota Sitiado está Una muralla lo rodea en su isla de fuego Sitiado está en sus dominios no tiene escapatoria Trueca una ciudad por la ciudad antigua Para triunfar abre los cofres que guardan todo el oro de su heredad perdida XII La Otraedad es la ciudad antigua La arrogancia 103 del tiempo que se ha ido Sumergido en los escombros de la tierra poblada por aquellos que parten para siempre Nada queda Sólo los moradores del recuerdo Es la ciudad desconocida Recibe la agonía en trance hacia el pasado Benarés es el nombre de la muerte Río de esperas Guarda la gota de colirio 104 XIII El hombre es la ciudad antigua La distancia nos separa de su magia Vienes con ese olor de bestia sideral Cordón umbilical estigma grabado en el vientre Levitando perfumes topamos sobre el lecho para reinventarnos en un juego de muertes No hay escape Somos parte del sonido que reposa en el cuerpo de los Stradivarius XIV Para obtener un sueño procuro tu licencia Ciudad que andas mis adentros Puertas de Cachemira una canción lejana boga su flauta sobre el río Vago perfume de un momento para no ser en el jardín Ciudad Somos fantasmas visitantes A la luz del sol nos tocamos y morimos XV Festejo la Otraedad la Otrapresencia la Otraausencia Soy ese Otro que preside las ceremonias Festejo el encuentro de la ciudad antigua El hombre de Pekín es la ciudad encantada Presido lo ancestral Oculto en los Stradivarius (Danzante dinosaurio de pantanos Viejo reptil Marsupial volante de la luna Rocoso Cañón del Colorado) Festejo la Otratransparencia doblada en los espejos Festejo la presencia del polvo que cubre el Ayer Lo que se construyó 105 LOS CANTOS PAGANOS DE. J. M. VILLARROEL PARIS para el olvido por otro olvido que sustituye el porvenir Toda armadura tiene su clavo en el pasado José Solanes Para mi amigo José Miguel Villarroel París, con mi excusa y gran admiración. Valencia, 1979 I 106 Nos advierte el poeta: Sitiado / está el hombre por el mar y los vientos. Y en cuanto al tiempo, sabe de la presencia del polvo / que cubre el ayer. Mas se atreve a festejar, lo que se construyó / para el olvido / por otro olvido que sustituye el porvenir. Mundo cerrado e infausto, e inmenso también, el que se vive en el sorprendente libro de J. M. Villarroel París. Mas no hay que responder al temible honor de presentarlo para hacerse cómplice del desencanto que sus bellos versos puedan en algún lector destilar. Poesía consiste precisamente en zafarse de lo trágico-cotidiano y poner de relieve la belleza de lo vivido, vivido aun en el desconcierto y la angustia. Admirémonos de que para ello, acuda Villarroel París, con toda su modernidad, a unas de las figuras retóricas más antiguas: la repetición. Se nos aparece ya en el primero de los poemas: Damasco Alejandría Samarcanda, escribe como complaciéndose en acariciar un rosario de lejanías. Y leemos en el Canto VI: Stradivarius Smethana Stravinski Strómbolis sucesión de nombres, enhebrados por unas mismas iniciales, que exhala un susurro que ya es musical. Mucho significa la música para nuestro poeta que dice: Somos / parte del sonido que reposa / en el cuerpo de los Stradivarius (Canto XIII). Mas, es en el canto X que vemos asomar algo de la magia que entraña la figura retórica que nos ocupa. Es cuando se descubre erguido en un: Terrón armado de hombre / De agua De animal De peces De aves y de árboles. II Un eco bíblico despiertan en nosotros esos versos. Villarroel París llama paganos a sus cantos. Podrían quizás corresponder también a la biblia de un mundo nuevo, el de la Otroedad la Otrapresencia la Otraausencia 107