PIEZA DEL MES NOVIEMBRE 2010 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRAFÍA BÉLICA POPULAR EN 1914 Días 6, 13, 20 y 27 de Noviembre a las 12:30 por Aurelio Nieto Codina Ventura Rodríguez, 17 28008 Madrid IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRAFÍA BÉLICA POPULAR EN 1914 LA COLECCIÓN CARTOGRÁFICA DEL MARQUÉS DE CERRALBO Texto: Aurelio Nieto Codina Coordinación: Cecilia Casas Desantes Maquetación: Gráficas Pedraza © Museo Cerralbo, 2010 N.I.P.O. 551-10-008-0 Las colecciones reunidas por el marqués de Cerralbo, don Enrique de Aguilera y Gamboa, se interpretan como el reflejo de una personalidad romántica, refugiada en el pasado (1). Esta afirmación es válida para sus objetos arqueológicos y artísticos, pero si estudiamos otras piezas de su colección entonces la apreciación debe ser matizada. En este sentido, la cartografía recopilada y conservada por el marqués refleja una personalidad muy amplia de miras, preocupada por los problemas de su tiempo. El hecho de coleccionar mapas en sus muy diferentes variantes no era algo nuevo, lo que sí es nuevo es conservar ejemplares procedentes de publicaciones periódicas de la época, sin un especial valor económico o artístico, pero con la intuición de su indudable interés 3 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 AURELIO NIETO CODINA documental. Ese tipo de imágenes cartográficas, procedentes de las revistas ilustradas, una modalidad de periodismo que nace en el siglo XIX, están hoy plenamente incorporadas a nuestra cultura visual (2). ¿Qué motivó al Marqués a coleccionar mapas como este que nos ocupa? La respuesta a esta pregunta parece ser de orden práctico: era muy útil para él, como intelectual, tener referencias visuales ante un acontecimiento de tan enorme impacto en la opinión pública de la época como fue la Primera Guerra Mundial. Además, imágenes en apariencia poco conflictivas como los mapas, que presentan la realidad de una manera simbólica, en forma de diagrama y que fundamentalmente buscan la delimitación de espacios, empleando signos convencionales y topónimos caligrafiados, constituyen documentos “objetivos”, ajenos al sentimentalismo. El uso de los mapas siempre ha ido asociado a un análisis de tipo científico de la realidad, mientras que los grabados y las fotografías, sobre todo en casos como el que nos ocupa, referido a enfrentamientos bélicos, se ha considerado tradicionalmente que transmitían una información más sesgada. Estas opiniones en la actualidad están siendo reconsideradas (3). LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y EL CARLISMO La Primera Guerra Mundial supuso una bipolarización de opiniones entre los miembros del partido carlista, en el que el Marqués era una figura clave como representante del partido en España y persona de confianza del aspirante carlista al trono, que en ese momento era don Jaime de Borbón y Borbón-Parma, exiliado de España. Los carlistas, como el resto 4 Don Jaime uniformado a caballo, fotografía realizada en el estudio austriaco de A. Mayer, dedicada en Viena. Museo Cerralbo, Inv. Nº 06177. de la sociedad española, no tuvieron una visión unitaria ante el conflicto bélico, y según sus opiniones personales unos apoyaban a las potencias centroeuropeas (los germanófilos) y otros a la conocida como Entente (los aliadófilos). Al hilo de los acontecimientos bélicos, la postura del marqués de Cerralbo parecía más cercana al mundo germano, lo que implicaba una falta de consonancia con don Jaime; a pesar de todo, permaneció como su representante político hasta 1919. Se mantuvieron por tanto las apariencias en el aspecto organizativo, pero lo cierto es que el estallido bélico supuso una brecha en el seno del partido. De hecho, acabada la contienda se consuma la triple fragmentación del carlismo en 5 AURELIO NIETO CODINA IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 tres grupos irreconciliables: jaimistas, integristas y tradicionalistas. Personalizando las posturas, podemos decir que el marqués de Cerralbo y el político tradicionalista Juan Vázquez de Mella discrepaban abiertamente de don Jaime de Borbón y de don Francisco Martín de Melgar, conde de Melgar y secretario de Carlos de Borbón durante 20 años. En una carta mandada por Melgar a Cerralbo, se criticaba a los partidarios de Alemania, responsables de mandar a millones de jóvenes “a un matadero” bajo el pretexto del asesinato de Francisco Fernando en Sarajevo; en este texto, se llegaba a vaticinar incluso la futura ruina alemana. Durante la contienda, el pretendiente carlista estaba retenido en Frohsdorf (Austria) y sus opiniones sobre la guerra no fueron muy difundidas, pero al final del conflicto no dudó en criticar a la prensa que utilizó su nombre contra su voluntad a favor de uno de los bandos beligerantes, llegando incluso a desautorizar en sus declaraciones a los líderes del partido. El marqués de Cerralbo por su parte parece ideológicamente más cercano al tradicionalismo, y se puede afirmar que su experiencia durante los años de la guerra fue uno de los motivos que llevaron a que poco a poco fuera abandonando la política, sin olvidar que ya tenía una edad avanzada y que deseaba dedicar su energía a la investigación (4). En definitiva, la voluntad del Marqués por conservar estos mapas está muy relacionada con su necesidad de conocer la evolución de la guerra como miembro destacado de un partido político, con independencia de que también existiera un interés personal puramente intelectual. Es evidente que este interés no es nuevo, ya que el Marqués siempre se preocupó por visualizar mediante mapas los escenarios de conflictos militares. Revisando la cartografía conservada en el museo, por ejemplo la litografía de 1859 que muestra la invasión del 6 Piamonte por las tropas austriacas, se comprueba que una parte importante de los mapas hacen referencia a Italia, un país muy vinculado con la historia de los líderes del partido carlista. Carte du Théatre de la Guerre. Italie du Nord. J. Barthelemier, 1859. Museo Cerralbo, Inv. Nº. 28487. EVOLUCIÓN DE LA CARTOGRAFÍA Los mapas son una de las creaciones más destacadas de la imaginación humana; han impulsado grandes iniciativas y han ayudado a establecer el sentido del mundo que habitamos. Tanto desde lo más global hasta el mundo cercano, el mapa ha condicionado el acercamiento del hombre al medio que le rodea (5). 7 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 El uso dado a la cartografía ha variado mucho desde la Edad Moderna hasta la actualidad. En principio, los mapas eran una herramienta de trabajo que estaba al servicio de los navegantes, los viajeros y los gobernantes. Desde comienzos del Renacimiento, la cartografía y la geografía eran disciplinas unificadas y cercanas al mundo de las ciencias naturales, así, de manera simbólica, se entiende que un pintor holandés represente a los usuarios de la cartografía “compartiendo mesa” con los naturalistas. El geógrafo y el naturalista, Adriaen van Stalbent, hacia 1650. Museo Nacional del Prado, Inv. Nº PO1437. Los mapas eran objetos reservados a una élite, no solo por lo oneroso de su manufactura, derivada de la calidad de los materiales y la escasez de artesanos especializados, sino también 8 AURELIO NIETO CODINA por el uso que se hacía de ellos en círculos sociales y profesionales muy reducidos. Con independencia de su utilidad inmediata, el mapa entra desde muy temprano a ser codiciado como objeto de colección. Será a finales del siglo XVIII y sobre todo en el XIX, cuando el estatus científico y social de la cartografía empiece a cambiar. Después de las Guerras Napoleónicas, la realización de los mapas está en manos del Estado y se considera que constituyen sobre todo un arma al servicio de los militares. Debido a este cambio, se cuidará más la exactitud de los detalles topográficos, la precisión de la proyección, la descripción de las vías de comunicación y la representación gráfica de la toponimia. En paralelo, un imparable proceso de difusión se hace visible en tres ámbitos y permite que un mayor número de personas tengan acceso al uso de los mapas. Primero, por las necesidades ya mencionadas en el ámbito militar; a continuación, por su presencia en las escuelas como parte del curriculum educativo, que ve en los mapas la herramienta más idónea para difundir un ideario nacionalista; y por último, en función de su presencia en la prensa ilustrada que difunde las imágenes cartográficas de una manera más amplia al tratarse de medios de comunicación de masas, llegando a un público más extenso y comprometiendo a su vez a un mayor número de capas sociales. Desde el siglo XIX hasta hoy, los mapas se multiplican en número, incrementan su tipología y sus usos, y acrecientan su popularización en función de su presencia en el sistema educativo y en la prensa gráfica. Hay que insistir en el papel clave que como veremos juegan en este proceso los medios periodísticos ilustrados. Esta popularización de los mapas va acompañada de una serie de cambios en las técnicas de elaboración de los mismos. 9 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 El uso del litograbado fue el primer gran avance para la elaboración de nuevos mapas en el siglo XIX, aplicado en principio para la cartografía orientada al control militar del territorio y a las funciones catastrales del Estado. Teatro de la guerra en Italia, mapa litografiado de “La lectura para todos”, librería de D. C. Bailly-Bailliére. Museo Cerralbo, Inv. Nº 28484. En nuestro caso, la litografía permite una mayor precisión en la representación de los escenarios bélicos de manera objetiva, ofreciendo una información geográfica de carácter más abstracto. En contraste, en las representaciones pictóricas de época anterior las imágenes con escenarios de batalla se reservaban a pintores de género, más preocupados por la precisión en los detalles de carácter topográfico que por la creación de objetos que esquematizaran la realidad y al mismo tiempo fueran manejables. En este momento se establecen de manera más rigurosa tres niveles de información imprescindibles en toda 10 AURELIO NIETO CODINA representación cartográfica moderna. En primer lugar la escala, que informa al lector de la equivalencia proporcional entre lo representado gráficamente y su extensión en la realidad. Después, los elementos cartográficos propiamente dichos, surgidos de la combinación de líneas, diferentes tipos de trama y gamas de color. Por último, los elementos tipográficos en forma de texto, referidos principalmente a la toponimia pero que pueden ampliar su presencia en función de otros tipos de información que se consideren importantes para el usuario. El siguiente gran cambio en lo que a tecnología se refiere, el fotograbado, no altera las premisas gráficas establecidas con la litografía. Los avances en tecnología fotoquímica, imprescindibles para el desarrollo del fotograbado, permitieron la creación de mapas con detalles más finos, que no se tuercen en su forma y son más resistentes a la humedad y al desgaste producido por el uso. Al mismo tiempo, se acortaron los tiempos de elaboración, ya que la creación de la imagen grabada no es tan laboriosa como en la época en que se dependía del tallado en soportes de madera o de la incisión en placas metálicas. Los mapas se hacen y reproducen a partir del siglo XIX en tiempos más cortos, muestra de la transición de una época de producción manufacturera a otra de producción industrial. La aplicación de las técnicas derivadas de la fotografía a la imprenta surge en 1882, en el deseo de conjugar textos e imágenes de manera satisfactoria, gracias a los estudios de Georg Meisenbach. Los pioneros españoles del fotograbado en prensa son los responsables del diario El Gráfico, que comienza a publicarse en 1904, siete años después de que el New York 11 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 Tribune aplicase de manera pionera los nuevos métodos de reproducción gráfica. LAS REVISTAS ILUSTRADAS AURELIO NIETO CODINA adquiriera de este modo), pero frente a estas prácticas tradicionales, a comienzos del siglo XX el quiosco se fue convirtiendo en el escaparate de las revistas ilustradas, y esta exposición pública hizo que los publicistas buscaran portadas atractivas para captar la atención del público y vender mejor el producto periodístico (7). La revista ilustrada nace como publicación independiente por influencia de las secciones fijas de las revistas de información general, cuando determinados colectivos demandan información específica relacionada con sus gustos o aficiones. La prensa especializada es un fenómeno que irrumpe con fuerza en los años previos a la Guerra Mundial, aunque luego no se mantiene muchos más años. Las revistas de este periodo solían tener una vida efímera. Entre 1900 y 1913 el número de revistas ilustradas en España aumentó un 20 por ciento, pasando de 1347 títulos a 1684. En el periodo siguiente que llega hasta 1920, se incrementa otro 20 por ciento, hasta sumar 1998 títulos (6). En un momento de gran competencia por acaparar lectores, con una enorme oferta de publicaciones, se buscaban tácticas comerciales que resultasen novedosas y atractivas. En este sentido, aparecen estrategias de captación que intentaban fidelizar al lector. Los mapas conservados por el Marqués son un claro ejemplo de esto, ya que aparecen como “regalo” para los lectores. Estos mapas eran por tanto un elemento extra de la publicación que añadían valor a la misma. La idea de ofrecer regalos al lector fiel ha perdurado en la prensa actual presentándose como una eficaz práctica de mercadotecnia. Durante el siglo XIX, la prensa era en su mayoría por suscripción (lo más probable es que el ejemplar del Marqués se 12 Plano del teatro de la guerra, revista Las Ocurrencias, Madrid. Museo Cerralbo, Inv. Nº 28505. Por tanto, la expansión de la prensa gráfica especializada participa de un proceso contemporáneo que implica la popularización de las imágenes en detrimento en parte del texto escrito. Se considera que la visualidad ayuda a entender mejor un tema que la mera descripción del acontecimiento periodístico; por tanto, los creadores de imágenes son 13 AURELIO NIETO CODINA IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 imprescindibles en los nuevos medios de comunicación de masas. Los mapas tienen un papel clave, ya que los temas de actualidad en la mayoría de la ocasiones son susceptibles de visualizarse en términos espaciales, y son imprescindibles para que el lector entienda mejor las noticias y los informes sobre temas coyunturales aparecidos en prensa. El propio marqués de Cerralbo, además del mapa que comentamos, ha conservado otros ejemplares en los que se documentan diferentes maneras de cartografiar los acontecimientos bélicos de 1914, testimonios de como se presentaban estas noticias en la prensa de la época. Por ejemplo, el mapa realizado por el diario político Las Ocurrencias, más sencillo que el de El Mundo Militar. La popularización de las imágenes en los medios periodísticos implicaba además unos cambios de tipo cualitativo: el dibujo y el grabado quedaban reducidos al campo de lo artístico y lo meramente ilustrativo, mientras que cada vez ganaba más espacio la presencia de lo fotográfico (8). Para entender la fotografía española en el contexto de la prensa periódica en el periodo comprendido entre 1914 y 1920, se debe contextualizar junto a tres fenómenos que son paralelos: el apogeo del reporterismo gráfico, el desarrollo del estilo pictorialista y la consolidación de galerías o estudios fotográficos. MAPAS 1914 DE LAS OPERACIONES MILITARES EN AGOSTO DE PUBLICADO POR EL MUNDO MILITAR En función de los intereses del estamento militar surge el 1 de enero de 1908 la publicación periódica especializada e ilustrada El Mundo Militar, con una periodicidad decenal. Fue fundada y dirigida por Miguel Gistau, se ilustraba con una media de quince fotografías de gran calidad, tenía 22 páginas y salía los días 10, 20 y 30 de cada mes. Fue su director literario Daniel Collado y el administrador de la misma el capitán de la Guardia Civil Juan González Calvo. Debemos aclarar, que al menos en Madrid y Cádiz ya se editaba desde 1861 otro “Mundo Militar” que era un almanaque. Página del número 39 de la revista La Esfera, publicada el 26 de Septiembre de 1914, en la que se aprecia una imagen fotográfica de la Gran Guerra. 14 El Mundo Militar informaba sobre asuntos de la milicia, completando sus bloques de información con noticias de actualidad, y como complemento presentaba además un boletín bibliográfico. Sirva como ejemplo de los temas que desarrollaba el número publicado el 20 de abril de 1913, en el que se ilustraban los últimos avances en armamento contra 15 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 dirigibles y globos aerostáticos. Respecto al título de la revista, el término utilizado para designar los contenidos, “mundo”, se refiere a sucesos o hechos sucedidos en todas partes, intentando destacar así el carácter informativo universal de la publicación. Esta táctica a la hora de elegir el titular es un intento evidente de dar una imagen de prensa global, un recurso muy frecuente en los títulos de la época y que se mantiene hasta la actualidad. El mapa que nos ocupa se compone en realidad de varios que se representan en una sola lámina. Estos mapas visualizan un asunto geopolítico y debido a su carácter temático renuncian a los elementos tridimensionales, una opción visual que los diferencia de los contemporáneos mapas topográficos. Por tanto, entre los elementos gráficos que utilizan predominan los relativos a delimitaciones administrativas de carácter nacional e internacional, vías de comunicación, emplazamientos de tipo militar, localizaciones industriales de tipo estratégico (astilleros, fábrica, etc.) y, sobre todo, rótulos toponímicos. Además, se estructuran en función de las escalas y ofrecen una lectura visual de arriba hacia abajo, como es costumbre en la tradición iconográfica occidental. En la parte superior aparece un mapa general de Europa con las fronteras europeas al comienzo de la guerra. Destacan las dos grandes potencias centroeuropeas (Prusia y el imperio Austro-húngaro) y los países balcánicos (Servia, Montenegro, Albania, Rumania y Bulgaria), que contrastan con las actuales fronteras europeas. En los mapas inferiores la escala utilizada va aumentando los detalles, de menos a más, presentándose los territorios como si se usase un zoom; de este modo, se nos ofrece un acercamiento a la Europa en guerra desde una visión general hasta los detalles concretos de tipo regional o urbano. En el segundo registro, se representa la zona de operaciones 16 AURELIO NIETO CODINA militares entre Francia, Bélgica y Alemania. El tercer mapa, sitúa las líneas militares llamadas de “couverture” entre Francia y Alemania, previas al inicio de la contienda y pensadas para evitar la invasión mutua. El cuarto mapa delimita la frontera austroservia y la presenta como zona de conflicto, en previsión de los posibles choques militares entre los dos países. El último mapa es el que está realizado a menor escala, mostrando con detalle las inmediaciones de Lieja y sus fortificaciones militares. La hoja está enmarcada con cenefas decorativas que acompañan a los mapas, compuestas con motivos geométricos, palmetas y volutas poco desarrolladas de inspiración art decó. Los mapas pretenden un acercamiento objetivo al conflicto militar para que el lector tenga unas claves territoriales sobre el tema, aunque la selección de los escenarios y los elementos ornamentales condicionan claramente cualquier reflexión al respecto. Todos ellos se han confeccionado superponiendo fragmentos, combinando signos convencionales (líneas, marcas de diferente grosor, tramas) y superponiendo texto. La rotulación toponímica mayoritariamente es de origen francés, a la que se incorporan cartelas aclarativas a modo de cuadros que lógicamente están en español. Parte de la rotulación está hecha a molde y otra a mano alzada. Todos estos elementos corresponden a una peculiar y algo desordenada técnica compositiva cercana al collage. Destacan además por incorporar una amplia información toponímica, excesiva, pero que no impide la correcta legibilidad. Este es un punto interesante, ya que los usuarios de mapas suelen asimilar los topónimos casi como elementos de la realidad, como imágenes icónicas del mundo real, olvidando así su carácter convencional. La tradición cartográfica del topónimo escrito e incorporado al mapa es 17 AURELIO NIETO CODINA IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 una costumbre bien consolidada en la historia de la cartografía, desde los portulanos medievales hasta las sofisticadas imágenes digitales de Google Earth, pasando por los mapas que nos ocupan. NOTAS (1) VV.AA. (2007), pág. 50. En resumen, el marqués de Cerralbo demostró una amplia visión de lo que debe ser un coleccionista al reunir mapas procedentes de revistas ilustradas, testimonios documentales del desarrollo de los medios de comunicación de masas y que, además, constituyen un material precioso para entender la cultura popular que se estaba desarrollando a comienzos del siglo XX. Las prácticas periodísticas de ese momento (aumento de la información visual, desarrollo de la cartografía temática, prácticas de captación de público fiel, etc.), nos ayudan a entender las que se están desarrollando en la actualidad. Con respecto a los mapas bélicos, es evidente que su análisis nos permite entender mejor la relatividad de los mismos, y son también un ejemplo de cómo los procesos de representación cartográfica condicionan nuestra manera de percibir y representar el mundo que nos rodea; asimismo, son motivo para realizar una reflexión geográfica crítica sobre los mapas en general. (2) Considerar que las imágenes y, dentro de ellas los mapas, son parte de un imaginario colectivo, es un concepto relativamente reciente. Se reconoce de este modo el poder de los mapas “para modelar nuestra visión del mundo”. Asunto desarrollado en: LOIS, C. (2009) y WOOD, D. (2001). (3) Una interesante visión crítica de los mapas aparece en: DE DIEGO, E. (2008). (4) La historia del carlismo en los años de la Gran Guerra está expuesta de forma concisa en: VV.AA. (2007), pp. 35 – 39. (5) Esta premisa se asume en la obra: BARBER, P. (2006). (6) SÁNCHEZ VIGIL, J. M. (2008), p. 141. (7) SÁNCHEZ VIGIL, J. M. (2008), p. 188. (8) SEOANE, Mª C.; SÁIZ, Mª D. (1996), p. 308. Nos enfrentamos por tanto a unos objetos peculiares de la cultura humana que, con independencia de su utilidad práctica, nos hablan de las características de la época que los ha visto nacer y de las personas que han participado en su elaboración. 18 19 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 AURELIO NIETO CODINA GLOSARIO piedra, la tinta de impresión solo queda retenida en las zonas que han sido dibujadas. Esta técnica fue sustituida por el fotograbado. Carlismo Corriente política conservadora española desarrollada en los siglos XIX y XX. Dentro de su visión legitimista de la sucesión dinástica no aceptan la línea sucesoria de la monarquía borbónica a partir de Isabel II. Toponimia Conjunto de nombres propios de un país, una región o un lugar geográfico concreto. En los mapas se manifiesta en forma de nombres rotulados, estableciéndose diferentes jerarquías en función del tamaño, las diversas grafías, los colores, etc. Cartografía Representación gráfica de un territorio. Los mapas delimitan fronteras, trazan propiedades, planifican batallas y visualizan con signos convencionales cualquier tema que tenga una dimensión espacial. Escala Representación proporcional de los objetos cartografiados. Todo mapa debe indicar la escala a la que está hecho, ya que es la única manera de saber el tamaño de lo que se está representando. Fotograbado Procedimiento utilizado para la estampación gráfica iniciado en los años del tránsito entre el siglo XIX y XX. Consta de tres fases diferentes: preparación del cliché negativo de cristal a partir del original (foto, dibujo, etc.), impresión sobre la plancha de metal utilizando procesos fotográficos (revelado, fijado y lavado) y montaje del grabado endurecido en soporte de madera, este último similar al usado para el estampado de caracteres tipográficos. Litografía Procedimiento de impresión gráfica que utiliza una piedra caliza pulimentada sobre la que se dibuja la imagen a imprimir (en forma invertida) con una materia grasa. Este método se basa en la incompatibilidad de la grasa y el agua. Una vez se humedece la 20 21 IMÁGENES PARA LA GUERRA, CARTOGRÁFICA BÉLICA POPULAR EN 1914 BIBLIOGRAFÍA AURELIO NIETO CODINA SÁNCHEZ ARANDA, J.J.; BARRERA DEL BARRIO, C.: Historia del Periodismo español, EUNSA, Pamplona, 1992. BARBER, P.: El gran libro de los mapas, Paidós, Barcelona, 2006. SÁNCHEZ VIGIL, J. M.: Revistas ilustradas en España. Del Romanticismo a la guerra civil, Trea, Gijón, 2008. 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Pág. 10: Teatro de la guerra en Italia. Inv. Nº 28484. Archivo Digital Museo Cerralbo. Fotografía Ángel Martínez Levas. Pág. 13: Plano del teatro de la guerra. Inv. Nº 28505. Archivo Digital Museo Cerralbo. Fotografía Ángel Martínez Levas. Pág. 14: Página de la revista La Esfera, 26 de Septiembre de 1914. Cortesía de la Biblioteca Nacional de España: http://hemerotecadigital.bne.es/cgi-bin/Pandora.exe. (07-07-2010). 24