LA RELAL SALUDA EL INICIO DEL PONTIFICADO DEL PAPA FRANCISCO L a elección del Cardenal Jorge Mario Bergoglio, como 266º Papa de la Iglesia Católica, fue en general recibida como una gran sorpresa. Una agradable y desconcertante sorpresa por sus primeras palabras y gestos. A partir de estas palabras y gestos podemos identificar algunas orientaciones importantes del nuevo Papa para los lasallistas de la región como miembros de la Iglesia Pueblo de Dios-Comunión. En primer lugar está el nombre adoptado. En el encuentro con los periodistas que acompañaron el cónclave el nuevo Papa narra de forma sucinta las razones que lo hicieron adoptar el nombre de Francisco. En la base están dos elementos evangélicos importantes: los pobres y la paz. Según las Naciones Unidas, somos el continente de mayor inequidad social. Mismo con los avances de las últimas décadas, la pobreza y la miseria representan para nuestra región un desafío impostergable. Otro gran reto de América Latina y el Caribe es la construcción de la paz. Integran nuestra región, países como Colombia, donde grupos armados continúan generando centenas y centenas de desplazados y de muertos. En últimas décadas la violencia provocada por el narcotráfico se transformó en un problema crónico para la región. No podemos olvidar como esta realidad afecta particularmente a las nuevas generaciones. Construir la paz es otro imperativo ético ineludible para la región. En el encuentro con los periodistas el Papa Francisco afirmó: ¡Ah, cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres! El modelo de Iglesia soñado por el Papa Francisco está en plena sintonía con el caminar de la Iglesia latinoamericana de las últimas décadas, donde la opción preferencial por los pobres ocupa un lugar central. El Papa Benedicto XVI afirmó en la apertura de la Conferencia de Aparecida que la opción preferencial por los pobres es un elemento constitutivo de nuestra fe cristológica. El nuevo Papa invita la Iglesia a ser pobre para poder ser la buena nueva para los pobres. El Papa Francisco afirma que en el centro de la vocación cristiana está Jesucristo. Vivir esta vocación es amar el prójimo y salvaguardar la creación. Amar al prójimo es ir más allá de las fronteras religiosas y consiste en reconocer la dignidad humana en todas las personas. Custodiar la creación, según el testimonio de Francisco de Asís, es tener el respecto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en que vivimos. América Latina y el Caribe son un lugar privilegiado por la belleza y por de la diversidad de los recursos naturales. Desgraciadamente el modelo de desarrollo predominante en la región no respeta adecuadamente la integralidad de la creación. El Papa Francisco hace un inequívoco llamado a cambiar el modelo de desarrollo para salvaguardar la creación y ponerla al servicio de todos, particularmente de los más pobres. Las primeras palabras y gestos del Papa Francisco son una clara invitación a los lasallistas de la región a situarse otra vez en el desierto, periferia y frontera. En el desierto donde los valores de la justicia, fraternidad y solidaridad están ausentes y la creación, obra de Dios, no es respetada. En la periferia donde están las víctimas del poder económico y del poder político. Y finalmente en la frontera donde la fidelidad al Evangelio requiere crear y desarrollar continuamente nuevas alternativas para ser fiel a la propuesta del Reino anunciado por Jesucristo. Hno. Edgar Genuino Nicodem Consejero General para la RELAL