III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 Urbanización y riesgos: pautas para el Ordenamiento Ambiental MGTR. CELIA TORRENS, MSC. ELSIE JURIO, ESP. MABEL CIMINARI Docentes e investigadores Departamento de Geografía, Facultad de Humanidades, U.N.Co [email protected]; [email protected]; [email protected]; Palabras Clave: Riesgos – Ambiente – SIG – Ordenamiento territorial Introducción: Las ciudades se han convertido en escenarios del riesgo como consecuencia de su rápida e inadecuada forma de crecimiento y de las relaciones complejas que se establecen entre los distintos elementos que la conforman. Es además el ámbito donde se ponen de manifiesto, funcional y espacialmente, las desigualdades y controversias existentes entre distintos actores sociales. De esta manera, los factores de riesgo en el contexto urbano son múltiples y dependen del ámbito en el que tienen lugar. Entre los factores dominantes se encuentran el acelerado proceso de urbanización -que ha dificultado una expansión planificada-, la desarticulación sociedad–naturaleza, los altos índices de vulnerabilidad y la degradación ambiental. La intensidad y magnitud que ha caracterizado al proceso de urbanización en América Latina, sumado a la inestabilidad económica, política y social generadas a partir del modelo económico imperante, han llevado al surgimiento de numerosas situaciones de riesgo, asociadas muchas de ellas a nuevas formas de ocupación del espacio urbano que conspiran contra la calidad ambiental de las ciudades. Las ciudades argentinas son reflejo de este proceso y entre ellas Neuquén se presenta como una de las de mayor concentración de población con una tasa de urbanización, para el año 2001, del 98,5%. Su dinámica se expresa a través de la expansión y sub-urbanización, generadores de problemas ambientales y de fuertes desigualdades sociales en la producción del espacio residencial. Esto se manifiesta en el aumento y concentración espacial de la población de escasos recursos, grupos excluidos y de marginalidad social, que van ocupando tierras expuestas a amenazas naturales. El objetivo del presente trabajo es evaluar las áreas de riesgo ambiental en cuencas aluvionales con el fin de brindar pautas para la gestión orientada al ordenamiento del territorio de manera que contemple alternativas para un adecuado uso del suelo contribuyendo así a minimizar los efectos ambientales negativos. Para esta ponencia se ha seleccionado una de las cuencas aluvionales desarrolladas en el escalón de la terraza de erosión que limita por el norte a la ciudad de Neuquén. La misma ha sido ocupada por un asentamiento poblacional espontáneo, denominado Cordón Colón, el cual se instala en el piso y laderas de dicha cuenca. Este sector se considera no recomendable para urbanizar por los procesos geomorfológicos presentes en el área. Sin embargo un gran porcentaje de habitantes provenientes de sectores económicamente carenciados han ocupado en forma ilegal estos terrenos debido a la escasa oferta de viviendas y los altos costos inmobiliarios. “La ocupación de esta cuenca es resultado de una compleja trama de elementos y procesos entre los que se destacan la inestabilidad geomorfológica del sitio, el deterioro del medio natural, la ineficiencia de las obras de prevención y la situación de precariedad económica de los grupos sociales allí localizados” (Jurio, E. y otros, 2003). La necesidad de contar con un diagnóstico comprensivo e integral que sirva como base para el ordenamiento ambiental implica la consideración de una amplia diversidad de variables. Los SIGs constituyen una herramienta eficaz para el manejo de la información, permiten crear y gestionar grandes volúmenes de datos georreferenciadas, caracterizar, evaluar y realizar análisis predictivo considerando las relaciones espacio-temporales, y poder brindar así recomendaciones de uso y ordenación del territorio. III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 Consideraciones teórico – metodológicas La construcción del riesgo es entendida como el resultado de un peligro o amenaza de tipo natural que afecta a una población expuesta a situaciones adversas. Es producto del accionar de una sociedad que no reconoce y no respeta las leyes de la naturaleza. Esto se potencia a su vez, por la inexistencia o la no consideración de pautas de planificación y ordenamiento del territorio que fijen las áreas más apropiadas para cada uso. Si bien es cierto que en el mundo hay lugares más seguros que otros, en la interacción sociedadnaturaleza está la explicación del riesgo y éste se manifiesta con mayor intensidad en los países subdesarrollados donde las condiciones socioeconómicas de la población la tornan más vulnerable. “Es claro que con el desarrollo de la sociedad capitalista, las amenazas ´provocadas´ o ´socialmente construidas´ ocupan un lugar predominante, al igual que la vulnerabilidad producida por la exclusión, la diferenciación de clases y, en general, la irracionalidad intrínseca en los distintos modelos de acumulación” (Mansilla, E.; 2000). El ordenamiento del territorio es el instrumento que tiene como objetivo definir el uso más adecuado del mismo tendiente a lograr el desarrollo y bienestar de los habitantes. Permite a su vez, definir medidas para prevenir y/ o mitigar los factores involucrados en las amenazas y la vulnerabilidad de la población. Toda situación de riesgo ambiental representa un potencial destructivo que amenaza a la sociedad involucrada y que al materializarse se traduce en un desastre. El mismo se expresa en magnitudes muy diversas desde leves, ocasionando solo inconvenientes a la población, hasta muy graves con pérdidas de vida, daños en la infraestructura y desestabilidad económica. Así como lo expresa Lavell, A. (1996) un desastre es el fin de un proceso de construcción de condiciones de riesgo en la sociedad. Cuando se reflexiona acerca del riesgo ambiental y se analizan las políticas y medidas implementadas por los organismos de gestión parece que subyace en ellas la consideración de un riesgo aceptable (Cardona, O. 1993; Cerdán, N. 1998) que permite instalar políticas de planificación manteniendo a la población expuesta al mismo. Por otro lado debe contemplarse el riesgo aceptable para la población que se instala en estas áreas, una población excluida o expulsada del mercado de tierras y trabajo, que encuentra de esta manera la posibilidad de contar con un lugar dónde asentarse y poder vivir. Entre estas dos visiones del problema, lo difícil es definir los márgenes del riesgo aceptable, sobre todo considerando la impredecibilidad de ocurrencia y magnitud que está implícita en las situaciones de riesgo. Aspectos metodológicos La evaluación del riesgo tiene como objetivo identificar zonas inestables donde el uso que de ellas se hace colocaría a las estructuras y a la población en peligro de ser destruidas o dañadas. En este sentido se definen las áreas de criticidad a partir de los lugares de riesgo potencial y en función de ellas, se evalúan los sectores en que se deben implementar medidas preventivas. Para evaluar las áreas de riesgo, objetivo del presente trabajo, se elabora un diagnóstico comprensivo de la situación ambiental del área. Se comienza con un análisis sistemático y temporal, teniendo en cuenta la complejidad de esta problemática y la multifuncionalidad que cumplen los diferentes componentes que interactúan en el sistema. En este marco se analizan las características naturales del área, los procesos modeladores como así también la incidencia del hombre en la alteración del medio natural, potenciando la amenaza. En el análisis temporal se tiene en cuenta el complejo proceso de apropiación del territorio considerando la diversidad de actores sociales involucrados en el mismo (diferentes grupos sociales, instituciones públicas, el Estado provincial y municipal, organizaciones no gubernamentales, etc). La consideración del marco socioeconómico cobra sentido aquí si tenemos presente lo que explica Fernandez, R. (en: Leff, E.1994) con relación a que los asentamientos se definen y se transforman por procesos históricos de organización social y III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 apropiación territorial, muchas veces de larga duración o efecto lejano en el tiempo. La dinámica de apropiación del territorio le otorga características particulares a la urbanización de la ciudad de Neuquén. Desde el punto de vista de las herramientas metodológicas utilizadas en el análisis de las variables relacionadas a la amenaza y la vulnerabilidad social se implementó la aplicación de un Sistema de Información Geográfica lo que permitió la digitalización, representación cartográfica y posterior procesamiento de las mismas. A los efectos de evaluar la expresión espacial del problema y de detectar las áreas de mayor riesgo, se analizaron las variables que constan en el diagrama metodológico. (Fig. 1). Se han elaborado una serie de mapas temáticos con el objetivo de representar espacialmente aquellas variables naturales y sociales relacionadas a la amenaza y la vulnerabilidad. El mapa Geomorfológico se confecciona a partir de la interpretación de las fotografías aéreas escala 1:10.000 correspondientes al año 1982, fecha previa a la ocupación donde la cuenca se presenta en su estado natural, sin mayores alteraciones. Sobre la misma base se confecciona el mapa de la red de drenaje que indica el escurrimiento natural del área previo a su ocupación. Se digitaliza además, a partir de la restitución, las curvas de nivel para luego elaborar el mapa de pendientes. A partir del resultado del mapa geomorfológico y de los procesos existentes se determina la aptitud de las diferentes unidades geomorfológicas para urbanizar. El análisis y relación de las distintas variables permite determinar la amenaza del lugar, la cuál es representada en el mapa respectivo con valores ponderados de 1 a 4, correspondiendo el mayor valor a las unidades de amenaza alta. La vulnerabilidad ha sido evaluada a partir de los datos censales por manzana (año 2001) proporcionados por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia del Neuquén. Los mismos han sido contrastados y complementados con información obtenida en las salidas de campo realizadas. En base a esta información se elaboran los mapas: calidad de la vivienda, desocupación, hacinamiento y cantidad de población. Los tres primeros se ponderan estableciendo valores de 1 a 3 en función de cómo inciden en la vulnerabilidad frente a una amenaza. El valor 3 es considerado el de mayor vulnerabilidad. La combinación y procesamiento de estos mapas a través de la aplicación de un Sistema de Información Geográfica, permitió detectar las áreas de mayor criticidad. El mapa final Riesgo ambiental se elabora a partir del uso de funciones matemáticas. Se obtienen así 10 rangos, los que fueron reclasificados en 3 grados de riesgo. Al combinar dicho mapa con el mapa de cantidad de población, se obtiene como resultado la población afectada a cada grado de riesgo, expresada en el mapa de exposición. III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 Figura 1: INFORMACIÓN Trabajo de campo Planos Red de drenaje Pendientes Procesos naturales Geomorfología Datos estadísticos Aptitud Geomorfológica para urbanizar RIESGO AMBIENTAL Calidad de la vivienda EntB reavsisetadse datos sociales Desocupación Hacinamiento Proceso de ocupación Ponderación / vulnerabilidad FUENTES Fotografías aéreas DE Imágenes satelitarias Curvas de nivel Ponderación / amenaza ESQUEMA METODOLÓGICO III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 El análisis de la amenaza El área de estudio se encuentra bajo la influencia de un clima árido, con precipitaciones medias anuales inferiores a los 200 mm y una elevada evapotranspiración potencial que se traduce en un marcado déficit hídrico. Asociado a este déficit y a suelos pobremente desarrollados se presenta una vegetación de tipo arbustiva, xerófila y espaciada, que favorece el accionar de los agentes erosivos. En cuanto a las características geomorfológicas, el sector analizado se localiza en la terraza fluvial de erosión, la cuál presenta una superficie plana y un marcado escalón topográfico donde se visualizan los estratos sedimentarios del Grupo Neuquén. Sobre el mismo se destaca la presencia del conglomerado formado por rodados cementados con carbonato de calcio. Mientras la superficie es afectada por procesos de erosión y acumulación eólica, el frente o escalón se presenta fuertemente disectado por numerosas cárcavas que drenan hacia las terrazas fluviales de acumulación del piso del valle del río Limay. Las siguientes unidades geomorfológicas se han identificado en el área: la superficie de la terraza, de topografía plana, con una altura de 340 m.s.n.m. y muy afectada por procesos de erosión y degradación tanto de origen natural como antrópico. La vegetación aparece muy degradada en parte, producto del trazado de caminos, construcciones y extracción de áridos. Las laderas de la terraza se caracterizan por fuertes pendientes, con muy baja cobertura vegetal y disectadas por la erosión hídrica. Sobre estas laderas se observa la erosión diferencial dada en los distintos estratos que afloran de rocas sedimentarias. Estas rocas son afectadas por procesos de meteorización física y de remoción en masa. Al pie de las laderas se identifican pedimentos de suave pendiente, disectados, al igual que las laderas, por cárcavas que concentran el escurrimiento de la parte superior de la cuenca. El diseño de la misma es de tipo dendrítico por lo que son menos los cauces inferiores pero de mayores dimensiones. Estos son activados especialmente con las lluvias estivales que si bien son escasas suelen ser de gran intensidad provocando una rápida escorrentía superficial. Otras geoformas características de este sector son los remanentes de erosión que se hallan dispersos sobre la superficie del pedimento, estos cerros de diversos tamaños evidencian el progresivo retroceso del frente de la terraza producto del accionar de los procesos degradacionales. Dadas las características y dinámica del área, la amenaza se asocia a la ocurrencia de eventos naturales en algunos casos acentuados por la intervención del hombre. A partir de las pendientes que dominan las laderas se producen procesos de remoción en masa, del tipo caída libre, topples y coladas de barro asociadas especialmente al material suelto utilizado para el relleno de los terrenos construidos. Los cortes realizados en las laderas para acondicionar los lotes desestabilizan la pendiente y esto potencia aún más la ocurrencia de procesos gravitacionales como los mencionados. Esto se observa especialmente en la parte superior de la cuenca cuyas laderas están cubiertas por una gran acumulación de gravas y arenas con poco grado de cementación, Si bien estos eventos presentan cierto peligro para la población la dinámica natural del lugar nos indica que la amenaza se asocia principalmente a la manifestación de precipitaciones torrenciales, es decir de corta duración y alta intensidad. Históricamente los habitantes de la ciudad de Neuquén han sido perjudicados por la gran cantidad de agua y sedimentos que desde la meseta escurren hacia el centro urbano. Después de cada lluvia torrencial numerosos inconvenientes y peligros afectan a la población. Debido a ello la mayor parte de las cuencas aluvionales del frente de la meseta han sido tratadas y corregidas a partir de la construcción de diques y canales1. Estas obras tienen como fin retener los sedimentos, 1 Luego de las precipitaciones ocurridas en el mes de Noviembre de 1957, la Municipalidad de Neuquén inicia trámites para la compra de tierras que eventualmente se afectarían a la construcción e implementación de obras de defensa. A partir de la década del 60 se realizan diversas obras a efectos de controlar los efectos destructivos de los aluviones: implementación y conservación de un monte protector, estabilización de las pendientes mediante azudes transversales a los cauces. (Ciminari, M. y otros, 2000) III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 consolidar las laderas y fijar los cauces tendiendo en el largo plazo a "configurar un lecho escalonado estable" (Rapacioli, R.; 1998). Cordón Colón, una de las principales cuencas aluvionales donde se construyen estas obras, es ocupada por un asentamiento irregular que paulatinamente crece sobre cada una de las unidades geomorfológicas presentes sin contemplar sus limitaciones para la urbanización. Actualmente los cauces han sido rellenados y ocupados, los azudes cortados e incorporados como parte de las viviendas, prácticamente ninguno de los diques cumple su función y el escurrimiento natural de la cuenca se ha perdido casi por completo. Así el impacto de las precipitaciones es potenciado por la obstrucción de los cauces naturales y las arterias que son diseñadas paralelas a la pendiente, se convierten en colectores del agua de lluvia que escurre en la cuenca. Esto provoca la erosión y el deterioro de la zona superior y la inundación de las áreas bajas, después de cada precipitación. El proceso de ocupación y la vulnerabilidad Como se expresara en el marco conceptual de este trabajo, la dinámica de transformación que adquieren los territorios a partir de los procesos de apropiación de la tierra es fundamental para comprender la organización actual y el surgimiento de los problemas ambientales. El proceso de ocupación del sector Cordón Colón se analiza a partir de documentos cartográficos existentes que permiten realizar un estudio secuencial de la evolución del asentamiento. Se comienza con el análisis visual de las fotografías aéreas correspondientes al año 1982 (Fig. 2) en las que se observa toda la cuenca superior y media en estado natural, los cauces y las obras de defensas aluvionales o azudes. Estas obras fueron construidas a fin de disminuir la escorrentía superficial protegiendo la población ubicada aguas debajo de las mismas. Figura 2 Fotografía aérea correspondiente al año 1982. Se observa la cuenca de Cordón Colón en estado natural.La ocupación del área comienza a fines del año 1985 en forma ilegal, por inmigrantes provenientes principalmente de Chile y del resto del país, los que por su condición económica se ven imposibilitados de acceder a una vivienda digna. Como estrategia para cubrir esta necesidad recurren a la ocupación de tierras fiscales, muchas veces coincidentes con áreas no adecuadas para urbanizar. Las primeras viviendas se localizan en la zona de pedimento, alejadas de los cauces y del escalón topográfico. Su III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 construcción es muy precaria, se caracterizan por ser sumamente pequeñas, con paredes y techo de madera, nylon o cartón y piso de tierra, carentes de todo tipo de servicios. En las últimas décadas el retiro del Estado de su función social y la notoria disminución en la construcción de planes de vivienda sociales por parte del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) sumado a los altos índices de desocupación de la población, llevaron a que las tomas de terrenos fiscales adquirieran un nuevo dinamismo en la ciudad de Neuquén. Así, paulatinamente se incrementa el número de viviendas y las primeras van mejorando su habitabilidad a la vez que aumentan la superficie edificada. Si bien desde un principio el gobierno, a través del IPVU, manifiesta la intención de relocalizar a estos ocupantes, la inacción de dicho organismo así como la dinámica y magnitud del crecimiento de población, llevan a la rápida consolidación del área. Es así como a partir de un rápido proceso de urbanización en la década del ’90 se densifica la ocupación en la cuenca, especialmente en su parte inferior. Los ocupantes avanzan sobre las paredes y fondo de los cauces; en algunos casos las viviendas se han construido sobre los azudes utilizando estas estructuras como paredes de las casas y en otros son construidas sobre el relleno de la red de drenaje. Con el transcurso de los años continúa este proceso de urbanización del área alcanzando para el año 1997 una población de 4.886 habitantes (PUA, Municipalidad de Neuquén; 1997). Con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de estos habitantes, el Estado provee, en sectores, de servicios básicos al asentamiento que hasta el momento solo contaba con conexiones clandestinas de luz y agua. Posteriormente comienza el plan de regularización de la tenencia de la tierra otorgando el título de propiedad en algunos sectores, y el asentamiento pasa a ser incorporado como parte de un barrio de la ciudad, es decir son incorporados al espacio urbano formal. Sin embargo de esta manera, y aún existiendo herramientas de gestión y normativas2 disponibles que habilitan las acciones de los organismos a relocalizar la población “se legaliza la ocupación de un área que, por su dinámica y morfología, se encuentra bajo una situación de riesgo permanente” (Ciminari, M. y otros; 2001). En la actualidad el asentamiento se ha extendido hacia la zona superior de la cuenca ocupando las cabeceras de las cárcavas y laderas de fuertes pendientes y, a su vez; densificando el área ya urbanizada a partir de la subdivisión de los terrenos existentes en parcelas cada vez más pequeñas. Su población se ha incrementado superando en el 2001 los 7700 habitantes. (Dirección de Estadísticas y Censos, 2001) (Fig.3). El resultado es el trazado de un asentamiento sumamente irregular tanto en el tamaño como en la forma del parcelado siguiendo, en sectores, la topografía del lugar. La cantidad de viviendas por manzanas es muy alta y en general presentan una distribución caótica, principalmente aquellas localizadas en los cañadones o próximos a ellos. La cantidad de habitantes por manzana también es muy dispar entre sí, oscilan entre 3 y 348 habitantes (Dirección de Estadísticas y Censos, 2001), presentando muchas de ellas condiciones de hacinamiento. 2 Municipalidad de Neuquén, (1997). Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Neuquén (PUA); Carta Orgánica Municipal. III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 Figura 3 Fotografía aérea correspondiente al año 2000 en la que se observa la cuenca aluvional densamente ocupada. Se destaca la topografía del área y el trazado irregular de sus manzanas. En cuanto a la calidad de las viviendas hasta la década del ‘90 se podían distinguir dos sectores muy diferenciados en cuanto a la calidad de las viviendas y la prestación de los servicios básicos. Por un lado el sector más antiguo y más consolidado, ubicado en la parte inferior de la cuenca, con una mejor calidad de las viviendas3 las que cuentan con luz eléctrica, gas natural y agua. En tanto que el sector, localizado en las zonas superiores de las cárcavas y fondo de los cauces presentaba las viviendas muy precarias, dispersas espacialmente, sin servicios y ocupando áreas muy inestables. Hoy la densificación de la ocupación con nuevos asentamientos muy precarios hace que aparezcan realidades muy disímiles dentro de cada manzana. Lo que sí es común y cada vez más grave en el asentamiento es la situación de no contar con apertura de calles por lo que se dificulta la accesibilidad en caso de requerirse algún tipo de asistencia. En general en todo el área, como ya se expresara, ha mejorado sustancialmente la calidad de las viviendas, aunque sigue manteniendo sus condiciones iniciales de asentamiento, visualizándose un desorden muy grande en cuanto a su disposición, falta de veredas, mejoramiento del frente de las viviendas, la elevada densidad de cables que llevan electricidad y dispuestos sin control alguno. Las condiciones de habitabilidad se agravan aún más al considerar el agua que baja por los cañadones proveniente del desagüe de los 3 Ha mejorado notablemente la calidad de los materiales de construcción, constituyendo viviendas sólidas y en algunos casos de dos plantas, pero sobre terrenos pequeños y una alta densidad de ocupación. III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 pozos, estancada en algunos lugares, que trae como consecuencia la presencia de un fuerte olor y la proliferación de insectos. Esto, sumado a la acumulación de basura, afecta significativamente las condiciones sanitarias de la población. La situación de ilegalidad en cuanto a la propiedad de la tierra que aún existe, la carencia o apropiación ilegal de servicios, falta de espacios verdes, inaccesibilidad en determinados sectores y la degradación ambiental, son factores que impactan en la calidad de vida de la población. Riesgo ambiental Retomando algunas ideas expresadas anteriormente, resulta importante tener presente que la localización inadecuada en áreas de cañadones con riesgo aluvional y las características socioeconómicas de los grupos sociales, potencian los riesgos ambientales y aceleran las condiciones de inestabilidad de estas áreas, ocasionando la degradación del ambiente y aumentando la vulnerabilidad de la población frente a la diversidad de peligros naturales. De los usos del suelo que el hombre realiza sobre el espacio, la urbanización es la que mayor impacto produce en el medio natural. Para la construcción de viviendas y tendido de calles se quita la vegetación natural y se compacta e impermeabiliza el suelo dificultando la infiltración. Esto lleva a un aumento de la escorrentía superficial total anual, del número y magnitud de los picos de crecida, a la vez que se reduce el tiempo de retardo resultando en un incremento en la amenaza de inundaciones. Según estudios realizados, la cuenca Cordón Colón, ocupada por este asentamiento poblacional ha alcanzado un grado de impermeabilización que hace que se comporte como en estado natural, perdiéndose el efecto e inversión realizada para la construcción de las defensas aluvionales (Rapacioli, R. 1998) La alteración que el hombre ha hecho de la red de drenaje natural es tan significativa que en las condiciones que hoy se encuentra la cuenca es difícil predecir por donde circularía el agua en caso que se registren precipitaciones de importante intensidad. Lo que sí es evidente es el riesgo al que están expuestas aquellas familias localizadas en medio de los cauces naturales. En los últimos años la construcción de viviendas se ha extendido hacia la parte alta de la cuenca donde los cauces son menos profundos pero más angostos por lo que se dificulta la accesibilidad al lugar. Allí en algunos casos se han rellenado y ocupado parte de estos cauces o se han disectado las laderas a fin de acondicionar pequeños terrenos donde localizar las precarias viviendas. Finalmente los remanentes de erosión igualmente han sido incorporados a la urbanización. En estas unidades geomorfológicas se inicia la ocupación a los pies de las laderas y rodeando la elevación para posteriormente nivelar la parte superior y construir sobre ella. Así, la mayor parte de la superficie de estas unidades geomorfológicas han sido incorporadas a la urbanización sin considerar sus formas, dinámica ni restricciones para este uso generando diversas situaciones de riesgo ambiental. El análisis de las variables naturales y socieconómicas contempladas en este estudio permitieron definir las distintas situaciones de riesgo presentes en la cuenca. Al combinar el mapa de riesgo con los datos de cantidad de población, se obtiene como resultado la población afectada por cada grado de riesgo. Las áreas de riesgo (fig. 4) resultantes se definen a continuación: Riesgo alto: quedan incluidos en esta clase los cauces y laderas ocupadas por viviendas de calidad regular y mala, coincidente con los más altos valores de desocupación y hacinamiento. Estos sectores no cuentan con los servicios básicos y la falta de amanzanamiento y apertura de calles dificulta la accesibilidad al lugar. Riesgo medio: se considera a las laderas y remanentes de erosión ocupados con viviendas de calidad regular y buena. Si bien cuentan con algunos servicios básicos, carecen de cloacas. Los valores de desocupación y hacinamiento superan el 30% de población afectada. En algunos casos las condiciones de hacinamiento y desocupación III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 con viviendas de calidad buena justifican los resultados de riesgo medio en manzanas que no se localizan en áreas de amenaza alta. Riesgo bajo: incluye remanentes de erosión con calidad de vivienda buena y sectores del pedimento, con calidad de vivienda regular y buena. Cuentan con mayor dotación de servicios y si bien el amanzanamiento es irregular, mejora la accesibilidad. Los valores de hacinamiento y desocupación están por debajo del 30 % en la mayoría de la población involucrada. La cartografía elaborada permitió detectar y evaluar las áreas de riesgo ambiental a la vez que brinda un instrumento para establecer normas de planeamiento y gestión del territorio indicando los lugares dónde se deben limitar ciertos usos y en aquellos dónde se deben realizar acciones concretas que minimicen el riesgo. Figura 4 Reflexiones finales A través del análisis realizado se evidencia la complejidad que presentan las áreas sujetas a riesgo ambiental y por lo tanto, lo difícil que resulta definir e implementar las medidas más adecuadas para su solución o mitigación. Queda claro además que la reducción del riesgo es una labor multisectorial donde los diversos actores sociales tienen responsabilidad en III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 aumentar la seguridad social, económica y ambiental, por lo que constituye una tarea de gestión y planificación que debe ser abordada de manera interdisciplinaria. En la tarea de ordenar el territorio surgen caminos que muchas veces en lugar de arribar a soluciones que contemplen las diferentes facetas de esta complejidad, terminan resultando contradictorios. En la ciudad de Neuquén, si bien la Carta Orgánica establece la intangibilidad de los lugares sujetos a riesgo, en muchos casos las ocupaciones son regularizadas por decisión política, a pesar de que los informes técnicos sugieren la relocalización de la población allí asentada. En el caso de Cordón Colón el municipio ha planteado en numerosas oportunidades la necesidad de erradicar a la población debido a la ilegalidad del asentamiento y el riesgo que presenta el sector. Sin embargo en la actualidad parte del barrio se ha regularizado, ha incrementado su población y mejorado notablemente la calidad de muchas de sus viviendas, aunque persiste población en situaciones de riesgo, a relocalizar y con deficiencias en los servicios básicos. En este escenario aparecen también las necesidades de la población ocupante que en algunos casos persiguen como objetivo la relocalización para obtener una vivienda otorgada por el Estado o en otros, simplemente ocupar el lote para luego obtener la tenencia del mismo. Ante esta situación aparece la consideración de un riesgo aceptable. Cabría definir entonces cuáles son los límites de esta aceptabilidad para las autoridades de gestión, límites que les permiten otorgar la tenencia de la tierra y legalizar un uso del suelo que mantiene a la población en situación de riesgo. Surgen entonces una serie de interrogantes: ¿la baja probabilidad de recurrencia en un fenómeno natural justifica mantener a la población sujeta a daños y a una baja calidad ambiental de vida?; además de la recurrencia de un fenómeno natural, ¿se evalúa el grado de vulnerabilidad de la población sometida a él y por lo tanto, su escasa capacidad de recuperarse después de ocurrido un desastre? ¿Existe un riesgo aceptable o lo que no es aceptable es el costo político que implica una relocalización? A través de los años ha quedado ampliamente demostrado que las acciones tienden más a intervenir en forma coyuntural sin analizar las consecuencias a largo plazo. Así en Neuquén la gestión ha estado, en las últimas décadas, orientada a acallar los conflictos sociales legalizando situaciones de irregularidad. Estas acciones, en lugar de aportar soluciones terminaron por dinamizar las ocupaciones de tierras fiscales, lo que contribuyó a acentuar y construir nuevas situaciones de riesgo ambiental. En este sentido el factor político ha sido determinante. En la ecuación que se establece entre Estado/poder político - población excluida, las estrategias de una y otra parte son dependientes entre sí. Las políticas de gestión son absorbidas y transformadas por los grupos sociales excluidos en estrategias de supervivencia. Ambas se retroalimentan y llevan a generar situaciones de clientelismo que contribuyen a que las situaciones de riesgo se perpetúen en el tiempo. Es fundamental que el municipio ejerza su autonomía tanto institucional como en sus bases normativas, superando la persistente debilidad de la misma frente al gobierno provincial especialmente con referencia al ordenamiento espacial y ejecución de obras. En función de lo desarrollado se puede concluir que las condiciones de marginalidad a que se ve sometida gran parte de la población y las estrategias que desarrollan para superar esta situación, se convierten en los ejes que explican la conformación de espacios de riesgo. La falta de interés, el costo político, presupuestos escasos, intereses partidarios, ausencia de planificación, estrategias sociales vinculadas a la necesidad son factores que se entremezclan a la hora de implementar acciones tendientes a un adecuado ordenamiento y gestión del territorio. (Jurio, E. y otros, 2003). Propuestas de ordenamiento Por su dinámica natural y sus condiciones biofísicas la cuenca de cordón Colón debería haber sido preservada como un espacio natural y de protección de las áreas urbanizadas ubicadas en las zonas más bajas. Revertir esta situación parece ser imposible por los costos III Seminario Internacional. La interdisciplinar en el Ordenamiento Territorial. CIFOT, Mendoza 2005 políticos, económicos y sociales de tal decisión. En su defecto resta actuar en la disminución del riesgo presente en el área. A tal fin se proponen una serie de medidas tendientes a un mejor ordenamiento ambiental del sector: • Permitir la circulación normal del agua encauzada, para ello se debe evitar el cierre total o parcial de los cauces, mantenerlos limpios de basura, escombros y demás material que puedan dificultar el paso del agua. Es fundamental además, reparar, limpiar y recuperar las defensas aluvionales construidas para asegurar su correcto funcionamiento. • Erradicar las viviendas ubicadas en los cauces y azudes para contribuir con los puntos mencionados. • Limpiar y sanear el sector. • Relocalizar a la población recientemente asentada que, por la precariedad de sus viviendas, la falta de servicios y la inaccesibilidad al lugar, se encuentran en condiciones de alto riesgo. • No regularizar parcelas que linden con la franja cercana a los cauces teniendo en cuenta posibles desbordes, considerando un área marginal de seguridad y evitar nuevas urbanizaciones en estas zonas. • Realizar la apertura de calles para lograr mejorar la accesibilidad en determinados sectores • Erradicar la práctica de corte de taludes para la construcción de viviendas a fin de evitar la desestabilización de las laderas. • Mantener y/o aumentar la cubierta vegetal para minimizar los procesos de degradación en las laderas. • Implementar un programa integral de educación ambiental con el fin de que los habitantes sean los principales actores en el mejoramiento de la calidad de vida. 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