DISCIPULADOS MIEZ COMO CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS EMOR |ENFRENTANDO EN tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Salmos 143:10 “Enséñame a hacer Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” INTRODUCCIÓN ¿Qué significa conocer la voluntad de Dios? En palabras sencillas, es entender qué es lo que Dios ama y lo que aborrece. Alguien puede preguntar ¿Pero como conocer lo que hay en la mente de cualquier persona y más aun, como podemos conocer lo que hay en la mente de Dios? La respuesta es que Dios es justo y nunca demanda resultados sin antes haber equipado con conocimiento y habilidad. En esta lección aprenderemos qué hacer para conocer la voluntad de Dios para su vida. 1. PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS DEBEMOS RENUNCIAR AL PECADO (1 Tesalonicenses 4:3). Dios revela su voluntad a aquellos que han renunciado a vivir gobernados por las leyes del pecado. No podemos pensar con seriedad que deseamos conocer la voluntad de Dios para nuestra vida si no estamos dispuestos a renunciar al pecado. El Señor Jesús dijo que de una misma fuente no puede salir agua dulce y amarga, no se puede servir a dos señores, porque si se ama a uno se aborrece al otro. Dios es celoso y radical, Él dice: “quien no está con migo está contra mí” y debemos entender que el diablo es astuto, el quiere engañarnos haciéndonos pensar que existen puntos medios en donde se puede estar bien con Dios sin abandonar el pecado, pero esta es una mentira que tiene por objetivo robarnos la bendición, el gozo y finalmente nuestra destrucción. 2. PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS DEBEMOS RENOVAR NUESTRA MENTE (Romanos 12:2). El Señor Jesús enseñó que cuando se elaboraba vino nuevo se debía guardar en odres nuevos, porque si se guardaba en odres viejos estos se rompían y el vino se derramaba. Un odre era un recipiente hecho de pieles de cordero, cuando era viejo perdía su flexibilidad y no podía resistir las demandas del vino nuevo, e inevitablemente el vino nuevo se derramaba. Esto es una parábola que compara nuestra mente con el odre y la palabra de Dios con el vino nuevo y nos ensaña que mientras no haya una verdadera conversión a Dios, tampoco habrá una renovación del espíritu que gobierna la mente, sin renovación no se puede creer en la veracidad de la palabra de Dios, la vida por la fe, la renuncia al pecado y el poder de Dios. Todos estos conceptos parecerán fanatismo mientras se tengan mentes contaminadas por la duda, el materialismo, el humanismo y la secularidad. Por el contrario, la verdadera conversión producirá la humildad espiritual que permitirá entender la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 3. PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS DEBEMOS LLENARNOS DEL ESPIRITU DE DIOS (Romanos 8:26-27). El Señor Jesús enseñó que era absolutamente necesario que El se fuera para luego enviar al Consolador, al Espíritu Santo a continuar la labor de perfeccionar a los discípulos. El Espíritu Santo vendría a llenar de poder, a habilitar al discípulo con dones de autoridad espiritual, a revelar los secretos de Dios y a dar a conocer la voluntad de Dios. Jesús dijo “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26), El Espíritu Santo es Dios mismo habitando en nuestro espíritu, hablando y comunicando la perfecta voluntad de Dios para nuestra vida. El habla a nosotros recordándonos la palabra de Dios, pero también nos habla sensibilizando nuestra conciencia para alertarnos cuando pasamos por momentos de debilidad en los cuales queremos actuar fuera de los parámetros de Dios. 4. PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS DEBEMOS CONOCER LA PALABRA DE DIOS (Salmos 40:8). Nadie puede conocer la voluntad de otra persona si no escucha atentamente sus palabras, entonces ¿cómo podremos conocer la voluntad de Dios para nosotros si no escudriñamos lo que Él nos dice en su palabra? Hay muchas personas que piensan que sus intuiciones revelan la voluntad de Dios, pero Dios dice “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12); Otros piensan que sus sentimientos revelan la voluntad de Dios, ellos dicen, “si siento paz es porque es voluntad de Dios” pero Dios dice que nuestro corazón nos puede engañar “Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?” (NVI Jeremías 17:9). Solo hay una forma de comprobar la voluntad de Dios y esa es conociendo su palabra, porque el Espíritu de Dios nunca hablará a nuestra mente y corazón algo contrario a su palabra. Por noble que parezca el propósito, debemos entender que no es la voluntad de Dios si viola sus principios. 5. PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS DEBEMOS ORAR CON SINCERIDAD (Salmos 143:10). Cuando oramos a Dios ¿pedimos que nos revele su voluntad, o pedimos que apoye y bendiga nuestra voluntad? Si queremos conocer la voluntad de Dios, debemos estar dispuestos a orar pidiéndola, pero también debemos estar dispuestos a obedecerla. No siempre la respuesta de Dios es la que esperamos, porque nosotros buscamos que las cosas nos sean favorables y fáciles, pero Dios quiere formar en nosotros el tipo de carácter que necesitaremos para alcanzar y mantener nuestra conquista. En otras ocasiones sucede que nosotros pedimos conforme a lo que creemos que nos conviene, pero Dios está más interesado en darnos la formación necesaria para llevarnos a ser instrumentos para la edificación de otros. Debemos orar pidiendo como nos enseñó el Señor Jesús “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). Si deseamos sinceramente hacer su voluntad, encontraremos que el propósito de Dios no es el acomodarnos y darnos seguridad a nosotros, claro que esa es la herencia de los hijos y esta viene como consecuencia a nuestra obediencia, pero el propósito de Dios es utilizarnos como sus instrumentos para engrandecer su reino y alcanzar a otros que necesitan salvación. Pero el desear hacer su voluntad también significa que en algunas ocasiones tendremos que decir como Jesús en Getsemaní “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). CONCLUSIÓN Si en nuestro corazón hay un genuino deseo de conocer la voluntad de Dios para nuestra vida, aquí hemos presentado cinco pasos a tomar, Dios no calla ante un corazón que quiere agradarle y siempre estará dispuesto a usar una vida que se rinde como instrumento en sus manos. 1 Juan 5:14-15 | “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”