1 CAPITULO I: PREPARACIÓN DE LOS JUICIOS LAS MEDIDAS PREJUDICIALES. 2.1.- Concepto. Cada vez que es necesario intervenir en un juicio, sea en calidad de demandante, sea en calidad de demandado, es indispensable tener a mano ciertos datos, determinados documentos o algunas pruebas con el objeto de organizar la defensa, cuya falta puede inducirnos a error, o dejarnos en la imposibilidad de probar nuestro derecho. Si bien es cierto que podríamos iniciar el juicio si esos datos, documentos o pruebas, ello podría significar la nulidad de la relación procesal o, simplemente, la imposibilidad de rendir determinadas pruebas. Es por eso que el legislador prevé la institución de las medidas prejudiciales que, al decir de Casarino, son los medios que franquea la ley a las partes litigantes para preparar su entrada al juicio. Las medidas prejudiciales no deben ser confundidas con las medidas precautorias. Las primeras pueden solicitarlas tanto el demandante como el demandado; en cambio, las segundas sólo le competen al demandante. Las primeras tienen por objeto preparar la entrada al juicio; en cambio, las segundas tienen por objeto asegurar el resultado de la acción instaurada. Las primeras, por su propia finalidad, deben solicitarse antes de la iniciación del juicio; en cambio, las segundas, por esa misma razón, se solicitan en cualquier estado del mismo. En resumen, ambas instituciones difieren en cuanto a su titular, su finalidad y oportunidad. También es indispensable dejar en claro que las medidas prejudiciales en caso alguno constituyen una verdadera demanda. Se trata, simplemente, de gestiones preparatorias del juicio mismo. Por tanto, su promoción no tiene la virtud de producir ninguno de los efectos propios de la interposición de la demanda, como interrumpir la prescripción, constituir en mora al deudor, etc. En cuanto a su campo de aplicación, no obstante las expresiones contenidas en el artículo 273 del CPC, las medidas prejudiciales son aplicables 1 2 tanto al procedimiento ordinario, como a todas las demás gestiones, trámites y actuaciones que no estén sometidas a una regla especial diversa, cualquiera que sea su naturaleza.1 2.2.- Clasificación. Las medidas prejudiciales pueden clasificarse desde distintos puntos de vista, según el criterio que se utilice: 2.2.1- Según la parte que puede solicitar las medidas prejudiciales, se dividen en: a) medidas prejudiciales del futuro demandante, como ocurre con aquellas consagradas en los artículos 273, 279, 280, 281, 282, 284, 285 y 286 del CPC; y b) medidas prejudiciales del futuro demandado, tales como las contempladas en los artículos 273 N° 5°, 281, 284, 286 y 288 del CPC. 2.2.2.- Según su finalidad, se clasifican en: a) medidas prejudiciales destinadas a preparar la demanda (preparatorias); b) medidas prejudiciales destinadas a procurarse pruebas que pueden desaparecer (probatorias); c) medidas prejudiciales destinadas a asegurar el resultado de la acción que se va a instaurar (precautorias). 2.3.- Análisis particular de las medidas prejudiciales. 1 Art. 3° CPC. 2 3 2.3.1.- Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a la capacidad del futuro demandado para parecer en juicio, o a su personería o al nombre y al domicilio de sus representantes.2 Se trata de una medida prejudicial preparatoria que sólo puede ser solicitada por el futuro demandante en contra del futuro demandado. Su objetivo es triple, pues la declaración jurada exigida por el futuro demandante al futuro demandado puede versar sobre algún hecho relativo a su capacidad para comparecer en juicio (su edad, por ejemplo), sobre su personería o sobre el nombre y domicilio de sus representantes. El tribunal decretará la medida sólo cuando, a su juicio, sea necesaria para que el demandante pueda entrar al juicio.3 Aunque la ley no lo expresa, si el tribunal acepta la procedencia de esta medida prejudicial, será necesario que señale una audiencia para que concurra a ella el futuro demandado a prestar la declaración jurada de que se trate, notificándose al efecto. Puede suceder que el futuro demandado se resista a cumplir la medida decretada, sea porque no comparezca o compareciendo rehúse prestar la declaración ordenada o no sea categórico al responder. En tales casos la ley autoriza para imponer al desobediente multa o arresto hasta de dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal; sin perjuicio de repetir la orden y apercibimiento.4 2.3.2.- La exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la acción que se trata de entablar.5 Al igual que la anterior, esta medida prejudicial preparatoria sólo la puede pedir el futuro demandante en contra del futuro demandado. La acción que pretende instaurar el futuro demandante ha de tener por objeto una cosa, la cual desea examinar previamente para el mejor éxito de aquella. Aun cuando la ley no distingue, parece que la cosa sobre que recae debe ser corporal, en razón de la finalidad de la medida. 2 Art. 273 N° 1° CPC. Art. 273 inciso final CPC. 4 Art. 274 CPC. 5 Art. 273 N° 2° CPC. 3 3 4 El tribunal decretará la medida sólo cuando, a su juicio, sea necesaria para que el demandante pueda entrar al juicio.6 La manera de proceder a la exhibición de la cosa varía según ella se encuentre en poder del futuro demandado o de terceras personas. Si se halla en poder del futuro demandado, se hará mostrando el objeto que deba exhibirse o autorizando al futuro demandante para que lo reconozca y dándole facilidades para ello. Si se halla en poder de terceros, cumplirá la persona a quien se ordene la exhibición expresando el nombre y residencia de dichos terceros, o el lugar donde el objeto se encuentre.7 El solicitante tendrá derecho, siempre que lo exija, a que se deje en el proceso razón de la clase y estado actual de la cosa exhibida.8 Si el requerido se niega a efectuar la exhibición, podrá apremiarse al desobediente con multa o arresto de hasta dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal, y aun decretarse allanamiento del local donde se halle el objeto cuya exhibición se pide. Iguales apremios podrán decretarse contra los terceros que, siendo meros tenedores del objeto, se nieguen a exhibirlo.9 2.3.3.- La exhibición de sentencias, testamentos, inventarios, tasaciones, títulos de propiedad u otros instrumentos públicos o privados que por su naturaleza puedan interesar a diversas personas.10 Esta medida prejudicial, que puede tener por objeto tanto la preparación como la prueba, sólo la puede pedir el futuro demandante en contra del futuro demandado y tiene por objeto obtener la exhibición de ciertos instrumentos públicos o privados que por su naturaleza interesen a diversas personas. Se trata de una cuestión de hecho que habrá que determinar en cada caso. El tribunal decretará la medida sólo cuando, a su juicio, sea necesaria para que el demandante pueda entrar al juicio.11 6 Art. 273 inciso final CPC. Art. 275 CPC. 8 Art. 283 parte final CPC. 9 Art. 276 CPC. 10 Art. 273 N° 3° CPC. 11 Art. 273 inciso final CPC. 7 4 5 A pesar de que la ley no lo dice expresamente, la exhibición de los documentos en cuestión se hará ante el mismo tribunal, de suerte que éste, al decretarla, tendrá que señalar una audiencia. Siempre que el futuro demandante lo exija, se dejará en el proceso copias de las piezas que se presenten, o de su parte conducente.12 Si los documentos cuya exhibición se pretende se encuentran en poder de terceros, la medida prejudicial no produciría los efectos pretendidos por el solicitante; y no tendría más camino que pedir esa exhibición durante el juicio, ateniéndose a lo prescrito en el artículo 349 del CPC. Por el contrario, si los documentos cuya exhibición se ha solicitado, se encuentran en poder del futuro demandado y éste desobedece la medida prejudicial decretada, incurre en la sanción de perder el derecho de hacerlos valer después, salvo que la otra parte los haga también valer en apoyo de su defensa, o si se justifica o aparece de manifiesto que no los pudo exhibir antes o si se refieren a hechos distintos de aquellos que motivaron la solicitud de exhibición. Lo cual se entiende sin perjuicio de las multas o arrestos que pudieren imponerse y lo señalado en el párrafo 2°, Título II del Libro I del Código de Comercio.13 Siempre que el futuro actor lo exija, se dejará en el expediente copias de las piezas que se presenten o de su parte conducente.14 De acuerdo a lo dispuesto en los artículos 42 y 43 del Código de Comercio, los tribunales no pueden ordenar la manifestación o reconocimiento general de los libros de un comerciante; sólo se puede decretar la exhibición parcial, procediéndose en la forma indicada en el inciso 2° del artículo 43 ya citado. De otro lado, los artículos 33 y 34 del mismo cuerpo de leyes señala que el comerciante que oculte alguno de sus libros, siéndole ordenada la exhibición, será juzgado por los asientos de los libros de su colitigante que estuvieren arreglados, sin admitírsele prueba en contrario. Lo mismo sucederá respecto de 12 Art. 283 CPC. Art. 277 CPC. 14 Art. 283 CPC. 13 5 6 aquellos libros que presenten asientos alterados, blancos, interlineaciones, raspaduras, enmiendas y hojas arrancadas. 2.3.4.- Exhibición de los libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga parte el solicitante.15 Esta medida prejudicial la puede pedir el futuro demandante en contra del futuro demandado, ya para preparar la futura demanda, ya para proveerse de elementos probatorios para el litigio que se iniciará. Se trata aquí de la exhibición de instrumentos como medida prejudicial, pero relativa a un caso particular. La exhibición ha de tener por objeto libros de contabilidad relativos a negocios en que tenga parte el solicitante. Esta exhibición será decretada por el tribunal sólo cuando, a su juicio, sea necesaria para que el demandante pueda entrar a juicio16 y siempre que el futuro actor lo exija, se dejará en el expediente copias de las piezas que se presenten o de su parte conducente.17 Una vez decretada la exhibición de los libros de contabilidad, si al persona a quien incumbe dar cumplimiento a esta medida la desobedece, encontrándose dichos libros en su poder, incurrirá en una doble sanción, a saber: a) perderá el derecho de hacerlos valer después, salvo que la otra parte los haga también valer en apoyo de su defensa, o si se justifica o aparece de manifiesto que no los pudo exhibir antes o si se refieren a hechos distintos de aquellos que motivaron la solicitud de exhibición. Lo cual se entiende sin perjuicio de las multas o arrestos que pudieren imponerse; y b) Si esos libros de contabilidad pertenecen a un comerciante, será juzgado por los asientos de los libros de su colitigante que estuvieren arreglados sin admitírsele prueba en contrario. Son aplicables las mismas limitaciones y regulación del Código de Comercio referidas en el número anterior. 15 Art. 273 N° 4° CPC. Art. 273 inciso final CPC. 17 Art. 283 CPC. 16 6 7 2.3.5.- El reconocimiento jurado de firma puesta en instrumento privado.18 Esta medida prejudicial puede ser solicitada tanto por el futuro demandante como por el futuro demandado;19 y está destinada a preparar la demanda o su contestación. Esta cautelar se decretará en todo caso, es decir, basta que se pida para que el tribunal la ordene, sin que tenga que calificar si es o no necesaria para entrar en el juicio.20 Será asimismo indispensable que el tribunal, al decretarla, fije una audiencia para que ella se lleve a efecto. Si se rehúsa el reconocimiento de firma decretado como medida prejudicial, se procederá en conformidad a las reglas establecidas para el reconocimiento judicial de documentos en el juicio ejecutivo, esto es, si el citado no comparece o sólo da respuestas evasivas, se dará por reconocida la firma.21 No hay que olvidar que debe tratarse de un instrumento privado, correspondiendo juzgar a la luz de las leyes de fondo, si de esta clase de instrumentos se trata; y, además, de un instrumento privado firmado. 2.3.7.- Inspección personal del tribunal, informe de peritos nombrados por el mismo, o certificado de ministro de fe. Se trata de medidas prejudiciales probatorias que pueden ser solicitadas tanto por el futuro demandante como por el futuro demandado.22 Para que puedan ser decretadas se requiere la existencia de un peligro inminente de un daño o perjuicio, o se trate de hechos que puedan fácilmente desaparecer. Como veremos más adelante, la inspección personal del tribunal es un medio de prueba destinado a acreditar hechos o circunstancias materiales en el juicio mediante la observación y constatación de ellas efectuadas por el tribunal. Se le llama también reconocimiento judicial. 18 Art. 273 N° 5° CPC. Art. 288 CPC. 20 Art. 273 inciso final CPC. 21 Arts. 278 y 435 inciso 2° CPC. 22 Arts. 281 y 288 CPC. 19 7 8 El informe pericial es otro elemento de prueba, y consiste en la presentación de un dictamen de personas que tienen calificados conocimientos sobre las materias o hechos a que dicho dictamen se refiere. Difiere del medio de prueba que se rinde durante el juicio, pues como medida prejudicial puede el tribunal nombrar al perito sin intervención alguna de las partes. El certificado de ministro de fe, dentro de la teoría general de la prueba, constituye un instrumento público; y puede decretarse como medida prejudicial. Para la ejecución de estas medidas se dará previamente conocimiento a la persona a quien se trata de demandar, si se encuentra en el lugar del asiento del tribunal que las decreta, o donde deban ejecutarse. En los demás casos se procederá con intervención del defensor de ausentes.23 En su caso, habrá que poner en conocimiento del futuro demandante la medida si ésta es solicitada por el futuro demandado. De lo que se trata es que la futura contraparte pueda participar en la diligencia de prueba respectiva haciendo valer sus derechos. No se contempla la posibilidad de oponerse a la actuación. 2.3.8.- Declaración jurada o exhibición de título de parte del simple tenedor de la cosa de que procede la acción o es objeto de ella.24 Esta medida prejudicial preparatoria puede ser solicitada únicamente por el futuro demandante. Para comprender su alcance es necesario relacionarla con lo dispuesto en el artículo 896 del CC, que dice: “El mero tenedor de la cosa que se reivindica es obligado a declarar el nombre y residencia de la persona a cuyo nombre la tiene”. En consecuencia, esta obligación señalada por la ley civil que pesa sobre el mero tenedor de la cosa que se reivindica, desde el punto de vista procesal, reviste el carácter de medida prejudicial. Pero su campo de actuación ha sido ampliado, por cuanto se hace valer en contra de aquél a quien se intenta demandarse si expone ser simple tenedor de la cosa de que procede la acción o 23 24 Art. 281 inciso 2° CPC. Art. 282 CPC. 8 9 que es objeto de ella, y no solamente en contra de aquél mero tenedor de la cosa cuya reivindicación se pretende; y porque la medida tiende a dos objetivos: a) la declaración jurada sobre el nombre y residencia de la persona en cuyo nombre la tiene y al exhibición del título de su tenencia; y b) si expresare no tener título escrito, la declaración bajo juramento de que carece de él. En el fondo, la petición principal de esta medida prejudicial consistirá en que quien tenga la cosa de que procede la acción o que es objeto de ella, exponga si es poseedor o mero tenedor de la misma; y, para el caso de exponer que es mero tenedor, subsidiariamente solicitará que preste juramento sobre el nombre y residencia de la persona en cuyo nombre la tiene y que exhiba el título de su tenencia o jure carecer de él. En caso de negativa para practicar cualquiera de las diligencias antes enunciadas, se podrá apremiar a la persona a quien se intenta demandar con multa o arresto. La exhibición del título de mera tenencia dará también derecho al futuro demandante, siempre que lo exija, a que se deje en el proceso copia de todo el documento o de la parte pertinente.25 2.3.9.- La confesión judicial.26 Esta medida prejudicial probatoria puede ser solicitada por el futuro demandante y por el futuro demandado.27 La confesión judicial como elemento de prueba se provoca a través del mecanismo procesal denominado absolución de posiciones y tiene lugar como medida prejudicial siempre que haya motivo fundado para temer que una persona se ausente en breve tiempo del país. La absolución de posiciones se exigirá al tenor de los hechos expuestos por el solicitante, pero calificados previamente de conducentes por el tribunal. Para ello es preciso que éste efectúe un examen del pliego de posiciones o 25 Art. 283 CPC. Art. 284 CPC. 27 Art. 288 CPC. 26 9 10 preguntas, manteniendo siempre en reserva su tenor hasta la realización de la actuación.28 La resolución del tribunal sobre la conducencia de las interrogaciones no será susceptible de recurso alguno; y si se accede a la diligencia, será necesario también señalar día y hora ara su práctica. Tres actitudes puede adoptar la persona convocada a absolver posiciones: a) que comparezca a contestar las preguntas; b) que se ausente dentro de los treinta días subsiguientes al de la notificación sin absolver las posiciones; o c) que se ausente dentro de ese plazo sin absolver posiciones, pero dejando apoderado con autorización e instrucciones bastantes para hacerlo durante la secuela del juicio. Si el requerido comparece y contesta, personalmente o representado, si de las respuestas se desprende la confesión de algún hecho, se podrá hacer valer durante el juicio posterior. Si se ausenta en el plazo indicado sin absolver posiciones, o sin dejar apoderado con autorización e instrucciones, se le dará por confeso en el curso del juicio, salvo que aparezca suficientemente justificada la ausencia sin haber cumplido la orden del tribunal.29 Esta sanción de tenerla por confesa deberá ajustarse a lo prescrito en el artículo 394 del CPC, o sea, será necesario examinar previamente si las preguntas objeto de la confesión están o no categóricamente afirmadas, pues solamente las primeras son las que se darán por confesadas. 2.3.10.- Constitución de apoderado judicial.30 Esta medida prejudicial preparatoria puede ser solicitada exclusivamente por el futuro demandante y tendrá lugar siempre que haya motivo fundado para temer que el futuro demandado se ausente en breve tiempo del país. El objetivo directo de la medida prejudicial en análisis es que la persona cuya ausencia se teme, constituya en el lugar donde va a entablarse el juicio, 28 Art. 387 CPC. Art. 284 inciso 2° CPC. 30 Art. 285 CPC. 29 10 11 apoderado que lo represente y que responda por las costas y multas a que sea condenado. Si el futuro demandado rehúsa cumplirla, se hará efectivo el apercibimiento de nombrársele un curador de bienes. 2.3.11.- Declaración de testigos.31 Esta medida prejudicial probatoria puede ser solicitada por el futuro demandante y por el futuro demandado y tendrá lugar respecto de los testigos cuyas declaraciones, por razón de impedimentos graves, haya fundado temor de que no puedan recibirse oportunamente. Las declaraciones versarán sobre los puntos que indique la parte que solicita la diligencia, calificados de conducentes por el tribunal. Para practicar la diligencia se dará previamente conocimiento a la futura contraparte, cuando ésta se halle en el lugar donde se expidió la orden o donde deba tomarse la declaración; en los demás casos se procederá con intervención del defensor de ausentes. 3.- Aseguramiento de los juicios: Las medidas precautorias. 3.1.- Concepto. Son mecanismos procesales que procuran asegurar los fines del procedimiento. Se les denomina también cautelares o asegurativas debido a que su finalidad principal es asegurar o garantizar el cumplimiento efectivo de la sentencia. Esto, porque las pretensiones del actor ganancioso resultarían insatisfechas si al tiempo de dictarse el fallo no existieren los elementos materiales necesarios sobre los que ejecutarla. La necesidad de las medidas cautelares deriva del hecho de que el proceso civil exige un tiempo de duración para poder desenvolverse en sus diversas etapas, lo que deja abierta la posibilidad para que el demandado adopte conductas o realice actos aislados que impidan o dificulten gravemente 31 Art. 286 CPC. 11 12 el cumplimiento efectivo de la sentencia, constituyendo un riesgo de satisfacción tardía, o incluso de satisfacción imposible o sólo alcanzable con mucha dificultad. Así las cosas, las medidas cautelares constituyen el instrumento destinado a conjurar ese riesgo. En el período comprendido entre la interposición de la demanda y el pronunciamiento de la sentencia de término, que puede ser más o menos largo, según sea la naturaleza del juicio, puede variar material o jurídicamente la cosa objeto del pleito, o bien la solvencia misma del demandado. Con el objeto de evitar estos cambios, y que a la postre el demandante no se vea burlado en sus derechos que pueden ser reconocidos por la sentencia, el legislador ha puesto a su disposición una serie de resguardos, los cuales se conocen con el nombre de medidas precautorias. El objeto específico, entonces, de las medidas precautorias es asegurar el resultado de la acción interpuesta por el demandante. Según Casarino las medidas precautorias son los medios que la ley franquea al demandante para que asegure el resultado de la acción que ha interpuesto. Agrega que el legislador, al reglamentar las medidas precautorias, debe buscar una verdadera ecuación entre los legítimos derechos del demandante y el no menos legítimo derecho de defensa del demandado. Las medidas precautorias pertenecen al grupo de las acciones cautelares y su ejercicio da origen a un proceso, también de naturaleza cautelar, el cual podrá pasar tanto por la fase de cognición o declarativa como por la de ejecución o cumplimiento. 3.2.- Reglamentación. Las medidas precautorias tienen como fuente legal inmediata y directa en nuestro derecho positivo el título V del Libro II del CPC, artículos 290 al 302, dentro del procedimiento ordinario. La ubicación de las normas que rigen a las medidas cautelares no implican su aplicación exclusiva a este tipo de juicio, pues en virtud de lo señalado en el artículo 3 del CPC, resultan aplicables a todo tipo de gestiones, trámites o 12 13 actuaciones que no tengan una regla especial diversa, cualquiera sea su naturaleza. 3.3.- Requisitos generales de procedencia. Doctrinariamente se señalan como requisitos generales de procedencia o presupuestos de toda medida cautelar la apariencia de buen derecho (“fumus boni iuris”) y el peligro de retardo (“periculum in mora”). El humo del buen derecho exige que en el proceso está manifiesta la probabilidad de que la resolución final declarará el derecho en sentido favorable a aquel que solicita la medida cautelar. No se requiere la certeza acerca de la existencia del derecho, sino que exista un juicio de probabilidad o de verosimilitud respecto del derecho que se reclama. El peligro de retardo o en la demora, como ya señalamos, es el riesgo que la duración del procedimiento genera respecto de la satisfacción de los fines del procedimiento. 3.4.- Clases de medidas precautorias. Tradicionalmente se señalan tres clases de medidas cautelares, esto es: Aquellas enumeradas en el artículo 290 del CPC; Aquellas otras que autoriza expresamente la ley, de acuerdo al artículo 300 del CPC,32 y Aquellas que puede solicitar el actor, no señaladas por la ley, según lo permite el artículo 298, parte final, del mismo cuerpo legal. La importancia de esta clasificación consiste en los diversos requisitos que deben concurrir para concederlas, según tendremos oportunidad de analizar. A continuación estudiaremos el primer tipo de cautelares, por ser las de mayor aplicación práctica. 3.4.1.- Medidas precautorias enumeradas en el artículo 290 del CPC. 32 Por ejemplo, la concesión de alimentos provisorios dentro del juicio de alimentos, de acuerdo al artículo 327 del CC; el derecho legal de retención que en ciertos casos conceden las leyes, artículos 545 y siguientes del CC; el nombramiento de administrador pro-indiviso dentro del juicio de partición de bienes, según el artículo 654 del CPC. 13 14 a.- El secuestro de la cosa que es objeto de la demanda. El secuestro es el depósito de una cosa que se disputan dos o más individuos en manos de otro que debe restituirla al que obtenga una decisión a su favor. El depositario se llama secuestre.33 El secuestro, a su vez, es de dos clases: convencional o judicial. El convencional se constituye por el solo consentimiento de las personas que se disputan el objeto litigioso. El judicial, por decreto del juez.34 Nosotros nos ocuparemos únicamente del secuestro judicial. Esta medida precautoria tiene lugar en dos casos: En la situación prevista por el artículo 901 del CC, o sea, cuando reivindicándose un cosa corporal mueble, hubiere motivo de temer que se pierda o deteriore en manos del poseedor; y Cuando se entablen otras pretensiones con relación a cosa mueble determinada y haya motivo de temer que se pierda o deteriore en manos de la persona que, sin ser poseedora de dicha cosa, la tenga en su poder.35 Ambas hipótesis tienen un elemento común, esto es, que la pretensión tenga por objeto una cosa corporal mueble y determinada; pero mientras el primer caso dice relación con la acción reivindicatoria exclusivamente, el segundo es de aplicación más general, pues se refiere a otras acciones (pretensiones) de cosa mueble determinada, aun cuando ejercidas en contra de una persona que no sea su poseedora. Las reglas legales aplicables a la medida cautelar de secuestro serán, en primer término, las que el párrafo 2° del Título I del Libro III del CPC establece respecto del depositario de los bienes embargados;36 y, en seguida, las contenidas en el CC sobre esta institución, artículos 2249 a 2257, en cuanto no fueren contrarias a las anteriores. b.- El nombramiento de uno o más interventores. 33 Art. 2249 CC. Art. 2252 CC. 35 Art. 291 CPC. 36 Art. 292 CPC. 34 14 15 El interventor judicial es la persona designada por el juez con el objeto de que controle la administración de los bienes materia del juicio, y aún se hallan en poder del demandado. La persona que designe el tribunal para esta delicada misión, a titulo de medida asegurativa, puede ser una o más, lo cual dependerá, naturalmente, de la calidad e importancia de los bienes intervenidos. El nombramiento de uno o más interventores tiene lugar en los siguientes casos:37 1.- En el caso del inciso 2° del artículo 902 del CC, esto es, si se demanda el dominio u otro derecho real constituido sobre un inmueble, y hubiere justo motivo de temer que la cosa y los muebles y semovientes anexos a ella se deterioren en manos del poseedor demandado, o las facultades pecuniarias de este último no ofrecieren suficiente garantía; 2.- En el caso del que reclama una herencia ocupada por otro, si hay el justo motivo de temor antes indicado; 3.- En el del comunero o socio que demanda la cosa común, o que pide cuentas al comunero o socio que administra; 4.- Siempre que haya justo motivo de temer que se destruya o deteriore la cosa sobre que versa el juicio, o que los derechos del demandante puedan quedar burlados; y 5.- En los demás casos expresamente señalados por las leyes. Las facultades del interventor judicial se limitan a llevar cuenta de las entradas y gastos de los bienes sujetos a intervención.38 En consecuencia, la administración de los bienes materia de la intervención siempre corre a cargo del demandado y la labor del interventor judicial se limita a controlar esa administración, llevando una cuenta particular de entradas y gastos. Habrá veces que, para llevar esta cuenta, el interventor judicial necesite imponerse de los libros, papeles y operaciones del demandado; y entonces la ley lo autoriza expresamente para imponerse de estos pormenores, sin limitación laguna. 37 38 Art. 293 CPC. Art. 294 inciso 1° CPC. 15 16 Puede también suceder que el interventor judicial, en esta labor de control de la administración de los bienes objeto del juicio, se imponga de malversaciones o abusos. En tal evento, pesa sobre él una importante obligación: deberá dar aviso al interesado, o sea, al demandante o al tribunal, de toda malversación o abuso que advierta.39 En estos casos podrán extremarse las medidas de precaución en contra del demandado. Al efecto, la ley autoriza al tribunal para que decrete el depósito y retención de los productos líquidos en un establecimiento de crédito o en poder de la persona que el tribunal designe, sin perjuicio de otras medidas más rigurosas que el tribunal estime necesario adoptar. c.- La retención de bienes determinados. Esta medida recae exclusivamente sobre dinero o cosas muebles. Su objeto preciso es asegurar el resultado de la pretensión impidiendo que el demandado disponga de ese dinero o de esas cosas muebles durante el curso del juicio, a fin de que, en definitiva, respondan al cumplimiento de la sentencia que se dicte. Normalmente se utiliza para asegurar el resultado de acciones personales o de créditos; pues permite en el cumplimiento del fallo entregar el dinero o realizar las cosas muebles retenidas y hacer así pago al demandante de su crédito; pero también se puede retener dinero o cosas muebles, aunque sea materia del juicio.40 La acción judicial que se pretende asegurar con la retención de dinero o cosas muebles del demandado, pues, puede o no decir relación con estos bienes; en el primer caso será real, y en el segundo, personal. En consecuencia, si bien la medida precautoria de secuestro y la de retención de dinero o cosas muebles del demandado recaen sobre cosas muebles, difieren en que en la primera las cosas secuestradas siempre son el objeto mismo de la demanda, y en la segunda, en cambio, las cosas retenidas a veces sólo aseguran indirectamente el resultado de la acción, esto es, cuando dichas cosas no constituyen la materia misma del juicio. 39 40 Art. 294 inciso 2° CPC. Art. 295 inciso 1° CPC. 16 17 Ahora bien, la retención de bienes determinados puede hacerse en manos del mismo demandante, del demandado o de un tercero.41 Podrá también el tribunal ordenar que los valores retenidos se trasladen a un establecimiento de crédito o de la persona que el tribunal designe cuando lo estime conveniente para la seguridad de dichos valores. Si consisten en dinero, deben depositarse en la cuenta corriente del tribunal.42 La medida precautoria de retención de bienes determinados tiene lugar: 1.- Es caso que las facultades del demandado no ofrezcan suficiente garantía; 2.- En caso que haya motivo racional para creer que el demandado procurará ocultar sus bienes; y 3.- En los demás casos determinados por la ley. Los dineros o bienes retenidos judicialmente se consideran en la misma situación jurídica de los bienes embargados, según se ha declarado reiteradamente por la jurisprudencia; es decir, hay objeto ilícito en su enajenación, a menos que el juez la autorice o el acreedor consienta en ella.43 Por otra parte, la retención puede haberse decretado sobre un crédito que haya podido tener el demandado en contra de un tercero. Si ese tercero insiste en pagar a su acreedor, esto es, al demandado en el juicio en que se decretó la medida precautoria de retención del crédito, el pago es nulo.44 Finalmente, es preciso advertir que no debe confundirse la medida precautoria de retención de bienes determinados con el derecho legal de retención que en ciertas y determinadas condiciones conceden las leyes. d.- La prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes determinados. A través de esta medida cautelar se impide al demandado que celebre cualquier clase de acto o contrato sobre los bienes objeto de la misma. 41 Art. 295 inciso 1° CPC. Art. 517 COT. 43 Art. 1464 N° 3 CC. 44 Art. 1578 N° 2 CC. 42 17 18 En razón del carácter genérico de la precautoria en análisis, es necesario que el demandante precise qué clase de acto o contrato desea que se prohíba celebrar al demandado; o, por el contrario, si estima que la prohibición debe ser amplia, esto es, no circunscrita a la celebración de determinado acto o contrato. En la práctica la más común es la prohibición de gravar y enajenar bienes determinados. Esta medida puede recaer sobre dos clases de bienes del demandado: a) sobre los bienes materia del juicio; y b) sobre bienes ajenos al juicio.45 Este distingo tiene importancia para los efectos de los diversos requisitos de procedencia en uno y otro caso. En efecto, si la prohibición de celebrar actos y contratos se pide sobre bienes materia del juicio, bastará que el demandante invoque esta circunstancia para que el tribunal pueda decretarla.46 Por el contrario, si la medida se solicita sobre otros bienes determinados del demandado, que no dicen relación con las pretensiones ejercidas, será necesario que las facultades del demandado no ofrezcan suficiente garantía para asegurar el resultado del juicio. Decretada la medida precautoria de prohibición, cualquiera que sea la naturaleza de los bienes sobre los cuales ha recaído, produce efectos entre las partes y frente a terceros. Entre las partes, los efectos se producirán por el solo hecho de decretarse y tan pronto la resolución judicial respectiva les sea notificada. Frente a terceros, los efectos difieren según se trate de prohibición que afecte a bienes raíces o bienes muebles. Tratándose de bienes raíces, para que la prohibición surte efecto respecto de terceros será indispensable que ella se inscriba en el registro del Conservador de Bienes Raíces respectivo; y cuando verse sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de los terceros que tenían conocimiento de ella al tiempo del contrato. En este último caso, si el demandado ha procedido a sabiendas, será responsable de fraude.47 3.5.- Procedimiento. 45 Art. 296 inciso 1° CPC. Art. 296 inciso 2° CPC. 47 Art. 297 CPC. 46 18 19 3.5.1.- Requisitos especiales para la concesión de medidas precautorias. Para analizar las condiciones de procedencia de estas medidas recurriremos a la clasificación ya enunciada precedentemente. a.- Medidas precautorias señaladas en el artículo 290 del CPC. Para que estas cautelares puedan ser concedidas se exige la concurrencia de un doble grupo de requisitos legales, a saber: a.1) Requisitos comunes; a.2) Requisitos especiales para cada clase de medidas. a.1.- Los requisitos comunes son dos:48 a.1.1.- Que se limiten a los bienes necesarios para responder a los resultados del pleito (proporcionalidad). La equivalencia entre los bienes objeto de la medida precautoria y el monto del juicio es una condición general e indispensable que debe tomarse en consideración al solicitarse y decretarse una medida cautelar, cualquiera que ésta sea. La ley resguarda los derechos del demandante, pero sin imponer gravámenes innecesarios al demandado. a.1.2.- Que el demandante acompañe comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que se reclama (apariencia de buen derecho). Esta condición tiene a darle seriedad a la medida, mas no se trata de una demostración completa del derecho del actor, pues basta con comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave de la existencia de tal derecho. Por consiguiente, el tribunal, en presencia de estos comprobantes, tendrá que examinar someramente si la acción tiene posibilidades de ser acogida en definitiva y, en caso afirmativo, concederá la medida solicitada, siempre que concurran, además, los requisitos específicos de la medida de que se trate. En realidad, cuando el tribunal se pronuncia sobre una petición de cautelar, en cierto sentido prejuzga, toda vez que emite un juicio sobre los aspectos de fondo del litigio, sin embargo no lo hace con pleno conocimiento 48 Art. 298 CPC. 19 20 de todos sus antecedentes, pues éstos se irán produciendo en el curso de su tramitación, y será en la sentencia definitiva donde el tribunal resolverá el conflicto.49 Por lo mismo, la concesión de una medida precautoria no siempre significará que el actor vaya a triunfar en sus pretensiones y, a la inversa, el rechazo de la cautelar no impide que en definitiva pueda acogerse la demanda. Todo esto es relativo y depende de las circunstancias de hecho y de derecho que rodean cada caso en particular. a.2.- Los requisitos especiales o específicos. Ya han sido analizados al estudiar esas medidas precautorias en particular. Se trata de los diversos casos contemplados en la ley y que autorizan solicitar determinada cautelar, nos remitimos por tanto a lo ya señalado. Por ejemplo si el demandante ha presentado una demanda reivindicatoria respecto de un vehículo y para la seguridad de su pretensión solicita la medida precautoria de secuestro de dicho móvil. Para que el tribunal le conceda tal cautelar tendrá que acompañar comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que se reclama (requisito general); al tratarse del bien específico objeto del juicio, debe estimarse proporcional su petición (requisito general); además, deberá sostener que éste es uno de los casos en que el artículo 291 del CPC hace procedente la cautelar (requisito específico) y existe un justo motivo de temer que la cosa mueble se pierda o se deteriore en manos del demandado (requisito específico). Otro caso: El demandante exige rendición de cuentas a su socio, administrador de los negocios sociales, solicitando la medida precautoria de nombramiento de un interventor. Para que el tribunal le conceda la medida tendrá que sostener que se está en presencia de uno de los casos en que, según el artículo 293 N° 3 del CPC, procede el nombramiento pedido (requisito específico); y, además, acompañar antecedentes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que reclama, a saber, las escrituras sociales donde consta su calidad de socio y la condición de administrador del demandado (requisito general). 49 Por ello no concurrirían las causales de inhabilidad de los artículos 195 N° 8 y 196 N° 10 del COT. 20 21 En síntesis, el requisito específico de concesión de la medida precautoria en ciertos casos estará constituido por la circunstancia de que la ley misma autoriza conceder dicha medida, en cuyo caso bastará con examinar la solicitud a la luz del precepto invocado; en otros, consistirá en la circunstancia de que el demandante tenga justo motivo de temer que la cosa objeto del juicio se pierda o deteriore en manos del demandado, o que estime que las facultades económicas del demandado no son suficientes para asegurar el resultado del juicio, o que tenga motivo racional para creer que el demandado procurará ocultar sus bienes; todas circunstancias de hecho que habrán de ser acreditadas en la oportunidad legal debida por los medios probatorios ordinarios. En la práctica se ha discutido sobre quién recae el peso de la prueba del requisito específico de que las facultades del demandado no ofrecen suficiente garantía para asegurar los resultados del juicio. Para Casarino es el demandante el que debe probar la falta de facultades económicas del demandado, pues se está sosteniendo un hecho destinado a desvirtuar la situación normal de las cosas, cual es la solvencia de los individuos; sin que pueda argüirse de contrario que se trata de una prueba negativa, desde el momento en que el hecho de la falta de solvencia del demandado se puede acreditar mediante una serie de hechos positivos. b.- Medidas precautorias no autorizadas expresamente por la ley. También en este caso deben concurrir los requisitos generales de toda medida precautoria, esto es, que se limiten a los bienes necesarios para responder a los resultados del pleito, y que se acompañen comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho que reclama. Además, debe concurrir un requisito especial: el otorgamiento de caución para responder el actor de los perjuicios que se originen, si el tribunal así lo estima necesario.50 c.- Medidas precautorias contempladas en otros textos legales. 50 Art. 298 parte final CPC. 21 22 Según Casarino basta en este caso con la concurrencia de los requisitos particulares que exija la norma legal especial que las consagra. Por ejemplo: En un juicio de partición de bienes se solicita el nombramiento de un administrador pro-indiviso. Para decretar esta medida, el tribunal tendrá que ajustarse solamente a los requisitos señalados en el artículo 654 del CPC. 3.5.2.- Oportunidad para solicitar las medidas precautorias. Al efecto, el artículo 290 inciso 1° del CPC dispone que “para asegurar el resultado de la acción, puede el demandante en cualquier estado del juicio, aun cuando, aun cuando no esté contestada la demanda, pedir una o más de las siguientes medidas”. De otro lado, el artículo 433 del CPC establece que, a pesar de que las partes se encuentren citadas para oír sentencia, puede pedir el demandante una o más de las medidas precautorias indicadas en el artículo 290 del mismo Código. En consecuencia, la oportunidad para solicitar las cautelares es amplísima, tanto en primera como en segunda instancia y, aun en vía de casación. Se entiende que, en todo caso, la petición se formulará ante el tribunal de primera instancia; y si no dispone del expediente principal por encontrarse ante otro tribunal, ordenará tenerlos a la vista para pronunciarse sobre la medida solicitada. 3.5.3.- Tramitación de la solicitud. Según Casarino la ley se coloca en tres situaciones para reglamentar la tramitación de la solicitud de una medida precautoria: a.- Primera situación. El demandante presenta su solicitud ante el tribunal que está conociendo del juicio principal, y en ella pide que, para asegurar el resultado de la acción se le conceda una o más de las medidas señaladas en el artículo 290 del CPC. Expondrá, además, que esta medida es indispensable para asegurar el resultado 22 23 de su pretensión y que concurren los requisitos generales y los especiales para decretarla. El tribunal estudiará la solicitud y se pronunciará concediendo la medida o denegándola; y ordenará, al mismo tiempo, la formación de cuaderno separado. La resolución se notificará a las partes, y si es afirmativa, se cumplirá de inmediato, llevándose a efecto la medida precautoria decretada. El demandado, en conocimiento de esta medida precautoria, podrá oponerse o no a ella. Si se opone, se da origen a un incidente, que se tramitará conforme a las reglas generales en la cuerda separada ya formada.51 La resolución que falle el incidente declarará si ha o no ha lugar a la oposición; en otras palabras, si se mantiene o no la medida precautoria ya decretada. Si se acoge la oposición del demandado, al mismo tiempo ordenará el alzamiento de la medida precautoria decretada. La resolución que dispone el alzamiento de la medida precautoria es apelable en el solo efecto devolutivo.52 b.- Segunda situación. El demandante solicita la medida precautoria ante el tribunal que está conociendo del juicio principal, y en ella pide que, necesita se le concedan una o más de las medidas precautorias señaladas en el artículo 290 del CPC; pero agrega que le faltan los comprobantes exigidos por la ley para acreditar a lo menos presunción grave del derecho que reclama. El tribunal, para conceder tal medida, tiene que examinar si concurren o no los requisitos generales, salvo precisamente el relativo a tales comprobantes; si concurren o no los requisitos especiales de la medida precautoria de que se trate; y, además, si se está o no en presencia de un caso grave y urgente. Si la respuesta es afirmativa, concederá la medida por un término que no exceda de diez días, mientras se presentan los comprobantes en referencia; exigirá caución para responder por los perjuicios que resulten;53 y ordenará, a la vez, la formación de cuaderno separado. Enseguida, esta 51 Art.302 inciso 1° CPC. 187 y 190 N° 2 y 4 CPC. 53 Art. 299 CPC. 52 23 24 resolución se notificará a las partes y, rendida que sea la caución, se llevará a efecto la medida en referencia. Ahora bien, dentro del término señalado por el tribunal, la parte demandante tendrá que acompañar los comprobantes que constituyan a lo menos presunción grave del derecho reclamado y pedir que se mantenga la medida precautoria que ya se había decretado. Si el demandante no renueva su solicitud en el término indicado, la medida precautoria quedará de hecho cancelada. Puede suceder también que la renueve, pero que el tribunal la rechace. En ambos casos responderá de los perjuicios consiguientes.54 Si el demandado renueva su solicitud en el término fijado por el tribunal, acompañando los comprobantes del caso, y el tribunal mantiene la medida precautoria, notificado que sea el demandado, tendrá también derecho a oponerse, y su oposición dará lugar a un incidente que se tramitará de acuerdo a las reglas generales y por cuerda separada.55 La resolución que falle este incidente declarará si ha lugar o no a la oposición; en otras palabras, si mantiene la medida precautoria decretada, o si, por el contrario, ordena alzarla. Esta última decisión será apelable en el solo efecto devolutivo, de acuerdo a lo establecido en el artículo 194 N° 4 del CPC. c.- Tercera situación. El demandante presenta su solicitud de una o más medidas precautorias señaladas en el artículo 290 del CPC, señalará que concurren todos los requisitos generales y especiales; acompañará los comprobantes del derecho que reclama; y agregará que la medida precautoria debe llevarse a efecto antes de notificarse al demandado, por las graves razones que hará también valer.56 El tribunal, acto continuo, examinará la solicitud y si concurren los requisitos antes señalados concederá la medida precautoria de que se trata y ordenará la formación de cuaderno separado. Esta resolución se notificará exclusivamente al demandante; y, desde ese momento, podrá cumplirse, esto es, llevarse a efecto la medida precautoria solicitada y decretada. 54 Arts. 280 y 299, parte final, CPC. Art. 302 inciso 1° CPC. 56 Art. 302 inciso 2° CPC. 55 24 25 Luego, pesa sobre el demandante una importante obligación: debe notificar al demandado la resolución respectiva en el término de cinco días a contar de la fecha del pronunciamiento, pudiendo el tribunal ampliar este plazo por motivos fundados y, todavía, ordenar que esta notificación se haga al demandado por cédula. Si la notificación no se efectúa en el término fijado por el tribunal, las diligencias practicadas quedan sin efecto ni valor alguno. Si la notificación, en cambio, se practica al demandado en el término que se haya señalado, tendrá derecho a oponerse a la medida precautoria decretada; y su oposición dará lugar a un incidente, que se tramitará en conformidad a las reglas generales y por cuerda separada. La resolución que falle este incidente declarará si ha o no ha lugar a la oposición del demandado; en otros términos, si se mantiene la medida precautoria que se había decretado o, por el contrario, si se ordena alzarla. Resolución esta última que es apelable en el solo efecto devolutivo. d.- tramitación que se ha dado en la práctica. Casarino observa que en la práctica se ha dado una tramitación diversa que desnaturaliza la norma legal. En la primera situación, señala que los tribunales se limitan a proveer la correspondiente solicitud de medida precautoria, confiriendo traslado al demandado por tres días y ordenando, al mismo tiempo, la formación de cuaderno separado. Una vez que responde el demandado, resuelven el incidente de inmediato, o bien lo reciben a prueba, en conformidad a las reglas generales sobre tramitación de los incidentes ordinarios. La resolución respectiva, sea que conceda o deniegue la medida precautoria es apelable, y la apelación la conceden en ambos efectos. En la segunda situación antes señalada, o sea, aquella en que al demandante le faltan los comprobantes para acreditar la presunción grave del derecho que reclama, previo otorgamiento de caución, conceden la medida precautoria desde luego y se lleva a efecto. Enseguida, el demandante, en el 25 26 término legal debe acompañar tales comprobantes y pedir que se mantenga la medida precautoria. De esta solicitud los tribunales confieren inmediato traslado al demandado, y una vez tramitado el incidente resuelven si ha lugar o no a la medida precautoria, o sea si se mantiene o no la medida que ya habían decretado previa caución. Por último, si estamos en presencia de la tercera situación, donde el demandante solicita se lleve a efecto la medida sin previa notificación del demandado, los tribunales la conceden desde luego, es decir, sin su previa notificación, siempre que haya graves razones para ello; sin perjuicio de conferir al demandado, en esa misma resolución, el correspondiente traslado por tres días. Tramitado el incidente de acuerdo con las reglas generales, el tribunal resuelve si ha o no lugar a la medida precautoria de que se trata, o sea, si se mantiene o no la que había decretado, desde luego, sin previa notificación. A esta última la llaman provisional, y a la que se decreta en la resolución que falla el incidente, definitiva. De ahí que cuando se niega lugar al incidente, se ordena alzar la medida precautoria provisional, y si apela el demandante, la apelación se le concede en lo devolutivo. En resumen, si bien la ley y la práctica, por él observada, coinciden en que la petición de medidas precautorias da origen a un incidente, que debe tramitarse de acuerdo con las reglas generales y por cuerda separada, difieren, fundamentalmente, en que mientras para la primera las medidas precautorias pueden dar origen a un incidente – lo cual acontecerá cuando el demandado se oponga a ella una vez decretada, para la segunda, en cambio, el incidente se plantea tan pronto el demandante solicita una o más de las medidas precautorias señaladas en la ley. 3.6.- Efectos de las medidas precautorias. Dispone el artículo 301 del CPC que “todas estas medidas son esencialmente provisionales; en consecuencia deberán hacerse cesar siempre que desaparezca el peligro que se ha procurado evitar o se otorguen cauciones suficientes”. 26 27 Una vez, pues, decretada una medida cautelar y cumplida la resolución respectiva, puede dejarse sin efecto si posteriormente concurren las dos siguientes circunstancias: a.- Que haya desaparecido el peligro que por medio de ellas se procuró evitar. Se trata de una cuestión de hecho que tendrá que resolver el tribunal en cada caso en particular. Se ha resuelto que la circunstancia de haber obtenido el demandado una sentencia favorable en primera instancia no implica el cese del peligro que se ha querido evitar, que autorice el alzamiento de la medida. b.- Que se otorguen cauciones suficientes. Cauciones que deben ser otorgadas por el demandado, debiendo el tribunal determinar en cada caso su naturaleza y monto. Se estima que la negativa a conceder una medida precautoria, por estimar que no concurren todos los requisitos exigidos por la ley, no impide acoger, con posterioridad una nueva petición si se reúnen tales requisitos. En consecuencia, decretada una cautelar o bien denegada la solicitud respectiva, puede pedirse posteriormente que se la deje sin efecto, o que se acceda a ella, por haber en ambos casos variado las circunstancias que se tuvieron en vista al pronunciarse la solicitud respectiva; sin que el demandante, en el primer caso, o el demandado, en el segundo, puedan oponerse en razón de que la primitiva resolución ha producido cosa juzgada. La verdad es que las resoluciones que conceden una medida precautoria, una vez ejecutoriada, producen la acción de cosa juzgada, por cuanto puede pedirse su ejecución o cumplimiento; pero las resoluciones que conceden o deniegan una medida precautoria, una vez firmes, no pueden servir de fundamento a la excepción de cosa juzgada, ni siquiera a la excepción de cosa juzgada formal, pues aun dentro del mismo proceso en que fueron dictadas, pueden dejarse sin efecto; su carácter provisional, señalado expresamente por la ley, así lo demuestra. Recordemos que sólo las sentencias definitivas e interlocutorias firmes producen el efecto de excepción de cosa juzgada, y la resolución que se pronuncia acerca de la concesión o negativa de una solicitud de medida 27 28 cautelar no es sentencia interlocutoria, pues para serlo debiera fallar un incidente del juicio estableciendo derechos permanentes a favor de las partes.57 3.7.- Medidas prejudiciales precautorias. Sólo corresponde solicitarlas al futuro demandante y, en atención a su finalidad, constituye el ejemplo típico de medidas prejudiciales destinadas a asegurar el resultado de la acción que se pretende instaurar. Para que puedan decretarse las medidas prejudiciales precautorias, además de las condiciones propias de las cautelares, la ley exige la concurrencia de tres requisitos copulativos:58 a).- Que existan motivos graves y calificados para solicitarlas; b).- Que se determine el monto de los bienes sobre que deben recaer las medias precautorias; y c).- Que se rinda fianza u otra garantía suficiente, a juicio del tribunal para responder de los perjuicios que se originen y multas que se impongan. Aceptada la solicitud de medida prejudicial precautoria, pesan sobre el futuro demandante dos importantes obligaciones:59 Presentar su demanda en el término de diez días, que se puede ampliar hasta treinta días, por motivos fundados; y Pedir que se mantengan las medidas decretadas. En la práctica, al momento de presentar la demanda se solicita la mantención de las medidas decretadas. Algunos exigen que ello se realice en escritos separados, uno el de demanda que iniciará el cuaderno principal y el otro, de petición de mantención de la medida, se agregará al cuaderno separado de medida prejudicial precautoria. La petición de mantención se resuelve por el tribunal manteniendo la medida ya decretada o alzando ésta, sin perjuicio del derecho del demandado, en el primer caso, de oponerse, con lo cual se trabará el correspondiente incidente. 57 Arts. 158 inciso 3°, 175 y 181 inciso 1° CPC. Art. 279 CPC. 59 Art. 280 inciso 1° CPC. 58 28 29 Si no se deduce demanda en la oportunidad señalada, o no se pide en ella que continúen en vigor las medidas precautorias decretadas, o al resolver sobre esta petición el tribunal no mantiene dichas medidas, por este solo hecho quedará responsable el que las haya solicitado de los perjuicios causados, considerándose doloso su procedimiento.60 Se trata de una presunción legal establecida en beneficio de la persona en contra de quien se solicitaron estas medidas, y destinada a evitarle tener que rendir prueba dentro del pleito sobre indemnización de perjuicios, que podrá iniciar en contra del que pidió las medidas precautorias, acerca del dolo con que este último actuó en las gestiones respectivas. 3.7.1.- Requisitos para decretarlas. Debemos distinguir los requisitos generales de procedencia, aplicables a toda medida prejudicial y los requisitos específicos que dicen relación con la medida prejudicial de que se trata, ya analizados en el estudio de cada uno de ellos. Los requisitos generales son dos: a).- Que el que las solicite expresa la acción que se propone deducir y someramente sus fundamentos; 61 y b) Que se decreten sin audiencia de la persona contra quien se piden, salvo los casos en que expresamente se exige su intervención.62 &&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&& 60 Art. 280 inciso 2° CPC. Art. 287 CPC. 62 Art. 289 CPC. 61 29 30 CAPITULO II: PROCEDIMIENTOS CIVILES Y LA PRUEBA. 4.- LOS PROCEDIMIENTOS CIVILES CONTENCIOSOS. 4.1.- El procedimiento ordinario. 4.1.1.- Reglamentación. El procedimiento ordinario de mayor cuantía se encuentra reglamentado en el Libro II del Código de Procedimiento Civil, artículos 253 a 433. 4.1.2.- Características. Las características más sobresalientes de este tipo de procedimiento son las siguientes: a.- Es un procedimiento declarativo o de cognición, pues a través de él se pretende el reconocimiento o la declaración de un derecho controvertido, desconocido o negado. Puede ser también constitutivo y de condena. Según Casarino, en el hecho, mediante sus sentencias, se persigue la condena del demandado a una determinada prestación, la mera declaración de un derecho controvertido o la producción de efectos jurídicos constitutivos. b.- Es conocido en primera instancia por los tribunales llamados a intervenir en él, de modo que las sentencias que se dicten son apelables. c.- Es un procedimiento común o de aplicación general, constituye la forma normal de tramitación de los juicios.63 Además se aplica supletoriamente a los procedimientos especiales, en todo lo no previsto por aquellos. Ello es así, pues el legislador, al estructurar los procedimientos especiales, no consigna en forma exhaustiva todas las actuaciones que los constituyen, de suerte que, frente a un vacío, se recurre a las normas del procedimiento ordinario. d.- Es un procedimiento de lato conocimiento, ya que contempla la mayor cantidad de trámites y los plazos más largos. e.- Es un procedimiento escrito, pues sus actuaciones se verifican en forma predominantemente escrita, toda diligencia consta en el expediente mediante la escritura (registro escrito). 63 Art. 3° CPC 30 31 f.- Se aplica a los litigios cuya cuantía excede de 500 UTM y siempre que la ley no establezca un procedimiento especial. Por eso se dice que es un procedimiento de mayor cuantía, en relación a los de menor y mínima cuantía.64 También se aplica a los conflictos de cuantía indeterminada, no susceptibles de apreciación económica, que, para estos efectos, se reputan de mayor cuantía. 4.1.3.- Estructura del procedimiento ordinario. Tradicionalmente se ha estimado que constituyen etapas del procedimiento ordinario de mayor cuantía la discusión, la prueba y la decisión. Analizaremos a continuación cada uno de ellos. a.- El Período de Discusión. De acuerdo a lo dispuesto en el artículo 253 del Código de Procedimiento Civil, todo juicio ordinario comenzará por demanda del actor, a menos que haya comenzado por medida prejudicial. En todo caso la iniciación del juicio mediante medida prejudicial, no libera al actor de la obligación de presentar demanda. a.1.- La Demanda. a.1.1.- Concepto. Con la palabra demanda se designa el acto inicial de la relación procesal, ya se trata de un procedimiento ordinario ya de un procedimiento especial. Tradicionalmente se ha sostenido que es el acto procesal del actor mediante el cual ejercita la acción y sostiene su pretensión, con las formas requeridas por la ley, para que el tribunal le reconozca un derecho que le ha sido desconocido o menoscabado. 64 Arts. 698 y 703 del CPC. 31 32 En el concepto precedente pueden observarse tres conceptos básicos en materia procesal, a saber: la acción, la pretensión y la demanda. Recordemos que la acción, en su sentido procesal, es el derecho que tienen las personas para requerir la actividad jurisdiccional de los tribunales de justicia. La pretensión, por su parte, es la petición fundada que formula el actor solicitando del órgano jurisdiccional una actuación frente a una determinada persona y constituye el fundamento objetivo del proceso, la materia sobre la que recae y en torno a la cual gira el complejo de elementos que lo integran. La demanda, por último, es el vehículo formal a través del cual se ejercita la acción, conduce la pretensión y da inicio al proceso. La acertada redacción de una demanda es fundamental para el futuro resultado del juicio. En efecto, si el actor desea tener éxito en el litigio debe presentar una demanda clara, precisa pero completa, ordenada y fundada, debiendo, además, cumplir con los requisitos formales que exige la ley. a.1.2.- Forma y contenido de la demanda. Como la demanda es el escrito que da inicio al juicio debe cumplir las formalidades de toda presentación escrita de parte,65 como es la suma, pero además debe satisfacer los requisitos establecidos en el artículo 254 del CPC, esto es: 1° La designación del tribunal ante quien se entabla, o sea debe indicarse la jerarquía del tribunal ante quien se presenta, por ejemplo: “SJL”, que significa Señor Juez Letrado, “I.C.”, Ilustrísima Corte y Excelentísima Corte Suprema. Este requisito se acostumbra indicarlo a continuación de la suma. 2° Nombre, domicilio, profesión u oficio del demandante y de las personas que lo representen, y la naturaleza de la representación. Debe individualizarse en forma precisa al actor y si éste es persona jurídica o incapaz, 65 Arts. 30 y 31 CPC. Debe encabezarse por una suma que indique su contenido, acompañando tantas copias como demandados hayan de ser notificados. Además, de acuerdo a los artículos 1° y 2° de la Ley N° 18.120, debe ir patrocinada por un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión y deberá designarse apoderado habilitado para que represente al actor en juicio, en los casos que proceda. Para los efectos del control administrativo e informático del ingreso en las Cortes de Apelaciones es preciso, también, confeccionar una “presuma” que indique el tipo de procedimiento que corresponde al juicio, la materia de que se trata, el nombre completo del o de los demandantes con el número de RUT, el nombre completo del abogado patrocinante y RUT, el nombre del o los apoderados y su RUT, el nombre completo del o los demandados y RUT, si fuere conocido. 32 33 debe individualizarse, además, al representante e indicarse el título de la representación. Usualmente se ubica esta mención a continuación del señalamiento del tribunal y antes del desarrollo de la demanda. Este requisito tiene importancia para determinar fehacientemente quien es el actor, sobre quien recaerá eventualmente el efecto de cosa juzgada de la decisión definitiva firme. También sirve para estructurar de defensa del demandado, determinando las excepciones y defensas que podrá plantear. 3° Nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado. La completa individualización de este litigante es también indispensable para saber contra quién se dirige la demanda, para determinar su capacidad, eventualmente para establecer la competencia relativa del tribunal y para apreciar los efectos de la cosa juzgada. El domicilio del demandado es importante, además, para los efectos de la notificación de la demanda. A diferencia de lo que ocurre con el demandante, nada dice la ley en cuanto a la identificación del representante del demandado. Tal mención nos parece también obligatoria, a través de una interpretación analógica de la exigencia anterior. Tradicionalmente se individualiza al demandado y sus representantes a continuación de la comparecencia del actor y antes de comenzar con el desarrollo de la pretensión y sus fundamentos. 4° La exposición clara de los hechos y de los fundamentos de derecho en que se apoya. Este requisito dice relación con el objeto mismo del juicio y su indispensable determinación. Normalmente se desarrolla en lo que se denomina “cuerpo del escrito”. Las pretensiones del actor se basan en determinados hechos, a los cuales les aplica determinados preceptos legales, concluyendo a partir de ellos una determinada consecuencia jurídica propicia a sus intereses. Por ello, la exposición clara de tales antecedentes contribuye decisivamente al resultado positivo de la litis; si el tribunal entiende a cabalidad los hechos y el derecho en 33 34 que se apoya la petición del actor, mayores posibilidades tiene éste de vencer y obtener lo que pretende. De otro lado, la exposición clara de los hechos permite calificar de antemano, y con facilidad, la pretensión ejercida y, por consiguiente, determinar la competencia del tribunal. Sirve también para discernir qué hechos de los sostenidos en la demanda han sido reconocidos y cuáles, en cambio, han sido controvertidos, fijándose de este modo el objeto de la prueba en el juicio. Finalmente, facilita al tribunal su labor de determinación de los hechos del proceso en la sentencia, previa valoración de la prueba rendida. La exposición clara de los fundamentos de derecho en que se apoya la demanda, por su parte, facilita la calificación jurídica de la relación de derecho sustancial o material controvertida. Esta exigencia se cumple expresando las razones de orden jurídico que, a juicio del actor, justifican la declaración del derecho sustancial reclamado. No es indispensable que individualice la pretensión por su nombre técnico jurídico ni indicar todos los preceptos legales aplicables; pues esta labor la realizará el tribunal al momento de decidir, aunque el ideal es que el demandante sea certero en este aspecto. 5° La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión de las peticiones que se sometan al fallo del tribunal. Es lo que se denomina parte petitoria de la demanda y se desarrolla en la parte final del apartado u otrosí respectivo. Estas peticiones del actor, unidas a las que plantea el demandado en su escrito de contestación, constituyen la cuestión controvertida del pleito y, en consecuencia, determinan la competencia del tribunal en relación al sentido y alcance de su decisión. La sentencia definitiva, pues, debe ser congruente, pronunciándose únicamente respecto de las peticiones de las partes, a menos que se trate de una situación excepcional en que la ley lo ha facultado para proceder de oficio, so pena de que en la dictación de la sentencia se incurra en vicios de forma que autoricen anularla por medio de los recursos procesales correspondientes. 66 66 Art. 10 inciso 1° COT; 160 y 768 N° 4 CPC. 34 35 Además de estos requisitos y para el evento de que la demanda se presente a distribución, también deberá incluirse una presuma, todo ello además de los requisitos relativos al patrocinio y poder consignados en la ley 18.120 sobre comparecencia en juicio. a.1.3.- Efectos de la interposición de la demanda. 1.- En primer lugar queda abierta la instancia – más precisamente la primera instancia - y el juez estará obligado a conocer las pretensiones del actor y dar inicio al procedimiento, cobrando vigencia lo dispuesto en el inc.2º del artículo 76 del CPR; en caso de no hacerlo, el juez podrá incurrir en responsabilidad de carácter disciplinario, civil y eventualmente criminal67, por el delito de denegación de justicia. 2.- Enseguida, coloca al juez en la necesidad de estudiar la demanda para los efectos de determinar si cumple con las indicaciones mínimas exigidas por la ley (art.254 nros.1, 2 y 3), facultándolo para no darle curso, en cuyo caso deberá indicar los defectos de que adolece;68 3.- Puede también el juez, al momento de presentarse la demanda, declarar de oficio su incompetencia absoluta. 4.- La presentación de la demanda por el actor implica una manifestación de su voluntad – no del demandado - en el sentido de prorrogar tácitamente la competencia territorial del tribunal, quedando fijada a su respecto.69 5.- De otro lado, el contenido de la pretensión o pretensiones que se conducen en la demanda fijan la extensión del juicio, toda vez que las defensas y excepciones del demandado sólo podrán decir relación con ellas, salvo la hipótesis de reconvención; y, por ende, limita los poderes del tribunal que, en su sentencia, sólo podrá pronunciarse respecto de lo alegado por las partes. a.1.4.- Oportunidad para deducir la demanda 67 Arts. 224 N° 3 y 225 N° 3 del CP; y 324 COT. Art. 256 CPC. 69 Art. 187 N° 1 COT. 68 35 36 El principio general es que toda persona puede demandar en el momento en que lo estime oportuno, no pudiendo ser obligada a accionar si así no lo quiere. Sin embargo, la ley procesal regula algunos casos en que la falta de demanda en la oportunidad que señala producirá efectos para el actor, a saber: 1º Caso del art.21 del CPP. 2º Caso del art.280 del CPC, en relación a la medida prejudicial precautoria. 3º Caso de la “jactancia” regulado en los artículos 269 a 272, en virtud del cual podrá obligarse al jactancioso a deducir demanda dentro del término de 10 días, bajo apercibimiento de no ser oída después, sino lo hace. a.1.5. Resolución que recae en el escrito de demanda. Una vez presentada la demanda por el actor al tribunal que estima competente, en razón de las reglas de la competencia absoluta y relativa, 70éste la examina desde un punto de vista formal, o sea a la luz de las exigencias contenidas en el artículo 254 del CPC. Si el juez determina que la demanda en análisis no cumple con las indicaciones ordenadas en los tres primeros números del artículo 254 del CPC, puede de oficio no darle curso, expresando el defecto de que adolece.71 Por el contrario, si el juez no hace este examen, o bien éste resulta satisfactorio, admitirá la demanda a tramitación y conferirá traslado de ella al demandado para que la conteste.72 Se trata, en consecuencia, de un decreto, providencia o proveído ya que es una resolución destinada solamente a dar curso progresivo a los autos. Ejemplo: “Talca, catorce de marzo de dos mil cinco.A lo principal: por interpuesta la demanda, traslado al demandado para que conteste….” O simplemente “traslado”.73 70 Directamente ante ese tribunal si en el lugar que funciona no existe Corte de Apelaciones; en caso contrario, la demanda deberá ser presentada al tribunal de alzada respectivo para la “distribución o designación”. En la actualidad las Cortes disponen de un sistema informático de distribución aleatorio de causas, asignando en ese procedimiento el rol de ingreso del tribunal designado. Firmada la distribución por el señor Presidente de la Corte se envían las causas correspondientes al juzgado señalado para los efectos de darles tramitación. 71 Art. 256 CPC. Puede el demandante subsanar los defectos observados por el tribunal y solicitar un pronunciamiento efectivo respecto de su libelo. 72 Art. 257 CPC. 73 Recordemos que la expresión “traslado” implica la decisión del tribunal de escuchar a la otra parte respecto de lo señalado en un escrito por la contraria. Es reflejo del principio de igualdad de partes, componente del derecho fundamental a un debido proceso, pues a través de esa resolución en tribunal manifiesta su voluntad de no 36 37 Ahora, si los defectos de la demanda se refieren a los números 4° y 5° del artículo 254 del CPC, o sea oscuridad u omisión en la relación de los hechos o fundamentos de derecho que sirven de base a la demanda, o vaguedad en la parte petitoria, no puede el tribunal, de oficio, negarse a dar curso y proveer la demanda. En estos casos, la petición sólo puede hacerla el demandado oponiendo la excepción dilatoria de ineptitud del libelo. a.1.5.- Modificación de la demanda. Para determinar la existencia de la facultad y la forma de ejercerla es preciso efectuar algunas distinciones: Antes de que la demanda sea notificada al demandado, el actor puede retirarla sin trámite alguno, y se considerará como no presentada.74 En consecuencia, como puede retirarla en ese estadio procesal, con mayor razón podrá modificarla, incluso podría presentar una nueva. Una vez notificada la demanda a cualquiera de los demandados y antes de la contestación, puede el demandante hacer en ella las ampliaciones o rectificaciones que estime convenientes.75 Se trata de modificaciones al escrito original que hacen necesaria la presentación de un nuevo escrito donde se pida que se considere un complemento o modificación de la demanda primitiva. El nuevo escrito que contiene las modificaciones es considerado por la ley como una nueva demanda para los efectos de su notificación y sólo desde la fecha en que ésta se practique correrá el término para contestar la primitiva demanda.76 Al respecto la jurisprudencia ha establecido que la norma del artículo 261 del CPC también es aplicable a los juicios especiales, dado lo dispuesto en el artículo 3° del mismo cuerpo de leyes, y que si la modificación de la demanda importa el abandono de una de las acciones (pretensiones) entabladas, debe entenderse que el juicio queda circunscrito a las acciones no abandonadas, por no estar aún trabada la litis. resolver la petición efectuada en tanto la contraparte no exponga lo que crea convenir a sus intereses. Hace efectivo el anhelo de un diálogo real entre los litigantes en un contexto contradictorio. 74 Art. 148, primera parte, CPC. 75 Art. 261 inciso 1° CPC. 76 Art. 261 inciso 2° CPC. 37 38 Una vez contestada la demanda, el actor no puede modificarla,77 sin perjuicio de la facultad que se le concede en el trámite de la réplica, donde puede ampliar, adicionar o modificar las acciones (pretensiones) planteadas en la demanda, pero sin que puedan alterar las que sean objeto principal del pleito.78 a.2.- El emplazamiento del demandado. a.2.1.- Concepto y elementos. Consiste en la notificación legal efectuada al demandado acerca de la existencia de la demanda y de la resolución que en ella recayó, otorgándole un plazo determinado para que comparezca a defenderse. En consecuencia, el emplazamiento consta de dos elementos: 1) la notificación del demandado hecha en forma legal; y 2) el transcurso del plazo que la ley fija al demandado para que comparezca a defenderse. a.2.2.- Notificación de la demanda al demandado. Por tratarse, normalmente, de la primera notificación que se realiza en el juicio debe practicársele personalmente, es decir, debe entregarse al demandado copia íntegra de la demanda y de la resolución recaída en ella. Al actor, en cambio, se le notifica por el estado diario.79 Para que el demandado se considere emplazado legalmente a juicio no basta que la demanda sea notificada, sino que debe notificarse en la forma prevista por la ley. En caso contrario, la relación jurídico-procesal no habrá nacido válidamente, por lo que aun cuando se continúe con la tramitación de la causa, todo lo obrado de esa manera es nulo, por faltar un presupuesto de la relación procesal, cual es el emplazamiento.80 Nuestra Excma. Corte Suprema ha resaltado el valor de esta notificación al señalar:81 “Existe juicio, relación procesal entre las partes, desde que la 77 Podría, no obstante, desistirse de la demanda, petición que se tramitará incidentalmente. Art. 148 CPC. Art. 312 CPC. 79 Art. 40 CPC. 80 Art. 80 CPC. 81 Sentencia publicada en la Revista de Derecho y Jurisprudencia XLII-II-1ª-113. 78 38 39 demanda, presentada ante tribunal competente, ha sido válidamente notificada al demandado. Desde ese momento nacen relaciones jurídicas de carácter procesal que vinculan a las partes entre sí y a ellas con el tribunal, obligando a éste a tramitar y fallar la causa y a aquellas a aceptar y acatar todos los pronunciamientos y resoluciones emanados del juez”. “Esa relación procesal produce múltiples y complejos efectos, tanto en lo sustantivo como en lo procesal; pero los efectos de este orden que se han señalado precedentemente, tienden a destacar la función trascendente que en la litis desempeña la notificación del demandado, pues hace nacer el vínculo que lo liga con el actor y con el tribunal, el que, con respecto del demandante y el tribunal, ya se había producido por la interposición de la demanda”. a.2.3.- El término de emplazamiento. Es el plazo que tiene el demandado para comparecer a defenderse y que varía según el lugar en que aquel haya sido notificado. En todo caso, se trata de un plazo legal, de días hábiles, variable (no siempre es el mismo) y si fueren varios los demandados, es individual para su inicio, y común para su extinción o vencimiento. En efecto si los demandados son varios la ley señala que el plazo empieza a correr para todos a la vez, y se contará hasta que expire el último término parcial que corresponda a los notificados.82 Si el demandado es notificado dentro de la comuna en que funciona el tribunal, el término de emplazamiento es de 15 días.83 Por ejemplo: si la demanda se presentó ante un juez de letras de Talca y el demandado es notificado dentro de los límites de la Comuna de Talca. Si el demandado es notificado dentro del territorio jurisdiccional del tribunal, pero fuera de los límites de la comuna que le sirve de asiento, el plazo señalado anteriormente se aumenta en 3 días más, o sea 18 días.84 82 Art. 260 CPC. Art. 258 inciso 1° CPC. 84 Art. 258 inciso 2° CPC. 83 39 40 Por ejemplo: si la demanda se presentó ante un juez de letras de Talca y el demandado es notificado en Maule (otra Comuna, pero el mismo territorio jurisdiccional). Si el demandado se encuentra en un territorio jurisdiccional diverso o fuera del territorio de la República, el plazo para contestar será de 18 días más el aumento que corresponda al lugar en que se encuentra, de conformidad a la tabla de emplazamiento.85 La referida tabla se confecciona por la Corte Suprema cada cinco años y en ella se toma en consideración para el aumento las distancias y las facilidades o dificultades que existan para las comunicaciones. Ante la pluralidad de demandantes el plazo resultante de la aplicación de las normas anteriores se aumentará en un día por cada tres (3) demandantes sobre diez (10) que existan en el proceso. Con todo este plazo adicional no podrá exceder de treinta (30) días.86 a.2.4.- Importancia del emplazamiento. En primer lugar, la notificación legal al demandado genera el efecto da dar nacimiento a la relación jurídico procesal que vincula a las partes entre sí y a éstas con el tribunal, cuyos efectos principales son el de obligar al tribunal a dictar sentencia definitiva resolviendo el conflicto sometido a su decisión y a las partes a aceptar lo que allí se resuelva. En efecto, la notificación legal de la demanda tiene la virtud de prevenir en el juicio y de hacer retroceder los efectos de la sentencia a la época en que aquélla fue practicada. Prevenir en el juicio significa ligar, desde el mismo momento en que se practica la notificación tanto al tribunal llamado a conocer de ella cuanto a las partes litigantes. El tribunal queda ligado a tramitar la causa y a sentenciarla en 85 Art. 259 inciso 1° CPC. Art. 260 inciso 2° CPC, incorporado por Ley N° 19.743 de 8 de agosto de 2001. En virtud del mismo texto legal se produjo la derogación de los artículos 40 y 50 de la Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado que contemplaba plazos preferentes para el emplazamiento de este organismo. 86 40 41 definitiva.87 El demandante queda ligado a perseverar en la causa, que él mismo ha iniciado, a menos que desee desistirse de ella; pero, en tal caso, el desistimiento tendrá la virtud de hacer extinguir sus acciones.88 Por fin, el demandado también queda ligado al juicio, puesto que debe comparecer a defender sus derechos, so pena de que si no lo hace continuará en su rebeldía, afectándole directamente sus resultados. Puede acontecer que transcurra un tiempo más o menos largo desde la notificación hasta que quede ejecutoriada la sentencia que pone término al juicio y que declara un derecho a favor del demandante. Este derecho por aplicación de los principios generales se considera existente y, por consiguiente, reconocido para todos los efectos legales, desde la notificación de la demanda. La aplicación de este principio no ofrece dificultad alguna cuando la sentencia sea de naturaleza condenatoria o declarativa; más no acontecerá lo mismo tratándose de sentencias constitutivas que, en general, producen efectos hacia lo futuro. Desde la perspectiva de los efectos que genera en instituciones de derecho civil, la notificación legal de la demanda constituye en mora al deudor,89 al entender que constituye una interpelación judicial idónea. Interrumpe la prescripción adquisitiva y extintiva.90 Transforma la prescripción extintiva de corto tiempo en prescripción extintiva de largo tiempo.91 Convierte en litigioso un derecho.92 Respecto del demandado, la notificación de la demanda efectuada en la forma prevista por la ley, genera la necesidad de comparecer ante el juez y defenderse, so pena de procederse en su rebeldía. El emplazamiento tiene como fundamento el principio básico de debido proceso que dice que nadie puede ser condenado sin ser oído previamente, 87 Artículo 10 inciso 2° del COT. Artículo 150 del CPC. 89 Artículo 1551 del CC. 90 Artículos 2503 y 2518 del CC. 91 Artículo 2523 del CC. 92 Artículo 1911 del CC. 88 41 42 esto es, sin que se le ofrezca la oportunidad de hacer valer sus descargos o defensas. La relevancia que la ley asigna al emplazamiento se demuestra por la circunstancia de haber sido elevado como trámite o diligencia esencial del procedimiento, cuya omisión autoriza interponer el recurso de casación en la forma en contra de la sentencia definitiva.93 Se ha resuelto reiteradamente que ha habido omisión del emplazamiento del demandado en los siguientes casos: Cuando no se le ha notificado la demanda; Cuando habiéndosele notificado, tal notificación ha sido practicada en forma ilegal; o Cuando ha sido notificada legalmente la demanda, pero se ha dado por evacuado el trámite de la contestación sin estar aun vencido el término que la ley concede para tal efecto. a.3.- Actitudes del demandado una vez notificado. Notificado el demandado puede asumir alguna de las siguientes 4 actitudes: 1) aceptar la demanda; 2) permanecer inactivo; 3) defenderse; y 4) reconvenir. Cada uno de estos comportamientos, que analizaremos a continuación, produce importantes efectos en el curso del procedimiento. a.3.1.- Aceptación de la demanda. Si el demandado acepta llanamente las peticiones del demandante o si en sus escritos no contradice en materia sustancial y pertinente los hechos sobre que versa el juicio, el tribunal citará a las partes para oír sentencia definitiva, una vez evacuado el traslado de la réplica.94 Aceptar la demanda llanamente implica reconocer la exactitud de los hechos y de los fundamentos de derecho en que se apoya. Dada la excepcional gravedad que este acto procesal tiene para el demandado, la ley exige que si la 93 94 Arts. 795 N° 1° y 768 N° 9° CPC. Art. 313 inciso 1° CPC. 42 43 aceptación de la demanda se efectúa por medio de mandatario éste debe estar premunido de facultad especial.95 Diversa es la situación si el demandado reconoce los hechos contenidos en la demanda, pero desconoce los fundamentos de derecho en que se apoya, niega las consecuencias jurídicas señaladas por el actor. Sin embargo, en ambos casos, la suerte que sigue la tramitación del juicio es la misma, o sea, el tribunal mandará citar a las partes para oír sentencia definitiva, una vez terminados los trámites de la discusión. El efecto que se genera es el de obviar la prueba y ello es lógico, pues, en ambas hipótesis, no hay controversia respecto de su existencia; se parte de un piso fáctico mutuamente reconocido. a.3.2.- El demandado no se defiende. Una vez expirado el término de emplazamiento, que es fatal aunque variable, se extingue o precluye por ese solo hecho la facultad del demandado de contestar la demanda, y el tribunal, de oficio o a petición de parte, deberá proveer lo que convenga para la prosecución del juicio, sin necesidad de certificado previo.96 En este caso la providencia que corresponde dictar es “traslado para replicar”. Lo que se ha producido en este evento es la contestación ficta de la demanda, pues el silencio del demandado no implica reconocimiento alguno, ni fáctico ni jurídico, lo que obliga a proseguir con el procedimiento decretando el trámite siguiente y, en su oportunidad, recibir la causa a prueba para que el actor acredite la efectividad de los hechos que afirma. a.3.3.- El demandado se defiende. En esta eventualidad, que es la de mayor ocurrencia, el curso del juicio dependerá de la forma que asuma esta defensa, esto es, oponiendo excepciones dilatorias, como previas a la contestación; contestando además planteando defensas y excepciones perentorias. Además, la ley faculta al demandado para reconvenir al actor. 95 96 Art. 7° inciso 2° CPC. Art. 64 inciso 2° CPC. 43 44 En los acápites que siguen se analizarán con más detención estas conductas defensivas y de contra ataque. a.4.- Las excepciones dilatorias. Como cuestión previa debemos advertir que el término excepción tiene un doble significado en materia procesal: uno, sinónimo de toda defensa que opone el demandado a las peticiones del actor para enervarlas; y otro, que también constituye un mecanismo de defensa pero que tiene por finalidad corregir la manera defectuosa en que se ha ejercitado la acción. La primera clase de defensa mira al fondo de al acción (pretensión) deducida y se denomina excepción perentoria y el segundo tipo de defensa, que mira a la forma del procedimiento, se llama excepción dilatoria. a.4.1.- Concepto. Las excepciones dilatorias, llamadas también procastinatorias, artículos de no contestar o alongaderas, son aquellas que se refieren a la corrección del procedimiento sin afectar al fondo de la acción deducida.97 Podríamos decir que paralizan la acción sin extinguirla, pues su finalidad es subsanar los vicios o defectos del procedimiento, evitándose que se entre al fondo del pleito mientras esos vicios no sean corregidos. En consecuencia, la cuestión principal quedará suspendida con su interposición hasta que sean resueltas, retardan por lo mismo la entrada a juicio. Como podemos observar su misión es del más alto significado, ya que procura la existencia de una relación procesal válida, exenta de todo vicio que, más tarde, pudiera servir para anularla. a.4.2.- Estudio particular de las excepciones dilatorias. Este tipo de excepciones se encuentran enumeradas en el artículo 303 del CPC, señalando cinco tipos específicos y uno genérico relativo a toda aquella 97 Art. 303 N° 6 CPC. 44 45 alegación que busque la corrección del procedimiento sin afectar el fondo de la acción deducida. A continuación estudiaremos cada uno de los tipos específicos contenidos en el precepto arriba indicado. 1ª La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda.98 La competencia del tribunal es un elemento de validez del juicio, por ello la ley permite reclamar el vicio de incompetencia como excepción dilatoria, para impedir el avance de una relación procesal inválida. Recordemos que la incompetencia del tribunal puede ser de dos clases: absoluta y relativa; y que las cuestiones de competencia pueden promoverse por declinatoria y por inhibitoria. Como la ley no distingue deben entenderse comprendidos ambos tipos de competencia y el incidente respectivo debe tramitarse como excepción dilatoria. Tiene importancia distinguir de qué tipo de incompetencia se trata, pues en el caso de la incompetencia absoluta el tribunal puede, de oficio, declarar su falta de competencia, para lo cual debe previamente examinar la demanda y, en su caso, negar curso a ella.99 De otro lado, si la incompetencia es absoluta y no se opone la excepción dilatoria oportunamente, siempre podrá formularse durante el curso del juicio como incidente de nulidad de todo lo obrado;100 y, en cambio, la falta de reclamo oportuno de la incompetencia relativa produce la prórroga tácita de la competencia.101 Creemos conveniente hacer presente que, en general, las excepciones opuestas con el carácter de dilatorias, una vez rechazadas, no pueden renovarse por vía de defensa o servir de base a una nulidad procesal, por impedírselo la excepción de cosa juzgada. También es del caso llamar la atención acerca de que la excepción dilatoria de incompetencia del tribunal no debe ser confundida con la excepción 98 Art. 303 N° 1° CPC. Art. 84 inciso 4° CPC. 100 Arts. 10 inciso 2° COT; 83 inciso 2° y 84 inciso 3° CPC. 101 Art. 187 N° 2° COT. 99 45 46 de falta de jurisdicción del mismo, pues esta última no tiende a corregir vicios del procedimiento, sino que afecta al fondo de la acción deducida, por lo mismo debe oponerse en la contestación. La Corte Suprema ha señalado sobre el particular que “La excepción opuesta a una demanda fundada en la falta de jurisdicción de los tribunales chilenos para conocer de ella, es una excepción perentoria, puesto que conduce al rechazo absoluto y definitivo de la demanda por falta de acción en el demandante para ocurrir a los tribunales de justicia. La excepción dilatoria de incompetencia, o simple declinatoria de jurisdicción, sólo tiene por objeto desconocer la facultad de un determinado tribunal para intervenir en el asunto de que se trata pretendiendo llevar por este medio al conocimiento de la causa ante otro tribunal que se estima competente”.102 2ª La falta de capacidad del demandante, o de personería o representación legal del que comparece en su nombre.103 Se contemplan en esta norma tres situaciones diversas, todas las cuales habrán de ser resueltas a la luz de lo establecido en la ley sustantiva. Para que el actor pueda deducir una demanda es preciso que sea capaz para parecer en juicio por sí mismo, sin el ministerio, autorización o intervención de otra persona (capacidad de ejercicio). Revista de Derecho y Jurisprudencia IV-II-1ª - 581. También ha dicho nuestro máximo tribunal. “Entre los derechos fundamentales de los Estados destaca el de su igualdad, y de esta igualad deriva, a su vez, la necesidad de considerar a cada Estado exento de la jurisdicción de cualquier otro. Es en razón de la anotada característica, elevada a la categoría de principio de derecho internacional, que al regularse la actividad jurisdiccional de los distintos Estados se ha establecido como límite impuesto a ella, en relación con los sujetos, el que determina que un Estado soberano no debe ser sometido a la potestad jurisdiccional de los tribunales de otro. Esta exención de los Estados extranjeros de la jurisdicción nacional se encuentra expresamente establecida en el ámbito del derecho vigente en nuestro país, por el artículo 333 del Código de Derecho Internacional Privado, llamado Código de Bustamante, que dispone que los jueces y tribunales de cada Estado contratante serán incompetentes para conocer de los asuntos civiles o mercantiles en que sean parte demandada los demás Estados contratantes, salvo el caso de ciertas excepciones, ninguna de las cuales guarda relación con el asunto en estudio. Que estos mismos principios restrictivos a que se ha hecho referencia, informan también el contenido de los artículos 22 y 31 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas suscrita el 18 de abril de 1961, promulgada como ley de la República por Decreto Supremo N° 666, de 9 de noviembre de 1967 y publicada en el Diario Oficial de 4 de marzo de 1968 que establecen, respectivamente, la inviolabilidad de los locales de una misión y la inmunidad de jurisdicción de los agentes diplomáticos. Que la demanda instaurada por el señor Abraham Senerman en los autos tramitados ante el Quinto Juzgado Civil de Mayor Cuantía de Santiago aparece, según ya se ha visto, incuestionablemente dirigida contra el Estado de la República de Cuba y con el preciso objeto de obtener la nulidad de la compraventa de un inmueble que para dicha República adquirió, quien la representaba en calidad de Embajador ante nuestro país, y esta sola circunstancia, al margen de todo otro tipo de consideraciones, permite concluir que el juez del mencionado Quinto Juzgado ha carecido de jurisdicción para conocer de la aludida demanda y para pronunciar la sentencia de 16 de enero último. De acuerdo, además, con lo dispuesto por los artículos 86 de la CPR y 537, 540 y 541 del COT, se resuelve: A) Procediendo esta corte de oficio se deja sin efecto la sentencia definitiva de 16 de enero del año en curso, escrita a fojas 29, y todo lo actuado en el juicio…, por haber carecido ese tribunal de jurisdicción para tramitar y fallar dicho pleito” (Queja, 2.6.1975. RDJ., tomo LXXII, 2ª parte, sección 1ª, pág. 55 y 56). 103 Art. 303 N° 2° CPC. 102 46 47 Por otra parte, quien deduce demanda en nombre de otro debe tener la personería suficiente (convencional) o la representación legal, en su caso. Se trata de requisitos fundamentales para que pueda producirse una relación procesal válida. Si bien no existe una excepción dilatoria específica que permita reclamar de la falta de capacidad del demandado, de personería o representación legal de los que han sido emplazados por él, no existe inconveniente para reclamar el vicio a través de la excepción genérica contenida en el artículo 303 N° 6° del CPC. Estimamos conveniente analizar aquí el concepto de “legitimación” que, en la práctica suele utilizarse en forma equívoca. En términos generales, la “legitimación” se refiere a la posición en que se encuentran las partes con respecto a la relación jurídico material que se discute en el proceso. Sin embargo, esa expresión no se emplea de un modo unívoco, refiriéndola a veces a la legitimatio ad processum y en otras a la legitimatio ad causam. Precisemos que la primera se refiere a la capacidad de las partes para actuar por sí mismas en juicio y la segunda a la legitimación propiamente dicha. Así entonces la legitimatio ad processum (capacidad para ser parte y capacidad procesal) constituye un presupuesto necesario para que el proceso tenga existencia y validez formal, mientras que la legitimatio ad causam, en especial la legitimación activa, no es presupuesto del proceso sino de la sentencia favorable, pues se relaciona al derecho con que se litiga (cuestión de fondo). Se sostiene que la legitimación en puridad, no constituye excepción o presupuesto procesal alguno que pudiere condicionar la admisibilidad de la demanda o la validez del proceso. Antes bien, es un requisito de la fundamentación de la pretensión y, en cuanto tal, pertenece al fondo del asunto. Por ello, si el demandado estima, por ejemplo, que el actor no es titular del derecho que reclama y que sirve de fundamento a su pretensión, deberá reclamar de ello en la contestación de la demanda y no como una excepción dilatoria. 47 48 Así lo ha resuelto también nuestra Corte Suprema al declarar que la alegación de falta de legitimación pasiva es una excepción que mira al fondo de la acción y no a la corrección de un vicio del procedimiento, por lo que no se puede oponer como excepción dilatoria.104 3ª La litis pendencia.105 Se dice que hay litis pendencia cuando entre las mismas partes existe otro juicio diverso sobre la misma materia u objeto. Los requisitos de la litis pendencia son los siguientes: 1.- Que exista un juicio anterior y pendiente, radicado ante el mismo tribunal que está conociendo del nuevo juicio o ante un tribunal diverso; y se entiende que existe tal juicio desde que el demandado ha sido notificado de la demanda, pues desde ese instante ha nacido la relación procesal. Se ha resuelto que no es suficiente una simple petición incidental en otro procedimiento, sino que se requiere de una demanda formal; por consiguiente, no procede fundar esta excepción en la existencia de un incidente sobre medidas prejudiciales.106 De otro lado, si el juicio ha concluido por sentencia firme o por un equivalente jurisdiccional, aunque se encuentren pendientes aspectos relativos a su cumplimiento, no hay litis pendencia. 2.- Identidad legal entre las partes del primer pleito y del segundo. 3.- Ambos juicios deben versar sobre la misma materia. En consecuencia, deben coincidir la cosa pedida y la causa de pedir. Recordemos que la cosa pedida es el beneficio jurídico perseguido en el juicio y no el objeto material sobre el cual puede eventualmente recaer. La causa de pedir, por su parte, es el fundamento inmediato del derecho deducido en juicio.107 Según Casarino el fundamento de esta excepción es obvio: evitar que las partes litigantes pretendan subsanar los posibles errores cometidos en un 104 Sentencia de 26 de abril de 1994 en causa rol N° 2.242, considerando 4°. Art. 303 N° 3° CPC. 106 Corte Suprema. Revista de Derecho y Jurisprudencia XXVI – II – 1ª - 214. 107 Art. 177 inciso final CPC. 105 48 49 juicio, renovando este mismo juicio mediante una nueva demanda. Por tal razón acogida la excepción dilatoria de litis pendencia, produce el efecto de paralizar el nuevo pleito, intertanto se falle el primero por sentencia ejecutoriada; a objeto de que la parte favorecida con la excepción de cosa juzgada, que pueda emanar de esta sentencia la oponga como excepción perentoria en el segundo pleito, que estaba paralizado, y cuya tramitación puede reiniciarse a virtud de la terminación del primero. 4ª La ineptitud del libelo por razón de falta de algún requisito legal en el modo de proponer la demanda.108 Libelo es entendido aquí como sinónimo de demanda y los requisitos legales a que se refiere la norma son los contenidos en el artículo 254 del CPC, ya estudiados, respecto del escrito de demanda. En consecuencia, el libelo es inepto cuando le falta alguno de los requisitos de forma específicos señalados por la ley como obligatorios del escrito de demanda. Se ha resuelto jurisprudencialmente que lo es cuando la falta de algún requisito legal lo hace vago, ininteligible o susceptible de ser aplicado a diversos casos, situaciones o personas. 5ª El beneficio de excusión.109 Se entiende por beneficio de excusión el derecho de que goza el fiador que ha sido demandado para exigir que antes de proceder en contra él se persiga la deuda en los bienes del deudor principal, y en las hipotecas o prendas prestadas por éste para la seguridad de la misma deuda.110 Esta excepción la hará valer el fiador demandado en el pleito que le siga el acreedor, y su objetivo es paralizarlo, intertanto el demandante no agote los medios judiciales en contra del deudor principal. Si con estas nuevas acciones interpuestas pro el acreedor no obtiene el pago de su crédito, podrá reiniciar el juicio que había seguido primitivamente en contra del fiador, el cual se hallaba 108 Art. 303 N° 4° CPC. Art. 303 N° 5° CPC. 110 Arts. 2357, 2358 y 2359 CC. 109 49 50 paralizado a virtud del beneficio de excusión hecho valer en forma de excepción dilatoria. a.4.3.- Oportunidad y forma para oponerlas. La regla general en esta materia indica que las excepciones dilatorias deben hacerse valer todas en un mismo escrito, dentro del término de emplazamiento y antes de contestar la demanda, pues son previas.111 Por ejemplo si el demandado considera que existen tres excepciones dilatorias que oponer, todas ellas deben formularse en el mismo escrito, dentro del plazo que la ley le concede para contestar la demanda, si no lo hace de este modo precluye su derecho. Sin embargo, la regla general indicada admite dos salvedades: 1).- Si el demandado no actúa de la forma y en la oportunidad señalada, puede igualmente oponer las excepciones dilatorias en el progreso del juicio sólo por vía de alegación o defensa, y se estará a lo dispuesto en los artículos 85 y 86 del CPC.112 Lo anterior significa que si las excepciones dilatorias no han sido opuestas como tales en la forma y oportunidad que la ley señala, pueden formularse con el mismo carácter de dilatorias al contestar la demanda o en el curso posterior del juicio. Sin embargo, habrá que estarse a lo prevenido en los artículos 85 y 86, recién citados, esto es, que en principio, estas dilatorias informales y extemporáneas tendrán que ser rechazadas, a menos que se funden en un vicio que anule el proceso, o en una circunstancia esencial para la ritualidad o la marcha del juicio. Casarino cita los siguientes ejemplos: La demanda no se ajusta a los requisitos de forma señalados en el artículo 254 del CPC y en vez de oponer la excepción dilatoria de ineptitud del libelo dentro del plazo para contestarla, el demandado se limita a contestar, defendiéndose sobre el fondo de la acción deducida, y luego, al presentar el escrito de dúplica, hace notar el defecto de forma de que adolece la demanda. Esta excepción dilatoria deberá rechazarse, en definitiva, porque el demandado 111 112 Art. 305 inciso 1° CPC. Art. 305 inciso 2° CPC. 50 51 debió oponerla tan pronto como el hecho en que se funda llegó a su conocimiento, y antes de hacer cualquier gestión principal en el pleito. La demanda ha sido interpuesta por un incapaz, y en vez de oponer la excepción dilatoria pertinente en el plazo para contestar la demanda, el demandado se limita a defenderse sobre el fondo y, durante el probatorio, plantea un incidente relativo a la falta de capacidad del demandante. Esta excepción dilatoria, aparentemente extemporánea, deberá ser acogida en definitiva, pues se funda en un vicio que anula el proceso. 2).- La segunda salvedad dice relación con las excepciones dilatorias de incompetencia del tribunal y de litis pendencia que pueden oponerse en segunda instancia en forma de incidente.113 a.4.4.- Tramitación y fallo de estas excepciones. Las excepciones dilatorias se tramitan como incidentes.114 Se trata, por ende, de una cuestión accesoria al juicio que requiere especial pronunciamiento del tribunal; y se promueve y falla en la misma pieza de autos, ya que sin su previa resolución no se puede seguir sustanciando la causa principal.115 Es, además, un incidente ordinario, de suerte que su tramitación se encuentra regulada en los artículos 82 y siguientes del CPC, en síntesis: opuesta la excepción dilatoria, se confiere traslado por tres días al actor, y haya o no respuesta de éste dentro de dicho plazo, el tribunal resuelve el incidente, a menos que existan hechos que probar, en cuyo caso lo recibirá a prueba pro un término de 8 días y, vencido que sea, dictará el correspondiente fallo sobre el incidente. No obstante, el tribunal podrá resolver de plano, esto es, sin necesidad de tramitarlas ni de recibirlas a prueba, aquellas excepciones dilatorias cuyo fallo se pueda fundar en hechos que consten del proceso, o sean de pública notoriedad, lo cual el tribunal consignará en su resolución.116 Al resolver el incidente el tribunal debe fallar a la vez todas las excepciones planteadas; pero si entre ellas figura la incompetencia del tribunal 113 Art. 305 inciso 3° CPC. Art. 307 inciso 1° CPC. 115 Art. 87 inciso 1° CPC. 116 Art. 89 CPC. 114 51 52 y éste la acepta, se abstendrá naturalmente de pronunciarse sobre las demás, ya que carece de facultad para hacerlo. Lo cual se entiende sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 208 del CPC. 117 Evidentemente, si el tribunal de alzada, conociendo de la apelación de la resolución que acogió la excepción de incompetencia, decide revocar la decisión del tribunal de primer grado, negando lugar a dicha excepción, debe pronunciarse sobre las demás excepciones dilatorias sin necesidad de nuevo pronunciamiento de parte del tribunal inferior, o sea, prácticamente las resuelve en única instancia. En cuanto a la impugnación de la decisión el artículo 307 inciso 2° del CPC dispone que si se desecha el incidente la apelación se debe conceder en el solo efecto devolutivo. En los demás casos, será o no apelable según cual sea la calificación que se de a la resolución de la excepción, como auto o sentencia interlocutoria. a.4.5.- Curso posterior del juicio. Desechadas las excepciones dilatorias o subsanados por el demandante los defectos de que adolezca la demanda, tendrá diez (10) días el demandado para contestarla, cualquiera que sea el lugar en donde le haya sido notificada.118 La norma se pone en los dos casos que pueden presentarse con el fallo de las excepciones dilatorias. Si se deniegan, quiere decir que el procedimiento estaba correcto y debe seguir adelante en su tramitación; a la inversa, si se aceptan, quiere decir que el procedimiento era defectuoso y debe ser subsanado para que pueda continuarse válidamente. El plazo de diez días de que dispone ahora el demandado para contestar debe contarse desde la notificación de la resolución que desechó las excepciones, pues la apelación se concede en el solo efecto devolutivo. Por el contrario, si la excepción dilatoria es acogida, el demandante tendrá que subsanar los defectos en que dicha resolución se funda; y desde este momento, comenzará a correr el señalado plazo. 117 118 Art. 306 CPC. Art. 308 CPC. 52 53 No obstante lo señalado, si la excepción acogida es la incompetencia del tribunal o la falta de capacidad del demandante o de personería o de representación legal del que comparece a su nombre, la relación procesal ha nacido viciada; pues estas circunstancias miran a sus condiciones esenciales de validez y, por consiguiente, sólo cabe ordenar el archivo de los antecedentes. Con posterioridad el actor, debidamente representado y ante el tribunal competente, podrá presentar una nueva demanda. a.5.- Excepciones mixtas o anómalas. Señala el artículo 304 del CPC que podrán también oponerse y tramitarse del mismo modo que las dilatorias la excepción de cosa juzgada y la de transacción; pero si son de lato conocimiento, se mandará contestar la demanda, y se reservarán para fallarlas en la sentencia definitiva. Esta disposición se funda, evidentemente, en razones de economía procesal, ya que carece de objeto entrar al fondo del juicio, cuando de antemano se sabe que la demanda será desestimada, en caso de que el demandado, al contestarla, oponga cualquiera de estas excepciones perentorias. Es preferible, pues, darle al demandado la oportunidad de hacerlas valer en forma previa sin los esfuerzos que significa contestar sobre el fondo. Ahora bien, una vez opuestas y tramitadas estas excepciones perentorias como si fueran dilatorias, esto es, en un mismo escrito, dentro del término de emplazamiento, y confiriendo traslado por tres días al actor, el tribunal puede adoptar dos actitudes: 1.- Fallarlas de inmediato, sin perjuicio de haber abierto un término probatorio dentro del incidente; o 2.- Mandar contestar la demanda, reservándolas para ser falladas en la sentencia definitiva. Para decidir una de estas alternativas el juez debe analizar si la excepción es o no de lato conocimiento, vale decir que la cuestión planteada, por su complejidad, requiere de las garantías del juicio contradictorio, con una discusión y posibilidad de prueba más amplios que las que proporciona el breve y sumario procedimiento incidental. 53 54 a.6.- La contestación de la demanda. a.6.1.- Concepto. Es el escrito en que el demandado da respuesta al libelo interpuesto en su contra por el actor; o bien, el escrito en que el demandado opone las excepciones o defensas que hace valer en contra del demandante destinadas a enervar o destruir las pretensiones que éste ha deducido. Así las cosas, la contestación de la demanda constituye el vehículo que conduce los mecanismos de defensa que utilizará el demandado para hacer frente a las pretensiones del demandante y sus fundamentos. El procedimiento debe permitir que exista un diálogo eficiente y efectivo entre las partes del juicio, en un ejercicio dialéctico de contraposición de versiones y argumentos. Por un lado, tenemos al actor ejerciendo la acción procesal a través de la demanda que, a su vez contiene la pretensión y sus fundamentos (afirmación); por el otro, habrá un demandado que se excepciona, utilizando para ello la contestación, que a su vez contiene las excepciones perentorias y las defensas (negación). Se trata de dos contendientes, el actor que pretende algo del demandado y éste que resiste tal pretensión. Demanda y contestación fijan el asunto controvertido del juicio y, por ende, enmarcan los poderes del juez al resolver. Como ya lo señalamos, si no resuelve todas las pretensiones y contrapretensiones planteadas por las partes, no habrá resuelto el asunto controvertido; al revés, si se pronuncia sobre materias ajenas a la controversia, se excede de sus facultades y, en ambos casos, la sentencia definitiva será susceptible de nulidad a través del recurso de casación en la forma. Sobre el particular la Corte Suprema ha resuelto que la cuestión controvertida se establece en los escritos de fondo del pleito – la demanda y su contestación -, con los cuales la sentencia debe guardar absoluta conformidad y 54 55 congruencia, siendo además necesario que considere el mismo objeto y causa de pedir a que los litigantes se hubieren referido en sus acciones y excepciones opuestas en tiempo y forma.119 También ha señalado que tanto las acciones como las excepciones deben plantearse formalmente en el juicio y solicitarse un pronunciamiento del tribunal a su respecto y no procede que se deduzcan sólo de los razonamientos que se contengan en los escritos presentados por las partes.120 En otro fallo ha precisado que el asunto controvertido que debe ser objeto del fallo es el que resulta de las acciones y excepciones opuestas en los escritos de demanda y contestación, ya que en los escritos posteriores las partes sólo pueden ampliar, adicionar o modificar aquellas mismas acciones y excepciones;121 si no se ha contestado la demanda y las excepciones y defensas se hacen valer en la dúplica, el pleito queda limitado a la justificación de la demanda;122 el juez no tiene obligación de fallar las excepciones opuestas en el escrito de dúplica, por cuanto el asunto controvertido queda fijado en los escritos de demanda y contestación, quedando fuera de él las excepciones opuestas extemporáneamente;123 y las sentencias definitivas deben pronunciarse sobre las acciones y excepciones que las partes deduzcan.124 De otro lado, la prueba en el juicio debe ser pertinente, lo que significa que debe recaer precisamente sobre el asunto controvertido, esto es, el que ha sido fijado en los escritos de demanda y contestación. a.6.2.- Excepciones y defensas: distinción. En términos generales la excepción es todo medio de defensa que utiliza el demandado contra el actor para oponerse a sus pretensiones jurídicas. Al decir de nuestra jurisprudencia y de acuerdo con una sentencia de 1938, las excepciones son aquellas que tienen la virtud de impedir el nacimiento del derecho, el ejercicio de la acción o extinguir el derecho. En otra sentencia, esta vez de 1950, se expresa que las excepciones a una demanda son 119 Revista de Derecho y Jurisprudencia 1993, tomo XC, 2ª parte, sección 1ª, pág. 145, considerando 13°. R.D.J. 1980, tomo LXXVIII, 2ª parte, sección 1ª , pág. 138, considerando 3°. 121 R.D.J. tomo XXVII – II – 1ª parte, pág. 114. 122 R.D.J. tomo XXV – II – 1ª – 415. 123 R.D.J. tomo XXVIII – II – 1ª – 20. 124 R.D.J. tomo XXXII – II – 1ª – 200. 120 55 56 los razonamientos o argumentos, con los que se procura destruirla a objeto de obtener un fallo que la rechace. También se ha concebido a la excepción como derecho de defensa en juicio, consistente en el poder jurídico del demandado de oponerse a la pretensión que el actor ha aducido ante los órganos de la jurisdicción. En este último sentido se contrapone a la noción de acción procesal civil. Acción y excepción, entonces, aparecen como derechos subjetivos paralelos. Hay autores que distinguen entre excepción y defensa. Por excepción entienden algunos autores aquél medio de defensa que ataca directamente a la pretensión, en términos tales de enervarla o destruirla. Será defensa, en cambio, la simple negación del hecho en que se fundamenta la pretensión. Otros, como Casarino, señalan que la excepción reconoce la existencia del derecho reclamado, pero pretende que ha caducado por un hecho independiente de su existencia y constitución. La alegación o defensa, en cambio, sería la total negación del derecho reclamado, desconociéndolo en su nacimiento mismo y fundado en los requisitos de derecho invocados por el actor y que el juez debe conocer. En el primer caso, el demandado deberá probar los enunciados de hecho en que hace consistir la excepción y, en el segundo, nada tendrá que probar. Ejemplo de la primera, la excepción de pago, que implica un reconocimiento de la existencia de la obligación, agregando una circunstancia fáctica y jurídica adicional que deberá ser acreditada, el pago y de la segunda, la alegación de que nada debe al actor, pues éste jamás le ha entregado suma alguna de dinero. Héctor Méndez y Eyssautier,125 por su parte, afirma que entre las excepciones y las defensas existen estrechas relaciones, de especie a género, pero que en ningún caso llegan a identificarlas. La similitud que entre ellas existe ha provocado cierta confusión tanto entre legisladores como tratadistas. Algunos han creído que se trata de términos distintos y otros, por el contrario, idénticos”. Añade que “en nuestra legislación hay disposiciones que emplean Citado por Ignacio Rodríguez Papic en su libro “Procedimiento Civil. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía”. Editorial Jurídica de Chile, sexta edición, mayo de 2003, pág. 65. 125 56 57 indistintamente uno u otro término y otras que dan a cada uno un significado especial”. “La excepción es la formulación de cualquier hecho jurídico que afecte al ejercicio de la acción – excepciones dilatorias - o a la vida misma de ella – excepciones perentorias -. Por consiguiente, bien puede decirse que la excepción es la formulación por el demandado de un hecho jurídico que tiene la virtud de impedir el nacimiento del derecho objeto de la acción, de producir la extinción del mismo o de impedir el curso de la acción. En cambio, las alegaciones o defensas consisten en la negación del derecho del actor, acudiendo por ejemplo a razonamientos jurídicos; pero tanto las excepciones como las alegaciones constituyen las defensas del demandado; pero no toda defensa constituye una excepción, en cambio, toda excepción constituye una defensa”. En la literatura comparada Chiovenda sostiene que la palabra excepción tiene tres acepciones: 1) en un sentido generalísimo, comprende cualquier defensa del demandado, incluso la simple negación del fundamento de la demanda; 2) en un sentido más estricto, comprende la contraposición de un derecho impeditivo o extintivo que excluye la acción; y 3) en un sentido restringido, comprende hechos que no excluyen la acción, pero que dan al demandado el poder jurídico de anularla. Siendo este último el significado sustancial de excepción. Agrega el mismo autor que tanto las excepciones como las defensas tienen por objeto exteriorizar la disconformidad del demandado con las pretensiones del demandante; son sus armas de defensa. Las defensas son todos los argumentos, los actos, en general toda manifestación de la actividad del demandado tendiente a impedir que la demanda prospere. En este sentido es defensa aun la mera negación del fundamento de la demanda. La excepción, en cambio, es un contraderecho frente a la acción. Nuestro ordenamiento jurídico emplea indistintamente en sus disposiciones los términos excepción y defensa, y aun, en ciertos casos, como sinónimos. 57 58 Nuestra jurisprudencia sobre el particular señala que formula el demandado una excepción cuando aduce a su favor un hecho jurídico que tiene la virtud de impedir el nacimiento del derecho objeto de la acción, de producir la extinción del mismo o de impedir el curso de la acción. Agregando el fallo que las alegaciones o defensas son las que consisten en la negación del derecho que el actor invoca acudiendo por ejemplo a razonamientos jurídicos. Resulta interesante y descriptiva una sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago que razonó en el sentido que no deben confundirse los conceptos jurídicos de excepción y defensa, ya que si toda excepción es defensa, no toda defensa es excepción. La excepción se funda particularmente en una situación de hecho, ignorada por el juez, en que se coloca el demandado para enervar la acción, y es por eso que para evitar sorpresas y desigualdades en la prueba judicial, ha de ser invocada en cierto estado del juicio, que permitiendo la discusión, dé al mismo tiempo oportunas bases para la prueba que, según el artículo 318 del CPC, ha de recaer sobre los hechos controvertidos, en tanto que la defensa que mira a los requisitos de la acción, se apoya en el derecho que el juez debe conocer y tener presente para el fallo, ya que administrar justicia es aplicar la ley solamente.126 Ignacio Rodríguez Papic concluye que entre la excepción y la defensa se pueden anotarse las siguientes diferencias principales: 1.- La defensa es la total negación del derecho reclamado; la excepción reconoce su existencia y sólo pretende que ha caducado por un hecho independiente de su existencia y constitución; 2.- La defensa ataca el derecho mismo; la excepción a la falta de acción; 3.- La defensa se funda en los requisitos del derecho que alega el actor, que debe ser conocido por el juez; la excepción se funda en una situación de hecho que el juez desconoce; 4.- La defensa niega el derecho; la excepción niega solamente su vida. 5.- Si el demandado invoca una defensa, nada tiene que probar. La existencia de los vínculos jurídicos es excepcional, de ahí que si el demandado niega la existencia de un vínculo de esa naturaleza, no tiene que probar; si 126 R.D.J. XXVIII – II – 2ª – 29.- 58 59 invoca una excepción, el peso de la prueba recae sobre él. En esto reside, principalmente, la importancia práctica de la distinción efectuada. De lo dicho desprende interesantes consecuencias relativas a la conducta del demandado y del juez. En virtud del principio dispositivo que inspira el procedimiento civil corresponde a las partes introducir al juicio sus pretensiones y excepciones. De este modo, si el demandado no opone excepciones, no puede el tribunal pronunciarse acerca de su existencia. En cambio, tratándose de las alegaciones o defensas, que importan una mera negativa de los supuestos fácticos y jurídicos de la pretensión hecha valer, no rige el principio dispositivo, pues el juez, aun sin alegación del demandado en ese sentido, debe examinar la concurrencia de tales supuestos para determinar la procedencia de la pretensión. De lo anterior fluye que las alegaciones o defensas, al no introducir hechos nuevos al proceso, puedan hacerse valer durante todo el transcurso del mismo, incluso a través de meros escritos de téngase presente, siendo la última oportunidad hasta antes de la citación para oír sentencia, pues a partir de esa resolución no se admitirán escritos ni pruebas de ningún género.127 En el mismo orden de ideas, el tribunal no está obligado a hacerse cargo en el fallo de todas las alegaciones o defensas esgrimidas por el demandado, puesto que le corresponde a él de oficio examinar todos los fundamentos fácticos y jurídicos de las pretensiones del actor; lo mismo sucederá con las alegaciones del actor que busquen negar las excepciones del demandado. La construcción de la sentencia civil es una actividad propia del juez, por lo que las alegaciones o defensas de las partes no serán más que meras colaboraciones en el proceso lógico que él debe desarrollar para la determinación de los hechos y la aplicación del derecho que le deben servir de fundamento a la sentencia. Elementos de las excepciones: a) La existencia de un sujeto activo que es el demandado. 127 Art. 433 inciso 1° CPC. 59 60 b) Un sujeto pasivo constituido por el actor, que es el que sufre la reacción que realiza el demandado. c) La causa, que consiste en los hechos jurídicos inmediatos en que el demandado funda su petición para que se rechace la demanda. d) El objeto de la excepción es lo que se pide por el demandado, es decir, el rechazo de la demanda por no ser efectivos los hechos, por existir una causal de extinción de la obligación, o por cualquier otro hecho impeditivo o extintivo del derecho que se reclama. Excepciones perentorias. Son aquellas que miran al fondo del pleito y tienden a extinguir la acción (pretensión). No se encuentran enumeradas ni menos señaladas en el CPC; son tantas cuantas pueda imaginar el demandado, desde el momento en que así como de todo derecho nace una acción para reclamarlo judicialmente, también frente a toda acción hay una excepción o defensa destinada a enervarla. En general, son excepciones perentorias los diversos modos de extinguir las obligaciones, y siempre se encuentran contempladas en los códigos o leyes de fondo o sustantivas. a.6.3.- Forma y contenido de la contestación. El escrito de contestación se halla sujeto a un doble grupo de formalidades legales: las generales a todo escrito y las especiales de la contestación. Dentro de las formalidades generales, que ya han sido estudiadas, nos interesa destacar el cumplimiento de las exigencias de abogado patrocinante y 60 61 mandatario judicial, toda vez que, normalmente, la contestación será la primera presentación del demandado en juicio.128 Las formalidades especiales del escrito de contestación de la demanda se encuentran señaladas en el artículo 309 del CPC y son las que siguen: 1° La designación del tribunal ante quien se presente.129 Vale aquí lo dicho respecto de la demanda. 2° El nombre, domicilio y profesión u oficio del demandado.130 Debe contener, en consecuencia, una perfecta individualización del demandado. La ley no exige la identificación de su representante convencional o legal, no obstante, se ha entendido uniformemente que ello también es indispensable. 3° Las excepciones que se oponen a la demanda y la exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoyan.131 Este requisito dice relación con la sustancia del juicio mismo; al igual que las pretensiones del actor, las del demandado se fundan en determinados hechos a los cuales les aplica las disposiciones legales que cree pertinentes; lo que la ley exige es que tales antecedentes fácticos y sus fundamentos se expongan con claridad, esto es, que sean inteligibles. Como se aprecia, el principio de fundamentación no es aplicable únicamente al juez y a sus decisiones, también es requisito de las presentaciones de las partes. Finalmente, nos parece necesario advertir que la expresión “excepciones” ocupada en este numeral se refiere tanto a las excepciones en sentido estricto como a las alegaciones y defensas. 4° La enunciación precisa y clara, consignada en la conclusión, de las peticiones que se someten al fallo del tribunal.132 Es la parte petitoria del 128 Arts. 1° y 2° de la Ley N° 18.120. Art. 309 N° 1° CPC. 130 Art. 309 N° 2° CPC. Es relevante esta indicación, además, para las notificaciones, a la luz de lo señalado en el artículo 49 del CPC, que establece que todo litigante deberá, en su primera gestión judicial, designar un domicilio conocido dentro de los límites urbanos del lugar en que funcione el tribunal y si no lo hace incurre en la sanción del art. 53 del mismo cuerpo de leyes, es decir, todas las resoluciones que deban notificarse por cédula se harán por el estado diario. 131 Art. 309 N° 3° CPC. 132 Art. 309 N° 4° CPC. 129 61 62 escrito de contestación que, por razones de estructura lógica, va al final del mismo. La enunciación de las peticiones no debe prestarse a equívocos, ya que, junto a las pretensiones del actor, constituyen el asunto controvertido, según ya comentamos. a.6.4.- Oportunidad para contestar y oponer excepciones. Como ya señalamos el plazo para contestar la demanda varía según sea el lugar en que haya sido notificado el demandado, pero si opone a ésta excepciones dilatorias, este plazo original se amplía en 10 días, contados desde que ellas son desechadas o subsanados que sean los defectos de que adolecía. Si el demandado no contesta dentro del término de emplazamiento precluirá o se extinguirá su derecho por el solo ministerio de la ley al vencimiento del plazo. En este caso, el tribunal, de oficio o a petición de parte, declarará tal preclusión y conferirá traslado al actor para replicar, sin necesidad de certificado previo. En esta hipótesis se habla de una contestación ficta de la demanda. En nuestro sistema la rebeldía del demandado no produce otro efecto que el señalado precedentemente, de modo que conserva la facultad de comparecer en cualquier momento al juicio, debiendo, claro está, respetar todo lo obrado con anterioridad a su comparecencia, a menos que pruebe que ha estado impedido de comparecer por fuerza mayor o que no se le han hecho saber las providencias libradas en el juicio.133 Por regla general las excepciones perentorias deben ser opuestas en el escrito de contestación de la demanda.134 Si se oponen con posterioridad el tribunal no debe considerarlas por extemporáneas. Excepciones mixtas o anómalas. 133 134 Arts. 79 y 80 del CPC. Art. 309 N° 3 CPC. 62 63 No obstante lo señalado, hay ciertas excepciones perentorias que, en razón de su especial naturaleza jurídica, van a poder intentarse en otro momento procesal. Estas excepciones están contempladas en los artículos 304 y 310 del CPC. A estas excepciones se les denomina mixtas o anómalas. Como ya vimos, son excepciones perentorias que pueden oponerse antes de contestar la demanda, de acuerdo a la tramitación de las dilatorias, la cosa juzgada y la transacción.135 De otro lado, son excepciones perentorias que pueden oponerse con posterioridad a la presentación del escrito de contestación y en cualquier estado de la causa, las siguientes:136 la prescripción, la cosa juzgada, la transacción y el pago efectivo de la deuda, cuando éste se basa en un antecedente escrito. Deben alegarse por escrito antes de la citación para sentencia en primera instancia o de la vista de la causa en segunda. La tramitación de estas excepciones varía según cual sea la oportunidad en que se hacen valer.137 Si se oponen en primera instancia antes de recibir la causa a prueba, se tramitarán como incidentes y la prueba se rendirá en conjunto con la causa principal. Si se formulan en primera instancia, pero después de recibida la causa a prueba, también se tramitarán como incidentes, pero pueden recibirse a prueba si el tribunal lo estima necesario. En los dos casos precedentes la resolución del incidente se dejará para la sentencia definitiva. Finalmente, si se plantean en segunda instancia, su tramitación es igualmente incidental, habrá prueba si el tribunal lo estima necesario, y su fallo también se dejará para definitiva, pero con la particularidad de que es pronunciado en única instancia por el tribunal de alzada. a.7.- La réplica y la dúplica. 135 Art. 304 CPC. Art. 310 inciso 1° CPC. 137 Art. 310 incisos 2° y 3° CPC. 136 63 64 En el procedimiento ordinario de mayor cuantía el período de discusión no queda agotado con la presentación de los escritos de demanda y contestación que, respectivamente, han evacuado demandante y demandado. Existe con posterioridad, una nueva intervención de ambos contendientes, se trata de los trámites de réplica y dúplica.138 La réplica es el escrito en que el demandante, junto con tratar de destruir las excepciones, alegaciones o defensas hechas valer por el demandado, reafirma la posición de sus acciones (pretensiones). La dúplica, por su parte, es el escrito en que el demandado, junto con reafirmar la posición de sus excepciones, alegaciones o defensas, insiste en destruir las pretensiones del actor. No se trata de trámites esenciales cuya omisión invalide el proceso, ya que las partes son dueñas de evacuarlos o no; y si no lo hacen en el término legal, el tribunal, de oficio o a petición de parte, dispondrá lo pertinente para continuar con el curso del procedimiento.139 En razón de lo anterior, se ha debatido por los autores la posibilidad de eliminarlos, ya que prolongan innecesariamente el procedimiento. En efecto, en la práctica pocas veces las partes utilizan de un modo útil y relevante estos escritos, demostrando con ello su carácter de prescindibles. De acuerdo a la ley, en los escritos de réplica y dúplica las partes pueden ampliar, adicionar o modificar las acciones o excepciones que hayan formulado en la demanda y en la contestación, pero sin que puedan alterar las que sean objeto principal del pleito.140 El asunto controvertido ya ha quedado fijado, previamente, con lo expuesto por las partes en los escritos de demanda y contestación, por ello es que se permiten ampliaciones, adiciones y modificaciones a las pretensiones y excepciones hechas ya valer, más no otras nuevas. Se trata de una facultad restrictiva, que ha de ser entendida en forma taxativa y limitada.141 138 Arts. 311 y 312 CPC. Art. 64 inciso 1° CPC. 140 Art. 312 CPC. 141 La jurisprudencia ha resuelto sobre el particular: 1° que la rectificación que se hace en el escrito de réplica respecto a la forma en que ocurrió un accidente que ocasiona el derecho para solicitar indemnización, está ajustada a la ley, si no modifica la acción deducida ni los fundamentos de esa acción (Corte Suprema; R.D.J. V – II – 1ª- 144); 2° que la acción se altera cuando se cambia por otra y para operar tal cambio es menester que se abandone la anterior y se substituya por una nueva; pero si mantiene ambas, promoviéndose una como subsidiaria 139 64 65 Se ha sostenido con razón por parte de la doctrina y la jurisprudencia que se alteran las acciones y excepciones que constituyen el objeto principal del pleito, cuando las ampliaciones, adiciones o modificaciones de las acciones contenidas en el escrito de réplica se sustentan en una diversa causa de pedir que las acciones deducidas en la demanda principal.142 También se ha resuelto que en la réplica no puede instaurarse una acción absolutamente diversa de la entablada en la demanda. Por lo tanto, es inaceptable que en la réplica del juicio en que la acción deducida es la de nulidad de una compraventa, se pida su resolución por falta de pago del precio convenido.143 La tramitación después de la contestación de la demanda es la siguiente: del escrito de contestación o de la contestación ficta, en su caso, se confiere traslado al actor por seis días para que presente el escrito de la réplica; luego, presentado este escrito o transcurrido que sea el plazo legal, el tribunal dará traslado al demandado por el plazo de seis días para duplicar; finalmente, evacuado el trámite de la dúplica o transcurrido el plazo que la ley concede al efecto, el tribunal deberá convocar a las partes a una audiencia de conciliación, si correspondiere, o estudiará los antecedentes para determinar si recibe o no la causa a prueba, o citará a las partes para oír sentencia, según sea el caso.144 La dinámica precedente variará si el demandado deduce demanda reconvencional, alternativa que pasamos a estudiar en el párrafo siguiente. a.8.- La reconvención. a.8.1.- Concepto. Es una de las actitudes que puede asumir el demandado respecto del actor, cuando el primero tiene, respecto del segundo, una o más pretensiones, que ejerce en el mismo procedimiento. De este modo el demandante primitivo de la otra, tendiendo ambas al mismo fin perseguido en la demanda, no puede decirse que haya variación y, por consiguiente, que no pueda ser materia de la réplica (Corte Suprema; R.D.J. XXXVIII – II – 1ª- 223); y 3° que no hay inconveniente en que, habiéndose calificado un hecho jurídico en la demanda en un sentido determinado, se cambie esta calificación jurídica en el escrito de réplica. 142 Art. 177 inciso final CPC. “Fundamento inmediato del derecho deducido en juicio”. 143 Corte Suprema. R.D.J., tomo XVIII, 2ª parte, sección 1ª, pág. 323. 144 Arts. 262, 313 y 318 CPC. 65 66 se transforma en demandado reconvencional y el demandado original pasa a asumir un rol de actor reconvencional. Se trata, en consecuencia de una contrademanda del demandado frente al demandante, y que la deduce utilizando el procedimiento judicial que se había originado por iniciativa de éste último. Para Casarino la reconvención es la acción deducida por el demandado en contra del actor, al contestar la demanda, en el juicio que éste ha provocado; y su fundamento no es otro que la economía procesal. También se ha dicho que la reconvención es la demanda del demandado dirigida contra el actor dentro del mismo procedimiento. No es necesario que las pretensiones que ejercen actor y demandado tengan relación o conexión jurídica alguna; pueden ser perfectamente independientes y ajenas la una a la otra. Señala el mismo autor que la reconvención presenta ventajas para la sociedad, los litigantes y los propios tribunales de justicia. Para la sociedad, porque disminuye el número de litigios, evita que se dupliquen los procedimientos y previene contra su multiplicidad; para los litigantes, porque reduce los gastos en que deben incurrir y les disminuye las molestias e incomodidades que todo pleito origina; y, en fin, para los propios tribunales, porque les economiza tiempo, facilita la tramitación de los procesos y permite que diversos juicios puedan fallarse y terminarse por medio de un solo juzgador. a.8.2.- Sujetos de la reconvención. La reconvención es una facultad que la ley confiere a todo demandado (sujeto activo) en juicio.145 En consecuencia, su titular la hará efectiva cuando lo desee y si no quiere ejercer la pretensión en esta oportunidad, puede hacerlo en un juicio separado. El demandado, si es plenamente capaz, deducirá la reconvención personalmente, y si es incapaz, lo hará en su nombre el correspondiente representante legal. El mandatario judicial del demandado también puede 145 Art. 314 CPC. 66 67 deducir reconvención en su nombre sin necesidad de facultad especial, puesto que el poder para litigar autoriza al procurador para tomar parte en el juicio del mismo modo que podría hacerlo el mandante.146 La reconvención, a su vez, debe ser dirigida en contra de la persona que desempeñe el papel de demandante en el juicio, quien pasa a ser parte demandada (sujeto pasivo) frente a la reconvención; y podrá serle notificada y contestada por su mandatario judicial, aun cuando no tenga facultad especial. El demandante reconvenido, por su parte, a pesar de ser demandado en la reconvención, no podría reconvenir, pues entonces el juicio se alargaría eternamente y, claramente, ese no es en sentido de la norma, ya que la facultad sólo se le concede al demandado original.147 a.8.3.- Condiciones de procedencia de la reconvención. En primer lugar, se requiere que el tribunal ante el cual se reconviene tenga competencia para conocer de la reconvención estimada como demanda, o cuando sea admisible la prórroga de la competencia.148 En segundo lugar, se exige que tanto la acción principal como la acción reconvencional, en razón de sus respectivas naturalezas, estén sometidas a un mismo procedimiento, esto es, al del juicio ordinario de mayor cuantía. Lo anterior es obvio, desde el momento en que ambas deben tramitarse y fallarse conjuntamente.149 No obstante lo anterior, para Casarino no existe inconveniente para aceptar una reconvención, aun en el caso que esta acción, en principio, deba ventilarse de acuerdo a un procedimiento especial, siempre y cuando el demandado renuncie a este procedimiento y acepte que su acción reconvencional se sustancie y falle en conformidad a los trámites del procedimiento ordinario. a.8.4.- Tramitación de la reconvención. 146 Art. 7° inciso 1° CPC. Así lo ha resuelto también la Corte Suprema: R.D.J. XXXI – II – 1ª – 157. 148 Art. 315 inciso 1° CPC. En la actualidad el factor cuantía no determina un cambio en el tribunal competente, de modo que la referencia a un juez inferior no corresponde. El efecto que sí genera la cuantía del negocio es el procedimiento a aplicar, que puede ser, además, el de menor o mínima cuantía. 149 Art. 316 inciso 1° CPC. 147 67 68 En cuanto a la oportunidad, la reconvención debe hacerla valer el demandado en el escrito de contestación de la demanda.150 Aun cuando el plazo para contestar no hubiere vencido el solo hecho de que el demandado presente el escrito de contestación de la demanda extingue su derecho para reconvenir posteriormente. No existen formulas sacramentales al respecto, de suerte que la reconvención puede contenerse en el escrito de contestación, en el mismo cuerpo de ésta o en un apartado u otrosí. Si la reconvención es una nueva demanda deducida por el demandado en contra del actor, es lógico que se exija el cumplimiento de los requisitos formales previstos en el artículo 254 del CPC y se dé la posibilidad de modificación antes de su notificación, de acuerdo al artículo 261 del mismo cuerpo de leyes. La reconvención y su providencia se notifican por el estado diario, puesto que no hay disposición especial sobre el particular; y en contra de ella el actor principal, ahora demandado reconvencional, puede oponer excepciones dilatorias, dentro del plazo de seis días que se le concede para contestar la reconvención.151 Acogida una excepción dilatoria, el demandante reconvencional deberá subsanar los defectos de que adolezca la reconvención dentro de los diez días siguientes a la fecha de notificación de la resolución que haya acogido la excepción. Si así no lo hiciere, se tendrá por no presentada la reconvención, para todos los efectos legales, por el solo ministerio de la ley.152 La reconvención se sustancia y falla conjuntamente con la demanda principal, salvas dos excepciones: 1.- Puede fallarse antes la demanda principal o la reconvención según el caso, si se presenta el fenómeno procesal de la separación o división del juicio, cuando se produce el evento contemplado en el artículo 172 del CPC.153 150 Art. 314 CPC. Art. 317 inciso 1° CPC. 152 Art. 317 inciso 2° CPC. 153 Art. 316 inciso 1° CPC. 151 68 69 2.- No se concede en la reconvención aumento extraordinario de término para rendir prueba fuera del territorio de la República cuando no deba concederse en la cuestión principal.154 En resumen, si se deduce reconvención por el demandado al contestar la demanda, los trámites a seguir son los siguientes: el tribunal confiere traslado al demandante para que el plazo de seis días replique en la demanda principal y conteste la demanda reconvencional; evacuados esos trámites o sin ellos, una vez transcurrido el plazo legal, el tribunal confiere traslado al demandado para que también en el plazo de seis días duplique en la demanda principal y replique en la reconvención; evacuados dichos trámites o sin ellos, una vez transcurrido el plazo, el tribunal dará traslado por seis días al demandante para que duplique en la reconvención;155 evacuado este último trámite o transcurrido el plazo, el tribunal llamará a las partes a una audiencia de conciliación, examinará los antecedentes y recibirá la causa a prueba o citará a las partes para oír sentencia, según lo que en derecho corresponda. a.9.- La conciliación. Es un trámite esencial del procedimiento ordinario de mayor cuantía,156 en cuya virtud, una vez agotados los trámites de la discusión y siempre que el asunto sea legalmente admisible de transacción, el Juez debe llamar a las partes a una audiencia de conciliación donde les propondrá personalmente las bases de arreglo.157 En general, este trámite obligatorio procede en todo juicio civil. Excepcionalmente, no procede en los juicios o procedimientos especiales de que tratan los Títulos I (juicio ejecutivo en las obligaciones de dar), II (juicio ejecutivo en las obligaciones de hacer y no hacer), III (Derecho legal de retención), V (Citación de evicción) y XVI (Juicios de Hacienda) del Libro III del CPC. En cuanto a la admisibilidad de la transacción, en general, se señala que son susceptibles de ella todos los derechos o relaciones jurídicas sobre las 154 Art. 316 inciso 3° CPC. Art. 316 inciso 2° CPC. 156 Art. 795 N° 2 CPC. 157 Art. 262 inciso 1° CPC. 155 69 70 cuales las partes tienen plena libertad de disposición. Por el contrario, no se puede transigir sobre los derechos indisponibles, o sea, aquellos derechos ligados a la persona del sujeto y sustraídos a su poder dispositivo; tales son: a) los derechos que por su naturaleza no pueden concebirse sino en relación a un solo determinado sujeto (derechos de la personalidad, de la familia, etc.) y b) aquellos derechos que independientemente de su naturaleza son puestos al servicio de un determinado sujeto por una norma legal inderogable, de manera que sea prohibido al sujeto mismo disponer de ellos. Tampoco pueden ser objeto de transacción bienes o derechos que por diversas razones la ley taxativamente los considera ineptos para tal efecto.158 No es necesaria la conciliación en los casos previstos en el artículo 313 del CPC. Para los efectos de la conciliación, el juez citará a las partes a una audiencia no antes de cinco ni después de quince días, en ella actuará como amigable componedor y tratará de obtener un avenimiento total o parcial en el litigio. Las opiniones que emita no lo inhabilitan para seguir conociendo de la causa.159 La resolución que cita a las partes a la audiencia de conciliación debe ser notificada por cédula, toda vez que ordena la comparecencia personal de las partes.160 A los comparendos de conciliación deben concurrir las partes por sí o por apoderado. No obstante, el juez podrá exigir la comparecencia personal de las partes, sin perjuicio de la asistencia de sus abogados. En los procesos con pluralidad de partes, la audiencia se llevará a efecto con los que asistan, operando la conciliación entre aquellas que la acuerden y continuará el juicio con las que no hubieren concurrido o no hubieren aceptado la conciliación.161 Si los interesados lo piden, la audiencia se suspenderá hasta por media hora para deliberar. Si el tribunal lo estima necesario postergará la audiencia para dentro de tercero día, salvo que las partes acuerden un plazo mayor, 158 Arts. 2449 a 2455 CC. Arts. 262 inciso 2° y 263 CPC. 160 Art. 48 CPC. 161 Art. 264 CPC. 159 70 71 dejando constancia de ello. A la nueva audiencia éstas concurrirán sin nueva notificación.162 De la conciliación total o parcial se levantará acta, que consignará sólo las especificaciones del arreglo; la cual subscribirán el juez, las partes que lo deseen y el secretario, y se estimará como sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales.163 Si se rechaza la conciliación o no se efectúa el comparendo, el secretario certificará este hecho de inmediato y entregará el expediente al Juez para que éste, examinándolos por sí mismo, proceda enseguida a dar cumplimiento a lo señalado en el artículo 318 del CPC.164 El fracaso de la conciliación obligatoria no obsta a que el juez pueda, en cualquier estado de la causa, convocar nuevamente a ella.165 Concluido el período de discusión y efectuado el trámite de la conciliación, en su caso, generalmente sigue en el procedimiento el período de prueba, que será estudiado a continuación. 162 Art. 265 CPC. Art. 267 CPC. 164 Art. 268 CPC. 165 Art. 262 inciso final CPC. 163 71 72 B.- PERÍODO DE PRUEBA. b.1.- La prueba. La prueba es la demostración, por los medios que la ley establece, de la verdad de un hecho que ha sido controvertido y que es fundamento del derecho que se pretende. Para Hernando Devis Echandía la prueba judicial es todo motivo o razón aportado al proceso por los medios y procedimientos aceptados en la ley, para llevarle al juez el convencimiento o la certeza de los hechos. Desde la perspectiva del litigante, la prueba es la tarea que consiste en la producción de los elementos de convicción, mediante los cuales las partes pretenden establecer la efectividad de sus pretensiones o alegaciones. En un sentido similar se dice que probar es producir un estado de certeza en la mente de una o varias personas respecto de la existencia de un hecho o de la verdad o falsedad de una proposición. También denomina los elementos mismos de la convicción que se pretende producir en el tribunal, así se habla, por ejemplo, de prueba testimonial. La importancia de la prueba en el juicio, en cuanto método de comprobación de pretensiones y alegaciones, resulta evidente, toda vez que de la eficacia de la actividad probatoria de la parte dependerá en gran medida el resultado del litigio. b.2.- Reglamentación de la actividad probatoria. En nuestro ordenamiento jurídico son dos los cuerpos legales que se preocupan de la prueba, a saber el CC, Título XXI del Libro IV, artículos 1698 y siguientes, y el CPC, Títulos IX, X y XI del Libro II, artículos 318 y siguientes. b.3.- Teoría de la prueba. A través de la teoría de la prueba la doctrina procesal intenta responder ciertas interrogantes básicas, a saber: ¿Qué es la prueba? ¿Qué se prueba? 72 73 ¿Quién prueba? ¿Cómo se prueba? Y ¿Qué valor tienen los elementos de prueba? A continuación nos haremos cargo de estos temas. b.3.1.- El objeto de la prueba. Obedece a la interrogante: ¿Qué se prueba?, esto es, la materia sobre la cual ella debe recaer; es aquello sobre lo cual ha de verificarse la demostración en el proceso. Como primera aproximación al tema podemos afirmar que el objeto de la prueba está constituido por los “hechos” sustanciales (esenciales para la resolución del conflicto), pertinentes (vinculados al conflicto) y controvertidos (que han sido contradichos en cuanto a su existencia o circunstancias). La norma jurídica, por regla general, no requiere de demostración material, sí exige una operación intelectual de interpretación, a base de razonamientos o argumentaciones. La ley se presume conocida de todos y, con mayor razón, por parte del juez ante quien se la hace valer. Excepcionalmente, la ley será objeto de prueba cuando se alegue su inexistencia, que el texto publicado no corresponde al promulgado, o se alegue acerca de su vigencia. El derecho extranjero es objeto de prueba y debe ser demostrado a través del informe pericial.166 La costumbre también debe ser acreditada, más específicamente lo que deben probarse son los hechos constitutivos de la costumbre. En materia civil, la costumbre constituye derecho cuando la ley se remite a ella y en materia comercial, lo constituye cuando la ley se remite a ella y en silencio de la misma, debiendo probarse al tenor de lo que prescribe el artículo 5° del Código del ramo. No son materia de prueba los hechos no discutidos, admitidos por las partes. Tampoco lo son los hechos públicos o notorios, esto es, aquellos cuya existencia es conocida por la generalidad de las personas en el tiempo y en el lugar en que se produce la decisión, también aquellos que constan en fuentes de información fidedignas. 166 Art. 411 N° 2 CPC. 73 74 En cuanto al hecho negativo, se afirma que no puede ser objeto de prueba cuando existe imposibilidad material de probar. Pero nada obsta a que el litigante puede probar una proposición afirmativa que implique la negativa. Por ejemplo, es un hecho negativo la aseveración de que la parte no estuvo en esa ciudad ese día y a esa hora, mas podrá acreditar que en esa oportunidad se encontraba en una ciudad distinta. En contrario se ha sostenido que no existe ninguna regla positiva ni lógica que releve al litigante de producir la prueba de sus alegaciones. Y cuando se habla de que las partes que afirman alguna cosa tienen el deber de probarla, se establece una regla para el caso de que las proposiciones fueren expuestas en forma asertiva, sin que nada se diga para el caso inverso, en que las proposiciones se formulen en forma de negación. b.3.2.- El peso de la prueba. Obedece a la interrogante de ¿quién debe probar? La carga de la prueba u onus probandi, permite determinar el litigante a quién corresponderá probar un hecho controvertido, a fin de obtener una decisión favorable a su pretensión o excepción. La norma básica en este punto la encontramos en el artículo 1698, inciso primero, del CC al disponer que: “incumbe probar las obligaciones o su extinción, al que alega aquéllas o ésta”. Lo que se establece en la disposición transcrita es de toda lógica: debe probar la existencia de una obligación el que la alega, el que sostiene la existencia de una relación de derecho, porque está afirmando algo que es excepcional, esto es que las personas estén vinculadas por relaciones jurídicas. Por el contrario, si una persona sostiene que la obligación existió, pero que fue extinguida o modificada, debe probar su aserto, porque lo normal y corriente es que las obligaciones estén vigentes, que produzcan plenos efectos jurídicos, que sean susceptibles de ser exigidas. Es el criterio de la normalidad que subyace en el precepto indicado el que rige como regla general en esta materia, de modo que todo aquel que entabla una pretensión debe acreditar los enunciados fácticos que le sirven de 74 75 fundamento; por el contrario, todo aquel que pretenda excepcionarse, deberá justificar los hechos en que hace consistir sus excepciones. No es, entonces, el carácter de demandante o demandado el que determina el peso de la prueba, sino la naturaleza de las proposiciones o afirmaciones que éstos realizan. Por consiguiente, incumbe probar a aquél que realice una proposición contraria al estado normal de las cosas, o que tienda a modificar o destruir una situación adquirida. En este mismo orden de ideas, se suele señalar que los hechos constitutivos, que generan la obligación, afirmados por el actor deben ser probados por éste; por su parte, los hechos impeditivos, que producen la nulidad o inexistencia de una obligación, sostenidos por el demandado, deben ser probados por éste; lo mismo ocurre con los hechos extintivos. Eventualmente, estas reglas generales pueden verse alteradas ante la existencia de presunciones legales. Como veremos más adelante las presunciones de derecho, como no admiten prueba en contrario, implican una imposibilidad probatoria para desvirtuar el hecho presumido; en cambio, las presunciones simplemente legales, producen propiamente una alteración del peso de la prueba, admitiéndose en todo caso prueba en contrario. b.3.3.- Los elementos de prueba. Obedece a la interrogante de ¿Cómo se prueba? Se trata de los medios de que se valen las partes para demostrar la verdad de sus afirmaciones. Un elemento de prueba es todo instrumento, cosa o circunstancia en los cuales el juez encuentra los motivos de su convicción frente a las proposiciones de las partes. En un sistema de prueba legal o tarifada, sin libertad de medios, estos instrumentos se encuentran enumerados en forma taxativa por la ley, del mismo modo, es el legislador el que asigna el valor de convicción de cada uno de ellos. Por el contrario, en un sistema de libre valoración y libertad de medios, las partes pueden servirse de cualquier medio para probar un hecho y cualquier 75 76 hecho puede ser probado por cualquier medio, correspondiendo al tribunal fijar racionalmente el valor que asignará a cada elemento de convicción. En nuestro procedimiento ordinario civil rige el sistema de prueba legal, por ello la ley determina que los medios de prueba que las partes podrán utilizar en juicio, a saber:167 1.- Instrumentos públicos o privados; 2.- testigos; 3.- Presunciones; 4.- Confesión de parte; 5.- Informe de peritos; e 6.- Inspección personal del juez. Se suelen clasificar los medios probatorios, según los diversos puntos de vista del modo que sigue: 1.- Medios probatorios preconstituidos y circunstanciales. Los primeros, son aquellos que las partes crean al momento de la celebración de un negocio jurídico con el objeto de proporcionarse, de antemano, un elemento de convicción para un eventual juicio, por ejemplo: una escritura pública. Los segundos, son aquellos que nacen después de producido un hecho y mediante los cuales se puede reconstruir éste, por ejemplo: testigos y peritos. 2.- Medios probatorios directos e indirectos. Los primeros son aquellos que permiten al juez formarse su convicción por la observación personal y directa del hecho cuestionado, por ejemplo: la inspección personal del tribunal. Los segundos, a la inversa, son aquellos que permiten formar la convicción del tribunal a través de la percepción o conocimiento de terceros, por ejemplo: testigos y peritos. 3.- Medios probatorios que hacen plena prueba y los que hacen semi plena prueba. Los primeros son aquellos que por sí solos acreditan la efectividad del hecho cuestionado, sin necesidad de ir unidos o condicionados a otras circunstancias, por ejemplo: la confesión que recae sobre hechos personales del confesante. Los segundos son aquellos que por sí solos no 167 Arts. 1698 inciso 2° CC y 341 del CPC. 76 77 bastan para dar por establecido un hecho y que requieren de la concurrencia de otro medio probatorio para que así la prueba sea completada; sirven de base a presunciones judiciales. b.3.4.- Las reglas reguladoras de la prueba. Dentro de las numerosas y variadas disposiciones de orden sustantivo y procesal que regulan el instituto de la prueba, hay algunas de excepcional importancia, las cuales reciben el nombre de reglas o leyes reguladoras de la prueba. Son aquellas que tienen como misión fundamental enumerar los medios probatorios, determinar su eficacia o mérito probatorio particular y resolver sobre cuál de ellos debe primar en caso de ser contradictorios. Si bien los hechos que se dan por establecidos en la sentencia escapan al control de la casación en el fondo, pues es un recurso de mero derecho. Sin embargo, si los hechos se han establecido con infracción a estas reglas reguladoras de la prueba, procede el recurso de casación en el fondo, pues, en tal caso, hay infracción de ley con influencia sustancial en lo dispositivo del fallo. Esta infracción de ley puede haberse producido al dar por establecidos hechos por un medio probatorio no contemplado expresamente por el legislador; o atribuyéndole a los medios probatorios un valor o eficacia diverso al que le señala la ley; o dándole preferencia a un medio probatorio sobre otro, en circunstancias que, de acuerdo a aquélla, tiene mayor valor este último sobre el primero.168 Al acogerse el recurso nuestro máximo tribunal tiene que dar por establecidos nuevos hechos, haciendo adecuada aplicación de estas leyes, con lo cual tendrá que variar forzosamente la conclusión o parte resolutiva, que deberá contener la nueva sentencia. 168 La Excma. Corte Suprema ha resuelto que las leyes reguladoras de la prueba constituyen normas básicas de juzgamiento, que contienen obligaciones, limitaciones o prohibiciones a que deben sujetarse los sentenciadores; su infracción se produce cuando la sentencia quebranta o se aparta de tales limitaciones, pero no se infringen cuando los jueces ponderan los elementos de hecho y llegan a conclusiones determinadas. Los jueces sentenciadores son soberanos en relación con los hechos y éstos no pueden ser alterados por el tribunal de casación. RDJ, 1987, tomo LXXXIV, 2ª parte, sección 1ª, pág. 95, considerando 5°. 77 78 b.4.- Recepción de la causa a prueba. Una vez vencido el período de discusión, el artículo 318 del CPC impone al tribunal la obligación de examinar el expediente para determinar si existe controversia sobre hechos sustanciales y pertinentes. Si estima que no los hay, citará a las partes para oír sentencia. En cambio, si estima que existen hechos controvertidos que tengan el carácter de sustanciales y pertinentes, recibirá la causa a prueba y fijará los hechos sobre los que ella debe recaer. La resolución en que explícita o implícitamente se niega el trámite de recepción de la causa a prueba es apelable.169 Hace excepción a esta regla la resolución en que se accede a la petición de las partes en el sentido de fallar la causa sin más trámite. b.4.1.- La resolución que recibe la causa a prueba. Debe ser pronunciada por el tribunal después de haber examinado por sí mismo los antecedentes y de haber llegado a la conclusión de que hay o puede haber controversia sobre algún hecho sustancial y pertinente en el juicio.170 Esta sentencia interlocutoria de segunda clase debe contener dos requisitos o menciones esenciales, esto es, la orden de recibir la causa a prueba y la fijación o determinación de los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos sobre los cuales deberá aquélla recaer. Además, se suele agregar las audiencias en que se recibirá la prueba testimonial. Esta resolución debe notificarse por cédula a las partes.171 La sentencia interlocutoria que recibe la causa a prueba, es susceptible de reposición y apelación. Ambos recursos pueden perseguir una triple finalidad, a saber: la modificación de los hechos fijados, la eliminación de alguno, o la agregación de otros. La reposición debe interponerse dentro de tercero día y la apelación sólo puede interponerse en el carácter de subsidiaria de la 169 Art. 326 inciso 1°, parte primera, CPC. Para Couture prueba pertinente es aquella que versa sobre las proposiciones y hechos que son verdaderamente objeto de prueba. Prueba impertinente es, por el contrario, aquella que no versa sobre las proposiciones y hechos que no son objeto de determinación. Una prueba sobre un hecho no articulado en la demanda o en la réplica por el actor, o en la contestación y en la dúplica por el demandado, es prueba impertinente. También lo es la que versa sobre hechos que han sido aceptados por el adversario. 171 Art. 48 CPC. 170 78 79 reposición y para el caso que ésta no sea acogida. La apelación se concederá en el sólo efecto devolutivo.172 Se trata de una reposición especial, pues: 1.- Procede contra una sentencia interlocutoria, en circunstancias que, por regla general, sólo los autos y decretos son susceptibles de esta clase de recursos;173 2.- El plazo para interponerla es de tres días, no obstante que por regla general el plazo es de cinco días; y 3.- El tribunal puede resolverla de plano, o bien, darle tramitación de incidente, en circunstancias que la reposición debe ser siempre resuelta de plano, por lo menos cuando no se invocan nuevos antecedentes. La apelación también tiene reglas especiales: 1.- Sólo puede interponerse en el carácter de subsidiaria de la reposición pedida y para el caso de que ésta no sea acogida; 2.- Debe ser interpuesta dentro de tercero día, en circunstancias que el plazo general para apelar es de cinco días;174 y 3.- Se concede en el sólo efecto devolutivo, siendo que la regla general que la apelación se conceda en ambos efectos.175 Como consecuencia de estos recursos pueden darse dos situaciones diversas. En primer lugar, puede ocurrir que el tribunal acceda a la reposición solicitada, o sea, acepta modificar los hechos controvertidos fijados, eliminar alguno o algunos de ellos, o bien agregar otros. En tal caso, no necesita pronunciarse, además, sobre la apelación subsidiaria. Pero la otra parte litigante, que estaba conforme con la primitiva resolución que recibió la causa a prueba, puede apelar de la resolución que viene a modificarla, apelación que deberá serle concedida sólo en el efecto devolutivo.176 En una segunda situación, el tribunal a-quo no accede a la reposición solicitada, o sea, no acepta modificar los hechos controvertidos, eliminar 172 Art. 319 CPC. Art. 181 CPC. 174 Art. 189 CPC. 175 Art. 195 CPC. 176 Art. 326 inciso 1°, parte final, CPC. 173 79 80 algunos o agregar otros. En tal caso, deberá pronunciarse sobre la apelación subsidiaria, la que concederá en el solo efecto devolutivo. El tribunal ad-quem, por su parte, podrá confirmar o revocar la resolución apelada. Si confirma, no hay inconveniente alguno, ya que, una vez devueltas las compulsas, se agregarán al expediente, y el procedimiento seguirá su marcha normal, pero, si a la inversa, se revoca, se presenta el inconveniente que el término probatorio puede estar vencido, en circunstancias que se necesita rendir prueba al tenor de los hechos controvertidos fijados por el tribunal superior. La solución, en este caso, está en la concesión de un término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente el tribunal a-quo y que no podrá exceder de ocho.177 b.4.2.- Ampliación de la prueba por la ocurrencia de hechos nuevos. Esta institución tiene lugar en dos casos determinados, a saber: cuando dentro del término probatorio ocurre algún hecho sustancialmente relacionado con el asunto que se ventila; o bien, cuando se trata de hechos verificados y no alegados antes de recibirse y el que los aduce jura que sólo entonces han llegado a su conocimiento.178 Se pretende así ampliar los hechos sustanciales y pertinentes controvertidos, señalados en la resolución que recibe la causa a prueba como objeto de ella, con nuevos hechos, no importando que las partes ya hubieren preparado la prueba testimonial mediante la presentación de la minuta de puntos de prueba y lista de testigos. La petición de ampliación de la prueba se tramita en conformidad a las reglas generales de los incidentes, pero en ramo separado y sin suspender el término probatorio.179 Sin embargo, la otra parte, al responder el traslado recaído en la solicitud de ampliación, puede también alegar hechos que reúnan las condiciones antes señaladas, o que tengan relación con los que en dicha solicitud se mencionan.180 177 Art. 339 inciso 4° CPC. Art. 321 CPC. 179 Art. 322 inciso 2° CPC. 180 Art. 322 inciso 1° CPC. 178 80 81 En todo caso, este derecho de las partes litigantes para solicitar ampliación de la prueba se entiende con las limitaciones establecidas en el artículo 86 del CPC.181 En otras palabras, todos los incidentes de ampliación de la prueba, cuyas causas existan simultáneamente, deberán promoverse a la vez; pues, en caso contrario, serán rechazados de oficio por el tribunal, salvo que se trate de hechos esenciales para la ritualidad o marcha del juicio. La resolución que da lugar a la ampliación de la prueba en los términos indicados es inapelable.182 Dicha resolución debe conceder un término especial de prueba que se regirá por las normas del artículo 90 del CPC, limitándose a 15 días el plazo total que establece en su inciso tercero y sin perjuicio de lo prescrito en el artículo 431 del CPC.183 b.4.3.- Práctica de diligencias probatorias. Toda diligencia probatoria debe practicarse previo decreto del tribunal que conoce de la causa, notificado a las partes.184 La resolución que dispone la práctica de una diligencia probatoria es inapelable.185 Esta disposición revela el carácter esencialmente contradictorio que presenta el juicio, tanto en su período o fase de discusión, cuanto en su período de prueba, puesto que cada medio probatorio producido por una parte se halla sujeto al control de la otra. En los tribunales colegiados podrán practicarse las diligencias probatorias ante uno solo de sus miembros comisionado al efecto.186 Se trata de una facultad y no de una obligación, que tiende a facilitar en funcionamiento de este tipo de tribunales. b.5.- El término probatorio. b.5.1.- Concepto. 181 Art. 322 inciso 3° CPC. Art. 326 inciso 2°, parte final, CPC. 183 Art. 327 CPC. 184 Art. 324 CPC. 185 Art. 326 inciso 2° CPC. 186 Art. 325 CPC. 182 81 82 Es el espacio de tiempo destinado a que las partes suministren las pruebas al tenor de los hechos sustanciales y pertinentes controvertidos. Constituye una segunda etapa del procedimiento ordinario y su finalidad es la de permitir a los contendientes, en un período determinado, ofrecer y rendir todos los elementos de prueba que la ley pone a su disposición y que crean convenientes de acuerdo a su estrategia. Como veremos más adelante, el término probatorio es fatal para los efectos de ofrecer y rendir la prueba testimonial, la cual sólo puede practicarse dentro de él.187 En cambio, los instrumentos podrán presentarse en cualquier estado del juicio en primera instancia, hasta el vencimiento del término probatorio.188 Concerniente a las demás pruebas, ellas sólo deberán solicitarse en primera instancia dentro del término probatorio si no hubieren sido pedidas con anterioridad a su iniciación.189 Coincidente con ello, respecto de la absolución de posiciones puede solicitarse en cualquier estado del juicio y sin suspender por ella el procedimiento, hasta el vencimiento del término probatorio en primera instancia y hasta antes de la vista de la causa en segunda.190 Por otra parte, el reconocimiento pericial podrá decretarse de oficio en cualquier estado del juicio, pero las partes sólo podrán solicitarlo dentro del término probatorio.191 b.5.2.- Características. En primer lugar es, desde luego, un término legal, por cuanto la propia ley se encarga de señalar su duración (normalmente 20 días); pero también puede ser judicial, ya que el juez está facultado para señalar términos especiales de prueba; e incluso puede ser convencional, pues, por acuerdo unánime de las partes se puede reducir su duración.192 En segundo lugar es un término común, pues comienza a correr con la última notificación.193 Y ¿cuál es esta última notificación? No puede ser otra que 187 Art. 340 CPC. Art. 348 CPC. 189 Art. 327 inciso 1° CPC. 190 Art. 385 inciso 2° CPC. 191 Art. 412 inciso 1° CPC. 192 Art. 328 inciso 2° CPC. 193 Art. 327 CPC. 188 82 83 la señalada en el artículo 320 del CPC, si se desea darle a este precepto una aplicación armónica en relación con el artículo 327 del mismo cuerpo legal, o sea, la notificación de la resolución que recibe la causa a prueba en caso de que no haya sido objeto de recursos, o bien, en caso de que lo hubiere sido, la de la resolución que se pronuncia sobre la última solicitud de reposición. En tercer lugar, es un plazo fatal para rendir la prueba testimonial,194 para acompañar los documentos y para solicitar la realización de las otras diligencias probatorias. Por último, es un término que no se suspende en caso alguno, salvo que todas las partes lo pidan.195 b.5.3.- Clases de Términos Probatorios. Nuestra ley procesal civil reconoce tres clases de términos probatorios: el término probatorio ordinario (art. 328 CPC); el término probatorio extraordinario (arts. 329 al 338 CPC); y el término probatorio especial (arts. 339 y 340 CPC). El término probatorio ordinario. Constituye la regla general y su duración, por expresa disposición de la ley, es de 20 días, a menos que por acuerdo unánime de las partes, se reduzca este plazo.196 Por tratarse de un plazo legal y de días se suspende durante los feriados;197 se comienza a contar desde la última notificación por cédula de la resolución que recibió la causa a prueba, o desde la notificación por el estado diario de la resolución que se pronunció sobre la última solicitud de reposición 194 Art. 340 inciso 1° CPC. Art. 339, inciso 1° CPC. 196 Art. 328 CPC. 197 Art. 66 CPC. 195 83 84 de la resolución anterior;198 y se extingue al vigésimo día hábil para los efectos de rendir prueba testimonial.199 Normalmente está destinado a rendir toda clase de pruebas dentro del territorio jurisdiccional del tribunal en que se sigue el juicio, pero también se puede rendir prueba en cualquier parte de la República y fuera de ella.200 En la práctica el término ordinario es insuficiente para rendir pruebas fuera del territorio jurisdiccional en que se sigue el juicio, y de allí la existencia de los términos de prueba extraordinario y especiales. El Término probatorio extraordinario. Es aquel plazo destinado a rendir prueba en un territorio jurisdiccional diverso al que se sigue el juicio o fuera del territorio de la República. En este caso se aumentará el término ordinario con un número de días igual al que concede el artículo 259 para aumentar el emplazamiento.201 De lo dicho podemos apreciar que el término probatorio extraordinario es de dos clases, a saber: uno destinado a rendir prueba en otro territorio jurisdiccional pero dentro de la República y el otro para rendir prueba fuera de la República. Tiene importancia esta distinción, pues estas hipótesis difieren en cuanto a los requisitos de procedencia, a la caución que debe otorgarse y a la tramitación que debe darse a la solicitud respectiva. El término extraordinario de prueba está constituido por el término ordinario de prueba, de 20 días, ampliado con un número de días igual al que concede el artículo 259 del CPC para aumentar el término de emplazamiento; y este aumento extraordinario comienza a correr una vez que se ha extinguido el término ordinario, sin interrupción, y sólo durará para cada localidad el número de días fijado en la tabla respectiva.202 198 Art. 320 inciso 1° CPC. Art. 340 inciso 1° CPC. 200 Art. 334 CPC. 201 Art. 329 CPC. No sólo es procedente en el procedimiento ordinario de mayor cuantía, sino también en el procedimiento ordinario de menor cuantía (no pudiendo exceder en total de 20 días, art. 698 N° 3 CPC); en el procedimiento sumario (sin que pueda exceder de 30 días, arts. 682 y 90 CPC); en los juicios de hacienda (art.748 CPC); en los juicios de nulidad de matrimonio y de divorcio perpetuo (art. 753 CPC); en los juicios sobre cuentas (art. 693 y siguientes CPC); en los juicios sobre alimentos; en los juicios sobre pago de ciertos honorarios (art. 697 CPC); en los juicios seguidos ante árbitros de derecho, tramitados de acuerdo a procedimientos en que procede el aumento extraordinario (arts. 223 inciso 2° del COT y 628 CPC); y en el juicio ejecutivo (el aumento no podrá exceder en total de 20 días y siempre que lo pida el ejecutante, art. 468 CPC). 202 Art. 333 CPC. 199 84 85 Es obvio que, una vez vencido el término probatorio ordinario, sólo podrá rendirse prueba en aquellos lugares para los cuales se haya otorgado aumento extraordinario del término.203 El aumento extraordinario para rendir prueba dentro de la República se concederá siempre que se solicite, antes del vencimiento del término ordinario e indicando el lugar en que dicha prueba debe rendirse, previa citación; salvo, que haya justo motivo para creer que se pide maliciosamente o con el sólo propósito de demorar el curso del juicio.204 En cambio, no se concederá el aumento extraordinario para rendir prueba fuera de la República, sino cuando concurren las circunstancias siguientes:205 1ª.- Que del tenor de la demanda, de la contestación o de otra pieza del expediente aparezca que los hechos a que se refieren las diligencias probatorias solicitadas han acaecido en el país en que deben practicarse dichas diligencias, o que allí existen los medios probatorios que se pretende obtener; 2ª.- Que se determine la clase y condición de los instrumentos de que el solicitante piensa valerse y el lugar en que se encuentran; y 3ª.- Que, tratándose de prueba de testigos, se exprese su nombre y residencia o se justifique algún antecedente que haga presumible la conveniencia de obtener sus declaraciones. Además, el tribunal exigirá, para dar curso a la solicitud, que se deposite en la cuenta corriente del tribunal la cantidad contemplada en el artículo 338 inciso 1° del CPC. De cumplirse los requisitos señalados precedentemente, el tribunal decretará el aumento con audiencia de la contraparte,206 esto es, no se concede desde luego sino que es preciso oír previamente a la parte contraria, a la cual se le conferirá traslado por tres días de esta petición, y con lo que esta exponga o transcurrido el plazo sin que nada señale, el tribunal resolverá la solicitud. Estos incidentes se tramitarán en pieza separada y no suspenderán el término 203 Art. 335 CPC. Arts. 330, 332 y 336 CPC. 205 Art. 331 CPC. 206 Art. 336 inciso 1° CPC. 204 85 86 probatorio; pero, con todo, no se contarán en el aumento extraordinario los días transcurridos mientras dure el incidente sobre concesión del mismo.207 La parte que haya obtenido aumento extraordinario del término para rendir prueba en otro territorio jurisdiccional, pero dentro de la República y no la rinda o sólo rinda una impertinente, será obligada a pagar a la otra parte los gastos que ésta haya hecho para presenciar las diligencias pedidas, sea personalmente, sea por medio de mandatario. Esta condenación se impondrá en la sentencia definitiva y podrá el tribunal exonerar de ella a la parte que acredite no haberla rendido por motivos justificados.208 En cambio, la parte que haya obtenido aumento extraordinario del término para rendir prueba fuera de la República y no la rinda, o sólo rinda una impertinente, fuera de incurrir en la misma sanción anterior, y en las condiciones ya señaladas, perderá, además, la consignación efectuada, si resulta establecida en el proceso alguna de las circunstancias siguientes:209 1ª.- Que no se haya hecho diligencia alguna para rendir la prueba pedida; 2ª.- Que los testigos señalados, en el caso del artículo 331, no tenían conocimiento de los hechos, ni se han hallado en situación de conocerlos; y 3ª.- Que los testigos o documentos no han existido nunca en el país en que se ha pedido que se practiquen las diligencias probatorias. El término probatorio especial. Tiene como fuente una resolución judicial y es supletorio de los anteriores. Su fundamento radica en el hecho de que el término probatorio ordinario no se suspende en caso alguno, salvo que todas las partes lo pidan,210 ni siquiera con motivo del incidente de ampliación de la prueba y del incidente de aumento extraordinario; debiendo, por lo demás, todos los incidentes que se formulen durante dicho término o que se relacionen con la prueba tramitarse en cuaderno separado. Mientras tanto puede ocurrir algún accidente o entorpecimiento que impida rendir la prueba, por razones ajenas a la parte, y 207 Art. 336 incisos 2° y 3° CPC. Art. 337 CPC. 209 Art. 338 inciso 2° CPC. 210 Art. 339 inciso 1° CPC. 208 86 87 no es justo dejarla sin oportunidad de rendirla. Este inconveniente se salva mediante la petición y concesión de un término probatorio especial. El término especial de prueba se concede en los siguientes casos: 1°.- Si durante el término probatorio ocurren entorpecimientos que imposibiliten la recepción de la prueba, sea absolutamente, sea respecto de algún lugar determinado, en cuyo caso podrá otorgarse por el tribunal un nuevo término especial por el número de días que haya durado el entorpecimiento y para rendir prueba sólo en el lugar a que dicho entorpecimiento se refiera.211 Para tener derecho a solicitar este término especial de prueba es necesario que la parte reclame del obstáculo que impide la prueba en el momento de presentarse o dentro de los tres días siguientes.212 2°.- Deberá concederse un término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente el tribunal, y que no podrá exceder de ocho, cuando tenga que rendirse nueva prueba, de acuerdo con la resolución que dicte el tribunal de alzada, acogiendo la apelación subsidiaria a que se refiere el artículo 319 del CPC.213 A diferencia del caso anterior, para hacer uso de esta facultad no se requiere de reclamación previa; y, en todo caso, la prueba ya producida, y que no esté afectada por la resolución del tribunal de alzada tendrá pleno valor. 3°.- Si la prueba testimonial se ha comenzado a rendir en tiempo hábil y no se concluye en él por impedimento cuya remoción no haya dependido de la parte interesada, podrán practicarse dentro de un breve término que el tribunal señalará, por una sola vez, para este objeto. Es preciso reclamar del entorpecimiento dentro del probatorio o de los tres días siguientes a su vencimiento. 214 4°.- Si el motivo del entorpecimiento es la inasistencia del Juez de la causa, debe el Secretario, a petición verbal de cualquiera de las partes, certificar el hecho en el proceso y con el mérito de este certificado fijará el tribunal nuevo día para la recepción de la prueba.215 211 Art. 339 inciso 2° CPC. Art. 339 inciso 3° CPC. 213 Art. 339 inciso final CPC. 214 Art. 340 inciso 2° CPC. 215 Art. 340 inciso final CPC. 212 87 88 5°.- Siempre que el legislador así lo establezca, por ejemplo: artículos 159 inciso 4°, 376 y 402 del CPC. b.6.- LOS MEDIOS DE PRUEBA EN PARTICULAR. Recordemos que medio de prueba es todo instrumento, cosa o circunstancia en los que el juez encuentra los motivos de su convicción. Como en nuestro procedimiento ordinario rige el sistema probatorio legal o tarifado, es la ley la que señala taxativamente los elementos de prueba de que pueden hacer uso los litigantes, en apoyo de sus pretensiones y excepciones.216 b.6.1.- La prueba instrumental. Concepto. Es aquella que se produce por medio de instrumentos. Se le llama también prueba documental o literal. Instrumento, a su vez es sinónimo de documento, y se define como todo escrito en que se consigna un hecho o se deja constancia de una manifestación de voluntad que produce efectos jurídicos. También se ha dicho que documento, en sentido amplio, es toda representación material destinada e idónea para reproducir una cierta manifestación del pensamiento. Dentro de este concepto amplio no sólo caben las representaciones escritas, denominadas instrumentos, que no son más que una especie de los documentos, sino que también los otros documentos de carácter no instrumental como son las fotografías, películas, cintas magnetofónicas, discos, radiografías, electrocardiogramas, planos, cuadros, dibujos, etc. Este elemento de prueba pertenece a los preconstituidos, o sea, aquellos que crean las partes, al momento de la celebración de un negocio jurídico, con 216 Arts. 1698 inciso 2° CC y 341 CPC. Sin embargo la jurisprudencia, frente a situaciones especiales ha considerado otros elementos de prueba, encasillándolos dentro de los medios probatorios clásicos. Así la fotografía o la radiografía, como prueba instrumental. 88 89 el objeto de proporcionarse de antemano un elemento de convicción para el evento de un juicio posterior. Este elemento probatorio no recibe los reparos de la prueba testimonial, ya decía Montesquieu: “La escritura es un testigo que difícilmente se corrompe”. Según Devis Echandía: “los documentos suministran una representación permanente y relativamente segura de los hechos que pueden interesar más tarde en un proceso o que suelen hacerse valer en las relaciones de sociedad extraprocesalmente, por lo cual es enorme su importancia como instrumento de certeza jurídica, de realización espontánea y pacífica de los derechos. De ahí la tendencia inmemorial a exigir el escrito como prueba de ciertos actos jurídicos e inclusive como requisito para su nacimiento y validez, que en el derecho moderno ha disminuido en cuanto a lo primero y se ha acentuado para lo segundo. La importancia del documento es consecuencia lógica de sus múltiples funciones”. Clasificación. Este medio de prueba admite diversas clasificaciones según sean los puntos de vista desde los cuales se las formule. Así, según la función que desempeñan, los instrumentos se dividen en documentos creados por vía de prueba (ad probationem) y por vía de solemnidad (ad solemnitatem). Los primeros sirven para acreditar o probar un hecho; los segundos, en cambio, están destinados a observar una solemnidad o formalidad legal que proporciona eficacia al acto o contrato y sirven también para acreditarlo. En atención a su autenticidad, los instrumentos se dividen en públicos y privados. Instrumento público o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el competente funcionario.217 Instrumento privado, en cambio, es aquel que deja constancia de un hecho sin solemnidad legal alguna. Esta clasificación es relevante en atención al diverso valor probatorio que la ley asigna a una y otra clase de documentos. 217 Art. 1699 inciso 1° CC. 89 90 El funcionario que interviene en la autorización de un instrumento público es diverso según sea la naturaleza de éste,218 mas debe ser competente, es decir, facultado expresamente por la ley para este efecto; debe actuar dentro del marco de sus atribuciones o deberes y en el territorio jurisdiccional asignado. Las solemnidades legales varían según la naturaleza del instrumento público. Una especie de instrumento público es la escritura pública, definida como aquel instrumento público o auténtico otorgado ante notario competente e incorporado en su protocolo o registro público.219 No debe confundirse con el documento protocolizado, esto es, un documento agregado al final del registro de un notario, a pedido de quien lo solicita.220 A través de la protocolización el instrumento privado adquiere fecha cierta respecto de terceros,221 además, algunos documentos privados una vez protocolizados pasan a tener la misma fuerza que un documento público.222 También existen documentos privados autorizados por un notario. Iniciativa en la prueba documental. Por regla general, cada litigante presenta en juicio los instrumentos que tenga en su poder como medio probatorio de sus enunciados fácticos. Materialmente ello se efectúa a través de una solicitud escrita, adjuntando los documentos ofrecidos. Sin embargo, hay veces en que los documentos no se encuentran en poder de la parte que desea utilizarlos como medios de prueba, sino en manos de la contraparte o de un tercero. En esos casos la ley establece un 218 Así, en las sentencias será el juez, cuya firma es también autorizada por el secretario; en las escrituras públicas intervendrá un notario; en las partidas de estado civil actuará el oficial de Registro Civil, etc. 219 Arts. 1699 inciso 2° CC y 403 COT. 220 Arts. 415 inciso 1° y 420 COT. 221 Art. 419 COT. 222 Así ocurre con los testamentos cerrados y abiertos en forma legal; los testamentos solemnes abiertos, que se otorguen en hojas sueltas, siempre que su protocolización se haya efectuado, a más tardar, dentro del primer día siguiente hábil al de su otorgamiento; los testamentos menos solemnes o privilegiados que no hayan sido autorizados por notario, previo decreto del juez competente; las actas de oferta de pago; y los instrumentos otorgados en el extranjero, las transcripciones y traducciones efectuadas por el intérprete oficial o los peritos nombrados al efecto por el juez competente y debidamente legalizadas, que hayan servido para otorgar escrituras en Chile. 90 91 procedimiento especial, que recibe el nombre de exhibición de instrumentos.223 La exhibición se decreta a petición de parte, y el tribunal para ordenarla debe constatar la concurrencia de dos requisitos: 1°.- Que los documentos tengan relación directa con la cuestión debatida; y 2°.- Que los documentos no revistan el carácter de secretos o confidenciales. Los documentos cuya exhibición se solicita podrán existir en poder de la otra parte o de un tercero. Naturalmente que si se niega por la contraparte o por el tercero la existencia de estos documentos en su poder, se habrá suscitado un incidente previo, que será necesario resolver a la luz de las pruebas que sobre el particular se suministren. Los gastos que la exhibición genere serán de cuenta del que la solicite, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre el pago de costas en la sentencia definitiva. Ahora bien, la exhibición consiste en mostrar el documento al tribunal y agregar copia autorizada de él al expediente; pero cuando ella deba hacerse por un tercero, podrá éste exigir que en su propia casa u oficina se saque testimonio de los instrumentos por un ministro de fe. Si se rehúsa la exhibición sin justa causa, las sanciones serán diversas según se trate de la contraparte o de un tercero. Si la contraparte es la desobediente, incurre en doble sanción, a saber: 1) podrá imponérsele multa o arrestos hasta de dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal, sin perjuicio de repetir la orden y el apercibimiento; y 2) Perderá el derecho de hacer valer los documentos cuya exhibición se le ha ordenado.224 Si el desobediente es un tercero sólo podrá apremiársele con multa o arresto. Por último, la iniciativa de la prueba instrumental puede corresponderle al propio juez cuando, puesto el proceso en estado de sentencia, ordene como 223 Art. 349 CPC. Salvo que la otra parte los haga valer también en apoyo de su defensa, o si se justifica o aparece de manifiesto que no los pudo exhibir antes, o si se refieren a hechos distintos de aquellos que motivaron la solicitud de exhibición (art. 277 CPC). 224 91 92 medida para mejor resolver la agregación de cualquier documento que estime necesario para esclarecer el derecho de los litigantes.225 Oportunidad en que debe rendirse la prueba instrumental. Por la importancia de este medio probatorio el legislador confiere a las partes una amplia oportunidad para rendirlo. En efecto, los documentos pueden presentarse en cualquier estado del juicio hasta el vencimiento del término probatorio en primera instancia, y hasta la vista de la causa en segunda instancia.226 En todo caso, la agregación de los documentos que se presenten en segunda instancia no suspenderán la vista de la causa; pero el tribunal no podrá fallarla sino después de vencido el término de la citación, cuando haya lugar a ella.227 Resuelve así el legislador, de manera práctica, el posible conflicto que pudiere originarse con la presentación a última hora de documentos en la segunda instancia que exigen, como se comprende, citación previa: la causa siempre se ve, pero el tribunal no puede fallarla mientras no venza el plazo de la citación. Ahora, si la agregación de los instrumentos al proceso se decreta como medida para mejor resolver, ella se producirá una vez citadas las partes para oír sentencia, en primera instancia, y terminada la vista de la causa, en segunda, pues estas medidas las decreta el tribunal cuando el proceso está en estado de sentencia.228 Instrumentos extendidos en lengua extranjera. Se trata de documentos, públicos o privados, otorgados en idioma diverso del castellano. Con motivo de su presentación a juicio pueden presentarse dos situaciones: 1ª.- Que la parte acompañe el instrumento y su correspondiente traducción. En este caso la traducción valdrá, salvo que la parte contraria exija, 225 Art. 159 N° 1° CPC. Arts. 348 inciso 1° y 207 inciso 1° CPC. 227 Art. 348 inciso 2° CPC. 228 Art. 159, inciso 1° N° 1, CPC. 226 92 93 dentro de seis días, que sea revisada por un perito que el tribunal designe, a costa del que presentó el documento, sin perjuicio de lo que resuelva respecto de las costas en la sentencia.229 2ª.- Que la parte acompañe el instrumento, pero sin traducción alguna. En este caso el tribunal, de oficio, mandará traducir el documento por el perito que designe, a costa del que lo presentó, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre costas en la sentencia.230 En resumen, la agregación de un documento en juicio, en parte de prueba, extendido en idioma extranjero implica el cumplimiento de una formalidad extra, cual es su traducción, para colocar así al juez en condiciones de apreciar su contenido, la que es efectuada de conformidad a lo expresado en los dos casos antes señalados. Los instrumentos públicos. Como ya señalamos, instrumento público o auténtico es el autorizado con las solemnidades legales por el competente funcionario; pero como, por regla general, esta clase de instrumentos, por su excepcional importancia, se otorgan en una matriz y en seguida se da copia de ellos y, además, cuando es necesario utilizarlos en juicio hay que acompañarlos materialmente, la ley procesal se ha visto en la necesidad de precisar concretamente que instrumentos se consideran públicos o auténticos ante los tribunales. Se consideran como instrumentos públicos en juicio los documentos originales o las copias dadas en determinadas condiciones, siempre que en su otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que les confieran este carácter, a saber:231 1°.- Los documentos originales. El instrumento público pudo haberse otorgado en una matriz o protocolo o sin ella. En el primer caso, la matriz o protocolo será el instrumento original, 229 Art. 347 inciso 2° CPC. Art. 347 inciso 1° CPC. 231 Art. 342 CPC. 230 93 94 que se mantendrá allí, pudiendo los interesados obtener copias autorizadas de ellos. En el segundo caso, el instrumento mismo será el documento original y éste podrá acompañarse a juicio. 2°.- Las copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban para que hagan fe respecto de toda persona, o, a lo menos, respecto de aquella contra quien se hacen valer. 3°.- Las copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean objetadas como inexactas por la parte contraria dentro de los tres días siguientes a aquel en que se le dio conocimiento de ellas. Se trata de copias simples, otorgadas sin autorización de funcionario competente ni con sujeción a las formalidades legales de rigor, respecto de las cuales, acompañadas a juicio con citación, la parte contraria no las objeto, razón por la cual según la ley se consideran como instrumento público en el pleito.232 4°.- Las copias que, objetadas en el caso del número anterior, sean cotejadas y halladas conforme con sus originales o con otras copias que hagan fe respecto de la parte contraria. Se trata de una copia simple que, acompañada al expediente en parte de prueba, es objetada dentro del plazo de tres días como inexacta por la contraria. En este evento, la parte que acompaña el instrumento deberá pedir un cotejo de instrumentos, esto es, una diligencia judicial destinada a comparar la copia simple del instrumento acompañado con el documento original o con una copia autorizada que haga fe respecto de la contraria y efectuada por el funcionario competente, esto es, el juez o cualquier ministro de fe designado por el tribunal, como un notario, un receptor o el secretario del tribunal.233 5°.- Los testimonios que el tribunal mande agregar durante el juicio, autorizados por su secretario u otro funcionario competente y sacados de los 232 Se ha resuelto que el hecho que los documentos acompañados sean fotocopias no constituye causal legal de objeción. Tampoco lo es el hecho que a la demandada no le conste la veracidad, autenticidad e integridad de dichas copias, atendido lo establecido en los artículos 342 y 346 del CPC. El hecho de emanar de terceros y ser impertinentes al juicio, es materia que tiene que ver con el valor probatorio de los documentos, alegaciones que, en consecuencia, tampoco constituyen causal legal de objeción (SCS, RDJ, 1996, Tomo XCIII, 2ª parte, sección 1ª, pág. 79, considerando 7°). 233 Art. 344 CPC. 94 95 originales o de copias que reúnan las condiciones indicadas en el número anterior. En el fondo se trata de una medida para mejor resolver.234 6º Los documentos electrónicos suscritos mediante firma electrónica avanzada. Se refiere a aquella firma puesta en un documento electrónico que ha sido certificada por un prestador acreditado y que ha sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo control, de manera que se vincule únicamente al mismo y a los datos a los que se refiere, permitiendo la detección posterior de cualquier modificación, verificando la identidad del titular e impidiendo que desconozca la integridad del documento y autoría, concepto aquel que se encuentra expresamente definido por el legislador en el artículo 2º letra g) de la Ley 19.799 sobre Documentos Electrónicos. Al efecto, se debe considerar que la firma electrónica avanzada no debe confundirse con la firma electrónica simple, que puede consistir en cualquier sonido, símbolo o proceso electrónico, que permite al receptor de un documento electrónico identificar al menos formalmente a su autor. Sin perjuicio de todo lo señalado precedentemente, la ley se pone en el caso de que las copias acompañadas sólo contengan una parte del instrumento original; copias incompletas aunque no inexactas. En cuyo caso, cualquiera de los interesados en el pleito podrá exigir que se agregue el todo o parte de lo omitido, a sus expensas, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre pago de costas en la sentencia.235 Instrumentos públicos otorgados en el extranjero.236 El artículo 17 del CC dice: “la forma de los instrumentos públicos se determina por la ley del país en que hayan sido otorgados. Su autenticidad se probará según las reglas establecidas en el Código de Enjuiciamiento”. Agrega que “La forma se refiere a las solemnidades externas, y la autenticidad al hecho 234 Art. 159 N° 1° CPC. Art. 343 CPC. 236 Art. 345 CPC. 235 95 96 de haber sido realmente otorgados y autorizados por las personas y de la manera que en tales instrumentos se exprese”. De la disposición transcrita resulta que los requisitos que deben concurrir para que tengan valor en Chile los documentos otorgados en el extranjero son: que la forma de ellos se ajuste a la del país donde se otorgó y que se acredite su autenticidad, vale decir el hecho de haber sido otorgados realmente de la manera que en los instrumentos se expresa. El procedimiento tendiente a obtener la autenticidad de un instrumento público otorgado en el extranjero se denomina legalización. Los instrumentos públicos otorgados fuera de Chile deberán presentarse debidamente legalizados, o sea, que para que tengan valor en juicio es necesario que previamente hayan sido sometidos a ciertos procedimientos destinados a acreditar su autenticidad, vale decir, el hecho de haber sido realmente otorgados y de la manera que en ellos se expresa. Debe constar su carácter público y la verdad de las firmas de las personas que los han autorizado, atestiguadas ambas circunstancias por los funcionarios que, según las leyes o la práctica de cada país, deban acreditarlas. La autenticidad de las firmas y el carácter de estos funcionarios se comprobará en Chile por alguno de los medios siguientes: 1°.- El atestado de un agente diplomático o consular chileno, acreditado en el país de donde el instrumento procede, y cuya firma se compruebe con el respectivo certificado del Ministerio de Relaciones Exteriores; 2°.- El atestado de un agente diplomático o consular de una nación amiga acreditado en el mismo país, a falta de funcionario chileno, certificándose en este caso la firma por conducto del Ministerio de Relaciones Exteriores del país a que pertenezca el agente o del Ministro Diplomático de dicho país en Chile, y además por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República en ambos casos; y 3°.- El atestado del agente diplomático acreditado en Chile por el gobierno del país en donde se otorgó el instrumento, certificándose su firma por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República. 96 97 En consecuencia, los procedimientos de legalización antes señalados son esencialmente administrativos y se componen de dos etapas o partes. La primera, destinada a hacer constar en el instrumento mismo el carácter público y la verdad de las firmas de las personas que aparecen autorizándolo. La segunda, en cambio, procura hacer constar también en el instrumento el carácter público y la verdad de las firmas de los funcionarios que aparecen atestiguando las dos primeras circunstancias. La primera etapa escapa, pues, a nuestro legislador y se rige por las leyes o las prácticas del país en donde se ha otorgado el documento público que se trata de legalizar; y la segunda, por el contrario, cae de lleno en el ámbito de nuestra legislación, o sea, del precepto procesal civil. Es del caso hacer notar que determinados instrumentos públicos, si bien han sido otorgados fuera de Chile, no necesitan de los trámites de la legalización para ser acompañados válidamente en juicio. Se trata de instrumentos que pueden otorgar nuestros agentes diplomáticos o consulares en el extranjero destinados a producir efecto en Chile, por ejemplo: una escritura pública otorgada ante un cónsul chileno. Manera de acompañar los instrumentos públicos en juicio. Los instrumentos públicos se acompañan en juicio con citación de la parte en contra de la cual se hacen valer. En verdad no existe una disposición legal expresa que consagre la anterior manera de proceder, pero ella se deduce de lo preceptuado en los artículos 342 N° 3° y 4°, 795 N° 5° y 800 N° 2° del CPC. Esta expresión citación debe entenderse en el sentido señalado en el artículo 69 del mismo texto legal, o sea, que la parte en contra de la cual se presenta el instrumento público tiene un plazo fatal de tres días para impugnarlo. Ahora bien, desde el momento en que la citación de la contraria, respecto del documento acompañado, es un trámite o diligencia esencial, su omisión permite deducir recurso de casación en la forma en contra de la sentencia que se dicte en estas condiciones, esto es, ponderando el mérito probatorio del 97 98 instrumento sin haberle dado la oportunidad a la parte contraria de impugnarlo. A la inversa, si el documento ha sido acompañado con citación de la parte en contra de la cual se presenta, y la sentencia no analiza el mérito probatorio de dicho instrumento, quiere decir que ella también será nula; pero, en este caso, por no haber sido extendida en conformidad a la ley, más concretamente por no contener la exposición de los hechos en que se funda, o sea, la ponderación o análisis de todos los medios probatorios suministrados por las partes. Valor probatorio del instrumento público. El instrumento público hace plena fe en cuanto al hecho de haberse otorgado y su fecha, pero no en cuanto a la verdad de las declaraciones que en él hayan hecho los interesados. En esta parte no hace plena fe sino en contra de los declarantes.237 Además la ley establece que el instrumento público o privado hace fe entre las partes aun en lo meramente enunciativo, con tal que tenga relación directa con lo dispositivo del acto o contrato.238 En cuanto al hecho de haberse otorgado el instrumento público, no puede ser discutido ni por los otorgantes o interesados, ni por los terceros.239 Ello se debe a la intervención del funcionario competente en su otorgamiento, quien da fe de este hecho. Lo mismo sucede con la fecha del instrumento público. Respecto del hecho de haberse efectuado las declaraciones que en el instrumento público se consignan, también tiene mérito probatorio respecto de los otorgantes e interesados y de los terceros, toda vez que ello no puede escapar a los sentidos del funcionario público que interviene en su otorgamiento, por lo que puede y debe ser objeto de su autenticación. Por último, queda por analizar la eficacia de las declaraciones o estipulaciones estampadas en el instrumento público. De conformidad a los 237 Art. 1700 inciso 1° CC. Art. 1706 CC. 239 Ver art. 17 CC. 238 98 99 principios generales del derecho, los actos o contratos sólo obligan a las personas que han intervenido en su otorgamiento o celebración; a contrario sensu no obligan de manera alguna a los terceros ajenos a ellos. Por ello, la norma establece que en cuanto a la verdad de las declaraciones contenidas en el instrumento sólo hacen fe respecto de los declarantes. Es preciso distinguir aquí entre declaraciones dispositivas y enunciativas. Es declaración dispositiva la que se hace con el fin de expresar el consentimiento, de manifestar la voluntad necesaria para dar vida a un acto jurídico, ya se trate de los actos que crean derechos y obligaciones o de los que las extinguen o modifican. Conforme al artículo 1700 del CC, el instrumento público no hace fe de la verdad de las declaraciones dispositivas; el no garantiza que la declaración sea sincera; no atestigua que el acto jurídico otorgado no sea simulado. Sin embargo la ley presume que esas declaraciones son sinceras, porque lo normal es que los actos jurídicos que se otorguen sean reales y no simulados; en consecuencia, quien sostenga que esas declaraciones dispositivas son simuladas, no reales, debe acreditarlo. Pero esas declaraciones dispositivas contenidas en el instrumento hacen plena fe contra las partes, pues así lo establece expresamente la norma antes citada. La declaración enunciativa simplemente refiere hechos; es una simple relación de cosas, no crea acto alguno. Por regla general, no hace plena fe; salvo que tenga relación directa con lo dispositivo del acto, en cuyo caso, dado lo dispuesto en el artículo 1706 del CC, el instrumento público hace plena fe entre las partes aun en lo meramente enunciativo. Las declaraciones enunciativas que no tienen relación directa con lo dispositivo del acto, tienen el mérito de una confesión extrajudicial, que, en conformidad al artículo 398 del CPC sólo sirve de base a una presunción judicial; pero si tal confesión ha sido prestada en presencia de la parte que la invoca, ella tiene el mérito de presunción grave para acreditar los hechos a que se refiere; por consiguiente, si es alguno de los comparecientes al instrumento 99 100 público el que invoca la declaración enunciativa de otro, éste tiene el carácter de presunción grave para acreditar los hechos declarados. Impugnación de los instrumentos públicos. Es el medio a través del cual se pretende privar a un instrumento público de su fuerza probatoria. Existe consenso en doctrina y en la jurisprudencia para estimar que las causales de impugnación de un instrumento público son: 1) la nulidad; 2) la falsedad o falta de autenticidad; y 3) la insinceridad o falta de verdad en las declaraciones que contiene. La nulidad del instrumento público es una sanción en que se incurre cuando le falta a éste alguno de los requisitos que las leyes prescriben para su valor.240 Estos requisitos omitidos pueden decir relación con el funcionario que intervino en su otorgamiento o con determinadas formalidades legales.241 El funcionario puede no haber sido tal, o puede haber actuado fuera de la esfera de sus atribuciones, tanto en razón de materia o de territorio. En ambos casos el instrumento sería nulo absolutamente. Pueden alegar la nulidad tanto las partes que intervinieron en el otorgamiento del instrumento como los terceros; pudiendo valerse para acreditar la nulidad de cualquier medio probatorio, pues aquí se trata de probar un hecho de carácter material sin que intervengan las limitaciones legales en orden a la prueba de los actos jurídicos. La nulidad del instrumento público no siempre significa la nulidad del acto o contrato que en él se contiene: una cosa es independiente de la otra; a menos que el instrumento público, cuya nulidad se ha pedido y declarado, sea solemnidad del acto o contrato. La falsedad del instrumento público es sinónima de falta de autenticidad del mismo; y un instrumento público no es auténtico cuando no ha sido 240 241 Art. 1699 CC. Art. 1701 inciso 2° CC. 100 101 realmente otorgado y autorizado por las personas y de la manera que en él se expresan. Se ha resuelto que no es auténtico un instrumento público que ha sido falsificado, es decir, cuando se ha creado completamente un documento que en realidad no existe; o cuando, existiendo realmente, se altera su contenido material haciéndole adiciones o enmiendas; o cuando los hechos declarados o certificados por el funcionario que debe intervenir en su otorgamiento son falsos. La impugnación por falta de autenticidad de una escritura pública consiste en demostrar que lo que el funcionario declara o certifica no es verdad.242 Pueden efectuar esta impugnación tanto las partes como terceros; y para acreditar su fundamento podrán valerse de todos los medios probatorios, sin limitación alguna, pues se trata de acreditar hechos materiales y no la existencia o modificación de actos jurídicos. Confirma lo anterior el artículo 355 del CPC, al disponer: “En el incidente sobre autenticidad de un instrumento o sobre suplantaciones hechas en él, se admitirán como medios probatorios, tanto el cotejo de que tratan los cinco artículos precedentes como los que las leyes autoricen para la prueba del fraude”. Acto seguido agrega “En la apreciación de los diversos medios de prueba opuestos al mérito de un instrumento el tribunal se sujetará a las reglas generales establecidas en el presente Título, y con especialidad a las consignadas en el párrafo 8°”. En otras palabras, cada medio probatorio destinado a demostrar la falta de autenticidad del instrumento público tendrá el valor que la ley asigna a cada uno de ellos en particular; y, en caso de contradicción, y a falta de ley que resuelva el conflicto, los tribunales preferirán el que crean más conforme con la verdad.243 Pero si la impugnación versa sobre una escritura pública, y su falta de autenticidad se desea probar por medio de prueba testimonial, se requiere la concurrencia de cinco testigos, que reúnan las condiciones expresadas en la regla segunda del artículo 384, que acrediten que la parte que se dice haber 242 243 Corte de Concepción, sentencia de 3 de julio de 1979, RDJ, tomo LXXVI, 2ª parte, sección 2ª, página 255. Art. 428 CPC. 101 102 asistido personalmente al otorgamiento, o el escribano, o alguno de los testigos instrumentales, ha fallecido con anterioridad o ha permanecido fuera del lugar en el día del otorgamiento y en los sesenta días subsiguientes.244 Sin embargo, esta prueba queda sujeta a la calificación del tribunal, quien la apreciará según las reglas de la sana crítica; y su objetivo preciso debe tender exclusivamente a acreditar la falta de autenticidad de la escritura misma, pero no la de las declaraciones consignadas en una escritura auténtica.245 La insinceridad, por último, del instrumento público es la falta de verdad de las declaraciones que en él se contienen. Esta situación es enteramente diversa de las anteriores. El instrumento es válido y es auténtico, pero las partes han faltado a la verdad en lo que respecta a las declaraciones que en ese instrumento se consignan. ¿Puede impugnarse un instrumento público por falta de verdad de las declaraciones en él contenidas? Respecto de los terceros, la interrogante no presenta dificultades y su respuesta debe ser afirmativa. Todavía más, estos terceros podrán valerse de todos los medios probatorios que la ley franquea para acreditar la inexactitud o falta de verdad de un hecho, incluso de la prueba testimonial. Diversa, en cambio, es la posición de las partes que han intervenido en el otorgamiento del instrumento público, en el cual han estampado determinadas declaraciones, las que, posteriormente, pretenden destruir como inexactas, insinceras, faltas de verdad. Una posición doctrinaria sostiene que el instrumento público hace plena fe en cuanto a la verdad de las declaraciones que en él hayan hecho los interesados y que, por consiguiente, los declarantes no pueden posteriormente pretender impugnar el instrumento en cuanto a la verdad de esas declaraciones. Otra teoría argumenta, en cambio, que tal prueba es admisible, pues la ley no prohíbe que una prueba plena, como es la emanada de un instrumento 244 245 Art. 429 inciso 1° CPC. Art. 429 incisos 2° y 3° CPC. 102 103 público, pueda ser destruida por otra plena prueba, como sería la que fluye de una confesión judicial. Formas de impugnar los instrumentos públicos. Todo instrumento público lleva en sí el sello de su autenticidad y, por consiguiente, la parte que se sirve de él en juicio se limitará a acompañarlo como medio probatorio de la manera y en la oportunidad ya señalada. Será, en cambio, la contraparte la llamada a impugnarlo, sosteniendo su nulidad, o su falta de autenticidad, o su falsedad en sus declaraciones, para restarle así todo mérito probatorio. La impugnación de un instrumento público en juicio puede revestir dos formas: por vía principal y por vía incidental. Por vía principal cuando el objeto del pleito versa sobre la validez o nulidad del instrumento, sobre la autenticidad o falsedad del mismo, o sobre la verdad o inexactitud de las declaraciones que en él se contienen. El juicio podrá ser de naturaleza civil o penal, y estas peticiones se formularán como pretensión (demanda o reconvención) o como excepción, y será la sentencia definitiva la llamada a resolver tales cuestiones. Por vía incidental, cuando acompañado el instrumento público en parte de prueba dentro del juicio, la contraparte en el término de la citación le resta mérito probatorio, fundada en alguno de los capítulos de impugnación analizados. En consecuencia, se habrá suscitado un incidente dentro del pleito, que será tramitado de acuerdo a las reglas generales y fallado por resolución que declarará si el referido instrumento tiene o no el mérito probatorio que pretende la parte que lo ha presentado. Los instrumentos privados. Son elementos de prueba constituidos por todo escrito que da constancia de un hecho y que ha sido otorgado sin formalidad o solemnidad alguna. Pueden o no estar firmados por las partes;246 y pueden, incluso, hasta omitir el lugar y la fecha en que han sido otorgados. Es también indiferente que 246 Arts. 1704 y 1705 CC. 103 104 emanen de las propias partes litigantes o de terceros, y el medio que ha servido para su confección, esto es, manuscritos, mecanografiados, impresos, etc. Reconocimiento de los instrumentos privados. A diferencia de los instrumentos públicos, los privados, por el hecho de ser tales, no llevan en sí ningún sello de autenticidad. No demuestran prima facie si en realidad han sido otorgados por las personas a quienes se les atribuyen, ni tampoco tienen fecha cierta de otorgamiento. Para obviar estos inconvenientes la ley acepta que un instrumento privado se le tenga por auténtico, siempre que haya sido reconocido o se tenga por reconocido, y le asigna fecha cierta en los casos en que taxativamente enumera, a saber:247 1°.- Cuando así lo ha declarado en el juicio la persona a cuyo nombre aparece otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace valer. Se trata de un reconocimiento expreso que puede producirse en cualquier estado del juicio y en cualquier trámite, diligencia o actuación. La persona a cuyo nombre aparece otorgado el instrumento, podrá ser la parte misma o un tercero, y la parte en contra de la cual se hace valer podrá haberlo escrito y firmado, o no. 2°.- Cuando igual declaración se ha hecho en un instrumento público o en otro juicio diverso. Es otra forma de reconocimiento expreso, pero extrajudicial. El reconocimiento puede haberse efectuado por la persona a cuyo nombre aparece otorgado el instrumento privado o la parte contra quien se hace valer, y puede haberse efectuado, ya en un instrumento público, ya en un juicio diverso. 3°.- Cuando puestos en conocimiento de la parte contraria, no se alega su falsedad o falta de integridad dentro de los seis días siguientes a su presentación, debiendo el tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte 247 Art. 346 CPC. 104 105 con el reconocimiento tácito del instrumento si nada expone dentro de dicho plazo. Aquí estamos en presencia de un reconocimiento tácito, a diferencia de los anteriores. La jurisprudencia ha entendido que, en este caso, el instrumento privado debe emanar exclusivamente de la parte en contra de la cual se hace valer, y que no importa si se encuentra firmado o no, bastando que lo haya escrito. Se excluyen, por consiguiente, del reconocimiento tácito los instrumentos privados emanados de terceras personas ajenas al juicio. La falsedad del instrumento privado puede consistir, ya en la falsificación de la firma, ya en la falsificación de su contenido; en cambio, la falta de integridad implica que el documento no se ha presentado completo, esto es, en la forma como materialmente se otorgó. Son dos capítulos de impugnación del instrumento privado, pues, enteramente diversos. Para que se produzca este reconocimiento tácito es indispensable que el tribunal aperciba a la parte contra la cual se hace valer el documento con esta verdadera sanción, a fin de que, en caso de que dentro del término legal nada exprese, se tenga dicho documento como reconocido, vale decir, auténtico. 4°.- Cuando se declare la autenticidad del instrumento por resolución judicial. Se trata del reconocimiento judicial del instrumento privado. La parte contra quien se hace valer, en el plazo legal, alega su falsedad o falta de integridad, generándose un incidente. En efecto, el tribunal conferirá traslado de la impugnación a la parte que presentó el instrumento privado, y con lo que ésta exponga o transcurrido el plazo del traslado, recibirá el incidente a prueba, se rendirán las pruebas de rigor y, con el mérito de éstas, se fallará la objeción, declarándose si el documento privado es o no auténtico. Manera de acompañar los documentos privados en juicio. 105 106 Según Casarino, si el instrumento privado emana de la parte en contra de la cual se hace valer, sea porque lo haya firmado, sea porque lo haya escrito, debe ser acompañado con citación.248 También se trata de un trámite esencial tanto en la primera como en la segunda instancia, en los juicios ordinarios de mayor y menor cuantía y especiales.249 Por regla general, la expresión citación implica que una determinada diligencia no puede llevarse a efecto sino pasados tres días después de la notificación de la parte contraria, la cual tendrá derecho a oponerse o deducir observaciones dentro de dicho plazo, suspendiéndose en tal caso la diligencia hasta que se resuelva el incidente.250 Aplicada esta expresión a la manera de acompañar un instrumento, significará que la parte en contra de la cual se hace valer tiene derecho a impugnarlo dentro del término legal; pero en el caso de los instrumentos privados de que se trata, este término es de seis días. Ahora, si el instrumento privado emana de una tercera persona, si bien debe acompañarse con citación, puesto que este trámite o diligencia es esencial para toda clase de instrumentos sin distinción alguna, el plazo para impugnarlo es el general de toda citación, o sea, de tres días. En este caso, no es posible acompañar el instrumento bajo apercibimiento de tenerlo por reconocido ya que el documento no emana de la persona en contra de la cual se hace valer y, por consiguiente, no está en condiciones de pronunciarse sobre su autenticidad e integridad. La manera, pues, de obtener este reconocimiento no puede ser otra que presentar a ese tercero como testigo dentro del juicio, a objeto de que deponga sobre la autenticidad e integridad del instrumento. En consecuencia, a la postre, un instrumento privado emanado de un tercero que se acompaña en parte de prueba en juicio es sencillamente una declaración testimonial anticipada y extrajudicial. Valor probatorio del instrumento privado. En la práctica se suele usar las expresiones “por acompañado el documento, con conocimiento y bajo apercibimiento legal”. 249 Arts. 346 N° 3°, 795 N° 5 y 800 N° 2° CPC. 250 Art. 69 inciso 1° CPC. 248 106 107 Un documento privado puede encontrarse en dos situaciones, esto es, que se tenga por reconocido o que no se tenga por reconocido. El instrumento privado que se tiene por reconocido es aquel cuyo reconocimiento puede ser expreso, tácito o judicial. De conformidad al artículo 1702 del CC “el instrumento privado, reconocido por la parte a quien se opone, o que se ha mandado tener por reconocido en los casos y con los requisitos prevenidos por la ley, tiene el valor de escritura pública respecto de los que aparecen o se reputan haberlo subscrito, y de las personas a quienes se han transferido las obligaciones y derechos de éstos”. En consecuencia, esta clase de instrumentos, respecto de las partes y de sus sucesores, hacen plena fe en cuanto al hecho de haberse otorgado, a su fecha, naturalmente si la tuvieren, y en cuanto a la verdad de las declaraciones que en ellos se contengan. Puede tener interés respecto de terceros, la fecha de un instrumento privado. En este caso, dicha fecha se cuenta desde el fallecimiento de alguno de los que lo han firmado, o desde el día en que ha sido copiado en un registro público, o en que conste haberse presentado en juicio, o en que haya tomado razón de él o le haya inventariado un funcionario competente, en el carácter de tal, o desde que haya sido protocolizado.251 En cambio, el instrumento privado que no ha sido reconocido, carece de valor probatorio; y el tribunal, al ponderarlo en la sentencia definitiva, tendrá que restarle todo mérito, lo mismo que si no se hubiere presentado. Impugnación de los instrumentos privados. Hemos visto que, cuando los instrumentos privados son puestos en conocimiento de la parte contraria en juicio, ésta puede alegar su falsedad o falta de integridad. En tal caso, se habrá planteado un incidente sobre autenticidad o suplantaciones hechas en el referido instrumento, que el tribunal deberá resolver a la luz de las pruebas que sobre estos particulares se rindan. 251 Arts. 1703 CC y 419 COT. 107 108 Al efecto, se admiten como medios probatorios tanto el cotejo de letras que tratan los artículos 350 a 354 del CPC, como los que las leyes autoricen para la prueba del fraude; y en la apreciación de los diversos medios de prueba opuestos al mérito de un instrumento, el tribunal se sujetará a las reglas generales establecidas en el título XI y, en especial, a las consignadas en el párrafo 8° del referido Código.252 El cotejo de letras es una diligencia judicial destinada a comprobar si la letra del documento privado que se pone en duda es la misma que la estampada en un documento indubitado, esto es, cuya autenticidad no se discute. En consecuencia, la parte que pide el cotejo debe designar el instrumento o los instrumentos indubitados con que debe hacerse.253 Si también se discute esto, la ley considera indubitados para el cotejo: los instrumentos que las partes acepten como tales de común acuerdo, los instrumentos públicos no tachados de apócrifos o suplantados y los instrumentos privados cuya letra o firma haya sido reconocida expresamente en juicio, en instrumento público o en juicio diverso.254 Como se trata de una operación de carácter técnico, para cuya apreciación se necesitan conocimientos especiales de la ciencia o arte caligráfico, ella se lleva a efecto por peritos, nombrados por el tribunal, quienes procederán con sujeción a lo dispuesto en los artículos 417 al 423 del CPC.255 Sin embargo, el tribunal hará por sí mismo la comprobación o cotejo, después de oír a los peritos revisores, y no tendrá que sujetarse al dictamen de éstos.256 En cuanto al mérito probatorio del cotejo de letras, no constituye por sí solo prueba suficiente; pero podrá servir de base para una presunción judicial.257 Es preciso también hacer notar que el cotejo de letras se emplea, además, en el caso de que se niegue por la parte a quien perjudique o se ponga 252 Art. 355 CPC. Art. 351 CPC. 254 Art. 352 CPC. 255 Art. 350 inciso 2° CPC. 256 Art. 353 CPC. 257 Art. 354 CPC. 253 108 109 en duda la autenticidad de cualquier documento público que carezca de matriz.258 El documento electrónico. A partir de la vigencia de la Ley N° 19.799, diario oficial de 12 de abril de 2002, se reconoce la realidad actual cada vez más predominante de la intermediación de la información y la celebración de diversos actos y contratos apartándose del soporte del papel por la utilización de los medios electrónicos.259 La ley en referencia define varios conceptos relacionados a estos medios electrónicos, a saber: Electrónico: característica de la tecnología que tiene capacidades eléctricas, digitales, magnéticas, inalámbricas, ópticas, electromagnéticas u otras similares. Certificado de firma electrónica: certificación electrónica que da fe del vínculo entre el firmante o titular del certificado y los datos de creación de la firma electrónica. Certificador o prestador de servicios de certificación: entidad prestadora de servicios de certificación de firmas electrónicas. Documento electrónico: toda representación de un hecho, imagen o idea que sea creada, enviada, comunicada o recibida por medios electrónicos y almacenada de un modo idóneo para permitir su uso posterior. Entidad acreditadora: la Subsecretaría de Economía, Fomento y Reconstrucción. Firma electrónica: cualquier sonido, símbolo o proceso electrónico que permite al receptor de un documento electrónico identificar al menos formalmente a su autor. Firma electrónica avanzada: aquella certificada por un prestador acreditado, que ha sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo control, de manera que se vincule únicamente al mismo y a los datos 258 Art. 350 CPC. El Reglamento de esta Ley corresponde al Decreto Supremo N° 181, de 9 de julio de 2002, del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, diario oficial de 17 de agosto de 2002. 259 109 110 a que se refiere, permitiendo la detección posterior de cualquier modificación, verificando la identidad del titular e impidiendo que desconozca la integridad del documento y su autoría. Usuario o titular: persona que utiliza bajo su exclusivo control un certificado de firma electrónica. De acuerdo con esos conceptos, se pueden diferenciar claramente tres tipos de documentos electrónicos: 1°.- Documentos electrónicos que no contengan firma. 2°.- Documentos electrónicos que contengan una firma electrónica simple. 3°.- Documentos electrónicos que contengan firma electrónica avanzada. Todas las actividades que se realicen se someterán a los principios de libertad de prestación de servicios, libre competencia, neutralidad tecnológica, compatibilidad internacional y equivalencia del soporte electrónico al soporte de papel. Así las partes de común acuerdo pueden convenir en una determinada firma electrónica que permita al receptor de un documento identificar al menos formalmente a su autor, sin que concurra un certificador o prestador de servicios de certificación, encontrándonos en tal caso ante un documento electrónico que posee una firma electrónica simple. En cambio, nos encontraremos ante un documento electrónico con firma avanzada cuando ésta es certificada por un prestador acreditado, que ha sido creada usando medios que el titular mantiene bajo su exclusivo control, de manera que se vincule únicamente al mismo y a los datos a que se refiere, permitiendo la detección posterior de cualquier modificación, verificando la identidad del titular e impidiendo que desconozca la integridad del documento y su autoría. En este caso, interviene en el documento electrónico un certificador o prestador de servicios de certificación, que es una persona jurídica nacional o extranjera, que debe encontrarse acreditada ante la Subsecretaría de Economía, Fomento y Reconstrucción, la que emite un certificado de firma electrónica. De conformidad a lo previsto en los artículos 3° y 7° de la Ley, la regla o principio general es que los actos y contratos otorgados o celebrados por personas naturales o jurídicas o por órganos del Estado, suscritos por medio de 110 111 firma electrónica, serán válidos de la misma manera y producirán los mismos efectos que los celebrados por escrito y en soporte de papel. Dichos actos y contratos se reputarán como escritos, en los casos en que la ley exija que los mismos consten de ese modo, y en todos aquellos casos en que la ley prevea consecuencias jurídicas cuando constan igualmente por escrito. La firma electrónica, cualquiera sea su naturaleza, se mirará como firma manuscrita para todos los efectos legales. Esta regla general no tendrá aplicación respecto de los siguientes actos y contratos celebrados por personas naturales y jurídicas: 1°.- Aquellos en que la ley exige una solemnidad que no sea susceptible de cumplirse mediante documento electrónico; 2°.- Aquellos en que la ley requiera la concurrencia personal de alguna de las partes; y 3°.- Aquellos relativos al derecho de familia. El artículo 3° de la Ley dispone que la firma electrónica, cualquiera sea su naturaleza, se mirará como firma manuscrita para todos los efectos legales, sin perjuicio de lo establecido en los artículos siguientes. Estas reglas son plenamente aplicables a las empresas públicas creadas por ley, puesto que ellas se rigen por las normas previstas para la emisión de documentos y firmas electrónicas por particulares.260 Asimismo, esta regla general no tendrá aplicación respecto de los actos, contratos y documentos expedidos por órganos del Estado en los siguientes casos: 1°.- Aquellos en que la CPR o la ley exija una solemnidad que no sea susceptible de cumplirse mediante documento electrónico. 2°.- Aquellos en que la ley requiera la concurrencia personal de la autoridad o funcionario que deba intervenir en ellas. Sin perjuicio de lo anterior, los documentos electrónicos que tengan la calidad de instrumento público deberán suscribirse mediante firma electrónica avanzada261 y los actos, contratos y documentos de los órganos del Estado para 260 261 Art. 6° inciso 2° Ley N° 19.799. Art. 4° Ley N° 19.799. 111 112 que tengan la calidad de instrumento público o surtan los efectos propios de éste, deberán suscribirse mediante firma electrónica avanzada.262 En cuanto al valor probatorio de los documentos electrónicos que se presenten en juicio como medio de prueba, se establecen las siguientes reglas:263 1.- Los documentos electrónicos que tengan la calidad de instrumento público y se encontraren suscritos mediante firma electrónica avanzada, tendrán el carácter de instrumento público y se les aplicarán las reglas generales que regulan el valor probatorio de estos documentos. 2.- Los documentos electrónicos que tengan la calidad de instrumento privado y hayan sido suscritos mediante firma electrónica avanzada tendrán el mismo valor probatorio de un instrumento público y se les aplicarán las reglas generales que regulan el valor probatorio de estos documentos. 3.- Los documentos electrónicos que tengan la calidad de instrumento privado y hayan sido suscritos mediante una firma electrónica simple o no contengan firma electrónica, tendrán el valor probatorio que corresponda según las reglas generales, esto es, son instrumentos privados, que para poseer valor probatorio deberán ser reconocidos en las formas previstas por la ley para este tipo de documentos, por no encontrarse amparados por la presunción de autenticidad. 262 263 Art. 7° inciso 2° Ley N° 19.799. Art. 5° Ley N° 19.799. 112 113 b.6.2.- La prueba testimonial. Concepto. Consiste en la declaración que hacen personas extrañas al juicio, las cuales reúnen las condiciones exigidas por la ley, y que deponen en la forma que ella establece acerca de los hechos substanciales y pertinentes controvertidos por las partes. Se trata de un medio probatorio circunstancial, ya que el testigo al imponerse del hecho de que se trata, lo hace de una manera accidental, y no con miras a declarar posteriormente; es indirecto porque el tribunal aprecia el hecho a través de la percepción de un tercero, y no personalmente; y en fin, produce plena prueba o semiplena prueba, según el caso. Al percibir este elemento de prueba como incierto y sospechoso, susceptible de ser fabricado por litigantes de mala fe, la ley lo rodea de una serie de precauciones, a fin de que ofrezca las mayores garantías posibles de seriedad. Procedencia de la prueba testimonial. La ley sustantiva se encarga de determinar los casos en que es admisible la prueba testimonial y la ley procesal determina la forma o manera como debe rendirse esta prueba. 113 114 En principio, la prueba testimonial es admisible para probar cualquier hecho, sea de orden físico o moral, sea de aquellos que producen o no consecuencias de orden jurídico. Pero hay una limitación fundamental a dicho principio, consagrada en los siguientes términos: “No se admitirá prueba de testigos respecto de una obligación que haya debido consignarse por escrito”.264 Ahora bien, son obligaciones que han debido consignarse por escrito las que emanan de actos o contratos que contienen la entrega o promesa de una cosa que valga más de dos UTM.265 Tampoco será admisible la prueba de testigos en cuanto adicione o altere de modo alguno lo que se exprese en el acto o contrato, ni sobre lo que se alegue haberse dicho antes, o al tiempo o después de su otorgamiento, aun cuando en alguna de estas adiciones o modificaciones se trate de una cosa cuyo valor no alcance la referida suma.266 Es del caso observar que estas limitaciones a la prueba testimonial sólo dicen relación con los actos o contratos, mas no con las demás fuentes de obligaciones o hechos materiales a probar, aun cuando éstas sean superiores a 2 UTM y que, cualquiera que sea el monto de la obligación, puede acreditarse por los demás medios probatorios que la ley consagra. Se exceptúan de las reglas anteriores sobre admisibilidad de la prueba de testigos los casos en que haya un principio de prueba por escrito, es decir, un acto escrito del demandado o de su representante, que haga verosímil el hecho litigioso; en que haya sido imposible obtener una prueba escrita; y los demás expresamente exceptuados en el CC y Códigos especiales.267 Iniciativa en la prueba testimonial. Lo normal y corriente es que las partes litigantes sean las que produzcan esta prueba dentro del pleito, en la oportunidad y forma que la ley procesal establece. Pero también el tribunal tiene cierta iniciativa en materia de prueba de testigos. En efecto, puesto el proceso en estado de sentencia, puede ordenar de oficio, para mejor resolver, pero dando de ello conocimiento a las partes, la 264 Art. 1708 CC. Art. 1709 inciso 1° CC. 266 Art. 1709 inciso 2° CC. 267 Art. 1711 incisos 1° y 3° CC. Ejemplos: arts. 2175, 2237 y 2241 CC; 128 C. de Comercio. 265 114 115 comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio, para que aclaren o expliquen sus dichos obscuros o contradictorios.268 El tribunal no puede ordenar la comparecencia de testigos nuevos, tampoco puede hacer declarar a los testigos ya presentados sobre hechos nuevos. Oportunidad para rendirla. En primera instancia, la prueba de testigos se rinde dentro del término probatorio,269 ya sea ordinario, extraordinario o especial, de modo que si se rinde fuera de esos términos es nula. En segunda instancia, la prueba testimonial sólo es admisible cuando no se haya podido rendir en la primera y acerca de hechos que no figuren en la prueba rendida y que sean estrictamente necesarios en concepto del tribunal para la acertada resolución del juicio, debiendo señalar determinadamente los hechos sobre que deba recaer y abrir un término especial de prueba por el número de días que fije prudencialmente y que no podrá exceder de ocho días. La lista de testigos deberá presentarse dentro de segundo día de notificada por el estado la resolución respectiva.270 Los testigos. Son terceros o extraños llamados a esclarecer por medio de sus dichos los hechos controvertidos en el juicio. Personas ajenas al juicio que declaran acerca de la verdad o falsedad de los hechos discutidos en el pleito. También se ha dicho que testigo es la persona distinta de los sujetos procesales llamada a exponer al juez las propias observaciones de hechos acaecidos que tienen importancia en el pleito. Admiten diversas clasificaciones, a saber: Según la forma como se han impuesto de los hechos, se clasifican en presenciales, de oídas e instrumentales. Testigo presencial es aquel que ha 268 Art. 159 N° 5° CPC. Art. 340 inciso 1° CPC. 270 Art. 207 inciso 2° CPC. 269 115 116 percibido por sus propios sentidos los hechos acerca de los cuales depone; han estado presentes cuando el hecho ocurrió. Testigo de oídas es aquel que relata los hechos sin haberlos percibido y sólo por el dicho de otras personas. Testigo instrumental es aquel que ha concurrido en dicha calidad al otorgamiento del instrumento que deja constancia del hecho de que se trata. Tiene importancia esta clasificación para los efectos del valor probatorio que se les asigne. Según las circunstancias que rodean al hecho objeto de la prueba, se clasifican en contestes y singulares. Testigos contestes son aquellos que están de acuerdo en el hecho y sus circunstancias esenciales. Testigos singulares son aquellos que están de acuerdo en el hecho, pero difieren en cuanto a sus circunstancias esenciales. También es relevante en cuanto a su valor probatorio. Según su habilidad para deponer en juicio, se clasifican en hábiles e inhábiles. Testigo hábil es aquel en el cual no concurren determinadas circunstancias que, en concepto de la ley, hacen sospechosa o ineficaz su declaración. Testigo inhábil es aquel en quien concurren determinadas circunstancias, llamadas tachas, y que hacen que su declaración carezca del necesario valor legal. Habilidad para ser testigo. Es la capacidad que toda persona tiene para deponer en juicio. Constituye la regla general, pues la ley señala que es hábil para testificar en juicio toda persona a quien la ley no declare inhábil.271 En consecuencia, la inhabilidad o incapacidad para ser testigo es excepcional y produce el efecto de impedir que una persona que se encuentra en determinadas circunstancias o condiciones pueda declarar en juicio. Existen inhabilidades absolutas que inciden en cualquier juicio, se fundan en la falta de capacidad del testigo para percibir los hechos sobre que declara (el interdicto por demencia) o en su falta de probidad; y otras inhabilidades relativas que sólo dicen relación con determinados juicios, se fundan en la falta de 271 Art. 356 CPC. 116 117 imparcialidad del testigo por las especiales circunstancias o vínculos que lo unen a la parte que lo presenta como tal (amistad íntima con la persona que lo presenta como testigo). Son causales de inhabilidad absoluta las siguientes:272 1°.- Los menores de catorce años. Podrán, sin embargo, aceptarse sus declaraciones sin previo juramento y estimarse como base para una presunción judicial, cuando tengan discernimiento suficiente. Esta causal debe analizarse en relación a la edad que tenga el testigo al momento de declarar y no a la época en que percibió los hechos. El discernimiento suficiente lo califica el tribunal sin mayores trámites, y en caso afirmativo, ordenará que se tome declaración al testigo, pero eximiéndolo de la formalidad previa del juramento. 2°.- Los que se hallen en interdicción por causa de demencia. Se trata aquí de persona privada de razón por enajenación mental, la cual ha sido declarada mediante sentencia judicial de interdicción, sea definitiva o provisoria. 3°.- Los que al tiempo de declarar, o al de verificarse los hechos sobre que declaran, se hallen privados de la razón, por ebriedad u otra causa. Puede ser un demente no interdicto o de una persona que haya estado bajo los efectos de drogas. 4°.- Los que carezcan del sentido necesario para percibir los hechos declarados al tiempo de verificarse éstos. Según Casarino puede ser el caso de un ciego que pretendiera que vio cuando una persona atropelló en su automóvil a otra; o de un sordo que pretendiera declarar que oyó cuando una persona manifestó a otra tal o cual cosa. 5°.- Los sordomudos que no pueden darse a entender por escrito. 6°.- Los que en el mismo juicio hayan sido cohechados, o hayan cohechado o intentado cohechar a otros, aun cuando no se les haya procesado criminalmente. 7°.- Los vagos sin ocupación u oficio conocido. 272 Art. 357 CPC. 117 118 En concepto del legislador se supone que estas personas no se encuentran en condiciones adecuadas de valorizar la conducta de sus semejantes y que se hallan expuestas a toda clase de influencias o presiones destinadas a que tergiversen la verdad de los hechos. 8°.- Los que en concepto del tribunal sean indignos de fe por haber sido condenados por delito. Esta causal es esencialmente prudencial y queda entregada al sano criterio del juez. No es lo mismo que el testigo haya sido condenado por estafa que por lesiones. 9°.- Los que hagan profesión de testificar en juicio. A estos individuos se les llama “jureros”, y poco importa para considerarlos inhábiles, que esta actividad la ejerzan por paga u otra clase de remuneración, o bien, por ninguna. Son causales de inhabilidad relativa las que siguen:273 1°.- El cónyuge y los parientes legítimos hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad de la parte que los presenta como testigos. Se trata de vínculos familiares tan estrechos que, evidentemente, hacen perder al testigo la imparcialidad necesaria para declarar; y de allí que el legislador presuma que faltarán a la verdad con tal de no perjudicar a la parte que los presenta. 2°.- Los ascendientes, descendientes y hermanos ilegítimos, cuando haya reconocimiento del parentesco que produzca efectos civiles respecto de la parte que solicite su declaración. Obedece a las mismas razones señaladas en el número anterior. 3°.- Los pupilos por sus guardadores y viceversa. Se considera que los vínculos existentes entre el guardador y su pupilo son tan estrechos como los vínculos de orden familiar. 4°.- Los criados domésticos o dependientes de la parte que los presente. 273 Art. 358 CPC. 118 119 Se entenderá por dependiente, para los efectos de este artículo, el que preste habitualmente servicios retribuidos al que lo haya presentado por testigo, aunque no viva en su casa. La legislación laboral llama ahora a los criados domésticos, trabajadores de casa particular, y a los dependientes, trabajadores. 5°.- Los trabajadores y labradores dependientes de la persona que exige su testimonio. Se trata de los obreros y en el caso de los labradores, obreros agrícolas. 6°.- Los que a juicio del tribunal carezcan de la imparcialidad necesaria para declarar por tener en el pleito interés directo o indirecto. Se trata de una causal esencialmente relativa entregada al sano criterio del tribunal. 7°.- Los que tengan íntima amistad con la persona que los presenta o enemistad respecto de la persona contra quien declaren. La amistad o enemistad deberán ser manifestadas por hechos graves que el tribunal calificará según las circunstancias. En consecuencia, debe fundarse circunstanciadamente para que el tribunal quede en condiciones de pronunciarse. Estas inhabilidades no podrán hacerse valer cuando la parte a cuyo favor se hallan establecidas, presente como testigos a las mismas personas a quienes podrían aplicarse dichas tachas (compensación de tachas). Obligaciones que pesan sobre los testigos. Toda persona, cualquiera que sea su estado o profesión, está obligada a declarar y a concurrir a la audiencia que el tribunal señale con este objeto.274 Además, los testigos tienen la obligación de ser veraces, en caso contrario se exponen a ser perseguidos penalmente por falso testimonio.275 Estas obligaciones constituyen verdaderas cargas o deberes cívicos y han sido establecidas por razones de conveniencia pública y común. La obligación de concurrir a declarar implica para el testigo el deber de asistir en persona a la audiencia que el tribunal señale con este objeto. 274 275 Art. 359 inciso 1° CPC. Art. 209 CP. 119 120 La parte litigante que presenta a un testigo, y que exige su comparecencia a declarar, ha de tener buen cuidado de que esta declaración sea útil; pues cuando se exija la comparecencia de un testigo, a sabiendas de que es inútil su declaración, podrá imponer el tribunal a la parte que la haya exigido una multa.276 Sin embargo, hay personas que no están obligadas a concurrir a la audiencia que el tribunal señale para que presten declaración, no obstante que sobre ellas siempre pesan las obligaciones de declarar y decir verdad, estas personas son:277 1°.- El Presidente de la República, los Ministros de Estado, los Senadores y Diputados, los Subsecretarios; los Intendentes Regionales, los Gobernadores y los Alcaldes, dentro del territorio de su jurisdicción; los jefes superiores de Servicios, los miembros de la Corte Suprema o de alguna Corte de Apelaciones, los Fiscales judiciales de estos tribunales, los Jueces Letrados, el Fiscal Nacional y los fiscales regionales, los Oficiales Generales en servicio activo o en retiro, los Oficiales Superiores y los Oficiales Jefes; el Arzobispo y los Obispos, los Vicarios Generales, los Provisores, los Vicarios y Provicarios Capitulares; y los Párrocos, dentro del territorio de la parroquia a su cargo. 2°.- Derogado. 3°.- Los religiosos, inclusos los novicios. 4°.- Las mujeres, siempre que por su estado o posición no puedan concurrir sin grave molestia, y 5°.- Los que por enfermedad u otro impedimento, calificado por el tribunal, se hallen en la imposibilidad de hacerlo. A partir de la modificación introducida por la Ley N° 19.806 (D.O. 31 de mayo de 2002) las personas mencionadas en el artículo 361 ya no declaran algunas de ellas por informe, como acontecía con las incluidas en el N° 1° y otras en su domicilio, sino que todas éstas pueden prestar su declaración en el domicilio que fijen dentro del territorio jurisdiccional del tribunal.278 276 Art. 359 inciso 2° CPC. Art. 361 CPC. 278 El motivo por el cual se introdujo esta modificación radica en que se consideró necesario enmendar el procedimiento conforme con el cual declaraban estas personas en términos similares al previsto en el artículo 301 del CPP, a fin de que sean interrogadas en el lugar en el cual ejercen sus funciones o en su domicilio. Si bien por 277 120 121 Los miembros y fiscales judiciales de las Cortes y los jueces letrados que ejerzan sus funciones en el asiento de éstas no declararán sin previo permiso de la Corte Suprema, tratándose de algún miembro o fiscal judicial de este tribunal, o de la respectiva Corte de Apelaciones en los demás casos. Este permiso se concederá siempre que no parezca al tribunal que sólo se trata de establecer, respecto del juez o fiscal judicial presentado como testigo, una causa de recusación.279 El procedimiento que se contempla para tomar declaración a las personas mencionadas en el artículo 361 consiste en que ellas, dentro del tercer día hábil siguiente a la notificación de la resolución que los cite a declarar como testigos, deben proponer al tribunal el lugar y la fecha, comprendida dentro del término probatorio, para la realización de la audiencia en que se les tomará declaración, a la cual tienen derecho a asistir todas las partes y los apoderados de éstas, además del juez y del receptor que actúa como ministro de fe. El juez será quien fijará sin más trámite el día y lugar para la realización de la diligencia, si el interesado así no lo hiciere ni comunicare su renuncia al derecho que le confiere este artículo. En el día y lugar señalado se examinará a los testigos conforme al procedimiento general que se contempla para que presten declaración, teniendo las partes el derecho de efectuar las repreguntas y contrainterrogaciones al testigo que sean pertinentes. Este derecho puede ser renunciado por dichas personas, en cuyo caso deben comparecer a prestar declaración ante el tribunal en el día y hora fijado, para la deposición de los testigos presentados por las partes, y serán interrogados conforme a las reglas generales. Conforme a lo previsto en el actual artículo 362 del CPC, los chilenos y extranjeros que gocen en el país de inmunidad diplomática, en conformidad a los tratados vigentes sobre la materia, no están obligados a declarar ni a la investidura de sus cargos, no es apropiado exigirles a las autoridades que señala esta disposición que concurran a los tribunales a declarar, ello no implica liberarlas de someterse al examen ante el tribunal, con toda la lógica que ello involucra, dentro de la cual ocupa un lugar muy importante la igualdad de oportunidades de las partes para allegar los medios probatorios que consideren pertinentes para fundamentar sus posiciones y, particularmente, efectuar repreguntas y contrainterrogaciones a los testigos. Con el objeto de evitar la concurrencia de estas personas al lugar de funcionamiento del tribunal, pero exigir que comparezcan ante él a prestar su declaración, se juzgó adecuado otorgarles la facultad para fijar domicilio dentro del territorio jurisdiccional del tribunal. Si el interesado no ejerciere oportunamente esta facultad o renunciare a ella, el juez determinará el lugar y la fecha de realización de la audiencia. 279 Art. 362 inciso 1° CPC y art. 196 N° 9 COT. 121 122 concurrir a la audiencia judicial a prestar declaración como testigos. Para estas personas prestar declaración y comparecer ante el tribunal a deponer como testigo es de carácter voluntario y facultativo, dependiendo sólo de su buena voluntad la realización de esa actuación. De allí que se prevé que estas personas declaren por medio de informes, si consintieren voluntariamente. Para tal efecto, se les dirigirá un oficio respetuoso por medio del Ministerio respectivo.280 La obligación de declarar implica el deber que pesa sobre todo testigo de responder a las preguntas que se le hagan en la audiencia de prueba respectiva y previa observancia de las formalidades legales. Si el testigo ignora el hecho acerca del cual se le interroga, bastará con que exprese esta circunstancia, y se entenderá que ha cumplido con la obligación antes señalada. Si un testigo se niega a declarar sin justa causa se expone a sanciones civiles y penales. La sanción civil consiste en que podrá ser mantenida en arresto hasta que preste su declaración y será aplicada por el juez civil que está conociendo del respectivo juicio; y la sanción penal por ser su actitud renuente constitutiva de una falta penal, previo procedimiento en sede criminal.281 Sin embargo, hay personas que no están obligadas a declarar, no obstante que sobre ellas pesa la obligación de concurrir a la audiencia de prueba respectiva, estas personas son:282 1°.- Los eclesiásticos, abogados, escribanos, procuradores, médicos y matronas, sobre hechos que se les hayan comunicado confidencialmente con ocasión de su estado, profesión u oficio. Se trata del llamado secreto profesional, cuya infracción, fuera de las sanciones de orden religioso, ético o gremial que pueden recaer sobre el infractor, también lo hace incurrir en responsabilidad penal. En efecto, los que ejerciendo alguna de las profesiones que requieren título, revelen los secretos que por razón de ella se les hubieren confiado, incurrirán en sanción penal.283 2°.- Las personas expresadas en los números 1°, 2° y 3° del artículo 358. 280 Art. 362 inciso final CPC. Art. 494 N° 12 CP. 282 Art. 360 CPC. 283 Art. 247 inciso 2° CP. 281 122 123 La razón de ser de este precepto es evitar a dichas personas la incómoda situación moral en que puedan hallarse al declarar bajo juramento y verse, por tanto, en la necesidad de decir la verdad, perjudicando así los intereses de sus propios familiares. 3°.- Los que son interrogados acerca de hechos que afectan el honor del testigo o de las personas mencionadas en el número anterior, o que importen un delito de que pueda ser criminalmente responsable el declarante o cualquiera de las personas referidas. La obligación de decir verdad no se halla consagrada en un texto legal expreso dentro de la ley procesal civil; pero es elemental y se deduce de algunas normas específicas284 y del principio de buena fe que debe imperar en toda actuación judicial. Su infracción implica cometer el delito de falso testimonio en causa civil.285 Derechos de los testigos. Los testigos tienen el derecho de reclamar de la persona que los presenta a declarar el abono de los gastos que les imponga su comparecencia.286 Se entenderá renunciado este derecho si no se ejerce en el plazo de veinte días, contados desde la fecha en que se presta la declaración. En caso de desacuerdo, estos gastos serán regulados por el tribunal sin forma de juicio y sin ulterior recurso. Forma de producir la prueba testimonial. La parte litigante que desee rendir prueba testimonial en juicio, dentro de los cinco días siguientes a la última notificación de la resolución que recibió la causa a prueba, cuando no se haya pedido reposición, y en el caso contrario, dentro de los cinco días siguientes a la notificación por el estado de la resolución que se pronuncie sobre la última solicitud de reposición, deberá:287 1.- Presentar una nómina de los testigos de que piensa valerse, con expresión del nombre y apellido, domicilio, profesión u oficio. La indicación del 284 Arts. 363 y 367 CPC. Art. 209 del CP. 286 Art. 381 CPC. 287 Art. 320 CPC. 285 123 124 domicilio deberá contener los datos necesarios, a juicio del tribunal, para establecer la identificación del testigo; y 2.- Presentar una minuta de los puntos sobre que piense rendir prueba de testigos, enumerados y especificados con claridad y precisión. El cumplimiento de estas dos obligaciones está destinado a preparar la prueba testimonial, permitiendo al contendor constatar si concurren o no las inhabilidades que pudiera hacer valer y formular las tachas que le sean aplicables. La minuta de puntos de prueba consiste en un conjunto de preguntas, debidamente enumeradas y especificadas, las cuales deben redactarse en forma tal, que constituyen un desarrollo de los hechos sustanciales y pertinentes controvertidos señalados por el tribunal. Su finalidad es la de facilitar el examen posterior de los testigos, a cuyo tenor deben ser interrogados. Se ha resuelto por nuestros tribunales que la omisión de la presentación de la minuta de puntos de prueba implica la renuncia de la parte litigante a una facultad que le otorga la ley, establecida en su propio beneficio; y que, por consiguiente, en tal caso, sus testigos pueden ser interrogados al tenor de los hechos sustanciales y pertinentes controvertidos señalados por el tribunal en la resolución que recibió la causa a prueba. La nómina de testigos, en cambio, como su nombre lo indica, es una lista que contiene el nombre y apellido, el domicilio y la profesión u oficio de las personas cuya deposición desea. La ley no limita el número de testigos que puede contener esta nómina; sin embargo, sólo serán admitidos a declarar hasta seis testigos por cada parte, sobre cada uno de los hechos que deban acreditarse.288 Si no se presenta la nómina de testigos el litigante no podrá rendir prueba testimonial, pues sólo serán examinados los testigos que figuren en dicha nómina. Podrá, en todo caso, el tribunal admitir otros testigos en casos 288 Art. 372 inciso 1° CPC. 124 125 muy calificados, y jurando la parte que no tuvo conocimiento de ellos al tiempo de formar la nómina.289 Estas dos obligaciones deben cumplirse dentro de un mismo término fatal de cinco días contado desde los hitos ya señalados. Tribunal ante el cual se rinde la prueba testimonial. En principio, la prueba testimonial se rinde ante el mismo tribunal que conoce del juicio,290 pero si han de declarar testigos que residan fuera del territorio jurisdiccional de ese tribunal, se practicará su examen por el tribunal que corresponda, a quien se remitirá, por exhorto, copia de los puntos de prueba fijados y de la minuta respectiva.291 Por consiguiente, la residencia del testigo determina el tribunal llamado a intervenir en la práctica de este medio de prueba. Si ha de rendirse prueba testimonial ante el tribunal de alzada, los testigos serán interrogados personalmente por uno de los miembros de la sala respectiva.292 Fijación de audiencias de prueba. El tribunal, atendido el número de testigos y el de los puntos de prueba, señalará una o más audiencias para el examen de los que se encuentren dentro del territorio jurisdiccional del tribunal de la causa. Procurará, en cuanto sea posible, que todos los testigos de cada parte sean examinados en la misma audiencia.293 Estas audiencias se señalan fijando el día y la hora correspondiente, normalmente ello se hace en la resolución que recibe la causa a prueba, pero también podría efectuarse en una resolución posterior. 289 Art. 372 inciso 2° CPC. Art. 365 inciso 1° CPC. 291 Art. 371 inciso 1° CPC. 292 Art. 365 CPC. 293 Art. 369 CPC. 290 125 126 En cuanto al tribunal exhortado, en su caso, deberá señalarse las audiencias de pruebas en el exhorto, o bien a solicitud posterior del encargado respectivo. Citación de los testigos. Una vez fijadas las correspondientes audiencias de prueba, será necesario ponerlas en conocimiento de los testigos para que cumplan con sus obligaciones, en especial, con la de comparecer a declarar. Este conocimiento puede dársele a los testigos en forma judicial o de un modo extraoficial. La forma judicial se efectúa a través de la citación del testigo, esto es, mediante un acto de intimación de su condición de testigo y de sus obligaciones de concurrir y declarar en el juicio. La efectuará un receptor, previa petición de la parte interesada y resolución del tribunal que así lo ordene. La notificación debe efectuarse personalmente o por cédula, por tratarse de terceros extraños al juicio, conteniendo la indicación del juicio y el día y hora de la comparecencia.294 El testigo que legalmente citado no comparece podrá ser compelido por medio de la fuerza a presentarse ante el tribunal que ha expedido la citación, a menos que compruebe que ha estado en imposibilidad de concurrir;295 todo lo cual se entiende sin perjuicio de la responsabilidad penal que puede afectar al testigo rebelde.296 Examen de los testigos. Antes de examinar a cada testigo, se le hará prestar juramento en forma legal.297 El juramento es una formalidad esencial de la prueba testimonial, de suerte que su omisión está sancionada con la nulidad de la diligencia misma. Los testigos de cada parte serán examinados separada y sucesivamente, principiando por los del demandante, sin que puedan unos presenciar las declaraciones de los otros. Por ello, el tribunal debe adoptar las medidas 294 Arts. 380 inciso 1° y 56 CPC. Art. 380 inciso 2° CPC. 296 Arts. 380 inciso 4° CPC y 494 N° 12 CP. 297 Arts. 363 y 62 CPC. La fórmula sacramental dice: “¿juraís por Dios decir verdad acerca de lo que se os va a preguntar?”; el interrogado responderá: “Sí juro”. 295 126 127 conducentes para evitar que los testigos que vayan declarando puedan comunicarse con los que no hayan prestado declaración.298 Los testigos serán interrogados personalmente por el juez, y si el tribunal es colegiado, por uno de sus ministros a presencia de las partes y de sus abogados, si concurren al acto. Las preguntas versarán sobre los datos necesarios para establecer si existen causas que inhabiliten al testigo para declarar y sobre los puntos de prueba que se hayan fijado. Podrá también el tribunal exigir que los testigos rectifiquen, esclarezcan o precisen las aseveraciones hechas.299 Cada parte tendrá derecho para dirigir, por conducto del juez, las interrogaciones que estime conducentes a fin de establecer las causales de inhabilidad legal que puedan oponerse a los testigos, y a fin de que éstos rectifiquen, esclarezcan o precisen los hechos sobre los cuales se invoca su testimonio. En caso de desacuerdo entre las partes sobre la conducencia de las preguntas resolverá el tribunal y su fallo será apelable sólo en lo devolutivo.300 Los testigos deben responder de una manera clara y precisa a las preguntas que se les hagan, expresando la causa por que afirman los hechos aseverados. No se les permitirá llevar escrita su declaración.301 La declaración constituye un solo acto que no puede interrumpirse sino por causas graves y urgentes. Por ello, el tribunal debe procurar, en cuanto sea posible, que todos los testigos de cada parte sean examinados en la misma audiencia.302 Como ya señalamos, serán admitidos a declarar sólo hasta seis testigos por cada parte, sobre cada uno de los hechos que deban acreditarse.303 Si algún testigo no entiende o no habla castellano, será examinado por medio de intérprete.304 Además, los testigos pueden ser llamados a reconocer un instrumento con el objeto de establecer su autenticidad. También pueden ser llamados a 298 Art. 364 CPC. Art. 365 CPC. 300 Art. 366 CPC. 301 Art. 367 CPC. 302 Arts. 368 y 369 inciso 2° CPC. 303 Art. 372 inciso 1° CPC. 304 Arts. 382 y 63 CPC. 299 127 128 reconocer un instrumento privado que emana del propio testigo. Recordemos que a los documentos privados emanados de terceros no les es aplicable la norma del artículo 342 del CPC, sino que la única forma como podían tener valor era incluyendo al tercero, de quien emanan, como testigo para que lo reconozca en esa calidad. Acta de la prueba testimonial. Las declaraciones de los testigos deben consignarse por escrito en un acta donde quede constancia fehaciente de la diligencia que se ha llevado a cabo. Al efecto la ley dispone que deben consignarse por escrito, en cuanto sea posible, las expresiones de que se haya valido el testigo, reducidas al menor número de palabras. Después de leídas por el receptor en voz alta y ratificadas por el testigo, serán firmadas por el juez, el declarante, si sabe, y las partes, si también saben y se hallan presentes, autorizándolas el receptor, que servirá también como actuario en las incidencias que ocurran durante la audiencia de prueba.305 La norma precedente hace aplicación de la regla general consignada en el artículo 61 del CPC, en cuanto exige que en toda actuación deberá dejarse testimonio escrito en el proceso con las formalidades que señala; y revela, al mismo tiempo, que el actuario en la prueba testimonial, a diferencia de las demás actuaciones en que interviene el secretario, es el receptor, de suerte que su autorización o firma es también esencial para la validez de la respectiva diligencia. Las tachas. Son los medios o la forma de hacer efectivas las inhabilidades establecidas por la ley procesal y que conducen, al ser aceptadas, a desestimar las declaraciones de los testigos en juicio. Se oponen respecto del testigo que se encuentra afecto a alguna causal de inhabilidad legal para declarar en juicio, y por la parte en contra de la cual va a prestar declaración. 305 Arts. 370 CPC y 390 inciso 2° COT. 128 129 En cuanto a la oportunidad, sólo pueden oponerse tachas a los testigos antes de que presten su declaración, con la salvedad de los testigos nuevos a que se refiere el artículo 372 inciso 2° del CPC, en cuyo caso, podrán también oponerse dentro de los tres días subsiguientes a su examen.306 Si no hace valer su facultad legal dentro de esas oportunidades habrá precluido su derecho por extemporáneo. Respecto de la forma de hacer valer las tachas, sólo se admitirán aquellas que se funden en algunas de las inhabilidades mencionadas en los artículos 357 y 358 del CPC, debiendo expresarse con claridad y especificación para su adecuada comprensión.307 Como la habilidad para declarar en juicio es la regla general, las tachas son excepcionales y deben fundarse exclusivamente en las causales que la ley taxativamente señala. En consecuencia si la tacha deducida no obedece a causa legal de inhabilidad o no se ha expresado clara y específicamente, el tribunal puede rechazarlas de plano. Una vez opuesta la tacha, la parte que presenta al testigo tachado puede asumir dos actitudes: pedir que se omita su declaración y que se reemplace por la de otro testigo hábil de los que figuran en la nómina respectiva;308 o bien, dejar que el testigo declare, pues la tacha opuesta no obsta a su examen.309 Esta segunda actitud se corresponde con la certeza de la parte en el sentido de que la tacha será rechazada. Sin embargo, el tribunal puede repeler de oficio a los testigos que notoriamente aparezcan comprendidos en alguna de las causales de inhabilidad que señala el artículo 357 del CPC (absolutas).310 Previo a la tacha el tribunal, de oficio, o la contraparte, podrán dirigir interrogaciones al testigo a fin de establecer las causales de inhabilidad legal.311 Opuesta una tacha se tramita de acuerdo a las reglas de los incidentes ordinarios, otorgando el tribunal traslado a la parte que presenta el testigo tachado, para que exponga lo que estime convenir a sus intereses; con lo que 306 Art. 373 inciso 1° CPC. Art. 373 inciso 2° CPC. 308 Art. 374 CPC. 309 Art. 375 inciso 1°, primera parte, CPC. 310 Art. 375 inciso 1°, segunda parte, CPC. 311 Arts. 365 inciso 2° y 366 inciso 1° CPC. 307 129 130 ella exponga o transcurrido el plazo del traslado, el tribunal recibirá la tacha a prueba cuando lo estime necesario para resolver, la cual se rendirá dentro del término concedido para la cuestión principal.312 Esta última decisión es inapelable.313 Si el término probatorio del juicio está vencido o lo que de él resta es insuficiente, se ampliará para el sólo efecto de rendir la prueba de tachas hasta completar diez días, pudiendo además solicitarse el aumento extraordinario que concede el artículo 329 del CPC en los casos a que él se refiere.314 En lo demás son aplicables a la prueba de las tachas las disposiciones que reglamentan la prueba de la cuestión principal.315 Puede acontecer que los testigos presentados para probar la existencia de la tacha sean, a su vez, tachados. En tal evento no se admitirá prueba de testigos para inhabilitar a los que vayan a declarar sobre las tachas deducidas, lo cual no obsta para que el tribunal acepte otros medios probatorios, sin abrir término especial, y tome en cuenta las incapacidades que contra los mismos testigos aparezcan en el proceso.316 Por último, la legalidad de las tachas y su comprobación serán apreciadas y resueltas en la sentencia definitiva.317 Si ella omite el fallo de las tachas, no habrá decidido el asunto controvertido, puesto que él está constituido no sólo por las pretensiones y excepciones deducidas por las partes en tiempo y forma, sino, además, por todas aquellas cuestiones accesorias que se dejaron para ser resueltas en definitiva; y será nula por no haber sido extendida en conformidad a la ley, esto es, por falta de decisión de la cuestión controvertida.318 Se ha resuelto que la decisión del juez respecto a la procedencia o improcedencia de las tachas opuestas no es parte integrante de la sentencia definitiva, sino que es un pronunciamiento incidental, y por tanto, una sentencia interlocutoria, que no es de aquellas que ponen término al juicio o 312 Art. 376, primera parte, CPC. Art. 379 inciso 1° CPC. 314 Art. 376, segunda parte, CPC 315 Art. 377 CPC. 316 Art. 378 CPC. 317 Art. 379 inciso 2° CPC. 318 Arts. 768 N° 5° y 170 N° 6° CPC. 313 130 131 hacen imposible su continuación, por lo que no procede a su respecto el recurso de casación en el fondo.319 Si un testigo es tachado por diversas causales y se declara su inhabilidad por una de ellas, es innecesario que el tribunal se pronuncie sobre las demás. Valor probatorio de la prueba testimonial. Para determinar el mérito probatorio de una declaración testimonial es necesario distinguir si se está frente a testigos de oídas o presenciales, todavía, en este último caso, si las declaraciones son o no contradictorias. Aun más, habrá que analizar si la declaración testimonial emana de un menor de catorce años, y si tiene o no discernimiento suficiente. Los testimonios de oídas, esto es, aquellos que emanan de testigos que relatan los hechos que no han percibido por sus propios sentidos y que sólo conocen por el dicho de otras personas, únicamente podrán estimarse como base de una presunción judicial. Sin embargo, es válido el testimonio de oídas cuando el testigo se refiere a lo que oyó decir a alguna de las partes, en cuanto de este modo se explica o esclarece el hecho de que se trata.320 Se ha resuelto que para que tengan valor probatorio las palabras oídas deben referirse directamente a aseverar los hechos que se trata de probar y es esencial que el testigo individualice a las personas que los han ilustrado sobre los hechos que no percibieron con sus propios sentidos, a objeto de que el juez conozca el origen de tales declaraciones y esté en situación de valorarlas. Los testimonios presenciales emanan de testigos que relatan los hechos por haberlos percibido por sus propios sentidos. Respecto de ellos existen las siguientes reglas fundamentales:321 1ª.- La declaración de un testigo imparcial y verídico constituye una presunción judicial, cuyo mérito probatorio será apreciado en conformidad al artículo 426 del CPC. 319 SCS, RDJ, 1984, Tomo LXXXI, 2ª parte, sección 1ª, pág. 64, considerando 4°. Art. 383 CPC. 321 Art. 384 CPC. 320 131 132 De acuerdo al precepto citado, una sola presunción judicial puede constituir plena prueba cuando, a juicio del tribunal, tenga caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su convencimiento. 2ª.- La declaración de dos o más testigos contestes en el hecho y en sus circunstancias esenciales, sin tacha, legalmente examinados y que den razón de sus dichos, podrá constituir plena prueba cuando no haya sido desvirtuada por otra prueba en contrario. 3ª.- Cuando las declaraciones de los testigos de una parte sean contradictorias con las de los testigos de la otra, tendrán por cierto lo que declaren aquellos que, aun siendo en menor número, parezca que dicen la verdad por estar mejor instruidos de los hechos, o por ser de mejor fama, más imparciales y verídicos, o por hallarse más conformes en sus declaraciones con otras pruebas del proceso. Esta regla hace aplicación del aforismo que dice que los testigos se pesan y no se cuentan. 4ª.- Cuando los testigos de una y otra parte reúnan iguales condiciones de ciencia, de imparcialidad y de veracidad, tendrán por cierto lo que declare el mayor número. 5ª.- Cuando los testigos de una y otra parte sean iguales en circunstancias y en número, de tal modo que la sana razón no pueda inclinarse a dar más crédito a los unos que a los otros, tendrán igualmente por no probado el hecho. 6ª.- Cuando sean contradictorias las declaraciones de los testigos de una misma parte, las que favorezcan a la parte contraria se considerarán presentadas por ésta, apreciándose el mérito probatorio de todas ellas en conformidad a las reglas precedentes. Recordemos, finalmente, que los testigos menores de catorce años no son hábiles para declarar, pero podrán aceptarse sus declaraciones sin previo juramento y estimarse como base para una presunción judicial, cuando tengan discernimiento suficiente.322 En consecuencia el mérito probatorio de una declaración testimonial semejante queda entregado al criterio del tribunal desde un doble punto de 322 Art. 357 N° 1° CPC. 132 133 vista: en cuanto al grado de discernimiento que se supone en el testigo y en cuanto a si dicha declaración cabe o no considerarla como base para una presunción judicial. b.6.3.- La prueba confesional. Concepto. Concebida ampliamente la confesión es una declaración judicial o extrajudicial, espontánea o provocada, mediante la cual una parte capaz de obligarse y con ánimo de proporcionar a la otra una prueba en perjuicio propio, reconoce total o parcialmente la verdad de una obligación o de un hecho que se refiere a ella y es susceptible de efectos jurídicos. La confesión de parte es aquel medio probatorio que consiste en la declaración o el reconocimiento que una persona hace de la verdad de un hecho, susceptible de producir consecuencias jurídicas en su contra. También se ha dicho que es un acto jurídico que consiste en admitir como cierto, expresa o tácitamente, dentro o fuera del juicio, un hecho cuyas consecuencias de derecho son perjudiciales para aquel que formula la declaración. Se trata de un medio de prueba circunstancial, pues generalmente se produce en juicio y una vez que éste se ha originado; y difiere de la prueba de testigos, en que mientras ésta emana de un tercero, la prueba confesional surge de las propias partes litigantes. Su importancia es manifiesta en razón del valor probatorio que se le asigna, de tal manera que el adagio jurídico señala “a confesión de parte relevo de prueba”. Características. Las características más sobresalientes de la confesión son las siguientes: 1°.- Es un medio probatorio del que pueden valerse las partes en juicio, o sea, un elemento destinado a formar en el juez la convicción acerca de los hechos que se controvierten; también puede emplearse como medida 133 134 prejudicial destinada a preparar la entrada a juicio323 y de gestión preparatoria del juicio ejecutivo, tendiente a procurar un título con dicha fuerza.324 2°.- Es un medio probatorio de que se valen las partes de propia iniciativa, tanto demandante como demandado; el primero, con el objeto de acreditar los fundamentos de su acción; y el segundo, a fin de probar los fundamentos de sus excepciones o defensas; pero también puede provocar este medio probatorio el juez, exigiendo confesión judicial de cualquiera de las partes sobre hechos que considere de influencia en la cuestión y que no resulten probados, o sea, de oficio y como medida para mejor resolver.325 3°.- Es un reconocimiento o declaración de voluntad, el cual, jurídicamente, reviste el carácter de unilateral, pues, por cierto, no necesita de la aceptación de la parte contraria; y que en cuanto a su forma, puede ser expreso o tácito, según las condiciones en que se ha efectuado. 4°.- Se produce generalmente en juicio, de allí que, si bien el artículo 341 del CPC enumera entre los medios de prueba la confesión de parte, más adelante al reglamentar la forma de producirla, en los artículos 385 y siguientes del CPC, la llama “confesión en juicio”. Excepcionalmente, la confesión de parte puede prestarse fuera de juicio, o sea, en forma extrajudicial, cuyo valor probatorio también considera la ley. 5°.- Es un reconocimiento o declaración de voluntad que produce consecuencias jurídicas en contra del confesante; indivisible, porque la confesión, por regla general, no puede dividirse en perjuicio del confesante; e irrevocable, porque la confesión, también por regla general, una vez prestada, es inamovible. Requisitos de validez de la confesión. Son los siguientes: 323 Arts. 273 N° 1°, 284 y 288 CPC. Arts. 434 N° 5° y 435 CPC. 325 Art. 159 N° 2° CPC. 324 134 135 1°.- Que verse sobre hechos pertenecientes al juicio mismo.326 Lógicamente debe decir relación con los hechos sustanciales y pertinentes controvertidos. Además, los hechos objeto de la confesión, en principio, deben ser personales del confesante; sin embargo, nuestro derecho permite que la confesión recaiga también sobre hechos no personales. En todo caso, estos hechos deben serle perjudiciales al confesante y aquí radica precisamente la razón o fundamento psicológico de la confesión, puesto que el hombre, por su propia naturaleza, trata de hacer que desaparezcan los hechos que le son desfavorables. Además, se ha señalado que los hechos confesados deben ser posibles y lícitos. 2°.- Que el confesante tenga capacidad suficiente para obligarse. Si al litigante a quien se le exige confesión es plenamente capaz (capacidad de ejercicio), no hay problema, puesto que todo litigante está obligado a prestar confesión, y ésta tendrá el mérito probatorio que la ley le asigna, o sea el de plena prueba. Por el contrario, si el litigante no es plenamente capaz, debe actuar por él su representante legal, dentro de los límites de sus facultades.327 ¿Puede excusarse el representante legal o el mandatario de prestar confesión, so pretexto de que este acto excede de los límites de su representación? La doctrina se ha uniformado en el sentido de que toda persona que comparezca en juicio, a su propio nombre o como representante legal de otra, está obligada a prestar confesión; pero que éste medio de prueba surtirá efecto siempre y cuando el hecho confesado no se traduzca en la prueba de obligaciones que no han podido ser válidamente contraídas por el respectivo representante legal o mandatario, sea porque exceden de la órbita de la representación, sea porque requieren del cumplimiento previo de determinadas formalidades legales, por ejemplo una autorización judicial. Se ha discutido acerca de la validez de las declaraciones que efectúe el mandatario judicial en juicio ¿tienen o no el valor de una confesión? 326 327 Art. 385 inciso 1° CPC. Ver arts. 255, 256 y 1326 del CC. 135 136 Según Ignacio Rodríguez Papic328 resuelven el problema los artículos 1713 del CC, 7, inciso 2°, y 396 del CPC. La primera disposición establece que la confesión que la parte haga por sí en el juicio, o por medio de su apoderado especial, producirá plena fe en contra de ella. La ley exige, pues, como requisito indispensable para que la declaración del procurador produzca los efectos propios de una confesión, que tenga poder especial para confesar. Confirma esto el artículo 7°, inciso 2°, del CPC que dispone que los mandatarios no pueden absolver posiciones si no están facultados especialmente para ello. Sin embargo, el artículo 396 del CPC establece que se puede pedir la comparecencia del procurador para que declare sobre los hechos personales de él mismo en el juicio, aun cuando no tengan poder especial para absolver posiciones. 3°.- Que no exista disposición legal que prohíba este medio probatorio o le asigne un efecto diverso al deseado. La confesión de parte, por regla general, es admisible para probar toda clase de hechos, salvo los casos legalmente exceptuados.329 Los casos de inadmisibilidad de la confesión están contemplados en las leyes, a veces por vía de prohibición, y a veces asignándole un efecto diverso de aquel que, en conformidad a las reglas generales, le corresponde. Ejemplos de prohibiciones: artículos 157, 1701, 1739 inciso 2° y 2485 del CC. Ejemplos de efectos diversos a los deseados: artículos 1132 y 1133 del CC y 398 del CPC. 4°.- Que la voluntad del confesante esté exenta de todo vicio. Esto significa que el litigante, al prestar confesión debe hacerlo libre de toda coacción física, con pleno conocimiento de los hechos y sin maquinaciones de la parte contraria destinadas a arrancar una confesión en forma fraudulenta. El confesante debe estar consciente de que mediante su declaración está suministrando una prueba en su contra. El error está contemplado expresamente en la ley procesal civil, al permitir al confesante que se retracte de su confesión, fundado en error de Rodríguez, Ignacio. “Procedimiento Civil. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía”. Editorial Jurídica de Chile, sexta edición, mayo de 2003, pág. 202. 329 Arts. 1713 inciso 1° CC y 385 inciso 1° CPC. 328 136 137 hecho y justificando esta circunstancia.330 En cuanto a la fuerza y el dolo, son aceptados como vicios de la voluntad del confesante, siempre que se configuren dentro de la teoría general de aquélla como requisito generador de los actos procesales. Clasificación de la confesión. 1.- Según el lugar en que se presta, la confesión se clasifica en judicial y extrajudicial. Confesión judicial es aquella que se presta dentro del juicio en el cual se la invoca como medio de prueba. Confesión extrajudicial, es aquella que se presta en juicio diverso, o bien fuera de juicio. 2.- Según su origen, la confesión se divide en espontánea y provocada. La confesión espontánea o voluntaria, como también se le llama, es aquella que se presta sin requerimiento de juez ni petición de la contraparte. La parte la hace de propia iniciativa en sus presentaciones escritas o exposiciones verbales que hacen al tribunal. Puede ser prestada en cualquier estado del juicio y no está sujeta a formalidad alguna. La confesión provocada, en cambio, es aquella que se presta previo requerimiento de juez, a petición de parte interesada, y dentro del mecanismo llamado absolución de posiciones. 3.- Según el modo de manifestarse, la confesión se clasifica en expresa y tácita. Confesión expresa es aquella que presta el confesante en términos categóricos, formales, y explícitos de suerte que no hay duda en orden a su voluntad e intención. Confesión tácita, es aquella que tiene lugar, en los casos expresamente señalados en la ley, a título de sanción para el litigante que no comparece a prestar confesión expresa. 4.- Según la forma de prestarse, la confesión se divide en verbal y escrita. Confesión verbal es aquella que se hace de viva voz y en presencia de testigos. Confesión escrita, es aquella que consta de un documento, sea público o privado. 5.- Según su contenido, la confesión se clasifica en simple, calificada y compleja. Confesión simple, es aquella en que se reconoce el hecho discutido sin agregarle ni modificarle cosa alguna; por ejemplo: el demandado reconoce 330 Art. 402 inciso 2° CPC. 137 138 haber recibido la suma de $500.000 que el actor reclama a título de mutuo. Confesión calificada es aquella en que el confesante, fuera de reconocer el hecho discutido, le agrega algo que viene a modificar su naturaleza jurídica; por ejemplo: si bien el demandado reconoce haber recibido esa suma de dinero, pero señala que no lo fue en calidad de mutuo, sino donación. Y confesión compleja es aquella en que el confesante, junto con reconocer el hecho discutido le agrega otro u otros hechos distintos del confesado, que vienen a destruir en todo o en parte los efectos del primero; por ejemplo: si se reconoce la recepción de esa cantidad de dinero en calidad de mutuo, pero agrega que los pagó. 6.- Según los efectos, la confesión se clasifica en divisible e indivisible. Confesión divisible es aquella en que pueden separarse los hechos confesados, tomando los que perjudican al confesante y desechando aquellos que lo favorecen. Confesión indivisible, en cambio, es aquella que debe aceptarse en su totalidad, tanto en los aspectos favorables cuanto en los desfavorables para el confesante. Tanto la confesión pura y simple como la calificada son por naturaleza indivisibles. La primera, por cuanto no contiene ningún elemento que modifique el hecho confesado o restrinja sus efectos; y la calificada, porque está condicionada por una circunstancia vinculada al hecho confesado. En cambio, la confesión compleja puede dividirse, porque el confesante agrega un hecho nuevo que no altera la naturaleza jurídica del hecho confesado. 7.- Según la iniciativa para obtener su producción, la confesión se divide en a petición de parte y de oficio como medida para mejor resolver. La confesión a iniciativa de parte es aquella que se produce a solicitud de cualquiera de los litigantes. La confesión de oficio, la decreta el tribunal una vez puesto el juicio en estado de sentencia. 8.- Según su finalidad, la confesión se clasifica en medida prejudicial, medio probatorio y gestión preparatoria de la vía ejecutiva. La confesión medida prejudicial es aquella destinada a preparar la entrada a juicio y que puede pedir el futuro demandante del futuro demandado acerca de algún hecho relativo a su capacidad para parecer en juicio, o a su personería, o al nombre y domicilio de sus representantes; como igualmente aquella destinada 138 139 a obtener un medio de prueba que puede desaparecer, que puede pedir tanto el futuro demandante como el futuro demandado, si hay motivo fundado para temer que el contendor se ausente en breve término y para que absuelva posiciones sobre hechos calificados de conducentes por el tribunal. La confesión medio probatorio es aquella que se produce en juicio para acreditar algún hecho controvertido. Y la confesión gestión preparartoria de la vía ejecutiva, tiene como finalidad procurar un título ejecutivo con el cual se pueda accionar posteriormente y por esta vía. La confesión judicial. Es aquella que se presta dentro del juicio en el cual se invoca. Puede ser espontánea o provocada. Como ya señalamos la confesión judicial espontánea se produce cuando alguna de las partes en sus escritos o comparecencias verbales reconoce un hecho controvertido que produce consecuencias jurídicas en su contra. Este tipo de confesión no se encuentra reglamentada, pero su existencia se deduce de lo prescrito en el artículo 313 del CPC. Por su parte, la confesión judicial provocada se obtiene mediante el mecanismo o procedimiento llamado “absolución de posiciones”. La absolución de posiciones. Consiste en un interrogatorio de una de las partes del juicio, efectuado a instancias de la otra, quien le formula las posiciones que estima pertinentes y que el absolvente debe contestar en presencia judicial bajo juramento;331 y, según sea la actitud que adopte la parte que debe prestar la confesión, ésta puede llegar a ser expresa o tácita. En todo caso será escrita, y en atención a su contenido podrá ser simple, calificada o compleja, lo que permitirá también deducir si se está en presencia de una confesión divisible o indivisible, en relación a sus efectos o mérito probatorio. Para determinar el tribunal que debe intervenir en la absolución de posiciones es necesario distinguir según si el litigante citado a prestar confesión 331 Art. 385 CPC. 139 140 reside o no en el lugar en que se sigue el juicio; y todavía, en este último caso, si la residencia la tiene en la República o en el extranjero.332 Si el litigante que debe prestar confesión reside en el lugar en que se sigue el juicio, la absolución de posiciones se efectuará ante el tribunal de la causa. En cambio, si el litigante reside fuera del lugar en que se sigue el juicio, pero dentro del territorio de la República, la absolución de posiciones se efectuará ante el juez competente del territorio jurisdiccional en que resida, mediante exhorto. En los dos casos precedentes, la diligencia de absolución de posiciones se efectuará ante el Juez de la causa o exhortado, sin embargo, éstos pueden delegar y cometer la diligencia en el secretario del respectivo tribunal o en otro ministro de fe, a menos que alguna de las partes pida su intervención personal.333 Finalmente, si el litigante ha salido del territorio de la República, la absolución de posiciones se efectuará ante el respectivo agente diplomático o consular chileno. Tratándose de las personas exentas de comparecer a declarar, el juez debe trasladarse a su casa o comisionará para este fin al secretario. En los tribunales colegiados, se comisionará para esta diligencia a uno de sus ministros o al secretario. Pero, si la persona que haya de prestar declaración se encuentra fuera del territorio del tribunal que conoce de la causa encargará éste la diligencia al juez competente de la residencia actual del litigante. El juez exhortado practicará por sí mismo la diligencia o la cometerá a su secretario. A solicitud de parte, el juez o el tribunal no podrán delegar su actuación en la diligencia.334 Oportunidad y veces que puede exigirse la confesión judicial. 332 Art. 397 inciso 2° CPC. Art. 388 CPC. 334 Art. 389 CPC. 333 140 141 En principio, la prueba confesional debiera rendirse durante el término probatorio, sin embargo la ley permite que la confesión se exija, contestada que sea la demanda.335 El Código permite solicitarla en cualquier estado del juicio y sin que pueda suspender el procedimiento, hasta el vencimiento del término probatorio en primera instancia, y hasta antes de la vista de la causa en segunda. Luego, expresa que este derecho sólo lo podrán ejercer las partes hasta por dos veces en primera instancia y una vez en segunda; pero, si se alegan hechos nuevos durante el juicio, podrá exigirse una vez más.336 Iniciativa en la prueba confesional. Por regla general la iniciativa en este medio probatorio corresponde a las partes del juicio, sea demandante o demandado, y también a los terceros interesados cuya intervención ha sido aceptada.337 No obstante, puede también el tribunal decretarla como medida para mejor resolver, respecto de hechos que consideren de influencia en la cuestión y que no resulten probados.338 En el caso de la confesión judicial espontánea, lógicamente ella depende de la voluntad del litigante que la realiza, pudiendo plasmarse en una actuación verbal o en sus presentaciones escritas. Personas exentas de la obligación de comparecer. Si bien, en principio, todo litigante está obligado a prestar confesión, el artículo 389 del CPC señala un grupo de personas a quienes exime de la obligación de comparecer ante el tribunal, en razón de la dignidad del cargo que desempeñan, su estado o condición. No obstante, ellos están igualmente obligados a declarar, para cuyo efecto el juez se trasladará a su casa con el objeto de recibir la declaración o comisionará para este fin al secretario, a menos que la parte requirente haya solicitado se preste ante el tribunal. 335 Art. 385 inciso 1° CPC. Art. 385 inciso 2° CPC. 337 Los terceros coadyuvantes sólo pueden solicitar la actuación respecto de la parte contraria, pero los independientes y excluyentes, pueden pedirla a las dos partes, pues ambos tiene la calidad de contendientes en el juicio. 338 Art. 385 inciso 1° CPC. 336 141 142 Procedimiento de la absolución de posiciones. El litigante que desea que su contraparte preste confesión judicial, presentará solicitud escrita, pidiendo al tribunal que decrete este medio probatorio. Si se ha solicitado oportunamente, el tribunal accederá a la respectiva diligencia mandando citar para día y hora determinados al litigante que ha de prestar declaración y expresará, además, si comete al secretario o a otro ministro de fe dicha diligencia.339 La resolución que decreta la actuación debe notificarse por cédula, pues ordena la comparecencia personal de la parte que debe prestar confesión.340 Junto al escrito respectivo el solicitante debe acompañar un pliego de posiciones o preguntas que deberán ser contestadas por el absolvente, y mientras no se realice la diligencia, se mantendrá en reserva.341 Por ello se presenta en sobre cerrado con las medidas de precaución que se estimen necesarias. Los hechos acerca de los cuales se exija la confesión podrán expresarse en forma asertiva o en forma interrogativa, pero siempre en términos claros y precisos, de manera que puedan ser entendidos sin dificultad.342 Esta diversa forma de expresar los hechos o de efectuar las preguntas tiene una importancia fundamental para el caso de que el confesante no comparezca a declarar o dé respuestas evasivas. Además, las preguntas pueden referirse a hechos personales del confesante o al conocimiento que éste tenga de otros hechos que no sean personales, pero siempre pertinentes y controvertidos. El litigante citado legalmente puede adoptar dos actitudes: comparecer y declarar o no comparecer, en cuyo caso se le debe volver a citar, a petición de parte, bajo los apercibimientos señalados en el artículo 394 del CPC, esto es, que si no comparece a este segunda citación, se le dará por confeso de todos aquellos hechos que estén categóricamente afirmados en el pliego.343 339 Arts. 324, 795 N° 6° y 388 inciso 1° CPC. Art. 48 CPC. 341 Art. 387 CPC. 342 Art. 386 CPC. 343 Art. 393 CPC. 340 142 143 Si el litigante citado comparece, sea la primera o la segunda citación, antes de declarar debe prestar juramento de decir verdad.344 En seguida, el tribunal procede a abrir el sobre cerrado que contiene el pliego de posiciones y comienza a formular al absolvente las preguntas en el orden allí consignado. La declaración debe prestarse inmediatamente, de palabra y en términos claros y precisos, y si el confesante es sordo o sordomudo, podrá escribir su confesión delante del tribunal o ministro de fe encargado de recibirla o, en su caso, se aplicará lo dispuesto en el artículo 382 del CPC.345 Si se trata de hechos personales, la confesión deberá prestarse afirmándolos o negándolos, siendo admitida la excusa de olvido sólo en casos calificados, cuando ella se funde en circunstancias verosímiles y notoriamente aceptables. En todo caso, podrá el confesante añadir las circunstancias necesarias para la recta y cabal inteligencia de lo declarado.346 También puede suceder que el confesante no esté en condiciones de afirmar o negar categóricamente un hecho sin consultar previamente sus documentos. En tal caso, puede solicitar un plazo razonable al tribunal para responder, quien podrá otorgárselo cuando exista fundamento plausible y lo estime indispensable, o consienta en ello el contendor; tal resolución es inapelable.347 El litigante que ha exigido la confesión de su contraparte puede presenciar la declaración de ésta y hacer al tribunal las observaciones que estime conducentes para aclarar, explicar o ampliar las preguntas que han de dirigírsele; y puede también, antes que termine la diligencia y después de prestada la declaración, pedir que se repita si hay en las respuestas dadas algún punto oscuro o dudoso que aclarar.348 Finalmente, esta actuación debe consignarse por escrito, conservándose en cuanto sea posible las expresiones de que se haya valido el confesante, reducidas al menor número de palabras, y después de leída por el ministro de fe el voz alta y ratificada por el confesante, será firmada por el juez, por el 344 Art. 390 CPC. Art. 391 inciso 1° CPC. 346 Art. 391 incisos 2° y 3° CPC. 347 Art. 394 inciso 3° CPC. 348 Art. 392 CPC. 345 143 144 confesante, si sabe, y los demás comparecientes, si saben, al final autoriza el ministro de fe.349 Sanciones en que incurre el confesante rebelde. Se entiende por confesante rebelde tanto aquel litigante que no comparece a prestar confesión al segundo llamado, cuanto aquel que compareciendo se niega a declarar o da respuestas evasivas. Las sanciones legales para ambos casos son idénticas y dependen más bien a la forma en que fueron planteadas las preguntas del pliego. En efecto, si los hechos aparecen categóricamente afirmados, o sea, expresados en forma asertiva, a petición de parte, se dará por confeso al litigante rebelde.350 Por el contrario, si los hechos no están categóricamente afirmados, o sea, si se han expresado en forma interrogativa, podrán los litigantes imponer al litigante una multa o arrestos sin perjuicio de exigirle la declaración, y si la otra parte lo solicita, podrá también suspenderse el pronunciamiento de la sentencia hasta que la confesión se preste.351 Ahora bien, la circunstancia de que el litigante no comparezca al segundo llamado o de que compareciendo dé respuestas evasivas, no produce por sí sola y de pleno derecho la confesión tácita de los hechos expresados en forma asertiva. Será necesario, en consecuencia, petición de parte en orden a que se declare que el litigante rebelde ha incurrido en la sanción respectiva y resolución ejecutoriada del tribunal que así lo establezca. Desde este último momento, pues, se habrá producido la confesión tácita de litigante con todos los efectos legales propios e iguales al de la confesión expresa.352 La confesión extrajudicial. 349 Art. 395 CPC. Art. 394 inciso 1° CPC. 351 Art. 394 inciso 2° CPC. 352 Art. 400 CPC. Se ha resuelto que si el absolvente no contesta las preguntas que se le hacen por estimar que no vienen al caso (impertinencia), y la parte que pone las posiciones – presente al acto – no formula objeción alguna, ni pide que el juez se pronuncie al respecto, no puede tenérsele como tácitamente confeso. 350 144 145 Es aquella que se presta fuera del juicio (absoluta) o en otro juicio diverso a aquel en el cual se la invoca como medio de prueba (relativa). La confesión extrajudicial puede ser verbal o escrita, teniendo relevancia esta distinción para determinar su valor probatorio. Como no se presta dentro del juicio donde es invocada es menester acreditarla. La confesión extrajudicial verbal se puede probar haciendo declarar a los testigos ante quienes se prestó, y si es escrita, será indispensable acompañar el documento público o privado en que ella consta. Todavía más, si ha sido prestada dentro de otro juicio, se puede probar acompañando copias autorizadas de las piezas correspondientes de esa causa. Valor probatorio de la confesión. Para determinar el valor probatorio de la confesión en juicio es preciso distinguir entre la confesión judicial y la extrajudicial, por cuanto difiere en uno y otro caso. Tratándose de la confesión extrajudicial la ley hace, a su vez, una serie de distinciones:353 1.- Si la confesión extrajudicial es puramente verbal, únicamente se tomará en cuenta en los casos en que sería admisible la prueba de testigos. 2.- Si la confesión extrajudicial no se prestó a presencia de la parte que la invoca, ni ante juez incompetente, aun cuando ejerza jurisdicción, ni en otro juicio diverso, es sólo base de una presunción judicial. 3.- Si la confesión extrajudicial se prestó a presencia de la parte que la invoca, o ante juez incompetente, pero que ejerza jurisdicción, o en otro juicio diverso, se estimará siempre como presunción grave para acreditar los hechos confesados. 4.- Si la confesión se ha prestado en juicio diverso, pero seguido entre las mismas partes que actualmente litigan, podrá dársele el mérito de prueba completa, habiendo motivos poderosos para estimarlo así. 5.- La confesión extrajudicial escrita tiene el valor de prueba instrumental. 353 Art. 398 CPC. 145 146 En relación a la confesión judicial se efectúa la siguiente distinción:354 1.- La confesión de hechos personales prestada por sí, o por medio de apoderado especial, o de representante legal, producirá plena prueba y no admite prueba en contrario.355 Esta última afirmación ha sido discutida a la luz de lo expresado por el artículo 428 del CPC, ante la situación de dos plenas pruebas contradichas. Cierta jurisprudencia ha señalado que el tribunal puede optar por una u otra prueba y que sería perfectamente posible destruir los efectos de la confesión sobre hechos personales mediante prueba en contrario. La apreciación del mérito probatorio de la confesión es de la incumbencia de los jueces del fondo; y el aceptarse un hecho contrario al confesado, desconociéndose el valor de esa confesión no constituye violación de los artículos 1713 del CC ni 399 del CPC, si los jueces, al ejercitar sus facultades de apreciar las probanzas no han vulnerado norma alguna que obligue a preferir la confesión sobre otras pruebas que hayan servido de base para el fallo.356 En contrario, se puede sostener que según los artículos 1713 del CC, 399, 400 y 402 del CPC, la confesión prestada en juicio hace plena prueba en contra de quien la realiza y es irrevocable, a menos que el confesante haya padecido error de hecho y justifique esa circunstancia; y no se admite prueba de ninguna especie contra los hechos personales claramente manifestados por el confesante. De donde fluye que el espíritu del legislador ha sido darle a la confesión el mayor valor probatorio. 2.- También produce plena prueba la confesión de los hechos no personales del confesante cuando han sido reconocidos en juicio por sí o por medio de apoderado o representante.357 A diferencia de la anterior, se ha estimado que este tipo de confesión admite prueba en contrario. 3.- Por último, recordemos que la confesión tácita produce los mismos efectos que la confesión expresa. 354 Arts. 1713 CC y 399 CPC. Art. 402 inciso 1° CPC. Salvo los casos en que la confesión no es admisible como medio probatorio: arts. 1713 CC y 399 y 400 CPC. 356 SCS, RDJ 1980, tomo LXXVII, 2ª Parte, sección 1ª, pág. 114, considerando 20°. 357 Art. 399 inciso 2° CPC. 355 146 147 El principio de indivisibilidad de la confesión. De acuerdo a lo señalado precedentemente “hecho confesado es hecho probado”; por consiguiente, cualquier agregado que hiciera el confesante al hecho que ha reconocido, en estricta lógica, no debiera influir en lo más mínimo en lo que a este hecho respecta. Pero, en verdad, bien mirada la confesión, tenemos que constituye un solo todo, algo inseparable, aunque se componga o conste de diversos elementos, de suerte que debemos aceptarla no sólo en lo desfavorable para el confesante, sino también en lo que le sea favorable o beneficioso. Nuestro máximo tribunal ha señalado que la indivisibilidad significa que sólo puede invocarse la declaración del contrario en su totalidad, es decir, que el que exige la confesión no puede tomar de ella lo que le favorece y repudiar lo que le perjudica. Sin embargo, la doctrina estima que tampoco debe aceptarse este principio, de indivisibilidad, en toda su amplitud y rigorismo, pues ello también puede llevarnos a situaciones de injusticia y, a veces, a desnaturalizar este importante medio probatorio, y acepta entonces que se reconozcan casos en los cuales la confesión pueda dividirse en perjuicio del confesante. Así, el principio de la indivisibilidad de la confesión cede campo al de su divisibilidad, pero sujeto a ciertas restricciones, y con caracteres de institución de excepción. En efecto, acepta que la confesión pueda dividirse cuando consta de dos o más hechos diversos enteramente desligados entre sí; o bien, cuando comprendiendo varios hechos ligados entre sí o que se modifiquen los unos a los otros, la parte que ha exigido la confesión, pueda acreditar con algún medio legal de prueba la falsedad de las circunstancias que, a juicio del confesante, vienen a alterar o modificar el hecho confesado. En resumen, la confesión puede dividirse, en el primer caso, de pleno derecho; y, en el segundo, siempre y cuando se rinda por el contendor la prueba antes señalada de la falsedad del hecho que altera o modifica el ya confesado. Para facilitar la aplicación práctica de lo dicho precedentemente la doctrina ha elaborado la clasificación de la confesión en pura y simple, calificada y compleja. 147 148 La confesión pura y simple es aquella en que el confesante afirma categóricamente el hecho controvertido, sin hacerle agregaciones o modificaciones de ninguna especie. La confesión calificada es aquella en que el confesante reconoce categóricamente el hecho controvertido, pero le agrega algún hecho o circunstancia especial que viene a alterar su naturaleza jurídica. La confesión compleja es aquella en que el confesante reconoce el hecho material acerca del cual se le interroga, pero le agrega otro u otros hechos enteramente desligados del primero, o bien ligados o modificatorios del mismo. Presenta dos aspectos que generan una subdivisión: una confesión compleja de primer grado o de primera categoría, donde los hechos que agrega el confesante están absolutamente desligados del primero, de modo tal que pueden existir de modo independiente del primero; y la confesión compleja de segundo grado o de segunda categoría, donde se agrega otro hecho o hechos ligados o modificatorios del primer hecho confesado. En síntesis, la confesión pura y simple es siempre indivisible, por su propia naturaleza; lo mismo ocurre con la calificada; y, por último, tratándose de la confesión compleja debemos subdistinguir. La de primer grado será divisible sin necesidad de prueba alguna y la de segundo grado será en principio indivisible, a menos que el contendor del confesante pruebe por los medios legales la falsedad del hecho o hechos que vienen a modificar o alterar el hecho principal confesado.358 El principio de la irrevocabilidad de la confesión. La confesión, una vez prestada, es irrevocable. En consecuencia, el confesante no puede retractarse o desdecirse del hecho reconocido. Este principio se encuentra consagrado en el artículo 1713 inciso 2° del CC al disponer que no puede el confesante revocar la confesión, a menos que prueba que ha sido el resultado de un error de hecho y lo reafirma el artículo 402 del CPC cuando dice que no se recibirá prueba alguna contra los hechos personales claramente confesados por los litigantes en el juicio. 358 Art. 401 CPC. 148 149 Puede, en consecuencia, admitirse prueba en este caso y aun abrirse un término especial para ella, si el tribunal lo estima necesario y ha expirado el probatorio de la causa, cuando el confesante alegue, para revocar su confesión, que ha padecido error de hecho y ofrezca justificar esta circunstancia. Posibilidad que la ley amplía también al caso de que los hechos confesados no sean personales del confesante haya padecido o no error de hecho al prestarla. El confesante de hechos personales que se retracta por esta causal debe justificar dos circunstancias: que al prestar su confesión ha padecido error de hecho; y que el hecho erróneamente confesado es falso. b.6.4.- Inspección personal del tribunal. Es el examen que el tribunal hace por sí mismo de hechos o circunstancias materiales controvertidos en el pleito, a objeto de adquirir la convicción acerca de su verdad o inexactitud. Para Couture es un medio de prueba pro percepción, consistente en que el magistrado examine, por sí mismo o acompañado de peritos, a las personas, cosas o situaciones de hecho que constituyen el objeto de la prueba en el juicio. También recibe el nombre de reconocimiento judicial Sus características esenciales son la de constituir un medio de prueba directo, desde el momento que permite al tribunal formarse convicción del hecho sobre el cual recae de manera personal e inmediata, y no a través de terceras personas, como pueden ser los testigos o los peritos; y la de constituir plena prueba, en cuanto a las circunstancias o hechos materiales resultantes de la propia observación del tribunal. Se ha debatido en torno a si la inspección personal del tribunal constituye o no un medio de prueba. Según Alsina, nada nuevo agrega al proceso y sólo sirve para apreciar mejor otro medio de prueba ya producido, pues ella estará constituida o resultará de la cosa sobre la cual recaiga la inspección; la diligencia sólo servirá para ilustrar al juez, permitiéndole aclarar circunstancias que de otra manera no habrían podido ser valoradas con precisión. Para Hernando Devis Echandía, en cambio, negarle a la inspección el carácter de prueba 149 150 conduce a identificar erróneamente la prueba con el acto de parte que la suministra al juez, lo cual conduce a decir que como en la inspección sólo aparece la actividad del juez, ya que las partes no le suministran ninguna prueba, no puede tener este carácter; pero si por prueba se entiende, como la mayoría de los autores, todo medio para la comprobación de hechos por el juez, esto es, para suministrarle razones o motivos de convencimiento sobre su existencia o inexistencia , resulta indiscutible que en la inspección judicial, y por lo tanto, en la percepción directa del hecho por el juez, existe una prueba. En similar sentido se pronuncia el profesor Mario Casarino al comentar que es un medio probatorio procesal por excelencia, destinado a formar la convicción del juez sobre los hechos controvertidos, sin más diferencia con los demás medios de prueba en que mientras éstos convencen al juez, con la inspección personal es él el que se convence. Si bien en ciertos juicios la ley exige al tribunal decretar el reconocimiento,359 lo normal es que sea requerida por las partes o decretada, de oficio, por el tribunal como medida para mejor resolver, con el exclusivo fin de examinar o inspeccionar el objeto de la cuestión.360 Si se omite decretar la diligencia en los casos en que ella es legalmente obligatoria, se ha estimado que es posible solicitar la nulidad de la sentencia a través del recurso de casación en la forma, pues se estaría omitiendo un trámite declarado esencial por la ley para esa clase de procedimiento, y de ello resulta indefensión.361 Requisitos de procedencia cuando es facultativo decretarla. Para que la inspección personal del tribunal pueda decretarse y ser llevada a cabo válidamente se requiere: a).- Que se trate de probar hechos o circunstancias materiales controvertidos en el pleito.362 El objeto material del reconocimiento puede recaer sobre un bien corporal inmueble, que es lo común, o sobre bienes corporales muebles 359 Así ocurre en la denuncia de obra ruinosa, art. 571 CPC y en los interdictos especiales, art. 578 CPC. Art. 159 N° 3° CPC. 361 Arts. 768 N° 9° y 795 N° 4° CPC. 362 Art. 408 CPC. 360 150 151 (vehículos, obras de arte, libros de contabilidad, etc); también podría ser objeto de inspección una persona (juicios de interdicción). b).- Que el tribunal estime necesaria la inspección y así lo decrete.363 Queda, en consecuencia, a la prudencia del magistrado determinar si este medio probatorio es o no conveniente para el mejor éxito de la instrucción. c).- Que la parte solicitante, antes de proceder a la inspección, deposite en manos del secretario del tribunal la suma que éste estime necesaria para costear los gastos que se causen. Ahora, si el reconocimiento se ha decretado de oficio o está ordenado por la ley, el depósito se hará por mitad entre demandante y demandado. 364 Procedimiento. La parte interesada debe presentar una solicitud escrita pidiendo que se decrete la diligencia, lo que, en principio, puede realizar únicamente durante el término probatorio, de acuerdo a lo establecido en el artículo 327 inciso 1° del CPC; sin embargo, creemos que también puede requerirse la actuación con anterioridad si se invocan razones de urgencia. En el escrito respectivo la parte indicará el objeto preciso de la inspección y las circunstancias cuya constatación le interesan. El reconocimiento judicial lo ordena el tribunal que está conociendo en única o primera instancia del juicio en que se pretende hacerla valer. En virtud de lo establecido en el artículo 207 inciso 1° del CPC no resulta procedente decretar esta actuación en segunda instancia, durante la tramitación del recurso de apelación. El tribunal examinará la solicitud presentada por la parte interesada y si estima necesaria la inspección que se pretende, designará día y hora para practicarla, con la debida anticipación, a fin de que puedan concurrir las partes 363 364 Art. 403 inciso 1° CPC. Art. 406 CPC. 151 152 con sus abogados.365 Si el tribunal es colegiado puede comisionar a uno o más de sus miembros para que la lleve a cabo.366 Para determinar el tribunal que practicará la diligencia debemos saber donde se encuentra el objeto materia de la inspección. Si está dentro del territorio jurisdiccional del tribunal en que se está siguiendo el juicio, es evidente que éste practicará la actuación. A la inversa, si el objeto se halla fuera del territorio jurisdiccional del tribunal en que se sigue el juicio, existen dos posibilidades: a) Solicitar la práctica de la diligencia al tribunal de esa jurisdicción, mediante exhorto; o b) Practicar igualmente la inspección trasladándose el tribunal del juicio hasta donde está el objeto.367 La resolución que decreta la inspección se notifica por cédula, pues dispone la comparecencia de las partes. Llegado el día y hora señalados, se lleva a efecto la inspección con la concurrencia de las partes que asistan, o sólo por el tribunal en ausencia de aquéllas.368 Debe levantarse acta de la diligencia, en la cual se expresarán las circunstancias o hechos materiales que el tribunal observe, sin que puedan dichas observaciones reputarse como una opinión anticipada sobre los puntos que se debaten, pudiendo también las partes pedir, durante la actuación, que se consignen en el acta las circunstancias materiales que consideren pertinentes.369 Además, en la práctica se suele fijar lo actuado a través de fotografías o filmaciones que pasan a formar parte del acta. En principio el acta debe levantarse en el lugar mismo de la inspección, o si se levanta después, debe ser puesta oportunamente en conocimiento de las partes, antes de citar para sentencia, para que hagan valer sus derechos. Concurrencia con informe de peritos. La inspección personal del tribunal puede combinarse con la prueba pericial, para lo cual deben las partes pedir que en el acto del reconocimiento 365 Art. 403 inciso 1° CPC. Art. 405 inciso 2° CPC. 367 Art. 403 inciso 2° CPC. 368 Art. 405 inciso 1° CPC. 369 Art. 407 CPC. 366 152 153 se oigan informes de peritos, decretándolo el tribunal si, a su juicio, esta medida es necesaria para el éxito de la inspección y ha sido solicitada con la anticipación conveniente. La designación de los peritos se hará en conformidad a las reglas del párrafo 6° del Título XI, del Libro II del CPC.370 Evidentemente, los peritos designados tienen derecho a asistir a la diligencia de inspección, pero su inasistencia tampoco impide que ella se lleve a efecto.371 Valor probatorio. La inspección personal constituye prueba plena en cuanto a las circunstancias o hechos materiales que el tribunal establezca en el acta como resultado de su propia observación.372 b.6.5.- La prueba pericial. Consiste en la presentación al juicio de un dictamen u opinión sobre hechos controvertidos en él, para cuya adecuada apreciación se requieren conocimientos especiales de alguna ciencia o arte. La persona que evacua este dictamen recibe el nombre de perito, esto es, toda persona que tiene conocimientos especiales sobre una materia determinada y apta, en consecuencia, para dar su opinión autorizada sobre un hecho o circunstancia contenido en el dominio de su competencia. Es un técnico que auxilia al juez para una adecuada apreciación de ciertos hechos controvertidos difíciles de comprender para un lego en la materia. A diferencia del testigo, el perito posee especiales conocimientos o preparación técnica relacionados con el hecho que se debate, además, aprecia los hechos y emite su opinión autorizada o técnica, una vez que el pleito ya se ha iniciado. La importancia de este medio probatorio radica en que el juez no siempre está en condiciones de apreciar un hecho, por muy basta que sea su cultura general, para lo cual se necesitan especiales conocimientos técnicos, que 370 Art. 404 CPC. Art. 405 inciso 1° CPC. 372 Art. 408 CPC. 371 153 154 escapan a su versación jurídica. Este conocimiento o apreciación se lo proporciona un tercero, como es el perito, en términos tales que sean comprensibles y al alcance de cualquier persona. Procedencia del informe pericial. La ley en ciertos casos obliga al juez a decretar un informe pericial; y en otros, se lo aconseja. En el primero se habla de informe pericial obligatorio y en el segundo de informe pericial facultativo. Cuando el legislador ordena la prueba pericial usa dos fórmulas básicamente: una, empleando términos que así lo ordenen; y otra, utilizando términos que indiquen la necesidad de consultar opiniones periciales.373 También hay veces en que la ley ordena que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe de peritos. En estos eventos se entienden cumplidas las referidas disposiciones legales, agregando el reconocimiento y dictamen pericial en conformidad a las reglas del párrafo 6°, Título XI, del Libro II del CPC, al procedimiento que corresponda usar, según la naturaleza de la acción deducida.374 En cambio, el informe pericial será facultativo para el tribunal cuando verse:375 1°.- Sobre puntos de hecho para cuya apreciación se necesiten conocimientos especiales de alguna ciencia o arte; y 2°.- Sobre puntos de derecho referentes a alguna legislación extranjera. En estos dos últimos casos, por consiguiente, queda entregado al criterio del juez decretar o no la práctica de un informe pericial. Si se omite requerir informe pericial cuando ello es obligatorio, la sentencia que se dicte será nula por falta de un trámite o diligencia declarado esencial por la ley. A la inversa, si el informe pericial omitido era sólo facultativo, la sentencia será en principio válida, a menos que dicha omisión haya producido indefensión a la parte que la solicitó.376 373 Art. 409 CPC. Art. 410 CPC. Ejemplos: arts. 848, 855, 1335, 1943, 1997, 1998 y 2002 del CC; 438 N° 2, 567, 568, 602, 657 y 865 CPC. 375 Art. 411 inciso 1° CPC. 376 Arts. 768 N° 9° y 795 N° 4° CPC. 374 154 155 Iniciativa en la prueba pericial. El informe de peritos puede ser decretado a petición de parte y de oficio por el tribunal. A petición de parte puede revestir dos formas, o sea, la de una medida prejudicial, tendiente a preparar la entrada a juicio, que podrá solicitar ya el futuro demandante, ya el futuro demandado, cuando exista peligro inminente de un daño o perjuicio, o se trate de hechos que puedan fácilmente desaparecer;377 y la de medio probatorio propiamente tal.378 De oficio por el tribunal, a su vez, puede también revestir dos formas, o sea, la de medio probatorio propiamente tal y la de medida para mejor resolver, una vez puesto el proceso en estado de sentencia, pero dando de ello conocimiento a las partes. Oportunidad para decretarlo. En cuanto medio probatorio, el reconocimiento de peritos podrá decretarse de oficio en cualquier estado del juicio, pero las partes sólo podrán solicitarlo dentro del término probatorio. Una vez decretado, no se suspenderá por ello el procedimiento.379 Requisitos para ser perito. Si el perito es un colaborador del juez en la apreciación de los hechos controvertidos, actúa como un verdadero delegado de éste y en razón de sus especiales conocimientos científicos y técnicos, la ley desea que este cargo recaiga en personas imparciales y poseedoras en realidad de experticia en la ciencia o arte de que se trata. De ahí que se exija para ser perito: a).- Tener habilidad suficiente para declarar como testigo en el juicio, en otros términos estar exento de las causales de inhabilidad para deponer como testigo en el juicio que enumeran los artículos 357 y 358 del CPC.380 377 Arts. 281 y 288 CPC. Art. 412 CPC. 379 Arts. 327 y 412 CPC. 380 Art. 413 N° 1° CPC. 378 155 156 b).- Tener título profesional expedido por autoridad competente, si la ciencia o arte cuyo conocimiento se requiera está reglamentada por la ley y hay en el territorio jurisdiccional dos o más personas tituladas que puedan desempeñar el cargo.381 c).- Estar exento de causas legales que pudieren justificar la inhabilidad del perito por implicancia o recusación análogas a las que pueden afectar a los jueces.382 Sin embargo, sobre todos estos requisitos prima la voluntad soberana de las partes, pues éstas pueden convenir en que, para ser perito, no se necesita cumplir con los requisitos anteriores o, por el contrario, ser aun más exigentes.383 Procedimiento. Cualquiera que sea la clase del informe pericial de que se trate, esto es, forzoso o facultativo, de oficio o a petición de parte, el hecho es que junto con decretarlo el tribunal, deberá citar a las partes a una audiencia con el objeto de proceder a la designación de los peritos.384 Esta resolución debe notificarse por cédula, por ser de aquellas que ordenan la comparecencia personal de las partes y contendrá, naturalmente, el día y hora en que dicha audiencia ha de llevarse a efecto. La audiencia se realiza con la parte que asista y tiene objetivos precisos y determinados, a saber: designar la persona o personas de los peritos, fijar el número de peritos que deban nombrarse, la calidad, aptitudes o títulos que deban tener, y, en fin, el punto o puntos materia del informe.385 La primera misión del tribunal es lograr el común acuerdo de las partes frente a los objetivos antes descritos. Si este acuerdo no se produce, o sólo es parcial, en definitiva resuelve el tribunal. Será este último, en consecuencia, quien designe el perito, determine su número, señale las calidades aptitudes o 381 Art. 413 N° 2° CPC. Art. 113 inciso 2° CPC. 383 Art. 413 inciso 1°, primera parte, CPC. 384 Art. 414 inciso 1° CPC. 385 Art. 414 inciso 1° CPC. La Corte Suprema ha resuelto que no es necesario cumplir con los requisitos prescritos en los artículos 414 y siguientes cuando se trata de nombrar un perito cuya designación ha sido ordenada de oficio por el juez, como medida para mejor resolver (RDJ, XIV-II-1ª-413). 382 156 157 títulos que deba poseer, y precise el punto o puntos materia del informe, sobre todo lo cual tendrá amplias atribuciones; pero velando siempre porque la designación recaiga en persona que reúna los requisitos legales y, además, no sea de las dos primeras personas que hayan sido propuestas por cada parte.386 La ley presume que no existe acuerdo de las partes cuando no concurren todas a la audiencia.387 La apelación de la resolución del tribunal donde define los puntos señalados con antelación no impedirá que se proceda a la designación del o de los peritos, sea de común acuerdo, sea por el tribunal. Sólo después de hecha esta designación se llevará adelante el recurso.388 El tribunal, además, debe señalar en la resolución de designación el término dentro del cual deben los peritos evacuar su informe.389 Cuando el nombramiento del perito se efectúe por el tribunal, se pondrá en conocimiento de las partes, o sea, como se contiene en una resolución judicial, ésta debe ser notificada. Una vez efectuado este acto de comunicación, las partes pueden adoptar dos actitudes: a) deducir oposición dentro de tercero día, si tienen alguna incapacidad legal que reclamar contra el nombrado;390 y b) no decir nada dentro de plazo, en cuyo caso se entenderá aceptado el nombramiento sin más trámite.391 Los incidentes a que dé lugar el nombramiento de los peritos y el desempeño de sus funciones se tramitarán en ramo separado.392 Enseguida, debe notificarse la designación al perito quien, a su vez, puede adoptar dos actitudes: a) rechazar el cargo, puesto que su desempeño no es obligatorio; y b) aceptarlo, en cuyo caso deberá declararlo así, jurando desempeñarlo con fidelidad.393 386 Art. 414 inciso 2° CPC. Art. 415 CPC. 388 Art. 414 inciso 3° CPC. 389 Art. 420 CPC. 390 La declaración de implicancia o recusación del perito debe pedirse antes que éste comience a actuar, siempre que la causal alegada exista ya y sea conocida por las partes. Si la causal es posterior o no ha llegado a conocimiento de la parte, deberá proponerla tan pronto tenga noticia de ella. No justificándose esta última circunstancia, será desechada la solicitud, a menos que se trate de una implicancia (art. 114 CPC). La petición de inhabilidad debe reclamarse ante el tribunal del juicio (art. 117 CPC) debiendo cumplir las exigencias legales (art. 115 CPC) y acompañar la boleta de consignación respectiva (118 inciso 2° CPC), exigiendo que el perito se inhiba en el conocimiento del asunto. El tribunal resolverá (art. 119 CPC). 391 Art. 416 CPC. 392 Art. 424 CPC. 393 Art. 417 inciso 1° CPC. 387 157 158 Esta declaración podrá hacerse verbalmente en el acto de la notificación, o por escrito dentro de los tres días inmediatos, y se dejará testimonio de ella en el expediente.394 Se ha resuelto que si se omite el juramento todo lo actuado por el perito será nulo y su informe carecerá de valor en el juicio.395 Pero esta nulidad, lógicamente, debe reclamarse oportunamente mediante los recursos que la ley franquea, porque no sería posible anular un informe de peritos una vez que la sentencia estuviese ejecutoriada, por impedírselo el efecto de cosa juzgada. Una vez que el perito acepta el cargo y presta el juramento de rigor queda, pues, legalmente investido para desempeñar la misión que se le ha confiado, esto es, informar al tribunal al tenor del punto o puntos que oportunamente se le señalaron. El reconocimiento. En la mayoría de los casos, para poder emitir una opinión pericial se hace necesario previamente examinar el objeto materia de la pericia, operación que se denomina reconocimiento. Consiste en el conjunto de operaciones por medio de las cuales el perito procede a estudiar el caso sometido a su apreciación, y que le permite formular una opinión motivada. El reconocimiento está sujeto al control de las partes y por ello se exige al perito que las cite previamente, para que concurran si quieren.396 En la práctica, el perito presenta un escrito señalando el día, hora y lugar en que se efectuará el reconocimiento, y pide que estos pormenores sean puestos en conocimiento de las partes. Indudablemente, esta citación a las partes debe verificarse con la anticipación prudencial suficiente para que éstas puedan hacer uso del derecho de asistir al reconocimiento. 394 Art. 417 inciso 2° CPC. CS, RDJ, XXVII-II-1ª-693. 396 Art. 417 inciso 3° CPC. Se ha resuelto que el informe evacuado por el perito sin la citación previa a las partes (para asistir al reconocimiento) carece de valor legal y autoriza que se entable recurso de casación en la forma en contra de la sentencia que se dicte fundada en ese informe. 395 158 159 Cuando sean varios los peritos procederán unidos a practicar el reconocimiento, salvo que el tribunal los autorice para obrar de otra manera.397 Las partes que concurran a la operación de reconocimiento tienen un doble derecho y pesa sobre ellas también una doble prohibición: podrán hacer en el acto del reconocimiento las observaciones que estimen oportunas, y pedir que se hagan constar los hechos y circunstancias que juzguen pertinentes; pero no tomarán parte en las deliberaciones de los peritos, ni estarán en ellas presentes.398 De todo lo obrado en la actuación de reconocimiento se levantará acta, en la cual se consignarán los acuerdos celebrados por los peritos.399 Presentación del informe pericial. Una vez cumplida la operación de reconocimiento, los peritos están en condiciones de emitir su informe. El informe pericial es el acto por el cual el perito pone en conocimiento del juez la labor realizada y las conclusiones científicas o artísticas a que ha llegado, según el caso. Estas conclusiones deben ser fundadas, pues el objeto de la pericia es ilustrar al tribunal. El perito debe evacuar su informe dentro del plazo señalado por el tribunal y, en caso de desobediencia, podrán ser apremiados con multas, prescindir del informe o decretar el nombramiento de nuevos peritos, según los casos.400 Si son varios los peritos, podrán emitir sus informes conjunta o separadamente.401 Materialmente, en razón del principio de escrituración que predomina en este tipo de juicios, los informes se presentan por escrito acompañando el acta levantada con ocasión de la operación de reconocimiento y otros documentos que estime pertinentes para la ilustración del tribunal. El tribunal ordenará 397 Art. 418 CPC. Art. 419 inciso 1° CPC. 399 Art. 419 inciso 2° CPC. 400 Art. 420 CPC. 401 Art. 423 CPC. 398 159 160 agregarlos al expediente sin mayor formalidad, sin perjuicio del derecho de las partes para formular observaciones relativas a su mérito probatorio. Opiniones periciales discordantes. Cuando los peritos discordaren en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las cuestiones que debe resolver. El nuevo perito será nombrado y desempeñará su cargo en conformidad a las reglas precedentes, ya estudiadas.402 Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los anteriores, el tribunal apreciará libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del juicio.403 Gastos y honorarios periciales. La práctica de este medio probatorio ocasiona, generalmente, gastos y, siempre, honorarios. Los gastos se originan por la diligencia misma, como movilización y materiales, o bien, por la comparecencia de la otra parte al lugar donde debe practicarse. Los honorarios corresponden a la remuneración que hay que pagar a los peritos por su labor desarrollada. Normalmente los hacen presente en un otrosí de su informe escrito. Ahora bien, estos gastos y honorarios serán de cargo de la parte que haya solicitado este medio probatorio; salvo que el tribunal estime necesaria esta medida para el esclarecimiento de la cuestión, en cuyo caso se subentiende que los gastos y honorarios son soportados por mitades, y todo ello sin perjuicio de lo que en definitiva se resuelva sobre pago de costas.404 Todavía más, el tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente se consigne una cantidad prudencial para responder a los gastos y honorarios referidos. La resolución por la cual se fije el monto de la 402 Art. 421 CPC. Art. 422 CPC. 404 Art. 411 inciso 2° CPC. En los juicios de mínima cuantía, el informe que evacuen los peritos es gratuito (art. 720 inciso 1° CPC). 403 160 161 consignación será notificada por cédula al que solicitó el informe de peritos; y si dicha parte deja transcurrir diez días, contados desde la fecha de la notificación, sin efectuar la consignación, se la tendrá por desistida de la diligencia pericial solicitada, sin más trámite.405 El cobro de estos gastos, lo mismo que el de los honorarios de los peritos, se tramitará por vía incidental, por ser cuestión accesoria al juicio mismo y en cuaderno separado.406 Valor probatorio. De acuerdo a la ley, los tribunales apreciarán la fuerza probatoria del dictamen de peritos en conformidad a las reglas de la sana crítica.407 Y para el caso de no existir acuerdo entre los informes de los peritos establece que el tribunal apreciará libremente las opiniones de todos ellos, tomando en cuenta los demás antecedentes del juicio.408 Se trata de la aplicación por el juez de las reglas de la razón humana en la ponderación del informe pericial, o sea, es libre para fijar su valor, pero con respeto de los conocimientos científicamente afianzados, de las máximas de la experiencia humana y de los principios de la lógica formal. Se ha resuelto que la norma del artículo 425 del CPC no es reguladora de la prueba, sino de simple apreciación por los jueces, lo que trae como consecuencia que los hechos de la causa no pueden ser modificados por el tribunal de casación.409 b.6.6.- Las presunciones. Son un medio de prueba que deriva de la actividad lógica del juez. Emplean ciertos antecedentes o circunstancias conocidas para inferir de ellos, sea por obra de legislador o del juez, un hecho desconocido y controvertido en el juicio. Es un medio de prueba circunstancial e indirecto. 405 Art. 411 incisos 2°, parte final, y 3° CPC. Art. 424 CPC. 407 Art. 425 CPC. 408 Art. 422 CPC. 409 SCS. RDJ. 1999, t. XCVI, 2ª Parte, sección 1ª, pág. 110, considerando 7°). 406 161 162 La presunción como prueba indirecta. Si el hombre no pudiese conocer sino mediante su propia percepción directa, sería en extremo limitado en el ámbito de su saber, pobre el mundo de sus ideas y reducido el campo de sus hechos.410 La gran mayoría de los acontecimientos sucede fuera de la esfera de nuestras observaciones directas; y por consiguiente, son pocos los hechos que podemos conocer por percepción directa de nuestros propios ojos. Este obstáculo lo superamos, en parte por la observación directa de los demás, como ocurre con los testigos, quienes nos relatan lo que ellos han percibido, y así el conocimiento de cada uno se sirve del conocimiento de todos. Pero esto también no es siempre posible, puesto que hay multitud de cosas que se sustraen, no solo a la observación directa de nosotros mismos, sino también a la de otras personas que pudieran referírnoslas. Ahora, si bien esos acontecimientos no fueron percibidos directamente, pueden ser aprehendidos por los ojos de la mente, con ayuda de la inteligencia humana, partiendo de lo que se conoce directamente, para llegar a lo que no se pudo percibir de un modo directo. Por este camino invisible a los ojos del cuerpo, es por donde el espíritu humano, al encontrarse ante las causas, nos lleva a pensar en sus efectos, y encontrándose frente a los efectos, nos induce a pensar en las causas. Desde una perspectiva naturalística todas las cosas, al realizarse en el mundo, expanden en torno suyo algo como una irradiación de relaciones que las unen a las demás. Es precisamente por la percepción de dichas cosas y por la percepción de sus vinculaciones con lo que pretendemos conocer, por donde llegamos a conquistar lo desconocido; vía indirecta de conocimiento, que es el triunfo de la inteligencia humana sobre la confusión que la circunda a causa de su pequeñez. La razón guía el espíritu en su camino de lo conocido hacia lo desconocido, por la vía de esos hilos ideológicos que ligan lo primero a lo segundo. Por su parte, el faro que ilumina la razón es la luz de las ideas Nincola Framarino Dei Malatesta. “Lógica de las Pruebas en Materia Criminal”, Tomo I, editorial Temis, segunda reimpresión de la cuarta edición, Bogotá-Colombia, año 1995, pág. 217. 410 162 163 generales, luz que se refleja sobre las ideas particulares y que hace posible su diferenciación. Además, el instrumento de que se sirve la razón para recoger los rayos de las ideas generales y dirigirlos sobre las particulares es el raciocinio, instrumento universal de la reflexión. La base del raciocinio es la experiencia externa y la experiencia interna; la experiencia del mundo físico que nos circunda y la del mundo moral que es nuestra conciencia. Cuando se habla de raciocinio se alude a consecuencias particulares que se han sacado de una premisa más general; en una palabra, se trata de la forma lógica de la deducción. En el campo lógico el raciocinio presenta doble naturaleza con respecto a los dos modos de percibir el contenido de la premisa mayor, a saber: 1).- El contenido general de la premisa mayor puede ser percibido inmediatamente en su realidad ideal; y de su generalidad percibida directamente puede extraerse lo particular que allí está implícito; es el caso de la deducción pura, el método fecundo de las ciencias abstractas, que no consisten sino en el desarrollo deductivo de los principios fundamentales (raciocinio puro). 2).- Pero el contenido general de la premisa mayor también puede llegar a nosotros a través de un proceso inductivo, pues la observación de los hechos particulares nos lleva a una verdad más general, y es este el caso de la inducción, el fecundo método de las ciencias experimentales. Son los distintos casos particulares observados los que nos suministran esa verdad general de que nos valemos para deducir luego la existencia del hecho particular desconocido (raciocinio experimental). En esta forma de razonar, se emplea igualmente la deducción para llegar a la conclusión, pero la inducción para fijar el contenido de la premisa mayor. Este último es el tipo de raciocinio se utiliza en la presunción medio de prueba. Naturaleza ontológica del raciocinio probatorio. 163 164 Se trata de determinar la índole de las verdades que forman su posible contenido. El raciocinio es un juicio que se deduce de otros juicios, cada uno de los cuales está expresado en las proposiciones denominadas mayor, menor y conclusión, en la primera de ellas se enuncia el juicio más general, o sea, el principio en que está contenida la consecuencia que se quiere sacar como conclusión; la segunda de las premisas, que se llama menor, no es otra cosa que un juicio que declara ese contenido; por todo lo cual vemos que la naturaleza del raciocinio la determina el juicio que está contenido en la mayor, ya que, por un lado, la conclusión está contenida en ese mismo juicio, y, por el otro, la menor no sirve sino para declarar ese contenido. Por consiguiente, para estudiar la naturaleza ontológica del raciocinio, basta analizar un solo juicio que es el que expresa la mayor. Ahora, en orden a la verdad que es su contenido, ¿de cuántas especies puede ser este juicio que constituye la premisa mayor? Un juicio no es más que una relación entre dos ideas, y estas últimas, como constituyen los dos términos de la relación, pueden ser idénticas entre sí, o pueden ser distintas. Tenemos, pues, desde un punto de vista muy general, dos categorías de relaciones entre las ideas, y por consiguiente, dos especies de juicios posibles, que son las relaciones de identidad y los juicios analíticos; y las relaciones de diferencia y los juicios sintéticos. Todos los juicios de identidad se reducen lógicamente a un solo y supremo juicio, que se llama principio de identidad y que se expresa diciendo que el ser es el ser. Entre dos cosas distintas no puede haber relación sino en cuanto la una actúa sobre la otra, en cuanto la una despliega su eficacia sobre la otra; esto es, los juicios sintéticos se reducen a uno solo y supremo principio, que es el principio de causalidad, según el cual todo hecho supone una causa. Además de estos dos juicios originarios y supremos, en lógica, se consideran otros también relevantes, que derivan de los anteriores, a saber: 1.- El principio de contradicción, según el cual es imposible que una cosa sea y no sea al mismo tiempo y con referencia a una misma relación. 164 165 2.- El principio del conocimiento que dice que el objeto del pensamiento es el ser. 3.- El principio de la sustancia, de acuerdo con el cual toda cualidad supone una sustancia. 4.- El principio de exclusión del tercero, por el cual una cosa es o no es. 5.- El principio de la razón suficiente, que dice que no hay cosa sin que tenga una razón suficiente. 6.- El principio de finalidad, de acuerdo con el cual todo medio supone un fin. Como la naturaleza de todo raciocinio está determinada por la índole del juicio contenido en la mayor, y como este juicio no puede ser sino de dos especies, básicamente, de ello se deduce que el raciocinio en general puede ser de dos especies: analítico, con relación a la identidad; y sintético, con relación a la causalidad. Relacionado lo anterior con la prueba indirecta de presunciones, nos encontramos frente a una prueba indirecta por relación de identidad, en la cual hacemos consistir especialmente y con toda propiedad, lo que se llama presunción; y frente a una prueba indirecta por relación de causalidad, lo que se llama indicio. En ambos tipos de raciocinios existe una premisa mayor, que es suministrada por la experiencia común, pero el raciocinio de la presunción deduce de lo conocido lo desconocido, por el camino del principio de identidad, al paso que el raciocinio indiciario lo hace por medio del principio de causalidad. En cuanto a la premisa menor, el caso es distinto, respecto a los dos raciocinios. En el de la presunción, la menor sólo afirma que la persona o la cosa particular está comprendida en el sujeto de la mayor, para que, en consecuencia, pueda atribuírseles a la persona o a la cosa particular, lo que se le ha atribuido al sujeto de la mayor. La comprensión de lo particular en lo general, el hecho de estar contenido el individuo en la especie, es percepción de sentido común, pues es percibida por todos de manera intuitiva, y por se tiende a suprimir las premisas enunciando únicamente la conclusión. 165 166 No ocurre lo mismo en cuanto a la premisa menor del raciocinio indiciario, ya que en ella se afirma ante todo la verificación de un efecto particular, para atribuirle luego a éste la causa que se le ha imputado en la mayor al efecto específico, en el cual se intuye la comprensión del efecto particular. Por lo tanto, en la menor de este raciocinio se antepone siempre un hecho particular, al cual se le pretende atribuir determinada causa; se trata siempre de afirmar que se ha verificado cierto efecto particular, y es evidente para todos que la premisa menor no puede omitirse en este caso. Ahora bien, no sólo es preciso enunciar la menor, es más, en necesario probarla; es menester probar que ese determinado hecho particular, que se considera como efecto y que constituye lo material del indicio, ha existido. Algo similar ocurre en el raciocinio indicativo, en que no se pretende deducir del efecto la causa, sino que de esta se quiere inferir el efecto, es decir, que la premisa menor, en vez de contener la afirmación de un hecho particular que se considera como efecto, contendrá la afirmación de un hecho particular que se considera como causa. Pero lo anterior nada modifica, y será preciso siempre enunciar y probar igualmente ese hecho particular causal, si se quiere llegar a la conclusión de que se relaciona con otro hecho que se considera como efecto suyo. Las premisas y su relación. Dentro de la grande e indefinida multitud de hechos físicos y de hechos morales, hay modos, tanto de ser como de actuar de la naturaleza, que son uniformes, en el mundo físico y en el mundo moral; y esas uniformidades, si se consideran desde el punto de vista de la causa que las produce, constituyen las denominadas leyes naturales, sean físicas o morales. Además, si esas mismas uniformidades se estudian por el aspecto de su coexistencia armónica, forman lo que se llama el orden, que se manifiesta concretamente en el modo constante y ordinario de ser y de actuar de la naturaleza. Es constante lo que se presenta como verdadero en todos los casos particulares comprendidos en la especie; es ordinario lo que se presenta como verdadero en el mayor número de casos comprendidos en la especie. 166 167 Si partimos de la idea del orden como modo constante de ser y de obrar de la especie, deducimos consecuencias ciertas en cuanto al individuo; y si partimos de la idea del orden como modo ordinario de ser y de actuar de la especie, deducimos consecuencias probables en cuanto al individuo; de este modo, lo constante de la especie constituye la ley de certeza en cuanto al individuo, al paso que lo ordinario de la especie es la ley de probabilidad con respecto al individuo. Ahora bien, hemos dicho que por medio del conocimiento de una cosa, la mente humana llega a conocer otra, tanto a la luz del principio de causalidad, como a la luz del principio de identidad. En lo tocante a la relación de causalidad como medio del conocimiento, tanto cuando se parte de la idea general del modo constante de ser y de actuar de la naturaleza, como cuando se parte de la idea general del modo ordinario de ser y de obrar en la naturaleza, tendremos siempre una prueba indirecta, esto es, tendremos siempre un indicio, porque la causa es siempre diferente del efecto, y cuando se percibe una relación, sea constante u ordinaria, entre causa y efecto, no por eso se destruye la diferencia entre éstos; y por esto conocer mediante la relación de causalidad es siempre conocer una cosa valiéndose del conocimiento que se tiene de otra, esto es, conocer por vía indirecta, o por medio de indicios. En consecuencia, en los indicios se puede partir, en tesis general, tanto de la idea de lo ordinario como de la idea de lo constante de los modos de ser y de obrar de la naturaleza. Determinado hecho no puede ser revelador de otro sino por su modo natural de ser, o por cambios introducidos en su modo natural de ser; y ese hecho revelador puede ser un hecho interno de la conciencia humana o un hecho externo físico. En lo atinente a los hechos internos del espíritu humano, no es necesario hacer distinciones, pues ellos no pueden referirse a leyes infalibles, ya que los diferentes accidentes del espíritu, y aun más, el influjo del libre albedrío, hacen que intervengan factores anómalos en contra de esas leyes; por consiguiente, en cuanto a los hechos internos de la conciencia, pueden existir leyes para la mayoría de los casos, no para todos, esto es, leyes morales de probabilidad, no 167 168 de certeza. En otros términos, con respecto a los fenómenos morales que se toman como indicadores de otros hechos, no nos podemos colocar sino en el punto de vista de lo que es ordinario en cuanto a la especie, y no de lo que es constante. Con respecto a las cosas materiales es necesario distinguir. Primero consideradas como efectos que revelan la causa, luego como causas que revelan el efecto. Como efecto, una cosa material puede ser reveladora de un hecho causal, ya por las modificaciones introducidas en ella, ya por sus modalidades naturales. Las modificaciones introducidas en las cosas materiales equivalen a modalidades extrínsecas de alteración o de cambio de lugar de las cosas. Ahora bien, como estas modificaciones pueden ser ocasionadas tanto por la acción libre de cualquier hombre como por el posible y múltiple influjo de muchas cosas sobre una, se sigue de ello que esas modalidades introducidas en las cosas no pueden referirse a leyes infalibles en la indicación de su causa, puesto que pueden presentar anomalías. Ellas pueden referirse a leyes para el mayor número de casos, es decir, a leyes físicas de probabilidad, no de certeza (lo ordinario, no lo constante). La cosa material considerada en sus modalidades naturales permite a la mente percibir relaciones no solo ordinarias sino constantes, y se presentan entonces los indicios necesarios, que son sumamente raros. Ahora si pasamos a analizar las cosas materiales como causas reveladoras del efecto, veremos que las cosas se consideran en cuanto a su modo natural de ser intrínseco o extrínseco, y así, una cosa, por su natural modo de ser hace pensar en otra cosa como en su efecto. Una cosa no sirve de prueba indirecta, indicando otra como la causa de un efecto, sino en cuanto por su naturaleza se la considera capaz de producir esa otra cosa como efecto, pero no porque realmente la haya producido. Dicho de otra forma, una cosa contingente, por sí sola, no puede hacernos pensar que necesariamente ha producido un efecto, sino que lo ha podido producir. La conclusión no es cierta, sólo probable. 168 169 En consecuencia, en el razonamiento probatorio que aquí se ha denominado indicio se parte casi siempre de la idea general de lo que es ordinario, y muy rara vez de la idea general de lo que es constante en cuanto a la especie. Como contrapartida, la presunción tiene como punto de partida la relación de identidad. Dicha relación no puede producir esa prueba indirecta que se llama presunción, sino en cuanto se parte de la idea general del modo ordinario de ser de la naturaleza, por percibirse un atributo como perteneciente a una especie y, por lo tanto, en parcial relación de identidad con ésta, como probable. Por el contrario, si se parte, a propósito de la relación de identidad, de la idea del modo constante de ser de la naturaleza, lo que se percibe como constante en la especie, se percibe como indefectible en el individuo; y lo que se percibe como indefectible en el individuo, se le atribuye de modo directo y no de modo indirecto. Luego, cuando se habla de la prueba indirecta que constituye la presunción, se supone siempre que en el raciocinio probatorio se parte del modo ordinario de ser de la naturaleza. Así pues, fuera de los casos excepcionales en los cuales la fuerza probatoria del indicio se deriva de una ley constante, lo ordinario es, por lo tanto, el fundamento lógico de la prueba indirecta en general; y ese es el vínculo entre los hechos generales del mundo físico y del mundo moral, por un lado, y el hecho particular, por el otro. Lo ordinario de la especie, en cuanto a los sujetos en sí mismos considerados y con respecto a sus atributos, hace presumir lo particular del individuo; y eso constituye el árbol genealógico de todas las presunciones. Lo ordinario de la especie, en cuanto a la relación de causalidad entre los distintos sujetos, hace que una cosa, individualmente considerada, indique la otra; y en esto tenemos el árbol genealógico de casi todos los indicios. Por consiguiente, la teoría de lo ordinario es la base tanto de los indicios como de las presunciones, y así consistirá en el influjo ordinario, cuando se 169 170 trata de la relación entre causa y efecto, y consistirá en la adherencia ordinaria al referirse a la relación entre una cualidad y un sujeto. No obstante lo señalado en los párrafos anteriores, presunción e indicio pueden actuar conjuntamente. Desde ya, así como la presunción contribuye a establecer la credibilidad subjetiva de cualquier prueba, así también concurre a fijar la credibilidad subjetiva del indicio; y es después de haber presumido que es subjetivamente genuino el hecho indicador, por haber deducido esto último del modo de ser ordinario de ser de los hechos de la respectiva especie. Pero, además de esto, la presunción y el indicio con frecuencia se entrecruzan y se auxilian mutuamente. Clasificación de las presunciones. Según la ley las presunciones son legales o judiciales.411 Si los antecedentes o circunstancias que dan motivo a la presunción son determinados por la ley, la presunción se llama legal;412 por el contrario, si son determinados por el juez, la presunción se llama judicial. La presunción legal, en consecuencia, es aquella en que la ley es la que, de ciertos antecedentes o circunstancias conocidas, infiere o deduce un hecho desconocido. Por consiguiente, los elementos constitutivos de esta clase de presunciones corren de cargo exclusivo del legislador, quien se encarga de precisar los elementos fácticos que servirán de base a la presunción; como igualmente, de señalar la conclusión o hecho presumido. Ahora bien, si el legislador permite que este hecho presumido por él mismo pueda ser desvirtuado por otros medios probatorios, se dice que la presunción es simplemente legal;413 y, a la inversa, si este hecho presumido no admite prueba en contrario, estamos en presencia de una presunción de derecho.414 Se afirma que la presunción simplemente legal más que un medio de prueba constituye un caso de inversión de la carga de la prueba, porque 411 Art. 1712 inciso 1° CC. Art. 47 CC. 413 Ejemplos: arts. 700 inciso 2°, 1654 inciso 1° y 1739 inciso 1° CC. 414 Ejemplos: arts. 76 y 706 inciso final CC. 412 170 171 favorece a quien la invoca y pone a cargo de la otra parte la prueba en contrario. La circunstancia que la presunción de derecho no admita prueba en contra no significa que no se pueda aportar prueba para destruir la base fáctica de la presunción. Lo que la ley no permite es atacar el razonamiento o demostrar la inexistencia del hecho presumido. Evidentemente, la parte interesada en emplear una presunción legal debe probar los elementos fácticos en que se basa, en caso contrario se estimará como no concurrente. Las presunciones judiciales son aquellas en que el juez es el que, de ciertos antecedentes o circunstancias conocidas, infiere o deduce un hecho desconocido en el juicio. Sus elementos fácticos son obra exclusiva del juez; luego, la operación mental o de raciocinio también es ejecutada por el juzgador, de acuerdo al método lógico que corresponda; y, por último, el establecimiento o demostración del hecho desconocido lo efectuará a través de la fundamentación de la decisión. También en este caso, los elementos fácticos que le sirve de base deberán encontrarse acreditados en el juicio, de acuerdo a la actividad probatoria de los litigantes. La especial naturaleza de las presunciones impide que tengan un verdadero procedimiento o serie de trámites destinados a realizarlos o una oportunidad legal para producirlas. La verdad es que la parte interesada se limita a probar los antecedentes o circunstancias conocidas que le sirven de base, en la forma y oportunidad legal; y, en seguida, se encarga de alegarlas, siendo el juez en definitiva, quien en su sentencia las acepta o las rechaza como tales. Admisibilidad de la presunción judicial. En principio, las presunciones judiciales sirven para probar toda clase de hechos, sean jurídicos o materiales; salvo tratándose de actos o contratos solemnes, en los cuales la solemnidad exigida por el legislador es el 171 172 otorgamiento de un instrumento público, pues éste no puede ser suplido por ninguna otra prueba.415 Debe, en todo caso, cuidarse de que los antecedentes o circunstancias hayan sido acreditados en el juicio en forma legal, pues podría ocurrir que el hecho base se estime probado con la prueba testimonial y la presunción diga relación con la existencia de una obligación que haya debido constar por escrito, respecto de la cual la testimonial es inadmisible. Requisitos de las presunciones judiciales. Las presunciones que deduce el juez deben ser graves, precisas y concordantes.416 Graves, o sea, que el hecho conocido del cual se infiere el hecho desconocido haga llegar hasta este último sin esfuerzo, en forma casi obligada, necesariamente; precisas, esto es, que se refieran justamente al hecho que se trata de probar, que no sean vagas, difusas, susceptibles de aplicarse a diversas circunstancias; y, si son varias, concordantes, o sea, que haya armonía entre ellas, que no sean capaces de destruirse unas a otras, que no sean contradictorias. La apreciación de la gravedad y precisión suficientes, y de su concordancia, si son varias, es un problema que queda entregado a la libre determinación del juez; y, por consiguiente, se encuentra en el terreno de los hechos de la causa y vedado, en consecuencia, de poder ser revisado por el tribunal de casación, el cual solamente está llamado a conocer de infracciones legales y no de los hechos del pleito.417 Bases de presunciones judiciales. Dispone el artículo 427 del CPC: “Sin perjuicio de las demás circunstancias que, en concepto del tribunal o por disposición de la ley, deban estimarse como base de una presunción,418 se reputarán verdaderos los hechos certificados en 415 Art. 1701 inciso 1° CC. Arts. 1712 inciso 3° y 426 inciso 2° CPC. 417 SCS, RDJ 2000, t. XCVII, 2ª parte, sec. 1ª, pág. 101, considerando 10°. 418 Arts. 354 (cotejo de letras), 357 N° 1° (declaración del menor de 14 años), 383 inciso 1° (testimonio de oídas) y 398 inciso 1° CPC (confesión extrajudicial puramente verbal). 416 172 173 el proceso por un ministro de fe, a virtud de orden de tribunal competente, salvo prueba en contrario. Igual presunción existirá a favor de los hechos declarados verdaderos en otro juicio entre las mismas partes”. En realidad lo que en este precepto se contiene son dos casos de presunciones simplemente legales.419 Valor probatorio de las presunciones. Si se trata de una presunción de derecho, constituye prueba plena respecto del hecho presumido, toda vez que no admite prueba en contrario.420 En el caso de la presunción simplemente legal, la ley permite probar la no existencia del hecho que legalmente se presume, aunque sean ciertos los antecedentes o circunstancias de que lo infiere la ley.421 En consecuencia, si no hay prueba en contrario el hecho debe darse por probado; al revés, frente a prueba contradictoria el tribunal optará por la que crea más conforme con la verdad.422 Para determinar el valor probatorio de las presunciones judiciales debemos efectuar algunas distinciones: Una sola presunción puede constituir plena prueba cuando, a juicio del tribunal, tenga caracteres de gravedad y precisión suficientes para formar su convencimiento.423 Lo mismo debe entenderse respecto de las presunciones judiciales múltiples que sean graves, precisas y concordantes.424 b.6.7.- Apreciación comparativa de los medios de prueba. Si bien se trata de una operación propia del juzgador en la sentencia, parece pertinente señalar aquí las reglas básicas de esta apreciación comparativa, a saber: 419 Se ha resuelto que una cosa es el mérito probatorio de los hechos certificados en el proceso por un ministro de fe referente a la presentación y notificación de una demanda y otra la eficacia de una prueba sobre determinados daños y la forma de producirse (SCS, RDJ, tomo LXXIII, 2ª parte, sección 1ª, pág. 74). 420 Art. 47 inciso 4° CC. 421 Art. 47 inciso 3° CC. 422 Art. 428 CPC. 423 Art. 426 inciso 2° CPC. 424 Art. 1712 inciso 3° CC. 173 174 1.- En primer término, debe estarse a lo que digan las disposiciones especiales. 2.- Las presunciones de derecho y, para parte de la doctrina y jurisprudencia, la confesión judicial sobre hechos personales, no admiten prueba en contrario, de modo que los hechos probados a través de ellos no pueden ser destruidos. 3.- Entre dos o más pruebas contradictorias, y a falta de ley que resuelva el conflicto, los tribunales preferirán la que crean más conforme con la verdad.425 En este sentido se ha resuelto que al hacer prevalecer los jueces del fondo el informe pericial sobre los demás medios probatorios, por tratarse del establecimiento de un hecho para cuya apreciación se necesitan conocimientos especiales de ingeniería, se limitan a ejercer la facultad que al efecto les confiere la ley.426 c.- Trámites posteriores a la prueba. c.1.- El escrito de observaciones a la prueba. Vencido el término probatorio, y dentro de los diez días siguientes, las partes podrán hacer por escrito las observaciones que el examen de la prueba les sugiera.427 Es la oportunidad idónea que la ley concede a las partes para argumentar jurídicamente a favor del valor probatorio de sus pruebas y el nulo mérito de los elementos aportados por la contraria; estructurar los raciocinios que sirvan al tribunal para construir las presunciones judiciales; y sostener, en definitiva, 425 Art. 428 CPC. SCS, RDJ, tomo XXX-II-1ª-73. 427 Art. 430 CPC. 426 174 175 que sus pretensiones o excepciones, según sea el caso, se encuentran demostradas. El plazo concedido es de diez días y corre para todas las partes desde el vencimiento del término probatorio, sea éste el ordinario, extraordinario o especial. Los trámites posteriores a la prueba avanzan sin perjuicio de la demora en agregar la prueba rendida fuera del tribunal, o el hecho de no haberse practicado alguna otra diligencia de prueba pendiente. Ello tampoco será obstáculo para la dictación de la sentencia, a menos que el tribunal, por resolución fundada, la estime estrictamente necesaria para la acertada resolución de la causa, debiendo reiterarla como medida para mejor resolver.428 Ahora, si la prueba se recibe una vez dictada la sentencia, debe igualmente agregarse al expediente para que sea considerada en segunda instancia, en su caso.429 c.2.- Citación para oír sentencia. Vencido el plazo para formular observaciones a la prueba, se hayan o no presentado escritos y existan o no diligencias pendientes, el tribunal citará a las partes para oír sentencia.430 Además, recordemos que el tribunal puede dictar esta resolución en las hipótesis descritas en el artículo 313 del CPC. La citación para oír sentencia se puede decretar de oficio o a petición de cualquiera de las partes y significa que el tribunal se encuentra en condiciones de resolver el conflicto a través del fallo. Constituye un trámite esencial y su omisión está sancionada con la nulidad de la sentencia.431 En contra de esta resolución las partes sólo pueden interponer recurso de reposición, dentro de tercero día y fundado en error de hecho. La resolución que resuelve la reposición es inapelable.432 428 Art. 431 inciso 1° CPC. Art. 431 inciso 2° CPC. 430 Art. 432 inciso 1° CPC. 431 Arts. 768 N° 9° y 795 N° 7° CPC. 432 Art. 432 inciso 2° CPC. 429 175 176 Citadas las partes para oír sentencia, no se admitirán escritos ni pruebas de ningún género, salvas las excepciones legales.433 En efecto, una vez notificada esta resolución queda enteramente cerrado el debate judicial, señalando la ley las siguientes excepciones: el incidente de nulidad fundado en vicios que anulan todo el proceso o en la falta de una circunstancia esencial para la marcha del juicio, las medidas para mejor resolver y las medidas precautorias. Además, los plazos establecidos en los artículos 342 N° 3, 346 N° 3 y 347, relativos a la impugnación de instrumentos privados, públicos y traducidos, que hubieren comenzado a correr al tiempo de la citación para oír sentencia, continuarán corriendo sin interrupción y la parte podrá, dentro de ellos, ejercer su derecho de impugnación. De producirse ésta, se tramitará en cuaderno separado y se fallará en la sentencia definitiva, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 431 del CPC. c.3.- Medidas para mejor resolver. Son diligencias probatorias establecidas por la ley, que el tribunal puede decretar de oficio, una vez puesto el proceso en estado de sentencia y dentro del plazo concedido para ello, a fin de quedar en condiciones adecuadas para adoptar una mejor decisión. Constituyen una excepción al principio de pasividad y afecta el principio de aportación de parte. Los contendientes no tienen derecho alguno para compeler al tribunal a ordenar la realización de una o más de las medidas para mejor resolver consignadas en la ley, por lo que las peticiones que al respecto ellas formulen no podrán ser consideradas más que meras sugerencias cuya aceptación depende exclusivamente del arbitrio del órgano jurisdiccional. La oportunidad para que el tribunal decrete estas medidas es sólo dentro del plazo para dictar sentencia, esto es, dentro de sesenta días contados desde 433 Art. 433 CPC. Otras excepciones legales no mencionadas expresamente: la acumulación de autos (art. 98 CPC), el incidente de privilegio de pobreza (art. 130 CPC), el incidente de desistimiento de demanda (art. 148 CPC), el incidente de abandono de procedimiento (art. 153 CPC) y las gestiones de conciliación (art. 262 CPC). 176 177 la notificación por el estado diario de la resolución que citó a las partes para oír sentencia. Las que se dicten fuera de ese plazo se tendrán por no decretadas. Los tribunales sólo pueden decretar aquellas medidas señaladas en el artículo 159 del CPC y en los términos que allí se expresan, a saber: 1°.- La agregación de cualquier documento que estimen necesario para esclarecer el derecho de los litigantes. 2°.- La confesión judicial de cualquiera de las partes sobre hechos que consideren de influencia en la cuestión y que no resulten probados. 3°.- La inspección personal del objeto de la cuestión. 4°.- El informe de peritos. 5°.- La comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio, para que aclaren o explique sus dichos obscuros o contradictorios. 6°.- La presentación de cualesquiera otros autos que tengan relación con el pleito. Esta medida se cumplirá de conformidad a lo establecido en el inciso 3° del artículo 37 del CPC. En este último caso y siempre que se hubiese remitido el expediente original, éste quedará en poder del tribunal que decrete esta medida sólo por el tiempo estrictamente necesario para su examen, no pudiendo exceder de ocho días este término si se trata de autos pendientes. Además de las medidas enumeradas en el artículo ya citado, el tribunal puede, para mejor resolver, decretar la agregación de alguna prueba rendida fuera del tribunal.434 La resolución que decreta las medidas para mejor resolver se notifica por el estado diario y deben ellas cumplirse dentro del plazo de veinte días, contados desde la aludida notificación. Vencido este plazo, las medidas no cumplidas se tendrán por no decretadas y el tribunal procederá a dictar sentencia, sin más trámite. Si en la práctica de una medida para mejor resolver aparece de manifiesto la necesidad de esclarecer nuevos hechos indispensables para dictar sentencia, podrá el tribunal abrir un término especial de prueba, no superior a ocho días, que será improrrogable y limitado a los puntos que el 434 Art. 431 inciso 1° CPC. 177 178 mismo tribunal designe. En este evento, se aplicará lo establecido en el artículo 90 del CPC. Vencido el término de prueba, el tribunal dictará sentencia sin más trámite. Las providencias que se decreten en conformidad al artículo 159 del CPC serán inapelables, salvo las que dicte un tribunal de primera instancia disponiendo informe de peritos o abriendo un término especial de prueba, en cuyo caso la apelación procederá en el solo efecto devolutivo. d.- Período de decisión. d.1.- La sentencia definitiva. A contar de la notificación de la resolución que citó a las partes para oír sentencia, el Juez tiene un plazo de sesenta días para dictar sentencia definitiva en el procedimiento ordinario de mayor cuantía.435 Si el juez no dicta sentencia dentro de este plazo, será amonestado por la Corte de Apelaciones respectiva, y si a pesar de esta amonestación no expide el fallo dentro del nuevo plazo que ella le designe, incurrirá en la pena de suspensión de su empleo por el término de treinta días, que será decretado por la misma Corte.436 Ahora bien, es sentencia definitiva la resolución pone fin a la instancia resolviendo la cuestión o asunto que han sido objeto del juicio.437 En cuanto a sus requisitos de forma, debe ajustarse estrictamente a lo que prescribe el artículo 170 del CPC, complementado por el Auto Acordado de la Excelentísima Corte Suprema, sobre forma de las sentencias, de 30 de septiembre de 1920. La sentencia definitiva de primera instancia se notifica por cédula,438 pudiendo las partes desde esa época deducir los recursos de apelación y casación. Si no deducen recursos, la sentencia queda firme o ejecutoriada desde que transcurren todos los plazos que la ley concede para la interposición de dichos recursos, sin que se hayan hecho valer por las partes, y el secretario 435 Art. 162 inciso 3° CPC. Art. 162 inciso 4° CPC. 437 Art. 158 inciso 2° CPC. 438 Art. 48 inciso 1° CPC. 436 178 179 certifique este hecho. Por el contrario, si se deducen recursos, la sentencia queda firme desde que se notifica el decreto que la manda cumplir, una vez que terminen los recursos deducidos. 439 d.2.- La convicción del tribunal. d.2.1- Estados de la mente con relación al conocimiento de la realidad.440 Con respecto al conocimiento de cierto hecho, el espíritu humano puede encontrarse en estado de ignorancia, de duda o de certeza. La duda es un estado complejo. Hay duda, en general, cuando una proposición presenta motivos afirmativos al mismo tiempo que motivos negativos; ahora bien puede existir predominio de los motivos negativos sobre los afirmativos, y tenemos entonces lo improbable; puede haber igualdad entre las dos clases de motivos, y se tiene lo creíble en sentido específico; y por último, puede suceder que prevalezcan los motivos afirmativos sobre los negativos, y en este caso existe la probabilidad. Pero lo improbable no es otra cosa que la inversión de lo probable, pues lo que es probable por el aspecto de los motivos de mayor validez, es improbable por el lado de los motivos menos atendibles, y por eso la duda no se reduce propiamente sino a las dos subdivisiones simples de lo creíble y de lo probable. Recapitulando, la mente humana puede encontrarse, con respecto al conocimiento de un hecho, en estado de ignorancia, o sea ausencia de todo conocimiento; en estado de credibilidad, en sentido específico, es decir igualdad de motivos en cuanto al conocimiento afirmativo y al negativo; en estado de probabilidad, que es el predominio del conocimiento afirmativo, y en estado de certeza, que es el conocimiento afirmativo y triunfante. Como se puede observar, el hombre llega al conocimiento de un objeto por un camino ascendente, es decir comenzando por el estado negativo de la ignorancia para ascender gradualmente luego a los otros estados que son más perfectos, como son lo creíble, lo probable y lo cierto. 439 440 Art. 174 CPC. Framarino, ob cit, pág. 1 y siguientes. 179 180 d.2.2.- Certeza y convicción. Criterios de legitimidad de la decisión. En general, se dice que la verdad es la conformidad de la noción ideológica con la realidad, y la creencia en la percepción de esa conformidad es la certeza. Por lo tanto, la certeza es un estado subjetivo del espíritu que consiste en la creencia de estar en posesión de la verdad, sin embargo puede que ella no corresponda a la verdad objetiva. Certeza y verdad no siempre coinciden, pues algunas veces estamos ciertos de lo que objetivamente es falso; otras dudamos de lo que es objetivamente verdadero; y la misma verdad que le parece indudable a alguien, en ocasiones le parece dudosa a otro, y hasta falsa a un tercero. No obstante lo anterior, no puede negarse su relación: la certeza surge ordinariamente del influjo de la verdad objetiva, pero no se trata de la verdad misma, sino simplemente de un estado subjetivo que, a veces, por obra de nuestra propia imperfección, no responde a la verdad objetiva. La mente humana puede llegar por diferentes caminos a la certeza: Respecto de la verdad puramente inteligible, la certeza puede provenir de la percepción inmediata de ella, en cuyo caso nos encontramos frente a la intuición pura (certeza intuitiva puramente lógica). Si lo anterior no es posible, podemos recurrir a la demostración, que nos conduce desde una verdad conocida a otra desconocida mediante la reflexión, con el auxilio del raciocinio; así la verdad que logramos conocer se nos presenta a la luz de una verdad más general, utilizando el método deductivo de las ciencias puramente racionales (certeza reflexiva puramente lógica). Ninguno de estos caminos son utilizables en la solución de los conflictos jurídicos a través del proceso. En cuanto a las verdades sensibles, constituidas ya sea por una materialidad, no puede percibirse sino mediante los sentidos (verdades sensibles materiales) o por hechos psíquicos (verdades sensibles morales), no pueden percibirse sino a través de la materialidad en que se han exteriorizado. 180 181 Las verdades sensibles materiales pueden percibirse tanto por medio de la intuición como por medio de la reflexión, al paso que las verdades sensibles morales no pueden percibirse sino mediante la reflexión. Ahora, en cuanto al sujeto de la certeza, la conclusión parece obvia: si la certeza es de naturaleza subjetiva, el sujeto natural de la certeza no es ni puede ser sino la mente del que juzga. Sin embargo, la evolución histórica de la humanidad nos demuestra que ello no siempre ha sido así. En un sistema probatorio de prueba legal o tarifada, donde la ley es la que señala, en forma previa, el valor de convicción o de certeza de los medios que aportan los litigantes, no es la mente del juzgador la destinataria del material probatorio del juicio, limitándose el juez a aplicar los criterios impuestos por la ley. En este caso, es más propio hablar de certeza legal y considerar al legislador como sujeto de la certeza. En cambio, en un sistema probatorio de libre apreciación judicial, la certeza se deja librada a la conciencia autónoma del juez, en la cual debe producirse, como en la de todo otro hombre racional, y con los mismos criterios libres, no subordinados sino a las leyes de la razón. A esta certeza de hombre se le llama certeza moral y el sujeto de la misma es el juez (convencimiento judicial). En el terreno legislativo la certeza legal puede tener mayor o menor extensión, ya sea impidiendo las deducciones libres del juez, en cuyo caso nos encontramos frente a una certeza completamente legal, o dejar que el juez emplee, en cierta medida, sus libres opiniones, y entonces tendremos la certeza parcialmente legal. Tradicional ha sido la crítica al sistema de certeza legal, la interrogante es al siguiente: ¿es posible determinar con anticipación y sin errores las especiales condiciones concretas de las cuales debe surgir una certeza particular y concreta? Framarino responde:441 si la certeza es un estado subjetivo no debe considerarse como independiente de la realidad objetiva, pues se trata de un estado sicológico producido por la acción de las realidades percibidas y por la 441 Ob cit., pág. 48. 181 182 conciencia de esas percepciones. En los juicios se litiga sobre realidades contingentes que varían en cuanto a su naturaleza y a sus relaciones en forma indefinida, a consecuencia de esto la certeza que en concreto se refiere a ellas no puede ser objeto de previa determinación por medio de criterios fijos. En razón de lo anterior, la predeterminación del valor de las pruebas individuales y concretas es ilógica e irracional. En la certeza moral debe haber un asentimiento seguro y definitivo de la voluntad del juzgador, que, iluminada por la razón, rechaza definitivamente las posibilidades contrarias (convencimiento judicial). La certeza asegura que hay relaciones de conformidad entre mis ideas y la verdad; el convencimiento agrega que en esta visión intelectiva no hay error y que las ideas están conformes con la verdad. La certeza es la afirmación preliminar de la verdad, en el sentido de que la noción ideológica se presenta como verdadera; el convencimiento es la posterior afirmación de que poseemos certeza, de que entendemos que ella es legítima, y de que el espíritu no admite dudas en cuanto a esa verdad. En consecuencia, convicción es más que certeza, pues se refiere al máximo grado de persuasión; es la persuasión por obra de una segura visión intelectiva y no por impulso ciego del espíritu. Tan fundamental como la adquisición misma de la convicción judicial es la manifestación de los motivos de la decisión. En efecto, la motivación de la sentencia es el medio práctico que hace posible el control de las partes y de la sociedad mediante un examen posterior al que ha hecho el juez. La motivación obliga, por una parte, a que el juez le dé a su propia convicción una base razonada; y, por otra parte, hace posible que las partes y la sociedad controle esa convicción. A continuación veremos como la sentencia judicial debe satisfacer en su contenido un estándar mínimo de estructura lógica y fundamentación. d.3.- Requisitos de la sentencia definitiva. 182 183 En primer lugar, debe cumplir las exigencias comunes a toda resolución judicial, esto es:442 1.- Expresar en letras el lugar y fecha en que se expide. 2.- La firma del juez o jueces que la dictan o que intervienen en el acuerdo. 3.- La autorización del secretario. A continuación, debe reunir los requisitos especiales de toda sentencia definitiva de primera instancia, describiendo la ley la siguiente estructura: Parte expositiva. En esta primera parte el juez hace un resumen del contenido fundamental de los escritos del período de discusión y de los demás trámites del proceso hasta la citación para oír sentencia. Normativamente se exige: 1.- La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio.443 Esta designación es relevante para los efectos de determinar los límites subjetivos de la cosa juzgada. 2.- La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante y de sus fundamentos e igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas pro el demandado.444 Esta mención debe incluir los aspectos fácticos y jurídicos y permite fijar el objeto del juicio, materia sobre la cual deberá pronunciarse el juez en su decisión. 3.- Si ha sido o no recibida la causa a prueba. 4.- Si se citó a las partes para oír sentencia. Estas dos últimas menciones las agrega el Auto Acordado sobre forma de las sentencias, ya mencionado, y se corresponden con trámites que la ley declara esenciales. En este sentido también podría ser útil agregar el llamado a conciliación, cuando tal actuación es obligatoria. Parte considerativa. En ella se contienen los fundamentos o razones del juez para acoger o rechazar la demanda; constituye, en consecuencia, la oportunidad idónea para 442 Arts. 61 inciso final y 169 CPC. Art. 170 N° 1° CPC. 444 Art. 170 N° 2° y 3° CPC. 443 183 184 que el tribunal explique, de una forma clara y lógica, la manera como ha formado su convicción. Comprende las siguientes fases:445 1.- La determinación de los hechos sobre que versa el conflicto jurídico sometido a la decisión del tribunal, distinguiendo aquellos que hayan sido aceptados o reconocidos por las partes, respecto de aquellos sobre los que ha versado la discusión. 2.- En relación a los hechos discutidos, establecerlos, previo análisis y apreciación de la prueba, pudiendo darse las siguientes posibilidades: 2.a.- Si se ha suscitado cuestión acerca de la procedencia de la prueba (tacha de testigos e impugnación de documentos, por ejemplo), el juez debe exponer los fundamentos en cuya virtud ha aceptado o rechazado tales planteamientos. 2.b.- Si no hubo discusión acerca de la procedencia legal de la prueba o rechazada la cuestión promovida, el tribunal procederá a establecer los hechos que estima justificados con la prueba valorada de conformidad a la ley, señalando las razones que tuvo para ello. También debe consignarse qué hechos no resultaron probados y los motivos de ello. 3.- Establecidos los hechos de la causa, el juez debe determinar el derecho aplicable al caso. Al efecto expresará, en forma clara y lógica, los motivos jurídicos en cuya virtud las pretensiones del actor o las defensas y excepciones del demandado deben ser acogidas, enunciando las normas legales o, en su defecto, los principios de equidad con arreglo a los cuales ha adoptado su decisión. Parte resolutiva. En ella el juez emite su decisión respecto del asunto controvertido y es la que produce los efectos de cosa juzgada. La decisión del asunto controvertido debe comprender todas las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio, pudiendo omitirse aquellas que sean incompatibles con las aceptadas. Debe expresarse de un modo 445 Art. 170 N° 4° y 5° CPC; N° 5°, 6°, 7°, 8°, 9° y 10 del Auto Acordado del la Corte Suprema sobre Forma de las Sentencias. 184 185 determinado y preciso las acciones, peticiones y excepciones que se aceptan o rechazan.446 Como se puede observar existe un deber de congruencia del tribunal al pronunciar la sentencia definitiva, toda vez que, por una parte debe resolver todas las acciones, peticiones y excepciones hechas valer por los litigantes, y, por la otra, no puede en ella extenderse a puntos que no hayan sido expresamente sometidos a juicio por las partes, salvo en cuanto la ley lo faculte para proceder de oficio.447 Finalmente, en virtud de lo señalado en el artículo 768 N° 7° del CPC, que establece como causal de casación formal la circunstancia de contener la sentencia decisiones contradictorias, fluye una nueva exigencia lógica en esta parte resolutiva, cual es la coherencia de lo dispositivo. 4.1.4.- Otros modos de terminación del juicio ordinario. Se les llama formas anormales o anómalas de conclusión de un juicio y son: a) La conciliación; b) el avenimiento; c) el desistimiento de la demanda; d) el abandono del procedimiento; e) la transacción, y f) El contrato de compromiso o arbitraje. a.- La conciliación. Se trata de un trámite esencial y obligatorio en todo juicio civil en que sea admisible la transacción, con excepción de aquellos juicios señalados en el artículo 262 inciso 1° del CPC. El llamado a conciliación lo puede realizar el juez una vez terminados los trámites de discusión, para tal efecto convoca a las partes a una audiencia, donde les propone bases del arreglo. Actúa, en consecuencia, como amigable componedor tratando de obtener un avenimiento total o parcial en el litigio, 446 447 Art. 17º N° 6° CPC y N° 11 del Auto Acordado. Art. 160 CPC. 185 186 sin que las opiniones que emita lo inhabiliten para seguir conociendo de la causa.448 El artículo 266 del CPC da al tribunal una facultad que generalmente no posee, esto es, ordenar agregar de oficio aquellos antecedentes y medios probatorios que estime pertinentes para los efectos de la conciliación. De la conciliación total o parcial debe levantarse acta, que consignará sólo las especificaciones del arreglo, debe ser suscrita por el juez, las partes que lo deseen y el secretario, y se estimará como sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales.449 b.- El avenimiento. Es el acuerdo de las partes para poner término a un juicio pendiente, en el cual no tiene una intervención activa el tribunal, limitándose éstas a presentarlo para el conocimiento del órgano jurisdiccional. Es importante distinguir el avenimiento de la conciliación por la distinta forma de configuración de un título ejecutivo respecto de ellos. El avenimiento es título ejecutivo cuando consta en un acta pasada ante tribunal competente y autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de actuación.450 En cambio, el acta de conciliación, que debe ser suscrita no sólo por las partes, sino que por el juez y el secretario, se estima como sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales, y como tal configura un título ejecutivo contemplado en el N° 1° del artículo 434 del CPC. El acuerdo con que las partes ponen término al juicio tiene el doble carácter de contrato y de actuación judicial. Como actuación judicial, una vez aprobado por el tribunal, no puede reclamarse de él, por haber puesto término a la litis, por vía incidental. Como contrato, los defectos de que puede adolecer deben ser reclamados en juicio de lato conocimiento. 448 Art. 263 CPC. Art. 267 CPC. 450 Art. 434 N° 3° CPC. 449 186 187 c.- El desistimiento de la demanda. Consiste en el retiro de la demanda que hace el actor después de la notificación del demandado.451 Tal petición se tramita incidentalmente y si es aceptado por el tribunal, dicha decisión (una vez firme dicha sentencia interlocutoria) extinguirá las acciones a que él se refiera, con relación a las partes litigantes y a todas las personas a quienes habría afectado la sentencia del juicio a que se pone fin.452 Esto significa que se producen los efectos de la cosa juzgada respecto de las acciones hechas valer en la demanda. El análisis específico de este incidente será estudiado con ocasión del procedimiento incidental. d.- El abandono del procedimiento. Se trata de una sanción procesal establecida en contra del litigante negligente, que deja transcurrir el término señalado por la ley sin instar por la prosecución del procedimiento. El procedimiento se entiende abandonado cuando todas las partes que figuran en el juicio han cesado en su prosecución durante seis meses, contados desde la fecha de la última resolución recaída en alguna gestión útil para dar curso progresivo a los autos.453 El abandono sólo se puede hacer valer por el demandado, por vía de acción o excepción, durante todo el juicio y hasta que se haya dictado sentencia ejecutoriada en la causa.454 Lo que se pierde con esta sanción no es la acción (pretensión), sino el procedimiento, o sea, las actuaciones hasta ese momento realizadas en el proceso.455 La solicitud de abandono de procedimiento se tramita como incidente, por lo que será estudiado en detalle más adelante. 451 Art. 148 CPC. Art. 150 CPC. 453 Art. 152 CPC. 454 Art. 153 inciso 1° CPC. 455 Art. 156 CPC. 452 187 188 e.- La transacción. Es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio pendiente o precaven un litigio eventual, haciéndose concesiones recíprocas.456 La transacción produce los mismos efectos de una sentencia firme, entre los contratantes.457 No se puede transigir sobre el estado civil de las personas.458 f.- El contrato de compromiso o arbitraje. El compromiso es un contrato por el cual las partes substraen determinados asuntos litigiosos presentes o futuros al conocimiento de la jurisdicción ordinaria y lo someten al fallo de ciertos árbitros que designan. Implica una renuncia al conocimiento de las controversias pro la autoridad judicial, y el proceso no puede seguir substanciándose ante el tribunal ordinario que lo conocía. El arbitraje es un contrato solemne, pues debe constar por escrito.459 4.2.- El procedimiento de menor cuantía. Es un procedimiento ordinario simplificado entregado a las partes para el conocimiento de los conflictos cuya cuantía excede de 10 UTM y no pasa de 500 UTM, siempre que la ley no haya señalado un procedimiento especial.460 En principio se rige por las mismas reglas establecidas para el procedimiento ordinario de mayor cuantía, con las siguientes salvedades: a.- Se omiten los escritos de réplica y dúplica. En consecuencia, contestada que sea la demanda o transcurrido el plazo legal para hacerlo culmina el período de discusión. Ahora bien, si se deduce reconvención se dará traslado de ella al demandante por seis días, y con lo que éste exponga o en su rebeldía, se recibirá la causa a prueba. 456 Art. 2446 inciso 1° CC. Arts. 2460 y 2461 CC. 458 Art. 2450 CC. 459 Art. 234 inciso 1° COT. 460 Art. 698 inciso 1° CPC. 457 188 189 b.- El término de emplazamiento es de 8 días, que se aumentará de conformidad a la tabla de emplazamiento, sin que dicho aumento pueda exceder de 20 días, sin que resulte aplicable la disposición del inciso 2° del artículo 258 del CPC. En el caso del artículo 308 del CPC, el plazo para contestar la demanda será de 6 días. c.- La audiencia de conciliación se realizará no antes de 3 días ni después de 10, contados desde la fecha de la notificación de la resolución. d.- El término probatorio ordinario será de 15 días, pudiendo aumentarse extraordinariamente conforme a la tabla de emplazamiento, sin exceder de 20 días. Continúa vigente, por lo tanto, la posibilidad de solicitar un término especial de prueba si se dan las condiciones legales para ello. e.- El plazo para formular observaciones a la prueba será de 6 días y no de 10 como ocurre en el procedimiento ordinario de mayor cuantía. f.- El plazo para dictar la sentencia definitiva es de 15 días, contados desde la notificación de la resolución que cita a las partes para oírla. g.- En materia de apelación, deducido el recurso el juez lo tendrá por interpuesto para después de la sentencia que ponga término al juicio, debiendo el apelante reproducirlo dentro de los 5 días subsiguientes al de la notificación de la sentencia y, en virtud de esta reiteración, lo concederá el tribunal. Excepcionalmente, tratándose de la apelación de resoluciones referentes a la competencia o inhabilidad del tribunal, que recaigan en incidentes sobre algún vicio que anule el proceso o relativos a medidas prejudiciales o precautorias, el recurso se concederá al tiempo de su interposición.461 La apelación de la sentencia definitiva se tramitará como en los incidentes y se verá conjuntamente con las apelaciones que se hayan concedido en conformidad a las reglas precedentes. Los alegatos no podrán exceder de 15 minutos, salvo que el tribunal acuerde prorrogar este tiempo hasta el doble.462 El tribunal de alzada destinará, por lo menos, un día de cada semana a la vista preferente de estas causas.463 461 Art. 698 modificación 7ª e inciso final CPC. Art. 699 CPC. 463 Art. 701 CPC. 462 189 190 La sentencia del recurso debe dictarse dentro del plazo de 15 días, contado desde el término de la vista de la causa.464 4.3.- El procedimiento declarativo de mínima cuantía. Es un procedimiento general, verbal y de única instancia, entregado a las partes para el conocimiento de los conflictos cuya cuantía no excede de 10 UTM, siempre que la ley no haya señalado un procedimiento especial, atendida la naturaleza del asunto.465 El CPC contempla tanto un procedimiento declarativo como uno ejecutivo, estudiaremos a continuación el primero y la ejecución en mínima cuantía será analizada junto con el juicio ejecutivo en general. 4.3.1.- La demanda y su providencia. Si bien la ley establece que este procedimiento es verbal, se permite a las partes presentar minutas escritas donde se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen. Por ello es que la demanda puede interponerse verbalmente o por escrito. Si se opta por la oralidad, debe dejarse constancia en un acta, que servirá de cabeza del proceso, del nombre, profesión u oficio y domicilio del demandante, de los hechos que éste exponga y de sus 464 465 Art. 702 CPC. Arts. 703 y 723 inciso 1° CPC. 190 191 circunstancias esenciales, de los documentos que acompañe y de las peticiones que formule.466 El tribunal debe proveer la demanda en el mismo acto y su resolución debe constar en el acta señalada precedentemente; en dicha providencia se convocará a las partes a una audiencia para un día determinado, no antes de 3 días hábiles contados desde la fecha de la resolución, cuidando que medie un tiempo prudencial entre la notificación del demandado y la celebración de la audiencia. Las partes pueden comparecer personalmente o representadas por mandatarios con facultad especial para transigir.467 Cerrada el acta, debe entregarse de inmediato al demandante una copia autorizada de ella y de su proveído, con lo cual éste de entenderá notificado de las resoluciones que contenga.468 4.3.2.- Notificaciones. La demanda y la primera resolución de cualquiera gestión anterior a ésta deben notificarse personalmente al demandado por medio de un receptor, si lo hay; en caso contrario, por un vecino de la confianza del tribunal, que sea mayor de edad y sepa leer y escribir, o por un miembro del Cuerpo de Carabineros. Al notificado se le entregará copia íntegra del acta y de su proveído. Estas mismas personas pueden practicar la notificación establecida en el artículo 44 del CPC, cuando proceda.469 Se mantiene la regla general, en cuya virtud la sentencia definitiva, la resolución que reciba la causa a prueba y las resoluciones que ordenen la comparecencia personal de las partes deben notificarse, a lo menos, por cédula; pudiendo hacerlo cualquiera de las personas señaladas en el párrafo anterior. Para estos efectos, las partes en su primera actuación deben designar su domicilio en la forma indicada en el inciso 2° del artículo 49 del CPC.470 Si la demanda ha sido notificada personalmente al demandado, y éste no designa domicilio, se tendrá por tal el que se haya señalado en la demanda y si 466 Art. 704 incisos 1° y 2° CPC. Art. 704 inciso 3° CPC. 468 Art. 704 inciso final CPC. 469 Art. 705 CPC. 470 Art. 706 inciso 1° CPC. 467 191 192 aquélla ha sido notificada en la forma prevista en el artículo 44 del CPC, se considerará como domicilio la morada en que se haya practicado dicha notificación, siempre y cuando se encuentre dentro de la jurisdicción del tribunal; en caso contrario, se le notificará por el estado diario.471 Las demás resoluciones se notificarán por el estado diario.472 Para la práctica de las notificaciones en este tipo de procedimientos serán hábiles las horas comprendidas entre las seis y las veinte horas de todos los días del año.473 4.3.3.- Audiencia de contestación y conciliación. La audiencia de contestación se celebrará con la parte que asista. En caso de inconcurrencia del demandado, podrá el tribunal suspender la audiencia si estima que la demanda no le ha sido notificada mediando un tiempo prudencial entre la notificación y la audiencia, o si habiéndosele notificado en la forma prevista en el artículo 44 del CPC haya motivo para creer que la copia correspondiente no ha llegado con oportunidad a su poder, en cuyos casos debe dictar una resolución fundada en la cual señale nuevo día y hora para la celebración de la audiencia.474 Si comparece el demandado a la audiencia, debe oponer en ella las excepciones dilatorias y perentorias; enseguida el tribunal llamará a las partes a avenimiento (conciliación). Si el avenimiento se produce se levantará acta del mismo, entregando una copia de él cada parte. En caso contrario, el tribunal se limitará a dejar constancia del fracaso del mismo.475 Todas las excepciones se tramitarán conjuntamente y se fallarán en la sentencia definitiva; sin embargo, el tribunal puede acoger desde luego, o tramitar separadamente en conformidad al artículo 723 del CPC, las dilatorias de incompetencia, de falta de capacidad o de personería del demandante, o 471 Art. 706 inciso final CPC. Art. 707 CPC. 473 Art. 708 CPC. 474 Art. 710 CPC. 475 Art. 711 CPC. 472 192 193 aquella en que se reclame del procedimiento siempre que aparezcan manifiestamente admisibles.476 El demandado puede también deducir reconvención en la audiencia de contestación cuando el tribunal sea competente para conocer de ella y siempre que no esté sometida a un procedimiento especial y tenga por objeto enervar la acción deducida o esté íntimamente ligada con ella. En caso contrario no se admitirá a tramitación.477 Los incidentes deben formularse y tramitarse en las audiencias de contestación y prueba y su fallo se reservará para la sentencia definitiva. Sin embargo, puede el tribunal, atendida la naturaleza del incidente, tramitarlo separadamente, con audiencia verbal de la parte contraria, y decretar las diligencias adecuadas a su acertada resolución. De igual modo, podrán tramitarse los incidentes especiales de que tratan los artículos 79, 80 y 81, los Títulos X, XI, XII, XIII, XIV, XV y XVI del Libro Primero y los Títulos IV y V del Libro Segundo, todos del CPC. Las resoluciones que se dicten en todo procedimiento incidental, cualquiera sea su naturaleza, serán inapelables.478 4.3.4.- La prueba. Concluida la etapa de discusión el juez debe resolver si recibirá o no la causa a prueba. En caso afirmativo fijará los puntos sobre los cuales debe recaer y señalará una audiencia próxima para recibirla; tal resolución es inapelable. En caso contrario, citará a las partes para oír sentencia.479 La práctica de toda diligencia probatoria debe solicitarse en la audiencia de contestación so pena de no ser admitida después, sin perjuicio de que el tribunal pueda de oficio, para mejor resolver, en cualquier estado de la causa, decretar todas las diligencias y actuaciones conducentes a la comprobación de los hechos discutidos, debiendo emplear para ello el mayor celo posible.480 476 Art. 712 CPC. Art. 713 CPC. 478 Art. 723 CPC. 479 Art. 715 CPC. 480 Art. 714 inciso 1° CPC. 477 193 194 Los instrumentos sólo podrán presentarse conjuntamente con la demanda o en las audiencias de contestación o de prueba y las partes deberán formular las observaciones y las impugnaciones que procedan en la audiencia en que se acompañen o en la inmediatamente siguiente. Por su parte, los incidentes a que den lugar las observaciones e impugnaciones deberán tramitarse y probarse al mismo tiempo que la cuestión principal; y aquellos que se formulen en la audiencia de prueba se deberán probar en esa misma audiencia, salvo que el tribunal por motivos fundados fije una nueva audiencia para ello.481 Si las partes desean rendir prueba testimonial, deberán, en la audiencia de contestación o dentro de los tres días siguientes a la notificación de la resolución que reciba la causa a prueba, hacer anotar en el proceso el nombre, profesión u oficio y domicilio de los testigos que ofrezcan presentar y si los testigos debe o no ser citados pro el tribunal. Sólo podrán declarar cuatro testigos por cada parte sobre cada uno de los puntos de prueba que fije el juez.482 La declaración de los testigos se prestará bajo juramento, en presencia de las partes que asistan, quienes podrán dirigir preguntas al deponente por conducto del juez. Antes de la declaración de cada testigo, la parte contra quien deponga podrá deducir las tachas que a su juicio le inhabiliten para declarar, mas ello no obstará a su examen, salvo que el tribunal deseche de oficio a los testigos que, según su criterio, aparezcan notoriamente inhábiles. Si el juez lo estima necesario proveerá lo conducente al establecimiento de las inhabilidades invocadas, las que apreciará en conciencia en la sentencia definitiva.483 La confesión judicial de las partes podrá pedirse por una sola vez en el juicio y deberá solicitarse en la audiencia de contestación. También podrá pedirse, en la audiencia de prueba, siempre que se encuentre presente la persona que deba declarar.484 481 Art. 714 inciso final CPC. Art. 716 CPC. 483 Art. 717 CPC. 484 Art. 718 inciso 1° CPC. 482 194 195 Decretada la confesión, el juez la tomará de inmediato si está presente la parte que deba prestarla. En caso contrario procederá a tomarla en la audiencia de prueba o en otra que señale para este solo efecto. Si el absolvente se niega a declarar o da respuestas evasivas, el juez podrá dar por confesados los hechos de la respectiva pregunta. Ahora, si el absolvente no concurre el día y hora fijados y siempre que al pedir la diligencia la parte haya acompañado pliego de posiciones, se darán éstas por absueltas en rebeldía, sin necesidad de nueva citación, teniéndose al absolvente por confeso de todos aquellos hechos que estén categóricamente afirmados en dicho pliego, y que a juicio del tribunal sean verosímiles. Si el absolvente se encuentra en el lugar del juicio su comparecencia debe verificarse ante el tribunal de la causa; en caso contrario, ante el juez competente del lugar en que resida, pero no se podrá ejercitar este derecho si existe en el juicio mandatario con facultad de absolver posiciones a menos que el tribunal estime absolutamente necesaria la diligencia para el fallo. Siempre que el tribunal decrete informe de peritos, designará preferentemente para el cargo al empleado público, municipal o de institución semifiscal que estime competente, quien estará obligado a desempeñarlo gratuitamente. Los informes periciales se presentarán por escrito, pero el juez podrá pedir informes verbales que se consignarán en los autos con las firmas de quienes los emitan. De ellos deberá darse cuenta en la audiencia de prueba siempre que sea posible.485 Cuando hayan de practicarse diligencias probatorias fuera de la sala de despacho, podrá el tribunal proceder por sí solo o con notificación de las partes, según lo estime conveniente.486 4.3.5.- Decisión. Si el tribunal ha citado a las partes para oír sentencia sin recibir la causa a prueba, la sentencia definitiva debe dictarla en el plazo de 8 días.487 485 Art. 720 CPC. Art. 719 CPC. 487 Art. 715 CPC. 486 195 196 En el caso contrario, citadas las partes para oír sentencia, el juez debe dictar la sentencia definitiva dentro de los 60 días contados desde la celebración de la audiencia de contestación, salvo que lo impidan circunstancias insuperables, de las cuales dejará constancia en la sentencia y en el estado mensual respectivo.488 La prueba se apreciará en la forma ordinaria, pero podrá el tribunal, en casos calificados, estimarla conforme a conciencia, y según la impresión que le haya merecido la conducta de las partes durante el juicio y la buena o mala fe con que hayan litigado en él.489 El contenido de la sentencia definitiva se encuentra señalado en el artículo 725 del CPC, incluyendo la regulación de costas.490 La sentencia definitiva es inapelable.491 4.3.6.- Otras reglas especiales. En cuanto al registro de las audiencias, como el procedimiento es esencialmente verbal, se requiere dejar constancia fiel de lo que se actúa en ellas. En razón de lo anterior, la ley exige levantar acta de todo lo obrado en estas actuaciones orales, la que deberá ser firmada por el juez, las partes asistentes, los testigos que hayan declarado y el secretario del tribunal, o quien haga sus veces. Si alguno de los comparecientes no sabe o no puede firmar, estampará su impresión digital, y si se niega a firmar, se dejará constancia de ello. Por su parte las resoluciones se extenderán en el mismo expediente. 492 En materia de abandono de procedimiento, el plazo para que opere es de tres meses.493 4.4.- El procedimiento sumario. 4.4.1.- Concepto. 488 Art. 722 CPC. Art. 724 CPC. 490 Art. 726 CPC. 491 Art. 723 inciso 1° CPC. 492 Art. 721 CPC. 493 Art. 709 CPC. 489 196 197 Es un procedimiento declarativo, especial, verbal y concentrado que se aplica cuando la pretensión deducida requiera, por su naturaleza, de una tramitación rápida para ser eficaz y en los demás casos señalados por la ley. 4.4.2.- Reglamentación. El procedimiento sumario se encuentra reglamentado en el Título XI del Libro Tercero del CPC, artículos 680 a 692. En lo no regulado por estas disposiciones se rige supletoriamente por las normas comunes a todo procedimiento y los preceptos del procedimiento ordinario. 4.4.3.- Características. a.- Es un procedimiento declarativo puesto que con él se persigue el reconocimiento o declaración de un derecho controvertido. b.- Para algunos autores es un procedimiento ordinario o común en razón de lo que dispone el artículo 680 inciso 1º del CPC al decir: "..en defecto de otra regla especial..". En cambio para otros es un procedimiento especial y se basan para ello en la ubicación que tiene en el CPC, esto es, en el libro III " De los procedimientos especiales ". Para nosotros este procedimiento presenta ambos caracteres. Es ordinario respecto de la situación que reglamenta en el inciso 1º. En efecto, se trata de un procedimiento común de aplicación general cualquiera sea la pretensión deducida. En cambio si consideramos los casos enumerados en su inciso 2º, hay que concluir que es un procedimiento especial ya que este inciso regula casos específicos en que es aplicable el procedimiento sumario. c.- Es un procedimiento verbal, es decir, sus actuaciones se realizan de viva voz. Pero las partes pueden presentar minutas escritas.494 No obstante lo anterior, debe dejarse constancia escrita de todo lo obrado en el expediente.495 d.- Es un procedimiento breve como lo revela la escasez de sus trámites. 494 495 Art. 682 CPC. Art. 61 CPC. 197 198 e.- Es un procedimiento concentrado, porque tanto la cuestión principal como las cuestiones accesorias se tramitan y se falla conjuntamente.496 f.- Es admisible la sustitución de procedimiento, vale decir del procedimiento sumario puede pasarse al ordinario y viceversa. Pero esta sustitución de procedimiento sólo puede tener lugar en los casos señalados en el artículo 680 inciso 1º del CPC. g.- En el procedimiento sumario el tribunal de alzada tiene más facultades que las normales.497 4.4.4.- Campo de aplicación. El artículo 680 del CPC señala dos situaciones en que es aplicable el procedimiento sumario, a saber: a) la situación general referida en el inciso 1º; y b) la situación especial referida en el inciso 2º. a.- Situación general. En cuya virtud el procedimiento sumario se aplica cuando la acción deducida requiere, por su naturaleza, una tramitación rápida para que sea eficaz y siempre que el legislador no haya previsto otra regla especial. Corresponde al juez determinar, de acuerdo a su criterio, si es o no aplicable el procedimiento sumario de acuerdo a este parámetro general. b.- Situaciones especiales. Se trata de casos en que es obligatorio aplicar el procedimiento sumario, a saber: b.1.- Cuando la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente, o en otra forma análoga.498 b.2.- Las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o extinción de servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas den lugar. 496 Art. 690 CPC. Arts. 208 y 692 CPC. 498 Arts. 226 y 2185 CC. 497 198 199 Todas las controversias sobre servidumbres con la sola excepción de las servidumbres voluntarias, se someten a los trámites del procedimiento sumario. b.3.- Los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697 del CPC (que se refiere a los servicios prestados en juicio, en cuyo caso el profesional tiene un derecho de opción). b.4.- Los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los representantes legales y sus representados. b.5.- Los juicios sobre depósito necesario y comodato precario. b.6.- Los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las ejecutivas a virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del CC. Las acciones ejecutivas se extinguen por prescripción de 3 años y las acciones ordinarias prescriben en 5 años. Una acción ejecutiva que a los 3 años prescribe como tal, subsiste como ordinaria por 2 años más.499 b.7.- Los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el contrato, de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 696 del CPC. Por regla general deben rendir cuenta todas las personas que administran bienes ajenos, por ejemplo un mandatario o un representante legal. Esta obligación de rendir cuenta puede emanar de la ley o del acuerdo de las partes. Si quien debe rendir cuenta desconoce su obligación en tal sentido la otra parte puede perseguir que se declare dicha obligación en un procedimiento sumario. O sea, en el procedimiento sumario sólo se va a discutir si la persona está o no obligado a rendir cuenta. Todo lo relativo a la cuenta misma es materia de un juicio especial que es el juicio de cuentas.500 b.8.- Los juicios en que se ejercita el derecho que concede el artículo 945 del CC para hacer cegar un pozo.501 499 Art. 2513 CC. Arts. 693 y siguientes CPC. 501 La referencia debe entenderse efectuada al Código de Aguas. 500 199 200 4.4.5.- Tramitación. a.- Período de discusión. a.1.- Demanda y providencia. Todo procedimiento declarativo comienza por demanda o por medida prejudicial. El problema en este tipo de procedimiento radica en determinar si la demanda efectivamente puede plantearse en forma verbal, sobre el particular existen dos posiciones: Quienes sostienen que ella puede ser verbal, por disponerlo así el artículo 681 del CPC; y Quienes afirman que la demanda no puede ser verbal, de modo que siempre habrá de ser planteada por escrito. Señalan que en el título XI que reglamenta el procedimiento sumario nada dice sobre este particular y, por lo tanto, rige lo señalado en el artículo 3° del CPC, que hace aplicable, a su vez la norma del artículo 254 del mismo cuerpo legal, que señala que la demanda debe ser siempre escrita y reunir los requisitos que allí se indican. Además, podemos agregar una razón de orden práctico en aquellas ciudades asiento de Corte de Apelaciones, donde las demandas deben ser distribuidas previamente por el tribunal de alzada y luego tramitadas por los respectivos juzgados asignados. Personalmente nos inclinamos por esta segunda tesis. Presentada la demanda el tribunal la proveerá citando a las partes a una audiencia que se realizará el quinto día hábil siguiente de la última notificación. En el evento que el demandado no esté en el lugar del juicio se amplía el plazo señalado con todo el aumento de la tabla de emplazamiento, sin que sea aplicable lo dispuesto en el artículo 258 del CPC.502 502 Art. 683 CPC. 200 201 a.2.- Notificación. De acuerdo a las reglas generales, contenidas en las disposiciones comunes a todo procedimiento, la demanda y su proveído se notificarán al demandado personalmente (o a través de la notificación especial contemplada en el artículo 44 del CPC o por avisos en los diarios, en su caso), a menos que se haya iniciado el procedimiento por medida prejudicial, en cuyo caso puede notificársele por cédula. Al actor se le notifica por el estado diario. a.3.- Ampliación de la demanda. Puede ampliarse conforme a las reglas generales; pero celebrado el comparendo ya no cabe ampliación alguna.503 a.4.- La audiencia de contestación y conciliación. Esta audiencia o comparendo tiene por finalidad permitir al demandado contestar y llamar a las partes a conciliación, si procede. Excepcionalmente debe concurrir, además, el Defensor Público, cuando la ley así lo exija o cuando el tribunal lo juzgue necesario. En la práctica estos auxiliares de la administración de justicia no concurren salvo cuando ellos deban intervenir y cuando deban ser oídos informan por escrito (dictámenes).504 Cuando haya de oírse a los parientes, se citará en términos generales a los que designa el artículo 42 del CC, para que asistan a la primera audiencia o a otra posterior, notificándose personalmente a los que puedan ser habidos. Los demás podrán concurrir aun cuando sólo tengan conocimiento privado del acto. Compareciendo los parientes el tribunal les pedirá informe verbal sobre los hechos que considere conducentes. Si el tribunal nota que no han concurrido algunos parientes cuyo dictamen estime de influencia y que residan en el lugar 503 504 Art. 261 CPC. Art. 683 inciso 2° CPC. 201 202 del juicio, podrá suspender la audiencia y ordenar que se les cite determinadamente.505 Los informes verbales de los parientes sólo tienen por objeto instruir al juez acerca de circunstancias relevantes para su decisión, más puede seguir o no su opinión. Situaciones que pueden darse en la audiencia: Si concurren ambas partes, se celebra el comparendo. Como una mera práctica judicial, no obligatoria, se acostumbra solicitar que el demandante ratifique su demanda y, enseguida, se escucha al demandado, quien debe oponer todas sus excepciones, tanto las dilatorias como las perentorias y, además, promover todos los incidentes, por tratarse de un procedimiento breve y concentrado. Con el mérito de lo que las partes expongan el tribunal procederá a recibir la causa a prueba o citará a las partes para oír sentencia.506 Se discute acerca de la procedencia de la reconvención planteada por el demandado en la audiencia de rigor. No hay norma especial sobre el particular, sin embargo, atendida la naturaleza breve y concentrada de este procedimiento, nos inclinamos por la negativa, pues de estimarla procedente se afectaría gravemente el derecho de defensa del actor principal, ahora demandado reconvencional, al no contar con el tiempo suficiente para preparar su contestación (según la ritualidad del procedimiento debía contestar esa reconvención en el mismo comparendo). Existen, no obstante, procedimientos sumarios especiales donde esta permitida excepcionalmente la reconvención.507 Concurre sólo el demandante. En este caso el juez puede adoptar dos actitudes, según cuál sean las peticiones del actor:508 Recibir la causa a prueba; o 505 Arts. 680 N° 4° y 689 CPC; 263 y 542 CC. Art. 683 inciso 2° CPC. 507 Art. 6 N° 4 de la Ley N° 18.101. 508 Art. 684 CPC. 506 202 203 Acceder provisionalmente a lo pedido en la demanda si el demandante lo solicita con fundamento plausible. Esta actitud se traduce en un pronunciamiento anticipado sobre la cuestión de fondo, pero sólo tiene un carácter provisorio. Si el tribunal accede provisionalmente a lo pedido en la demanda, el demandado puede formular oposición dentro del término de cinco días, contados desde su notificación. Formulada oportunamente la oposición, el tribunal citará a una nueva audiencia, sin que se suspenda el cumplimiento provisional decretado y sin alterar la condición jurídica de las partes (demandante y demandado). Si el demandado no formula oposición o, en caso que formule oposición, después de celebrado el comparendo respectivo, el tribunal debe recibir la causa a prueba, si procede o bien citar a las partes para oír sentencia.509 Concurre sólo el demandado. El código no se refiere a esta situación. Se concluye que el comparendo hay que celebrarlo de todas maneras, pero en rebeldía del demandante. Con lo que exponga el demandado el tribunal recibe la causa a prueba o cita a las partes para oír sentencia. Esto es así porque la asistencia del actor no es obligatoria. No concurre ninguna de las dos partes. En este evento habrá que fijar nuevo día y hora para celebrar el comparendo. Quien tenga interés solicitará la fijación de nuevo día y hora, resolución que deberá notificarse por cédula, ya que ordena la comparecencia personal de las partes. b.- Período de prueba. De conformidad a las normas generales, si el tribunal estima que existen hechos controvertidos, sustanciales y pertinentes, recibirá la causa a prueba. La prueba se rinde en el plazo y en la forma establecida para los incidentes, vale decir, dentro de un término probatorio ordinario de 8 días, debiendo las partes presentar sus listas de testigos dentro de los dos primeros 509 Art. 685 CPC. 203 204 días. Si es necesario practicar diligencias probatorias fuera del lugar en que se sigue el juicio, puede el tribunal, por motivos fundados, ampliar una sola vez el señalado término por el número de días que estime necesarios, no excediendo en ningún caso del plazo total de 30 días, contados desde que se recibió la causa a prueba.510 No obstante lo señalado precedentemente y aún cuando existe norma expresa respecto de los incidentes,511 creemos que la resolución que recibe la causa a prueba se notifica por cédula, prevaleciendo aquí la norma general del artículo 48 del CPC, toda vez que se trata de la recepción de prueba en un juicio y no de un incidente. La remisión entonces sólo debe entenderse a los plazos y forma para rendir la prueba pero no respecto a la notificación de esa resolución. c.- Período de decisión. Vencido el término probatorio siempre que haya sido necesaria la prueba o concluida la discusión, en caso contrario el tribunal, de inmediato, debe citar a las partes para oír sentencia. En consecuencia, no hay período de observaciones a la prueba. 512 El plazo que el juez tiene para dictar la sentencia definitiva es de 10 días.513 Dicho plazo se cuenta desde la notificación de la resolución que citó a las partes para oír sentencia.514 El fallo debe pronunciarse sobre las pretensiones deducidas y también sobre los incidentes que se hayan planteado o sólo respecto de estos últimos si son previos o incompatibles con aquélla.515 4.4.6.- Sistema de recursos. 510 Arts. 90 y 686 CPC. Art. 323 inciso 2° CPC. 512 Art. 687 CPC. 513 Art. 688 inciso 2° CPC. 514 Art. 38 CPC. 515 Art. 690 CPC. Principio de concentración que inspira este tipo de procedimiento. 511 204 205 En contra de la sentencia definitiva de primera instancia proceden los recursos de casación en la forma y de apelación. Contra la sentencia de segunda instancia proceden los recursos de casación en la forma y en el fondo, de acuerdo a las reglas generales. Sólo la apelación de la sentencia definitiva y de la resolución que da lugar al procedimiento sumario (en la sustitución de procedimiento ordinario a sumario), será concedida en ambos efectos, salvo que de este modo hayan de eludirse sus resultados.516 Las demás resoluciones, inclusa la que acceda provisionalmente a la demanda, sólo serán apelables en el efecto devolutivo.517 La tramitación del recurso de apelación se ajustará, en todo caso, a las reglas establecidas para los incidentes. Finalmente, de acuerdo a lo establecido en el artículo 692 del CPC, el tribunal de alzada tiene más competencia que la normal, dado que puede pronunciarse sobre todas las cuestiones debatidas en primera instancia para ser falladas en definitiva, aun cuando no los comprenda el fallo apelado. Lo que constituye una excepción a la regla general del artículo 208 del mismo cuerpo legal. 4.4.7.- Incidentes en el procedimiento sumario. Todos los incidentes deben promoverse y tramitarse en el comparendo de contestación, conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta, quedando su resolución para la sentencia definitiva.518 La norma precedente se refiere, lógicamente, a todos aquellos incidentes que se basen en hechos acaecidos antes del juicio, coexistentes con su inicio, o que tengan su origen en comparendo mismo. Pero no puede referirse a aquellos incidentes que se fundan en hechos que se producirán con posterioridad al comparendo. Estos últimos se rigen por la norma del artículo 516 Art. 691 inciso 1° CPC. Art. 691 inciso 2° CPC. 518 Art. 690 CPC. 517 205 206 85 del CPC, que exige sean promovidos tan pronto lleguen a conocimiento de la partes. Esa resolución en que se fallan la cuestión principal y los incidentes, no obstante tener la forma de una sentencia definitiva, en la parte que decide el incidente es un auto o una sentencia interlocutoria. 4.4.8.- El incidente de sustitución del procedimiento. La sustitución de procedimiento que permite la ley puede ser de ordinario a sumario y de éste al primero.519 Tratándose de la conversión del procedimiento sumario al ordinario sólo puede tener lugar en los casos a que se refiere el artículo 681 inciso 1º del CPC, es decir, aquellos en que la naturaleza de la acción deducida requiere de una tramitación rápida para ser eficaz. Además es preciso tener motivos fundados que justifiquen la sustitución. Por su parte, la conversión del procedimiento que se inició como ordinario a procedimiento sumario procede siempre que aparezca la necesidad de aplicar este último. La solicitud de sustitución de procedimiento, en ambos casos, se tramita como incidente.520 Existe no obstante discrepancia respecto a la oportunidad para plantear esta cuestión accesoria: Para algunos debe hacerse valer como excepción dilatoria, antes de la contestación de la demanda. Para sostenerlo así estiman que se trata de una petición de corrección del procedimiento, propia de las excepciones formales;521 además, de acuerdo al artículo 84 del CPC, los incidentes que nacen de un hecho coexistente con la iniciación del juicio deben proponerse antes de hacer cualquiera gestión principal en el pleito, y la sustitución de procedimiento es un incidente cuya causa es coetánea con la iniciación de juicio y como debe 519 Art. 681 incisos 1° y 2° CPC. Art. 681 inciso final CPC. 521 Art. 303 N° 6° CPC. 520 206 207 ser promovida antes de realizar cualquier gestión principal debe alegarse antes de contestar la demanda. Para otros, en cambio, no existe tal limitación. Afirman que la ley permite solicitar la conversión cuando aparezcan motivos fundados para ello o necesidad de aplicar uno u otro procedimiento. En consecuencia, el momento oportuno puede ser posterior a la contestación de la demanda y el único límite estaría constituido por la dictación de la sentencia definitiva. Agregan que la sustitución del procedimiento no persigue corregir el procedimiento, no pretende corregir vicios procesales sino que hacer más expedita o eficaz la acción, tanto es así que de acuerdo al artículo 681 inciso 1º del CPC el procedimiento continua, lo que significa que todo lo actuado es válido y por lo tanto, no ha habido vicios. Finalmente señalan que el incidente de sustitución no nace junto con la iniciación del juicio puesto que los motivos o la necesidad de aplicarlo pueden aparecer en cualquier estado del pleito. La resolución que concede la sustitución de procedimiento de sumario a ordinario y la que la niega es apelable en ambos efectos. Por su parte, la resolución que da lugar al cambio como la que lo niega la sustitución de ordinario a sumario es apelable en el sólo efecto devolutivo.522 Se sostiene que la resolución que falla este incidente tiene el carácter de una sentencia interlocutoria porque falla un incidente estableciendo derechos permanentes en favor de las partes, y ese derecho consiste en que ese juicio se seguirá tramitando de acuerdo a un determinado procedimiento. En cuanto a los efectos de la sustitución, cuando ésta se decrete el litigio debe continuar conforme a las normas del nuevo procedimiento, según la etapa o estado en que se encontraba y son válidas las diligencias realizadas con anterioridad, es decir, la sustitución produce efectos sólo hacia el futuro pero no hacia el pasado.523 4.5.- El procedimiento incidental. 522 523 Art. 691 incisos 1° y 2° CPC. Art. 691 inciso 1° CPC. 207 208 4.5.1.- Concepto de incidente. Incidente es toda cuestión distinta y accesoria del asunto principal de un juicio, que requiere un especial pronunciamiento del tribunal. Son dos los elementos de esta definición: a) La accesoriedad en cuanto su existencia depende de una cuestión principal, sin juicio no hay incidentes; y b) el pronunciamiento especial del tribunal, lo que significa que tan pronto como la controversia accesoria se encuentra en estado de ser fallada, el Juez debe dictar la resolución respectiva. Los incidentes planteados por separado deben resolverse independientemente unos de otros y todos ellos aisladamente de la cuestión principal. 4.5.2.- El incidente ordinario. Es aquel que no tiene señalado un procedimiento especial y debe promoverse tan pronto como los motivos que lo originan lleguen al conocimiento de la parte interesada, siempre dentro del juicio. Ahora si el incidente tiene su origen en hechos ocurridos antes o coetáneos con el inicio del juicio, el interesado debe promoverlo antes de hacer cualquier gestión principal en el pleito. Si el incidente tiene su origen en hechos acaecidos durante el juicio, deben promoverse tan pronto como el hecho llegue a conocimiento de la parte respectiva. Los incidentes cuyas causas existen simultáneamente, deben promoverse a la vez, en caso contrario serán rechazados de oficio, sin tramitación. Presentado el incidente (demanda incidental) el tribunal analizará si es conexo, si se ha formulado oportunamente, si es o no de previo y especial pronunciamiento o si requiere consignación previa. Si es inconexo o extemporáneo lo rechazará de plano; si es de previo y especial pronunciamiento lo tramitará en el mismo ramo; en caso contrario, se tramitará en cuerda separada; si se plantea sin previa consignación, lo tendrá por no promovido. Si el tribunal lo admite, dará traslado a la parte contraria por tres días para que responda. Con la respuesta del incidente o sin ella, el tribunal decidirá 208 209 si lo recibe a prueba o no (art. 89 CPC). Si estima que hay controversia, recibirá en incidente a prueba fijando los puntos sobre los que ella debe recaer, esta resolución sólo es susceptible de reposición. El término probatorio es de ocho días y la resolución respectiva se notifica por el estado diario (art. 323 inciso 2° CPC), dentro de los primeros días deberán presentar las partes la lista de testigos. Vencido el período de prueba, fallará el tribunal de inmediato o a más tardar dentro de tercero día (art. 91 CPC). Además, existen incidentes especiales como la acumulación de autos, las cuestiones de competencia, las implicancias o recusaciones, el privilegio de pobreza, las costas, el desistimiento de la demanda y el abandono de procedimiento. 4.6.- Los procedimientos ejecutivos. 4.6.1.- El cumplimiento de las resoluciones judiciales. En nuestro ordenamiento jurídico, la facultad de los tribunales de hacer cumplir o ejecutar las resoluciones dictadas por ellos recibe el nombre de imperio, el que se encuentra consagrado en el artículo 73 de la CPR, el que en su inciso 1° dispone que la facultad de conocer las causas civiles y criminales, de resolverlas y de hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la ley, agregando los incisos siguientes que, para ejecutar las resoluciones los tribunales podrán impartir órdenes en forma directa a la fuerza pública y, además, que la autoridad requerida deberá cumplir sin más trámite el mandato judicial. Sabemos que el CPC reconoce la existencia de cuatro tipos de resoluciones, los decretos, autos, sentencias interlocutorias y sentencias definitivas. Para que estas resoluciones puedan ser susceptibles de cumplirse o ejecutarse, requieren encontrarse ejecutoriadas o al menos causar ejecutoria.524 Las resoluciones causan ejecutoria en aquellos casos en que, no obstante encontrarse pendientes los plazos para interponer recursos o en que, habiéndose 524 Art. 174 CPC. 209 210 deducido éstos aun no han sido resueltos por el tribunal superior, la ley en forma expresa señala que pueden cumplirse de inmediato. Es decir, una resolución causa ejecutoria cuando no obstante existir recursos pendientes la ley dispone que pueden cumplirse de inmediato. Desde otro punto de vista, debemos tener presente que la sola circunstancia de que se dicte una resolución, no necesariamente requiere de un cumplimiento forzado de la misma, existiendo los siguientes casos en que ello no es necesario: a).- Casos que se cumplen simplemente a través del trámite procesal que ellas disponen: por ejemplo, un decreto que ordena evacuar un traslado, se cumplirá ya sea evacuando la parte ese traslado o dejando transcurrir el plazo correspondiente sin hacer nada. b).- Resoluciones como las meramente declarativas de un derecho, que no requieren de un trámite posterior para su cumplimiento; c).- Por último, puede suceder que la resolución sea cumplida voluntariamente por la persona obligada a ello, caso en el cual tampoco será necesario el cumplimiento compulsivo. 4.6.2.- Tribunal competente para conocer de la ejecución. El tribunal competente para conocer del cumplimiento de una resolución judicial es aquél que conoció del asunto en primera o única instancia, sea que el tribunal superior haya mantenido su resolución o la haya cambiado o revocado.525 Esta regla general admite excepciones, a saber: a).- Los tribunales que conocen de los recursos de apelación, casación y revisión, ejecutarán los fallos que ellos mismos dicten para la tramitación o sustanciación de esos recursos y también podrán ordenar el pago de las costas adeudadas a los funcionarios que hayan intervenido en ellos.526 b).- Cuando la ejecución de una sentencia definitiva haga necesario la iniciación de un juicio ejecutivo, éste podrá deducirse ante el mismo tribunal que 525 526 Art. 231 inciso 1° CPC. Art. 231 inciso 2° CPC. 210 211 dictó la sentencia que se trata de cumplir en primera o única instancia o ante el tribunal competente conforme a las reglas generales, a elección del ejecutante.527 4.6.3.- Formas de cumplir las resoluciones judiciales: El CPC señala diferentes formas de cumplir compulsivamente las resoluciones judiciales, efectuando para ello las siguientes distinciones: a) Ejecución de sentencias definitivas: a.1.- Ante el mismo tribunal que la dictó: a.1.1.- Si el cumplimiento se solicita dentro del plazo de un año contado desde que la ejecución se hizo exigible, es aplicable el procedimiento ejecutivo especial que contemplan los artículos 233 y siguientes del CPC, procedimiento que se conoce con el nombre de ejecución incidental, cuyos detalles veremos más adelante. a.1.2.- Si el cumplimiento se solicita después de vencido el término de un año y la sentencia es de aquellas que ordenan el pago de prestaciones de dar, hacer o no hacer, corresponderá aplicar las normas del procedimiento ejecutivo ordinario que veremos más adelante, con la particularidad de que en él no se podrán hacer valer excepciones que hayan podido alegarse en el juicio declarativo anterior. a.2.- Ante tribunal diverso: Si el que obtuvo una sentencia favorable en juicio declarativo opta por perseguir el cumplimiento de ella ante un tribunal diferente a aquél que la dictó en primera o única instancia y que sea competente conforme a las normas generales, deberá deducir su demanda conforme a las reglas del juicio ejecutivo ordinario, no pudiendo tampoco en este caso alegar excepciones que debió hacer valer en el juicio declarativo. Este procedimiento se aplicará tanto si se solicita el cumplimiento de la sentencia antes o después del año en que la ejecución se hizo exigible, toda vez que la ejecución incidental sólo procede ante el tribunal en el que se dictó la sentencia que se desea cumplir. b) Ejecución de otras resoluciones:528 527 Art. 232 CPC. 211 212 Cuando se trate del cumplimiento de resoluciones no comprendidas en los artículos 233 a 237 del CPC, corresponderá al juez de la causa dictar las medidas conducentes a ello, pudiendo al efecto imponer multas que no excedan de 1 UTM o arresto de hasta dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal, sin perjuicio de repetir ese apremio. c) Ejecuciones especiales: Según lo señalado en los artículos 233 inciso 1° y 235 inciso 1° del CPC, en todo caso, si la ley ha señalado alguna forma especial de cumplir una sentencia, habrá de estarse a los que las normas especiales establezcan; c.1.- En los juicios de hacienda, es decir en los juicios en que el Fisco tiene interés; en entonces proceso si el Fisco es condenado al pago de una prestación, el artículo 752 del CPC señala que la sentencia deberá ser cumplida por la autoridad correspondiente dentro del plazo de 60 días de que reciba el oficio del tribunal adjuntándole copia de la sentencia en referencia con certificado de encontrase ejecutoriada. c.2.- Sentencias que ordenan pago de prestaciones periódicas.529 En estos casos, si el deudor retarda el pago de dos o más pensiones, el juez podrá compelerlo a prestar seguridades para el pago, como por ejemplo convertir las prestaciones en intereses de un capital que se depositará para esos efectos en un banco, capital que será restituido al deudor cuando cese la obligación. La petición que se formule en el sentido indicado se somete a los trámites de incidente. c.3- Reclamaciones de obligados a restituir un bien raíz o mueble.530 Estas reclamaciones se tramitarán en forma incidental, con audiencia de las partes, sin interrumpir el cumplimiento de la sentencia, salvo que la ley disponga la contrario, como por ejemplo cuando existe derecho legal de retención. c.4.- Quebrantamiento de resoluciones.531 Cumplida una resolución, el tribunal tendrá facultad para decretar las medidas encaminadas a dejar sin efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado. 528 Art. 238 CPC. Art. 236 CPC. 530 Art. 239 CPC. 529 212 213 Por otra parte, el que quebrante lo ordenado cumplir, será sancionado criminalmente con pena de reclusión menor en su grado medio a máximo. c.5.- Otras formas de cumplir las resoluciones.532 Cuando se trate del cumplimiento de otras resoluciones, corresponderá al juez de la causa determinar las medidas conducentes a dicho cumplimiento, pudiendo al efecto imponer multas que no excedan de una UTM o arresto de hasta dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal, sin perjuicio de repetir el apremio. 4.6.4.- Ejecución de resoluciones pronunciadas por tribunales extranjeros. Si bien el principio general es que la jurisdicción de los tribunales sólo abarca el territorio nacional respectivo, la progresiva interrelación tanto entre los Estados como de los habitantes de los mismos ha hecho necesario que se reconozca valor a las resoluciones pronunciadas por los tribunales extranjeros, siempre y cuando las autoridades chilenas le hayan dado el correspondiente pase o "Exequatur”, conforme a las disposiciones legales vigentes, las que establecen que el conocimiento y resolución de esta materia corresponde a la Corte Suprema. Como se deduce de los artículos 242, 246, 248 y 249 del CPC, todo tipo de sentencia extranjera puede ejecutarse en Chile, cualquiera que sea la materia sobre la que ella versa o el tribunal que la haya dictado. En efecto, el artículo 242 parte señalando que "las resoluciones pronunciadas en país extranjero", sin efectuar distingo alguno; por su parte, el artículo 243 dispone que las normas de los artículos 242 a 245 se aplican a las resoluciones pronunciadas por jueces árbitros y los artículos 248 y 249 se refieren respectivamente a las normas de procedimiento aplicables para el exequátor de resoluciones dictadas en asuntos contenciosos y no contenciosos. Para acoger un exequátor la Corte Suprema debe estarse a las normas que establezcan los tratados internacionales.533 Especial mención debemos hacer al Código de Bustamente, tratado multilateral, que se refiere a la materia en los artículos 423 y siguientes. 531 Art. 240 CPC. Art. 238 CPC. 533 Art. 242 CPC. 532 213 214 A falta de tratado que regule la materia, para que las resoluciones de un país extranjero puedan cumplirse en Chile, deberá examinarse los precedentes que existan en orden a establecer el trato que se ha dado en ese país a las resoluciones emanadas de tribunales chilenos. Si se les ha dado valor, procede que la Corte Suprema acoja el exequátor; a la inversa, si en el otro país no se ha dado aplicación a fallos chilenos, será rechazado.534 En caso de no existir tratados ni precedentes, las resoluciones extranjeras tendrán en Chile la misma fuerza que si hubieran sido dictadas por tribunales chilenos, siempre y cuando reúnan los siguientes requisitos:535 a) Que no contengan nada contrario a las leyes de la República, excluidas las de procedimiento; esta excepción se funda en que conforme a los principios generales los procesos deben substanciarse conforme a las normas de procedimiento que rigen en el país en que el mismo es instruido. b) Que no se opongan a la jurisdicción nacional; es decir, no procederá el exequátor si el asunto materia de la resolución, conforme a las leyes chilenas es de jurisdicción chilena. c) Que la parte en contra de quien se pretende ejecutar la sentencia haya sido debidamente emplazada. Lo anterior, sin perjuicio de que ella pueda probar que, no obstante haber sido debidamente emplazada, por otros motivos estuvo impedida de hacer valer sus medios de defensa. d) Que estén ejecutoriadas conforme a las leyes del país en que hayan sido pronunciadas. Es decir, no basta que causen ejecutoria; esta limitación se establece en atención al carácter eventual de las resoluciones que causan ejecutoria. El tribunal competente para conocer del exequátor es la Corte Suprema536 y el procedimiento varía según si la sentencia que se pretende ejecutar ha sido dictada en asunto contencioso537 o no contencioso.538 Si se trata de asuntos contenciosos la sentencia que se pretende ejecutar deberá ser presentada en copia legalizada, la que se adjuntará a la solicitud de 534 Art. 243 CPC. Art. 245 CPC. 536 Como el conocimiento no se encuentra entregado en forma expresa al pleno de ese tribunal, cabe concluir que es de competencia de las salas del mismo. 537 Art. 248 CPC. 538 Art. 249 CPC. 535 214 215 exequátor. La Corte Suprema dará traslado de la petición a la persona en contra de quien se solicita el cumplimiento, la que tendrá el término de emplazamiento para exponer lo que estime conveniente a sus derechos; evacuado el traslado o en rebeldía, se conferirá a su vez traslado al Ministerio Público, a fin de que el Fiscal del máximo tribunal evacue el dictamen correspondiente, expresando si a su parecer procede o no conceder el exequátor; si el tribunal lo estima necesario, una vez evacuado el informe del Fiscal, podrá abrir un término probatorio en la forma y por el tiempo establecido para los incidentes; una vez evacuado el informe fiscal o vencido el probatorio, la Corte Suprema deberá resolver si debe o no darse cumplimiento a la resolución del tribunal extranjero. En los asuntos no contenciosos, atendida su naturaleza, no se da traslado (no existe contraparte), en consecuencia, sólo se solicitará informe al Fiscal y con el mérito de éste la Corte Suprema resolverá, salvo que estime necesario abrir un término probatorio. Tratándose de resoluciones arbitrales, se exigirá además que la autenticidad y eficacia de la sentencia extranjera se haga constar por el visto bueno u otro signo de aprobación emanado de un tribunal superior ordinario del país donde se dictó el fallo, exigencia establecida atendida la naturaleza de los tribunales arbitrales.539 Una vez que la Corte Suprema ha dictado sentencia en el procedimiento de exequátor acogiendo la petición, surge el problema de determinar el tribunal competente para conocer de la ejecución del fallo extranjero. A esta materia se refiere el artículo 251 del CPC, que dispone que será competente aquel tribunal al cual le correspondería hacerlo en primera o única instancia en caso de haberse dictado la sentencia en Chile. Si bien el CPC nada dice sobre el procedimiento de ejecución, debemos concluir que habrá de estarse a lo dispuesto en el tratado respectivo, si él existe y, en su defecto, deberá aplicarse el procedimiento correspondiente establecido por las leyes chilenas. 4.6.5.- Procedimientos ejecutivos en particular. 539 Art. 246 CPC. 215 216 a.- El procedimiento ejecutivo incidental. Como señalamos anteriormente, cuando se solicita el cumplimiento de una sentencia ante el mismo tribunal que la dictó dentro del plazo de un año desde que la obligación se hizo exigible, corresponde aplicar el procedimiento ejecutivo especial, conocido como ejecución incidental del fallo, reglamentado en los artículos 233 a 235 del CPC. a.1.- Solicitud del vencedor. La parte que obtuvo sentencia condenatoria en contra de la contraria en juicio declarativo, deberá presentar ante el mismo tribunal una demanda ejecutiva incidental solicitando el cumplimiento forzado de dicho fallo. a.2. - Resolución del tribunal. El juez examinará el escrito y si en la especie aparece que la sentencia se encuentra ejecutoriada o causa ejecutoria y el cumplimiento se ha solicitado dentro del plazo de un año desde que la obligación se hizo exigible dará curso a la demanda dictando una resolución que dispone el cumplimiento “con citación”;540 es decir, será necesario esperar tres días que la ley concede al ejecutado para que este pueda oponerse a la ejecución mediante alguna de las excepciones que la ley señala en forma taxativa. El plazo de un año se contará, en las sentencias que ordenen prestaciones periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las que se cobren.541 a.3.- Notificación. La resolución antes señalada deberá ser notificada por cédula al apoderado que la parte ejecutada tuvo en el juicio declarativo, sin perjuicio de que el receptor deba remitir además carta certificada al domicilio de la parte misma en 540 541 Art. 233 inciso 1° CPC. Art. 233 inciso final CPC. 216 217 el que se notificó la demanda declarativa. Si el cumplimiento se pide respecto de algún tercero que no fue parte en el juicio la notificación deberá ser personal.542 a.4.- Actitudes del ejecutado. El ejecutado puede adoptar una de las siguientes actitudes: Dar cumplimiento a lo ordenado en la sentencia, con lo que concluye el incidente de ejecución. Puede dejar transcurrir los tres días de la citación y mantenerse inactivo. En este caso procederá seguir adelante la ejecución en la forma que veremos. Por último, dentro del plazo señalado, podrá oponer excepciones, las que se encuentran señaladas taxativamente en el artículo 234 del CPC y son las siguientes: 1°.- El pago de la deuda: 2°.- La remisión de la deuda; 3°.- La concesión de plazo para pagar; 4°.- La novación; 5°.- La compensación; 6°.- La transacción, 7°.- Haber perdido la sentencia el carácter de ejecutoria; 8°.- La pérdida de la cosa debida; 9°.- La imposibilidad absoluta de cumplir, y 10°.- La falta de oportunidad en la ejecución. Para ser admitidas a tramitación deben cumplir los siguientes requisitos: *Deben fundarse en hechos acaecidos con posterioridad a la sentencia de cuyo cumplimiento se trata, por cuanto si han ocurrido antes debieron haber sido alegados en el proceso declarativo. * Deben fundarse en antecedentes escritos, salvo el de imposibilidad absoluta en la ejecución, la de pérdida de la cosa debida y la de falta de oportunidad en la ejecución, pero estas a su vez, para ser admitidas requieren aparecer revestidas de fundamento plausible. 542 Art. 233 inciso 2° CPC. 217 218 El tercero en contra de quien se pida el cumplimiento puede deducir, además, la excepción de no empecerle la sentencia y deberá formular su oposición dentro del plazo de 10 días.543 a.5.- Tramitación de las excepciones. Si el ejecutado opone excepciones, el juez deberá examinar el escrito respectivo y sólo le dará curso cuando las excepciones opuestas sean algunas de las antes nombradas y cumplan los requisitos señalados. Si no cumple con las indicaciones expresadas, el juez rechazará de plano la oposición;544 en cambio, si reúnen tales requisitos, conferirá traslado al ejecutante para que éste dentro de tercero día conteste, generándose un incidente ordinario, pudiendo eventualmente recibirlo a prueba, si existen hechos substanciales, pertinentes y controvertidos. a.6.- Decisión de las excepciones. Terminada la tramitación de la incidencia, el juez deberá dictar sentencia acogiendo o rechazando las excepciones opuestas. Si las acoge, una vez ejecutoriada esa sentencia terminará el procedimiento ejecutivo incidental; en cambio, si son rechazadas, se seguirá adelante la ejecución conforme a las normas siguientes. a.7.- Procedimiento de apremio. A falta de norma especial, la ejecución se rige por las siguientes reglas: * Si la sentencia ordenaba la entrega de una especie o cuerpo cierto, mueble o inmueble, se llevará a efecto la entrega mediante el auxilio de la fuerza pública en caso necesario.545 * Si la especie o cuerpo cierto mueble no es habido, se procederá a tasarlo, oyendo el tribunal a peritos nombrados en la forma general, de tal modo que la 543 Art. 234 inciso 2° CPC. Art. 234 inciso 3° CPC. 545 Art. 235 N° 1 CPC. 544 218 219 obligación de entregar será reemplazada por la de pagar el valor de la especie, luego se seguirán las reglas que se señalan a continuación.546 * Si la sentencia ordena pagar una suma de dinero - o procede el pago del valor de la especie no habida - será necesario distinguir si se han retenido al ejecutado con medida precautoria dinero u otros bienes.547 Sí se ha retenido dinero: El tribunal ordenará, una vez efectuada la liquidación del crédito y la tasación de costas, el giro de cheque en favor del ejecutante por la suma que corresponda. Si se han retenido otras especies: Será necesario proceder a la realización de tales especies. Ahora, si no hay bienes que aseguren el resultado de la acción, se procederá a embargar y enajenar bienes suficientes del ejecutado conforme a las normas del procedimiento de apremio del juicio ejecutivo ordinario, sin necesidad de requerimiento; la resolución que ordena el embargo y el embargo mismo serán notificado al ejecutado por cédula. * Si la sentencia ordena pagar una cantidad de un género determinado, se procederá en la misma forma que en el caso anterior, pero si es necesario practicar tasación se recurrirá a peritos.548 * Si la sentencia ordena la ejecución o destrucción de una obra material, la suscripción de un documento o la constitución de un derecho real o de una obligación, se procederá en la forma que señalan las normas del juicio ejecutivo ordinario por obligación de hacer, pero cuando sea necesario embargar y realizar bienes se aplicarán las normas antes vistas.549 * Si la sentencia ha condenado a la devolución de frutos o a la indemnización de perjuicios y se ha reservado, conforme al artículo 173 del CPC, al demandante discutir esta cuestión en la ejecución de la sentencia, el actor debe formular la demanda respectiva en el mismo escrito en que pida el cumplimiento del fallo.550 546 Art. 235 N° 2 CPC. Art. 235 N° 3 CPC. 548 Art. 235 N° 4 CPC. 549 Art. 235 N° 5 CPC. 550 Art. 235 N° 6 CPC. 547 219 220 Esta segunda demanda se tramitará incidentalmente y, de existir oposición al cumplimiento de fallo, ambos incidentes se substanciarán y fallarán conjuntamente en una sola sentencia. * En todo lo no previsto por las reglas anteriores se aplicarán las normas del juicio ejecutivo para el embargo y el procedimiento de apremio.551 a.8. - Reglas especiales respecto de terceros. Cuando la ejecución de una sentencia se solicita respecto de un tercero que no ha sido parte en el juicio declarativo en el que se dictó la sentencia, la ley ha señalado las siguientes normas especiales: * La primera notificación deberá hacerse personalmente al tercero. * El tercero tendrá el plazo de diez días para oponer excepciones a la demanda ejecutiva incidental.552 * El tercero, además de las excepciones antes indicadas, podrá defenderse mediante la de inoponibilidad de la sentencia, es decir, de no empecerle el fallo que se trata de cumplir. 551 552 Art. 235 inciso final CPC. Art. 232 inciso 2° CPC. 220