¿Quién entrará en el reino de los cielos?

¿QUIÉN ENTRARÁ EN EL REINO DE LOS CIELOS?
¿Quién entrará en el reino de los cielos?
Introducción
A. No sólo debemos cuidarnos de los falsos profetas (Mat. 7:15), sino también del
engaño de nuestras propias palabras que pretenden reemplazar la obediencia (Mat.
7:21-23).
B. Podemos enfocar nuestro sermón con la pregunta: ¿Quién entrará en el reino de los
cielos?
I. No el que dice, sino el que hace
A. “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que
hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mat. 7:21).
B. No es lo mismo decir que hacer. Es imprescindible la obediencia (Mat. 7:24; 12:50;
Luc. 6:46).
C. Es correcto llamar a Cristo “Señor” (Jn. 13:13), pero debemos aprobar lo que
significa esta declaración (Mat. 28:18; Hech. 4:12). Por lo tanto:
1. Cristo debe ser nuestro Soberano, Gobernador, Maestro y Guía.
2. Nuestras palabras no reemplazarán la acción, como tampoco el oír reemplaza el
creer.
3. Nuestra oración no reemplazará la obediencia: ¿Hablar a Dios pero no escuchar a
Dios?
D. Nuevamente vemos los destinos (cf. Mat. 7:13-14; 21-23). La línea que separa a los
salvos de los perdidos es la fe que obra por el amor (cf. Gal. 5:6).
II. No el que aparentemente obedeció
A. “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en
tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?”
(Mat. 7:22).
B. Muchos, simplemente, no quieren obedecer (Jn. 7:17; Mat. 23:37).
1. No quieren obedecer porque no aman a Dios (Jn. 14:21-24).
2. Las llamadas “buenas obras” no sustituyen la obediencia. Muchos religiosos
practican varias cosas buenas, pero tienen una actitud negativa a las Escrituras.
Su religión es como veneno para ratones (98% cereal, 2% veneno), es como un
billete falso (entre más aparentemente genuino más peligroso).
3. La obediencia no es reemplazada por falsas profecías, exorcismos truculentos y
milagros mentirosos (cf. Mat. 24:24; 2 Tes. 2:9). Cosa bastante común hoy en
día.
4. El propósito de los dones jamás contradijo la autoridad de Cristo y la necesidad
de la obediencia (Mar. 16:20; Hech. 14:3; Rom. 1:5; 16:26).
C. Siempre es posible la apostasía: Judas hizo milagros (Mat. 10:1-4). Pablo reconocía
que podía caer (1 Cor. 9:27).
1. “Mas si el justo se apartare de su justicia y cometiere maldad, e hiciere conforme
a todas las abominaciones que el impío hizo, ¿vivirá él? Ninguna de las justicias
que hizo le serán tenidas en cuenta; por su rebelión con que prevaricó, y por el
pecado que cometió, por ello morirá” (Ez. 18:24).
2. “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace
culpable de todos” (Sant. 2:10).
Conclusión
A. “Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”
(Mat. 7:23; cf. Luc. 13:26-30).
B. He aquí el día en que la máscara será quitada, lo oculto descubierto y las intenciones
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Por Josué Hernández
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¿QUIÉN ENTRARÁ EN EL REINO DE LOS CIELOS?
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reveladas. En aquel gran día quedará más claro que nunca, que no es lo mismo decir
que hacer, oír que creer, afirmar que obedecer.
Este será el día del juicio final: “E irán estos al castigo eterno” (Mat. 25:46).
“Y entonces les declararé”. Sin obediencia genuina, la declaración del Señor será
negativa (cf. Mat. 10:32).
“Nunca os conocí”. Los desobedientes nunca son ni serán aceptados. No importa el
más impresionante culto voluntario (Col. 2:22-23) si Dios no le conoció en una
relación de aprobación (1 Cor. 8:3; Gal. 4:9; 2 Tim. 2:19).
“hacedores de maldad”. Lo más engañoso de la rebeldía es la apariencia de piedad
que puede proyectar, por supuesto la apariencia no engaña a Dios.
¿Es usted de los que dicen pero no hacen? ¿Hasta cuándo oirá sin creer? ¿Por qué no
obedece a Dios hoy mismo? Hoy es el día de salvación.
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Por Josué Hernández
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