STS 3147/2013 - ECLI

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Roj: STS 3147/2013 - ECLI:ES:TS:2013:3147
Id Cendoj: 28079120012013100488
Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Penal
Sede: Madrid
Sección: 1
Nº de Recurso: 11192/2012
Nº de Resolución: 484/2013
Procedimiento: PENAL - PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO
Ponente: ANDRES MARTINEZ ARRIETA
Tipo de Resolución: Sentencia
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a cuatro de Junio de dos mil trece.
En el recurso de casación por infracción de Ley interpuesto por la representación de Alexander , y la
acusación particular de Teodora , contra sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, Sección
Vigésimo Séptima, que condenó a Alexander por delito de detención ilegal y lesiones, los componentes de la
Sala Segunda del Tribunal Supremo que arriba se expresan se han constituido para la votación y fallo bajo la
Presidencia del primero de los indicados y Ponencia del Excmo. Sr. D. Andres Martinez Arrieta, siendo también
parte el Ministerio Fiscal y estando Alexander representado por la Procuradora Sra. Fernández Redondo; y
la acusación particular de Teodora representada por la Procuradora Sra Rosch Iglesias.
I. ANTECEDENTES
Primero.- El Juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 2 de Madrid, instruyó sumario 3/11 contra
Alexander , por delito de detención ilegal y lesiones, y una vez concluso lo remitió a la Audiencia Provincial
de Madrid, Sección Vigésimo Séptima dictó sentencia con fecha 8 de octubre de dos mil doce de que contiene
los siguientes HECHOS PROBADOS: " ÚNICO.- De la apreciación en conciencia de la prueba practicada
resulta probado y así lo declaramos que el procesado Alexander , mayor de edad y sin antecedentes penales,
mantuvo una relación afectiva como pareja sentimental con Teodora , a la que había conocido en el Hospital
Rodríguez Lafora donde ambos habían acudido para tratar respectivamente la adicción que padecían al
alcohol, iniciando su relación como pareja a los pocos meses de salir del citado centro en los primeros meses
de 2009; decidiendo convivir a mediados de septiembre de 2010 en el domicilio sito en la CALLE000 nº
NUM000 , NUM001 NUM002 de Madrid.
A los pocos días de iniciarse la convivencia, Alexander comenzó a beber de nuevo, haciéndolo
en demasía, tornándose cada vez más agresivo con Teodora lo que provocó en aquella cierto temor
y desconfianza pues, además, él le había contado ciertas vivencias de su etapa de soldado de élite en
Afganistán, expresando Teodora sus temores a su amiga y compañera de trabajo Rosa.
El día 8 de octubre de 2010, al llegar Teodora de su trabajo, se encontró a Alexander en el domicilio
embriagado, iniciando por este motivo una discusión y, como quiera que Alexander debía recoger a su hija
menor del domicilio en el que ésta convivía con su hermana mayor de edad Catalina, la cual debía entregar
a la menor al procesado en el ejercicio de su derecho de visitas, Teodora llamó por teléfono a Catalina
avisándola del estado de ebriedad de su padre, decidiendo entonces esta no entregarle a la menor, lo que
finalmente llevó a cabo al presentarse su padre embriagado a recogerla; lo que enfureció a Alexander , que
volvió colérico al domicilio, por lo que Teodora , atemorizada, no le abrió la puerta; hablando por teléfono de
nuevo con Catalina quien le refirió que tuviese cuidado con su padre y que si tenía problemas que llamase a
la policía, explicándole la agresividad de su padre hacia su madre, por lo que finalmente Teodora llamó a la
policía que se personó en el domicilio sobre las 22,30 horas, solicitándole las llaves a Alexander , que éste
les entregó, marchándose finalmente éste, al percibir que Teodora no permitía su entrada en el domicilio a
pesar de insistir posteriormente llamando desde el telefonillo en varias ocasiones.
Al día siguiente, Alexander , que ya no se encontraba embriagado, llamó por teléfono a Teodora
pidiéndole perdón y diciéndole que iba a ir junto a su hija menor a recoger sus efectos personales, lo que
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a Teodora le pareció correcto. Sobre las 20,30 horas se personó en el domicilio, sin su hija, abriéndole
Teodora , procediendo el acusado entonces, con ánimo de privarla de su libertyad y menoscabar su integridad
física, de forma inmediata a propinarla empujones y golpes hasta el dormitorio diciéndole "nos vamos a quedar
aquí encerrados los dos hasta que muramos y huelan nuestros cuerpos, no será una muerte rápida sino
una muerte lenta y dura para ti", tirándola sobre la cama e impidiéndole levatarse, quedándose Teodora
paralizada por el pánico que sentía al creer que éste podía cumplir sus amenazas; tumbándose Alexander a
su lado, impidiéndola cualquier movimiento, permaneciendo en esta situación varios días, haciendo Teodora
en ocasiones sus necesidades fisiológicas en la cama al no permitirle Alexander ir al baño, y sentir
ella un gran temor a contrariarle, sin proporcionarle Alexander comida ni agua ni asistencia de ningún
tipo, desencadenándosele numerosos vómitos, incluso de sangre, debilitándose Teodora progresivamente,
permitiéndole en este estado el procesado en una ocasión ir al aseo, cayendo ésta sobre restos de un vaso
realizándose un corte en la mano y erosiones en rodillas, aprovechando ella ésta, y en otras escasas ocasiones
en que Alexander salió del domicilio a comprar Whisky, para beber o ingerir algún alimento, sin que pudiera
pedir auxilio, al haberle quitado y apagado el teléfonomóvil y no tener a su disposición el teléfono fijo, ni pudiese
salir de la vivienda, dado los escasos minutos que éste permanecía fuera de ella y el temor que ésta tenía a
encontrarle si salía, lo que Teodora además en pocos días ya no pudo hacer dado el estado de debilidad en
el que se encontraba, debido a la privación de alimentos y líquidos unido a la cirrosis hepática que Teodora
padecía, pidiéndole tan solo agua al procesado, que éste la negaba diciéndola "tienes que sufrir todavía más,
todavía no has sufrido lo suficiente".
El día 17 de octubre Alexander levantó a Teodora de la cama dado el estado de suciedad de la misma,
trasladándola al salón, asignándola un sofá pequeño para que lo ocupase, mientras él permanecía en un sofá
de mayores proporciones, donde permanecía alerta a los movimientos de Teodora , hasta que esta dolorida
le pidió que la dejase tumbarse un rato en el mismo, accediendo Alexander , y encontrándose entonces en
este lugar, casualmente entre los cojines, Teodora su teléfono móvil, que aprovechó para encender en un
descuido de Alexander , llamando a su amiga Rosa, a la que alertó, así como contactando con su familia que,
proocupados por la falta de noticias, la estaban buscando; avisando su hija a la policía que acudió al domicilio,
el día 19 de octubre encontrando a Teodora tumbada en el sofá, en estado de desnutrición y aletargada y
con habla balbuceante y aspecto desvitalizado, por lo inmediamente avisaron al SAMUR. Este estado no fue
paliado por el procesado en modo alguno, quien la mantuvo sin comer.
Como consecuencia de estos hechos, Teodora sufrió estado de desnutrición moderado, contusión con
hematoma en región occipital, herida pretibial derecha, intenso dolor costal y dorsal, que precisaron para su
sanidad de tratamiento médico para tratar su desnutrición y alteraciones electrolíticas en sangre, de las que
curar 9 días impeditivos con ingreso hospitalario, por las que Teodora reclama. Si esta situación de inanición
se hubiese prolongado es altamente probable que Teodora pudiera haber desarrollado alguna complicación
en el propio día del rescate o al siguiente pudiendo haber llegado hasta el deceso en 24-48 horas."
Segundo.- La Audiencia de instancia dictó el siguiente pronunciamiento:
" FALLAMOS: Que debemos y condenamos a Alexander como autor criminalmente responsable de un
delito de detención ilegal, en concurso medial con un delito de lesiones agravadas, conforme se recoge en el
fundamento undécimo de la sentencia, concurriendo en el primero de los delitos la agravante de parentesco, a
la pena de 6 años de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la
condena, y con la prohibición de aproximarse y comunicarse con Dª Teodora , a su domicilio, lugar de trabajo
o de cualquier otro en que pudiera encontrarse, en un radio de 750 metros por tiempo de 12 años, pago de
las costas procesales, incluidas las de la acusación particular, y a que indemnice a Teodora en las sumas de
900 euros por lesiones y en 10.000 euros por daño moral, cantidades que devengaran un interés anual igual
al dinero, incrementado en dos puntos, desde la fecha de la presente resolución hasta el total cumplimiento.
Absolviendo al mismo del delito de homicidio en grado de tentativa, violencia habitual y maltrato por los que
venía siendo acusado por la Acusación Particular.
Para el cumplimiento de la pena impuesta abónese al procesado el tiempo que haya estado privado
de libertad por esta causa.
Notifíquese la presente sentencia a las partes haciéndoles saber que no es firme y que contra la misma
podrá interponer recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que deberá ser preparado
ante este Tribunal en el plazo de los 5 días siguientes al de la última notificación, conforme a lo dispuesto en
los arts. 212 y 847 b) de la Ley de Enjuiciamiento Criminal ".
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Tercero.- Notificada la sentencia a las partes, se preparó recurso de casación por las representaciones
de Alexander y la acusación particular en nombre de Teodora , que se tuvo por anunciado remitiéndose
a esta Sala Segunda del Tribunal Supremo las certificaciones necesarias para su sustanciación y resolución,
formándose el correspondiente rollo y formalizándose el recurso.
Cuarto.- Formado en este Tribunal el correspondiente rollo, las representaciones de los recurrentes,
formalizó el recurso, alegando los siguientes MOTIVOS DE CASACIÓN:
La representación de Teodora :
PRIMERO.- Infracción de Ley del art. 849.1º LECRim ., por indebida inaplicación del art. 138 y aplicación
del art. 148.4 del CP .
SEGUNDO.- Al amparo del art. 849.1º LECRim ., por indebida inaplicación del art. 173 y /o 153 del C.P .
TERCERO.- Infracción del art. 849.2º LECRim . por error en la valoración de los informes médicoforenses.
La representación de Alexander :
PRIMERO.- Infracción del derecho a la presunción de inocencia del art. 24.2 de la CE .
SEGUNDO.- Por error de derecho del art. 849.1º LECRim ., por aplicación indebida de los arts. 163.1 y
148.4º del C.P .; del art. 23 del C.P . toda vez que ya viene contemplada en el art. 148.4º; y por no aplicación
del art. 21.2º toda vez que la conducta está motivada por ser Alexander alcohólico.
TERCERO.- Infracción de Ley del art. 849.2º LECRim . por error en la valoración de los documentos
que relaciona en su escrito de recurso.
Quinto.- Instruido el Ministerio Fiscal del recurso interpuesto, la Sala admitió el mismo, quedando
conclusos los autos para señalamiento de fallo cuando por turno correspondiera.
Sexto.- Hecho el señalamiento para el fallo, se celebró la votación prevenida el día 30 de mayo de 2013.
II. FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRELIMINAR.- La sentencia impugnada condena al acusado como autor del delito de detención ilegal
en concurso medial con un delito de lesiones agravadas por el número 4 del artículo 148 del Código penal .
En síntesis el hecho probado declara que la mañana del día 9 octubre 2010 el acusado entró en lo que era
el domicilio de la pareja y del que el día anterior había sido echado por una desavenencia surgida a raíz
de su recaída en el consumo de bebidas alcohólicas. Con ánimo de privar de su libertad a la perjudicada y
menoscabar su integridad, el acusado entró a la vivienda, con el pretexto de recoger sus cosas y procedió a
propinar empujones y golpes hasta el dormitorio, en el que dijo "no vamos a quedar aquí encerrado los dos
hasta que muramos y huelan nuestros cuerpos, no será una muerte rápida sino una muerte lenta y dura para
ti", la tiró sobre la cama y el acusado se tumbó su lado impidiendo que saliera de ésta. Así permanecieron
varios días hasta el punto que la víctima realizó sus necesidades fisiológicas en la cama sin poder salir al
cuarto de baño, pues Alexander no se lo permitía, y tampoco le suministró alimento o bebida. Se refiere que
si la víctima le solicitaba agua, el acusado se negaba diciendo la "tienes que sufrir más, todavía no has sufrido
lo suficiente". Esta situación desencadenó numerosos vómitos, un debilitamiento progresivo de la víctima,
que no pudo pedir auxilio al apagar los teléfonos y esconder el móvil del que era títular la víctima, tampoco
el fijo. La extrema debilidad en la que se encontraba impidió que pudiera demandar auxilio en las escasas
ausencias del acusado para comprar bebida, que apenas duraban unos minutos, y en los que la víctima se
paralizaba temiendo ser descubierta en una demanda reducir. El día 17 octubre, ocho días después del inicio,
el acusado traslada a la víctima al salón, allí se encuentra su móvil que logra encender y llamar a una amiga
y a su hijo quienes ponen los hechos en conocimiento de la policía que acude al domicilio, encontrando a la
víctima en estado de desnutrición moderada contusiones y erosiones, aletargada y con habla balbuceante y
aspecto desvitalizado, reflejando la prueba pericial que "si esa situación de inanición se hubiera prolongado es
altamente probable que Teodora pudiera haber desarrollado alguna complicación en el propio día del rescate
o al día siguiente pudiendo haber llegado hasta el deceso en 24-48 horas".
La sentencia subsume estos hechos en el delito de detención ilegal, agravado por el parentesco, y en
el delito de lesiones, agravado por la relación parental, y contra la misma formalizan una oposición el acusado
que invoca su derecho a la presunción de inocencia, y la víctima que denuncia el error de hecho y de derecho
al inaplicar el tipo penal del homicidio y los delitos de violencia habitual y de género previstos en el Código
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penal. Examinamos en primer lugar la oposición formalizada por el condenado que invoca su derecho a la
presunción de inocencia.
RECURSO DE Alexander
PRIMERO.- En el primer motivo de la impugnación este recurrente alza su queja contra lo que considera
una vulneración de su derecho fundamental a la presunción de inocencia al entender que es insuficiente
la valorada por el tribunal y basarse, en exclusiva, en la declaración de la víctima la cual presenta graves
contradicciones que impiden su consideración de prueba de cargo. En la contestación a la impugnación
concreta su queja al afirmar que la testigo víctima no es creíble porque no reconoce su internamiento por
problemas de alcoholismo y porque negó que una de las médicos que la atendieron le reconociera. Al tiempo
destaca lo que considera contradicciones en su testimonio y desarrolla su propia versión de los hechos
afirmando que la estaba cuidando, la daba de comer, precisamente lo que le gustaba, y la dio de beber, hasta
el punto que mostró su extrañeza cuando llegó la policía pues pensaba que era una ambulancia a la que había
llamado ante el deterioro físico de la víctima
El motivo se desestima. La sentencia desarrolla una cuidada motivación de la convicción exponiendo
las razones que llevan a la declaración de hechos probados sobre la base principal de la declaración de la
víctima y del acusado. Respecto de la declaración de éste, destaca las contradicciones permanentes de su
declaración, acomodándolas al resultado de las periciales según ésta se iba desarrollando. Respecto de las
declaraciones de la víctima destaca su persistencia y la existencia de colaboraciones que vienen aportadas
por la prueba pericial y por los testimonios de la familia, amigos, y la propia hija del acusado. Además, tiene en
cuenta la documental que resulta de las llamadas telefónicas en el teléfono fijo y los móviles, lo que permite
corroborar las declaraciones de la víctima en el sentido de que fue privada de este medio de comunicación.
También las periciales que ponen de manifiesto la ausencia de consumo de sustancias sicotrópicas. Las
periciales de los médicos que la atendieron destacan la desnutrición y deshidratación de la víctima, así como
la anemia producida por la situación que se describe el hecho probado
La fundamentación de la sentencia es racional y aparece anclada en la percepción inmediata de la
prueba personal y las corroboraciones a ese testimonio que surgen, principalmente, de la prueba pericial.
La motivación se apoya en una valoración racional de la prueba y acorde a criterios clásicos que han sido
suministrados por esta Sala, como los de persistencia en la incriminación, ausencia de incredibilidad subjetiva
y existencia de corroboraciones ajenas al testimonio, criterios que no deben ser considerados como reglas
de valoración sino como criterios para expresar la racionalidad de la condición de acuerdo a las exigencias
del artículo 120 de la Constitución . En esa expresión de la convicción el tribunal de instancia no encuentra
móviles espurios y apoya el sentido de cargo del testimonio de la víctima en elementos de convicción ajenos
al mismo, como son las testificales oídas y la pericial
En una reiterada jurisprudencia ( sentencias 568/2007, de 26 junio , 1125/2012, de 13 febrero ,) hemos
declarado el testimonio de la víctima, prestado con las garantías entre las que destaca la contradicción, puede
constituir prueba de cargo suficiente en la que basar la convicción del juez para la determinación de los hechos
del caso la cuestión que se plantea se completa, por lo tanto, en la credibilidad del testimonio de la víctima.
Esos criterios de valoración tradicionales que esta Sala suministrado, han sido observados por el tribunal y así
lo expresa en la fundamentación. El control casacional, al igual que el que realiza el Tribunal Constitucional, no
es una ulterior instancia y no puede ir referido a la posible las existencia alternativas al hecho de cada probado,
sino que lo que determina el éxito de una pretensión revisora es el cuestionamiento de la racionalidad de la
convicción que el tribunal de instancia realiza sobre testimonio oído de forma inmediata, esto es, en control
y la comprobación de la valoración desde la perspectiva exige el artículo 717 de la Ley procesal , es decir,
la valoración racional
En algún pronunciamiento jurisprudencial nos hemos referido estos supuestos en los que sólo concurre
la declaración de la víctima para la acreditación de un hecho como "situación límite de crisis del derecho
fundamental a presunción de inocencia", en los que sobre los hechos nucleares de la acusación sólo existen
dos versiones, la de la acusación y la del acusado y éstas son tan diametralmente distintas es imposible
fundar una convicción razonable sobre puntos de encuentro de sus respectivas versiones. Pero no es éste
el supuesto de este enjuiciamiento pues la lectura del juicio oral, de la motivación la sentencia y de las
actuaciones documentadas en el sumario, lo que realizamos al amparo del artículo 899 de la Ley procesal ,
pone de manifiesto que nos encontramos ante unos hechos probados que tienen base en prueba practicada
en el juicio oral en condiciones de regularidad que permite su valoración de acuerdo a los principios que ordena
su celebración, esto es, oralidad, publicidad contradicción efectiva, concentración e inmediación. Frente a una
declaración con claro sentido intimidatorio y que aparece corroborada por prueba pericial y prueba testifical,
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el acusado se limita a ir variando sus declaraciones ofreciendo una versión de los hechos que cambia a partir
de las distintas periciales, lo que el tribunal ha valorado para restar credibilidad en su declaración
El recurrente cuestiona la valoración probatoria sobre la base de lo que la perjudicada pudo realizar,
como aprovechar alguna salida del acusado durante la ejecución de los hechos para avisar a terceras
personas. Sin embargo, la sentencia es clara al respecto al afirmar que la víctima tuvo pérdidas de consciencia
derivado de la situación, se encontraba profundamente atemorizada por el hecho y los antecedentes militares
del acusado, había sido privada de los teléfonos, el acusado antes de salir comprobaba si los vecinos estaban,
los momentos de ausencia era de muy escasa duración y, por último, la debilidad que presentaba a los
pocos días del inicio de los hechos. En todo caso, subsumiendo los hechos en el delito de lesiones, con
independencia de lo que la víctima pudiera realizar en las ausencias del acusado, el comportamiento declarado
probado es causal a las lesiones padecidas. El análisis de la declaración de la víctima es racional y lógico,
y su testimonio imputando los hechos aparece corroborado por testificales, la de sus hijos, amiga y la hija
del acusado; la pericial, la de los médicos forenses y los que la atendieron en su ingreso hospitalario; la
documental, derivada de la que se aporta de la Compañía telefónica sobre la inexistencia de tráfico de
llamadas durante los días de la detención; y la que resulta de la testifical de los funcionarios policiales sobre el
momento de la detención y la descripción del lugar donde se desarrollan los hechos. También cuestiona una
conversación con una amiga en la que le dijo que se había ido a Rusia para justificar su ausencia, actuación
que el tribunal explica desde el temor que la situación que describe la infundía y del que pudo librarse y actuar
en demanda de auxilio
La valoración de la prueba es correcta y ofrece un resultado del cuadro probatorio racional que aparece
extensamente motivado en la fundamentación de la sentencia razón se hace procedente la desestimación
del motiv
SEGUNDO.- En el segundo motivo denuncia el error de derecho que ampara el artículo 849.1 de la Ley
procesal , en el que denuncia la indebida aplicación de los artículos 163 y 148 del Código penal , la agravante
de parentesco el artículo 23, y la inaplicación han hecho probado de la eximente o atenuante derivado de
la embriaguez
El motivo parte o debe hacerlo, de respeto al hecho probado discutiendo desde esa solución y ese
respecto al hecho el error producido la sentencia a aplicar al relato fáctico los preceptos penales que invoca
como indebidamente aplicados o sin aplicar. Con relación al delito de detención ilegal expresa que el hecho
probado no refiere que se impidiera a la víctima abandonar la vivienda; que no se le quitara las llaves, que
en la casa había teléfono fijo y un ordenador conectado a Internet; que en la urbanización hay vigilantes de
seguridad que pudieron haber sido alertados.
El motivo se desestima, el hecho probado es claro al referir las condiciones de privación de libertad de
la víctima que es obligada a permanecer "impidiéndole levantarse", durante los 10 días que duró la privación
de libertad. En cuanto al elemento subjetivo, el hecho probado lo refiere al señalar la intención que perseguía
el acusado. La vía impugnatoria elegida parte, o debe haberlo, del respeto al hecho probado y éste refiere,
claramente, una privación de libertad deambulatoria que el recurrente anticipa desde el primer día y ordena
su conducta en ejecución de esa intención manifestada
En lo referente a la tipificación en el delito de lesiones, el hecho probado es claro al determinar una
acción es causal a la producción de un resultado que requirió tratamiento médico y hospitalización para la
sanidad
Con relación a la agravante de parentesco, la subsunción es correcta y ha sido aplicado al delito de
detención ilegal, en tanto que el delito de lesiones la relación parental aparece subsumida en la agravación
del número cuatro del artículo 148 del Código penal
Por último, con relación al atenuante de embriaguez el hecho probado no refiere una pérdida de
conciencia, de control de impulsos, o disminución de la voluntad, a causa de la ingesta alcohólica, por lo que
no es procedente una declaración de menor culpabilidad a causa de la embriaguez. En todo caso, el caracter
permanente del delito no permite la declaración de concurrencia de la atenuación pues su alegado apoyo
fáctico no es permanente
TERCERO.- Denuncia en el tercer motivo el error de la apreciación de la prueba de artículos 849.2 de
la Ley procesal penal . Esta vía procesal requiere que el recurrente designe los documentos con capacidad
probatoria suficiente para declarar el error en el hecho probado o un dato fáctico con relevancia penal que ha
de ser incluido en el hecho probado. Ese documento tiene que tener tal entidad que por sí mismo y sin entrar
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en valoración con otros elementos de prueba pueda conformar el error. Se habla, en este sentido, de exigencia
de "perseidad" y de literosuficiencia, con lo que se quiere decir que el dato suministrado por el documento no
debe entrar en colisión con otra actividad probatoria, quedando al margen del mismo todo lo que está sujeto
a la apreciación personal e inmediata del tribunal de instancia
Bajo esa perspectiva el motivo se desestima, pues el recurrente designa las declaraciones de testigos
y agentes policiales cuya documentación obra en la causa, el acta del juicio oral, y el informe de la policía
municipal. Estas diligencias no son documentos sino pruebas personales documentadas. También designa
las periciales médico legales y forenses para darles un contenido distinto del que el tribunal ha tenido en
cuenta, realizando una valoración de esa prueba que corresponde al tribunal. La información telefónica sobre
llamadas entrantes y salientes de teléfono fijo y móvil se corresponde con lo que el tribunal ha valorado, por
lo que ningún error acredita
RECURSO DE Teodora
CUARTO.- Esta recurrente opone tres motivos en su impugnación. El primero y el tercero han de
ser analizados conjuntamente, pues en ambos, desde la perspectiva del error de derecho y de hecho
en la apreciación de la prueba, cuestiona la inaplicación al hecho probado el delito de homicidio y,
consiguientemente, la indebida aplicación del delito de lesiones. En el segundo, formalizado por error de
derecho, denuncia la inaplicación al hecho probado de los artículos 153 y 173 del Código penal
Antes de adentrarnos en el análisis de la impugnación hemos de recordar las dificultades que la presente
casación presenta. La última y más reciente jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y
la del Tribunal Constitucional (por todas STEDH de 22 de noviembre de 2011, caso Lacadena Calero , y
STC 142/2011, de 26 de septiembre ) han limitado las posibilidades de una revisión de las sentencias, total
o parcialmente, absolutorias, de la pretensión de una acusación cuando el tribunal encargado de la revisión
se le insta un pronunciamiento que afecta a la culpabilidad del acusado al que no ha oído personalmente y,
por lo tanto, éste no ha tenido la oportunidad de defenderse en fase de recurso y mediante su intervención
directa. No sólo porque la valoración de la prueba requiere la percepción inmediata de la prueba, sino porque
el acusado tiene que tener la posibilidad de ejercer, personalmente, su derecho de defensa. Esta posibilidad
de defensa y de audiencia del acusado no está prevista en la regulación de la casación, por lo que se hace
preciso instar nuevamente, la modificación del proceso penal para instaurar una doble instancia que permita
en sede de la apelación el examen y, en su caso, modificación del relato fáctico y configure la casación como
sistema de aseguramiento de la correcta aplicación de la ley al caso. Un recurso interpuesto por la acusación
sólo procederá su análisis si la pretensión de revisión no afecta al hecho probado, no supone una revaloración
de la prueba y no incorpora un juicio de culpabilidad. ( STS 132/2013 , de 19 de febrero
En términos de la STC 43/2013 , reproduciendo la 144/2012 , "cuando el órgano de apelación se limita
a rectificar la inferencia realizada por el de instancia, a partir de unos hechos base que resultan acreditados en
ésta, estamos ante una cuestión que puede resolverse adecuadamente sobre la base de lo actuado, sin que
sea necesario, para garantizar un proceso justo, la reproducción del debate público y la inmediación ( SSTC
38/2008, de 25 de febrero, FJ 5 y 46/2011, de 11 de abril . FJ 2). De igual modo, la doctrina constitucional
mencionada tampoco resultará aplicable cuando el núcleo de la discrepancia entre la Sentencia de instancia
y la de apelación se refiera estrictamene a la calificación jurídica de los hechos que se declararon probados
por el órgano judicial que primariamente conoció de los mismos, pues su subsunción típica no precisa de la
inmediación judicial ( STC 34/2009, de 9 de febrero , FJ 4). También hemos precisado que no cabrá efectuar
reproche constitucional alguno cuando la condena pronunciada en apelación (tanto si el apelado hubiese sido
absuelto en la nstancia comi si la Sentencia de apelación empeora su situación), a pesar de la alteración
del sustrato fáctico sobre el que se asiente, ésta no resulta del análisis de medios probatorios que exijan
presenciar su práctica para su valoración, como es el caso de la prueba documenta, cuya valoración sí es
posible en segunda instancia sin necesidad de reproducciónd el debate procesal [ SSTC 46/2011, de 11 de
abril, FJ 2 b ) y 154/2011, de 17 de octubre , FJ 2], o incluso la prueba pericial, cuando en el documento escrito
de los informes periciales estén expuestas las razones que pueden hacer convincentes las conclusiones a las
que esos informes lleguen ( STC 143/2005, de 6 de junio , FJ 6)" (FJ 5)
Una mayor concrección sobre las posibilidades de revisión en sede de recursos de sentencias, total o
parcialmente, absolutorias, la proporciona la STC 88/2013, de 11 de abril , que argumenta acotando mas la
posibilidad: y perfilando su doctrina el Tribunal Constitucional en cuanto a los elementos subjetivos "también el
enjuiciamiento sobre la concurrencia de los elementos subjetivos del delito forma parte, a estos efectos, de la
vertiente fáctica del juicio que corresponde efectuar a los órganos judiciales, debiendo distinguirse del mismo
el relativo a la estricta calificación jurídica que deba asignarse a los hechos una vez acreditada su existencia.
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De este modo, si bien la revisión de la razonabilidad de las inferencias a partir de la cual el órgano a quo llega
a su conclusión sobre la inexistencias de dolo -u otro elemento subjetivo del tipo- no precisará de la garantía
de inmediación si tal enjuiciamiento no se produce a partir de la valoración de declaraciones testificales, sí
deberá venir presidido, en todo caso, por la previa audiencia al acusado" ( STC 126/2012, de 18 de junio , FJ 4)
La revisión impugnativa, desde luego, se ha complicado pues no sólo atiende al proceso de valoración
de pruebas que solo procede realizarla desde la inmediación ( art. 741 LECrim .), sino también al derecho
de defensa, disponiendo la necesidad de que el acusado puede ser oído en la revisión, lo que el recurso
de casación no permite. Se hace preciso una modificación legislativa que ordene la cuestión desde la
incorporación de una segunda instancia con revisión casacional
Señalado lo anterior, el tribunal de instancia ha declarado probados unos hechos que subsume en la
tipicidad del delito de lesiones y absuelve del delito intentado de homicidio que le plantearon las acusaciones.
La diferencia sustancial, entre ambos tipos penales radica en la tipicidad subjetiva, el ánimo de matar o
el de lesionar como motor de la acción. El tribunal de instancia excluye el ánimo de matar y afirma el de
lesionar, y lo razona desde la dificultad de la acreditación de su concurrencia, por lo que decide aplicar el
principio "in dubio pro reo". Previamente hace una consideración en la que expresa una duda sobre el ánimo
del acusado. Ese derecho no nace del hecho objetivo, que consideran probado, sino sobre la intención del
acusado. Afirma que en el comportamiento del acusado cuando exterioriza su intención prima una actitud
vindicativa, por haber avisado a su hija sobre su recaída en la bebida y las consecuencias que de ese aviso
se derivaron, al impedirle su hija mayor el contacto con otra hija menor al cuidado de la primera. Ese deseo
de venganza es el que el tribunal considera que desvanece el indicio referido a la exteriorización del ánimo de
matar que el acusado expresó al inicio de los hechos "nos vamos a quedar aquí encamados los dos hasta que
muramos...". Esa expresión, indica una intención en el actuar que es reducida en su intensidad asertiva sobre
la finalidad perseguida al considerar el tribunal de instancia que es expresiva de una reacción vindicativa a lo
que considera una agresión. Esa afirmación la realiza desde su presencia inmediata en la prueba personal.
Para el tribunal no sugiere un ánimo de matar y a esa conclusión, realizada por quien ha de valorar la prueba
desde la inmediación, ha de estarse, pues esta Sala carece de esa posibilidad de valoración de la prueba
personal sobre la que se asienta la afirmación de la duda expuesta por el tribunal. Los hechos declarados
probados y lo que sugieren, sobre todo las ausencias del acusado, ponen en cuestión el ánimo de matar,
toda vez que el acusado salió en varias ocasiones de la vivienda donde mantenía encerrada a la víctima y
ésta, titular de la vivienda, conocía la existencia en la misma de servicios de seguridad que podía alertar de
su situación
Es cierto que el recurso, que ha sido apoyado por el Ministerio fiscal, replantea con lógica la
argumentación sobre el ánimo, si de lesionar o de matar, y lo hace con evidente calidad argumental. Pero ese
razonamiento encuentra el límite de los principios procesales que rigen la valoración de la prueba, vedada al
tribunal de la revisión, máxime cuando el tribunal de instancia ante la alternativa existente, ánimo de matar o
de lesionar, en base a principios básicos del ordenamiento, como el principio in dubio pro reo, subsume los
hechos en las lesiones agravadas por número 4 del art. 148 Cp . que prevé una consecuencia jurídica, en
una extensión penológica en gran medida coincidente con la del delito intentado de homicidio por lo que en el
presente supuesto estaríamos en presencia de una pena justificada en la medida en que la impuesta podría
ser la que procediera de acoger la calificación de la acusación
La pena impuesta por el delito agravado de lesiones es, en parte, coincidente con la correspondiente
al delito intentado de homicidio, y, además, las dudas del tribunal aparecen razonablemente expuestas por
el tribunal a quien corresponde la valoración de la prueba y lo hace con un criterio acomodado a las reglas
de la lógica
Consecuentemente, el motivo se desestima
QUINTO.- El segundo motivo denuncia el error derecho por la inaplicación al hecho de los artículos 153
y 173 del Código penal . La desestimación es procedente con remisión a la fundamentación de la sentencia,
fundamentos quinto y sexto, en el que con apoyo de la jurisprudencia de esta Sala niega la concurrencia
del requisito de habitualidad, típico del artículo 173, y la existencia de un resultado distinto de los que ha
permitido la subsunción del hecho en el artículo 148 del Código penal . En efecto, a salvo del hecho que hemos
subsumido en el artículo 138 del Código penal , no hay otros en el relato fáctico que describen la situación
de temor realizado en base a distintas situaciones tácticas similares a la descrita que hubieran generado una
situación de terror que es la típica de la situación fáctica descrita en el artículo 173.
Consecuentemente el motivo se desestim
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III. FALL
F A L L A M O S: QUE DEBEMOS DECLARAR Y DECLARAMOS NO HABER LUGAR AL RECURSO
DE CASACIÓN por infracción de Ley interpuesto por la representación del acusado Alexander r y la
acusación particular en nombre de Teodora a , contra la sentencia dictada el día 8 de octubre de dos
mil doce por la Audiencia Provincial de Madrid, Sección Vigésimo Séptima , en la causa seguida contra
Alexander r, por delito detención ilegal y lesiones. Condenamos a dichos recurrentes al pago de las costas
causadas, correspondientes a sus recursos . Comuníquese esta resolución a la mencionada Audiencia a los
efectos legales oportunos, con devolución de la causa
Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Colección Legislativa lo pronunciamos, mandamos
y firmamos Andres Martinez Arrieta Perfecto Andres Ibañez Jose Manuel Maza Martin Luciano Varela Castro
Manuel Marchena Gome
PUBLICACION .- Leida y publicada ha sido la anterior sentencia por el Magistrado Ponente Excmo. Sr.
D Andres Martinez Arrieta , estando celebrando audiencia pública en el día de su fecha la Sala Segunda del
Tribunal Supremo, de lo que como Secretario certifico
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