Observación de detalles ocultos de la atmósfera terrestre desde el espacio J. Rubén G. Cárdenas La observación de los objetos celestes no es tarea fácil ya que existen muchos factores que no son controlables por el observador y más si uno está parado sobre la Tierra. Por ejemplo, en las observaciones usando telescopios ópticos, los efectos de la atmósfera tienen una importancia fundamental, pues su turbulencia impide alcanzar el poder de resolución teórico. Si no existiera esta turbulencia, las estrellas se observarían en direcciones fijas y bien definidas. La atmósfera es un medio turbulento que afecta a la luz que se propaga como una onda electromagnética a través de ella. Las variaciones de temperatura y, en menor medida, de presión y humedad producen cambios en el índice de refracción del aire. Estos cambios hacen que los rayos de luz no sigan un camino recto sino que se desvíen y que, por lo tanto, cada uno de ellos siga un camino óptico distinto. De esta forma, la turbulencia atmosférica deforma el frente de onda de la luz, alterando su fase y la distancia que recorre cada uno de los rayos hasta llegar a la apertura del telescopio. Actualmente, los telescopios espaciales en órbita con la Tierra (El Hubble, La Estación Espacial, y otros más) al estar fuera de la atmósfera, solventan este problema, y transmiten esas imágenes espectaculares del universo temprano. Sin embargo, la turbulencia presente en atmósferas de otros planetas, también puede aprovecharse para medir las propiedades químicas y físicas de atmósferas desconocidas. Usando la radiación que proviene de las estrellas, y colocando una nave espacial en un lugar estratégico, es posible revelar detalles ocultos de las posibles atmósferas de los planetas del Sistema Solar, en especial del nuestro. La técnica es conocida como ocultación estelar y fueron científicos del Servicio Astronómico de la Unión Europea en Francia, los primeros en sugerir el uso de esta técnica en una misión de la ESA (European Space Agency). Este es un método indirecto que se realiza al observar estrellas en el espacio. Las estrellas producen radiación que se propaga por el espacio y algo de esa radiación llega al planeta donde la nave espacial esté orbitando. Cuando la nave se coloca de tal manera que pueda ver las estrellas ocultándose en el horizonte del planeta estudiado, la atmósfera del planeta actuará entonces como un filtro, bloqueando determinadas longitudes de onda originadas por la radiación de las estrellas. Con esta técnica las longitudes de onda bloqueadas inducan qué tipo de moléculas y átomos constituyen la atmósfera del planeta, ya que las longitudes de onda de diversos elementos químicos son conocidas y por lo tanto, se les puede identificar. La Agencia Espacial Europea tiene actualmente tres naves espaciales en los alrededores de tres diferentes planetas que están usando esta técnica para investigar sus atmósferas respectivas. Cada nave está enviando información muy novedosa. La misión Envista, que gira alrededor de la Tierra, lleva a bordo un instrumento llamado GOMOS (Global Ozone Monitoring by Occultation of Stars), que sirve para estudiar dónde se incrementa la cantidad de ozono debido al uso ahora prohibido de sustancias químicas peligrosas. Desde el 2002, esta misión ha estado observando cada día cerca de 400 grupos de estrellas detrás de la Tierra, para construir un mapa de la cantidad de ozono en la atmósfera en todas las longitudes y latitudes terrestres. Aunque aún es muy pronto para poder decir dónde se está recuperando la capa de ozono y dónde no, se han hecho descubrimientos de otros fenómenos que modifican la cantidad de ozono presente en la atmósfera. Por ejemplo, en enero y febrero del 2004, GOMOS observó una producción de dióxido de nitrógeno a una altitud de 65 km. El dióxido de nitrógeno es un gas que puede destruir el ozono, por lo que es importante rastrearlo en la atmósfera. En los siguientes dos meses, GOMOS observó cómo disminuía la altura de la capa de dióxido de nitrógeno hasta llegar a los 45 km y cómo iba destruyendo el ozono en la medida que descendía. A bordo de la misión de la ESA, llamada Mars Express va un instrumento más sencillo que usa la técnica de ocultación estelar. Desde que la nave espacial llegó al planeta rojo en 2003, el SPICAM (Spectroscopy for Investigation of Characteristics of the Atmosphere of Mars) que lleva la nave, ha observado más de 1000 ocultaciones de estrellas. Este trabajo ofrece la descripción más detallada de la atmósfera de Marte. Aparte de los conocimientos de ciencia pura, los datos tienen aplicaciones prácticas; por ejemplo para la construcción del tren de aterrizaje o del paracaídas en una próxima misión de exploración a Marte, es esencial conocer el comportamiento de su atmósfera. Otro de los instrumentos de esta familia es el SPICAV (Spectroscopy for Investigation of Characteristics of the Atmosphere of Venus) que va con la nave Venus Express. Se sabe que este planeta tiene una atmósfera diferente a la de la Tierra o Marte. Es mucho más densa y el SPICAV está revelando los patrones de temperatura y densidad de la atmósfera venusina para su estudio posterior. Bibliografía Marcos Reyes, Óptica adaptativa , Caos y ciencia, 11 de noviembre de 2002. http://www.caosyciencia.com/ideas/artículo