MODERADOS Y RADICALES Jorge Isauro Rionda Ramírez En México, las tres grandes disrupciones sociales de su historia moderna son la guerra de independencia, la guerra de Reforma y la revolución mexicana. En ellas se debaten dos posturas fundamentales para el futuro de la nación: la conservadora o fomentista y la liberal o reformista. Quienes quieren de un lado inventar a México desean un conservadurismo nacionalista de corte centralista y endogenista, que discrepa del reformismo liberal federalista y basado en un esquema exogenista. Las fuerzas internas conservadoras están encabezadas principalmente por la Iglesia católica, que trata de controlar a la sociedad civil mediante cofradías de tipo masónico (del rito escocés), donde destaca el MURO y el YUNQUE. Todos ellos pertenecientes a una derecha extremista mexicana del tipo de la democracia cristiana. Por otro lado, las fuerzas liberales reformistas las encabezan intelectuales mexicanos, empresarios mexicanos como del extranjero (especialmente norteamericanos), y grupos de corte social demócrata. Finalmente de derecha moderada. En México movimientos sociales de tipo socialista no los hay de importancia, destaca la creación del Partido Comunista Mexicano, creado en 1919, efecto del esfuerzo bolchevique en el país por darle a la revuelta iniciada en 1910 un sesgo socialista. Este partido prescribe en 1949, puesto que en la post guerra todo lo que pintara como comunismo en América latina es mal visto por los norteamericanos. Para no incomodar a los vecinos del norte el Estado mexicano proscribe este partido. Es de hecho en 1946, al término de la segunda contienda mundial que el entonces partido oficial, el PRI, bajo la administración de Miguel Alemán, que el toque socialdemócrata que le caracterizo como partido de la revolución mexicana se va volviendo historia. El PRI se vuelve un partido pro empresarial y de derecha moderada. Ante su persistente permanencia como partido en el poder, la corrupción va carcomiendo sus bases de fundamentación como estado de derecho. Abiertamente se vuelve un Estado fascista. Fraudes electorales, autarquías de todo tipo y en todo orden son la vivencia diaria del gobierno mexicano para su pueblo. Desde dentro del partido nacen iniciativas tratando de rescatar de los vicios del Gobierno al PRI, como es la corriente democratizadora encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, que terminará por renunciar al partido y formar, junto con Muñoz Ledo, el PRD. Mismo que siendo de 1988 al 2006 la principal vanguardia política de la izquierda en México, es boicoteada por el presidente actual, Felipe Calderón Hinojosa, imponiendo a “los chuchos”, cuya consigna es buscar alianzas ¡con la derecha! Llámese PAN. Ahora la izquierda tiene que buscar y fortalecer nuevos frentes, el Partido del trabajo, como Alianza, son dos nuevos bastiones. No obstante, el principal caudillo de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, debe levantar la izquierda mexicana desmoronada y debilitada para los comicios del 2012. Tarea sumamente difícil. Solo tiene a su favor que su discurso político es legítimo ante la realidad social, política y económica de la nación. Agradeceré sus comentarios a [email protected]