Boletín informativo de la gestión sostenible de la caza y la pesca en Andalucía Nº 10. Año 2014 PESCA ANDALUCIA CONSIGUE CERRAR EL CICLO DE CULTIVO DE LA TRUCHA COMÚN AUTÓCTONA El Centro de conservación y cría de especies de aguas continentales de La Ermita en Granada consigue obtener por primera vez jaramugos en cautividad. L a Trucha común autóctona (Salmo trutta fario) figura entre las especies “En peligro” en el libro rojo de los vertebrados amenazados de Andalucía y desde el año 2005 sólo es pescable en nuestra comunidad, por el método de captura y suelta con artes sin muerte. En 2013, se inició el Plan de recuperación de la especie, que contempla la conservación ex-situ o cría en cautividad como una de las principales medidas de conservación. En este sentido, el Centro de conservación y cría de especies de aguas continentales de La Ermita en Granada, se encarga desde el año 2012 del cultivo de la trucha común autóctona y cangrejo de río, con el fin de salvaguardar la variabilidad genética existente en el territorio, así como contribuir a recuperar poblaciones desaparecidas o con problemas de conservación. Como punto de partida, se elaboraron estudios genéticos para determinar tanto el grado de introgresión de cada población, como las diferentes líneas genéticas autóctonas presentes en los ríos de Andalucía. Partiendo de estos estudios, se seleccionaron diversas poblaciones puras genéticamente, de las que se extrajeron huevos mediante masaje abdominal de hembras en el propio río, que fueron fecundados in situ con esperma de la misma población. Posteriormente, eran trasladados al centro de cultivo donde se procedía al embrionaje de los mismos. Tras 40 días aproximadamente se produce la eclosión de los huevos, emergiendo las larvas con su saco vitelino, del que se alimentan unos 20 días más, momento en el cuál inician la búsqueda activa de alimento. Mediante esta técnica en 2012 se produjeron 11.965 larvas, que fueron introducidas con éxito en el Espacio Natural de Sierra Nevada. Esta técnica llevaba años aplicándose en instalaciones montadas al efecto en Sierra Nevada, así como en piscifactorías públicas y privadas sin embargo, el problema empezaba en el momento en que el alevín busca activamente alimento vivo, puesto que las técnicas habituales de aporte de pienso tal y como se realiza en otras regiones, fracasaba una y otra vez, bien por problemas de “domesticación”, o bien por problemas etológicos. Boletín informativo de la gestión sostenible de la caza y la pesca en Andalucía Nº 10. Año 2014 PESCA ANDALUCIA CONSIGUE CERRAR EL CICLO DE CULTIVO DE LA TRUCHA COMÚN AUTÓCTONA Con estos antecedentes, en 2013 se inician diversos ensayos de cultivo en las instalaciones de La Ermita, en los que se aporta pienso comercial, rotíferos y nauplios de Artemia salina, enriquecidos artificialmente mediante ácidos grasos de cadena larga. Para ello, se ha montado una instalación de cultivos auxiliares donde se produce Artemia salina en grandes cantidades que es enriquecida a las 24 horas de la eclosión de los nauplios. Después de 8 meses del inicio del cultivo, ya se habían obtenido 4.200 jaramugos de 8-9 cm de longitud y adaptados al pienso comercial, con una supervivencia cercana al 50% hasta esta fase. Los ensayos con coalimentación de pienso y Artemia salina, han resultado los más exitosos, con porcentajes de supervivencia de hasta el 72%, mientras los que sólo fueron alimentados con pienso apenas superaron el 18 % de supervivencia hasta el sexto mes. Por primera vez, se han obtenido supervivencias elevadas en esta fase de cultivo para poblaciones andaluzas, esto supone un importante avance en la conservación de la especie al poder obtener individuos adultos reproductores en las propias piscifactorías, sin necesidad de capturar ejemplares en su medio natural. Una vez superada dicha fase, las siguientes labores se centrarán en mantener en cultivo diversas líneas genéticas de Andalucía, así como garantizar la variabilidad genética de cada una de estas líneas. El Centro de conservación y cría de especies de aguas continentales de La Ermita en Granada, tiene capacidad para iniciar cultivos de hasta 35.000 huevos anuales de trucha común asimismo, esta instalación da apoyo a otros programas de cría en cautividad de especies incluidas en el “Plan de recuperación de especies de aguas epicontinentales” como el cangrejo de río, el blenio o pez fraile y se tiene previsto ampliarlo a otras especies como Náyades o almejas de río. Con estas iniciativas la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, da un paso adelante en la consecución de las principales estrategias de conservación de una especie como la trucha común autóctona, tan sometida a los efectos del cambio global, así como a las presiones a las que se ve sometido su hábitat.