Esg lé sia Eva ngélica Centre Cristià de Mallorca “No te desanimes ante las tempestades de la vida” Marcos 4:35-41 Introducción. No te desanimes, no te desesperes. Jesús está en el control Las tempestades de la vida existen y ellas son inevitables. Llegan a toda clase de personas: un accidente, un luto doloroso, un divorcio, una pérdida financiera, una enfermedad, un despido laboral, Nosotros no vivimos en una urna de cristal, en un cofre cerrado… Las tempestades son no solo inevitables son inesperadas. Llegan sin avisar, no hay un telegrama de aviso previo. No podemos agendar la llegada de una tempestad. No era una tempestad de lluvia, era una tempestad de viento. Las tempestades de la vida no solo son inevitable e inesperadas, también son incontrolables. Ellos intentan controlar la situación, el problema y concluyen que aquello que para ellos era tan familiar y cotidiano ahora era imposible gestionar, controlar. Se trataba de marineros que habían lidiado con muchas tormentas… Ejemplo de Pablo en su viaje a Roma “arriaron las velas y se dejaron ir a la deriva”… cuando tu vida está como un barco a la deriva, sin control… Dios aún está en el control. Las tempestades de la vida son pedagógicas, provechosas, instructivas. Nosotros no creemos en el determinismo, en el azar, en la casualidad, en la suerte… Si Dios está permitiendo que usted pase por una tempestad es porque Dios tiene un propósito excelente por medio de ello. Dios quiere fortalecer las musculaturas de tu alma. “Ni un cabello cae de nuestra cabeza sin que Dios lo permita para bien”. O. T. Todo este texto es regido por tres preguntas: La pregunta de los discípulos a Jesús: ¿no te importa que perezcamos? La segunda es la de Jesús a los discípulos: ¿Por qué estáis así?. La tercera pregunta es la de los discípulos entre ellos mismos: Vs. 41 ¿Quién es este que aún el viento y el mar le obedecen? Vamos a considerar este texto a partir de la estructura que nos dan estas tres preguntas. La primera pregunta… Jesús había estado todo el día enseñando a la multitud, estaba cansado y Jesús dormía. Después de intentar resolver el problema por sí mismos y ver que no logran nada se acercan a Jesús con esta primera pregunta: “Maestro ¿No tienes cuidado que perecemos?” Esta no solo una pregunta, es una censura, es una acusación. Revela una forma de percibirse tratado por Dios. No es solo una pregunta es una manera de permitir que las circunstancias nos digan cual es la actitud de Dios hacia nosotros. ¿Por qué ellos le hacen esta pregunta a Jesús? 1º Porque no es fácil conciliar su obediencia a Jesús con la situación actual de tormenta. La orden de entrar en la barca y pasar al otro lado la dio Jesús. ¿Cómo es posible que yo esté haciendo la voluntad de Dios y esté metido en este problema? Cómo es posible que si yo estoy obedeciendo al Señor, leyendo la Biblia, orando, diezmando fielmente… me esté sucediendo esto. Entender la tempestad de Jonás es fácil… Piensa en las palabras de Pablo desde Roma cuando le escribe a la iglesia de Filipo y les dice: “Quiero que sepáis, hermanos, que la causa del mensaje evangélico ha sido favorecida con esta situación mía. No sólo la guardia imperial en pleno, sino todos los demás han visto claramente que Cristo es la única razón de mi encarcelamiento. Es más, mi prisión ha fortalecido la confianza en el Señor de buen número de hermanos que ahora se atreven a proclamar la palabra con más valentía y sin temor.” Filipenses 1:12-14 BTI 2º Porque no es fácil conciliar la necesidad urgente con la demora de la intervención divina. El ejemplo de Marta ante la tardanza de Jesús a la urgencia de su pedido… Jesús no le dice Marta yo no fui o yo seré, le dice YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA. Porque es difícil conjugar nuestras crisis más agudas con el absoluto silencio de Dios. El silencio de Dios grita más fuerte en nuestro interior que el ruido de la tempestad. El ejemplo de Job. 16 veces pregunta sobre su situación… silencio… Se queja 34 veces acerca de su situación y no hubo respuesta. Cuando Dios rompe el silencio NO LE RESPONDE NI UNA SOLA PREGUNTA… LE HACE 72 PREGUNTAS A JOB. En todas estas preguntas no hay una sola explicación pero Dios no nos promete EXPLICACIÓN Dios nos promete REVELACIÓN. AHORA JESÚS HACE LA SEGUNDA PREGUNTA DEL TEXTO. ¿Por qué estáis asustados? ¿Por qué no tenéis fe? Ahora, la pregunta es ¿Por qué razón ellos deberían tener fe y no miedo? Por causa de la PROMESA de Jesús… “Pasemos al otro lado…” Promesa de Dios y realidad es lo mismo. Dios no deja caer ninguna de sus promesas. Por causa de la PRESENCIA de Jesús. “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Él no nos prometió ausencia de tempestades, nos prometió presencia en medio de las tempestades. No nos prometió ausencia de luchas, nos prometió victoria segura. Por causa de la PAZ DE JESÚS. ¿Jesús sabría que vendría tormenta? Jesús dormía porque estaba cansado, Jesús dormía porque confiaba absolutamente en el cuidado de su padre celestial. Por causa del PODER DE JESÚS. El contexto resalta el poder de Jesús. Jesús tiene poder sobre el mar y el viento, tiene poder sobre las fuerzas de la naturaleza. Tiene poder sobre los demonios 6.000 demonios (una legión). Jesús tiene poder sobre las enfermedades. ¡Usted no necesita tener miedo, usted necesita tener fe! En la otra tormenta Jesús calma primero a los discípulos para luego calmar la tempestad. “Tened ánimo, Yo soy, no temáis…” Muchas veces Jesús percibe que la tempestad que más nos atormenta no es la tempestad que está del lado de afuera sino la del lado de dentro. Muchas veces el mayor problema no es las circunstancias, es los sentimientos. Él es tan poderoso para calmar el mar como para calmar el alma. Vs. 41 Los discípulos poseídos de un gran temor se decían los unos a los otros ¿Quién es este que aún el viento y el mar le obedecen? Este es aquel que en el horizonte de la eternidad planeó un plan perfecto para ti y para mí. Este es el creador del universo. Este es el sustentador de nuestras vidas. ¿Si Dios nos ama por qué sufrimos… por qué atravesamos tempestades… por qué enfrentamos problemas? La única explicación que encuentro es porque Dios quiere revelarse a nuestras vidas como el Dios que está por encima de toda tempestad. Daniel Rodríguez Palma, 24.07.16