Las rejas no acallarán la verdad

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“¡ Las rejas no acallarán la verdad !”
Publicado el Noviembre 22, 2014
Por Agustina McWhite
Son las crudas palabras de la hija de un preso político en Argentina. Su
nombre es Fernanda y a través de su desgarradora pero fulminante crónica
se animó y contactó a Agustina McWhite para difundir su historia.
¡Gracias, Fernanda, por permitir que yo reproduzca tu mensaje!. Estoy más
que segura que con tu escrito muchos familiares, que lastimosamente se
encuentran en la misma situación que vos, se sentirán identificados y quizás
hasta se animen, cada vez más, a contar su historia. A hacerla popular,
porque también es parte de la Verdad. Es parte de la Historia de
Argentina.
SOY HIJA DE UN MILITAR QUE HOY ES UN “PRESO POLÍTICO”
Soy Fernanda Eugenia Megías, hija del Mayor Miguel Ángel Nicolás
Megías (R) del Ejército Argentino, Ex Combatiente de Malvinas y
designado por la O.N.U. como Casco Azul en la Guerra en la Ex Yugoslavia.
Actualmente detenido injustamente desde el 12 de Septiembre acusado de
delitos de lesa humanidad que no cometió.
Es difícil escribir estas líneas porque se mezclan muchos sentimientos como
la tristeza, la impotencia, el odio, la ira, como también la angustia de haber
vivido parte de mi embarazo con mucho dolor. El día que se suponía que
debía ser el momento más bello que una familia puede vivir, el papá de mi
hija y yo lo atravesamos solitos, sin los seres más importantes que debían
estar y no estuvieron. Aun así nuestra hija nos llenó de luz y amor.
En la mañana del 12 de septiembre de éste año, mientras dormíamos sonó
el celular y fue ese maldito presentimiento que algo estaba mal… y así
fue. Se habían llevado detenido a papá.
Mientras estuvo en el calabozo de la Policía Federal de Tucumán, lo tenían
esposado como si fuese un criminal de máxima peligrosidad. Luego lo
trasladaron a San Juan donde se encuentra actualmente. La Policía
Federal de San Juan por orden judicial había intervenido mi línea de
teléfono como se encuentra hasta el día de hoy.
Le habían quitado todo. Lo único que logré en medio de la desesperación fue
buscar teléfonos para poder encontrarlo y poder escuchar su voz; hasta que
lo logré, lo encontré y al escucharlo me quebré en llanto como una nena. No
puedo describir el lugar donde lo tuvieron, sólo sabía que estaba
desesperado, con ataques de pánico y recibiendo su medicación para el
corazón. Sin entender concretamente porque estaba ahí. Lo acompañó su
mujer, quien fue su único sostén en todo ese tiempo.
Hace poco pude viajar a verlo, necesitaba saber que estaba bien porque todo
el tiempo imaginé sus ojos llenos de tristeza y desesperación, pese a que fue
un servidor de la Patria, formado y preparado para lo peor como haber
atravesado dos guerras, nos dejó a mí y a mi madre para cumplir con su
deber y pelear por éste “bendito país”.
Llegué al penal desesperada por verlo y apenas nos abrieron la puerta nos
rendimos en un abrazo eterno y él terminó consolándome a mí, con esa
fortaleza de padre, temblando en medio de la angustia… y ¡por fin conoció a
su nieta! pero detrás de las rejas, sin embargo lo llenó de alegría.
Estuve y compartí todo con los compañeros de papá, todos hombres enteros,
otros con mucha tristeza en sus ojos sin entender todavía por qué estaban
ahí. Lo visité varios días, pero inevitablemente llegaría el día de la despedida
que fue cruel…me despedía de cada uno y en cada uno lo veía a papá, y esos
hombres, me consolaban y acariciaban a mi bebé que en esos días les había
robado una sonrisa. Al fin llegó el abrazo final, no me quería ir y al caminar
hacia la puerta con mi bebé no quería mirar atrás, no quería tomar
conciencia de que nos íbamos y él se quedaba mirándonos detrás del
alambrado.
“Mi viejo tiene que pagar el precio por haber elegido ‘ser Militar’"
Fernanda Eugenia Megías
Hoy pareciera que mi viejo tiene que pagar el precio por haber elegido
“ser militar”. Yo respeto el dolor de las otras víctimas, de sus familias,
pero quiero que mi dolor también sea respetado porque lo tengo a mi viejo
preso injustamente.
Mi papá en el ’76 tenía 23 años y era Subteniente, el grado más bajo del
Escalafón militar. Sus funciones eran muy básicas. En horas de la noche
del 26 de Agosto del ’76, se había producido un enfrentamiento entre 2 autos
(un Ford Falcon y un Fiat 128 conducidos por Montoneros que venían a los
balazos), y los militares que estaban haciendo un control vehicular. En ese
enfrentamiento muere un montonero de 23 años. Fue así como el día 27 de
Agosto, horas más tarde, mi padre recibe la orden de dirigirse al lugar del
hecho Av. San Martín de la ciudad de San Juan para elevar un sumario
sobre lo encontrado. Y así fue, lo acompañaron 3 policías y dentro del Fiat
128 había un cadáver, una carpeta negra con panfletos e informes de
Montoneros, un revolver Diana calibre 38 largo, una carabina
automática “Marcatti” calibre 22 y una escopeta Centauro calibre
14. Finalizado el sumario, los policías llevaron el cadáver a la morgue del
Hospital Rawson y mi padre se dirigió al Regimiento a informar de lo
sucedido.
“He sido atacada por ser hija de militar”
Mi padre jamás será una vergüenza, ni tampoco el hecho de que se
encuentre detenido. Lamento mucho si algún miembro de mi familia lo
siente así o algún colega en mi trabajo cree que es así, ya que he sido
atacada por ser hija de militar. Tampoco me importa. Solo él puede sentir
el infierno cada día de estar privado de su libertad injustamente, las familias
que están hoy en la misma situación y por demás quienes lo queremos lo
sufrimos…nadie más.
La Historia debe ser analizada con sinceridad y debe contemplar todas las
verdades; lastimosamente muchos se están perdiendo la oportunidad de
acercarse a “la otra parte de la verdad”.
Quiero informar que somos 1.909 familias en todo el país que estamos
atravesando por todo este calvario. Nuestros padres son actualmente “presos
políticos”; muchos llevan más de 10 años presos, es decir que el “principio
de inocencia, “in dubio pro reo”, no existe para éste Gobierno. Para éste
gobierno “son culpables hasta que demuestren su inocencia” por lo tanto
deben permanecer encerrados.
Fernanda Eugenia Megías (**)
DNI 26.791.059
(**) Actualmente forma parte de la “Asociación de Hijos y Nietos de Presos
Políticos de la Argentina”.
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