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La mujer en la Familia
Entendamos primero el orden de Dios.
1Co 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la
cabeza de Cristo.
Efe 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él
es su Salvador.
Para poder discernir el rol de nuestras esposas en la familia debemos primero entender:
1. La relación íntima con su esposo
La relación con esposo-esposa funciona como un escudo protector contra la inmoralidad del mundo, donde
la fidelidad juega un papel importante en el matrimonio.
1Co 7:1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer;
1Co 7:2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
Dios prefiere que el hombre esté sin casarse. Pero debido a tanto inmoralidad cada hombre debe tener su
esposa. La NVI lo dice más claramente:
1Co 7:1 Paso ahora a los asuntos que me plantearon por escrito: «Es mejor no tener relaciones sexuales.»
1Co 7:2 Pero en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio
esposo.
Entrega mutua y recíproca
La entrega de ambos debe ser mutua, recíproca y de buena voluntad.
1Co 7:3 El hombre debe cumplir su deber conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su esposo.
La voz griegaeunoia (εὔνοια, G2133), buena voluntad. Se traduce «sirviendo de buena voluntad» en
Efe_6:7. En 1Co_7:3 la RVR traduce «cumpla … el deber conyugal», lit: «cumpla la benevolencia debida».
1Co 7:4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido
potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
La idea que desea indicar la escritura la entendemos en esta versión de lenguaje sencillo: Ni él ni ella son
dueños de su propio cuerpo, sino que son el uno del otro.
Hombre y mujer se unen y se convierten ante Dios en una sola carne, un solo cuerpo. Lo que le pasa e ella
me afecta a mí, lo que le sucede a él le afecta a ella.
Gén_2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne.
Efe_5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola
carne.
No os privéis de intimidad el uno al otro. Debe haber complacencia mutua. El rechazo a esta complacencia
que Dios desea puede convertirse en una ocasión para Satanás de estorbar la buena relación de esposos.
1Co 7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia.
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2. La conducta de la esposa
1Pe 3:1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la
palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas
jupotasso (ὑποτάσσω, G5293), principalmente término militar, ordenar abajo (jupo, debajo; tasso,
ordenar). Pero en estas citas denota en voz media o pasiva, someterse uno, obedecer, estar sujeto a.
Efe 5:21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Efe 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Col 3:18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Tit 2:4 (3)Las ancianas… que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
Tit 2:5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de
Dios no sea blasfemada.
¿Por qué la sujeción a su marido?
1Co 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer,
y Dios la cabeza de Cristo.
El orden de Dios es una línea de obediencia. Si este orden se altera, Él no puede obrar en las vidas de las
personas. Esto conlleva lo siguiente:
 Si el hombre no obedece y se sujeta a Cristo no puede haber una mujer obediente y por ende una
familia en bendición.
 Si la mujer no se sujeta a su marido y le obedece reconociendo en él su liderazgo no puede haber
hijos sujetos a sus padres.
 Podría decir que si nuestro Señor no se hubiera sujetado a su Padre, la iglesia fuera una perdición.
Una mujer encuentra su lugar bajo la autoridad, la autoridad amorosa de su marido.
La sujeción implica una entrega por amor:
 Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella.
 El varón ama a su mujer como a vaso frágil y se entrega por ella.
Efe 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Efe 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
Efe 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Col 3:18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
La mujer ve su sumisión a su marido como un acto de honra, adoración y obediencia al Señor.
-- Sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas --
1Pe 3:2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
anastrofe (ἀναστροφή, G391), conducta, manera de vivir. Se traduce «manera de vivir»
Rom 12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues
haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
Rom 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
¿Cómo debe arreglarse una mujer de Dios?
El consejo del apóstol Pedro es el mismo para la mujer en cuanto a su arreglo externo.
1Pe 3:3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
1Pe 3:4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande
estima delante de Dios.
Atavío viene del griego:
kosmeo (κοσμέω), adornar, ataviar. Se usa de disponer lámparas, traducido «arreglar». Véanse ADORNAR,
ATAVIAR. De ahí, adornar, ornamentar, como adornar los monumentos, edificios y la propia persona.
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No está diciendo el apóstol que la mujer deba o no arreglarse “maquillarse”, pero el énfasis se hace en la
parte interna del corazón, de un espíritu apacible. Esto es de grande estima delante de Dios.
El apóstol Pablo hace el mismo énfasis en su carta a Tito, donde indica como debe ser el atavío de una
mujer piadosa.
1Ti 2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado
ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
1Ti 2:10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
-- ropa decorosa, con pudor y modestia --
1Ti 2:9
El término ropa (hábito) del griego katastole era primariamente un ropaje suelto hacia abajo; de ahí,
vestido, ropaje o ropa en general.
kosmios (κόσμιος), ordenado, bien dispuesto, decente, modesto
(relacionado con kosmos, en su sentido primario como disposición
armoniosa, adorno; que se relaciona con kosmos en su sentido secundario
como mundo).
decorosa
pudor
modestia
1Co 7:34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene
cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu;
pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su
marido.
1Co 7:35 Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo
honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.
aidos (αἰδώς), un sentido de vergüenza, modestia. Se utiliza con respecto al
comportamiento de las mujeres en la iglesia (1Ti_2:9); en Heb12:28 aparece
la misma palabra como «reverencia»
El pudor es aquella modestia que está arraigada en el carácter; el término
vergüenza, utilizado por la RV. También se traduce como «recato».
sofrosune (σωφροσύνη), denota con recto juicio de la mente. En Hch 26:25
se usa como «palabras de cordura»
Expresa prácticamente el significado; «es aquel control interno habitual del
yo, con su refrenamiento constante de todas las pasiones y deseos, que
estorbaría que surgiera la tentación sobre estas, o en todo caso que surgiera
con tal fuerza que venciera los controles y las barreras que aidos, (pudor) le
opusiera»
-- peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos -- 1Ti 2:9
1. No llamar la atención (peinado ostentoso)
2. No hacer referencia a un status social (ni oro, ni perlas)
3. No a ningún tipo de vanidad expresada (ni vestidos costosos)
-- con buenas obras, como mujeres que profesan la piedad -- 1Ti 2:10
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Buenas obras: Buen actuar cristiano en hechos y acciones humanas
Profesar piedad: Temor de Dios en todos sus actos. Denota temor y reverencia de Dios.
1Pe 3:4 sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande
estima delante de Dios.
1Pe 3:4 Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu
suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios. (NVI)
El ejemplo de Sara
1Pe 3:5 Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando
sujetas a sus maridos;
1Pe 3:6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis
el bien, sin temer ninguna amenaza.
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Dios siempre ha deseado que las mujeres adornen la persona interior del corazón con cualidades
imperecederas, con las virtudes espirituales (espíritu suave y apacible) y que se sometan a sus maridos.
Este tipo de sumisión, ese tipo de virtud, es la cosa más bella y atractiva que una mujer puede hacer delante
de los ojos de Dios.
-- como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor -Recordemos que kurios es señor, alguien que ejerce poder y autoridad.
¿Porqué la mujer contemporánea se resiste y se rebela contra el orden de Dios?
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La mujer independiente que trabaja y que desea realizarse.
El abandono del hogar y el abandono de los niños contribuyen a jóvenes alejados de las cosas de
Dios, materialistas, rebeldes y viviendo constantemente en soledad.
3. La mujer como madre
El prototipo de la mujer del mundo.
La mujer súper moderna tiene su propia carrera, exige igualdad salarial, exige igual en todo. Se niega a
someterse a su marido, ejerce su independencia, depende de sus propios recursos, no quiere que su esposo
o hijos amenacen sus metas personales, tiene su propia cuenta bancaria, sus tarjetas de crédito, contrata a
una criada o a un servicio para la limpieza. Come fuera por lo menos 50% del tiempo con su familia o sin
ellos, hace del cereal frio y el café el desayuno estándar para su familia, come comida rápida o congelada de
oferta y es la cena habitual o pide una pizza y no se hace líos. Espera que su esposo sea el Sr. Mamá, ella
tiene su piel bronceada, pelo estilizado, hace ejercicios aeróbicos, compra para estar al día con las
tendencias de la moda, el ultimo celular, está pendiente de sus estudio para una maestría o un postgrado
pues se asegura de que no habrá competencia en el trabajo, se asegura de que en casa cada uno tenga su
televisor, y su portátil, o una consola de video para los chicos para que así no la molesten y pueden estar
entretenidos mientras ella pueda descansar de sus actividades, pues se lo merece.
La mujer de este tiempo se supone que sea opinadora, exigente, quiere ser escuchada, deseosa de cumplir
con todas sus ambiciones personales y podríamos seguir.
Esa es la mujer de ahora, la mujer que encontramos en el mundo, construida por una mentalidad feminista,
y lamentablemente a pesar de todo lo que hace ella no puede permanecer casada, ella no puede permanecer
feliz, ella no puede controlar a sus niños.
1Ti 2:15 Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
La maternidad bíblica no hace referencia sólo al cuidado de los infantes, sino que se centra en la edad
adulta desde el principio, en un objetivo a largo plazo, que es producir hijos o hijas maduros y piadosos, que
vivan para dar el honor y la gloria a Dios. Este el llamado a la maternidad bíblica y espiritual. Este es un
trabajo a tiempo completo. Prov. 29.15, dice que el joven consentido avergüenza a su madre.
La mujer cristiana casada debe tener todo su enfoque a la maternidad anclado en las Escrituras y
no en sus emociones.
Ella no va a aprender a ser madre en un curso, en los estudios de los sicólogos, en la cultura y las
tradiciones, en su autoestima, sino en la palabra de Dios.
El caso de Ana
1Sa 1:21 Ese año Elcaná fue a Siló con su familia para ofrecer sacrificios y cumplir las promesas que le había hecho
al SEÑOR.
1Sa 1:22 Pero Ana no lo acompañó, sino que le dijo: —No iré a Siló hasta que el niño tenga la edad suficiente para
comer alimento sólido. Entonces se lo entregaré al SEÑOR, será un nazareo [e] y se quedará en Siló.
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1Sa 1:23 El esposo de Ana le dijo: —Haz lo que te parezca mejor. Te puedes quedar en casa hasta que el niño tenga la
edad suficiente para comer alimento sólido. Que el SEÑOR haga lo que has dicho. [f] Así que Ana se quedó en
casa para criar a su hijo hasta que tuviera la edad suficiente para comer alimento sólido.
1Sa 1:24 Cuando el niño tenía la edad suficiente para comer alimento sólido, Ana lo llevó al santuario del SEÑOR
en Siló. También llevó un becerro de tres años, veinte kilos [g] de harina y una botella de vino.
1Sa 2:19 Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer
el sacrificio acostumbrado.
La esposa como maestras de su hogar
Las mujeres como educadoras, formadoras, discipuladoras y mentoras no limitan su acción de enseñanza
sólo a sus casas con sus hijos, sino también a otras mujeres más jóvenes, como ejemplo para estas.
Tit 2:3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del
bien;
Tit 2:4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos,
Tit 2:5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios
no sea blasfemada.
-- que enseñen a las mujeres jóvenes -sofronizo, denota causar ser de mente sobria, devolver a alguien a sus sentidos. En Tit_2:4 se traduce
«que enseñen» (RV: «que enseñen … a ser prudentes»).
Instruir sería una buena traducción; la instrucción involucraría el cultivo de un juicio prudente y reflexivo.
CONCLUSIONES:
1.
Entramos en rebeldía si no queremos aceptar el orden de Dios para la familia
1Co 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y
Dios la cabeza de Cristo.
2. La entrega de ambos debe ser mutua, recíproca y de buena voluntad.
1Co 7:4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido
potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
3. Una mujer encuentra su lugar bajo la autoridad, la autoridad amorosa de su marido.
4. El orden de Dios es una línea de obediencia. Si este orden se altera, Él no puede obrar en las vidas de
las personas.
5. Un marido no creyente se gana para Cristo con una esposa que da ejemplo de humildad y sujeción.
1Pe 3:1 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen
a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas
6. La mujer ve su sumisión a su marido como un acto de honra, adoración y obediencia al Señor.
Col 3:18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
7. La belleza de una mujer es la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y
apacible. Esto es de gran estima ante Dios. Dios te llama “mujer virtuosa”
8. La mujer cristiana casada debe tener todo su enfoque a la maternidad anclado en las Escrituras y no
en sus emociones.
9. Finalmente las mujeres mayores son ejemplo para otras mujeres a las que deben enseñar a amar a
sus esposos, sujetándose a ellos y a amar a sus hijos.
10. La palabra de Dios destruye todo argumento que el mundo quiera imponer sobre nosotros
2Co 10:5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.
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