El órgano de la Iglesia de Santa María de Guía

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Patrimonio Histórico
CUADERNOS DE
BIENES MUEBLES
SERVICIO
DE
PATRIMONIO
HISTÓRICO
MARÍA EUGENIA MÁRQUEZ RODRÍGUEZ
PRESIDENTA DEL CABILDO DE GRAN CANARIA
GONZALO ANGULO GONZÁLEZ
CONSEJERO DE CULTURA Y DEPORTES DEL CABILDO DE GRAN CANARIA
INÉS JIMÉNEZ MARTÍN
CONSEJERA DELEGADA DE CULTURA DEL CABILDO DE GRAN CANARIA
JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ GUTIÉRREZ
JEFE DEL SERVICIO DE PATRIMONIO HISTÓRICO
IDEA Y COORDINACIÓN GENERAL
JUANA HERNÁNDEZ GARCÍA
DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN DEL SERVICIO DE PATRIMONIO HISTÓRICO
GESTIÓN
JOSÉ ROSARIO GODOY
DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN DEL SERVICIO DE PATRIMONIO HISTÓRICO
TEXTOS
ROSARIO ÁLVAREZ
PEDRO GONZÁLEZ SOSA
PAOLO CAGLIO
LUIS MAGAZ
FOTOGRAFÍAS
NACHO GONZÁLEZ.
DE GIUSSEPE MOLA Y SU TALLER:
PAOLO CAGLIO.
DEL ÓRGANO DE GUÍA Y SU RECONSTRUCCIÓN:
LUIS MAGAZ.
CROQUIS DEL ÓRGANO DE GUÍA:
YAGO MASFARRÉ.
DISEÑO GRÁFICO
MONTSE RUIZ
REALIZACIÓN
DAUTE DISEÑO, S.L.
FOTOMECÁNICA E IMPRESIÓN
LITOGRAFÍA GRÁFICAS SABATER
ISBN: 84-8103-350-2
DEPÓSITO LEGAL:
© Cabildo de Gran Canaria, 1ª edición 2003
© De los autores para sus textos
“El órgano sonaba, cantaba sobre Guía entera estremecida, y las ráfagas de la tormenta sonora hacían
doblar las cabezas, como se postran las espigas al
viento. Cataratas de cielo desatadas eran también
aquellas, pero lejos de causar estragos, difundían la
paz, y el consuelo, y el amor…”
F. GONZÁLEZ DÍAZ
(Diario de Las Palmas, 15 de enero de 1900. Núm. 1574)
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Índice
Presentaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
EL ÓRGANO EN CANARIAS
Breve panorama histórico del órgano en Canarias . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
NOTICIAS DE LA INAUGURACIÓN DEL ÓRGANO MOLA
Historia de la Iglesia de Santa María de Guía
y la traza de los órganos que hubo en ella . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Saint-Saëns inauguró el órgano parroquial de Guía . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
7
El órgano Mola, noticias sobre la inauguración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
LA FIRMA G. MOLA-TORINO
Giusseppe Luigi Molla y la firma G. Mola-Torino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Camille Saint-Saëns y la firma G. Mola-Torino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
EL NUEVO ÓRGANO MOLA. LA RESTAURACIÓN
La reconstrucción del instrumento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
El nuevo órgano Mola-Magaz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Presentación
La sociedad insular es cada día más consciente de que la conservación
del patrimonio insular, y su restauración en caso de deterioro, forma
parte de nuestras obligaciones, de nuestra responsabilidad, y que como
tal, las Administraciones públicas debemos destinar a estos menesteres
un montante más significativo de recursos. Esta percepción está adquiriendo, afortunadamente, un lugar cada día más importante en la agenda
de los responsables políticos, impelidos por una demanda social que
reclama atención para inversiones que, prima facie, no ofrecen una rentabilidad inmediata. Frente a otras necesidades perentorias en términos
sociales, vivienda, sanidad, carreteras, servicios sociales, etc., la política de
patrimonio histórico se va haciendo un lugar en una sociedad cada vez
más madura, que defiende su legado ancestral, como parte de su cultura
e identidad, al tiempo que exige su puesta en valor.
Desde esta per spectiva hemos de evaluar la impor tancia del
Programa de Organos Históricos que desde el inicio de la legislatura
venimos realizando desde la Consejería de Cultura del Cabildo Insular.
Porque restaurar un órgano histórico no significa sólo disponer de un
objeto artístico, elegante y hermoso, que viste y ennoblece nuestros templos más señeros, sino además de un instrumento musical pensado para
un repertorio concreto, que nos permite recrear una música con un timbre personalísimo que nos habla de una época, de una técnica interpretativa, de una escuela específica, pero que, junto a otras, está formando
parte de nuestra historia y de nuestra cultura.
Hoy, cuando vemos cerca la culminación de este Programa, nos podemos enorgullecer de habernos propuesto recuperar los órganos dieciochescos alemanes de San Telmo y Valleseco, al lado del de Santo
Domingo y el de Agüimes, de la prestigiosa escuela española, de que esté
en marcha la restauración del órgano de San Juan de Telde, también español, y de poder presentar hoy la restauración del único órgano de estilo
italiano que perdura en la isla, el Mola de la Iglesia de Guía.
Enhorabuena a los organeros que han conseguido recuperar el sonido
inimitable de este magnífico instrumento.
9
Cuadernos de Patrimonio Histórico
Enhorabuena a la ciudad de Guía y a sus vecinos, que tanto han reclamado que llegara a ocurrir esta ocasión.
Enhorabuena al Ayuntamiento y a la Parroquia.
Y ahora callamos y dejamos que se oiga su voz.
INÉS JIMÉNEZ MARTÍN
CONSEJERA DE CULTURA, MUSEOS Y PATRIMONIO HISTÓRICO DEL C ABILDO DE GRAN C ANARIA
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EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Presentación
Alrededor de veinte años han tenido que transcurrir, doblando el
horizonte de la complacencia y de la abulia, para que veamos nuevamente en el coro de la Iglesia de Santa María de Guía el antiguo órgano.
Durante casi todo este tiempo de silencio nadie se preocupó de él, salvo
un grupo de guienses entusiastas amantes de la cultura y celosos del rico
patrimonio de este viejo solar del noroeste, que nunca lo perdieron de
vista. Tropezando a veces con la bien instalada incomprensión y con la
incuria, sus desvelos se tradujeron siempre en la denuncia sistemática
ante los medios de comunicación con escaso, o mejor dicho, nulo resultado. Los aires que refrescaban el ambiente por entonces no eran propicios para este tipo de cosas.
Coincidiendo con el mandato de la Corporación que presido, se ve
desbrozado el camino y aparece la luz allá al fondo, la que en justicia
debemos agradecer a los responsables del Excmo. Cabildo Insular de
Gran Canaria, que han asumido la totalidad de los gastos de la restauración del órgano en los talleres Luis Magaz Organeros, de Madrid, significadamente en la per sona de D ñ a. Inés Jiménez Mar tí n,
Consejera-Delegada de Cultura, así como el trabajo del Ser vicio de
Patrimonio Histórico.
Es éste, por tanto, el momento de felicitarnos todos y estar de enhorabuena por lo conseguido, pues algo que hasta no hace mucho tiempo,
por todo un rosario de no muy justificados impedimentos parecía, más
que inalcanzable, una utopía, hoy es una feliz realidad que tenemos que
agradecer, por la constancia demostrada y el trabajo concienzudo y bien
hecho de, apar te mi concejal de Patrimonio Histórico, ese excelente
grupo que conforma la Asociación Sociocultural D. Bruno Quintana
Quintana.
A todos, pues, sin distinción reitero mi más encendida felicitación en
este 27 de abril de 2003, día del Concierto Inaugural, en el que volverán
a llenarse las bóvedas del recinto sagrado de nuestro Templo Mayor con
los acordes del histórico órgano, sin duda uno de los más preciados tesoros de este Municipio, notas magistralmente arrancadas por el concertista
de proyección internacional, Massimo Nosettí gran conocedor de los
11
Cuadernos de Patrimonio Histórico
órganos fabricados por Giuseppe Mola, de Torino, Italia, y especialista en
los reper torios organísticos del gran compositor galo, enamorado de
Guía y amigo de su gente, Camille Saint-Saëns.
FERNANDO BAÑOLAS BOLAÑOS
ALCALDE
12
DE
SANTA MARÍA
DE
GUÍA
EL ÓRGANO EN CANARIAS
.......................
ROSARIO ÁLVAREZ MARTÍNEZ
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Breve panorama histórico
del órgano en Canarias
La reinauguración del órgano de la iglesia de Santa María de Guía,
construido en 1899 por la casa organera italiana de Giuseppe Mola, y
ahora puesto a punto por el taller de Luis Magaz, viene a poner un eslabón más en la cadena de loables restauraciones que los Cabildos de
Gran Canaria y Tenerife están llevando a cabo para recuperar el sonido
del pasado a través de estos instrumentos de variada tímbrica.
Nuestro Archipiélago cuenta en la actualidad con 72 órganos repartidos en iglesias y monasterios de Tenerife (36), Gran Canaria (21), La
Palma (14) y Lanzarote (3), que constituyen los restos del inmenso patrimonio instrumental generado por la Iglesia a lo largo de estos últimos
quinientos años en todas las islas. A ellos se suman los órganos del
Conservatorio y del Auditorium "Alfredo Kraus" de Las Palmas de Gran
Canaria, únicos instrumentos encargados por instituciones civiles hasta
ahora. De estos 74 instrumentos, los hay alemanes, ingleses, franceses y
españoles, siendo el único italiano el que ahora se reinaugura. Esta circunstancia ha conver tido a nuestras islas en un auténtico museo del
órgano europeo, donde se pueden estudiar las características propias,
El órgano Mola,
estado actual
después de la
restauración.
Devuelto a su
emplazamiento
original
15
Cuadernos de Patrimonio Histórico
16
tanto técnicas como tímbricas, de cada país. Si a ello añadimos que los
órganos conservados son renacentistas, barrocos, románticos y eclécticos,
podemos comprender que en el corto espacio que ocupa nuestro archipiélago los aficionados podrán, en el futuro, solazarse con música de
compositores de diferentes épocas y de distintas nacionalidades europeas, interpretadas en el tipo de instrumento para el que fueron compuestas.Veamos, siquiera brevemente, cuál ha sido nuestra historia.
El órgano ha tenido desde la plena Edad Media un papel fundamental
en la liturgia de la Iglesia, por lo que su construcción y desarrollo siempre
se ha debido al impulso conferido por el estamento eclesiástico, dispuesto en todo momento, y siempre que los medios económicos se lo
permitieran, a conseguir los mejores instrumentos que cumplieran la función no sólo de acompañar la salmodia y los diferentes cantos litúrgicos,
sino también la de llenar por medio de improvisaciones o de obras bien
elaboradas ad hoc los espacios dejados por el canto en la liturgia de la
Misa y del Oficio divino. Es por ello que, tras la conquista de cada una de
las islas de nuestro Archipiélago, y a medida que se iban erigiendo las iglesias y los conventos, uno de los primeros objetos de culto que los templos compraban, o que recibían en donación, era el órgano. Tal es así que
ya desde los primeros años del siglo XVI la catedral de Las Palmas fue
dotada con uno o dos pequeños instrumentos que el comerciante flamenco Adrián Manglés regaló después de hacerlos venir de Florencia, lo
cual indica que aún no había en las islas organeros. Poco después se establece en Tenerife el portugués Pedro Días Coutinho, quien primero en
esta isla y luego en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura va a realizar
varios pequeños instrumentos, según se iban produciendo los encargos
de las distintas parroquias. Pedro Días enseñó a su hijo Baltasar de Armas
(ca.1515-1572) el arte de la organería, al mismo tiempo que le transmitía
sus conocimientos de la técnica e interpretación del instrumento, tareas
ambas que va a desempeñar Baltasar en la catedral canaria a lo largo de
su vida.
Sin embargo, Baltasar de Armas no podía atender todos los pedidos
que se iban produciendo en todas las islas, puesto que cada vez eran más
las iglesias que se abrían al culto, por lo que sus responsables tuvieron
que acudir a aquellos organeros que venían de paso hacia América, cuyos
nombres aparecen reseñados en los contratos del momento, como
sucede con Francisco Mesquita, el sevillano Matías Páez o el vasco
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Domingo de Sibisquiza, entre otros, que hicieron órganos para iglesias de
Tenerife. Sus instrumentos son de pequeñas dimensiones, fácilmente
transportables y con dos o tres registros, de lo que se deduce que sus
peticionarios no tenían grandes posibilidades económicas y que la función
del instrumento era de mero acompañamiento del canto. En otras pocas
ocasiones, los comitentes se dirigían a Flandes para hacer sus encargos,
como sucedió con la catedral de Las Palmas en 1527, año en el que se
traen organeros de esta procedencia para construir in situ dos órganos, y
también en 1600 cuando, tras el saqueo de Van der Does que destruyó
los órganos anteriores, se encarga uno nuevo a esta región que pertenecía entonces al Imperio español. Como veremos, la escasez, y a veces
ausencia, de organeros en estas latitudes, mal endémico de Canarias,
hacía que se buscaran nuevas vías para proveerse de algo tan necesario
para el culto.
El panorama no cambiará mucho en el siglo XVII que comienza con la
hechura de un gran órgano para el templo catedralicio grancanario, que
realizará en 1617 el artesano sevillano, Juan Marquéz, quien se desplazó
a la isla ex profeso para su construcción. Este órgano estará en uso hasta
1862, en que será sustituido por el órgano actual. De todas formas, en
esta centuria hubo algún organero más estable, que abrió taller en La
Laguna y construyó instrumentos para varias iglesias, que ya en estos
momentos se aprestaban a renovar los viejos y pequeños órganos de la
Detalle de
la organería.
El principal
de fachada
17
Cuadernos de Patrimonio Histórico
18
centuria anterior, ante los cambios introducidos por la música barroca
que requerían un mayor número de registros y un ámbito sonoro más
extenso. El más conocido es Alejo Alberto, que va a ser seguido a principios de la centuria siguiente por Nicolás de Arias, quien, aparte de algunos instrumentos para iglesias tinerfeñas, realiza uno para Lanzarote. Los
nombres reseñados en las fuentes documentales de esta época no son
muchos y los peticionarios isleños estarán siempre ansiosos por encontrar fabricantes de órganos, cuando no los hacen venir de Sevilla.
Esta situación de precariedad va a cambiar en el siglo XVIII con la feliz
idea de don Bernardo Valois Carew de traer instrumentos de Hamburgo,
lo que provocará que tanto a la casa comercial fundada por él en el
Puerto de La Orotava, que continuará su yerno don Juan Cólogan y sus
nietos, así como a la de otros pocos comerciantes establecidos en Santa
Cruz de Tenerife, acudan los comitentes de todas las islas a hacer sus
encargos. Entre 1722 a 1822 llegaron, a juzgar por la documentación,
más de una treintena de instrumentos germanos procedentes del puerto
de Hamburgo, cuya autoría desconocemos, salvando aquellos instrumentos realizados por Otto Dietrich Richborn y por la firma Geycke and
Wöhlien. De ellos, se conser van en la actualidad catorce, estando el
órgano de la parroquia de San Bernardo de Las Palmas de Gran Canaria
(recientemente restaurado) y el de la iglesia de Valleseco entre los de
esta procedencia.
Y simultáneamente a esta importación de instrumentos, que será muy
activa entre 1760 y 1800, se desarrollará la labor organera de un cordobés que recaló en Tenerife hacia 1771. Se trata de Antonio Corchado
Fernández, autor del órgano ya restaurado de la iglesia de Santo
Domingo de Las Palmas de Gran Canaria y del de la parroquia de San
Juan de Telde, quien ha sido el organero más estable en la historia de las
islas, pues su taller de La Laguna estuvo abierto desde su llegada hasta su
muerte en 1813. Como se comprenderá, tuvo trabajo abundante tanto
en Tenerife como en Gran Canaria, y hasta fue llamado para hacer un
órgano en La Gomera, apar te de reparar y hacer labor de mantenimiento y afinación en la mayoría de los existentes. Sus instrumentos, así
como los importados, eran de un solo teclado, sin pedalero, y con un
número de registros que oscilaba entre 5 ó 6 y 12, es decir, tampoco
eran instrumentos de gran volumen sonoro, pero sí capaces de llenar con
su tímbrica los recintos de nuestras iglesias. La muerte de Corchado y,
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
poco más tarde, la desamortización volvieron a sumir a las islas en la más
completa penuria en el campo organístico, pues en esa época muchos
pertenecientes a conventos se trasladaron a parroquias y otros muchos
se perdieron para siempre.
La recuperación se produjo en la década de los cincuenta del siglo
XIX, cuando a la importación germana la sustituyó la inglesa, organería ya
de tipo industrial que, por lo general, y dependiendo de la disponibilidad
económica de los comitentes, confeccionaba instrumentos de mayores
dimensiones, con dos teclados, pedalero, enganches, combinaciones fijas y
un número de registros que sobrepasaban los veinte, tal como lo vemos,
por ejemplo, en la basílica de Teror o en la catedral de La Laguna. En
Gran Canaria tan sólo existe un instrumento inglés de aquella época, si
bien de pocos registros, que es el de la parroquia de Firgas.
A estas importaciones inglesas se suman varias francesas tanto para
iglesias de Tenerife como de La Palma, isla que contará, además, con organeros propios en esta segunda mitad de siglo, como fueron Manuel
Henríquez Martín y Manuel Henríquez Pestana. La diversificación de procedencias y autorías en esta segunda mitad de siglo se acentúa con los
tres instrumentos realizados por el organero mallorquín Antonio Portell,
cuya obra más importante fue el órgano de la Catedral de Las Palmas de
Gran Canaria, también restaurado.
Si todos los órganos hasta aquí citados son de transmisión mecánica,
el siglo XX nos traerá instrumentos de transmisión neumática como los
alemanes Walcker de muchas de nuestras iglesias (La Concepción de La
Orotava, Santiago de Gáldar, San Mateo o los de varias iglesias de la capital grancanaria) o los realizados por Amezúa en la década de los veinte
de este siglo (iglesia de San Francisco de Las Palmas de Gran Canaria) y
Alberdi (El Pilar de Santa Cruz), órganos que conllevan muchos problemas de mantenimiento, al igual que los de transmisión eléctrica (Arucas).
Estos últimos apenas se compraron en el archipiélago debido, por una
parte, a la decadencia de la música religiosa tras el Concilio Vaticano II y,
por la otra, a la proliferación de órganos electrónicos que por su bajo
precio fueron preferidos por la mayoría de las iglesias para acompañar las
sencillas y vulgares melodías que propiciaba el cambio de liturgia. Tan sólo
dos iglesias grancanarias se preocuparon de encargar al conocido organero Gerhard Grenzing instrumentos nuevos: el templo ecuménico de El
Salvador en Playa del Inglés y la parroquia de El Pino en Las Palmas de
19
Cuadernos de Patrimonio Histórico
Gran Canaria), órganos que volvían a ser de transmisión mecánica,
siguiendo las pautas que iniciara en la organería española Gabriel
Blancafort. Su hijo Albert será el autor del último órgano encargado para
el Archipiélago: el del Auditorium de Las Palmas de Gran Canaria, que
con sus 42 registros es el mayor órgano de Canarias.
Como se ha visto muy sucintamente, nuestra historia organística es
muy peculiar y tenemos la obligación de preservar el patrimonio que
hemos recibido, al mismo tiempo que debemos crear nuevas obras que
sean la aportación de nuestra generación a las venideras, lo que sin duda
emprenderemos una vez que la labor de restauración finalice. De esta
manera, contribuiremos a elevar el nivel de una parcela tan importante
de nuestra vida musical y cultural.
ROSARIO ÁLVAREZ MARTÍNEZ
C ATEDRÁTICA DE HISTORIA DE LA MÚSICA DE LA UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA
Y PRESIDENTA DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MUSICOLOGÍA.
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NOTICIAS INAUGURACIÓN
DEL ÓRGANO MOLA
.......................
PEDRO GONZÁLEZ SOSA
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Historia de la Iglesia de Santa María de Guía
y la traza de los órganos que hubo en ella
Consideraciones preliminares
Guía fue fundada en el siglo XV como un barrio de Gáldar -de la que
la separan tan solo un par de kilómetros- para acoger a los colonizadores.
Tras la conquista, Pedro de Vera entrega a Sancho de Vargas Machuca,
soldado a caballo de la Compañía de Gonzalo del Castillo1, terrenos ubicados en la Vega de Agáldar, concretamente en la Loma de Caraballo.
En el mencionado lugar, Sancho de Vargas Machuca levantará una ermita
dedicada a Nuestra Señora de Guía, a partir de la cual se centrará un
núcleo de población que irá cobrando más importancia a medida que pasa
el tiempo.
Se podría decir que la presencia en la conquista de Gran Canaria de
Sancho de Vargas Machuca, de la que obtuvo repartimientos, y su profunda
convicción religiosa, permitió la construcción de esta ermita2. De esta forma,
el 24 de octubre de 1526 el gobernador Martín Fernández Gerón decide
nombrar alcalde, convirtiéndose Alonso de la Guardia en el primer alcalde
de Guía. Así, el municipio será dotado de alcaldía real y vara de justicia.
Actualmente es la ciudad cabeza de distrito judicial.
A lo largo de la Historia, el municipio recibió el nombre de “Villa de Guía”,
añadiéndose posteriormente “Villa de Guía de Gran Canaria”, tal y como puntualiza González Sosa. Así, la denominación de Santa María de Guía para referirse al municipio, es reciente, realizándose durante la alcaldía de Rafael
Velázquez García.
Guía es declarada ciudad el primero de octubre de 1871, según el Real
Decreto firmado por Amadeo I. En este nombramiento estuvo implicado
don Fernando León y Castillo, que se presentó a las elecciones generales de
1871 por el distrito de Guía3.
1. Viana, A. de, Conquista de Tenerife, edición de Alejandro Cioranescu, 1986, pág. 353.
2. González Sosa, P., Contribución para una Historia de Guía de Gran Canaria, 1985, pág. 21.
3. González-Sosa, P., Guía de Gran Canaria: primero villa, después ciudad (y otras noticias históricas), 1997,
págs. 19-40.
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Cuadernos de Patrimonio Histórico
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La Iglesia Parroquial, cuya edificación se prolongó durante más de dos
siglos, se estructura en planta de tres naves, siendo la capilla central más
profunda que las laterales. La fachada neoclásica es de tres calles, flanqueada entre dos torres. La fachada queda rematada en cornisa ondulada, lo que transmite un gran efecto dinámico. En su interior se
conservan varias obras de arte. Destaca, por su gran aportación, la figura
de José Luján Pérez, natural de este municipio. Entre sus obras destacan
el retablo de dos cuerpos, las imágenes de la Virgen de las Mercedes, el
Cristo a la Columna, un Crucificado, y un segundo Cristo Crucificado.
Igualmente destaca en la Iglesia Parroquial el órgano inaugurado el 14 de
enero de 1900 por el compositor francés Camille Saint-Saëns.
Si hay un hueco en la historia del municipio norteño para un nombre
extranjero, éste está sin duda reservado al músico francés. El compositor de
tan célebres obras como Les marins de Kermox, Sansón y Dalila o Brunehilda
pasó varios periodos de sus largas temporadas en Gran Canaria en una
finca del Municipio norteño. Dichas estancias se deben en gran parte a otro
francés, Juan Ledeveze y Redonnet, un comerciante afincado en la Isla, que
tenía allí una finca, Villa Melpómene, en la que ofreció hospitalidad a su ilustre compatriota.
En Villa Melpómene Saint-Saëns trabajó en la composición de su ópera
Dejanaire, que culminaría en abril de ese año y que se estrenaría en agosto
en Barcelona. En esta estancia guiense, el compositor trabó amistad con
Manuel Rodríguez Ojeda, dueño de una propiedad cercana, con quien pasó
largas horas de conversación compartiendo la leche recién ordeñada de las
vacas de la finca aderezada con gofio.
Un segundo episodio guiense de la vida de Saint-Saëns tuvo lugar en
1900, con ocasión del estreno del gran órgano de la iglesia parroquial de
Santa María de Guía, hoy restaurado. El compositor, que había sido invitado
a inaugurar el instrumento traído de Turín, interpretó entre otras obras el Te
Deum, en un concier to que fue descrito así por el escritor Francisco
González Díaz: ”El órgano tronaba, cantaba sobre Guía entera estremecida,
y las ráfagas de la tormenta sonora hacían doblar las cabezas, como se postran las espigas por el viento4”.
4. Op. cit., González-Sosa, P., 1997, págs. 19-40.
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Saint-Saëns inauguró
el órgano parroquial de Guía
A las diez de la mañana del día 14 de enero de 1900 el obispo de la
Diócesis Canariense, el padre Cueto, inauguraba solemnemente, previa bendición del mismo, el nuevo órgano de la iglesia parroquial de Guía de Gran
Canaria “dejando oír inspiradísimas melodías el insigne maestro Camilo
Saint-Saëns” según recogía en la época el Boletín de la Diócesis de Canarias,
de publicación mensual.
No era, ciertamente, el primer instrumento musical que tenía aquella iglesia,
aunque sí el primero de gran envergadura que, por otra parte, se inauguraba
con un concierto de aquel músico francés Camilo Saint-Saëns, descubierta su
identidad durante sus estancias, en principio anónimas, en Gran Canaria.
El órgano de 1708
El más antiguo hallado en aquel archivo parroquial sobre este tipo
de instrumentos musicales referido a la iglesia guiense, lo encontramos
fechado en 1708, aunque es posible que haya otros anteriores. El libro
primero de Fábrica de 1708 reseña, a modo de asiento contable, lo
siguiente:
“Item. Descargo 250 pesos de importe de la tribuna que se hizo para
el órgano con su pasadizo para el campanario. Dicho costo fue por
cortar madera, en reformar los machinales para asentar… de la tribuna y se advierte que la madera es de obra vieja y de limosnas”.
Queda claro que ya en esta época la iglesia tuvo órgano que se situaba
en una tribuna o coro alto, del que se aprovechó madera para la obra
nueva. Es el mismo coro que tiene actualmente la iglesia, ampliado en 1900,
como luego veremos, porque ya en ese tiempo, el templo contaba con tres
naves.
A la tribuna o coro, se accedía -y se accede- a través de la torre del
campanario a un primer tramo construido en la nave lateral izquierda, hoy
25
Cuadernos de Patrimonio Histórico
conocido como el de las Mercedes; desde aquí se pasa a la parte de la nave
central donde se sitúa el instrumento y, desde aquí, se accede al tramo de la
nave de la derecha o a la del Carmen, desde donde se puede comunicar a
través de otra pequeña puerta, con la torre del reloj, construida ésta posteriormente, en 1836.
Este órgano que aparece en 1708 es el mismo que se relaciona en unas
anotaciones de las Cuentas de Fábrica de 1778 y 1781, donde se anota el
pago de “seis reales y siete cuartos, costo de los materiales y composición
de los fuelles del órgano”. Poco más tarde la iglesia estrena un nuevo instrumento de mayor envergadura, para el que es preciso que actúe un fuellista.
Así se deduce del inventario fechado en septiembre de 1784 que dice
entre otras cosas:
26
“Item. Dos órganos que el uno es nuevo y grande y que lo dio el
vecindario y se estrenó este año”. Está claro que era de mayor envergadura que los habidos hasta entonces porque en las cuentas entre
1786 y 1790 se anota: 660 reales que importan los salarios de los
mozos del coro, organista y fuellista en el tiempo de las cuentas”.
Aquel viejo instrumento que aparece en 1708 ya no es el que tiene a
finales del siglo XVIII la iglesia de Guía y es, seguramente, aquel que mandó
arreglar el párroco don Gaspar de Montesdeoca en 1793, pues así se
recoge en otro inventario de ese año:
“Un órgano nuevo (el estrenado en 1784). Otro que don Gaspar
Montesdeoca ha mandado componer por mano de Fulgencio
Arturo, a quien se le dieron los materiales correspondientes”.
Ya en el siglo XIX, en las Cuentas de Fábrica comprendidas entre
1821 y 1830 en que era mayordomo don Pablo de Bethencour t y
Molina, al hacer entrega de su Mayordomía a su sucesor don Diego
Pineda escribe:
“Descargo 200 reales a don Agustín José Bethencourt por composición del órgano”.Vaya, a modo de anécdota, que el armazón de éste
órgano sirvió de ropero, y todavía en 1955 -lo comprobó el cronistaexistía como tal en el camarín viejo de la iglesia guiense, ignorando
qué habrá sido de este objeto.
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
El órgano inaugurado por Saint-Saëns
Este antiguo órgano siguió haciendo su función musical hasta que a finales del pasado siglo apareció por Guía el afamado músico y compositor
francés Camille Saint-Saëns. En el mes de febrero de 1897, año en el que el
músico protagoniza su cuarta estancia en la isla de Gran Canaria, apareció
por Guía un francés de figura y barba patriarcal que combinaba su estancia
en una vieja casona de las afueras con paseos al casco urbano, frecuentando
el casino “Círculo Artesano”, dónde más mal que bien, se entendía con los
lugareños, hombres cultos algunos o, al menos, con grandes humos intelectuales otros.
Es de suponer que para su inauguración en enero de 1900 se habilitara
el órgano de tal forma que pudiera situarse el organista, porque en realidad,
las obras de reforma y ampliación se ejecutaron durante todo el año.
Así se deduce de un recibo que firmó el carpintero José Hernández,
conocido popularmente como maestro “Pepe Rita” en diciembre del citado
1900 y que dice:
27
“Recibí del señor Cura Mayordomo de esta parroquia la cantidad de
215,50 pesetas por madera y reforma de la tribuna de esta parroquia. Y para que conste doy el presente en Guía a 31 de diciembre
de 1900. José Hernández”.
La inauguración del órgano por Camilo Saint-Saëns el 14 de enero de
1900 fue todo un acontecimiento social y musical en la isla de Gran
Canaria. Así lo recogen las crónicas previas y las que dan cuenta del acto,
publicadas en el Diario de Las Palmas, firmadas por Francisco González Díaz
y otra bajo las siglas de M. P. y R.
Igualmente, el Boletín de la Diócesis de Canarias, en su número del 22 de
febrero siguiente, recoge el fausto acontecimiento en éstos términos:
“Bendición de un órgano en Guía. Invitado al efecto fue nuestro prelado
a Guía el 13 del ppdo. Enero, siendo recibido con el mayor entusiasmo con
un concurso extraordinario de fieles. Al día siguiente, a las diez de la
mañana, se verificó la bendición solemne de dicho instrumento por el mencionado Excmo. e Ilmo. Señor quién asistió acto seguido de medio-pontifical
a la tercia misa cantada durante las cuales dejó oír inspiradísimas armonías el
insigne maestro Saint-Saëns. La asistencia fue extraordinaria. El sermón
Cuadernos de Patrimonio Histórico
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estuvo a cargo del Pbro. y Lcdo. don Antonio Artiles, antiguo párroco de
aquella feligresía”.
En 1902 aparece como organista don Juan Bautista Palenzuela que
cobraba 18,75 pesetas al mes y como fuellista José González Silva, personaje
popular conocido como “Pepe el Bobo”, que percibía la cantidad de 2,50
pesetas al mes y que, por no saber firmar, lo hacía en su nombre el propio
don Juan Bautista.
Nueve años más tarde, en noviembre de 1909, afinó el nuevo órgano el
italiano don Pedro Griziotti, “afinador y compositor de órganos”, por cuyo
trabajo cobró al cura de entonces, don Domingo Hernández, la cantidad de
150 pesetas, “por la limpieza, arreglo de varios defectos más la afinación
completa del órgano”. También, en 1943 fue afinado por un organero alemán, y en 1955 por el también afinador germano Juan Von Ctutzinger quien,
en aquella ocasión, nos dio personalmente su opinión sobre este instrumento…: “el sistema del órgano guiense era absolutamente desconocido
en España y las disposiciones del mismo, es decir, su orquestación, estaba
realizada a base de gambas, violines y flautas, lo que hacía que su música
fuese dulce, suave, y muy armoniosa. El segundo teclado auxiliar, el superior,
está hecho especialmente de violines y gambas, mientras que el inferior o
principal lo es de flautas y octavas. El material de sus tubos interiores es de
estaño en un 96 por ciento. El tubo mayor de la fachada pesa unos 12 ó 14
kilos y es de puro estaño. La lengüetería, muy buena según su opinión, era
italiana como la casa constructora, de gran prestigio en su época en la que
fue construido, 19005”.
5. Op. cit., GONZÁLEZ-SOSA, P., 1997, págs. 167-174.
6. GONZÁLEZ DÍAZ, F.,“Novum organum” en Diario de Las Palmas, 15 de enero de 1900.
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
El órgano Mola, noticias
sobre la inauguración
“Novum Organum”
“Ayer se verificó en Guía una ceremonia conmovedora y solemne. La ciudad
engalanada, engominada, alborozada, tenía aspecto de gran fiesta; habían acudido de todos los puntos de la isla la guisa de peregrinos, forasteros innumerables, volteaban alegres las campanas y hervían en gente los alrededores del
templo parroquial, cuyas naves sacrosantas, henchidas de fieles, resonaban con
un cántico inmenso de adoración. ¿Qué pasaba? Era que debía bendecirse y
sonar por vez primera dentro del recinto sagrado un órgano nuevo ofrecido por
la piedad de los guienses a su iglesia.
Un órgano nuevo, una fuente gigantesca de armonías que suben confundiéndose con las espirales de los humos de los inciensarios, traspasan las vidrieras
multicolores y se pierden en la extensión infinita donde todo es azul, donde todo
es esplendor, donde todo es música sobrehumana bajo la batuta del Maestro…
Allí estaban para bendecirle el obispo de Canarias, y para pulsarlo y ensayarlo
Saint-Saëns, nada menos que Saint-Saëns.
Yo no he visto el espectáculo, pero debe de haber sido hermoso por demás.
Imagínome la concurrencia arrodillada, en arrobo, en éxtasis, esperando que rompa
a hablar la gran voz con poder sonoro de mil voces, que se desate la gran lengua
con poder expresivo de mil lenguas, para cantar las magnificencias y triunfos del
Altísimo. Allí arriba, en la colina rústica donde reposa el coloso, como coronamiento
de una montaña ideal, el mago que extiende el brazo y hace brotar con su varilla
milagrosa torrentes, cascadas de sonidos, una inundación de armonía… Los registros todos lanzando su metralla de notas, unas llenas, amplias y robustas, desmayadas, mimosas éstas fundidas en haces potentes como focos de sonoridad, aquellas
perladas, disueltas como piedras preciosas desgranadas.
Rompe la trompetería angélica, escúchase el fragor de las batallas de Jehová,
el arrullo de las orquestas del Empíreo, las tremendas imprecaciones del Dies
irae, los acentos de la justicia divina y de la divina misericordia.
El gentío siempre arrodillado oye eso, siente eso y mucho más. Porque un
órgano, es para el devoto, la expresión ilimitada de la elocuencia mística, el
punto de ascensión misteriosísimo de donde parte la escala de Jacob… No hay
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Cuadernos de Patrimonio Histórico
cosa alguna que sepa decir en estilo incomunicable, principalmente si se posa
sobre sus teclados y aletea sobre sus tubos el águila del genio, como ayer se
posó y aleteó…
“El órgano sonaba, cantaba sobre Guía entera estremecida, y las ráfagas de
la tormenta sonora hacían doblar las cabezas, como se postran las espigas al
viento. Cataratas de cielo desatadas eran también aquellas, pero lejos de causar
estragos, difundían la paz, y el consuelo, y el amor…6“
(Diario de Las Palmas, 15 de enero de 1900. Núm. 1574.)
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6.
GONZÁLEZ DÍAZ, F., «Novum organum» en Diario de Las Palmas, 15 de enero de 1900.
LA FIRMA G. MOLA-TORINO
.......................
PAOLO CAGLIO
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Giuseppe Luigi Molla
y la firma G. Mola-Torino
Giuseppe Luigi Molla puede considerarse sin duda uno de los más
importantes constructores italianos de pianofortes, harmoniums y órganos
litúrgicos. Su producción se sitúa a caballo entre la segunda mitad del siglo
XIX y las primeras décadas del XX.
Nacido en Turín en 1837 en el seno de una humilde familia, a los doce
años comenzó a trabajar en el taller de un ebanista turinés donde aprendió
el oficio de carpintero “minusiere” (*). Esta experiencia le abrió las puertas a
un empleo en la fábrica del célebre ebanista de la corte Gabriele Capello,
conocido como “Moncalvo”, autor de numerosos trabajos -verdaderas
obras maestras de ebanistería- realizados en el interior de los palacios y
residencias reales de Piamonte. Durante este periodo de aprendizaje el
joven Giuseppe encontró también tiempo, después de diez horas de trabajo
diarias, para asistir a los cursos de dibujo decorativo que se impartían en las
aulas de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle). Hacia 1855 se
trasladó a Lyon, en Francia, donde estuvo trabajando en la fábrica de órganos y harmoniums “Beaucourt et Voegeli”. Más tarde se trasladó a París, y
durante un breve periodo trabajó a las órdenes del célebre constructor de
órganos parisino Aristide Cavaillé-Coll.
Durante su estancia en Francia, que duró unos tres años, por un error de
trascripción en el pasaporte, se produjo la alteración de su apellido, que pasó
a ser Mola en lugar del Molla original y fue utilizado por el turinés el resto de
su vida, incluso como razón social de la empresa que más tarde fundaría.
De regreso a Turín a los veinticinco años, abrió un modesto taller para la
construcción de pianofortes, harmoniums y órganos de tubo.
Presente en la Exposición Universal de París de 1867 con un harmonium
de su producción, Molla obtuvo la medalla de bronce (la única conseguida
por Italia en ese sector) y una mención especial del jurado internacional.
Éste fue el primero de una larga serie de reconocimientos -medallas, diplomas de honor y premios- conseguidos en numerosas exposiciones naciona(*) El término “minusiere”, de origen francés, es sinónimo de carpintero fino, especializado en trabajos de
carpintería menuda.
33
Cuadernos de Patrimonio Histórico
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les e internacionales: Turín, Milán, Londres, Chicago, Génova, Palermo, París,
Lieja, St. Louis y San Francisco.
Un catálogo de la firma de Turín recuerda que ninguna empresa italiana
obtuvo nunca tantos reconocimientos en exposiciones nacionales e internacionales.
Molla llegó a ser proveedor de las casas Reales de Italia y Portugal.
Para hacer frente a la creciente demanda de instrumentos (pianofortes y harmoniums, verdaderas especialidades de la firma) que llegaba
también del extranjero, tuvo que trasladar la producción varias veces,
primero a unos locales en alquiler en Via della Rocca y luego a un edificio de su propiedad en Via Nizza. Finalmente, en 1882, veinte años después de la fundación de la empresa, hizo construir una fábrica de
vanguardia: la primera en Italia dotada de dos motores de vapor y equipada con más de 30 máquinas entre las más perfeccionadas para trabajar la madera.
En 1891 inauguró una nueva línea de producción dedicada a los órganos
litúrgicos, valiéndose de la colaboración de operarios tan cualificados como
Fedele Ottina y Achille Baldi.
También en esta línea de producción obtuvo importantes premios en
exposiciones nacionales e internacionales: Milán 1894, Turín 1898 y París
1900.
A finales de 1800 trabajaban en la empresa más de 100 personas,
con una producción anual superior a los 1.000 instrumentos. Se realiza-
Fábrical G. Mola-Torino
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
ban hasta 19 modelos distintos de pianofor tes (de cola y ver ticales) y 6
modelos de harmoniums, además de una amplia gama de órganos litúrgicos de uno a tres teclados: “Desde la más pequeña moldura decorativa hasta el complejo telar de un moderno pianofor te, desde el
automatismo sencillo de la mecánica rudimentaria hasta las más complejas combinaciones organísticas, desde el blanqueado de los metales a
su acabado final, todo en el taller es ideado, proyectado y llevado a
cabo por operarios especializados” (de un catálogo de la empresa de
principio de 1900).
La firma G. Mola fue la única en Italia, y una de las pocas en el mundo,
que incluía en su línea de producción tanto pianofortes como harmoniums
y órganos litúrgicos.
En 1913, y para recordar a su esposa Angela Climene Mondo fallecida dos
años antes, Molla costeó los trabajos para la construcción de una residencia
para ancianos destinada a los operarios de la empresa, que se comenzó a edificar en las proximidades de la fábrica aunque no llegó a finalizarse a causa de la
grave crisis económica desencadenada por la Primera Guerra Mundial.
Molla murió en 1928 sin dejar herederos, legando su patrimonio (valorado
entonces en más de 2 millones de liras) al Colegio de los Pequeños Artesanos
de Turín, entidad moral y caritativa dedicada al cuidado de los niños.
La Dirección del Colegio continuó la actividad durante algunos años, limitando considerablemente la producción: se dejaron de fabricar pianofortes y
El organero turinés
Gisseppe Mola
35
Cuadernos de Patrimonio Histórico
harmoniums, se despidieron los antiguos operarios y se trasladó la fábrica
en Via Boucheron, cerca del Instituto.
La actividad fue reduciéndose hasta quedar relegada al ensamblaje de
órganos bajo la dirección artística de Luigi Berruti. En 1936, a causa de repetidas pérdidas en los ejercicios financieros, la gloriosa fábrica “G. MOLATORINO”, fundada por Giuseppe Luigi Molla, fue definitivamente liquidada,
cayendo inexplicablemente en el olvido.
Perpetuando la gloria de este importantísimo artista, queda repartido
por el mundo un gran número de pianofortes y harmoniums, y también una
discreta cantidad de órganos litúrgicos, instrumentos de gran valor que atestiguan la gran habilidad, técnica y maestría alcanzada por la industria turinesa
e italiana, que nada tuvo que envidiar a las industrias extranjeras.
36
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Camille Saint-Saëns y la firma
“G. Mola-Torino”
En la Historia del órgano italiano, a Camille Saint-Saëns se le recuerda por
una anécdota que protagonizó en Milán en el mes de abril de 1879. La local
“Sociedad del Cuarteto” invitó al celebre compositor y organista francés
para que diese un concierto de órgano en el Conservatorio milanés. SaintSaëns, llegado el momento de tocar y al encontrarse con un pequeño instrumento de un solo teclado, registro par tido y pedalero reducido, se
declaró incapaz de hacerlo sonar, causando encendidas y airadas polémicas.
Ni siquiera los más eruditos históricos de organística nacional sabían que
Saint-Saëns, unos veinte años después de esos acontecimientos, hubiese
indicado y recomendado una fábrica de órganos italiana, en concreto la
firma “G. MOLA-TORINO”, para la construcción de algunos órganos, entre
los cuales el de la parroquia de Santa María de Guía en la Isla de Gran
Canaria.
Esta sorprendente noticia, además de causar diversos interrogantes (¿por
qué motivo Saint-Saëns indicó precisamente la casa Mola para la construcción
de un nuevo órgano, en lugar de recomendar otras famosas firmas francesas?
¿En que circunstancias Saint-Saëns tuvo ocasión de conocer los órganos de la
fábrica de Turín? Etc.), ha sido objeto de atentas investigaciones.
Las averiguaciones llevadas a cabo en Francia, consultando los diversos
archivos personales dejados por el compositor, a la búsqueda de posibles
contactos entre Saint-Saëns y la casa Mola, no han proporcionado, lamentablemente, resultado alguno. Es extraño además, que el mismo Mola, tanto
en sus catálogos de empresa como en otros documentos promocionales -y
a diferencia de lo que hacían otros constructores de la época-, no haga
mención ni utilice de manera alguna este precioso contacto como mensaje
publicitario. La modestia y la discreción, por otra parte, fueron siempre virtudes de este gran y olvidado constructor turinés.
Frente a esta falta de documentación es posible, de todos modos,
encontrar una explicación plausible repasando las historias personales y
empresariales de los dos personajes.
Saint-Saëns tuvo durante su vida la suer te de viajar muchísimo. De
hecho, la frenética actividad concertística llevó al maestro a realizar actuacio-
37
Cuadernos de Patrimonio Histórico
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nes en muchas partes del mundo: desde Rusia a Estados Unidos, de Egipto
a India, de Europa a América del Sur. Las distintas estancias en la isla canaria
constituyen una prueba ulterior.
Durante uno de estos viajes, con ocasión de varios conciertos o más
probablemente en alguna exposición internacional, el célebre compositor
–considerado por Liszt, en aquella época, como el más grande organista
viviente- tuvo cier tamente ocasión de encontrarse con algún órgano
Mola.
Como hemos visto en las páginas anteriores, la firma Mola -a pesar del
periodo de aprendizaje que el titular Giuseppe Mola realizó en algunas
fábricas de órganos franceses- por motivos económicos comenzó su producción organera solamente a partir de 1891. A pesar de la fortísima competencia local por par te de impor tantes casas organeras, como la
Vegezzi-Bossi de Turín, incluso en ese sector y en muy breve tiempo, gracias
a la colaboración de valiosísimos artesanos, Mola supo distinguirse consiguiendo innumerables reconocimientos nacionales e internacionales.
En 1894 Mola participó en la exposición nacional italiana de Milán con
varios instrumentos, entre los cuales un órgano de doce registros, dos
manuales y pedalero, consiguiendo 3 diplomas de 1er grado y medalla de
oro también para el órgano.
En 1897 consiguió la medalla de plata en una exposición en Guatemala.
Al año siguiente, para celebrar el 50 Aniversario del Estatuto Albertino
(Constitución), tuvo lugar en Turín la exposición general italiana de Arte
Sacro. Mola estuvo presente con diversos instrumentos, entre los cuales un
órgano grande y dos pianofortes de cola, situados en el estupendo salón de
conciertos.
En el marco de estas manifestaciones, tuvo enorme éxito un concierto
celebrado el 14 de julio de 1898 bajo la dirección de orquesta del famoso
maestro Arturo Toscanini, durante el cual fue programada la sinfonía núm.3
de Saint-Saëns (en do menor con órgano y dos pianofortes, op.78, 1886).
La firma Mola participó además en la Exposición Universal de París en
1900, consiguiendo un enorme éxito. Obtuvo en esa ocasión la máxima
condecoración para varios de los instrumentos expuestos, incluido un
pequeño órgano de siete registros.
Sabemos además, por algunos artículos publicados en periódicos de la
época, que la firma Mola instaló órganos tanto en Italia como en el extranjero, aunque las crónicas no dan constancia de la ubicación exacta de tales
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
instrumentos. Concluyendo, podemos afirmar que esta fábrica turinesa era
ciertamente muy conocida y apreciada en el mundo entero.
Considerando tales circunstancias, está claro que Camille Saint-Saëns
tuvo seguramente ocasión de conocer, tocar y sobre todo apreciar los órganos Mola, quedando favorablemente impresionado.
En definitiva, el órgano Mola de Santa María de Guía no representa por
tanto un caso aislado, sino constituye una prueba tangible y evidente del alto
nivel técnico, artístico y constructivo alcanzado por la industria turinesa G.
Mola, capaz de competir, durante aquella época, con las más famosas fábricas de órganos del mundo.
39
Consola firmada
por el organero
G. Mola de Torino
EL NUEVO ÓRGANO MOLA
LA RESTAURACIÓN
.......................
LUIS MAGAZ ROBAIN
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
La reconstrucción del instrumento
El maestro Giussepe Mola fue un gran creador y conocedor de los avances
tecnológicos de su tiempo, como prueban las patentes de inventos para las
mecánicas de piano, su interés por estar presente en numerosas exposiciones
universales y la infraestructura que supo montar, dotando a su taller de maquinaria puntera con las primeras turbinas de vapor de Turín para accionarla.
La aplicación de sistemas innovadores -que en otras ocasiones cegaron a
tantos organeros, haciéndoles perder la compleja y meditada tradición de la
organería clásica que surgió tras varios siglos de reflexión de todo un gremio- no impidieron a Mola seguir la tradición organera de su país, concibiendo cada instrumento a través del uso de nueva tecnología, pero sin
perder las virtudes alcanzadas con las “reglas del arte”.
Todo ello hace que el órgano construido por Mola para la parroquia de
Santa María de Guía y ahora restaurado, sea un instrumento único en
España.
Se trata de un claro exponente de la organería italiana de la segunda
mitad del XIX que conserva características del órgano clásico italiano como el secreto de resortes “a vento”-, mezcladas con “avances” propios de
una organería romántica-sinfónica del otoccento en lo musical y manufactura
industrial decimonónica en lo constructivo.
Prototipo para el
estudio de la
tracción de notas y
sus acoplamientos
desde las teclas
hasta el secreto
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Cuadernos de Patrimonio Histórico
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Montaje previo de piezas deterioradas del mueble y consola
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
En 2001 encontrábamos el órgano completamente arruinado. Don
Pedro González Sosa en su artículo de 1997 dice así:“Se comprobará que al
hablar anteriormante de este instrumento hablamos en pasado, y es que
hoy ya no existe”.Y decía esto porque el órgano, devorado por las termitas,
fue desmontado y almacenado entre el coro y otras dependencias parroquiales a raíz de las obras de acondicionamiento de la iglesia en 1985.
Cuando nos fue encomendada la restauración-reconstrucción topamos,
en efecto, con un panorama desolador: los estragos de las termitas y la dispersión de las piezas almacenadas en las diferentes estancias, sin orden ni
concierto, auguraban serias dificultades para rescatar este singular instrumento.
Contactamos con el turinés Paolo Caglio por tratarse de la persona que
más conoce acerca de la vida y obra del organero Mola. Gracias a su valiosa y
desinteresada colaboración nos ha sido posible recabar un máximo de información en torno a este constructor y otros instrumentos suyos que aún se
conservan en Italia, decisivos para abordar la complejidad de los trabajos.
La participación de Francisco Orte en la reconstrucción también ha
resultado indispensable. Por este motivo y en agradecimiento, hemos querido mencionarles de manera especial.
Para llevar a buen puerto este proyecto, procedimos a recopilar todas y
cada una de las numerosas piezas que conformaban el conjunto instrumental y las trasladamos en su totalidad a nuestro taller en Madrid.
Estado en el que se
encontraban
algunas piezas del
órgano antes de ser
clasificadas
45
Cuadernos de Patrimonio Histórico
46
Tras un metódico análisis, orden e inventario, fuimos ubicándolas en sus
lugares correspondientes como en un puzzle de complicada resolución
debido al avanzado estado de deterioro del gran número de elementos y
piececillas dispersas.
Una vez determinado su funcionamiento y para corroborar el mismo,
viajamos a la zona del Canavesse italiano y contrastamos los datos, parámetros, métodos constructivos, armonización, presión y tono del
órgano con los G. Mola que allí se encuentran, particularmente los órganos de las localidades de Ivrea y Almese, instrumentos casi gemelos al
de Guía.
Giussepe Mola empleó en el órgano de Santa María de Guía una
gran diversidad de maderas y metales de calidad, escogidos por sus
cualidades especificas para realizar cada función concreta: maderas de
tilo, arce blando y duro, roble, nogal, pino, cedro, cerezo o haya, así
como ejes de acero, latón niquelado, árboles y molinetes de hierro
pavonado.
A través de una esmerada elaboración de estos materiales, donde se
aúnan el saber hacer artesanal y la perfección de una producción mecanizada, obtenía una fiabilidad y precisión de mecanismos que situaban al maestro turinés entre los mejores de su tiempo. Las aleaciones de plomo y
estaño de una magnífica tubería fueron escogidas para la obtención de su
calidad tímbrica.
Consola de un
órgano Mola que se
conserva en Ivrea,
(Italia)
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Con el mismo espíritu constructivo de Giusseppe Mola hemos acometido nosotros la reconstrucción del órgano de Guía, respetando los materiales y metodología.
Todas las piezas de madera, inser vibles para cumplir su función a
causa de las termitas, eran irrecuperables en términos de restauración,
han servido de modelo para la elaboración de la copia fiel de cada una
de ellas.
Por lo tanto, el órgano se ha reconstruido en su totalidad a excepción de la
tubería original de metal que, ésta sí, se conservaba en un elevado porcentaje.
Descripción de los elementos más significativos.
El viento
Los pulmones del órgano de Guía son dos fuelles, uno de grandes
dimensiones que actúa como depósito permanente y el segundo en primera línea y más compacto que amortigua posibles sacudidas. Tienen dos
plieges paralelos compensados y tijeras de metal. En este apartado pudimos
constatar, una vez más, el saber hacer de Mola al conseguir un flujo de
viento de calidad y cantidad suficiente para el empleo de todas las posibilidades del órgano en condiciones extremas. La información sobre la organería de su tiempo que tuvo G. Mola le llevó hacia la búsqueda de las mejores
Fuelle principal
antes de su
restauración
47
Cuadernos de Patrimonio Histórico
soluciones como los pliegues compensados y la disposición de orden de
fuelles, que no son fruto del azar sino una solución obtenida a través de la
experiencia en diferentes instrumentos.
48
Secretos a vento
La reconstrucción de los secretos ha sido uno de los capítulos más
laboriosos de la restauración. Mola continuó con la tradición italiana y
su peculiar sistema de secretos de resor tes o a vento. Básicamente se
trata de un sistema que sustituye las correderas de registros por válvulas (una por tubo), accionadas por una regla que hace de registro.
A título de curiosidad diremos que tan sólo los dos secretos de
resor tes de los manuales llevan consigo 166 válvulas de notas con
doble ar ticulación y sus correspondientes muelles y tetillas, 716 válvulas
de registros con dos y tres muelles por valvulita, 716 tetillas, 16 reglas
de accionamientos con otros 716 ejes de tiro, entre otras piezas.
El secreto de pedal también es de construcción al estilo italiano con
registros por medio de flujo de aire cor tado y una válvula por cada
tubo.
Los panderetes indican a su vez el conocimiento de materiales
modernos para la época (como el tablero de par tículas prensadas) y
una ardua labor de ajuste a cada uno de los diámetos de los tubos.
Croquis del
funcionamiento del
secreto “a vento”
a la italiana
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Otra innovación que aplica Mola en este instrumento son las cuatro
extensiones neumáticas, 24 notas, para los bajos del Flauto 8 y del Bordón,
de respuesta inmediata.
Consola
La consola del órgano de Guía es un prodigio de mecanismos de acoplamientos y “pedaletos” de llamada de juegos. Su disposición, concebida para
la comodidad y el fácil manejo por parte del intérprete, optimiza el empleo
de un máximo de combinaciones y recursos del órgano.
Sus cualidades ergonómicas, propias de una concepción moderna, son la
disposición de los teclados, del pedalero y de los diferentes mecanismos de
ayuda así como la posición de los tiradores de los registros que está realizada según norma, incluso con un escalón en el teclado inferior para acercarlo más al superior.
Sus características mecánicas: con todos los balancines y levas que permiten acoplar el pedal al manual y los manuales entre sí, hechos con un funcionamiento de gran precisión sobre ejes de latón niquelado y calibrado
que dan una digitación suave y eficaz. El pedal de expresión con rótulas,
reenvíos y contrapesos, es muy preciso.
Las mecánicas de reducción de notas, tres grandes y una pequeña, están
basadas en el sistema italiano: molinetes de hierro pavonado con brazos
Mecánica de
reducción de notas,
tiradores de
registros y
balancines de
acoplamiento,
(estado previo)
49
Cuadernos de Patrimonio Histórico
50
Consola de Guía durante el proceso de reconstrucción en el taller
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
incorporados a sus extremos, pero añadiendo ejes en sus extremos que se
deslizan sobre cojinetes de madera forrados de fieltro trenzado.
En los molinetes de grandes dimensiones se evita el cimbreo con alambre de latón enrollado alrededor ,según el sistema tradicional italiano.
Todas las varilllas de tracción tienen ajustes de tuerca de cuero sobre
rosca de latón.
Los 18 tiradores de registros ordenadamente dispuestos encima de
los teclados accionan un sofisticado sistema de levas y reducciones,
hasta permitir el paso del aire a los diferentes juegos del órgano. Una
vez más Giusseppe Mola auna la tradición del organo italiano con una
disposición más ergonómica y estética sin renunciar a la preselección de
registros.
Tubería
Los tubos construidos en los talleres de Mola son de una factura impecable. Su conocimiento no solo se limita a la hechura sino a sus medidas y
complicadas formas de conos y contraconos en algunos juegos, así como
sus aleaciones de estaño y plomo que son objeto de un profundo conocimiento de las propiedades acústicas .
Llaman la atención los juegos de lengüeta, tromba y oboe, tanto por su
resultado sonoro como por la calidad de sus componentes, especialmente
los canales y sus dobles y hasta triples lengüetas a la italiana.
Detalle de cuatro
tubos de la tromba
antes de su
restauración
51
Cuadernos de Patrimonio Histórico
Para la confección de la tubería, Mola combina medidas modernas con
la tradición fónica italiana.
Hemos conseguido rescatar el 99% de la tubería de metal.
La tubería de madera, 82 tubos, se caracteriza por una profundidad e
intensidad de sonido dignas de su autor, que en todos los capítulos ha constituido una agradable sorpresa.
Para la armonización y afinación final del conjunto sonoro se han tenido
en cuenta las especificaciones del conjunto de la tubería existente, respetando la intención original: alturas de boca, aperturas de pie, luces y tono.
Miembros del equipo del taller de organería de Luis Magaz:
• Juan Escribano • Joaquín Gallego • Francisco de Jesús • Israel Manzaneque
• Blanca Monzú • Luis Magaz.
52
Han colaborado:
• Manuel Ludeña • Ángeles Comba • Yago Masfarré • Mayte Martín Gala
• Joaquín Monzú.
Agradecimientos:
El Taller de Luis Magaz agradece la colaboración especial en esta restauración de Paolo Caglio, Francisco Orte y Bruneta Valsequi.
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Detalle del deterioro de tres tubos
de fachada antes de su restauración
Detalle de la tubería restaurada, tubos de
madera del Basso del pedal ya montados
Tubos de madera del pedal deteriorados
Proceso de reconstrucción de un tubo de madera
Detalle deteriorado del secreto del órgano mayor
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Cuadernos de Patrimonio Histórico
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Encolado y ajuste de las válvulas de secretos
reconstruidas
Colocación de más de 1.500 micromuelles en
las válvulas de los secretos
Parrillas de los secretos del órgano mayor expresivo con termita y en reconstrucción
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
Detalle de la consola deteriorada por la termita
Nueva mecánica de acoplamientos
55
Juegos de escuadras y balancines originales
con termita y reproducidos
Balancines de acoplamiento
Vista general de los mecanismos interiores del
órgano reconstruido ya en funcionamiento
Cuadernos de Patrimonio Histórico
56
El órgano Mola instalado en la tribuna
EL ÓRGANO DE LA IGLESIA DE SANTA MARÍA DE GUÍA
El nuevo órgano Mola-Magaz
Composición del instrumento:
Dos teclados de 56 notas.
Pedaler o de 27 notas.
ÓRGANO MAYOR
• Principal
• Ottava
• Decimaquinta
• Tromba
• Flauto
• Violino
• Dulciana
• Unda Maris
8’
4’
2’
8’
8’
2’
8’
8’ (C2-G5)
57
ÓRGANO EXPRESIVO
• Bordone
• Oboe
• Violone
• Viola flébile
• Violino
• Trémolo
PEDAL
• Subbasso
• Basso
8’
8’
8’
8’ (C2-G5)
8’ (C3,I-C4,II-C5,III)
16’
8’
PEDALETOS
• Ripieno (IV 19ª, 22ª, 26ª, 29ª).
• Concerto Viole (Violone + Viola flébile + violino).
• Tromba.
• Forte (Principal + Ottava + Decimaquinta + Ripieno + Tromba).
• Unione I-II.
• Unione Pedal-I.
ESTE
TOMO SE HA COMPUESTO
EN GILL SANS, CUERPO 11, INTERLINEADO 14
IMPRESO EN PAPEL SYMBOL IBORY DE 150 GRAMOS
Y CARTULINA SYMBOL IBORY DE 300 GRAMOS EN LA CUBIERTA.
IMPRESIÓN EN OFFSET Y ENCUADERNACIÓN RÚSTICA
CON HILO VEGETAL. CUBIERTA PLASTIFICADA.
SE ACABÓ DE IMPRIMIR EL 22 DE ABRIL
DE 2003.
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