Encuentro con Jesús en el campamento ALASKA | 10 de enero H e a t h e r y Tr a v i s todo lo que hizo. “Aunque la actitud de Logan seguía siendo ruda, los engranajes ciertamente habían comenzado a girar a través de su interés”, recordó Travis. “Fue muy divertido ver el cambio que tuvo lugar en él durante la semana.” MISIÓN ADVENTISTA : NORTEAMERICANA T * No es su nombre real. 6 Se necesita mucha oración ravis no sabía qué hacer con su compañero de campamento. A los doce años, Logan* era el chico más rudo de la cabaña, y quería estar a cargo de todo y de todos. Una noche, Logan decidió que no iría a dormir, así que Travis y su consejero idearon un plan. –Está bien –le dijeron al obstinado campista–, puedes quedarte despierto siempre y cuando leas la Biblia. A Logan le pareció buena idea, pero les dijo que él no tenía Biblia. De hecho, jamás había leído la Biblia. Así que, el consejero le prestó a Logan su Biblia, y ayudado por la luz de la luna y una linterna el niño se encontró por primera vez con los héroes del Génesis. —La verdad es que encontré historias bien interesantes —le dijo Logan por la mañana. Le había gustado especialmente la historia de José, e hizo muchas preguntas, sorprendido de que José hubiera podido ser capaz de hacer La mayoría de los niños que vienen al Campamento Polaris no conocen la Biblia. Travis recuerda un tiempo en el que solo un campista conocía la historia de David y Goliat. “Atendíamos niños que no provenían de hogares cristianos, y que no conocían la Biblia. Se necesita mucha oración para alcanzar a esos niños, y para saber cómo llegar a ellos”. Travis, un estudiante del último año de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Walla Walla, comenzó a trabajar en el Campamento Polaris en 2011. Aparte de consejería, ha impartido una variedad de clases, incluyendo wakeboarding y modelismo espacial. “Cada verano disfruto muchísimo, y es por eso que siempre regreso –dice– He aprendido mucho sobre la confianza que debo tener en Dios, porque hay situaciones que no estás seguro cómo manejar durante la semana, pero se logran. Al ver las cosas en retrospectiva, me doy cuenta de que incluso las cosas difíciles fueron Material aaptado y facilitado por RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © www.escuela-sabatica.com Una luz en el mundo Heather Ueeck creció en Delta Junction, un pequeño pueblo ubicado al final de la Autopista de Alaska. Cuando era niña, a Heather le encantaba ir al campamento cada verano y llevar un registro de sus experiencias, enumerando sus actividades diarias. Al principio, escribió: “Y por supuesto teníamos que hacer el culto, lo cual me parecía tonto”. Pero, a medida que pasaron los años, los servicios de adoración en el campamento comenzaron a cobrar más significado para Heather. Algo que la impresionó en uno de estos servicio fue una ilustración hecha con una vela y un globo. “Pusieron un globo sobre una vela encendida, y el globo explotó de inmediato. Luego pusieron agua en otro globo y lo sostuvieron sobre la vela, ¡y este no explotó! El presentador explicó que nosotros somos como el Cápsula informativa La Asociación de Alaska de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fue fundada en 1901, 58 años antes de que Alaska se convirtiera en un estado de los EE.UU. La Asociación de Alaska abarca uno de los más grandes territorios del mundo. Muchas zonas de la Asociación sólo son accesibles por barco o por avión. Hasta 2013, había 3.842 miembros adventistas en Alaska, que se reunían en 29 iglesias. Y siguen regresando Heather ahora trata de transmitir estas enseñanzas a los campistas cuando trabaja en el Campamento Polaris. “Los niños no son adventistas, y no vienen de las mejores familias. No están acostumbrados a la disciplina, a la estructura, y a que alguien se ocupe de ellos. A menudo se portan mal. A veces parece como si odiaran el campamento, pero no dejan de regresar. A pesar de sus luchas, en el fondo se dan cuenta de que en realidad nos preocupamos por ellos”. Heather admite que trabajar en el Campamento Polaris le ha enseñado paciencia. “Mi trabajo consiste en llevar a los niños a Dios. La paciencia y la flexibilidad son importantes, así como la confianza en Dios. Me ha dado una herramienta fuerte para hacer frente a las situaciones que se presentan en mi vida, que es aprender a lidiar con las cosas que el mundo nos lanza. Me ha permitido ser agradecida por aquellos que me han servido, y me ha hecho querer ayudar a otros y ser una luz en el mundo”. El Campamento Polaris necesita modernizar sus instalaciones, adquiriendo por ejemplo “cabañas a prueba de osos”, dice Heather. Y ahora que los Moody se han ido, la única manera de transportar a los niños al campamento es haciendo varios viajes de hora y media en un bote pequeño. Los baños y las duchas incluyen dos anexos, un sauna de vapor y las heladas aguas del lago Aleknagik. “Yo he vivido en Alaska toda mi vida –dice Heather–, y el Campamento Polaris es el más aislado en el que he estado. Pero, es sin duda un lugar en el que uno se puede sentir muy cerca de Dios. Realmente me encanta ese apartado lugar”. Material aaptado y facilitado por RECURSOS ESCUELA SABÁTICA © www.escuela-sabatica.com A L A S K A globo y que el agua representa a Cristo. Si tenemos a Cristo en nosotros, él nos tranquiliza, y nos da paz y fuerza. El es un recurso al que podemos aferramos”. www.AdventistMission.org positivas. Definitivamente, se trata de aprender a confiar en Dios. “Creo que ahora estoy mucho más preparado para cuando me encuentre con situaciones repentinas. He aprendido a ser flexible y fluir con la corriente, y a estar listo para lo que sea, porque uno no sabe lo que va a pasar después”. 7