PROBIDAD ADMINISTRATIVA Lionel Guzmán Suárez Arica, junio, 2002 PROBIDAD ADMINISTRATIVA Lionel Guzmán Suárez Creemos que para entender con mayor claridad el sentido y alcance del principio de probidad administrativa y la normativa que hoy lo rige en nuestro país, es necesario - previamente – determinar qué es lo que constituye la corrupción administrativa. 1. La corrupción administrativa La corrupción administrativa es un fenómeno delictual que siempre tiene como contenido el traspaso indebido de recursos desde un fin legítimo a otro ajeno a las finalidades del servicio público. Se la define por su actor principal: el funcionario público. Existen también otros tipos de corrupciones, y solo se aisla aquélla de otras para poder analizarla más específicamente. pero el tema que hoy nos convoca es el de la corrupción administrativa, y más específicamente, la que pueda vincularse a la actividad universitaria estatal. Es necesario efectuar esta precisión porque el objeto de estudio se diluye cuando en el concepto de corrupción se incluyen habitualmente delitos comunes, aborto, fraudes electorales, drogas, divorcio u otros fenómenos ajenos a la temática tratada y que es sostenida por algunos fundamentalistas como un fenómeno global e inseparable, todo lo cual termina por transformarlo en un concepto ambiguo, impreciso, multifacético. Entonces podemos decir que es corrupción: “ es un proceso perverso realizado por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, que consiste en apropiarse o desviar indebidamente recursos asignados directa o 2 indirectamente a la atención de los usuarios y puede asumir, además, las formas veladas de la ineficiencia deliberada o no deliberada y de actos conforme a las normas que implican el mismo efecto de desviar recursos de su destino legítimo ”. Existe en la corrupción una apropiación indebida de recursos como esencia del fenómeno – que no siempre es la principal - pero hay también situaciones más complejas como el mal servicio o ineficiencia con la cual, deliberadamente o no, muchos funcionarios realizan sus funciones; esto es, el ambiente de incompetencia o mediocridad de quien no es consciente del elevado valor del servicio público, cualquiera sea el puesto que se ocupe en la maquinaria administrativa. Sin duda, aquel funcionario que dedica el tiempo del servicio a sus negocios personales es el más mediocre e incompetente porque no tiene ninguna conciencia del valor del servicio público que debe prestar. En ambos casos hay pérdida de recursos, pero en el segundo, ni siquiera se tiene noción del hecho y muchas veces no existe la intención de que los recursos o servicios no lleguen a los usuarios. Actos tan "naturales" como la costumbre de desviarse a tomar desayuno al llegar al trabajo o ingresar al toilette para maquillarse, es un acto de corrupción pues, el funcionario, en vez de cumplir sus funciones, lo hace a partir de media hora después. Esta costumbre - muy difundida en nuestro país - difícilmente algún funcionario la consideraría como un acto de corrupción, pero constituye un ejemplo de lo que se ha dado en llamar "corrupción blanca". Además, muchas veces, la corrupción administrativa aparece envuelta en un formalismo que la legitima y que impide apreciar su sentido perverso. Esta corrupción ha sido identificada como "corrupción de acuerdo a las normas" o corrupción gris y se refiere a aquellos actos administrativos que cumplen con 3 las formalidades legales, pero que en los hechos significan actos de corrupción, el ejemplo más típico en nuestro país y otros vecinos, es el pluriempleo y las horas sobrepuestas, es decir trabajos paralelos asumidos por funcionarios públicos, los que están autorizados por la ley, los principios o la costumbre y que resultan en el hecho extremo de que una persona puede tener simultáneamente varios empleos, que si se sumaran las horas de trabajo que implican requerirían días de más de 24 horas. Se incluyen también aquí las horas de clases realizadas por funcionarios públicos simultáneamente a sus actividades oficiales y los contratos a honorarios tema al que volveremos más adelante. Como sabemos, nuestra legislación autoriza esta simultaneidad, bajo ciertas condiciones, que según la costumbre – a veces no se cumplen - como es la reposición de las horas de ausencia laboral. Con todo, debemos e precisar que no toda ineficiencia puede ser considerada un tipo de corrupción. Hay deficiencias estructurales que provienen de fallas de estrategia, programación, organización, control o coordinación que no son atribuibles al funcionario. Las deficiencias a que nos referimos son aquellas que implican una actitud funcionaria de incumplimiento de sus deberes u olvido de los principios fundamentales de la Administración. Así, el proceso es mucho más complejo y reviste tonos, no solamente negros (representativos de la corrupción), sino que grises y tonalidades que se aproximan al blanco (representativo de la probidad). 1.2. Los sujetos de la corrupción. El proceso de corrupción implica la existencia de una tríada de hierro; tres sujetos: el usuario, el funcionario y el jefe, porque la experiencia administrativa muestra claramente que puede haber actos corruptos realizados por : -funcionarios (la micro corrupción como el robo de material de oficina). -por jefes (apropiarse indebidamente de fondos públicos a su cargo). 4 -por una asociación delictiva entre -por una relación de corrupción entre -por una relación de corrupción entre jefes y usuario usuario funcionarios. y y funcionario. jefes, y, -por una asociación de corrupción entre usuario, funcionarios y jefes. En los enfoques tradicionales, el usuario es el sujeto infaltable, al que generalmente se le atribuye el rol activo, mientras que funcionarios y/o jefes tienen un rol pasivo de aceptación. Para los funcionarios, la creencia comúno excusa- es que la corrupción la inician los usuarios al tentar a los funcionarios con el ofrecimiento de sobornos, de esta manera la corrupción aparece como una intromisión ajena al proceso administrativo. El jefe o directivo aparece como quien emprende la lucha para eliminar esas influencias externas que han corrompido a la administración, pero en verdad – en la mayoría de los casos - el sujeto de la corrupción no es otro que el jefe, porque es el que tiene el poder, la facultad de desviar los recursos de un fin social a un fin individual. La experiencia administrativa de los países latinoamericanos demuestra que los casos de corrupción conocidos han sido realizados por las jefaturas, y . nuestro país no está ajeno a esta repulsa experiencia por cuanto casi todos los casos denunciados en la prensa e investigados por los Tribunales corresponden a jefes o profesionales (gerentes, directores, jefes de departamento, etc.). Lo anterior no significa que en los funcionarios subalternos no tenga cabida la relación corrupta., pero su rol – generalmente - no es el de sujeto principal de ella, por dos motivos: primero porque carecen de poder, que es lo que posibilita la gran corrupción y segundo; porque quien debe asumir la responsabilidad por los actos de sus subordinados es el jefe. Si éstos son corruptos es por la permisión implícita otorgada por el jefe o por la incapacidad del mencionado jefe de controlar y sancionar a los funcionarios corruptos. 5 A su vez, los usuarios no son inocentes en esta relación pues si intervienen en ella también son sujetos de la misma desde el momento que paga sobornos porque no puede conseguir el servicio de manera normal.. Este usuario puede ser un corrupto que ofrezca suculentos sobornos, pero hay que tener muy claro que habrá corrupción sólo si el jefe o funcionario acepta tal conducta. La decisión siempre será del jefe. Como expresaramos al inicio, la corrupción inviste el carácter de delito, y algunas conductas típicas han sido reconocidas en nuestro Código Penal, algunas de las cuales son las siguientes: •Usurpación de atribuciones (art. 221) •Malversación de caudales públicos (art. 233) •Fraude y exacciones ilegales (art. 239) •Infidelidad en la custodia de documentos (art.242) •Violación de secretos (art. 246) • • • Resistencia y desobediencia (art.252) Denegación de auxilio y abandono de destino (art. 253) Abuso contra particulares (art. 255) 2. La probidad administrativa Lo opuesto a la corrupción administrativa, es evidentemente, la probidad administrativa, que se vincula con la Etica Pública, y para comenzar es necesario hacer referencia a la inciativa del Presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle, en orden a crear una Comisión Nacional de Ética Pública, que se formalizó a través del Decreto Supremo Nº 423, de 05 de abril de 1994 1. Esta 1 Esta Comisión estuvo integrada por los seriores Gabriel Valdés Subercaseaux, Presidente del Senado, Marcos Aburto Ochoa, Presidente de la Corte Suprema y del Tribunal Constitucional;Jorge Schaulsohn Brodsky, Presidente de la Cámara de Diputados; Genaro Arriagada Herrera Ministro Secretario General de la Presidencia; Osvaldo Iturriaga Ruiz, Contralor General de la República y Luis Bates Hidalgo, Presidente del Consejo de Defensa del Estado. Asimismo fueron miembros de ella los distinguidos juristas y académicos, 6 Comisión fue establecida como una instancia de estudio y colaboración de propuestas de políticas públicas e iniciativas legales que, contribuyendo a perfeccionar la democracia, reforzaran los procedimientos e instituciones que cautelan el cumplimiento de los deberes legales y éticos en la actividad pública, destinados a fortalecer nuestra institucionalidad por la vía de reducir su vulnerabilidad ante la amenaza de la corrupción. El informe de la Comisión Nacional de Ética Pública satisfizo con creces las expectativas del Presidente de la República que al constituirla tuvo presente la necesidad de que su trabajo se plasmara en propuestas que, además de viables y eficaces, tradujeran un amplio consenso político respecto de un desafío que sólo es posible abordar con buen éxito si se lo trata como una política nacional, de Estado, ajena a consideraciones partidistas o cortoplacistas, porque el fortalecimiento del Estado de Derecho, de la democracia y de la confianza ciudadana en las instituciones públicas, imponía abordar con urgencia la tarea de adecuar nuestro ordenamiento jurídico a las exigencias de los tiempos actuales. En este proceso se estimó necesario, perfeccionar la Constitución Política con el fin de garantizar la responsabilidad, transparencia y probidad en la función pública. En el Capítulo I de la Constitución Política, sobre las bases de la institucionalidad, que constituyen los principios rectores e inspiradores del ordenamiento jurídico debía - a juicio del Ejecutivo de la época - incorporarse el principio de probidad y transparencia de la función pública, todo ello conforme a la recomendación que le formulara la Comisión. Para dicho efecto se propuso, por acuerdo unánime de los comisionados, que esta materia, tendiente a reforzar la noción de una función pública al servicio de la ciudadanía, se incluyera como un nuevo artículo 8º de la Carta Fundamental, ocupando el lugar que en el texto constitucional anterior a la señores Guillermo Arthur Errázuriz.. Oscar Godoy Arcaya, Andrea Muñoz Sánchez, Máximo Pacheco G6mez, Augusto Parra Mufloz, Ricardo Rivadeneira Monreal, Eugenio Velasco Letelier y Hernán Vodanovic Schnake. Ofició de Secretario Ejecutivo de la misma, el abogado señor Alejandro Ferreiro Yazigi . 7 reforma de 1989, correspondió a una disposición que simbolizaba la división política, el conflicto y la intolerancia que nuestra patria ya ha dejado atrás. El principio constitucional de probidad que se proponía en el mensaje, debería ser complementado, por una legislación específica que, basada en las recomendaciones formuladas por la Comisión Nacional de Ética Pública, regulara la actuación de todos quienes cumplen funciones en los órganos del Estado. De este modo, la ley precisaría las obligaciones y requisitos que dicho principio exige. El Presidente de la República sometió a consideración para ser tratado en Legislatura Extraordinaria del H. Congreso Nacional, un proyecto de reforma constitucional. 2 que sabemos no se concretó en la modificación constitucional propuesta, pero el Ejecutivo envió un nuevo mensaje (Boletin Nº 1510-07), ingresado a trámite el 17 de enero de 1995, en que se contenía el proyecto de ley sobre probidad administrativa de los órganos de la Administración del Estado. Expuestos los antecedentes iniciales del proyecto de la ley en comento, la Probidad Administrativa se encuentra definida en el artículo 52º (54°). 3 de la Ley de Bases Generales de la Administración del Estado Nº 18.575, cuyo texto refundido ha sido fijado por el D.F.L. N° 1/19.653, de 13.12.2000. 4, como: “ observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del interés general sobre el particular”. 2 Este proyecto – en la parte que nos interesa - fue del siguiente tenor: Artículo único.- Incorpórase. como nuevo artículo 8º de la Constitución Política de República, el siguiente: "Art. 8.- Los titulares, integrantes y funcionarios de los órganos del Estado deberán observar estrictamente el principio de probidad pública, que exige el desempeño honesto de su fun ción, con preeminencia del interés público sobre el privado. Las actuaciones de los órganos del Estado son públicas. salvo las excepciones que establezca la ley. Esta regulará el acceso a los documentos que obren en poder de los órganos del Estado y establecerá el secreto o reserva de aquellos cuya publicidad afecte el debido cumplimiento de las funciones de tales órganos, la seguridad de la Nación o los derechos de las personas.-." Dios guarde a V.E., (Fdo ): Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Presidente de la República, Genaro Arriagada Herrera, Ministro Secretario General de la Presidencia..- 8 Este principio rector constituye una base esencial para el correcto ejercicio de la función pública y por ello se proyecta al ejercicio de toda esta función con independencia del cuerpo de normas y especificidad de la ley estatutaria que regule a quien la desarrolla. Por ello el legislador, al aprobar la Ley Nº 19.653 5 , comprendió que el ámbito de aplicación de este principio debía trascender al Estatuto Administrativo contenido en la Ley 18.834 y junto con modificar al efecto las normas correspondientes de éste, también lo hizo con las Leyes Nos. 19.175, Orgánica Constitucional de Gobierno y Administración Regional; Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades; Nº 18.883, sobre Estatuto Administrativo de los Empleados Municipales; Nº 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional; Nº 18.046, sobre Sociedades Anónimas; Nº 18.840, Orgánica Constitucional del Banco Central de Chile; y Nº 15.231, sobre Organización y atribuciones de los Juzgados de Policía Local. Asimismo, modificó el Código Orgánico de Tribunales. Antes de la modificación introducida por la Ley Nº 19.653 a la mencionada Ley Nº 18.575, mediante la cual se le agregó un nuevo Título III, denominado justamente “ De la Probidad Administrativa ”, fueron los Estatutos de este personal, contenidos en el D.F.L Nº 360, de 1960 y en la Ley Nº 18.834, los el que regularon - con otra denominación - la aplicación del principio de probidad administrativa estableciendo en sus artículos 161 a 173 y 78 al 82, respectivamente, diversas prohibiciones e incompatibilidades en el actuar de funcionarios públicos. A su vez, la jurisprudencia administrativa - desde el mismo año 1960 - había empezado a desarrollar un criterio interpretativo de estas materias a través de Dictámenes expedidos por el órgano contralor, conducentes a aclarar y complementar el sentido y alcance de aquellas normas. No estamos por tanto frente a una materia de reciente aparición en 3 Agregado por la ley Nº 19.653, D.O. 14.12.1999. Publicada en el D.O. 05.12.1986 , y 17.11.2001. 5 Publicada en el D.O. de 14.12.1999. 4 9 nuestra legislación, como tampoco sin desarrollo en el ámbito de la jurisprudencia administrativa. 6 La modificación en comento, junto con desarrollar en mejor forma las prohibiciones y las causales de incompatibilidad que antes estuvieron contenidas en un Decreto con Fuerza de Ley y más tarde en una ley común, las incorporó a una ley con rango de orgánica constitucional, que por expreso mandato del artículo 38 de la Constitución Política debía determinar la organización básica de la Administración Pública. El inciso 2° del artículo 3° de la mencionada ley N° 18.585, establece la imperativa observancia de este principio de probidad administrativa por parte de la Administración del Estado. Por su parte, el artículo 52° (54°) de la misma ley establece una clara distinción entre quienes son los obligados a respetar y dar estricto cumplimiento al principio de probidad administrativa, al señalar que son tales las autoridades de la Administración del Estado y los funcionarios de la Administración Pública, sea que estos últimos sirvan cargos en la planta o en la contrata. Encontrándose las Universidades del Estado incluidas en la Ley N° 18.575, como entes integrantes de la Administración descentralizada del Estado, e invistiendo su personal la calidad de funcionarios públicos, aparece como necesaria conclusión que el citado principio – ahora consagrado legalmente se aplica íntegramente tanto a las autoridades de esas Casas de Estudio como al resto de su personal académico y no académico. Tiene por tanto en esas Corporaciones amplia cobertura. Como es obvio, el legislador no podía determinar una a una cuales serían las conductas que infringirían el principio de la probidad administrativa, enumeró – sin carácter de taxativas - sólo algunas de ellas, las que le pareció más 6 Pueden citarse como ejemplos los Nos. 40.413 y 75.758, de ese año 1960. 10 significativas. Así se constata del claro tenor del nuevo artículo 62° (64°) de la Ley N° 18.575, que enumera las siguientes:: 1. Usar en beneficio propio o de terceros la información reservada o privilegiada a que se tuviere acceso en razón de la función pública que se desempeña; 2. Hacer valer indebidamente la posición funcionaria para influir sobre una persona con el objeto de conseguir un beneficio directo o indirecto para sí o para un tercero; 3. Emplear, bajo cualquier forma, dinero o bienes de la institución, en provecho propio o de terceros; 4. Ejecutar actividades, ocupar tiempo de la jornada de trabajo o utilizar personal o recursos del organismo en beneficio propio o para fines ajenos a los institucionales; 5. Solicitar, hacerse prometer o aceptar, en razón del cargo o función, para sí o para terceros, donativos, ventajas o privilegios de cualquier naturaleza. Exceptúanse de esta prohibición los donativos oficiales y protocolares, y aquellos que autoriza la costumbre como manifestaciones de cortesía y buena educación. El millaje u otro beneficio similar que otorguen las líneas aéreas por vuelos nacionales o internacionales a los que viajen como autoridades o funcionarios, y que sean financiados con recursos públicos, no podrán ser utilizados en actividades o viajes particulares; 6. Intervenir, en razón de las funciones, en asuntos en que se tenga interés personal o en que lo tengan el cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad inclusive. Asimismo, participar en decisiones en que exista cualquier circunstancia que le reste imparcialidad. Las autoridades y funcionarios deberán abstenerse de participar en estos asuntos, debiendo poner en conocimiento de su superior jerárquico la implicancia que les afecta., 7. Omitir o eludir la propuesta pública en los casos que la ley la disponga, y 11 8. Contravenir los deberes de eficiencia, eficacia y legalidad que rigen el desempeño de los cargos públicos, con grave entorpecimiento del servicio o del ejercicio de los derechos ciudadanos ante la Administración. Algunas de estas conductas tienen un cierto grado de similitud con prohibiciones o incompatibilidades existentes, y otras son completamente nuevas. Habrá que esperar - en algunos casos - los primero Dictámenes del órgano contralor para preciar el sentido y alcance de las mismas, más allá de su tenor literal. Pero debe tenerse siempre presente que cualquier otra conducta – distinta de las enumeradas por la ley - que implique un actuar al margen del concepto de probidad administrativa que hemos transcrito al inicio de esta exposición, también constituye infracción a éste. Establecido lo anterior, corresponde dar respuesta a la pregunta ¿ cuáles son las situaciones de eventual o habitual ocurrencia en las universidades estatales que podrían constituir infracciones al principio de probidad administrativa por parte del personal universitario? 1.- Uso de información reservada o privilegiada. 7 Esta conducta es posible se presente en las Universidades, particularmente en aquellos casos de conclusiones de estudios, prestaciones de servicios y proyectos de investigación encomendados por terceros, y relacionados con desarrollo tecnológico, informático u otros procesos productivos. Lo anterior, como consecuencia que tales conclusiones tienen un significativo valor económico en el mercado, particularmente si se trata de innovaciones a los ya existentes. No obstante que la propiedad intelectual de tales trabajos corresponde por ley a las universidades, cuando ellos se desarrollan dentro de la jornada contratada, se estila compartirla o simplemente enajenarla totalmente en 7 El Decrteto Supremo N° 26, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, publicado en el D.O. de 07.05.2001, ha reglamentado el secreto o reserva de los actos y contratos de la Administración del Estado. 12 beneficio de quienes los encomendaron, pero sólo respecto de ellos y no de otras personas o instituciones. También puede presentarse en el ámbito administrativo, en aquello que dice relación con la información contenida en las bases de datos del personal, tales como remuneraciones, domicilio, componentes del grupo familiar, etc… constituye información de gran valor para el comercio y el sistema bancario y de tarjetas de crédito. Tales Bases de Datos constituyen hoy un preciado bien, transable en el mercado. Difícil tarea fiscalizar el cumplimiento de la obligación de reserva de esa información, porque quien la adquiera, guardará a su vez silencio y reserva acerca del hecho de contar con ella y de cuál ha sido la fuente que se la ha proporcionado. Sólo medidas de resguardo muy específicas y de control jerárquico pueden reducir, aunque no terminar con la fuga de información. Se trata de hecho detectado ex post, sancionables casi siempre en forma represiva antes que preventiva. 2.- Intervención personal ilegítima 8 Se trata de aquellas intervenciones en que se abusa de la posición funcionaria, habitualmente de jerarquía superior, para influir sobre una persona, casi siempre de jerarquía inferior, con el objeto de conseguir un beneficio directo o indirecto para sí o para un tercero. Comprende, asimismo, el solicitar, hacerse prometer o aceptar donativos, ventajas o privilegios de cualquier naturaleza, para sí o para terceros. Al igual que en el caso anterior, la tarea de fiscalización se dificulta porque está en juego – en la generalidad de los casos - una relación jerárquica de superior a inferior, y, por tanto, aquellos respecto de los cuales se ejerce la presión indebida sentirán temor de las consecuencias de su denuncia. Sólo un estricto control jerárquico puede constituir una efectiva valla de detención a esta clase de infracciones. 13 3.- Ejecución indebida de actividades y empleo de tiempos y materiales de la institución para fines ajenos a ésta. 9 Se trata de la ejecución de actividades ajenas a las labores contratadas por la universidad; esto es, de carácter particular, realizadas dentro o fuera de los recintos universitarios y empleando tiempo que debiera destinarse a las funciones propias del cargo que se sirve. La experiencia indica que se trata en verdad de la prestación de servicios, principalmente docentes, en beneficio de otras instituciones de educación superior, pero realizadas en forma superpuesta con la jornada laboral contratada en la universidad de origen. Comprende asimismo el uso de bienes y materiales de la Institución para fines ajenos a ésta. Hoy, producto de la evolución de la tecnología, las universidades cuentan con una serie de recursos de apoyo a la docencia y a la gestión administrativa; a saber: notebooks, data show, cámaras digitales de fotografía y video, de reducido tamaño y fácil transporte. Asimismo tales corporaciones cuentan con software de alta especialización, elementos todos que por sus características pueden ser también fácilmente trasladados y repuestos en breve tiempo (casi sin percibirse), o también copiados (en el caso de los software) para ser empleados y explotados en actividades no universitarias de exclusivo beneficio económico para el infractor. También se comprenden en este tipo de conductas el uso de teléfonos móviles y de teléfonos fijos institucionales. Para llamadas particulares, en el primer caso, y para llamadas de larga distancia también de carácter particular en el segundo. El control en estos dos casos es relativamente fácil si tratándose de teléfonos móviles se contrata un plan con minutos de hasta cierto monto en pesos (según se estime puedan ser las llamadas del servicio), superado el cual 8 Se trata de aquellos casos a que se refieren las letras b) y c) y d) del artículo 78 del Estatuto Administrativo. 14 la diferencia será pagada por la persona a cuyo cargo de encuentra el teléfono móvil. En el otro caso, de teléfonos fijos, existen registros diarios de control de llamadas, que por décadas han demostrado ser efectivos. Un sistema más moderno de control de llamadas telefónicas se encuentra incorporado en algunas centrales que realizan computacionalmente el registro de aquéllas desde cada anexo, contando al efecto el personal con una clave secreta individual que identifica todas las llamadas hechas por el usuario, y entrega a fin de mes un informe detallado de aquéllas, hasta con el valor de las mismas. Con todo, para impedir la ocurrencia de tales hechos – cuando no se cuenta con el sistema reseñado en el párrafo anterior - y velar por la aplicación del principio en comento, deben desarrollarse instrumentos y sistemas expeditos y modernos de control interno tanto del personal como de los bienes, reforzando al máximo el control jerárquico, que es el que tiene más inmediata vinculación con aquéllos. 4.- Dilación o tramitación innecesaria de asuntos entregados a conocimiento o resolución. 10 Mal un tanto endémico de algunas universidades es la falta de actualización de sus procedimientos y métodos de gestión administrativa, unido a lo anterior la estructura orgánica de la corporación – en ciertos casos - aparece recargada por su excesivo fraccionamiento en facultades, escuelas, institutos, departamentos, cátedras, secciones, líneas, grupos de trabajo, etc…. Todo lo cual contribuye - desde luego - a la dilación o tramitación innecesaria de todos aquellos asuntos entregados al conocimiento y decisión de sus autoridades y jefaturas. Si a lo anterior, agregamos actitudes personales de 9 La letra g) del artículo 78 del señalado Estatuto contempla esta situación, como también los Nos. 3 y 4 del artículo 64 de la Ley 18.575. 10 Figura contemplada en la letra e) del citado artículo 78 del E.A. y en el artículo 8° y en el N° 8 del artículo 64, ambos de la Ley N° 18.575. 15 dilación o tramitación en la gestión universitaria, el escenario que se presenta es – en algunos casos - el de una total y completa ineficiencia. Superar esta situación para cumplir, además, con el mandato del artículo 3° de la Ley N° 18.575.- requiere una estructura menos recargada, más dinámica, como también la simplificación y automatización de procedimientos y métodos más adecuados a los tiempos y en constante actualización, a la vez que una mayor y más estricta aplicación de los controles jerárquicos. 5.- Ejercicio indebido de facultades, atribuciones o representación de que se carece. 11 Hechos de relativa habitualidad en nuestras Casas de Estudios Superiores, en que Directivos académicos y administrativos comprometen bienes, recursos económicos y hasta materiales, más allá de lo que les corresponden en razón del cargo o función que desempeñan, con el agravante que en ciertas circunstancia se ha llegado al extremo de hacerse efectiva – por tales hechos – la responsabilidad civil extracontractual de algunas Corporaciones. Algunas demandas, recursos de protección y reclamaciones a Contraloría General de la República dan cuenta de tales hechos. Las Fiscalías, Asesorías Jurídicas y Contralorías Internas de nuestras Instituciones deben desarrollar una intensa actividad comunicacional en el ámbito de sus correspondientes Universidades, para ilustrar adecuadamente a las citadas autoridades y Directivos Superiores, en cuanto al sentido y alcance del principio de juridicidad consagrado en los artículos 6° y 7° de la Constitución Política y en el artículo 2° de la Ley 15.075, y en los ordenamientos internos de cada Institución, para que aquéllos tengan pleno conocimiento de las atribuciones de que gozan; y, consecuencialmente, cuáles son sus limitaciones; y, eventualmente, la responsabilidad que se les pudiere hacer efectiva. 11 Simple aplicación del principio de juridicidad consagrado en los artículos 6° y 7° de la Constitución Política y en el artículo 2° de la Ley N° 18.575. 16 6.- Realización de actividad política dentro de la Corporación y empleo del cargo y bienes para fines ajenos a las funciones. 12 Se está refiriendo obviamente a la intervención personal en política contingente y al empleo del cargo y bienes, realizados dentro de los recintos universitarios; al activismo político ideológico, a veces descalificante . No comprende desde luego la libre exposición de las diferentes ideologías políticas o análisis críticos de conflictos de igual naturaleza que puedan realizarse a cabo con fines docentes, culturales o de información a la comunidad universitaria, por cuanto es precisamente de la esencia de la Universidad el pluralismo y la amplia libertad de exposición y discusión de las ideas. Se trata de una conducta que prácticamente no se presenta en nuestras Casas de Estudios, justamente por el pluralismo existente, que se constituye a su vez en el mejor fiscalizador para impedir la existencia de conductas de esa naturaleza, que se advierten como amenazas a esta última. Con todo, las unidades internas de control deben prestar especial atención a la inversión de los fondos y empleo de bienes universitarios (particularmente vehículos) en períodos de elecciones populares. 7.- Desempeño de personas ligadas entre sí por vínculo de parentesco o matrimonio. 13 Este hecho que se presentaba con relativa frecuencia en nuestras Administración pública, generando una especie de nepotismo. También tiene presencia – un tanto más atenuada - en algunas Universidades, con mayor o menor grado de intensidad. 12 13 Prohibición contenida en la letra h) del ya mencionado artículo 78 del E.A. Prohibición contemplada en el artículo 79 del E.A. 17 Actualmente, producto de haber sido elevada esta incompatibilidad a la categoría de prohibición de ingreso a quienes tengan un cierto parentesco con autoridades y directivos (hasta el nivel de jefe de departamento o su equivalente)14, debería tender a disminuir, hasta desaparecer, en el caso de los parientes directivos ubicados esos niveles. Debe destacarse que esta prohibición de ingreso comprende incluso la prestación de servicios a honorarios. Fundamental herramienta para efectos de control serán: la declaración jurada que contempla la ley, exigible tanto en los nombramientos como en los convenios a honorarios, y el cotejo en la correspondiente base de datos del personal. Las contralorías internas juegan un importante papel en esta materia, al momento de controlar la legalidad de los actos formales pertinentes. 8.- Emplear el millaje u otros beneficios que otorguen líneas aéreas por vuelos nacionales o internacionales. 15 Esta conducta, de reciente creación legal, suele ocurrir en aquellos casos en que algunas de nuestras Instituciones conserven aún el antiguo sistema de entregar una suma global a título de ayuda económica al personal que – en cumplimiento de comisiones o cometidos funcionarios - debe desplazarse dentro o fuera del país por vía aérea, y cada uno de ellos adquiere individualmente el correspondiente pasaje aéreo, registrando el millaje a su nombre. No ocurre lo mismo en esas Universidades que han licitado las compras de pasaje con Agencias de Turismo, y tienen por tanto un solo proveedor y han suscrito convenios al efecto con las líneas aéreas para que el millaje respectivo les sea registrado como institución. En estos casos el interesado recibe 14 Caso contemplado en la letra b) del artículo 56 de la Ley 18.575. 18 solamente una orden de compra de pasaje a la Agencia de Turismo respectiva, impidiéndose de esa forma el registro personal del millaje. De acuerdo con la ley, corresponde a las Contralorías Internas velar por el cumplimiento de este principio, a cuyo efecto deben propender a recomendar las citadas licitaciones y suscripción de los correspondientes convenios, a la vez que impulsar procedimientos expeditos y confiables de adquisición de pasajes aéreos. 9.- Contravenir deberes de eficiencia, eficacia y legalidad que rigen desempeño de cargos públicos. 16 Determinado ya en el punto 4.- precedente la necesidad de dar amplia publicidad al sentido y alcance del principio de juridicidad, corresponde destacar los deberes de eficiencia y eficacia en el desempeño del cargo; esto es, si se alcanzan las metas propuestas en tiempo oportuno y con economía de recursos, sean éstos económicos, humanos o materiales. Eficiencia y eficacia constituyen dos de los más importantes aspectos a considerar en la gestión universitaria, financiada parcialmente con recursos públicos, que exigen optimización en su empleo. Hoy, la ley ha dotado a las contralorías internas de las atribuciones necesarias para controlar ambos aspectos y así se constata de la sola lectura del artículo 64 N° 8 de la Ley 15.075, que los determina como conductas atentatorias contra el principio de probidad administrativa, en relación con el artículo 63 del mismo cuerpo legal que encomienda a esas reparticiones de control interno la obligación de velar por la observancia de las correspondientes normas, sin perjuicio de las atribuciones de la Contraloría General de la República. De esta forma, para determinar si ha existido una conducta que haya contravenido este principio de eficiencia y eficacia, será necesario previamente que el organismo contralor interno efectúe – para cumplir el mandato legal - una auditoría conducente al 15 Establecida como especial caus de contravención al principio de probidad administrtaiva al en el inciso final del N° 5 del artículo 64 de la Ley 18.575. 19 efecto, que concluya con un resultado de ineficiencia y /o ineficacia. De esta forma, una ley orgánica constitucional ha dotado a las Contralorías Internas de una atribución que hasta antes de su vigencia, carecían: emitir un juicio de valor respecto de la gestión.. 10.- Desarrollo de actividades particulares dentro de la jornada de trabajo universitaria. 17 Este hecho tiene estrecha vinculación con el tratado en el punto 3.- precedente, pero se diferencia de aquél en que en este caso no se emplean ni aplican bienes universitarios a actividades particulares. Se trata – al igual que el caso anterior – fundamentalmente de actividades docentes realizadas fuera de los recintos universitarios con superposición horaria con la jornada contratada en la institución, en que no existe restitución del tiempo empleado, con pérdida efectiva del mismo para la Corporación. . Lo anterior no excluye – por cierto – que este tipo de infracciones también se produzca en el área administrativa, especialmente entre aquél personal que tiene un título profesional habilitante para alguna profesión liberal.. También en este caso cobra especial relevancia el control jerárquico. Será entonces la correspondiente jefatura la que deberá velar para que la infracción no se produzca, en atención a que el artículo 58 letra a) del Estatuto Administrativo se la impone como obligación especial 11.- Declaración de intereses 18 Esta declaración, de reciente puesta en aplicación, presenta el inconveniente que debe actualizarse cada vez que ocurra un hecho relevante que la modifique, y en todo caso, cada cuatro años. 16 Ver el N° 8 del artículo 64.- de la ley 18.575., y 6° y 7°de la Constitución Política, y 2° de la ley 18.575. Contemplada como contravención al citado principio en el N° 4 del artículo 64 de la ley 18.575. 18 Regulada en los artículos 57 (59) al 60 (62) de la Ley 18.575 y reglamentada en al D.S. 99 del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, del 2000. 17 20 A su vez, el empleo de un concepto jurídico indeterminado como es “ hecho relevante “ que el reglamento trató de aclarar en su artículo 12, pero que igual presenta complicaciones al momento de su aplicación, pues su interpretación ha sido entregada al juicio personal del propio afectado. Y ahora debemos preguntarnos ¿cómo puede combatirse la corrupción administrativa ?. La respuesta es que deben elaborarse estrategias. Un esquema de las estrategias empleadas es el siguiente: -Estrategias globales -Estrategias legales -Estrategias de control -Estrategias administrativas Nos referiremos sólo a las dos últimas, fundada en el hecho de que la corrupción administrativa es un fenómeno administrativo y que la ciencia de la Administración ha desarrollado instrumentos y técnicas de control capaces de enfrentarla En el ámbito de la estrategia administrativa, preciso es considerar la Ética pública, en lo que se refiere esencialmente a la actuación de los funcionarios públicos, pues la causa fundamental de la corrupción administrativa es la debilidad o ausencia de los valores éticos en la cultura organizacional. Esta ética es muy precisa y tiene dos aspectos centrales, uno, al cumplimiento de los fines del servicio, y otro, a la moral de trabajo con que está directamente relacionada. Para tener éxito en esta lucha, debe combatirse cualquier nivel de corrupción, rechazando la estimación en cuanto a que los controles deben "ser rentables (es decir, el costo de su aplicación no debe exceder el beneficio resultante)". 21 Este enfoque, de corte relativista o permisivo, en vez de eliminar la corrupción no hace otra cosa que limitar la corrupción. Otra herramienta de lucha dentro de este ámbito es el de la prevención. La lucha en contra de la corrupción debe ser muy clara, de manera que a nadie le queden dudas respecto de la decisión de perseguir la corrupción y los corruptos (la llamada tolerancia cero), pero el elemento esencial es el cambio de mentalidades y el de la cultura organizacional, para lo cual el instrumento fundamental es la capacitación de los funcionarios públicos en Ética pública. Pero surge de inmediato otra pregunta: : ¿Quién capacita? Y la repuesta no puede ser otra que encomendarle esta tarea a las Universidades que tienen Escuelas de Administración Pública, para garantizar una excelencia académica y una orientación pragmática y no meramente burocrática. Sin embargo, la existencia de valores éticos en la Administración son totalmente inútiles si no existen estrategias de Control, pues si se desarrollan buenos sistemas de control, la corrupción no podrá existir. Pero este control – para ser efectivo – no puede ser sólo formal sino que también debe poner en los resultados y la finalidad ; o sea, de gestión. Se trata de controlar para funcionar mejor, de privilegiar el respeto de los principios esenciales de la Ética pública: que el servicio público cumpla sus fines y que se privilegie lo social por sobre lo individual, y no de concebirlo como una persecución a los funcionarios por el incumplimiento de detalles sin trascendencia, formales o rituales. Con este propósito deben emplearse las técnicas de control de gestión, que pone énfasis en los resultados y en la resolución de los problemas más que en el control de legalidad del gasto, dejando en claro que no significa propiciar la violación de las normas sino su interpretación finalista. Y este control requiere de un sistema de información eficiente y, además, la descripción de los cargos de todo nivel, pues de su análisis se pueden descubrir los riesgos de corrupción que implica el aquél. 22 Llegamos – casi al terminar - al sujeto más importante y director en la lucha contra la corrupción administrativa, nos referimos al jefe inmediato del funcionario público, aquél que por mandato del artículo 58º del Estatuto Administratativo tiene entre sus obligaciones principales el ejercer el control sobre el organismo y los funcionarios, control que se extiende a la eficiencia, eficacia y legalidad, y que no sólo debe mandar, repartir y controlar el trabajo, sino que, además, debe tener competencia técnica y valor ético para enseñar, corregir, orientar y sancionar cuando corresponda. Finalmente, la ley, en su artículo 61° (63°) encomendó a las reparticiones de control interno, la obligación de velar por la observancia de todas las normas contenidas en el Título III, en que se trata la probidad administrativa Recordemos sí que el tema de la probidad administrativa se encuentra directamente vinculado con las llamadas prohibiciones e incompatibilidades, vigentes también en nuestras Universidades – como se ha expresado - en la Ley N° 18.834, y ahora también en el nuevo Título III de la Ley N° 18.575, en especial en su artículo 62° (64°). 3.-Jurisprudencia administrativa NUM-DICT = 039497 FECHA = 20001016 La prohibición de ingreso contemplada en art/56 lt/b de ley 18575 por motivos de parentesco, resulta aplicable al personal contratado sobre la base de honorarios. Ello, porque la circunstancia que a las personas contratadas a honorarios no les sean aplicables determinadas normas de ese estatuto, no significa que no les afecten las normas relativas al cumplimiento de los principios jurídicos de bien común que sustentan el régimen estatutario de derecho público, mas aun si pertenecen a otros textos normativos. Es así 23 como, disposiciones que consagran y resguardan el principio de probidad administrativa contenidas en ley 18575, desarrollado en forma pormenorizada, son aplicables a los funcionarios de planta y a contrata, sino también a las personas contratadas a honorarios, atendido el carácter de servidores estatales de estas ultimas, ya que prestan servicio al estado en virtud de un contrato suscrito con un organismo público. La norma de inhabilidad en análisis tiene por objeto impedir que se desempeñen en la administración del estado aquellas personas que en razón de los vínculos que indica, se puedan ver afectadas por un conflicto de intereses en el ejercicio de un determinado empleo, situación que se producirá con independencia de la relación jurídica que las una con el respectivo organismo. Si bien el precepto en análisis se refiere a "cargos" y no a funciones, que son mas propiamente las que cumplen los contratos a honorarios, según se desprende del análisis armónico de las disposiciones de ley 19653, la intención del legislador, elemento fundamental de la hermenéutica legal, ha sido evitar el ejercicio, en general de funciones de carácter publico por parte de quienes se encuentren en alguna de las situaciones a las que se refiere dicha norma, las cuales si alcanzan al referido personal. en este sentido, es del caso destacar que el art/66 de ley 18575, incorporado por ley 19653, al regular las consecuencias de las inhabilidades sobrevinientes, indica expresamente que el subalterno afectado deberá presentar su renuncia a "su cargo o función", comprendiendo ambos conceptos. un criterio contrario conduciría a posibilitar que una persona que se encuentra impedida para servir un cargo de planta o a contrata en un determinado municipio, ingrese al mismo por la vía de aquel tipo de contratación, lo que frustraría el objetivo perseguido por el legislador. NUM-DICT = 040173 FECHA = 20001020 Las prohibiciones de ingreso contempladas en art/56 de ley 18575, resultan aplicables a las personas contratadas a honorarios, no obstante que el cargo directivo con el cual existe incompatibilidad sea desempeñado como subrogante, por cuanto quien subroga asume en plenitud, con sus derechos, 24 deberes, inhabilidades e incompatibilidades, salvo texto legal expreso en contrario NUM-DICT = 016641 FECHA = 20010504 Conforme art/ 64º (66º) en relación con art/ 54º letra c) (56) de ley 18575, si un funcionario es condenado por crimen o simple delito, produciéndose una causal de inhabilidad sobreviniente, debe declararlo a su superior jerárquico dentro de los diez días siguientes a la configuración de la causal, presentando la renuncia a su cargo o función, exigencia cuyo incumplimiento será sancionado con destitución. E art/29 de ley 18216, dispone que el otorgamiento por sentencia ejecutoriada de los beneficios que prevé (remisión condicional de la pena, reclusión nocturna y libertad vigilada) a reos no condenados anteriormente por crimen o simple delito, omitirá, en los certificados de antecedentes, de las anotaciones originadas por el auto de procesamiento y la condena, mientras que el cumplimiento de las medidas alternativas, por los mismos reos, será suficiente para eliminar definitivamente, para todos los efectos legales y administrativos, los antecedentes prontuariales. Enseguida, la omisión de antecedentes prontuariales del citado art/29, produce efectos que se extienden a cualquier exigencia legal y administrativa que afecte al beneficiado con ella, relativo al hecho de haber delinquido. a su vez, conforme art/11 del Dto 64/6 justicia que dispone que si el certificado de antecedentes (documento publico que acredita si una persona registra anotaciones judiciales en su prontuario), es emitido con exclusión de aquellas anotaciones, en virtud de disposición legal que lo ordene, debe entenderse que su efecto es que el beneficiado con la omisión o eliminación deba considerarse como si no hubiese sufrido condena alguna, para todo efecto legal o administrativo. Con todo, la eliminación de antecedentes referida en art/29, rige desde que quede ejecutoriada la sentencia que otorga alguno de los beneficios alternativos de cumplimiento de condena y no una vez que el condenado 25 cumpla a satisfacción con la medida de reemplazo, no obstante, si el tribunal revoca la medida alternativa del cumplimiento de condena, también termina la franquicia estudiada. por sentencia Así, si un funcionario acredita haber sido favorecido ejecutoriada con alguno de los beneficios alternativos de cumplimiento de condena previstos y con el de omisión de antecedentes prontuariales, dicho servidor pierde la calidad de condenado para todos los efectos legales y administrativos. NUM-DICT = 018196 FECHA = 20000519 Ley 18.575 art/58, incorporado por ley 19.653, no impide que a un funcionario se le contrate, conforme ley 18.834 art/10, a honorarios en el mismo servicio al que pertenece, para que efectué tareas jornada laboral. después de su Ello, porque efectivamente el citado art/58, junto con reconocer el derecho de los empleados públicos a ejercer libremente cualquier profesión, industria, comercio u oficio en los términos que allí se indica, establece que son incompatibles con la función publica las actividades particulares de las autoridades o personal que se refieran a materias especificas o casos concretos que deban analizar, informar o resolver los mismos o el organismo o servicio a que pertenezcan. no obstante, esta ultima parte de la señalada norma no resulta aplicable a los empleados que se encuentran en la situación en examen, vale decir, que en virtud de contratos a honorarios desarrollan labores para el mismo organismo en que cumplen sus tareas. esto, por cuanto el precepto de que se trata se refiere a "las actividades particulares de las autoridades o funcionarios", carácter que, obviamente, no poseen las labores que, en virtud de esa clase de convenios, se prestan a una entidad del estado. Lo anterior, pues las personas que las llevan a cabo revisten la calidad de servidores estatales. NUM-DICT = 021809 FECHA = 20000615 26 Imparte instrucciones a los funcionarios de la administración del estado respecto del millaje u otro beneficio similar otorgado por las líneas aéreas, por vuelos nacionales o internacionales, a quienes viajen en calidad de autoridades o funcionarios, pues conforme art/64 num/5 de ley 18575, agregado por ley 19653, contraviene especialmente el principio de probidad administrativa, el solicitar, hacerse prometer o aceptar, en razón del cargo o función, donativos, ventajas o privilegios de cualquier naturaleza, sean para sí o terceros. Asimismo, el inc/3 de aquella disposición señala que el millaje u otro beneficio similar que otorguen las líneas aéreas por vuelos nacionales o internacionales a los que viajen como autoridades o funcionarios, y que sean financiados con recursos públicos, no podrán ser utilizados en actividades o viajes particulares, de modo que aquel beneficio solo podrá usarse por el funcionario o autoridad cuyo viaje origino aquel, o por otro servidor del mismo organismo en que este se desempeñe y solo para el cumplimiento de actividades del servicio. Dicha prohibición rige desde el 14/12/99, fecha de vigencia de ley 19653, por lo que los empleados que a esa data tenían millaje acumulado, por viajes realizados por razones de servicio o financiados con recursos públicos, no pueden hacer uso del mismo a contar de esa fecha, salvo que ello se realice con fines institucionales. Así, las instituciones de la administración, antes de adquirir un pasaje para que una autoridad o funcionario viaje en cumplimiento de labores del cargo, deberán acordar con la línea aérea, las medidas para que el millaje u otro beneficio que otorgue el vuelo, se utilice según lo señalado. NUM-DICT = 014540 FECHA = 20000426 Si bien la ley entregó al jefe del servicio citado amplias facultades para administrar y disponer de los bienes del patrimonio institucional y no establece procedimientos especiales para enajenar inmuebles de su propiedad, conforme art/8 bis de ley 18575, la regla general es que los contratos administrativos se celebren previa propuesta publica, según la ley, o por 27 licitación privada, previa resolución fundada que así lo disponga, salvo que por la naturaleza de la negociación corresponda tratar directamente. NUM-DICT = 034434 FECHA = 20000908 Universidad de Chile puede contratar directamente con empresa que indica, la adquisición de equipos médicos que requiere urgentemente para su hospital clínico, luego que a otra sociedad, adjudicataria de la respectiva licitación, no le fuera posible cumplir con su propuesta económica al no obtener el correspondiente financiamiento. Ello, porque efectivamente ley 18575 art/8 bis, aplicable a dicha casa de estudios en su carácter de organismo integrante de la administración descentralizada, establece como primera regla que los contratos administrativos deben celebrarse previa propuesta publica. no obstante, también contempla la posibilidad de recurrir al trato directo atendida la naturaleza de la negociación, esto es, cuando las especiales circunstancias de la operación lo ameriten, lo cual ocurre en la situación en examen. Esto, considerando la imperiosa necesidad de contar a la brevedad con los bienes de que se trata, lo que justifica la compra a través de un procedimiento rápido y expedito, evitando dilaciones contraproducentes, al margen del hecho de que se efectuó el proceso de licitación para la adquisición del equipamiento, la que en definitiva no se materializo por motivos no imputables a la aludida institución de educación. además, el sistema de contratación directa permitirá dar pleno cumplimiento a los principios de eficiencia y eficacia contenidos en ley 18575 art/3, art/5 y art/8, en la medida que, de este modo, se logra una mayor optimización en la utilización de los recursos públicos. en todo caso, la universidad tiene que dejar sin efecto la adjudicación efectuada. NUM-DICT FECHA = 046532 = 20001204 28 La expresión contrato administrativo debe entenderse en un alcance amplio, en el sentido que abarca los diversos tipos de contratos que celebren los entes de la administración, tanto en el ámbito de sus potestades exorbitantes como en el de su actuación en un plano de igualdad con los particulares. Así, dicho criterio es aplicable al inc/1 art/8 bis de la ley 18.575 que usa esa expresión, dado que ese precepto tiene por fin resguardar la probidad administrativa por la via de asegurar en esta materia la transparencia que debe presidir los procesos de contratación que realicen los organismos de la administración del estado. Lo anterior guarda plena relación con la historia fidedigna del establecimiento de la norma, particularmente con lo señalado en el informe de la comisión de constitución, legislación y justicia, respecto de dicha expresión, en orden a que “Debe ser entendida en sentido amplio de manera de considerar todos los contratos de la administración del estado”. El trato directo constituye, según de desprende del precepto que se estudia, una excepción frente al sistema de propuesta por lo que es necesario que su justificación conste en un acto administrativo, siendo indiferente en todo caso, que este se dicte en forma previa a la justificación o que conste en el mismo acto administrativo que apruebe el contrato. No puede entenderse que la sola invitación a presentar ofertas o cotizaciones quede comprendida dentro del concepto de licitación privada, pues esta última se caracteriza por constituir un concurso previamente regulado en un cuerpo normativo que constituye lo que se denomina bases administrativas, característica que no concurre tratándose de las cotizaciones citadas. U. de Tarapacá Arica,junio,2002 ************* 29