probidad administrativa - Universidad de Tarapacá

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PROBIDAD ADMINISTRATIVA
Lionel Guzmán Suárez
Arica, junio, 2002
PROBIDAD ADMINISTRATIVA
Lionel Guzmán Suárez
Creemos que para entender con mayor claridad el sentido y alcance del
principio de probidad administrativa y la normativa que hoy lo rige en nuestro
país, es necesario - previamente – determinar qué es lo que constituye la
corrupción administrativa.
1. La corrupción administrativa
La corrupción administrativa es un
fenómeno delictual que siempre tiene
como contenido el traspaso indebido de recursos desde un fin legítimo a otro
ajeno a las finalidades del servicio público. Se la define por su actor principal:
el funcionario público. Existen también otros tipos de corrupciones, y solo se
aisla aquélla de otras para poder analizarla más específicamente. pero
el
tema que hoy nos convoca es el de la corrupción administrativa, y más
específicamente, la que pueda vincularse a la actividad universitaria estatal.
Es necesario efectuar esta precisión porque el objeto de estudio se diluye
cuando en el concepto de corrupción se incluyen habitualmente delitos
comunes, aborto, fraudes electorales, drogas, divorcio u otros fenómenos
ajenos a la temática tratada y que es sostenida por algunos fundamentalistas
como un fenómeno global e inseparable, todo lo cual termina por
transformarlo en un concepto ambiguo, impreciso, multifacético.
Entonces podemos decir que es corrupción: “ es un proceso perverso
realizado por funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, que
consiste en apropiarse o desviar indebidamente recursos asignados directa o
2
indirectamente a la atención de los usuarios y puede asumir, además, las
formas veladas de la ineficiencia deliberada o no deliberada y de actos
conforme a las normas que implican el mismo efecto de desviar recursos de
su destino legítimo ”.
Existe en la corrupción una apropiación indebida de recursos como esencia
del fenómeno – que no siempre es la principal - pero hay también situaciones
más complejas como el mal servicio o ineficiencia con la cual,
deliberadamente o no, muchos funcionarios realizan sus funciones; esto es, el
ambiente de incompetencia o mediocridad de quien no es consciente del
elevado valor del servicio público, cualquiera sea el puesto que se ocupe en la
maquinaria administrativa. Sin duda, aquel funcionario que dedica el tiempo
del servicio a sus negocios personales es el más mediocre e incompetente
porque no tiene ninguna conciencia del valor del servicio público que debe
prestar.
En ambos casos hay pérdida de recursos, pero en el segundo, ni siquiera se
tiene noción del hecho y muchas veces no existe la intención de que los
recursos o servicios no lleguen a los usuarios. Actos tan "naturales" como la
costumbre de desviarse a tomar desayuno al llegar al trabajo o ingresar al
toilette para maquillarse, es un acto de corrupción pues, el funcionario, en vez
de cumplir sus funciones,
lo hace a partir de media hora después. Esta
costumbre - muy difundida en nuestro país - difícilmente algún funcionario
la consideraría como un acto de corrupción, pero constituye un ejemplo de lo
que se ha dado en llamar "corrupción blanca".
Además, muchas veces, la corrupción administrativa aparece envuelta en un
formalismo que la legitima y que impide apreciar su sentido perverso. Esta
corrupción ha sido identificada como "corrupción de acuerdo a las normas" o
corrupción gris y se refiere a aquellos actos administrativos que cumplen con
3
las formalidades legales, pero que en los hechos significan actos de
corrupción, el ejemplo más típico en nuestro país y otros vecinos, es el
pluriempleo y las horas sobrepuestas, es decir trabajos paralelos asumidos por
funcionarios públicos, los que están autorizados por la ley, los principios o la
costumbre y que resultan en el hecho extremo de que una persona puede tener
simultáneamente varios empleos, que si se sumaran las horas de trabajo que
implican requerirían días de más de 24 horas. Se incluyen también aquí las
horas de clases realizadas por funcionarios públicos simultáneamente a sus
actividades oficiales y los contratos a honorarios tema al que volveremos más
adelante. Como sabemos, nuestra legislación autoriza esta simultaneidad, bajo
ciertas condiciones, que según la costumbre – a veces no se cumplen - como
es la reposición de las horas de ausencia laboral.
Con todo, debemos e precisar que no toda ineficiencia puede ser considerada
un tipo de corrupción. Hay deficiencias estructurales que provienen de fallas
de estrategia, programación, organización, control o coordinación que no son
atribuibles al funcionario. Las deficiencias a que nos referimos son aquellas
que implican una actitud funcionaria de incumplimiento de sus deberes u
olvido de los principios fundamentales de la Administración. Así, el proceso
es mucho más complejo y reviste tonos, no solamente negros (representativos
de la corrupción), sino que grises y tonalidades que se aproximan al blanco
(representativo de la probidad).
1.2. Los sujetos de la corrupción.
El proceso de corrupción implica la existencia de una tríada de hierro; tres
sujetos: el usuario, el funcionario y el jefe, porque la experiencia
administrativa muestra claramente que puede haber actos corruptos realizados
por :
-funcionarios (la micro corrupción como el robo de material de oficina).
-por jefes (apropiarse indebidamente de fondos públicos a su cargo).
4
-por
una
asociación
delictiva
entre
-por
una
relación
de
corrupción
entre
-por
una
relación
de
corrupción
entre
jefes
y
usuario
usuario
funcionarios.
y
y
funcionario.
jefes,
y,
-por una asociación de corrupción entre usuario, funcionarios y jefes.
En los enfoques tradicionales, el usuario es el sujeto infaltable, al que
generalmente se le atribuye el rol activo, mientras que funcionarios y/o jefes
tienen un rol pasivo de aceptación. Para los funcionarios, la creencia comúno excusa- es que la corrupción la inician los usuarios al tentar a los
funcionarios con el ofrecimiento de sobornos, de esta manera la corrupción
aparece como una intromisión ajena al proceso administrativo.
El jefe o directivo aparece como quien emprende la lucha para eliminar esas
influencias externas que han corrompido a la administración, pero en verdad –
en la mayoría de los casos - el sujeto de la corrupción no es otro que el jefe,
porque es el que tiene el poder, la facultad de desviar los recursos de un fin
social a un fin individual. La experiencia administrativa de los países
latinoamericanos demuestra que los casos de corrupción conocidos han sido
realizados por las jefaturas, y . nuestro país no está ajeno a esta repulsa
experiencia por cuanto casi todos los casos denunciados en la prensa e
investigados por los Tribunales corresponden a jefes o profesionales (gerentes,
directores, jefes de departamento, etc.). Lo anterior no significa que en los
funcionarios subalternos no tenga cabida la relación corrupta., pero su rol –
generalmente - no es el de sujeto principal de ella, por dos motivos: primero
porque carecen de poder, que es lo que posibilita la gran corrupción y
segundo; porque quien debe asumir la responsabilidad por los actos de sus
subordinados es el jefe. Si éstos son corruptos es por la permisión implícita
otorgada por el jefe o por la incapacidad del mencionado jefe de controlar y
sancionar a los funcionarios corruptos.
5
A su vez, los usuarios no son inocentes en esta relación pues si intervienen en
ella también son sujetos de la misma desde el momento que paga sobornos
porque no puede conseguir el servicio de manera normal.. Este usuario puede
ser un corrupto que ofrezca suculentos sobornos, pero hay que tener muy claro
que habrá corrupción sólo si el jefe o funcionario acepta tal conducta. La
decisión siempre será del jefe.
Como expresaramos al inicio, la corrupción inviste el carácter de delito, y
algunas conductas típicas han sido reconocidas en nuestro Código Penal,
algunas de las cuales son las siguientes:
•Usurpación de atribuciones (art. 221)
•Malversación de caudales públicos (art. 233)
•Fraude y exacciones ilegales (art. 239)
•Infidelidad en la custodia de documentos (art.242)
•Violación de secretos (art. 246)
•
•
•
Resistencia y desobediencia (art.252)
Denegación de auxilio y abandono de destino (art. 253)
Abuso contra particulares (art. 255)
2. La probidad administrativa
Lo opuesto a la corrupción administrativa, es evidentemente, la probidad
administrativa, que se vincula con la Etica Pública, y para comenzar es
necesario hacer referencia a la inciativa del Presidente Eduardo Frei Ruiz
Tagle, en orden a crear una Comisión Nacional de Ética Pública, que se
formalizó a través del Decreto Supremo Nº 423, de 05 de abril de 1994 1. Esta
1
Esta Comisión estuvo integrada por los seriores Gabriel Valdés Subercaseaux, Presidente del Senado,
Marcos Aburto Ochoa, Presidente de la Corte Suprema y del Tribunal Constitucional;Jorge Schaulsohn
Brodsky, Presidente de la Cámara de Diputados; Genaro Arriagada Herrera Ministro Secretario General de la
Presidencia; Osvaldo Iturriaga Ruiz, Contralor General de la República y Luis Bates Hidalgo, Presidente del
Consejo de Defensa del Estado. Asimismo fueron miembros de ella los distinguidos juristas y académicos,
6
Comisión fue establecida como una instancia de estudio y colaboración de
propuestas de políticas públicas e iniciativas legales que, contribuyendo a
perfeccionar la democracia, reforzaran los procedimientos e instituciones que
cautelan el cumplimiento de los deberes legales y éticos en la actividad
pública, destinados a fortalecer nuestra institucionalidad por la vía de reducir
su vulnerabilidad ante la amenaza de la corrupción.
El informe de la Comisión Nacional de Ética Pública satisfizo con creces las
expectativas del Presidente de la República que al constituirla tuvo presente
la necesidad de que su trabajo se plasmara en propuestas que, además de
viables y eficaces, tradujeran un amplio consenso político respecto de un
desafío que sólo es posible abordar con buen éxito si se lo trata como una
política nacional, de Estado, ajena a consideraciones partidistas o
cortoplacistas, porque el fortalecimiento del Estado de Derecho, de la
democracia y de la confianza ciudadana en las instituciones públicas, imponía
abordar con urgencia la tarea de adecuar nuestro ordenamiento jurídico a las
exigencias de los tiempos actuales. En este proceso se estimó necesario, perfeccionar la Constitución Política con el fin de garantizar la responsabilidad,
transparencia y probidad en la función pública.
En el Capítulo I de la Constitución Política, sobre las bases de la
institucionalidad, que constituyen los principios rectores e inspiradores del
ordenamiento jurídico debía - a juicio del Ejecutivo de la época - incorporarse
el principio de probidad y transparencia de la función pública, todo ello
conforme a la recomendación que le formulara la Comisión.
Para dicho efecto se propuso, por acuerdo unánime de los comisionados, que
esta materia, tendiente a reforzar la noción de una función pública al servicio
de la ciudadanía, se incluyera
como un nuevo artículo 8º de la Carta
Fundamental, ocupando el lugar que en el texto constitucional anterior a la
señores Guillermo Arthur Errázuriz.. Oscar Godoy Arcaya, Andrea Muñoz Sánchez, Máximo Pacheco
G6mez, Augusto Parra Mufloz, Ricardo Rivadeneira Monreal, Eugenio Velasco Letelier y Hernán Vodanovic
Schnake. Ofició de Secretario Ejecutivo de la misma, el abogado señor Alejandro Ferreiro Yazigi .
7
reforma de 1989, correspondió a una disposición que simbolizaba la división
política, el conflicto y la intolerancia que nuestra patria ya ha dejado atrás.
El principio constitucional de probidad que se proponía en el mensaje, debería
ser complementado, por una legislación específica que, basada en las
recomendaciones formuladas por la Comisión Nacional de Ética Pública,
regulara la actuación de todos quienes cumplen funciones en los órganos del
Estado. De este modo, la ley precisaría las obligaciones y requisitos que dicho
principio exige.
El Presidente de la República sometió a consideración para ser tratado en
Legislatura Extraordinaria del H. Congreso Nacional, un proyecto de reforma
constitucional.
2
que
sabemos no se concretó en la modificación
constitucional propuesta, pero el Ejecutivo envió un nuevo mensaje (Boletin
Nº 1510-07), ingresado a trámite el 17 de enero de 1995, en que se contenía el
proyecto de ley sobre probidad administrativa de los órganos de la
Administración del Estado.
Expuestos los antecedentes iniciales del proyecto de la ley en comento, la
Probidad Administrativa se encuentra definida en el artículo 52º (54°). 3 de la
Ley de Bases Generales de la Administración del Estado Nº 18.575, cuyo
texto refundido ha sido fijado por el D.F.L. N° 1/19.653, de 13.12.2000. 4,
como: “ observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño
honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del interés general
sobre el particular”.
2
Este proyecto – en la parte que nos interesa - fue del siguiente tenor:
Artículo único.- Incorpórase. como nuevo artículo 8º de la Constitución Política de República, el siguiente:
"Art. 8.- Los titulares, integrantes y funcionarios de los órganos del Estado deberán observar estrictamente
el principio de probidad pública, que exige el desempeño honesto de su fun ción, con preeminencia del interés
público sobre el privado.
Las actuaciones de los órganos del Estado son públicas. salvo las excepciones que establezca la ley. Esta
regulará el acceso a los documentos que obren en poder de los órganos del Estado y establecerá el secreto o
reserva de aquellos cuya publicidad afecte el debido cumplimiento de las funciones de tales órganos, la
seguridad de la Nación o los derechos de las personas.-."
Dios guarde a V.E.,
(Fdo ): Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Presidente de la República, Genaro Arriagada Herrera, Ministro Secretario
General de la Presidencia..-
8
Este principio rector constituye una base esencial para el correcto ejercicio de
la función pública y por ello se proyecta al ejercicio de toda esta función con
independencia del cuerpo de normas y especificidad de la ley estatutaria que
regule a quien la desarrolla. Por ello el legislador, al aprobar la Ley Nº 19.653
5
, comprendió que el ámbito de aplicación de este principio debía trascender
al Estatuto Administrativo contenido en la Ley 18.834 y junto con modificar
al efecto las normas correspondientes de éste, también lo hizo con las Leyes
Nos.
19.175, Orgánica Constitucional de Gobierno y Administración
Regional;
Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades; Nº
18.883, sobre Estatuto Administrativo de los Empleados Municipales; Nº
18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional; Nº 18.046, sobre
Sociedades Anónimas; Nº 18.840, Orgánica Constitucional del Banco Central
de Chile; y Nº 15.231, sobre Organización y atribuciones de los Juzgados de
Policía Local. Asimismo, modificó el Código Orgánico de Tribunales.
Antes de la modificación introducida por la Ley Nº 19.653 a la mencionada
Ley Nº 18.575, mediante la cual se le agregó un nuevo Título III, denominado
justamente “ De la Probidad Administrativa ”, fueron los Estatutos de este
personal, contenidos en el D.F.L Nº 360, de 1960 y en la Ley Nº 18.834, los
el que regularon
- con otra denominación - la aplicación del principio de
probidad administrativa estableciendo en sus artículos 161 a 173 y 78 al 82,
respectivamente, diversas prohibiciones e incompatibilidades en el actuar de
funcionarios públicos. A su vez, la jurisprudencia administrativa - desde el
mismo año 1960 - había empezado a desarrollar un criterio interpretativo de
estas materias a través de Dictámenes expedidos por el órgano contralor,
conducentes a
aclarar y complementar el sentido y alcance de aquellas
normas. No estamos por tanto frente a una materia de reciente aparición en
3
Agregado por la ley Nº 19.653, D.O. 14.12.1999.
Publicada en el D.O. 05.12.1986 , y 17.11.2001.
5
Publicada en el D.O. de 14.12.1999.
4
9
nuestra legislación, como tampoco sin desarrollo en el ámbito de la
jurisprudencia administrativa. 6
La modificación en comento, junto con desarrollar en mejor forma las
prohibiciones y las causales de incompatibilidad
que antes estuvieron
contenidas en un Decreto con Fuerza de Ley y más tarde en una ley común,
las incorporó a una ley con rango de orgánica constitucional, que por expreso
mandato del artículo 38 de la Constitución Política debía determinar la
organización básica de la Administración Pública.
El inciso 2° del artículo 3° de la mencionada ley N° 18.585, establece la
imperativa observancia de este principio de probidad administrativa por parte
de la Administración del Estado. Por su parte, el artículo 52° (54°) de la
misma ley establece una clara distinción entre quienes son los obligados a
respetar y dar estricto cumplimiento al principio de probidad administrativa, al
señalar que son tales las autoridades de la Administración del Estado y los
funcionarios de la Administración Pública, sea que estos últimos sirvan
cargos en la planta o en la contrata.
Encontrándose las Universidades del Estado incluidas en la Ley N° 18.575,
como entes integrantes de la Administración descentralizada del Estado, e
invistiendo su personal la calidad de funcionarios públicos, aparece como
necesaria conclusión que el citado principio – ahora consagrado legalmente se aplica íntegramente tanto a las autoridades de esas Casas de Estudio como
al resto de su personal académico y no académico. Tiene por tanto en esas
Corporaciones amplia cobertura.
Como es obvio, el legislador no podía determinar una a una cuales serían las
conductas que infringirían el principio de la probidad administrativa, enumeró
– sin carácter de taxativas - sólo algunas de ellas, las que le pareció más
6
Pueden citarse como ejemplos los Nos. 40.413 y 75.758, de ese año 1960.
10
significativas. Así se constata del claro tenor del nuevo artículo 62° (64°) de
la Ley N° 18.575, que enumera las siguientes::
1. Usar en beneficio propio o de terceros la información reservada o
privilegiada a que se tuviere acceso en razón de la función pública que se
desempeña;
2. Hacer valer indebidamente la posición funcionaria para influir sobre una
persona con el objeto de conseguir un beneficio directo o indirecto para sí o
para un tercero;
3. Emplear, bajo cualquier forma, dinero o bienes de la institución, en
provecho propio o de terceros;
4. Ejecutar actividades, ocupar tiempo de la jornada de trabajo o utilizar
personal o recursos del organismo en beneficio propio o para fines ajenos a los
institucionales;
5. Solicitar, hacerse prometer o aceptar, en razón del cargo o función, para sí o
para terceros, donativos, ventajas o privilegios de cualquier naturaleza.
Exceptúanse de esta prohibición los donativos oficiales y protocolares, y
aquellos que autoriza la costumbre como manifestaciones de cortesía y buena
educación.
El millaje u otro beneficio similar que otorguen las líneas aéreas por vuelos
nacionales o internacionales a los que viajen como autoridades o funcionarios,
y que sean financiados con recursos públicos, no podrán ser utilizados en
actividades o viajes particulares;
6. Intervenir, en razón de las funciones, en asuntos en que se tenga interés
personal o en que lo tengan el cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el
tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad inclusive.
Asimismo, participar en decisiones en que exista cualquier circunstancia que
le reste imparcialidad.
Las autoridades y funcionarios deberán abstenerse de participar en estos
asuntos, debiendo poner en conocimiento de su superior jerárquico la
implicancia que les afecta.,
7. Omitir o eludir la propuesta pública en los casos que la ley la disponga, y
11
8. Contravenir los deberes de eficiencia, eficacia y legalidad que rigen el
desempeño de los cargos públicos, con grave entorpecimiento del servicio o
del ejercicio de los derechos ciudadanos ante la Administración.
Algunas de estas conductas tienen un cierto grado de similitud con
prohibiciones o incompatibilidades existentes, y otras son completamente
nuevas. Habrá que esperar - en algunos casos - los primero Dictámenes del
órgano contralor para preciar el sentido y alcance de las mismas, más allá de
su tenor literal. Pero debe tenerse siempre presente que cualquier otra
conducta – distinta de las enumeradas por la ley - que implique un actuar al
margen del concepto de probidad administrativa que hemos transcrito al inicio
de esta exposición, también constituye infracción a éste.
Establecido lo anterior, corresponde dar respuesta a la pregunta ¿ cuáles son
las situaciones de eventual o habitual ocurrencia en las universidades estatales
que podrían constituir infracciones al principio de probidad administrativa por
parte del personal universitario?
1.-
Uso de información reservada o privilegiada. 7
Esta conducta es posible se presente en las Universidades, particularmente en
aquellos casos de conclusiones de estudios, prestaciones de servicios y
proyectos de investigación encomendados por terceros, y relacionados con
desarrollo tecnológico, informático u otros procesos productivos. Lo anterior,
como consecuencia que tales conclusiones tienen un significativo valor
económico en el mercado, particularmente si se trata de innovaciones a los ya
existentes.
No obstante que la propiedad intelectual de tales trabajos corresponde por ley
a las universidades, cuando ellos se desarrollan dentro de la jornada
contratada, se estila compartirla o simplemente enajenarla totalmente en
7
El Decrteto Supremo N° 26, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, publicado en el D.O. de
07.05.2001, ha reglamentado el secreto o reserva de los actos y contratos de la Administración del Estado.
12
beneficio de quienes los encomendaron, pero sólo respecto de ellos y no de
otras personas o instituciones.
También puede presentarse en el ámbito administrativo, en aquello que dice
relación con la información contenida en las bases de datos del personal, tales
como remuneraciones, domicilio, componentes del grupo familiar, etc…
constituye información de gran valor para el comercio y el sistema bancario y
de tarjetas de crédito. Tales Bases de Datos constituyen hoy un preciado bien,
transable en el mercado.
Difícil tarea fiscalizar el cumplimiento de la obligación de reserva de esa
información, porque quien la adquiera, guardará a su vez silencio y reserva
acerca del hecho de contar con ella y de cuál ha sido la fuente que se la ha
proporcionado. Sólo medidas de resguardo muy específicas y de control
jerárquico pueden reducir, aunque no terminar con la fuga de información. Se
trata de hecho detectado ex post,
sancionables casi siempre en forma
represiva antes que preventiva.
2.-
Intervención personal ilegítima 8
Se trata de aquellas intervenciones en que se abusa de la posición funcionaria,
habitualmente de jerarquía superior, para influir sobre una persona, casi
siempre de jerarquía inferior, con el objeto de conseguir un beneficio directo
o indirecto para sí o para un tercero. Comprende, asimismo, el solicitar,
hacerse prometer o aceptar donativos, ventajas o privilegios de cualquier
naturaleza, para sí o para terceros.
Al igual que en el caso anterior, la tarea de fiscalización se dificulta porque
está en juego – en la generalidad de los casos - una relación jerárquica de
superior a inferior, y, por tanto, aquellos respecto de los cuales se ejerce la
presión indebida sentirán temor de las consecuencias de su denuncia. Sólo un
estricto control jerárquico puede constituir una efectiva valla de detención a
esta clase de infracciones.
13
3.-
Ejecución indebida de actividades y empleo de tiempos y materiales
de la institución para fines ajenos a ésta. 9
Se trata de la ejecución de actividades ajenas a las labores contratadas por la
universidad; esto es, de carácter particular, realizadas dentro o fuera de los
recintos universitarios y empleando tiempo que debiera destinarse a las
funciones propias del cargo que se sirve.
La experiencia indica que se trata en verdad de la prestación de servicios,
principalmente docentes, en beneficio de otras instituciones de educación
superior, pero realizadas
en forma superpuesta con la jornada laboral
contratada en la universidad de origen. Comprende asimismo el uso de bienes
y materiales de la Institución para fines ajenos a ésta.
Hoy, producto de la evolución de la tecnología, las universidades cuentan con
una serie de recursos de apoyo a la docencia y a la gestión administrativa; a
saber: notebooks, data show, cámaras digitales de fotografía y video, de
reducido tamaño y fácil transporte. Asimismo tales corporaciones cuentan
con software de alta especialización, elementos todos que por sus
características pueden ser también fácilmente trasladados y repuestos en breve
tiempo (casi sin percibirse), o también copiados (en el caso de los software)
para ser empleados y explotados en actividades no universitarias de exclusivo
beneficio económico para el infractor.
También se comprenden en este tipo de conductas el uso de teléfonos móviles
y de teléfonos fijos institucionales. Para llamadas particulares, en el primer
caso, y para llamadas de larga distancia también de carácter particular en el
segundo. El control en estos dos casos es relativamente fácil si tratándose de
teléfonos móviles se contrata un plan con minutos de hasta cierto monto en
pesos (según se estime puedan ser las llamadas del servicio), superado el cual
8
Se trata de aquellos casos a que se refieren las letras b) y c) y d) del artículo 78 del Estatuto Administrativo.
14
la diferencia será pagada por la persona a cuyo cargo de encuentra el teléfono
móvil. En el otro caso, de teléfonos fijos, existen registros diarios de control
de llamadas, que por décadas han demostrado ser efectivos.
Un sistema más moderno de control de llamadas telefónicas se encuentra
incorporado en algunas centrales que realizan computacionalmente el registro
de aquéllas desde cada anexo, contando al efecto el personal con una clave
secreta individual que identifica todas las llamadas hechas por el usuario, y
entrega a fin de mes un informe detallado de aquéllas, hasta con el valor de las
mismas.
Con todo, para impedir la ocurrencia de tales hechos – cuando no se cuenta
con el sistema reseñado en el párrafo anterior - y velar por la aplicación del
principio en comento, deben desarrollarse instrumentos y sistemas expeditos y
modernos de control interno tanto del personal como de los bienes, reforzando
al máximo el control jerárquico, que es el que tiene más inmediata vinculación
con aquéllos.
4.-
Dilación o tramitación innecesaria de asuntos entregados a
conocimiento o resolución.
10
Mal un tanto endémico de algunas universidades es la falta de actualización
de sus procedimientos y métodos de gestión administrativa, unido a lo anterior
la estructura orgánica de la corporación – en ciertos casos - aparece recargada
por su excesivo fraccionamiento en facultades, escuelas, institutos,
departamentos, cátedras, secciones, líneas, grupos de trabajo, etc…. Todo lo
cual contribuye - desde luego - a la dilación o tramitación innecesaria de
todos aquellos asuntos entregados al conocimiento y
decisión de sus
autoridades y jefaturas. Si a lo anterior, agregamos actitudes personales de
9
La letra g) del artículo 78 del señalado Estatuto contempla esta situación, como también los Nos. 3 y 4 del
artículo 64 de la Ley 18.575.
10
Figura contemplada en la letra e) del citado artículo 78 del E.A. y en el artículo 8° y en el N° 8 del artículo
64, ambos de la Ley N° 18.575.
15
dilación o tramitación en la gestión universitaria, el escenario que se presenta
es – en algunos casos - el de una total y completa ineficiencia.
Superar esta situación para cumplir, además, con el mandato del artículo 3°
de la Ley N°
18.575.-
requiere
una estructura menos recargada, más
dinámica, como también la simplificación y automatización de procedimientos
y métodos más adecuados a los tiempos y en constante actualización, a la vez
que una mayor y más estricta aplicación de los controles jerárquicos.
5.- Ejercicio indebido de facultades, atribuciones o representación de que
se carece. 11
Hechos de relativa habitualidad en nuestras Casas de Estudios Superiores, en
que Directivos académicos y administrativos comprometen bienes, recursos
económicos y hasta materiales, más allá de lo que les corresponden en razón
del cargo o función que desempeñan, con el agravante que en ciertas
circunstancia se ha llegado al extremo de hacerse efectiva – por tales hechos –
la responsabilidad civil extracontractual de algunas Corporaciones. Algunas
demandas, recursos de protección y reclamaciones a Contraloría General de la
República dan cuenta de tales hechos.
Las Fiscalías, Asesorías Jurídicas y Contralorías Internas de nuestras
Instituciones deben desarrollar una intensa actividad comunicacional en el
ámbito de sus correspondientes Universidades, para ilustrar adecuadamente a
las citadas autoridades y Directivos Superiores, en cuanto al sentido y alcance
del principio de juridicidad consagrado en los artículos 6° y 7° de la
Constitución Política y en el artículo 2° de la Ley 15.075, y en los
ordenamientos internos de cada Institución, para que aquéllos tengan pleno
conocimiento de las atribuciones de que gozan; y, consecuencialmente, cuáles
son sus limitaciones; y, eventualmente, la responsabilidad que se les pudiere
hacer efectiva.
11
Simple aplicación del principio de juridicidad consagrado en los artículos 6° y 7° de la Constitución Política
y en el artículo 2° de la Ley N° 18.575.
16
6.-
Realización de actividad política dentro de la Corporación y empleo
del cargo y bienes para fines ajenos a las funciones. 12
Se está refiriendo obviamente a la intervención personal en política
contingente y al empleo del cargo y bienes, realizados dentro de los recintos
universitarios; al activismo político ideológico, a veces descalificante . No
comprende desde luego la libre exposición de las diferentes ideologías
políticas o análisis críticos de conflictos de igual naturaleza que puedan
realizarse
a cabo con fines docentes, culturales o de información a la
comunidad universitaria, por cuanto es precisamente de la esencia de la
Universidad el pluralismo y la amplia libertad de exposición y discusión de
las ideas.
Se trata de una conducta que prácticamente no se presenta en nuestras Casas
de Estudios, justamente por el pluralismo existente, que se constituye a su
vez en el mejor fiscalizador para impedir la existencia de conductas de esa
naturaleza, que se advierten como amenazas a esta última.
Con todo, las unidades internas de control deben prestar especial atención a la
inversión de los fondos y empleo de bienes universitarios (particularmente
vehículos) en períodos de elecciones populares.
7.-
Desempeño de personas ligadas entre sí por vínculo de parentesco o
matrimonio. 13
Este hecho que se
presentaba
con relativa frecuencia en nuestras
Administración pública, generando una especie de nepotismo. También tiene
presencia – un tanto más atenuada - en algunas Universidades, con mayor o
menor grado de intensidad.
12
13
Prohibición contenida en la letra h) del ya mencionado artículo 78 del E.A.
Prohibición contemplada en el artículo 79 del E.A.
17
Actualmente, producto de haber sido elevada esta incompatibilidad a la
categoría de prohibición de ingreso a quienes tengan un cierto parentesco con
autoridades y directivos (hasta el nivel de jefe de departamento o
su
equivalente)14, debería tender a disminuir, hasta desaparecer, en el caso de los
parientes directivos ubicados esos niveles.
Debe destacarse que
esta prohibición de ingreso comprende incluso la
prestación de servicios a honorarios.
Fundamental herramienta para efectos de control serán: la declaración jurada
que contempla la ley, exigible tanto en los nombramientos como en los
convenios a honorarios, y el cotejo en la correspondiente base de datos del
personal.
Las contralorías internas juegan un importante papel en esta
materia, al momento de controlar la legalidad de los actos formales
pertinentes.
8.-
Emplear el millaje u otros beneficios que otorguen líneas aéreas
por vuelos nacionales o internacionales. 15
Esta conducta, de reciente creación legal, suele ocurrir en aquellos casos en
que algunas de nuestras Instituciones conserven aún el antiguo sistema de
entregar una suma global a título de ayuda económica al personal que – en
cumplimiento de comisiones o cometidos funcionarios - debe desplazarse
dentro o fuera del país por vía aérea, y cada uno de ellos adquiere
individualmente el correspondiente pasaje aéreo, registrando el millaje a su
nombre.
No ocurre lo mismo en esas Universidades que han licitado las compras de
pasaje con Agencias de Turismo, y tienen por tanto un solo proveedor y han
suscrito convenios al efecto con las líneas aéreas para que el millaje respectivo
les sea registrado como institución. En estos casos el interesado recibe
14
Caso contemplado en la letra b) del artículo 56 de la Ley 18.575.
18
solamente una orden de compra de pasaje a la Agencia de Turismo respectiva,
impidiéndose de esa forma el registro personal del millaje.
De acuerdo con la ley, corresponde a las Contralorías Internas velar por el
cumplimiento de este principio, a cuyo efecto deben propender a recomendar
las citadas licitaciones y suscripción de los correspondientes convenios, a la
vez que impulsar procedimientos
expeditos y confiables de adquisición de
pasajes aéreos.
9.-
Contravenir deberes de eficiencia, eficacia y legalidad que rigen
desempeño de cargos públicos. 16
Determinado ya en el punto 4.- precedente la necesidad de dar amplia
publicidad al sentido y alcance del principio de juridicidad, corresponde
destacar los deberes de eficiencia y eficacia en el desempeño del cargo; esto
es, si se alcanzan las metas propuestas en tiempo oportuno y con economía de
recursos, sean éstos económicos, humanos o materiales.
Eficiencia y eficacia constituyen dos de los más importantes
aspectos a
considerar en la gestión universitaria, financiada parcialmente con recursos
públicos, que exigen optimización en su empleo. Hoy, la ley ha dotado a las
contralorías internas de las atribuciones necesarias para controlar ambos
aspectos y así se constata de la sola lectura del artículo 64 N° 8 de la Ley
15.075, que los determina como conductas atentatorias contra el principio de
probidad administrativa, en relación con el artículo 63 del mismo cuerpo legal
que encomienda a esas reparticiones de control interno la obligación de velar
por la observancia de las correspondientes normas, sin perjuicio de las
atribuciones de la Contraloría General de la República. De esta forma, para
determinar si ha existido una conducta que haya contravenido este principio
de eficiencia y eficacia, será necesario previamente que el organismo contralor
interno efectúe – para cumplir el mandato legal - una auditoría conducente al
15
Establecida como especial caus de contravención al principio de probidad administrtaiva al en el inciso
final del N° 5 del artículo 64 de la Ley 18.575.
19
efecto, que concluya con un resultado de ineficiencia y /o ineficacia.
De
esta forma, una ley orgánica constitucional ha dotado a las Contralorías
Internas de una atribución que hasta antes de su vigencia, carecían: emitir un
juicio de valor respecto de la gestión..
10.- Desarrollo de actividades particulares dentro de la jornada de
trabajo universitaria. 17
Este hecho tiene estrecha vinculación con
el tratado en el punto 3.-
precedente, pero se diferencia de aquél en que en este caso no se emplean ni
aplican bienes universitarios a actividades particulares. Se trata – al igual que
el caso anterior – fundamentalmente de actividades docentes realizadas fuera
de los recintos universitarios con superposición horaria con la jornada
contratada en la institución, en que no existe restitución del tiempo empleado,
con pérdida efectiva del mismo para la Corporación. .
Lo anterior no excluye – por cierto – que este tipo de infracciones también se
produzca en el área administrativa, especialmente entre aquél personal que
tiene un título profesional habilitante para alguna profesión liberal..
También en este caso cobra especial relevancia el control jerárquico. Será
entonces la correspondiente jefatura la que deberá velar para que la infracción
no se produzca, en atención a que el artículo 58 letra a) del Estatuto
Administrativo se la impone como obligación especial
11.- Declaración de intereses 18
Esta declaración, de reciente puesta en aplicación, presenta el inconveniente
que debe actualizarse cada vez que ocurra un hecho relevante que la
modifique, y en todo caso, cada cuatro años.
16
Ver el N° 8 del artículo 64.- de la ley 18.575., y 6° y 7°de la Constitución Política, y 2° de la ley 18.575.
Contemplada como contravención al citado principio en el N° 4 del artículo 64 de la ley 18.575.
18
Regulada en los artículos 57 (59) al 60 (62) de la Ley 18.575 y reglamentada en al D.S. 99 del Ministerio
Secretaría General de la Presidencia, del 2000.
17
20
A su vez, el empleo de un concepto jurídico indeterminado como es “ hecho
relevante “ que el reglamento trató de aclarar en su artículo 12, pero que igual
presenta complicaciones al momento de su aplicación, pues su interpretación
ha sido entregada al juicio personal del propio afectado.
Y ahora debemos preguntarnos ¿cómo puede combatirse la corrupción
administrativa ?. La respuesta es que deben elaborarse estrategias.
Un esquema de las estrategias empleadas es el siguiente:
-Estrategias globales
-Estrategias legales
-Estrategias de control
-Estrategias administrativas
Nos referiremos sólo a las dos
últimas, fundada en el hecho de que la
corrupción administrativa es un fenómeno administrativo y que la ciencia de
la Administración ha desarrollado instrumentos y técnicas de control capaces
de enfrentarla
En el ámbito de la estrategia administrativa, preciso es considerar la Ética
pública, en lo que se refiere esencialmente a la actuación de los funcionarios
públicos, pues la causa fundamental de la corrupción administrativa es la
debilidad o ausencia de los valores éticos en la cultura organizacional. Esta
ética es muy precisa y tiene dos aspectos centrales, uno, al cumplimiento de
los fines del servicio, y otro, a la moral de trabajo con que está directamente
relacionada.
Para tener éxito en esta lucha, debe combatirse cualquier nivel de corrupción,
rechazando la estimación en cuanto a que los controles deben "ser rentables
(es decir, el costo de su aplicación no debe exceder el beneficio resultante)".
21
Este enfoque, de corte relativista o permisivo,
en vez de eliminar la
corrupción no hace otra cosa que limitar la corrupción.
Otra herramienta de lucha dentro de este ámbito es el de la prevención. La
lucha en contra de la corrupción debe ser muy clara, de manera que a nadie le
queden dudas respecto de la decisión de perseguir la corrupción y los
corruptos (la llamada tolerancia cero), pero el elemento esencial es el cambio
de mentalidades y el de la cultura organizacional, para lo cual el instrumento
fundamental es la capacitación de los funcionarios públicos en Ética pública.
Pero surge de inmediato otra pregunta: : ¿Quién capacita? Y la repuesta no
puede ser otra que encomendarle esta tarea a las Universidades que tienen
Escuelas de Administración Pública, para garantizar una excelencia académica
y una orientación pragmática y no meramente burocrática.
Sin embargo, la existencia de valores éticos en la Administración son
totalmente inútiles si no existen estrategias de Control, pues si se desarrollan
buenos sistemas de control, la corrupción no podrá existir. Pero este control –
para ser efectivo – no puede ser sólo formal sino que también debe poner en
los resultados y la finalidad ; o sea, de gestión.
Se trata de controlar para funcionar mejor, de privilegiar el respeto de los
principios esenciales de la Ética pública: que el servicio público cumpla sus
fines y que se privilegie lo social por sobre lo individual, y no de concebirlo
como una persecución a los funcionarios por el incumplimiento de detalles sin
trascendencia, formales o rituales. Con este propósito deben emplearse las
técnicas de control de gestión, que pone énfasis en los resultados y en la
resolución de los problemas más que en el control de legalidad del gasto,
dejando en claro que no significa propiciar la violación de las normas sino su
interpretación finalista.
Y este control requiere de un sistema de información eficiente y, además, la
descripción de los cargos de
todo nivel, pues de su análisis se pueden
descubrir los riesgos de corrupción que implica el aquél.
22
Llegamos – casi al terminar - al sujeto más importante y director en la lucha
contra la corrupción administrativa, nos referimos al
jefe inmediato del
funcionario público, aquél que por mandato del artículo 58º del Estatuto
Administratativo tiene entre sus obligaciones principales el ejercer el control
sobre el organismo y los funcionarios, control que se extiende a la eficiencia,
eficacia y legalidad, y que no sólo debe mandar, repartir y controlar el
trabajo, sino que, además, debe tener competencia técnica y valor ético para
enseñar, corregir, orientar y sancionar cuando corresponda.
Finalmente, la ley, en su artículo 61° (63°) encomendó a las reparticiones de
control interno, la obligación de velar por la observancia de todas las normas
contenidas en el Título III, en que se trata la probidad administrativa
Recordemos sí que el
tema de la probidad administrativa se encuentra
directamente vinculado con las llamadas prohibiciones e incompatibilidades,
vigentes también en nuestras Universidades – como se ha expresado - en la
Ley N° 18.834, y ahora también en el nuevo Título III de la Ley N° 18.575,
en especial en su artículo 62° (64°).
3.-Jurisprudencia administrativa
NUM-DICT = 039497
FECHA
= 20001016
La prohibición de ingreso contemplada en art/56 lt/b de ley 18575 por
motivos de parentesco, resulta aplicable al personal contratado sobre la base
de honorarios. Ello, porque la circunstancia que a las personas contratadas a
honorarios no les sean aplicables determinadas normas de ese estatuto, no
significa que no les afecten las normas relativas al cumplimiento de los
principios jurídicos de
bien común que sustentan el régimen estatutario de
derecho público, mas aun si pertenecen a otros textos normativos. Es así
23
como, disposiciones que consagran y resguardan el principio de probidad
administrativa contenidas en ley 18575, desarrollado en forma pormenorizada,
son aplicables a los funcionarios de planta y a
contrata, sino también a las
personas contratadas a honorarios, atendido el carácter de servidores estatales
de estas ultimas, ya que prestan servicio al estado en virtud de un contrato
suscrito con un organismo público. La norma de inhabilidad en análisis tiene
por objeto impedir que se desempeñen en la administración del estado
aquellas personas que en razón de los vínculos que indica, se puedan ver
afectadas por un conflicto de intereses en el ejercicio de un determinado
empleo, situación que se producirá con independencia de la relación jurídica
que las una con el respectivo organismo. Si bien el precepto en análisis se
refiere a "cargos" y no a funciones, que son mas propiamente las que cumplen
los contratos a honorarios, según se desprende del análisis armónico de las
disposiciones de ley 19653, la intención del legislador, elemento fundamental
de la hermenéutica legal, ha sido evitar el ejercicio, en general de funciones de
carácter publico por parte de quienes se encuentren en
alguna de las
situaciones a las que se refiere dicha norma, las cuales si alcanzan al referido
personal. en este sentido, es del
caso destacar que el art/66 de ley 18575,
incorporado por ley 19653, al regular las consecuencias de las inhabilidades
sobrevinientes, indica expresamente que el subalterno afectado deberá
presentar su
renuncia a "su cargo o función", comprendiendo ambos
conceptos. un criterio contrario conduciría a posibilitar que una persona que
se encuentra impedida para servir un cargo de planta o a contrata en un
determinado municipio, ingrese al mismo por la vía de aquel tipo de
contratación, lo que frustraría el objetivo perseguido por el
legislador.
NUM-DICT = 040173
FECHA
= 20001020
Las prohibiciones de ingreso contempladas en art/56 de ley 18575,
resultan aplicables a las personas contratadas a honorarios, no obstante que el
cargo directivo con el cual existe incompatibilidad sea desempeñado como
subrogante, por cuanto quien subroga asume en plenitud, con sus derechos,
24
deberes, inhabilidades e incompatibilidades, salvo texto legal expreso en
contrario
NUM-DICT = 016641
FECHA
= 20010504
Conforme art/ 64º (66º) en relación con art/ 54º letra c) (56) de ley
18575, si un funcionario es condenado por crimen o simple delito,
produciéndose una causal de inhabilidad sobreviniente, debe declararlo a su
superior jerárquico dentro de los diez días siguientes a la configuración de la
causal, presentando la renuncia a su cargo o función, exigencia cuyo
incumplimiento será sancionado con destitución.
E art/29 de ley 18216,
dispone que el otorgamiento por sentencia ejecutoriada de los beneficios que
prevé (remisión condicional de la pena, reclusión nocturna y libertad vigilada)
a reos no condenados anteriormente por crimen o simple delito, omitirá, en los
certificados de antecedentes, de las anotaciones originadas por el auto de
procesamiento y la condena, mientras que el cumplimiento de las medidas
alternativas, por los mismos reos, será
suficiente para eliminar
definitivamente, para todos los efectos legales y administrativos, los
antecedentes
prontuariales.
Enseguida,
la
omisión
de
antecedentes
prontuariales del citado art/29, produce efectos que se extienden a cualquier
exigencia legal y administrativa que afecte al beneficiado con ella, relativo al
hecho de haber delinquido. a su vez, conforme art/11 del Dto 64/6 justicia que
dispone que si el certificado de antecedentes (documento publico que acredita
si una persona registra anotaciones judiciales en su prontuario), es emitido con
exclusión de aquellas anotaciones,
en virtud de disposición legal que lo
ordene, debe entenderse que su efecto es que el beneficiado con la omisión o
eliminación deba considerarse como si no hubiese sufrido condena alguna,
para todo efecto legal o administrativo.
Con todo, la eliminación de antecedentes referida en art/29, rige desde
que quede ejecutoriada la sentencia que otorga alguno de los beneficios
alternativos de cumplimiento de condena y no una vez que el condenado
25
cumpla a satisfacción con la medida de reemplazo, no obstante, si el tribunal
revoca la medida alternativa del cumplimiento de condena, también termina la
franquicia estudiada.
por sentencia
Así, si un funcionario acredita haber sido favorecido
ejecutoriada con alguno de los beneficios alternativos de
cumplimiento de condena previstos y con el de omisión de antecedentes
prontuariales, dicho servidor pierde la calidad de condenado para todos los
efectos legales y administrativos.
NUM-DICT = 018196
FECHA
= 20000519
Ley 18.575 art/58, incorporado por ley 19.653, no impide que a un
funcionario se le contrate, conforme ley 18.834 art/10, a honorarios en el
mismo servicio al que pertenece, para que efectué tareas
jornada laboral.
después de su
Ello, porque efectivamente el citado art/58, junto con
reconocer el derecho de los empleados públicos a ejercer libremente cualquier
profesión, industria, comercio u oficio en los términos que allí se indica,
establece que son incompatibles
con la función publica las actividades
particulares de las autoridades o personal que se refieran a materias especificas
o casos concretos que deban analizar, informar o resolver los mismos o el
organismo o servicio a que pertenezcan. no obstante, esta ultima parte de la
señalada norma no resulta aplicable a los empleados que se encuentran en la
situación en examen, vale decir, que en virtud de contratos a honorarios
desarrollan labores para el mismo organismo en que cumplen sus tareas. esto,
por cuanto el precepto de que se trata se refiere a "las actividades particulares
de las autoridades o funcionarios", carácter que, obviamente, no poseen las
labores que, en virtud de esa clase de convenios, se prestan a una entidad del
estado. Lo anterior, pues las personas que las llevan a cabo revisten la calidad
de servidores estatales.
NUM-DICT = 021809
FECHA
= 20000615
26
Imparte instrucciones a los funcionarios de la administración del estado
respecto del millaje u otro beneficio similar otorgado por las líneas aéreas, por
vuelos nacionales o internacionales, a quienes
viajen en calidad de
autoridades o funcionarios, pues conforme art/64
num/5 de ley 18575,
agregado por ley 19653, contraviene especialmente el principio de probidad
administrativa, el solicitar, hacerse prometer o aceptar, en razón del cargo o
función,
donativos,
ventajas
o
privilegios
de
cualquier
naturaleza, sean para sí o terceros. Asimismo, el inc/3 de aquella disposición
señala que el millaje u otro beneficio similar que otorguen las líneas aéreas
por vuelos nacionales o internacionales a los que viajen como autoridades o
funcionarios, y que sean financiados con recursos públicos, no podrán ser
utilizados en actividades o viajes particulares, de modo que aquel beneficio
solo podrá usarse por el funcionario o autoridad cuyo viaje origino aquel, o
por otro servidor del mismo organismo en que este se desempeñe y solo para
el cumplimiento de actividades del servicio. Dicha prohibición rige desde el
14/12/99, fecha de vigencia de ley 19653, por lo que los empleados que a esa
data tenían millaje acumulado, por viajes realizados por razones de servicio o
financiados con recursos públicos, no pueden hacer uso del mismo a contar de
esa fecha, salvo que ello se realice con fines institucionales.
Así, las
instituciones de la administración, antes de adquirir un pasaje para que una
autoridad o funcionario viaje en cumplimiento de labores del cargo, deberán
acordar con la línea aérea, las medidas para que el millaje u otro beneficio que
otorgue el vuelo, se utilice según lo señalado.
NUM-DICT = 014540
FECHA
= 20000426
Si bien la ley entregó al jefe del servicio citado amplias facultades para
administrar y
disponer de los bienes del patrimonio institucional y no
establece procedimientos especiales para enajenar inmuebles de su propiedad,
conforme art/8 bis de ley 18575, la regla general es que los contratos
administrativos se celebren previa propuesta publica, según la ley, o por
27
licitación privada, previa resolución fundada que así lo disponga, salvo que
por la naturaleza de la negociación corresponda tratar directamente.
NUM-DICT = 034434
FECHA
= 20000908
Universidad de Chile puede contratar directamente con empresa que
indica, la adquisición de equipos médicos que requiere urgentemente para su
hospital clínico, luego que a otra sociedad, adjudicataria de la respectiva
licitación, no le fuera posible cumplir con su propuesta económica al no
obtener el correspondiente financiamiento.
Ello, porque efectivamente ley
18575 art/8 bis, aplicable a dicha casa de estudios en su carácter de organismo
integrante de la administración descentralizada, establece como primera regla
que los contratos administrativos deben celebrarse previa propuesta publica.
no obstante, también contempla la posibilidad de recurrir al trato directo
atendida la naturaleza de la negociación, esto es, cuando las especiales
circunstancias de la operación lo ameriten, lo cual ocurre en la situación en
examen. Esto, considerando la imperiosa necesidad de contar a la brevedad
con los bienes de que se trata, lo que justifica la compra a través de un
procedimiento rápido y expedito, evitando dilaciones contraproducentes, al
margen del hecho de que se efectuó el proceso de licitación para la adquisición
del equipamiento, la que en
definitiva no se materializo por motivos no
imputables a la aludida institución de educación. además,
el sistema de
contratación directa permitirá dar pleno cumplimiento a los principios de
eficiencia y eficacia contenidos en ley 18575 art/3, art/5 y art/8, en la medida
que, de este modo, se logra una mayor optimización en la utilización de los
recursos públicos. en todo caso, la universidad tiene que dejar sin efecto la
adjudicación efectuada.
NUM-DICT
FECHA
= 046532
= 20001204
28
La expresión contrato administrativo debe entenderse en un alcance
amplio, en el sentido que abarca los diversos tipos de contratos que celebren
los entes de la administración, tanto en el ámbito de sus potestades
exorbitantes como en el de su actuación en un plano de igualdad con los
particulares. Así, dicho criterio es aplicable al inc/1 art/8 bis de la ley 18.575
que usa esa expresión, dado que ese precepto tiene por fin resguardar la
probidad administrativa por la via de asegurar en esta materia la transparencia
que debe presidir los procesos de contratación que realicen los organismos de
la administración del estado. Lo anterior guarda plena relación con la historia
fidedigna del establecimiento de la norma, particularmente con lo señalado en
el informe de la comisión de constitución, legislación y justicia, respecto de
dicha expresión, en orden a que “Debe ser entendida en sentido amplio de
manera de considerar todos los contratos de la administración del estado”. El
trato directo constituye, según de desprende del precepto que se estudia, una
excepción frente al sistema de propuesta por lo que es necesario que su
justificación conste en un acto administrativo, siendo indiferente en todo caso,
que este se dicte en forma previa a la justificación o que conste en el mismo
acto administrativo que apruebe el contrato. No puede entenderse que la sola
invitación a presentar ofertas o cotizaciones quede comprendida dentro del
concepto de licitación privada, pues esta última se caracteriza por constituir un
concurso previamente regulado en un cuerpo normativo que constituye lo que
se denomina bases administrativas, característica que no concurre tratándose
de las cotizaciones citadas.
U. de Tarapacá
Arica,junio,2002
*************
29
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