RESOLUCION Nº 95/02 En Buenos Aires, a los 8 días del mes de

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RESOLUCION Nº 95/02
En Buenos Aires, a los 8 días del mes de mayo del año
dos mil dos, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de
la
Magistratura
del
Poder
Judicial
de
la
Nación,
con
la
Presidencia del Dr. Juan C. Gemignani, los señores consejeros
presentes
VISTO:
El expediente 290/01, caratulado “Casas de Elía,
Mario Nicanor c/ titular del Juzgado Comercial Nº 25 - Dra. Rey,
Silvia Irene”, del que
RESULTA:
I. El Dr. Mario Nicanor Casas de Elía denuncia a la
Dra. Silvia Irene Rey, titular del Juzgado Nacional de Primera
Instancia en lo Comercial Nº 25, por “incumplimiento de sus
deberes como (j)uez” en el trámite del expediente caratulado
“Mandata S.A. s/ pedido de quiebra por Casas de Elía, Mario”
(fs. 65/71).
El
interesado
afirma
que
la
actuación
de
la
magistrada denota “obvia parcialidad hacia la contraparte,
ignorando
y
después
ocultando
deliberadamente
las
pruebas
básicas que ofreci[ó] para refutar terminantemente la falsa
situación planteada por la contraria, y por fin demorando
adrede la exhibición de lo ocultado” (fs. 65). También le
imputa “haber fallado con evidente parcialidad hacia Mandata
S.A., al cortar abruptamente y sin razón valedera el trámite de
un incidente al que ella misma había dado curso, conforme a la
segunda parte del art. 281 de la LC, ordenando un segundo
traslado a la iniciadora del incidente, dándole la oportunidad
de presentar una dúplica” (fs. 68 vta.).
II. Reseña el denunciante que era titular de dos
acciones de la presunta fallida -que le daban derecho al uso de
los servicios de hotel en una “instalación turística de tiempo
compartido”
que
la
firma
decía
poseer-
y
que,
ante
el
incumplimiento de las obligaciones de la sociedad, en noviembre
de 1988 solicitó su quiebra. Agrega que, en septiembre de 1999
recibió “cartas de una Comisión Provisoria de Propietarios y de
RCI, empresa de intercambios mundiales de tiempos compartidos,
informándole que las oficinas de la firma habían cerrado,
desaparecido
aparecía
sus
directivos”
clausurado
desde
y
que
el
principios
complejo
de
mayo
de
turístico
ese
año.
Sostiene que esas noticias ratificaron lo expuesto por él
cuando solicitó la quiebra, sumándose la imposibilidad de
obtener los servicios a los que tenía derecho, todo lo cual, a
su criterio, revelaba que la empresa Mandata S.A. se hallaba en
cesación
de
pagos.
Indica
que
el
pedido
de
quiebra
fue
rechazado por la jueza denunciada con fundamento en que, por
tratarse
de
un
contrato
bilateral,
la
comprobación
del
cumplimiento de las prestaciones a cargo de las partes excedía
el marco de lo dispuesto en el artículo 83 de la ley de
concursos
y
insuficiente
acreedor
segunda
que
como
del
la
instrumental
acreditación
peticionante.
acompañada
sumaria
Advierte
de
que,
se
la
sin
revelaba
calidad
de
embargo,
en
instancia el pronunciamiento fue revocado, ordenándose
la continuación del trámite.
Añade que luego de varios intentos de notificación,
a principios del año 2001 se presentó espontáneamente en el
expediente
el
Sr.
Alberto
Baamonde
-en
representación
de
Mandata S.A.- contestando su pretensión y negando el cierre y
clausura
del
establecimiento.
Expresa
que
si
bien
el
Sr.
Baamonde le reconoció la calidad de accionista, adujo que era
moroso
en
la
integración
de
las
cuotas
de
mantenimiento,
circunstancia que le negaba el derecho de uso que exigía y en
el cual fundaba el pedido de quiebra. Relata que se le dio
traslado de esa presentación y que la contestó enumerando las
falsedades
-a
su
criterio-
del
escrito
de
defensa
de
la
sociedad, en especial aquella referida a la supuesta situación
de mora en la integración de los aportes. Al respecto, explica
que alegó que los comprobantes de los pagos que se le negaban
se
encontraban
magistrada
agregados
cuestionada
en
dio
otro
nuevo
expediente.
traslado
de
Dice
este
que
la
último
escrito al representante de Mandata S.A., permitiéndole -en su
opinión- una “dúplica”. Refiere que en respuesta a esa nueva
presentación de la presunta fallida, la jueza -no aceptando la
apertura a prueba con fundamento en lo dispuesto en el artículo
84 de la ley 24.522- rechazó el pedido de quiebra, con costas
(fs. 66 vta.).
III.
El
Dr.
Casas
de
Elía
acompañó
con
su
presentación
las
siguientes
copias
simples:
escritos
de
petición de quiebra; carta de “RCI”; cartas documento remitidas
por
el
denunciante
a
“Hostal
del
Sol”
-mediante
las
que
solicita la reserva de uso de las instalaciones-; orden de
allanamiento -del 28 de junio del año 2000- del inmueble de la
calle
Florida
documentación
878,
P.B.,
referida
a
Dpto.
3,
“Hostal
y
del
secuestro
Sol”;
acta
de
de
la
ese
procedimiento; escrito acompañando documentación en la causa
“Bramanti, Carlos Remo y otros s/ estafa”; escritura pública de
constatación
inmueble
de
la
existencia
correspondiente
testifical
del
Sr.
a
José
y
estado
“Hostal
Ignacio
del
Alba
de
ocupación
Sol”;
en
la
del
declaración
causa
penal
referida; escrito del Sr. Baamonde contestando el traslado;
escritos
de
apelación,
mediante
la
cual
el
nulidad
interesado
y
apelación;
acompañó
presentación
boletas
de
pago;
escrito del Sr. Baamonde solicitando el rechazo de la quiebra;
contestación del traslado y del memorial, y resolución de
rechazo del pedido de quiebra, dictado por la Dra. Rey, el 7 de
marzo del año 2001.
IV. En función de las medidas preliminares previstas
en el artículo 7 del Reglamento de la Comisión de Acusación se
examinó la causa caratulada “Mandata S.A. s/ pedido de quiebra”
(expediente 35.293/99), de la que surge que el Dr. Casas de
Elía
solicitó
efectivamente
la
quiebra
de
Mandata
S.A.,
ampliando con posterioridad su escrito inicial. La magistrada
actuante resolvió tenerlo por parte, ordenando la agregación de
la documentación respaldatoria del pedido.
El 28 de octubre de 1999 la Dra. Rey decretó que,
observada la documental acompañada por el solicitante, no cabía
sino el rechazo in límine de la pretensión de falencia (fs.
30). Fundamentó su resolución en que “la petición se basa[ba]
en un contrato bilateral”, lo que implicaba que la comprobación
del cumplimiento de las prestaciones a cargo de las partes
excedería el marco de la vía utilizada por el Dr. Casas de
Elía, por aplicación del artículo 83 de la ley 24.522. Añadió
que
la
prueba
acompañada
resultaba
insuficiente
para
la
comprobación de la calidad de acreedor requerida en el referido
ordenamiento.
El Dr. Casas de Elía interpuso recurso de reposición
contra la resolución indicada -el cual fue denegado- y de
apelación en subsidio. Este último fue concedido interviniendo
la
Sala
“D”
de
la
Cámara
Nacional
de
Apelaciones
en
lo
Comercial que interpretó que, en el caso, no cabía el rechazo
liminar de la petición de quiebra por lo que revocó la decisión
de la jueza y ordenó proveer las diligencias ulteriores (fs.
57/58).
La magistrada, mediante el libramiento de
oficio a
la Inspección General de Justicia para que remitiera copia
certificada de los estatutos sociales de Mandata S.A., de la
integración del directorio, de documentación que comprobara
la
apertura de la cuenta que certifica la inscripción de las
acciones
escriturales
y
del
reglamento
interno
de
uso
de
“Hostal del Sol”, procuró que se comprobara el carácter de
comerciante de la presunta fallida. Verificado ese extremo
ordenó la citación de la deudora.
El 7 de marzo del año 2001 la Dra. Rey, previa
presentación del representante de la presunta fallida, resolvió
el rechazo del pedido de quiebra debido a que la condición de
acreedor del requirente así como los hechos reveladores de la
cesación de pagos alegada seguían siendo materia que debían
probarse y que la apertura a prueba “importaría admitir la
existencia de un juicio de antequiebra, expresamente prohibido
por la ley”. Opinó que tanto la documentación de la relación
contractual bilateral aportada por el Dr. Casas de Elía como
por la presunta fallida deberían, en todo caso, “ser materia de
dilucidación por la vía adecuada, exorbitando el marco rígido
de conocimiento que impone el art. 84 ‘in fine’ de la ley
[concursal]” (fs. 258).
Contra esa resolución el actor interpuso recurso de
apelación. La Sala “D” confirmó lo decidido por el a quo (fs.
332/335),
señalando
que
“no
se
aprecia[ba]
acreditada
la
calidad de acreedor del peticionario, y menos [era] perceptible
la liquidez y la exigibilidad del crédito invocado(...), el
cual apare[cía] desprovisto de la claridad necesaria para
sustentar la solicitud de falencia” (fs. 334).
Posteriormente,
el
Dr.
Casas
de
Elía
interpuso
recurso de nulidad de lo actuado en la causa desde fs. 217,
inclusive de la sentencia de cámara, y extraordinario contra
esta última (fs. 345/354). El 5 de febrero del año en curso se
ordenó la elevación de los autos al superior. El 14 del mismo
mes la alzada los devolvió a primera instancia para que se
resolviera
respecto
de
los
puntos
del
recurso
de
nulidad
incoado. El 19 de febrero la magistrada resolvió rechazar in
límine el recurso de nulidad, estableciendo que las cuestiones
con
relación
a
“(l)as
que
se
centra[ba]
la
nulidad
resulta[ban](...) extemporáneas y han sido consentidas(...) por
el peticionante”.
CONSIDERANDO:
1º) Que el Dr. Casas de Elía denunció a la Dra. Rey,
titular
del
Juzgado
Nacional
de
Primera
Instancia
en
lo
Comercial Nº 25, por incumplimiento de sus deberes como juez al
denegar
el
pedido
de
quiebra
contra
Mandata
S.A.,
en
su
opinión, denotando parcialidad.
2º) Que de la compulsa del expediente judicial se
observa que el Dr. Casas de Elía tuvo la oportunidad, durante
meses,
de
acompañar
y
agregar
toda
la
documentación
que
acreditara los requisitos que se exigen en la ley de concursos
para dar trámite al procedimiento del pedido de quiebra. Sólo
con posterioridad a la incorporación de los elementos arrimados
por el peticionante y a las respuestas de la Inspección General
de Justicia, se ordenó la citación del deudor para que ofrezca
sus explicaciones bajo apercibimiento de serle decretada la
quiebra. La presunta fallida, sin perjuicio de las frustradas
notificaciones previas, se presentó en el expediente ejerciendo
su derecho e invocando lo que a su entender correspondía.
Cumplidos los traslados del caso, aún en exceso -según el
peticionante-
correspondía
establecer
si
se
encontraban
reunidos los extremos necesarios para que se decrete la quiebra
de una persona jurídica. La jueza denunciada, sin negar el
derecho del actor y tampoco entrar en el fondo de la cuestión,
consideró
que
no
se
encontraban
acreditados,
por
lo
que
procedió a denegar el pedido. La alzada confirmó en todo el
fallo denegatorio.
3º) Que, más allá de la posibilidad de que pudo haber
mediado error, es criterio uniforme de este Consejo de la
Magistratura que el yerro de los jueces en la valoración de los
hechos o en la aplicación del derecho no constituye por sí solo
causal de mal desempeño que justifique su acusación, ya que en
el
caso
de
existir,
su
subsanación
está
prevista
en
los
recursos procesales.
En el trámite del expediente mencionado se observó
que
el
presentante
tuvo
acceso
y
utilizó
los
remedios
procesales previstos por el legislador para rectificar el curso
del procedimiento ante posibles errores -incluso el interesado
tiene recursos pendientes de resolución-.
4º) Que del examen efectuado se advierte que el
cuestionamiento del denunciante radica en su disconformidad con
lo
resuelto
discrepancia
por
debe
la
magistrada
canalizarse
y,
por
como
medio
es
de
sabido,
los
esa
recursos
procesales correspondientes. Sobre el particular se ha señalado
que
este
Consejo
no
puede
constituirse
en
una
nueva
e
inadmisible instancia a la que puedan acudir los justiciables
cuando las resoluciones de los tribunales sean contrarias a sus
intereses.
5º) Que constituye doctrina pacífica que los jueces
no deben ser sometidos a juicio político o procesos de remoción
por el contenido de sus sentencias, sin que se verifiquen, en
este caso, las excepciones que pueda aceptar el principio.
En
igual sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha
sostenido que el mayor o menor acierto de un magistrado en el
dictado de una resolución constituye siempre una cuestión
opinable y susceptible de remedio en la alzada, y no puede
servir de base al pedido de enjuiciamiento político (conf.
Fallos: 302:102; 303:1684, entre otros).
6º) Que, en consecuencia, al no surgir irregularidad
en la actuación de la magistrada que se pueda encuadrar en
alguna de las causales de remoción previstas en el artículo 53
de la Constitución Nacional, corresponde -con acuerdo a lo
propuesto
por
la
Comisión
de
Acusación
(dictamen
19/02)-
desestimar la presente denuncia.
Por ello,
SE RESUELVE:
1º)
Desestimar
el
pedido
de
apertura
del
procedimiento de remoción de la Dra. Silvia Irene Rey, titular
del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº
25.
2º)
Notificar
al
denunciante
denunciada, y archivar las actuaciones.
y
a
la
magistrada
Regístrese.
Firmado por ante mí, que doy fe.
Fdo.: Jorge O. Casanovas - María Lelia Chaya - Angel F. Garrote
- Juan C. Gemignani - Juan M. Gersenobitz - Ricardo Gómez Diez
- Margarita A. Gudiño de Argüelles - Claudio M. Kiper - Diego
J. May Zubiría - Eduardo D.E. Orio - Humberto Quiroga Lavié Marcelo Stubrin - Horacio D. Usandizaga - Pablo G. Hirschmann
(Secretario General)
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