PASEO A LA LUNA… Decidió subir y dar un paseo por la luna. No

PASEO A LA LUNA…
Decidió subir y dar un paseo por la luna. No se imaginaba encontrar tanto resplandor y belleza, la
atmosfera húmeda y un poco fría contrastaba de manera magnifica con los colores cálidos, era un
tanto inexplicable este paisaje, pero en realidad ya era suficientemente extraño estar en la luna,
así que prefirió no tratar de encontrar una respuesta lógica.
Estando allí camino por lo que se podrían denominar calles, aunque estas nada tenían que ver
con los recónditos espacios que ella recorría en su planeta, el suelo parecía un montón de
algodón, cada pisada daba la sensación de entrar al vacio y poder salir por un hoyo que la llevara a
otra dimensión. Sin embargo, esto era solo una sensación porque podía caminar largamente sin
encontrar resbalón alguno, cada paso que daba tenía una tonalidad diferente la mezcla entre los
rosas y lilas del aire, con los amarillos y verdes de la superficie, la hacían sentirse extasiada, casi
en una dimensión surrealista.
Cada respiración le permitía sentir un órgano de su cuerpo, sentir cada una de las vibraciones y la
energía de forma equilibrada y sincronizada con el espacio donde se encontraba, estando allí
reconociéndose y reconectándose, sintió unos pasos o un leve sonido cerca de ella, al buscar en
diferentes direcciones diviso a el cordero del principito. Al viejo amigo dador de sabios consejos, lo
saludo con gran alegría, el plácidamente le hablo como si se conocieran de vieja data, de tiempos
pasados. Hablaron un largo rato, hablaron sobre el indescifrable destino del Principito,
cuestionaron cuál sería su estación en estos momentos, ninguno pudo hallar respuesta específica
al respecto, lo que si dedujeron en mutuo acuerdo, es que debía encontrarse en algún lugar,
dando un poco de su mágico encanto, ayudando a los que han perdido las alas para volar.
Después de un rato él se despidió, dijo que iba a visitar al farolero, este que siempre vive
trabajando y no tiene tiempo para retirarse de su planeta, ella se alejo con un poco de nostalgia, al
tener casi la certeza de que ese encuentro no se volvería a dar. Por un instante pensó en el
tiempo, en el que ella se rige en su planeta y era claro que no tenía la más mínima idea de cuánto
podría llevar en su paseo, pero también era claro que no tenía el más mínimo afán de retornar.
Así que decidió entrar por un pasadizo similar a los laberintos que se recorren en la mente, lleno
de una espesa neblina con infinitos colores. El aire la saludo, le explico que la sensación que ella
sentía con sus órganos hace un rato era producto de la energía vital que él le estaba regalando, le
conto también que esa era una función que tenían todos los elementales sobre los seres humanos,
brindar la energía vital; para que las células y los órganos no se deterioraran con tanta rapidez., le
permitió ver como si fuera un escáner a través de su propio cuerpo, como cada color que ella veía
era energía en plena vibración en cada uno de sus órganos, veía como todo estaba lleno de vida y
amor, cómo los colores resplandecía en su interior.
Sin darse cuenta el aire se disperso, quitando esa espesa neblina y revelando en el horizonte una
cantidad indescifrable de letras volando por el especio, cada pensamiento que ella tenía salía a
través de sus labios traducido en letras, todas las letras vibraban y poseían un poder increíble, así
que estando en este espectáculo se acerco su más reciente amigo, el silencio, y le hizo entender
que no se debe jugar con las palabras, su amigo se apodero de ella y el silencio fue infinito e
indescifrable, jugó un rato con las palabras, se encontraba abstraída con cada una de las letras que
salían de sí.