FORO POR UN DERECHO SOCIAL MUNDIAL Buenos Aires - 8 y 9 de Setiembre de 2003. Breve síntesis de la actividad desarrollada en el Taller “Historia de la Exclusión” Coordinación: Lic. Julia Virginia Rofé y Lic. Sandra M. Buccafusca En el marco del Foro Por un Derecho Social Mundial se desarrolló el Taller “Historia de la Exclusión” con la participación de numerosos estudiantes y graduados, principalmente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. En concordancia con la lógica que promueve el Foro, este Taller dio cuenta de las diversas perspectivas socio-históricas respecto de la problemática de la exclusión. En este sentido, desde la Coordinación del Taller a cargo de la Lic. Julia V. Rofé, Titular de la Cátedra Historia Social Contemporánea de la Carrera de Relaciones del Trabajo e investigadora de la UBA y la Lic. Sandra Buccafusca, docente de la misma cátedra e investigadora, se invitó a participar a representantes académicos de diversas procedencias universitarias, lo cual favoreció la multiplicidad analítica y promocionó el debate académico entre los expositores: Lic. Graciela Carlevarino, socióloga, docente de la Facultad de Ciencias Económicas; Profesora Diana Pipkin, historiadora, docente de Ciencia Política y Emilio Cafassi, ex Director de la Carrera de Sociología y docente. Luego de las exposiciones se desarrolló un amplio debate con los participantes, entre los que se destacó la presencia del ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Profesor Fortunato Mallimacci, lo cual fortaleció y enriqueció las propuestas teóricas planteadas. A continuación se presenta una breve síntesis de la actividad del Taller que incluye las exposiciones de los participantes y del público en general.1 El primer trabajo fue el presentado por la Prof. Diana Pipkin y refiere a la exclusión social entre fines del siglo XVIII y principios del XIX en Francia e Inglaterra. El aspecto principal del trabajo se remite a responder ¿qué impacto tuvieron las transformaciones productivas y del trabajo entre quienes ocupaban la base de la pirámide social? En este período el campesino expulsado de sus tierras como resultado del proceso de cercamiento británico y devenido vagabundo representa la esencia negativa del asalariado. Dice Pipkin “son hombres libres pero no pueden vender su fuerza de trabajo en el mercado. Si no trabajan no reciben un salario y no pueden atender su subsistencia. La indigencia es fruto ahora de una nueva organización del trabajo, del trabajo liberado”. A partir de este proceso de profundización de la indigencia es que Pipkin plantea tres aspectos para analizar: 1. Los cambios en la concepción del trabajo que deja de ser considerado un deber religioso, moral y económico y pasa a ser concebido como fuente de riqueza social. 2. Los cambios en las políticas de contención del Estado que de caracterizarse por el asistencialismo y la represión se convierte en una política de desprotección. 3. Los cambios en el concepto y los sujetos de la exclusión. Con la industrialización los sujetos de la marginalidad ya no son solo aquellos que no tienen empleo sino que las malas condiciones laborales, caracterizadas por magros salarios, producen segregación de clase y pauperización. No hay garantías, seguridad ni protección. En este punto Pipkin vuelve a preguntarse ¿cuáles fueron las respuestas ante la pauperización? La formación de asociaciones confesionales y la acción de gobiernos locales. Posteriormente, redes de sociabilidad construidas por los trabajadores que van a dar paso a las primeras formas de organización: unión de oficios y de sociedades benéfico-mutuales o de amistad. 1 Los trabajos completos de los expositores así como la desgrabación del Taller pueden solicitarse a la Lic. Sandra Buccafusca ([email protected]). 1 FORO POR UN DERECHO SOCIAL MUNDIAL Buenos Aires - 8 y 9 de Setiembre de 2003. Evidentemente estos nuevos lazos darán lugar a nuevas formas de protesta que se pueden sistematizar bajo dos tipos: a) de trabajo). los conflictos relacionados con el mundo del trabajo (por salarios o por condiciones b) cosechas) los disturbios relacionados con los alimentos (en épocas de escasez o malas La reacción adoptaba diversas estrategias pero -sea cual fuere el accionar- da cuenta de lo que E. P. Thompson denomina “economía moral de los pobres”, que no expresa más que la falta de protección y marginalidad que construye lazos solidarios y formas de organización adaptadas a los nuevos procesos de socialización e integración. El desarrollo del Taller continuó con la presentación de la Lic. Graciela Carlevarino que analizó el concepto de exclusión social para poder pensar las transformaciones de la configuración espacial que provoca. En palabras de la expositora: “todos los procesos de fragmentación, de exclusión, de polarización que estamos viviendo, tienen su correlato en el espacio urbano, transforma a las ciudades, transforma los modelos de ayuntamiento de los distintos sectores sociales y también impacta en el proceso de las identidades sociales. Entonces los conceptos a tratar son: exclusión social, espacio urbano e identidad social.” La categoría exclusión social surge en Francia en la década del ’60 y definía a los excluídos como a aquellos que habían quedado a la vera del camino en el proceso de desarrollo. Eran los anómicos de Durkheim. Aunque de circulación limitada, es a comienzos de los ’90 junto a los efectos que producen la Globalización, la incorporación de tecnología y el crecimiento de la economía mundial que el concepto de exclusión social adquiere una relevancia mayor. Justamente las nuevas formas de organización, la flexibilidad y la precariedad laboral van socavando la llamada por Robert Castell, Sociedad Salarial, lo que exige que autores tales como Gorz, Habermas, Rosanvallón y Bauman entre otros se vean exigidos a repensar la categoría. Sintetizando, la definición propuesta fue la siguiente: la exclusión es un proceso de caída e invalidación social que implica aislamiento, degradación, pérdida de identidad social y que, por supuesto, impacta o puede impactar sobre la estructura familiar, sobre la armonía de la vida familiar y puede llevar al desarrollo de conductas violentas y delictivas. Posteriormente, Carlevarino se va a preguntar ¿qué sucede en la Argentina? respecto de los cambios que se observan en cuanto al espacio y a la organización urbana, habida cuenta de que es en el espacio en el cual los actores definen sus identidades a partir de su inserción en el ámbito laboral. En este sentido, se observa que en la actualidad se destacan los procesos de fragmentación y exclusión que se reflejan en áreas ricas y áreas pobres, esto es procesos de polarización espacial intra metropolitana claramente observable a partir del contraste entre por un lado, el asentamiento de aquellos grupos detentadores de la riqueza, los privilegiados, los incluidos, generalmente en barrios cerrados, en countries, en oficinas o centros de oficinas con sistemas de seguridad sofisticados, y por otro lado el asentamiento de los grupos marginales, de los excluidos que van a vivir a áreas urbanas degradadas, con pésimas condiciones de vida, con un pésimo equipamiento de consumo colectivo, lo que se denomina “exfoliación urbana” o lo que Rosanvallón llamó la suburbanización de las elites y la aparición de los espacios prohibidos para los que “quedan afuera”. O sea estos espacios aparecen como los equivalentes de los antiguos pozos o torreones de los castillos medievales. Por último Carlevarino afirmó que lo que hay que resaltar es que en esta realidad todos somos víctimas: los pobres, los excluidos por privación en el espacio privado y por discriminación 2 FORO POR UN DERECHO SOCIAL MUNDIAL Buenos Aires - 8 y 9 de Setiembre de 2003. en el espacio público y los no pobres, los incluidos porque se atrincheran en guetos, en los “no lugares” o espacios públicos privatizados. Ambos tienen miedo. El Prof. Emilio Cafassi fue quien cerró la serie de exposiciones. Inició su presentación reconociendo a la exclusión como una más de las grandes catástrofes de la Modernidad junto con las masacres de las guerras mundiales, los desastres tecnológicos como Chernobill y el hambre que causa la muerte de 40.000 niños por día. Luego de un diagnóstico dramático, Cafassi dio cuenta de las diversas formas de sistematización en torno al problema de las consecuencias del desarrollo del capitalismo y –en todo caso- de las consecuencias del avance de la Modernidad bajo la forma capitalista y sus posibles alternativas. De lo que se trata es de la naturaleza y el retroceso y de la derrota en que la humanidad se encuentra. En este sentido, preocuparse por resolver la cuestión de la inclusión implica morigerar la potencia crítica que supone la crítica misma de esas formas de inclusión. Si en los ’60 el énfasis se ponía en lo teórico y en el accionar político acerca de los modos en los cuales el desarrollo del capitalismo implicaba la explotación de la fuerza de trabajo; en la actualidad, en cambio, la cuestión se centra en pensar cómo se pueden incluir grandes masas de población para que sean explotadas. En este sentido es que se debe pensar en un retroceso, como una manera de entender que “cuanto peor, mejor” aunque si se entiende la perspectiva se observa claramente que “cuanto peor-peor” Desde esta lógica Cafassi reconoce como correcta la famosa tesis de José Nun de fines de los ’60, revitalizada actualmente habida cuenta de sus pretenciones en cuanto a que la Ley de Población en el capitalismo periférico es inversamente proporcional a la tasa de acumulación de capital. Todos los indicadores sociológicos le dan razón a Nun en cuanto a que cuanto más bajo es el desarrollo de acumulación en los países periféricos mayor es la tasa de fertilidad. Sin embargo el problema nodal radica en repensar la exclusión no en términos teóricos o demográficos sino como una problemática que empieza a dar cuenta de nuevas formas de representación política como es el caso del movimiento piquetero y el proceso de insurrección popular que se inició el 19 y 20 de diciembre de 2001 y que pretendió tener inmediata continuidad bajo formas asamblearias que lejos de renovar los modos de estructuración política lo que hicieron fue caricaturizar las formas orgánicas de pensamiento tratando de producir alternativas críticas . En síntesis, el problema de la exclusión no debe pensarse como articulación en las formas de producción capitalistas o en el vacío sino que plantea la existencia creciente de un espacio posible de construcción de relaciones de producción alternativas y de lazos sociales diferentes de la sociedad salarial. Por lo tanto se abre un espacio rico, interesante y prometedor para comenzar a confrontar en términos contra hegemónicos. Concluidas las exposiciones se abrió el debate y con él los aspectos más ricos del Taller puesto que fue posible intercambiar no solo dudas respecto de los trabajos presentados sino que se inició una instancia de profundización de las cuestiones que más inquietan respecto de la exclusión no tanto en lo que refiere a la teoría sino por el contrario a lo que refiere a las posibles acciones políticas para superar la exclusión social. En este sentido el debate giró –en principio- en torno al impacto de la exclusión política, entendida como la destrucción de las prácticas tradicionales y el quiebre de lazos que tienen que ver con la construcción de la soberanía. El tema de las ONGs, las nuevas representaciones políticas, la identidad y la homogeinizción cultural fueron otras de las problemáticas abordadas conjuntamente entre los participantes y los expositores resaltando el alto nivel de participación de los estudiantes de la carrera de Relaciones del Trabajo de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. 3 FORO POR UN DERECHO SOCIAL MUNDIAL Buenos Aires - 8 y 9 de Setiembre de 2003. En esta instancia se destacó la importancia de que en el espacio del Taller interactuaran universitarios de variado origen, destacándose y dando cuenta de la riqueza que aporta al análisis y a la propuesta las múltiples miradas académicas. 4