Hasta la fecha, cuando un fichero común de morosidad recibía una solicitud de cancelación de un particular, se limitaba a dar traslado de tal solicitud a la entidad cedente de los datos y, en caso de que dicha entidad le confirmara la exactitud de los mismos, mantenía los datos en el fichero y rechazaba la solicitud de cancelación. Recientemente, una Sentencia ha impuesto al fichero común en su condición de responsable de los datos que en el mismo obran la obligación de verificar que la deuda del afectado con la entidad cedente de los datos tiene apariencia de legitimidad. En definitiva, lo que viene a decir esta Sentencia es que el responsable del fichero común debe examinar la documentación que aporta el reclamante y decidir si, a la vista de la misma, la solicitud de cancelación resulta razonable. Nótese que no se impone al fichero común decidir, como una especie de instancia prejudicial, lo que va a ocurrir en el pleito en que se dilucide la existencia de la deuda, bastando con un motivo de justificación razonable para el impago y estableciéndose que en aquellos casos en que tal motivo exista, el responsable del fichero común tiene obligación de dar de baja tales datos.