en el trabajo no se debe fingir simpatía

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ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS,
ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES A. C.
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EN EL TRABAJO NO SE DEBE FINGIR SIMPATÍA
U
n sujeto que es auto-centrado, es decir, que sólo piensa en sí mismo o en los otros
refiriéndose a sí mismo, no puede ir muy lejos. Cada sujeto tiene una manera fija
de tomar a los otros, debido a sus actitudes. Vemos a los otros a través de nuestras
actitudes y limitaciones.
Por lo general las otras personas no nos gustan. Somos instintivamente hostiles. El
Trabajo nos dice que no debemos fingir simpatía hacia las otras personas, sino tratar de
trabajar sobre la antipatía.
La antipatía crece muy fácilmente. No se puede comprender a otra persona, si sólo
se siente antipatía por ella.
Toda persona se divide muy fácilmente en simpatía y antipatía, y en las relaciones
con nuestros semejantes no se debe permitir que la antipatía crezca.
Por la observación de sí nos damos cuenta que para cada persona tenemos dos
memorias. Cuando somos negativos sólo recordamos las cosas desagradables: cuando
no somos negativos las olvidamos.
Tenemos una vaga idea de lo que significa un tratamiento justo en lo que respecta
a la conducta hacia los otros. Pero es preciso ser justo en nosotros mismos hacia los
demás y esto es en realidad el Trabajo sobre sí que toma la forma de comprender al
prójimo.
Por lo general crece un enjambre de pensamientos y sentimientos desagradables
acerca de otra persona, a los que se permite voluntariamente entrar en la mente.
Tanto por amor a nuestra propia Conciencia como por amor a la Conciencia de la
humanidad, es menester trabajar sobre sí para neutralizar, por así decirlo, ese material
poderoso y desagradable de las antipatías que existe en uno.
Para neutralizar ese veneno hay que apelar a toda la Inteligencia, sinceridad y
memoria de Trabajo, con el fin de tratar imparcialmente dentro de sí mismo al otro
sujeto.
Habrá que ponernos a sí mismo en el lugar de la otra persona. Habrá que desechar
toda justificación de sí, y sobre todo recordar lo que se ha observado en uno mismo, y
cómo se es, antes de criticar con tanta facilidad a la otra persona.
Se puede hacer cuentas, decirse a si mismo que la otra persona está equivocada,
que uno no fue tratado justamente, que la otra persona está en deuda con uno. Todo esto
forma la base de muchas relaciones en la vida.
Dicha base es la consideración interior. ¿Acaso no ha notado usted en una relación
entre dos personas, que, mientras una de ellas se auto-considera externamente, la otra lo
hace internamente y se queja de todo?
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