CFG: Desafíos del discurso. Ámbito del Pensamiento, Discurso y Compromiso para la Acción Cyntia Maciel, Gerardo Rojas, Rosario Cerecera, Fabián Labarca Primer semestre 2014 INSTRUCCIONES 1. Se dividirán en grupos que se asignarán la semana que viene. Tendrán 10 minutos para preparar una narración 2. La narración no ha de contener juicios ni opiniones, sino tan sólo contar lo que pasó. 3. El grupo elegirá un vocero que pudiera ser llamado a leer al curso la narración de su grupo. INFORMACIÓN Lo que sigue es un punteo de información sobre lo ocurrido, la mayor parte de la cual ustedes ya conocen: 1. En Cachim Palitué, en el sur de Chile, Antonia Millalef, 84 años de edad, fue muerta por su nieta, Juana Catrilaf, 27 años de edad. 2. Cachim Palitué es un caserío a tres días a caballo cordillera adentro, desde Panguipulli. 3. Carabineros, avisados por un arriero, fueron a Cachim Palitué, interrogaron a Juana quien de inmediato reconoció haber matado a su abuela. 4. Juana y varios testigos fueron llevados al tribunal en Valdivia. 5. Interrogada en el tribunal, Juana primero negó haber matado a su abuela. Unos días después, reconoció haberla matado y dio la explicación indicada abajo. 6. Juana se acercó a la jueza y, al oído, le preguntó si tenía yerba mate y azúcar que le convidara. 7. El día de la muerte de Antonia Millalef, Juana fue a buscarla a su casa, no la encontró, le dijeron que había ido al río, Juana tomó un caballo y fue al río, la encontró, le dijo que le entregara la piedra blanca con que hacía brujerías, Antonia la insultó y le dijo que no tenía ninguna cosa, entonces Juana tomó un palo y la golpeó en la cabeza, botándola, después la golpeó con una piedra en la frente, chupó la sangre que le salía y se fue. Más tarde, Antonia fue encontrada muerta en el suelo donde Juana la había dejado. 8. Juana convivía con Lisandro Queupumil. Hace pocos años, se habían muerto cuatro tíos de Juana. Después murió su madre. Hace pocos meses había muerto su guagua. Recientemente Juana comenzó a sufrir de gota coral (que nosotros llamamos “epilepsia”). 9. Las declaraciones y testimonios son los siguientes: A. Federico Catrilaf: Antonia Millalef era machi y la buscaban para los guillatunes en que se rogaba por el clima, las cosechas y para evitar las enfermedades. También la buscaban para hacer remedios y curaciones. B. Lisandro Queupumil: Me consta que Antonia Millalef era machi, pues la conocía desde hace muchos años. Hacía remedios y hierbas y brujerías. Hace muchos años atrás un hermano mío pasó a su casa e inmediatamente se sintió mal hasta que murió. C. Antonio Catrilaf: Yo conocía a Antonia Millalef desde hace unos sesenta años y me consta que se dedicaba a hacer brujerías, pues era machi. Que el mal consistía en matar a la gente con brujerías, especialmente a los niños. Que para hacer sus brujerías, tiraba a las casas flechas como vientos que no se veían, pero que hacían sonar las casas. Además preparaba maldiciones para la gente con quien estaba mal. D. José Queupumil: Antonia Millalef era bruja pues toda la gente de la región la conocía y la buscaban para pedir remedios y también se sabía que hacía brujerías. E. Juan Catalán: Antonia Millalef era mi suegra. Ella era machi y siempre la buscaban para machitucar, o sea, cuando la gente se sentía embrujada. Además que todos decían que ella misma era bruja. Pero yo sólo lo he oído decir. F. Juana Catrilaf: Maté a mi abuela porque era bruja. Años atrás mató con sus maleficios a mis cuatro tíos, a mi mamá y ahora a mi guagua. Mi guagua murió en febrero y pocos momentos antes que muriera la guagua pasó una visión de un perro colorado y la guagua murió. Y además yo estaba cada día más enferma, se me hinchaba el estómago y me dio gota coral. Fui a preguntarle a una meica y supe que todo eso lo hacía mi abuela con sus brujerías y estaba acabando con la raza indígena, y la meica me dijo que matándola y chupándole la sangre me iba a mejorar. Después de llegar a la casa de mi abuela la seguí para donde iba y al llegar al estero la alcancé y le pedí que me entregara la piedra con que me hacía mal, pues una meica me había dicho que tenía una piedra chica de color blanco con la que hacía mal, pero ella me insultó y me dijo que no tenía ninguna cosa. Entonces tomé un palo y le pegué en la cabeza con lo que ella cayó al suelo y yo tomé una piedra que había botada y con ella le di un golpe pequeño en la frente, le salió sangre y la chupé un poco. Al tiro me sentí mejor y noté que algo me salía de la boca, algo así como el diablo. Volví a mi casa y me he sentido mucho mejor y todos los indígenas están contentos porque van a poder criar a sus hijos.