El Drama Radoslav Ivelié K. 1. Introducción Debido mente se a la utilizan polisemia como de los términos sinónimos, conviene "drama" "teatro", y empezar este ensayo que general delimitando el sentido en que se emplearán. La "drama" palabra turgo, y frente designará la diversidad de a "teatro" considerar el en dramático-teatral ) relación el texto literario a la puesta escrito teatrales, espectáculos en escena nos por el drama restringiremos a del drama (unidad . las teorías buscan esclarecer la acción profunda del espectáculo dramático-teatral sobre las potencias individuales y sociales del hombre. Dramaturgos y directores de todas las épocas han expresado sus pun tos de vista en torno a la resonancia de su quehacer; pensadores de la talla de Sócrates, Platón y Aristóteles ya se preocupaban del problema. Bastaría recordar que el concepto de catarsis, del último de los filósofos mencionados, ha merecido cientos de interpretaciones a lo largo de la historia, para entrever la seducción que ejerce el conflicto dramático. Seducción tan honda que im pulsa a Hólderlin a caracterizar la existencia humana en los siguientes térmi nos: "Existimos desde un diálogo". Son numerosas que ¿Cómo explicar esta seducción? Totus mundus agit histñonem, lema del "Globe Theater"; el director soviético Nicolás Evreinov, y obras El Gran Teatro del Mundo. El entero es un teatro, declara el Calderón de la Barca titula una de sus conflicto está en la raíz misma de la vida. El mundo tan pronto somos protagonistas, tan el reza mundo es un vasto escenario pronto espectadores de las donde grandezas y humanas. Cada hombre lleva en su interior un tablado en el que pug una multiforme compañía de ilusiones y rea nan por adueñarse de la lidades, de frustraciones y esperanzas; muchos de sus miembros, que deberían desempeñar un papel protagónico, son relegados detrás de los "bas ti dores", por miserias "escena" la presión de otros "personajes internos", ímpetu. menos valiosos, menos dignos, pero que nos abruman con su 51 Tablado íntimo tomamos en no rodea, del relación "el con diálogo" intra e interindividual, visualizar patéticamente manito o un teatro del gran impulsa ambiente que nos oprime o nos un podemos que no podemos valorar en su verdadero significado, si cuenta su a la que siempre nos permite "hablar-con* y en el niño solitario que se amigo, para poder conversar con alguien de que nos que "existimos desde acción: inventa un que her- compartir su vida. y Es hace hablar al hombre consigo mismo social, cuando no puede entablar un diálogo con los demás. Esta lucha intra e interindividual, esta dialéctica entre los personajes de nuestro yo, y entre nuestro yo y la sociedad es el sustento, la savia de la drama turgia, la materia prima que el autor decanta al crear a sus personajes y que encadena vitalmente la escena real con la escena teatral. En este ensayo revisaremos la dialéctica que establece el dramaturgo, entre persona y personaje dramático, dialéctica que alcanza su más íntegra rea lización estética cuando la persona humana se convierte en espectador, partícipe de un público teatral. La cadena se completa cuando nace una nueva dialéc el sentimiento tica entre el comunión y la espectador-público persona inmersa la en vida social coti diana. Podemos Espectáculo Espectador Persona y Sociedad dramático-teatral y Público Sociedad El primer eslabón diaria, distinto, El teatro y la (roles), nos ofrece dramático. Con que le de la cadena, al retirarse de la sala teatral, las esencias dramáticas que lo actualizado por la relación más absoluta permiten naturalidad permite múltiples adulta. Existe, diagnósticos, integrantes como cooperar en esta se "ser" "ser-otro"; enfermera, telefonista... El juego que servirá a sus entre i y, es por otra sabe, toda una dinámica de los "roles", niño bombero, una proyección adopta los técnica ficción y realidad. Hay una o psico y tanto una y per papeles una pequeña sociedad requerimientos aplicable casi distintos aviador, médico; mamá, de la personalidad, que parte, origina para adaptarse a de la sociedad sociodramática para al niño normal como existe una barrera total identificación entre Anzieu, Didier: El Psicodrama Analítico en el Niño. Paidós B Aires 1961 Mo Psicodrama. Fondo de Cultura Económica, Méjico,"l966. • reno, J. L.: Psicoterapia de Grupo y 52 la enriquecen. espontánea entre persona el inadaptado. Y no sólo al niño sino también al adulto x. En los personajes imaginados por el juego infantil difusa vuelve a vida La infancia sonaje al siguiente manera: Persona y vida 2. concatenación, de la resumir esta juega el niño que de a ser médico; entre la juega niña que a ser mamá, y el objeto sus preferencias. La imitación infantil nace de la directa de los observación papeles (roles) los adultos. A su vez, la vida obliga a éstos —en muchas opor tunidades— a fingir lo que no son o lo que desearían ser. El juego infantil, el fingimiento del adulto revelan la capacidad histriónica que todos llevamos en nosotros. Sin embargo, SER verdaderamente médico, abogado, profesor, padre, es la otra cara de este "gran teatro del mundo"; ambas com hijo, esposo ponen el material que nutre al personaje dramático: ilusión y realidad; lo falso que cumplen ... y lo auténtico; el anhelo de ser algo, la frustración de oposición de los demás a que siga siéndolo. . Pero las elecciones que avanza, retrocede, ños; o bien, teres-copias, a En las tablas embargo, Para analogía, posibilitan el carácter-copia no debe alcanzarla caracteres, llevar dicho luto, de es torno en abunda este de tipo de sí mismo para extra personal, son carac personajes: plenitud del simbólicamente, a una esencia accidental ilusoria, frustrada...; elementos a un climax sentir-con-otro; solución a sus propios conflictos. una todavía la de vacilante, confuso, Sin dramático. través del choque de humana (maternidad personaje injusticia social, paternal, filial, etc.); perfecta, hasta alcanzar un climax abso El personaje dramático utiliza su libertad aspecto a una progresión irreemplazable en su plenitud. "sorprendente" modo conflicto unido a otros "substancializar" un aspecto concreto espiritual, carnal, un estacionario, donde todo gira que permiten al espectador salirse por veces, provocan permanece muestra una crisis a una crisis particular. o, cotidianas poder serlo; ser algo, no . tan —como la califica Arthur Miller2— , que sus elec de inmutables, definitivas, en relación al sentimiento que encarnan. ¿Dónde encontrar un desamparo paterno tan profundo como el del Rey Lear, o una astucia maligna tan ponzoñosa como la de Yago? ¿Una maternidad espiritual tan extrema como la de Gruche, una maternidad ilusoria tan convincente como la de Ana Luna, o una maternidad frustrada tan abso luta como en Yerma? tienen el ciones Una sabor maldición. Un charco de veneno entre las espigas. (Yerma, Los dramaturgos han que viven estos personajes, ticulares. Eliminar tipo, de que resume una naje, todos los Melchinger, la cuyos conflictos psicogénesis abstracción, de que rompe 2 su decantado, transfigurado, las una aspectos con de el tienen objeto sus generalización; de Siegfried: El Teatro en causas, sus razones par defecto, a un carácter- significa partir un salto entre persona natural concatenación entre vida III) situaciones concretas de dar forma una cualidad o Acto y drama. Por eso, la Actualidad. Nueva Visión, B. y perso el carác- Aires, 1958. 53 ter-tipo tan no es que se sumerge de creto su una virtud cualidad el y del través —a las que vicio, lo las dimensiones del hombre. al objetivar cumbres humanas negativo que es carácter es un en un aspecto y llevar para profundizarlo y lo Este ambiente— con su acciones positivo tan perfecta y plena, manera personaje-símbolo3 conflicto defecto, o sugiriendo plenitud, La convincente como el con a sentimiento el se convierten en seres-en-sí. entonces, de humano progresan, las plenitud que atraen, y inconmensurables de los abismos y esta perfección aparentemente Estructura del Drama 3. La relacionarse con el ceptos su y antagónicos síntesis, Por busca de teres: su ocurre, por el supone de choque Idealismo en el ejemplo, —la dijimos, Esta paulatino. elementos alemán y cálico, dramática "El signo es un pureza se no que sino ejemplarizador, 3 de del sugiere que la tesis—, con surge una síntesis través obra a opiniones conflicto distintas de los choca —el personaje— con el sentimien que, como "substancialización" la en carac lo de humana. accidental síntesis dialéctica la el revela parangonarse esta encarnada en tal grado alcanza esencia De antítesis—. intuido, la idea puede —que de un enfrentamiento es El diálogo dramático solución. protagonista el diálogo el parte, una antagonista una como esclarecimiento movimiento, Materialismo dialéctico. el to sugieren filosófico, la dialéctica contexto un su allí diálogo— —dialéctica, En dramático a lo largo de la obra puede "dialéctica"; éste designa etimológicamente "el afinidad con la palabra "diálogo". Ambos con personaje concepto de conversar", de arte en del progresión instrumento alcanza a sobrevuela para conocer través de un espiritualmente, algo; pero ese didas- desenlace configurando la algo no está agotado en el No existe, en tales casos, identidad intencional entre el signo y lo sig nificado. Cuando ésta se da hablamos de signos naturales, no instrumentales, sino formales, tales como nuestros conceptos. La obra de arte pertenece al grupo de los signos formales signo ni por el signo. (símbolos), y lo porque significado". W 2, p. en ella se da, al menos, relación a lo que hemos a no Shakespeare, dramaturgo ningún caso Por por ejemplo. moderno el "prisa" La le bastan retazos, deja de personaje-símbolo la en Aisthesis sugerencias "adulto" que psicogénesis progresar en nace "al pasar", condensaciones. profundidad desde la primera Pero en lo largo de la obra, la última escena. a a "tipo" otra que parte, existe el puede —actualmente— la utilizarse de la contemporánea, por hay detrás de la máscara inmóvil como posibilidad "prisa" 54 el signo entre del personaje-símbolo, sin duda el dra de los conflictos, como ocu contemporánea también se refleja en las tablas; con morosidad diferencia del carácter-tipo, pensamos identidad expresado acerca "investiga" maturgo moderno al esa 114. En rría con de sugerencia una Kupareo, Raimundo: "La Dialéctica de la Crítica de Arte", de contraste que culpa les atribuimos. fecundos los demás, obtener "tipificamos" cuya a ideativo. En sin sentido este resultados a advertir causa lo que de la progresión se encarna, la Desde obra. este ángulo es la armoniza con la definitiva perfecta, e inmutable La dialéctica dramática es, frente jetivante": tanto su realidad un drama, en en el soliloquio la misma al actores, das la en efectkmnente. Y así, teatro ¿Cómo vivir el clima estético-psicosociológico El sencia nos del yo poeta de son de de metáforas la contrapartida, relación tierna infancia. mujer en en uno las espectáculo director, al por los a involucra personas la lectura del texto dra espectáculo como narración novelesca aquél a quien no modelara de "ob más encuentran colectivo. espectadores? la pre del poeta es evi los acontecimien permiten, además, narrador: caricia en el choque inicia la y la y del Yo soy dice Pedro Prado dente tos poético monólogo del obra. drama es, un suplir en de los el en que todas imposible, la influencia del en lo La lectura de a no una del lector. La lectura de parte fin, en es fondo de la el novelesca narración difícil. El lector debe aún de arte—, involucra y la novela, la poesía la vírtualmente sino iluminador; al escenógrafo, puesta en escena. la a como de imágenes de proceso un razón, poético realiza alcanza se sumergirse mático, no cambio, dramático-teatral esta evocación la forma y relación entre que Pero la antítesis. progresión eleva humana esencia accidental la tesis dirige, informa, dramática, como tal —y como sucede en toda obra la dialéctica a ley fundamental del ser: la síntesis estética que sus . La sonetos. de la . poesía. presencia En la novela del novelista; Cervantes "Historia del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la el no-yo que se enfrenta al yo su Mancha" con estas palabras: En Y lugar de la Mancha de un ha no mucho tiempo en otra parte nos explica que . . .se enfrascó tanto leyendo de cuyo que vivía un en su claro en claro, nombre hidalgo. . no quiero acordarme, . dicho hidalgo lectura, que se le pasaban y los días de turbio en las turbio. noches . . (Capítulo I) En este una antítesis. quiere último fragmento, Cervantes juega con las palabras, formando el comentario personal del narrador, que la novela moderna Es "esconder"; pero en ningún tan caso "Ulises" "objetiva" una novela como eliminar, como puede verificarse en de James Joyce: 55 Mientras sus ojos leían todavía maquinálmente, inhalando tranquilamente la ciosa se pasó Puede ción del con y lentitud "graciosa" El personaje. lo la comenta ac dentro de una novela: un presencia está dentro de la esen narrador es un elemento vivo cuenta de la narración, gra la frente'1. sobre observarse cómo el adjetivo calificativo relato siempre cia derecha mano se sacó el sombrero brillantina, el olor a "alguien", como lo sentir su y prueban los niños, que saben elegir al relator ade cuado para sus cuentos. En el drama, los personajes, Si que "esconde" cambio, el yo del dramaturgo se deben dar impresión de vida propia para en se analiza ahora al personaje también se podrá concluir que es estética: el al captar espectador, líneas, menes, colores, planos, táforas, acontecimientos . . máticos pueden entrar en dramático No el que les siempre . melodías, luego, puesta en confiere ha la obra, Desde la dramático en relación directamente el que más está en otro ser todos los inteligibilidad los términos no en volú encuadramientos, medios de expresión no me dra pero en este caso es el personaje escena, sido aceptada en las demás artes, la síntesis sugiere humano y danzables, pasos a detrás de convencer. estética. la historia del teatro esta unidad dra Meyer- hemos expuesto: Reinhardt, Craig, la puesta en escena desde una perspec tiva visual, cinematográfica, lo que sucede sobre todo con el último de los nombrados. Para Lugné-Poe, Copeau o Jouvet, en cambio, es el verbo el que mático-teatral, hold, Piscator de todo, El otros— centran de Appia al revés 4. —entre y jerarquiza los engendra cima en espectáculo La unidad o en que resuelven elementos sus teatrales. Picasso y escenografías el Dalí, interés del por en pintores espectáculo teatral, Variot. dramático-teatral y dramático-teatral el público alcanza su verdadera vida al ligarse con el de la síntesis; el público. Esta relación provoca una nueva dialéctica: debe sincronizar su yo empírico (histórico, temporal), con su yo estético (contemplador); estructurar sus potencias de acuerdo a la progresión dramática que presenta la obra. Dicha estructuración pone en juego en forma receptor el espectador integral y armónica las potencialidades humanas; la idea dirige, ilumina al yo estético-dramático, que atrae al yo "suspendida", tencia miento encarnado inmersa en está presente la de plenitud manera intencional obra en el público, es senti decir, alguna, porque la esencia accidental contemplada en el personaje del conocimiento dramático- es poseída en la intuición de la obra. *Ed. Santiago Rueda. Buenos Aires, 56 la de la forma dramática. El sin tendencia —objeto que encarna empírico a una exis 1959, p. 103, Y donde sorprendemos la fisonomía propia de su lugar, la activación de las potencialidades humanas es aquí en primer en el espectador un personaje informadora (la idea personal director, el encarna En pero personaje), cobrar vida según reunifican se fuerza misma psicofisiológica. traicionar pero sin visión, dramaturgo; al ocurre, por "Hamlet" de hemos dicho con sus estética, De lo que la otra tal, de torne o está través de la histórica, a Y la una perfecta comunión tructurado un así, vidir a ritu apreciación flujo lucha de los es perfecta, espectadores, estética presencia aquella temporal cotidiano— o El proceso, por atraer al yo la en el rechazo en nece intencional relaciones interindividuales; de los valores buenas cuentas, sociedad entablan de ésta, un también la con vacía, íntimo sala coloquio: teatral no es lo cuyas . Hemos dicho más arriba que . no sólo ofrece unidad aposentadurías absurdo concebir por eso es rey Luis de Baviera. las con su claramente mismo obras que un y "directa". Estas cualidades composición; para teatro concordancia en dramáticas separadas la dialéctica dramática presionan con el espí en el es público, la más "objeti permitiendo que, fortalecido con muerte a su hermano. El asesino, profundamente turbado que la in humano. palabra-acción, dinamismo poderoso las demás artes, despierta reacciones profundas en el ser Es ilustrativa la argucia utilizada por Hamlet, para desenmascarar al Claudio: la compañía de comediantes repite las acciones realizadas por sea di contem . vante" dar in se estético-dramático, para que como quería el butacas se abren colectivamente, democrático de nuestros tiempos drama se experiencia vi cotidianas. la aristocracia, de la "plebe", teracción Por empírico el yo estético-dramática crea síntesis respectivamente. teatro renacentista, poráneo, ago distancia yo estético con el yo empírico. través de la búsqueda acciones de a partir son reflejo del bien si artística, reintuición "suspendida", una puesta en escena ante una sala Drama y sin ninguna dramática se abre a una acción que, por su propia fiso dinámica social en sus múltiples aspectos, una apertura a la con los demás, puesto que el personaje dramático está es síntesis incluye nomía las obra la a de la estético, la espectador al privativos, esté presente en abierta síntesis existencia ahora el yo empírico vierte: de identificarse, toda que el momento el yo con aquella manera positivos siempre volver el —al de vida que actor, "primer podemos aplicárselo al so pena desprende así como en sincronizar sidad director, espectador, personajes. renuevan a parte, debe vez anterior se como acabada las innumerables de distintos direc ejemplo, a lo largo de la historia del teatro. Por supuesto, lo que con en relación al nista", pero a la al es "visiones" que tores el la de este puesta en escena según su propia lo el —al de la se realiza a partir dimensión espiritual y experiencia la dirección teatral es una buena prueba de sentido, "proto-espectador", si se nos permite el término, realiza la constitución cada espectador. ello: que dramático— valor educativo: por Rey éste, al contemplarse 57 en de la espejo el destello de su acción teatral, sólo yo, luz! ¡Traed la luz de la que rompa toda la vileza de espectáculo teatral: está de Caballeros", Aristófanes, "objetiva", que desgarra que llena de ejemplos al aparecer se cuenta nides", de Esquilo, las mujeres de ellas, que estaban encinta, III) escena fratricida y su acción La historia del teatro del levantarse y huir del doloroso a ¡Salgamos! (Acto Luz atina mientras grita: que, aterrorizaron se abortaron. la provocó Y caída que "saca afuera", su conciencia culpable. ilustran que las Furias hasta tal la esta en potencia Eumé- "Las extremo que algunas de "Los del tirano Cleón. La dialéctica que representación dramática arrastra con facilidad al público a ser-el-otro, a identificarse con los personajes. Las teorías psicosociológicas relativas al espectador de la obra teatral fluctúan entre la búsqueda de esta identificación o la ruptura de ella. Nos parece que la solución no se en encuentra ninguno de los dos extremos. Ser-el-otro significa aniquilamiento del yo personal del espectador; pér dida de la conciencia de que la verdad teatral no es la realidad concreta; olvido de que se está frente a un personaje y no a una persona, frente a una creación de lo real. En el otro límite, hay teorías que bus de toda ilusión de verdad; así ocurre, por ejemplo, con Vsevolod Meyerhold, quien "pasó por los estadios del simbolismo, el este ticismo visual, la espectacularidad masiva 5. y el maquinismo La dialéctica dramática no rompe con la realidad sino que la profun diza, la transfigura. Los sentimientos humanos encarnados por los personajes responden a algo real, sólo que están llevados a su extremo de pureza, sugi artística can no a una mimesis y despojar al espectador abstracto" riéndonos que El se no ya esencias problema radica en trata de abrirla a son, una enseñanza que va la existir en el captación hacerlo debe particular, personaje implica real. 5 celona, 58 Guerrero 1961, p. El de afuera dramática, entre su psiquis y la sino seres-en-sí. biográfico. La una de la a la con su -ahora hacia adentro-, esencia accidental (no de es el humana personaje), un sentimiento puede existir rozar sólo comunidad del para debe perfecta armonía que un conocimiento dramático él implica obra "substancialización" contemplación, la educar a espectador no es el otro Zamora, Juan: 357. desde síntesis ya que ningún personaje Identificarse accidentales, necesidad reducir al personaje a portador histórico, nuevo, de la espectador, nada por el personaje. para la encar porque concreto, sentimiento en el "cuerpo" nuevo, -como periferia, sólo en un tal- en el la vida escalofrío, e] Historia del Teatro Contemporáneo. Juan Flores Ed Bar rumor, el temblor vocar intensas profunda de sin que que personas en miento encarnado deseamos ladora, concordancia la baste para emocionar, para pro decir que ésa sea la verdad esto no quiere con en un no —insistimos— el es un mirar interindividual aspecto dramático. una fórmula todo lo que conlleva el senti conflicto quisiéramos reducir proponer público, desde afuera, frío y una síntesis entre lo psíquico y lo dramático, fortalecida por el no se realiza en forma solitaria, sino en compañía de las demás componen el público —y por supuesto en comunión con los ac tores—, Si Que ser. contemplación sino vida, hecho de sentimiento. reacciones en el su Dicha del a dicho, atreveríamos nos a "estar" Con distanciamiento necesario, la contemplación, la visita reve comunión social con los otros miembros del espectáculo dra siguiente: el espectador está-en-otro-con-otros. el verbo sugerir el pero en mático-teatral. 5. Algunas conclusiones en torno al drama contemporáneo El dramaturgo contemporáneo, debido no está situado en un entorno Barroco, época con el cuya del nuestros favorable, existencial visión los "signos de a mundo tiempos por como ocurría, ejemplo, y del hombre enfrentaba en ex lo interior y lo exterior humano. Es lo que ocurre con la drama de Shakespeare: las pasiones irrumpen con violencia en sus personajes. La visión del hombre y del mundo de los grandes dramaturgos los impulsa con ímpetu a la objetivación dramática: en Ibsen, el poder de la voluntad adquiere una potencia casi sobrehumana; y Pirandello da carne y hueso a lo ficticio, a trema tensión turgia lo ilusorio, para estremecer los cimientos de lo real 6. El drama está basado en la transfiguración dialéctica conflictiva, anti tética— de la palabra. De allí su capacidad para objetivar lo interior humano, (en el sentido es que "sale corporizado de una manera tricto de "fuera de lo común"): la fatalidad y los remordimientos de Edipo se yerguen inconmensurables a través de los siglos; la bondad de Violene vuela — "descomunal" afuera" hasta envolverse con la fuerza de la Bondad Divina; la astucia diabólica de Yago hace que la maldad adquiera un aliento ponzoñoso aniquilador; mientras que para Enrique IV, de Pirandello, hasta las más ocultas intenciones de sus antagonistas se hacen transparentes. Los caracteres humanos se elevan de esta manera, a alturas eminentes en el drama, tanto en el triunfo como en la derrota, las debilidades ya que profundidad superar 6 en la ilusión Aunque Pirandello no el e ilusiones irrealizables también el conflicto maternal puritanismo siempre son dramático, como de Ana Luna, y racionalismo convincentemente o alcanzan lo demuestra la la avaricia de Ibsen, y cernidos por el una extrema comedia: ¿cómo de Harpagón? idealismo la intuición postkantiano artística de de estos dramaturgos. 59 Una de las mica, llamársele, o como quiera interior: lo mecánico, módulo de el humana? ¿Cómo del hombre actual? Las expresar del respuestas individual por el movimiento teatro a partir —pese de la interindividual de los personajes, e su dramaturgo? el pérdida contemporáneo iniciarla podríamos imponer parecen de la interioridad, la despersonali dramáticamente la pequenez homogeneizada dramáticamente la zación profundas— es su movimiento ¿Qué puede objetivar en estas condiciones acción. ¿Cómo expresar descollantes de nuestra era espacial, ató dinamismo incesante pero sin consistencia características más a que existen raíces más disgregación del paulatina en yo drama del inconsciente el (teatro de lo abismal) y en el drama existencialista (teatro de lo absurdo), para desembocar en el teatro de vanguardia o antiteatro y, por fin, último es labón de la cadena, en el teatro del Psicoanálisis y existencialismo contagio. se entrecruzan en Genet y Harold Pinter: en el primero, los otros, para escapar de su propia realidad, la dramaturgia de Jean personajes se que no les fingiendo escinden, ser permite ser otra cosa sino lo que son; en Pinter ocurre algo similar: en "El Amante", por ejemplo, o en "El Cuidador", los personajes giran buscando un punto de encuentro con los demás; despliegan distintas facetas para sincronizar. Pero las ruedas de este engranaje psíquico giran giran sin que sus y dientes logren entrar en contacto. un constante desencuentro que nos recuerda el grupo escultórico "La Plaza", de Giacometti, donde cada estatua está en posición de caminar en dirección Es opuesta a El las otras, pero en líneas no convergentes 7. de esta dramaturgia es la proclividad peligro fenomenismo la que impide la obra en una sucesión El teatro de progresión o polisiquismo, la al reducir antiteatro — estructura al de 8. sin apuntar a una síntesis reiterativa, vanguardia dramática, al Ionesco, Beckett, Jorge nuestro Díaz—, disuelve aún más los personajes, "desicologizándolos". Debido a la ausencia de "caracteres", en este tipo de dramaturgia la progresión dramática (atmósfera) es substituida por un clima al absurdo arrastra al drama y los de mejores y clima esta un en que por escultura, etc.). minimización narrativo. están está concluye los un "hablan" presente en el de un personaje novela inmersos los inmovilizar que del En la seres momento, desencuentro permanente, imposible de esquematizados no mecanización, lo En Pirandello obras creciente contemporáneo a embargo tesis volúmenes 8 60 Sin la cae en la achatamiento constante la intensificación del 7 a existencial, Este (angustia frente en constante aumento un superar. aislamiento dramático fundamental es humanos y instante Es el que humano, espacio no vacío humano. "disección" polisiquismo, lo analítico, sino que pero se es una resuelve en que síntesis en dramática. sus hace expresivo el acontecer y tiempo y al al no el conflicto En "Esperando espacio de el núcleo aquí es basa en el novelista: de la caracteres el motor de Beckett, Godot", a por estructurado obra 9. se significativo la espera de un acontecimiento llegada de Godot—; en "El Montaplatos", de Pinter, es precisamente este aparato, con sus subidas y bajadas, y el mismo lugar (un hotel), los que se a los personajes. Es un cosmos absurdo —la "imponen" integran al cual se situación mal", como si se que nos tratara de recuerda el un hecho irremediable característico incluso "nor o de Cor novelesco mundo tázar. "narrativa" La apoyada "racconttos" la en circulares. propia a la que tiende el drama contemporáneo está de secuencias fílmicas, de y de finales del cine y de la novela han alejado al drama de su estructura La proyección atracción estructura. No pretendemos, con dicho, defender todo lo un anquilosamiento de las dramá formas artísticas, sino de preocuparnos por la pureza de la expresión tica; sin duda, algunas formas del drama contemporáneo son una etapa nece saria, de transición, hacia una nueva dramaturgia que, asimilando lo nuevo, se reencuentre con su propio forma lo genial inolvidables narrativo ser, del mismo modo que y lo lírico la a estructura Bertold Brecht dramática, asimiló en para crear sus personajes. diremos algunas palabras en relación a una facción del teatro actual, en que la dialéctica entre actores y público está basada en el contagio, en la contaminación —en el sentido más estricto del término. Es un teatro basado en un espontaneidad absoluta que lo asemeja al psicodrama, aunque se aparta de él por su finalidad y por su asistemática es Para concluir este ensayo tructuración; es más bien una liberación de lo inconsciente, cuyos efectos pue den ser profundamente perturbadores. No hace mucho visitó nuestro país el "Grupo Lobo"; en su espectáculo los actores se tiran comida a la cara y a la ropa; se manchan, ensucian el esce al público. Después se pasean por la sala nario, la platea y estruendosamente las narices con papeles de periódico vomitando, limpiándose que después lanzan a los espectadores El teatro nació en los templos. La catarsis aristotélica apuntaba a la purificación del espectador. —por supuesto— . ¿Qué actual 9 ha personajes hay salto, En . dramático? de Esquilo a los infrahumanos del teatro el paso del tiempo. sucedido con este espíritu De los un . solemnes explicable por Chejov, que fue siempre fundamentalmente Cerezos", es la venta del jardín y su "El Jardín de los la atmósfera él diálogo con se significativa inicia un teatro los que se mueven donde el sub-texto, en el novelista, posterior personajes. en su obra dramática destrucción lo Citamos clima, los silencios, a este que crea autor, porque predominan sobre el conflictivo. 61 Pero es un salto ¿Será posible al vacío. que la búsqueda del contagio, de la contaminación del de instintivo, sea la puerta hacia una redención de la humanidad? Creemos que no. Y sólo nos queda, como intento de explicación, pensar esos espectáculos son un reflejo de la amargura del artista contemporáneo espectador con un teatro nauseabundo, visceral, escape que ante un público que parece no —desde una 62 este ángulo— dialéctica, un un despertar desesperado, conflicto, en la con nada. un El teatro del angustiado mecanizada esfuerzo sociedad contagio sería por introducir contemporánea.