Jr¡ e¡crf\o.o.

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I
Hofa,me llamoAnkiray vivoen un lugaren el que sólohayarena,sol y cielo. ¿Loadivináis?
Sí, el desierto.La vidaaquí,en el Sahara,es muyduraya que nos cuestamuchoencontrar
alimentosy elementosque nos ayuden a sobrevivir.Desde pequeña vivo en un
Campamento
de Refugiados
llamadoSmara.Recuerdoperfectamente
mi infancia,comosi
fueraayer.
Yo nacíal sudestedel Sahara,un lugarno muyapropiadoparaun bebéque digamos.Crecí
sana y fuerte,buenomuy fuerte no, porquetampocoteníamosmuchoque comery no
y aunquevivía en un sitio en el que había
disponíamos
de todo lo que necesitábamos,
muchanecesidad,
estabamuyorgullosa
de estarallí.
Teníauna amiga,Sáfhma,con la quejugabatodoslosdíasbajola luzdel sol,a faltade otra
cosamejorque hacer.Aquí en el desiertono tenemosordenadores,
móvileso televisores.
Perolo que sí que tenemoses muchosamigoscon los que pasarel rato.Bueno,comoiba
diciendo,mi amigay yo echábamos
carreras,solopordiversión.
Lfegóel año en que cumplíalos diez y yo estabafeliz.Era en el mes de Junioy aunque
ningúnaño me regalaban
nada,ese día me aguardaba
unasorpresa.
lría a Españaparapasarallí el verano.Todoseríanuevoparamí y estabanerviosa.¿Qué
me encontraría
allí?No teníarespuesta
a ningunade las milesde preguntasque me hacía.
Cogísimplemente
tresvestidosy dos paresde sandaliasparapasarlos mesessiguientes
en
Segovia.
Segovia.¿Quéme importaba
a mí dóndeestabaSegovia,si lo únicoqueyo queríaera estar
al ladode mi familiay de Samara?No me apetecíair allí solasin saberlo que me iba a
encontrar.
Salícorriendoa buscara mi mejoramigapara comentarle
lo ocurrido.
Jr¡ e¡crf\o.o.
- Sarama,oye- dije recuperando
el aliento-este veranome mandana Segoviay no voy a
poderestaraquí.
- Ankira,yo tambiénme voya... ¿cómose llamaba? sí!,a Madrid.
¡Ah
- Vaya, que coincidenciarespondíexcitada-eso quieredecir que no nos veremosen
algunosmeses.¡Oh,te echaréde menos!
- Y yo a ti- me dijoabrazándome.
Y las dos lloramosun ratito.Y es que eso de estarsolasen un lugardesconocido
no nos
hacíaningunagracia,ni a ellani a mí.
Seguimosasí de tristeslos díassiguientes,
hastaque un día nuestrasmadresnos llamaron
paracogernuestropequeñoequipajee ir hastael aeropuerto.
Allí,las dos nosdespedimos,
puesteníamosque ir en diferenteavión.
El viajefue muypesado.Me dolíala espalday no podíadormir,ya que estabamuy nerviosa
y asustada.Y porfin, llegué.Me llevaroncontrespersonas.
- HolarAnkirame saludóla que parecíaser la madre-yo soy Olga,éste es Héctor(dijo
refiriéndose
al supuestopadre)y estaes María,que tienediezaños,comotú. Te queremos
decirque eresbienvenida
aquí.
Yo no entendíanadade lo que me decíany permanecí
callada.
Parecíanser muy amablesconmigo.Al llegara casa me enseñaronmi habitación.Era
pequeñaperoacogedora,
con un toquede tomilloen el ambiente.Todoestabaa oscuras.
Perode repentese oyó un "click"y se encendióla luz. Recuerdocómome sorprendíy a la
vez me asusté.PeroOlgame explicóqueallíhabíaunacosallamadaelectricidad
que servía
paraque en todaslas casashubieraluz al hacersede noche.Yo asentí.Aquelloera raro.
¿QUéotrassorpresasfne esperarían?
A la mañanasiguienta,nos levantamos
muypronto.Héctorme dijoque nos íbamosa hacer
una excursiónal campo.Cogimosel coche.Yo al principiome mareabaya que no estaba
acostumbrada
a viajar.Al llegar,me sorprendió
respirarairefresco.Corrítantocomopude.
Me sentíaaliviadade haberbajadodel coche.Me tiré a la hierbay olí las flores.Era muy
diferenteal sitiodondevivía.Rodéporel sueloy sin querer,me caí al río.Río.Agua.Estaba
metidaen el agua.Bebífeliz,sin percatarme
de la suciedadque podíatener.Entoncesvi
afgoque se movíaen el fondo.Metíla cabezay no pudecogerlo,puesera muy escurridizo.
Era un pez.Un pez ro¡ocon tonosanaranjados.
Nuncahabíavistoese animal.Diviséal otro
ladoalgoverdecon ojosrojos.Comolavez anterior,intentécogeral animal.
- No Ankira,no lo cojas-gritóuna voz a mis espaldas.Era Héctor.Y más tranquilome dijomira,es un sapoy lossaposno se debencoger.¿Entendido?
Le mirésorprendida.
A mí ese animalme parecíamuycurioso.
Entonces,pensé en Sarama.¿Qué estaríahaciendoahora? ¿Estaríapensandoen mí
también?Suspiré.La echabade menos.Echabade menosa mi familia.Echabade menos
mi hogar.Y sin querer,una lágrimarodó por mi mejilla.Rápidamente,
me la sequé.No
queríaque me vieranllorar.
Cuandoterminamosla excursiónfuimos al supermercado.
Era enorme.Teníamosque
comprarlas cosasparala cena.Entoncesvi algoque me sorprendió:
unosaparatosen los
que se veíanimágenesque yo no sabíade dóndesalían.Me acerquécorriendo,
puespoco
a poco aumentabami curiosidad.Me entretuvemuchoobservandocómo se movíanlas
figurasque aparecíanallí y cuandome quisedar cuenta,me habíadespistadode Olgay
Héctor.¿Dóndeestaríanahora?Tan grandey laberíntica
era aquellatienda,que tardaría
horasen encontrarlos.
Penséque lo mejorsería ir investigando.
Corrí y corrÍ asustada.
Entoncesdecidívolveral sitioanterior.Y esperé.Y esperé.Hastaque alguienme recogió.
Mástardeme enteréde que habíananunciado
mi pérdidapor un megáfono.
Fue unode los encargados
de la tiendael que me recogió.Me dio la manoy yo le seguí.Allí
estabanesperándome
Olgay Héctor.Nadamásvermeme abrazaron.
- Oh cariño-dijo Olgacogiéndome
en brazos-que sea la últimavez que te vas por ahí sin
pedirpermiso.Estábamos
preocupados
porti.
- Muchasgraciasseñor-le dijo Héctoral dependiente
tendiéndole
la mano.
- No hayde qué-respondió
el señordándosela vueltay despidiéndose
con la mano.y antes
de irse,me guiñóun ojo.
Luegocompramosy no me separéde ellosen todoel rato.
Trascenarunosdeliciosos
que comíapor primeravez,me mandaronir a la cama.
tallarines,
Pero antesde acostarme,Olga nos leyó un cuentoa Maríay a mí. Luegonos fuimosa
dormir.
- Queduermasbientesoro-me dijoolga dándomeun beso-VamosMaría.
Y las dos salieronde mi habitacióny apagaronla luz. Yo me quedéa oscuras,como la
primeravez que entré allí. En esa cama se estabarealmentecómoda.Entoncescerré los
ojosy penséen Samaray en mi familia.Lesechabamuchísimo
de menos.y sin enterarme.
me quedédormida.
Me despertéa medianoche.Me sentíamal. Teníadolor de cabezay me dolía la tripa.
Entonces,cautelosamente,
abríla puertadercuartode olga y Héctor.
- ¿Eh,quiénes?-murmuróOlgadespertándose
Yo señalabala barrigay la cabeza.
Olgase levantóy se pusosu bataa cuadros.Me cogióde la manoy me llevóal baño.Me
puso un aparatollamadotermÓmetro
y comprobóque teníatreintay nuevede fiebre.Con
cuidadopara no despertara los demás,sacó de un armarioun botecitoque conteníaun
líquidoy me lo introdujo
en la bocacon unajeringuilla.
sabíaa naranja.
Yo la miréextrañada
y ella,quese dio cuentame explicó:
- Se llama jarabe y sirve para aliviar los síntomasde la enfermedadque padeces.
Seguramente
te ha afectadoel chapuzónquete diste en el río. Ahoraa la camay a esperar
a que hagaefecto.
Me metíde nuevoen la camae intentédormir.Estuvepensandoun buenratoen los medios
que aquítenían.Todoera muyfácil.
Pasaronalgunosdías y poco a poco empecéa entenderlo que me decían.Dicenque
aprendemos
muyrápidoy es verdad.
Pasadoun mes, ya me sentíamás a gustoallí. Entendíamejorel españoly empezabaa
conocerlas costumbres
de Segovia.Peroel tiempopasabarápido.Justoun día antesde
irme fuimosa un sitioespecial, un parquede atracciones.
Al principiopreguntéindecisa;
Comoen Segoviano habíaninguno,tuvimosque viajarhasta
¿un parquede atracciones?
Madrid.
Me montéen muchasatracciones
peropocoa pocosentíaque la tristezaiba inundandomi
corazon.Echabade menosmi hogary todolo que habíadejadoatrás.Porotrolado,también
queríamuchoa los que me habíanacogido.Sin pensarmás en ello,intentédisfrutarlo más
que pude,puescomprendíque todo eso no lo habíaen mi país.Aprovechétodo el tiempo
paraestarcon Olga,Héctory María.Inevitablemente,
todo tienesu fin. La experiencia
de
estar en un mundo nuevo,acabó muy pronto.Habíansido dos meses.Dos mesesde
aprendizaje.
Dosmesesde cosasnuevas.Dosmesesinolvidables.
Perovolvíaa mi desierto
queridocon mi familiay amigos.Poderjugar de nuevocon Samarasobre las ardientes
arenasdel desiertollenabade gozomi corazón.Y al pensaren cosasde esas,la tristezase
fue yendo.
A las ochode la tarde,Héctorme llevóal aeropuerto.Bajamosdel cochey entramos.
Me uní al grupo de niñosque me estabanesperandojunto a un monitor.y entre ellos
distinguía mi amigadel alma:a Samara.Corríhaciaellay etlahaciamí.y lasdos nosdimos
un abrazollenode recuerdos.
De pronto,me di la vueltay echéa correrhaciaatrás.Habíaolvidadouna cosa.Saltésobre
Héctory ésteme dio un besoen la mejilla.
- Gracias.- le dijecon los ojoshúmedos-Os echaréde menos.
- Y nosotrosa ti- me respondió
bajándomeY ahoravamosa¿lbsde quesalgael avión.
Fui corriendo.Pero antes de llegar,me di la vueltay me despedícon la mano.
Como la primeravez, viajar en avión fue muy pesado. Pero volvía a casa y esa alegría no
me la quitabanadie.
Samaray yo juntas, contándonosexperienciasy disgustosla una a la otra. Y así llegamosa
casa. Mi madre me estabaesperandocon los brazosabiertos.En esos momentosyo era la
personamás feliz del mundo.Y comprendíque aquí, en mi hogar,estaba mejor que en
ningúnotro sitio.
Los dos años siguientesvolví a Segovia,a casa de OIgay Héctory seguí aprendiendocosas
nuevas. Y no pude volver más porque tenía más de doce años. Pero ellos me visitaron
variasveces.
Bueno,y esta es la historia.Ahora yo sígo viviendoen el desiertopero,una vez al año, visito
a Héctory a Olga que me recibencon gran alegría.Maríaya trabajay no la he vuelto a ver.
Pero recordaduna cosa:no hay nada mejorque el amorde una madre.
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