Una llamada muchas voces

Anuncio
UNA LLAMADA…
MUCHAS VOCES…
La circular 270 proyecta al Instituto
Lasallista hacia el 2021. En sus
líneas orientadoras desarrolla el lema
general “Viviendo juntos la alegría
de nuestra misión”. “Como
Lasallistas, nuestra vocación se basa
en el llamado de Dios a responder a
las necesidades educativas al lado de
los pobres que viven en las
periferias”. Estar atentos a las
tendencias globales nos ponen en
sintonía con el evangelio en clave
lasallista.
Y resuena en nuestra mente y corazón la
experiencia de San Juan Bautista De La Salle
en el origen de nuestra misión: “Impresionado
por la situación de abandono de los hijos de los
artesanos y de los pobres” o la llamada que
siempre se nos sigue haciendo de ir al desierto,
a la periferia y a la frontera. De esta manera
hacemos que nuestra misión como lasallistas
sea significativamente evangélica; y es que
Jesús estaba sumamente atento a las
necesidades de su tiempo y esa era la clave del
reino de Dios, testimoniado por su persona.
Según el Documento de Aparecida
(cf. 60-65), la globalización actual
tiende a expresarse en dinámicas
excluyentes que potencializan en el
ser humano el egoísmo y con él la
indiferencia. “Frente a esta forma de
globalización, sentimos un fuerte
LLAMADO para promover una
globalización diferente que esté
marcada por la solidaridad, por la
justicia y por el respeto a los
derechos humanos” (no.64).
Nuevamente el documento de Aparecida
recoge de manera cruda y precisa estas
VOCES a la que nuestro lema nos invita a estar
atentos:
“Esto nos debería llevar a contemplar los
rostros de quienes sufren. Entre ellos, están las
comunidades indígenas y afroamericanas, que,
en muchas ocasiones, no son tratadas con
dignidad e igualdad de condiciones; muchas
mujeres, que son excluidas en razón de su
sexo, raza o situación socioeconómica; jóvenes,
que reciben una educación de baja calidad y no
tienen oportunidades de progresar en sus
estudios ni de entrar en el mercado del trabajo
para desarrollarse y constituir una familia;
muchos pobres, desempleados, migrantes,
desplazados, campesinos sin tierra, quienes
buscan sobrevivir en la economía informal;
niños y niñas sometidos a la prostitución infantil,
ligada muchas veces al turismo sexual; también
los niños víctimas del aborto. Millones de
personas y familias viven en la miseria e incluso
pasan hambre.
Nos preocupan también quienes
dependen de las drogas, las personas
con capacidades diferentes, los
portadores y víctima de enfermedades
graves como la malaria, la tuberculosis
y VIH - SIDA, que sufren de soledad y
se ven excluidos de la convivencia
familiar y social. No olvidamos
tampoco a los secuestrados y a los
que son víctimas de la violencia, del
terrorismo, de conflictos armados y de
la inseguridad ciudadana. También los
ancianos, que además de sentirse
excluidos del sistema productivo, se
ven muchas veces rechazados por su
familia como personas incómodas e
inútiles. Nos duele, en fin, la situación
inhumana en que vive la gran mayoría
de los presos, que también necesitan
de nuestra presencia solidaria y de
nuestra ayuda fraterna. Una
globalización sin solidaridad afecta
negativamente a los sectores más
pobres. Ya no se trata simplemente del
fenómeno de la explotación y
opresión, sino de algo nuevo: la
exclusión social. Con ella queda
afectada en su misma raíz la
pertenencia a la sociedad en la que se
vive, pues ya no se está abajo, en la
periferia o sin poder, sino que se está
afuera. Los excluidos no son
solamente “explotados” sino
“sobrantes” y “desechables”.
(Aparecida 65)
Como lasallistas estamos invitados a ir
“más allá de las fronteras”, ir “juntos”.
La misma Iglesia, quiere que tomemos
en serio esta llamada, diciendo “todos
somos invitados a aceptar este
llamado: salir de la propia comodidad
y atreverse a llegar a todas las
periferias que necesitan la luz del
Evangelio” (Evangelii Gaudium 20).
Ideas para vivir el lema a lo largo del año:
A continuación una serie de ideas que pueden
ser enriquecidas por la vivencia concreta de
cada comunidad lasallista a lo largo de nuestros
países.
• Es necesario puntualizar el lema teniendo como
fondo la llamada que se nos ha hecho de “Vivir
juntos la alegría de nuestra misión”. La clave
lasallista de vivir la fe en comunidad que se
dispone a servir generosamente a los demás.
• En clave de “Cultura vocacional”, resaltar que
todos estamos llamados a hacer un esfuerzo
particular para ser solidarios con las
necesidades que tenemos en nuestro entorno.
Ej. Familias pobres, hospitales, asilos, misiones,
alfabetización, cuidado del medio ambiente, etc.
Volver a leer Aparecida 65 en donde se hace un
listado al que podemos añadir otros elementos;
sobre todo lo referente al cuidado de la
naturaleza en clave de “Laudato si”.
• Enlistar dos o tres acciones concretas que
realizaremos como comunidad y/o institución
lasallista para “juntos” atender a esas “voces”
de nuestro entorno.
VIDEOS Y CANCIONES:
Dar es la mejor comunicación:
https://www.youtube.com/watch?v=coWMpVhXvZA
Un simple acto de caridad crea un espiral sin
fin:
https://www.youtube.com/watch?v=EeTusSIAMdg
Ayudar es la clave:
https://www.youtube.com/watch?v=LQ8A6Opqaoo
Una sola convicción… dar buenas noticias:
https://www.youtube.com/watch?v=_kgvwM_uPLM
Casa abierta, una canción vieja cuyo contenido
hoy debe ser proclamado:
https://www.youtube.com/watch?v=Uuik9llmx3M
Cadena de favores:
https://www.youtube.com/watch?v=8Gosg1ybxTU
Hno. Arístides Peralta, 2016
Descargar