1 TEMA 6 LITERATURA UNIVERSAL / TEMARIO PAEU LA

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TEMA 6 LITERATURA UNIVERSAL / TEMARIO PAEU
LA MODERNIDAD POÉTICA
A finales del XIX surgió lo que podría denominarse literatura moderna, es decir, un cambio radical en
los planteamientos estéticos que habían servido de guía para la literatura de los siglos anteriores. Se
experimentará, pues, por caminos no transitados hasta entonces y se propondrán nuevas formas de
expresión. (En España, surge la llamada Generación de fin de siglo o Modernismo).
Iniciadores de la modernidad en la poesía son Baudelaire con Las flores del mal y Walt Whitman con
Hojas de Hierba. No obstante, hasta la irrupción de las vanguardias en los años diez y veinte del siglo XX,
la ruptura con la tradición no será total.
6.1. De Baudelaire al Simbolismo
En parte por rechazo, y en parte por cansancio de las formulas realistas, se produce en el último tercio
del siglo una reacción de tipo idealista o posromántico, que se caracteriza por:
-Los escritores se rebelan contra los valores y costumbres burgueses y eligen un tipo de vida más
irregular y marginal, aferrados a la aventura, la soledad, el desarraigo, las drogas. Nace la bohemia, un
modo antiburgués de concebir la vida y el arte basado en la rebeldía y la libertad. La bohemia presenta
dos caras: el dandismo (el artista se cree un genio, un elegido, por encima del burgués al que desprecia;
Wilde, Baudelaire) y el malditismo ( el artista se cree un maldito, rechazado por actitudes antisociales y
amorales; Rimbaud, Verlaine).
-Libertad de creación frente a las rígidas normas de escuela.
-Reacción frente al realismo en el arte, frente al positivismo en filosofía y frente a conformismo en la
vida burguesa.
-El fin último del arte ha de ser la belleza, no la reproducción de los aspectos grises de la realidad, ni la
denuncia: el arte por el arte
-Retorno a un nuevo intimismo con rasgos de neorromanticismo.
-Más que descripción o presentación de objetos claros y precisos, lo que pretende es la sugerencia,
vaguedad, el símbolo.
El posromanticismo adquirió su máximo esplendor en Francia, donde dio lugar a dos grandes
movimientos poéticos: el Parnasianismo y el Simbolismo.
El Parnasianismo tiende a la objetividad, a la poesía impersonal, al arte por el arte. Busca la perfección
en la construcción técnica del verso. Temáticamente busca lo exótico, la Antigüedad clásica, oriental o la
misma naturaleza. También se opone al Realismo por la crudeza con que, a su entender, aborda o
expone la realidad. Simplificando: preocupación por la forma más que por el contenido; el arte por el
arte. Leconte de Lisle, Banville o Ménard son algunos de sus representantes.
El Simbolismo es una corriente estética surgida en Francia en 1885 que tiene como precursor a
Baudelaire. Concibe la poesía como algo misterioso, inexplicable, que permite descubrir los secretos que
encierra la realidad. Para ello, el poeta busca una revelación a través de la intuición, busca evocar
impresiones, no expresar ideas. Así pues, se debe liberan el lenguaje en busca de “la palabra total” y
gustan de los vocablos raros.
Más que descripción, buscan sugestión de la imagen; no nombrar, sino sugerir (Mallarmé). El símbolo
es la técnica de aludir a realidades complejas (la muerte, la soledad, el tiempo) mediante evocaciones de
objetos o sensaciones, más concretos. El símbolo trata de despertar la intuición del lector; se apoya en
correspondencias secretas de la naturaleza (sonidos, colores, olores). Por eso, el recurso más empleado
es la sinestesia. Lenguaje artificial y elaborado. Se concede importancia a la música, al ritmo del verso y
a los efectos sonoros de las palabras. Uso del verso libre para expresar el pensamiento, sin los
condicionantes o ataduras de la métrica.
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Charles Baudelaire. Rebelde, de vida desordenada (dandy, bohemio, alcohol, mujeres, sífilis, problemas
económicos, intentos de suicidio). Temas: rebeldía, placer, soledad, hastío, orgullo (conocer el sentido
de la vida, pero sin renunciar a la forma). Estilo: claro, sonoro, preciso, de gran pureza. Clásico y
referente de toda la poesía posterior
Su romanticismo vital queda superado por su sentido crítico, algunos rasgos formales lo vinculan al
Parnasianismo, pero lo apartan de él la complejidad de su mundo interior y el empleo de la intimidad
como materia poética. Sus efectos musicales lo acercan al Simbolismo, pero lo apartan de él la densidad
de sus temas y sus violentos contrastes íntimos.
Las flores del mal (1857) es su obra fundamental. Refleja el permanente conflicto del hombre entre
el bien y el mal. Supone una celebración del mal, de su belleza, un acercamiento al satanismo que
escandalizó a la sociedad del momento. Parte del spleen, del aburrimiento y la angustia, pare expresar la
situación del poeta en un mundo que lo margina. Un concepto fundamental en su poesía es el de
correspondencias o concepción del mundo como dualidad de fuerzas materiales y espirituales. Ante la
necesidad de ascender hacia una realidad absoluta, el arte es la herramienta para conseguir ese ideal.
Buscará la belleza en lo cotidiano, lo sórdido, lo horrible (frente al canon tradicional): en pobres, viejas,
prostitutas, vagabundos. Afirma el fondo perverso del hombre (por el pecado original), pero elimina el
propósito moralizador, afirmando la belleza de la poesía por sí misma, sin asignarle ninguna función
moral o utilidad.
Paul Verlaine. Vida azarosa, relación tormentosa con Rimbaud. Sus claves poéticas radican en la
levedad con que recrea sus indefinibles estados de ánimo y en la sencillez de su lenguaje coloquial.
Obras: Fiestas galantes, Romanzas sin palabras. Tono decadente, musicalidad, impresionismo literario,
lirismo sensual, subjetivismo, arte refinado, metáforas y símbolos, sugerencia, verso libre, léxico
musical, poesía vaga, etérea. Los simbolistas y parnasianos de su época lo reconocían como maestro y
hoy es considerado por la crítica como el padre del Modernismo.
Rimbaud: Precocidad literaria, relación tormentosa con Verlaine, rebelde, escandaloso. Después de una
juventud de dedicación a la literatura, pasó sus últimos años en África sin escribir. En su obra se
encuentra la preocupación simbolista por el ocultismo y la intuición. Busca nuevas formas de
conocimiento a través del subconsciente; en este sentido, es precursor del surrealismo. Por su estilo,
destaca por la fuerza y originalidad de las imágenes; es el creador de la poesía hermética, oscura. Sus
obras más importantes son: El barco ebrio, Una temporada en el infierno e Iluminaciones.
Mallarmé: Su tema central es la propia poesía, la Obra Total que intenta crear con un lenguaje nuevo,
ilógico, al margen de las leyes de la semántica y la sintaxis. Sus poemas son oscuros y difíciles; es
perfeccionista en la depuración del lenguaje y del símbolo. Busca la perfección, la belleza absoluta.
Temas: el aburrimiento, el abismo, el azul. Obras: Herodías, Siesta de un fauno, Poesías.
6.2. Las vanguardias. Surrealismo.
Las vanguardias aparecen entre las dos guerras mundiales. En torno a 1910 se empiezan a observar una
serie de actitudes que desde fines del XIX se caracterizan por su inconformismo y el deseo de
renovación. Los artistas acusan a Europa y a su civilización de haber creado la barbarie de la guerra y no
confían en la sociedad establecida. Occidente y el arte anterior se consideran un fracaso, por lo que
proponen extirpar todo lo anterior y volver, o bien a lo más primitivo del hombre, o bien a su
deshumanización.
Suele designarse con el nombre de ISMOS a los movimientos artísticos de carácter experimental que
se desarrollaron y sucedieron con rapidez durante las primeras décadas del XX, la mayoría de los cuales
abarcaron expresiones artísticas diversas (pintura, cine, escultura, literatura) y fueron bastante
efímeros. Muchos de estos movimientos vanguardistas no pasaron de meros proyectos o de textos
programáticos de intenciones (los famosos manifiestos), en los que exponían los principios que habrían
de guiar la creación artística. Destacamos: futurismo, cubismo, dadaísmo, expresionismo y surrealismo.
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Futurismo. Nace con El manifiesto futurista en 1909 (p.297 del libro), del escritor italiano Marinetti. Se
opone a la exaltación de los sentimientos y propone la celebración de lo moderno, de las máquinas, de
lo mecánico. El estilo es rápido, dinámico y con innovaciones tipográficas. Propugna la eliminación de la
sintaxis convencional por otra distinta. La figura más significativa es Mayakovsky.
Cubismo. Nace como movimiento pictórico en 1907 con Las señoritas de Avignon de Picasso, pero es
Apollinaire quien traslada su técnica a la literatura. Se trata de crear un nuevo arte que no dependa de
la naturaleza, sino que la continúe. Propuso una nueva disposición tipográfica del poema (ver p. 300 del
libro), creando poemas visuales como los caligramas. Además de Apollinaire, podemos citar también a
Max Jacob.
Dadaísmo. Nace en Zurich en 1916 de la mano de un grupo de exiliados encabezados por Tristan Tzara.
El nombre dadá es el de un balbuceo infantil que fue elegido abriendo al azar un diccionario. Es un
movimiento efímero, que tiene más de actitud inconformista que de propuesta de escritura realmente
viable. A través de un sentido del humor rayano con el absurdo, busca enfrentarse a la realidad de una
forma diferente y provocadora. Su procedimiento de creación es el collage arbitrario: recortar palabras
de un artículo periodístico de extensión semejante al poema que se quiera escribir, agitarlas en un saco
e irlas sacando azarosamente.
Expresionismo. Parte de la situación política de Alemania antes y después de la Primera Guerra
Mundial. Se basa en la expresión de sentimientos subjetivos, más que en la descripción de la realidad.
Por eso, la realidad se presenta intensamente distorsionada para producir un fuerte impacto. Se
destaca la fealdad, lo catastrófico, lo tenebroso y lo caótico. En los argumentos se deja sentir una visión
crítica de la sociedad y del horror y el sufrimiento generados por la guerra.
Surrealismo. Comparte con el Dadaísmo su afán de protesta. André Breton publica en 1924 el Primer
manifiesto, que pretende ser una revolución integral cuyo lema sería “transformar la vida” mediante la
liberación del hombre y de su capacidad creadora. Surrealismo significa “sobre realismo”: superación de
la realidad, que se supera con la integración de los sueños, en los que según las nuevas teorías de
Freud se libera el subconsciente reprimido por las normas morales y sociales.
Para hacer aflorar el subconsciente se utilizan técnicas diversas: la escritura automática, es decir, sin
reflexión; el collage de frases recortadas al azar de los periódicos; la interpretación de los sueños, etc.
En un poema surrealista se emplean diferentes recursos: asociaciones libres e inesperadas de
palabras, metáforas insólitas… Es un lenguaje que no se dirige a nuestra razón, sino que quiere
despertar en nosotros sentimientos y reacciones también inconscientes. Se trata de provocar el
extrañamiento para acceder a lo subconsciente. Veamos un ejemplo de este uso desatado y libre de
metáforas e imágenes insólitas:
(Paisaje de la multitud que vomita (fragmento) Federico García Lorca, del libro Poeta en Nueva York
La mujer gorda venía delante/arrancando las raíces y mojando el pergamino de los/tambores./La mujer
gorda,/que vuelve del revés los pulpos agonizantes.
La mujer gorda enemiga de la luna,/corría por las calles y los pisos deshabitados/y dejaba por los
rincones pequeñas calaveras de paloma/y levantaba las furias de los banquetes de los siglos/últimos/y
llamaba al demonio del pan/por las colinas del cielo barrido/y filtraba un ansia de luz/en las
circulaciones más subterráneas).
El Surrealismo literario se extiende también a la pintura. El concepto básico con el que se trabaja es el
de automatismo, basado en la fuerza del inconsciente (anular los razonamientos y prejuicios de la
mente despierta, en vigilia, para permitir que surjan las asociaciones y pensamientos inconscientes,
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igual que en los sueños). Los temas y recursos son la fantasía, el erotismo, lo infantil, lo demencial, el
predominio de lo onírico, etc. Entre los pintores surrealistas destacan Magritte, Dalí, Joan Miró y
Masson.
También en el cine se llevaron a cabo cortometrajes basados en las técnicas propuestas por el
surrealismo. Destaca el cineasta español Luis Buñuel y su filme Un perro andaluz.
LECTURA 4, Las flores del mal, Charles Baudelaire. Poesía simbolista.
Habrá que esperar a que lo leamos.
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