Internacional Diario del Istmo ■ Viernes 13 de Mayo de 2016 / Pág. 9 ‘Soy víctima de un golpe’: Rousseff La presidenta afirmó que luchará para terminar su mandato Brasilia Heriberto Araújo/ Enviado Notimex La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, catalogó ayer como un “golpe” la decisión del Senado de separarla del cargo por 180 días, mientras es sometida a una investigación, y afirmó que luchará por concluir su periodo para el que fue electa en diciembre de 2018. Rousseff, apartada del poder horas antes por decisión del Senado de iniciar un juicio político contra ella, compareció ante la prensa en el Palacio del Planalto, de donde salió a pie y prometiendo “lucha” para volver al poder, mientras era arropada por cientos de simpatizantes. La decisión del Senado, “es un golpe (...) mi gobierno fue blanco insistente de sabotaje (...) crearon el ambiente propicio para el golpe”, aseguró la mandataria en una declaración televisada en cadena nacional. Pidió a sus seguidores a mantenerse movilizados, “porque el pueblo sabe que la democracia se logra con la lucha”. “Puedo haber cometido errores, pero no cometí crímenes”, dijo la mandataria, acompañada por su gabinete, por diputados, senadores y por el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva quien, sin embargo, se mantuvo en un calculado segundo plano durante todo el evento. “Estoy siendo juzgada injustamente por haber hecho lo que la ley me autorizaba hacer”, dijo Rousseff, vestida de blanco. Admitió sufrir “el dolor innombrable de la injusticia”, y prometió que “jamás desistiré de luchar”. “Ya sufrí el dolor invisible de la tortura y ahora sufro una vez más el dolor igualmente innombrable de la injusticia. Lo que más duele en este momento es la injusticia”, aseveró, Rousseff al recordar su pasado como activista torturada durante la dictadura militar. Temer asume presidencia Tan pronto como Rousseff firmó la notificación del Senado que la informaba de su suspensión, su hasta entonces vicepresidente, Michel Temer, asumió de forma interina la presidencia, aunque en Brasil la percepción de analistas y expertos es que dirigirá el país hasta 2018. Destacan como ministros “fuertes” del nuevo Ejecutivo el titular de Exteriores, José Serra, ex alcalde y ex gobernador de Sao Paulo que perdió dos elecciones presidenciales como candidato del liberal Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). AGENCIAS Tras aprobado el “impeachment” La escena de la presidenta saludando a los manifestantes, supone el que podría ser el principio del fin de Rousseff como primera mujer presidenta de Brasil. AL expresa solidaridad con presidenta y pueblo de Brasil L a H abana Agencias En varios países latinoamericanos aumentaron hoy las voces de solidaridad con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el pueblo de esa nación suramericana, frente al golpe de Estado parlamentario-judicial en marcha contra la mandataria. Desde La Habana una declaración del Gobierno Revolucionario de Cuba denunció el golpe de estado disfrazado de legalidad que se gesta desde hace meses en Brasil. A su vez, el gobierno venezolano condenó categóricamente este golpe parlamentario, que pone en tela de juicio la institucionalidad democrática en el gigante suramericano. La primera mujer electa como Jefa de Estado en Brasil enfrenta una arremetida de aquellos factores que perdieron las elecciones y son incapaces de llegar al poder político por otra vía que no sea la fuerza, apunta una nota de la Cancillería venezolana. En La Paz, Bolivia, legisladores del gobernante Movimiento al Socialismo afirmaron que el juicio político contra la presidenta brasileña atenta contra la democracia regional, pues supedita la voluntad del pueblo, materializado en las urnas, a una decisión pactada, corrupta e ilegal de los parlamentarios de Brasil. Desde Nicaragua el gobierno de ese país centroamericano envió un mensaje solidario a la mandataria brasileña expresando indignación y rechazo ante el proceso de impeachment en su contra, que calificó como golpe de Estado. Por su parte, el gobierno ecuatoriano del presidente Rafael Correa otorgó su decidido respaldo a Dilma Rousseff, “legítima depositaria del mandato popular expreso en las últimas elecciones democráticas en Brasil”. En Bogotá, la excongresista colombiana, abogada y defensora de derechos humanos, Piedad Córdoba, dijo a Prensa Latina que el golpe parlamentario contra Rousseff forma parte de las maniobras de la derecha para derrocar gobiernos con avances importantes en la región. Al mismo tiempo, cientos de manifestantes de movimientos populares y partidos políticos argentinos repudiaron en Buenos Aires el golpe contra la mandataria, y marcharon hacia la embajada de Brasil a testimoniar solidaridad con el pueblo de la nación vecina.