Cuando los insultos dicen más del emisor que del destinatario

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Cuando los insultos dicen más del emisor que del
destinatario
Destripadora de prejuicios amateur
El insulto es generalmente una palabra (o conjunto de palabras que funcionan como una) que
define un modo de ser o comportarse que consideraríamos denigrante y del cual acusamos al
destinatario. Algunos insultos están vacíos de un concepto concreto o al menos de su significado
literal original (cuando llamamos a alguien hija de puta, por ejemplo, no la estamos acusando de
ser hija de una mujer que se dedica a la prostitución), pero muchos de los comúnmente utilizados
son reflejo de los prejuicios sociales. Generalmente los insultos son discriminatorios con algún
colectivo (racista, sexista, homófobo, etarista, gordófobo, especista…), con excepción quizás de
palabras como falso, manipulador, arrogante, etc, que son más una definición de un
comportamiento considerado antisocial que un insulto, otras como “mala persona” cuya definición
depende de los principios morales del emisor y otras que no sabría cómo catalogar (cenizo,
matao, zopenco, peinaolivas...).
Que la gente deje de utilizarlos o los sustituya todos por otros no discriminatorios lo veo una
misión imposible, y tampoco es mi intención (yo misma los utilizo a menudo). Pero sobre lo que sí
querría llamar la atención es sobre aquellas palabras o frases utilizadas a modo de insulto que no
son simplemente un desahogo vacío de contenido (como puede serlo cabrón, gilipollas, hija de
puta, imbécil, estúpida, etc) sino que reflejan en el fondo los prejuicios más o menos inconscientes
del emisor. “Insultos” que son incluso utilizados por gente que cree estar en contra de la
discriminación a la que se refieren.
Este es el caso de palabras como fea, gordx*, maricón, negrx (o de cualquier etnia), nenaza (u
otras palabras para acusar de femenino a un hombre), etc., acompañados a menudo por su
precedente “putx/jodidx” y/o su subsiguiente “de mierda” (“puta gorda de mierda”, por ejemplo).
Parece que cuando alguien hace algo que consideramos reprobable toda palabra “negativa” para
mostrar la repulsa hacia este comportamiento está justificada. Si, por ejemplo, una tía que
considerábamos nuestra amiga nos traiciona, o una desconocida sube un video a 'youtube' cruel o
discriminatorio, se justifica el insultarla a sus espaldas (o a la cara) llamándola fea o gorda, o
negra o gitana si lo es, o zorra/guarra si sabemos que la tía es promiscua. Y esto no es un caso
aislado, sino ampliamente común. Conozco personas que abogan por el feminismo y se muestran
en contra de la discriminación hacia los gordos, por ejemplo, y no dudan en criticar a las demás
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por su aspecto físico o forma de vestir si la tía en cuestión es falsa, manipuladora, cruel,
discriminatoria, etc.
Sobre esto tendría varias cuestiones al respecto: si realmente se considera algo relevante y digno
de mención el que una mujer sea (para ti) desagradable físicamente, ¿por qué se le oculta (o
incluso se le miente descaradamente) todo el tiempo en que supuestamente eran amigas y se
contaban las cosas (de ser el caso)? ¿Por qué se utiliza como arma arrojadiza una vez se ha
truncado la relación? Parece que sólo puedes enterarte de la verdadera opinión de la gente (o de
cómo son realmente) cuando les caes mal. Y, si la persona en cuestión se considera feminista
¿por qué la fealdad y el peso suele ser algo tan relevante para criticar a las mujeres y tan
secundario en el caso de los hombres?
En cualquier caso, no veo cómo puede venir al caso atacar llamando gordo, fea, maricón o negra
a un hombre o mujer que hace o comenta algo que se considera éticamente reprobable o ridículo.
¿Acaso lo moralmente inaceptable no es que sea misógino, cruel con los animales, etc.? ¿El
hecho de que esté gordo es un añadido reprochable a los hechos? ¿Si estuviera en forma, fuera
guapo, blanco y vistiera bien lo hecho o dicho no sería tan ofensivo o estúpido? Considero que
este tipo de cosas, aunque puedan tener el efecto inmediato deseado (ofender a la persona
atacada) tienen un efecto nocivo a largo plazo, reforzando la discriminación que sufren aquellos
grupos que se utilizan a modo de insulto. Además, no creo que realmente sea tan inocuo para la
consciencia de la persona que los utiliza: si realmente consideras que características como el ser
musulmán, fea, gordo, gay, poco masculino, vieja, joven, yonki o sexualmente insatisfecha son
algo ofensivo como para utilizarlos como insultos cuando se dan en el individuo, creo que tienes
bastante que trabajar en ti si realmente no te consideras una persona prejuiciosa y discriminadora.
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