ANALES. Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana Volumen XIV ISSN: 1885-4613 REAL ACADEMIA DE MEDICINA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA VALENCIA Año 2013 Sumario Apuntes biográficos del Dr. Harald zur Hausen Antonio Llombart Bosch, Presidente de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana . . 7 Presentación del profesor Harald zur Hausen José M.ª Martín-Moreno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Resumen del discurso: La búsqueda de causas infecciosas del cáncer humano. (The Search for Infectious Causes of Human Cancer) Harald zur Hausen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 3 DR. HARALD ZUR HAUSEN ACADÉMICO DE HONOR DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA VALENCIA 7 de mayo de 2013 Apuntes biográficos del Dr. Harald zur Hausen Antonio Llombart Bosch Presidente de la Real Academia de Medicina de la Comunidad Valenciana N el 11 de marzo de 1936 en la ciudad alemana de Gelsenkirchen-Bauer. En su niñez sufrió la triste y dura experiencia de la Segunda Guerra Mundial viviendo en una de las ciudades más castigadas por los bombardeos aliados aunque afortunadamente todos los miembros de su familia sobrevivieron a los mismos. ACIÓ Consecuencia de la guerra fue una educación primaria difícil iniciando el Gymnasium en 1946 y alcanzando el Abitur en 1955. Para entonces su familia se había trasladado al norte de Alemania. Desde su niñez mostró especial interés por la biología y la botánica revelando ya una decidida vocación científica. Él mismo reconoce, sin embargo, que durante su bachillerato no pudo considerarse como un alumno particularmente aventajado. Inició sus estudios de Medicina en la Universidad de Bonn, matriculándose al mismo tiempo de Biología hasta alcanzar el llamado Physicum, examen que se 7 efectuaba durante la carrera de medicina en Alemania a mitad de los estudios (5º semestre) y establecía el límite entre las asignaturas básicas y las clínicas. Examen que superó con brillantez. Como era habitual en Alemania los estudiantes de medicina compartían estudios clínicos en distintas facultades de forma que el Dr. zur Hausen se matriculó en la Universidad de Hamburgo y en la de Düsseldorf graduándose en 1960 al mismo tiempo que defendía su tesis doctoral e iniciaba su actividad profesional como médico asistente. Allí mismo pasaría al Departamento de Microbiología e Inmunología en donde comenzó su verdadera carrera científica estudiando las modificaciones cromosómicas inducidas por virus y formándose durante más de tres años, tanto en virología como en microbiología diagnóstica. Para continuar su formación decidió acudir a los Estados Unidos con una beca posdoctoral logrando en 1966 una posición interesante en el Childrens Hospital de Filadelfia con los doctores Wermer y Gertrude Henle en la División de Virología. En aquellos momentos en el laboratorio de los doctores Henle estaban interesados en el estudio del recién descubierto virus de Epstein-Barr (EVB) inmerso todo el laboratorio en el desarrollo de tests serológicos así como de su epidemiología. Se había detectado que 8 los enfermos portadores de los llamados linfomas de Burkitt desarrollaban altos títulos de anticuerpos frente a estos antígenos virales. Mientras completaba su formación en la metodología específica de la biología molecular, inició estudios sobre el adenovirus tipo 12 lo que le permitió familiarizarse con las nacientes tecnologías moleculares. Sus estudios versaron sobre la inducción de aberraciones en la replicación del DNA de los cromosomas de células linfoblastoides y de linfomas humanos causadas por el adenovirus tipo 12. Los estudios con microscopía electrónica le permitieron también demostrar, con gran satisfacción del Dr. Henle, la presencia de partículas del virus EVB dentro de las células de los linfomas de Burkitt portadores de estos antígenos. Fue en su periodo de estancia en Filadelfia cuando se demostró la acción inmortalizadora del virus EVB en los linfocitos B humanos así como el papel fundamental del virus como agente causal de la enfermedad mononucleosis infecciosa. En el año 1968 recibe una interesante propuesta del Prof. Eberhard Wecker director del Instituto de Virología de la Universidad de Würzburg para incorporarse a su recién creado laboratorio. La oferta incluía la creación de un grupo de trabajo propio así como 9 su incorporación a la vida académica de Alemania. En marzo de 1969 iniciaba esta nueva andadura con su familia y segunda esposa la profesora de virología Dra. Ethel Michael de Villiers con quien ha convivido familiar y científicamente como puede apreciarse a través de las numerosas publicaciones que comparten a lo largo de 40 años. En los primeros años tras su regreso continuó investigando sobre el virus EVB. Con la ayuda del propio Dr. Henle y del Dr. George Klein de Stockholm dispuso de numerosas biopsias de linfomas de Burkitt así como también de carcinomas de nasofaringe, ya que los estudios serológicos permitían suponer que en estos últimos tumores también había antígenos del EVB que pudieran ser causantes del tumor. Se trataba de conocer si el EVB DNA persistía en todas las células del tumor de Burkitt sin originar en ellas una infección permanente como se postulaba entonces en los círculos científicos. El gran problema residía en obtener suficiente cantidad de EVB DNA purificado a partir de un número escaso de células de linfoma de Burkitt procedente de cultivos. En 1969 pudo demostrar que la línea celular del linfoma de Burkitt Raji no productora de EVB contenía numerosas copias de EVB-DNA. Poco tiempo después se pudo también detectar la existen10 cia de una infección persistente del DNA vírico en numerosas neoplasias humanas. El caso del linfoepitelioma de laringe era de particular interés, ya que al tratarse de un tumor con elementos epiteliales malignos, se precisaba conocer si el EBV-DNA se encontraba solo en los linfocitos del tumor o también en las células epiteliales malignas, dato que pudo confirmar en 1973. En 1972 fue nombrado catedrático y director del nuevo Instituto de Virología Clínica de la Universidad de Erlangen-Nüremberg. A partir de este momento decide cambiar la orientación de sus investigaciones pasando a ocuparse del cáncer cervical uterino sobre el que existían sospechas de tener un origen infeccioso. Ya a finales de los años 1960 se había postulado por estudios serológicos que el virus Herpes simples tipo 2 (HSV-2) podría estar implicado en esta patología. Para desentrañar este problema utilizaría junto con el Dr. Heinrich Schulte-Holthausen la tecnología aprendida con el EBV con el objeto de secuenciar el HSV-2 en biopsias de carcinomas cervicales aunque no lograron obtener resultados positivos. Continuando este interés por los virus oncógenos, desarrolló otra forma de aproximación mediante estudios de los virus presentes en las verrugas humanas 11 procedentes de biopsias obtenidas en la Clínica Dermatológica. En 1974 publica su primer trabajo sobre este tema, describiendo la existencia de una hibridación cruzada de los virus de las verrugas plantares con las de otras verrugas, aunque no con todas. Las verrugas genitales y los cánceres de cuello de útero fueron negativos. Esto le hizo sospechar la existencia de distintos tipos de virus del papiloma. En años sucesivos, tanto su laboratorio como el laboratorio del Dr. Gerard Orth en París, pudieron demostrar la pluralidad del virus del papiloma humano aislando un progresivo número de nuevos tipos. En 1977 el Dr. zur Hausen es nombrado director del Instituto de Virología de la Universidad de Freiburg trasladándose a este nuevo laboratorio con gran parte de su equipo y continuando con las investigaciones antes iniciadas en Erlangen. Sus trabajos son fructíferos. En 1979 sus colaboradores Lutz Gissmann y su mujer Ethel Michel de Villiers aíslan y clonan el primer DNA de una verruga genital: el HPV-6. Sin embargo fue decepcionante no encontrar este DNA en las muestras de cánceres de cuello uterino. A pesar de ello este HPV-6 fue muy útil para poder detectar otro virus, el HPV-11, en biopsias de papilomas laríngeos humanos. Además, utilizando el DNA del HPV11 se pudo determinar también su presencia en un 12 caso entre 24 carcinomas cervicales. Junto a ello la presencia de varias bandas tenues en la electrofore- sis permitieron intuir la existencia de otros virus de la misma familia en muestras cervicales que perte- necerían a otros tipos de virus HPV. La clonación de estas bandas llevada a cabo por sus discípulos Matias Dürst y Michael Boshart permitieron aislar en 1983 el DNA de los virus del papiloma tipos HPV-16 y HPV-18. También se pudo confirmar que el HPV-16 DNA se encontraba en el 50% de las biopsias de cán- ceres de cuello de útero mientras que el HPV-18 DNA también se encontraba en el 20% de los mismos cánceres así como en numerosas líneas celulares como la Hela. Ya en los primeros años tras el aislamiento de los HPV-16 y HPV-18 tuvo evidencia de que estos virus jugarían un papel fundamental en el desarrollo del cáncer cervical uterino encontrándose el DNA viral integrado en la célula tumoral, lo cual indicaba la clonalidad de la neoplasia. Vieron además, cómo parte del genoma viral se perdía durante el proceso de inte- gración. Además encontraron que dos genes virales, los llamados E6 y E7 se transcribían en la célula can- cerosa. También lesiones precancerosas, displásicas cervicales eran portadores de estos genes. 13 A partir de estos momentos el Dr. zur Hausen inicia una serie de propuestas a distintos laboratorios farmacéuticos ofreciéndoles la posibilidad de desarrollar vacunas frente al HPV sin que lamentablemente hubiera receptibilidad por parte de los mismos. Se ha tardado casi 30 años para que este interés cambiara y dispongamos ahora de vacunas efectivas para uso clínico. Desde 1983 hasta su jubilación en marzo de 2003, ha sido Director científico-Presidente y miembro del Consejo Directivo de la fundación del German Cancer Research Center (DKFZ,) en la ciudad de Heidelberg dando un extraordinario impulso a este centro de renombre internacional. Además, entre 1993 y 1996 presidió la OECI, Organización Europea de Centros Oncológicos, potenciando las relaciones entre los hospitales de oncología de toda Europa y particularmente los institutos de la Europa del Este. En 2003, fue elegido vicepresidente de la Academia Alemana de Ciencias Naturales Leopoldina, en Halle. No es la primera vez que el Dr. zur Hausen recibe un galardón por su carrera. Ha sido condecorado con el Premio Robert Koch (1975), los premios Paul Ehrlich y Ludwig Darmstaedter (1994), el galardón Ernst Jung (1996), el Premio Charles Rodolphe Brupbacher (1999), así como el Raymond Bourgine Award 14 (2006). Además, ha sido nombrado doctor honorífico por varias instituciones y en abril de 2004 se le concedió la Gran Cruz del Mérito Profesional. También ha sido director de la prestigiosa revista Internacional Journal of Cancer. En el año 2008 recibió el Premio Nobel de Medicina y Fisiología concedido por la Academia Sueca de las Ciencias en reconocimiento a los méritos contraídos por sus investigaciones sobre el virus del papiloma, su caracterización y aislamiento así como por demostrar la relación entre estos tipos de virus y los mecanismos de carcinogénesis, pudiéndose a partir de estos descubrimientos desarrollar una vacuna preventiva contra el cáncer cervical. La actividad científica del Dr. zur Hausen ha continuado en estos últimos años participando en la dirección del laboratorio de virología en el ZKFZ de Heidelberg donde continua trabajando. Siguen siendo materia de estudio los virus del papiloma humano, así como otros virus, como es el caso de la posible presencia de virus oncógenos en la alimentación como en la carne bovina que podría contribuir a la transformación oncogénica de la mucosa colorrectal. También es motivo de su interés el estudio de otros posibles factores oncogénicos presentes en la alimentación y en el medio ambiente. 15 Por ello mantiene una viva actividad científica, sien- do autor de numerosas publicaciones sobre los aspectos epidemiológicos y virológicos relacionados con el cáncer humano y la posible transmisión vírica del mismo a partir de animales domésticos. En este contexto el virus polyoma es otro de sus objetivos al estar relacionado con el carcinoma de célu- las de Merkel de la piel, tumor infrecuente pero de una alta malignidad que parece estar causado por el llamado “Merkel cell Polyoma virus”. También ha publicado varias interesantes monografías de divulgación científica entre las que destacamos: Genom und Glaube: Der unsichtbare Käfig, Springer 2002. Infections Causing Human Cancer. Wiley and Blackwell, 2010 y Gegen Krebs: Die Geschichte einer Provokanten Idee, Rowolth Verlag, 2010. Mención especial merece la lección magistral conocida como “Nobel lecture” que pronunció con motivo de la concesión de dicho premio en 2008 y ha sido publicada en la revista Angewandte Chemie, 48, 5798- 5808, (2009), con el título: The search for infectious causes of human cancer: where and why (Nobel lec- ture) así como otras publicaciones más recientes sobre el tema (Int. J. Cancer, 130, 2475-2483, 2012). 16 La Real Academia de Medicina y Ciencias Afines de la Comunidad Valenciana se siente honrada con la presencia del Premio Nobel Prof. Harald zur Hausen quien va a ser recibido como Académico de Honor de esta institución. 17 Presentación del profesor Harald zur Hausen José M.ª Martín-Moreno EXCMO. SR. PRESIDENTE DE LA REAL ACADEMIA DE MEDICINA DE LA COMUNIDAD VALENCIANA, EXCMOS. E ILMOS. SRS. ACADÉMICOS, SEHR GEEHRTER HERR PROFESSOR DR. HARALD ZUR HAUSEN, SEÑORAS Y SEÑORES: S de gran responsabilidad, y a su vez una enorme satisfacción, llevar a cabo una glosa introductoria sobre el profesor Harald zur Hausen en este acto en el que ingresa como Académico de Honor en nuestra Real Academia de Medicina. Permítanme, por ello, que mis primeras palabras sean de gratitud a nuestro Presidente por haberme ofrecido este honor. UPONE PARA MI UN RETO Durante casi 200 años, esta institución ha sido asociada con los hombres y mujeres más prestigiosos de la medicina y la ciencia en la Comunidad Valenciana, y hoy es un privilegio añadir una estrella de la categoría del profesor zur Hausen al elenco de médicos investigadores que tanto han hecho para el desa19 rrollo de la ciencia en nuestra Comunidad y en el mundo. Y es que estoy realmente entusiasmado de poder estar aquí en esta ocasión, para dar la bienvenida no sólo a la figura que conozco desde hace muchos años, que es referente internacional en investigación sobre el cáncer, sino también a la persona que conocí más personalmente en septiembre de 2009 con motivo de un evento científico que compartimos en Toledo. Durante nuestros agradables paseos por las callejuelas de esa ciudad milenaria, me percaté de la inteligencia, perspicacia, sensibilidad y bondad del Dr. zur Hausen; es por ello que supone para mi un doble placer el estar hoy en nuestra Real Academia, no sólo para llevar a cabo esta introducción y dar la bienvenida a un científico de tanto prestigio como él, sino también por la posibilidad de disfrutar una vez más de su compañía y de la sabiduría que siempre destilan sus palabras. Professor zur Hausen, thank you for being with us today, and it is a privilege to welcome you as an Honorary Member of the Royal Academy of Medicine and Science here in the Autonomous Community of Valencia, the highest honour that we can bestow upon an outstanding international scientist such as yourself. Throughout its almost 200 years of history, this institution has gathered together the most outstanding scientists of our Community to support the advancement of knowledge and medical progress for human20 kind. Through your celebrated work on oncoviruses, you have earned our most sincere admiration and esteem, so having you here today is a special treat. If you don’t mind, I would like to take a moment to introduce some of the highlights of your professional background for our audience, as well as a few of the personal details you have so kindly shared with me. We then look forward to giving you the floor to speak about your work, which is really on the cutting edge of medical knowledge: the search for infectious causes of human cancers. La mayoría de Uds. conocerán la figura del Dr. zur Hausen por el Premio Nobel que obtuvo en 2008 y que supuso llegar a la cúspide del reconocimiento a su descubrimiento del virus del papiloma humano como agente causal del cáncer de cuello uterino, logro que permitió abrir estrategias preventivas que se plasmaron en el desarrollo de la vacuna contra el cáncer de cérvix. Sin embargo, este premio no ha sido sino la culminación de una larga y heroica carrera repleta de sacrificios y dedicación a la investigación médica. Después de una niñez marcada profundamente por el contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra en Alemania, se graduó como médico en el año 1960. Posteriormente viajó a los Estados Unidos de América, concretamente a Filadelfia, donde colaboró con los prestigiosos virólogos Werner y Ger21 trude Henle en un hito científico histórico: el estudio que señaló cómo el virus de Epstein-Barr transforma las células normales en células cancerosas. Aunque una carrera tentadoramente prometedora le esperaba en la prestigiosa universidad de Pensilvania en EE.UU., decidió volver a Alemania para liderar un equipo investigador en la Universidad de Wurzberg, donde inicialmente continuaría su trabajo sobre el virus de Epstein-Barr. A partir de los años 70, cambió su enfoque investigador al intuir que el origen del cáncer cervical uterino también estaba asociado a causas infecciosas, y de manera más específica al virus del papiloma humano (VPH). Como catedrático y director del Instituto de Virología Clínica en la Universidad de ErlangenNüremberg, pudo explorar esta cuestión en profundidad, demostrando por primera vez la pluralidad del VPH. Continuó esta línea de investigación junto con su equipo en la Universidad de Freiburg; allí fue donde empezó a catalogar las diferentes variedades del VPH para así aislar el VPH 16 y 18 como principales causas agentes causales del cáncer cervicouterino. Lamentablemente, y como es el caso que se repite con demasiada frecuencia en ciencia, tuvo que pasar mucho tiempo antes de que este trabajo fuese tenido en verdadera consideración y que las empresas de tecnología sanitaria se interesaran por desarrollar 22 una vacuna contra estos virus. Casi 30 años de esfuerzo tenaz inasequible al desaliento... Mientras tanto, el Dr. zur Hausen estuvo ejerciendo como Director Científico del Centro Alemán de Investigación contra el Cáncer siendo, además, Director de la prestigiosa revista International Journal of Cancer. Compatibilizó esta encomiable labor científica y de investigación con la no menos loable responsabilidad familiar, cuidando junto a su mujer a sus tres hijos. Fruto de todo lo anterior, obtuvo el merecido reconocimiento de la sociedad y de la comunidad científica por sus labores, en forma de 23 títulos honoríficos de otras tantas universidades en cuatro continentes, además de numerosos galardones, incluyendo la Gran Cruz del Mérito Profesional y el Premio al mérito en biociencias de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer. El Premio Nobel, de hecho, lo consiguió cinco años después de jubilarse, demostrando así su mente inquieta, su pasión por la ciencia y su energía inagotable. Hoy sigue yendo al laboratorio casi todos los días (cuando no está viajando para impartir conferencias). En su laboratorio investiga la posible transmisión de virus oncogénicos entre animales domésticos y personas. Harald zur Hausen me ha desvelado que, paradójicamente, su jubilación formal ha conllevado que tenga 23 menos tiempo, y no más, para charlar con su amada mujer, profesora Ethel Michelle de Villiers, de temas ajenos a la búsqueda de causas y soluciones para el cáncer. Cuando trabajaban juntos a tiempo completo, aprovechaban la oportunidad que suponía el conducir 34 kilómetros en coche a primera hora de la mañana, desde su domicilio al centro de trabajo, para conversar sobre temas relacionados con su investigación. Ello permitía dejar espacios de tiempo compartido para conversar de otros temas más mundanos. Ahora que el horario del Dr. zur Hausen es más flexible, ha puesto fin a la rutina de esos viajes compartidos, y esto ha hecho que la ciencia ocupe el centro de la conversación de pareja incluso después de cenar. De hecho, su pasión por la investigación científica es el leit motiv de la vida de Harald zur Hausen, ocupando un lugar destacado incluso en cuanto a sus hobbies o aficiones, que incluyen la astrofísica y la historia de la evolución humana. Quizás el único momento en que la ciencia no centra sus pensamientos es durante los viajes anuales a Sudáfrica que hace con su pareja. Ahí intenta desconectar, y aprovecha para visitar a la familia de su mujer y vivir la aventura de un safari fotográfico en un parque natural en plena selva. Pocas personas pueden presumir de haber dedicado más de cincuenta años con tenaz pasión a su vocación científica, y menos aún pueden atribuirse una 24 contribución tan importante a la sociedad como la vacuna contra el virus del papiloma humano. No obstante, el Dr. zur Hausen no para de buscar respuestas a sus inquietudes; su mente curiosa y atrevida le define como científico y como persona. Estoy seguro que sus reflexiones sobre la búsqueda de las causas infecciosas del cáncer pueden arrojar mucha luz sobre un tema crucial para nuestra sociedad, y estoy deseando escuchar su presentación tanto como Uds., porque el Dr. zur Hausen es siempre fuente de inspiración. Professor zur Hausen, thank you for your generosity and your time here today, and once again, our most heartfelt welcome into this Royal Academy. You have a place of honour here with us, and we are all very much looking forward to your insight into your fascinating work. Without further ado, let me give you the floor. 25 La búsqueda de causas infecciosas del cáncer humano. (The Search for Infectious Causes of Human Cancer) Harald zur Hausen de las neoplasias humaA nas están causadasunpor20%agentes infecciosos, incluPROXIMADAMENTE yendo virus, bacterias y parásitos. Analizamos las causas por las que este hecho es de conocimiento relativamente reciente. Incluimos aportaciones epidemiológicas que permiten un mayor conocimiento de la existencia de nuevos agentes infecciosos posiblemente implicados en procesos linfoproliferativos, neoplasia mamaria y cáncer de colon junto a basaliomas de la piel o cáncer de pulmón entre personas no fumadoras. En la actualidad hay un número de agentes infecciosos que están directamente considerados como causantes o al menos relacionados con algún tipo particular de cáncer. Aquí se incluye el virus de EpsteinBarr y el virus tipo Herpes 8, así como las familias del virus del papiloma de bajo y alto riesgo, junto con el virus de la hepatitis B y C junto con el recientemente identificado virus del polyoma humano tipo “Mer27 kel cell polyoma virus”. También un número inde- terminado de retrovirus endógenos son sospechosos de originar cáncer. Junto a los virus se han identificado también bacterias cual es el Helicobacter pylo- ri como contribuyente del cáncer gástrico e infeccio- nes parasitarias como la del Clonorchis sinensis impli- cada en el carcinoma colangiocelular y hepatocelular en Tailandia y China. También hay que recordar que en los humanos existen diferencias importantes rela- tivas a la infección con el virus del papiloma, ya que éste se encuentra fundamentalmente en la mujer relacionado con el carcinoma de cuello de útero. Desde hace tiempo han existido dificultades para identificar los agentes infecciosos relacionándolos con la inducción del cáncer humano. Ya a principios del siglo XX se sospechó de la implicación del Schistoso- ma en el cáncer de vejiga en Egipto así como de cier- tos helmintos en el cáncer de hígado en Oriente, si bien costó más de 65 años hasta poder confirmar que el virus de Epstein-Barr era el causante de linfomas y carcinomas nasofaríngeos humanos. Los avances en estas últimas tres décadas han sido más rápidos conociéndose en la actualidad que un 20 por cien de los cánceres humanos tienen un origen infeccioso. 28 Motivos que han dificultado este conocimiento: – El largo tiempo de latencia necesario para desarrollar una neoplasia (20-40 años) aunque existen excepciones. – Salvo raras circunstancias no se produce la síntesis del agente infeccioso dentro de la célula cancerosa. – La mayoría de los agentes causantes de cáncer son muy ubicuos en la especie humana y solo una pequeña parte de la población infectada desarrolla cáncer. – La transformación maligna implica la aparición de mutaciones en la célula huésped o en el genoma viral. – La mayoría de los agentes mutagénicos son de orden químico o físico. Ello facilita la selección de mutaciones específicas en determinadas células aunque frecuentemente actúan asociándose a agentes cancerígenos de naturaleza infecciosa. – Ciertos agentes infecciosos son cancerígenos indirectos sin que sus respectivos genes persistan en las células malignizadas (HIV, Helicobacter pilori, Schiatosoma hematobium hepatitis B o C). Los estudios epidemiológicos han proporcionado valiosos datos para el hallazgo exitoso como son los 29 casos de la coincidencia geográfica de lesiones infec- ciosas particulares como la hepatitis B y el cáncer de hígado que llevó a la sospecha de existir relación entre ambas patologías. A ello también se ha unido el descubrimiento de carcinógenos químicos implicados en el cáncer de hígado localizados en las mismas áreas geográficas. Existen también nichos regionales para determinados tipos de neoplasias, como es el caso del linfoma de Burkitt localizado en el África ecuatorial, que representa el ejemplo más ilustrativo de esta patología, al asociarse condiciones climáticas y altitud geográfica con infecciones endémicas en la población con alta incidencia en paludismo por el Plasmodium falcipa- rum. En consecuencia, se ha especulado que el mismo artrópodo podría ser también el vector del virus. El carcinoma nasofaríngeo que tiene una alta incidencia en el Sudeste Asiático es también otro ejemplo. Lo mismo ocurre con la leucemia T del adulto que presenta una alta incidencia en las costas del sur de Japón. También es el caso de los colangicarcinomas por su alta incidencia en el sudeste de Tailandia o el carcinoma de vejiga tan frecuente en el Delta del Nilo en Egipto. Aunque sujetos a especulación se sospecha que todos ellos tendrían un origen infeccioso. 30 La dependencia de ciertos cánceres con contactos sexuales es otro motivo importante de aná- lisis. Dejando a un lado los conocidos cánceres de los deshollinadores descritos en Inglaterra en el siglo XVIII, los estudios de Rigoni-Stern en Verona en 1842 señalaron la posibilidad de que el cáncer de cuello de útero estuviera relacionado con el mantenimiento de relaciones sexuales. Se tardaría más de 140 años hasta identificar que una infección viral sería la causa de este carcinoma en la mujer. Estos mismos estudios han permitido establecer relación adicional con el cáncer anogenital y cánceres orales causados por la misma infección viral. Nuevos estudios epidemiológicos también han per- mitido conocer un número de cánceres relacionados con la immunosupresion, factor condicionan- te de la activación de ciertos virus oncógenos como son los linfomas causados por el virus de Epstein- Barr, el sarcoma de Kaposi relacionado con el virus herpes tipo 8 y el carcinoma de Merkel de la piel rela- cionado con el virus del polyoma humano. No se ha encontrado relación con la infección del virus del pol- yoma y el cáncer de cuello de útero, pero sí se cono- ce que algunos tipos específicos de verrugas aparecen con frecuencia en enfermos inmunodeprimidos. 31 Es interesante conocer los mecanismos por los que se produce esta activación viral en enfermos transplantados de riñón, o en enfermos portadores del virus HIV con una incidencia que puede ser hasta 200 veces superior al resto de la población. Aunque el cáncer cervical no es dependiente de esta inmunodeficiencia, es interesante ver cómo solo el 50% del cáncer de vulva y el de pene tienen una reconocida dependencia con el HPV, produciéndose la aparición de los mismos en edades más tardías de la vida, lo cual hace suponer que tienen una distinta etiología causal, posiblemente motivada por virus de otra naturaleza entre los que se podrían encontrar otros tipos de virus HPV o incluso del tipo Polyoma. También es interesante constatar la incidencia disminuida de numerosos cánceres humanos cuando el enfermo sufre una inmunodepresión, lo cual sugiere que este proceso tendría un efecto protector frente a determinadas neoplasias como el cáncer de mama, próstata, testículo, ovario y del sistema nervioso central. El cáncer de mama merece una atención particular, ya que no parece influenciado por la inmunodeficiencia tanto en el ratón como en la mujer. En el ratón hay una presencia directa de oncogenes tipo MMTV 32 (mammary tumor virus) con presencia de partículas virales en la leche materna, a través de las que alcanzarían a los recién nacidos vía placas de Peyer intestinales, despertando una respuesta inmune que condicionaría una tolerancia inmune con depleción de linfocitos T. En la mujer el proceso podría desencadenarse mediante retrovirus endógenos (HERV) silentes, pero presentes en el genoma y que podrían activarse mediante otros virus. Especial atención merece el HERV-K capaz de codificar partículas virales completas aunque no infecciosas. Estos y otros datos disponibles hacen factible pensar que determinados retrovirus endógenos podrían jugar un papel importante en la génesis del cáncer de mama humano. El carcinoma basocelular iniciado sobre las cicatrices postvacunales ofrece otro modelo interesante para establecer una posible influencia causativa del cáncer por agentes infecciosos. Se han descrito basaliomas, pero también otras neoplasias como melanomas, dermatofibrosarcomas, fibrohistiocitomas malignos ectra que se pueden iniciar sobre cicatrices postvacunales de la viruela. Es posible considerar la coinfección del las vacunas empleadas para 33 la escarificación con otros virus bovinos que hubieran sido inoculados en los vacunados al mismo tiempo que el virus atenuado de la viruela. El largo tiempo de latencia (unos 20 a 60 años) se explicaría por el largo tiempo de latencia que estos virus precisan para activarse en el huésped, así como la necesarias mutaciones producidas en las células inflamatorias crónicas de la cicatriz. Las neoplasias hematológicas son otra fuente de conocimiento de la posible relación entre procesos infecciosos y leucemias Disponemos de conocimientos sobre posibles factores de riesgo que tienen carácter protector o incidirían en el desarrollo de leucemias. Paradójicamente, tendría un efecto protector el pertenecer a un estatus social bajo, habiendo sufrido infecciones repetidas durante la infancia, dentro de familias numerosas, habiendo recibido lactancia materna más de 6 meses o incluso perteneciendo a familias numerosas con condiciones higiénicas deficientes. Por contra un mayor riesgo se produce en sujetos que no sufrieron muchas infecciones infantiles, pertenecientes a un status social alto o viviendo en ambientes rurales con granjas de ganado vacuno. 34 También hay que considerar como factor de riesgo el ser portador prenatal de alteraciones cromosómicas. Hay diversas hipótesis que tratan de razonar estos hallazgos epidemiológicos. En primer lugar una escasa exposición a infecciones durante los primeros años de vida produciría una maduración insuficiente del sistema inmune mientras que un aumento de las mismas se asociaría a un bloqueo de la carga de agentes leucemiantes, gracias a el aumento de la producción de interferón. Otro motivo de riesgo sería posible como consecuencia de converger poblaciones rurales con escasa exposición a agentes leucemiantes con poblaciones urbanas portadoras de los mismos. Sin duda es evidente que un mayor tercer factor de riesgo es el ser portador de translocaciones cromosómicas que motivan una inestabilidad genética añadida. Cánceres relacionables con una potencial transmisión de gérmenes entre animales y hombres que afectaría potencialmente a carcinomas de colon El consumo alto de carne vacuna roja está relacionado con el cáncer de colon y potencialmente también con el cáncer de mama. La mayoría de las cau35 sas desencadenantes se atribuyen a factores relacionados con la dieta ya que hay evidencias de existir relación entre la incidencia de cáncer colorrectal y mamario con el consumo de carne vacuna roja. Disponemos de datos demostrativos como es la presencia elevada de agentes químicos del tipo de los Nnitroso compuestos y tioles así como aminas heterocíclicas e hidrocarburos policíclicos que se liberan como consecuencia de la elaboración de la carne roja. Sin embargo el consumo de carne blanca no estaría relacionado con el cáncer de colon aunque se prepare de manera análoga a la anterior y se liberen también compuestos químicos tóxicos. Además, en países donde el consumo de carne es muy bajo como en la India o se consume carne de cordero o aves (varios países árabes) el índice de cáncer colorrectal también es bajo. Abunda en ello el haberse detectado aumento de este cáncer en países como Japón (1970), donde tras la Segunda Guerra Mundial, así como tras la Guerra de Corea (1990) ha habido aumento del consumo de carne de vacuno y cerdo. En estos países se hizo muy popular el consumo de carne casi cruda (ejemplo son el shabu-shabu, korean yukhoe y el yukke japones). Existe pues una diferencia importante que no depende exclusivamente del tipo de sustancias químicas liberadas durante la preparación de la carne, sea vacuno, porcino o de ave. Estas obser36 vaciones permiten suponer la presencia de uno o varios agentes termorresistentes, potencialmente virus oncógenos bovinos, que pudieran contaminar la preparación de la carne causando infecciones laten- tes del tracto colorrectal. De esta forma se produciría una acción sinérgica combinando factores canceríge- nos químicos liberados durante la cocción con la contaminación por agentes infecciosos víricos. La carne roja es condimentada de modo que en su porción central, raramente se superan las tempera- turas de 55-65 grados centígrados. Determinados virus bovinos resisten estas temperaturas como es el caso de los virus del papiloma y del polyoma que podrían infectar estos alimentos ya que se han detec- tado sus antígenos circulantes en el suero de estos animales. Se conoce que diversos miembros del la familia del virus del polyoma, aun no siendo oncógenos en los animales portadores, se revelan como cancerígenos en tejidos heterólogos. En la actualidad se han detec- tado seis genotipos distintos de virus del polyoma en la especie humana y alguno de ellos podría tener un papel cancerígeno en el colon así como en el pulmón siendo responsables del mecanismo desencadenante de estos cánceres. 37 Terminamos insistiendo que en la actualidad algo más de un 20% de los cánceres están relacionados con causas infecciosas, habiendo estudios epidemio- lógicos que sugieren que esta incidencia tenderá a aumentar en el próximo futuro. Hay que tener en cuenta que incluso aquellos cánceres cuyos mecanismos genéticos están bien establecidos, pueden también encontrarse influenciados por otras modifica- ciones de la interrelación genoma-huésped, donde estén implicados agentes infecciosos. Numerosas neoplasias de incidencia elevada son can- didatas a estar influenciadas por virus, tal es el caso de las leucemias linfoblásticas de la infancia, el linfoma de Burkitt, los linfomas de Hodgkin-virus de Epstein-Barr negativos, los carcinomas basocelulares de la piel, incluso ciertos cánceres de mama, pulmón y colorrecto. Añadamos finalmente que existen evidencias de que algunas neoplasias infantiles frecuentes, además de las ya señaladas, como son los neuroblastomas y los tumores del sistema nervioso central, revelan pecu- liaridades epidemiológicas compatibles con la inte- racción específica entre reorganizaciones cromosómicas e infecciones prenatales. 38 Aunque todavía parezcan hipotéticas estas propuestas todas son posibles de verificación experimental. Si solo uno de estos supuestos resultara correcto, tendrían enormes implicaciones para la prevención, diagnóstico o incluso para la terapéutica de la respectiva neoplasia. En la conferencia presentamos evidencias que dan soporte a estas observaciones. 39