Buenas Practicas Desde la disciplina del Trabajo Social.

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UNIVERSIDAD CATOLICA DE TEMUCO
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
Buenas Practicas
Desde la disciplina del Trabajo Social.
Profesionales en formación:
Katherine Muñoz
Sheila Malatesta
Paola Pizarro
02/07/2012
Buenas prácticas desde el Trabajo Social.
Introducción:
Para plantear la relevancia de la ética desde el accionar del trabajo social
es relevante situarnos primeramente en la definición de ética, comprendiéndola como
“La ética no es un tema extraño o para gente ociosa, como a simple vista pareciera
precisamente tanto por lo que presenta la película como por el dilema planteado por
Sokol. Al contrario, Redford y Sokol nos desafían a uno de los elementos centrales de
la ética: pensar para actuar”, (texto acercamiento a los conceptos básicos de ética
CITAR), es una parte de la persona, es un componente mas de su ser, en un elemento
de su desarrollo con el cual actúa e interactúa donde expresamos lo que somos como
personas y lo que buscamos ser desde nuestra formación valórica y personal.
En base a lo anterior desarrollaremos un manual de nuevas prácticas para
el trabajo social teniendo en consideración el desarrollo ético de los y las profesionales
de la disciplina.
El siguiente documento articula los contextos de práctica profesional para
situarnos en esta realidad, y nos situaremos en base a la teoría de Ética Kantiana: la
razón práctica y la teoría Ética de la compasión para posteriormente desarrolla las
buenas prácticas éticas.
Contextualización practicas profesionales 2012:
Centro de Cumplimiento Penitenciario de Temuco
Gendarmería de Chile es una institución dependiente del Ministerio de
Justicia, a la que se le ha encomendado la labor penitenciaria a lo largo del país; y
quien debe cumplir órdenes y dictámenes de los Tribunales de Justicia.
Gendarmería entrega formación y capacitación a los internos en las
diferentes Unidades Penales, como lo es el Centro de Cumplimiento Penitenciario de
Temuco (C.C.P de Temuco); el cual es un establecimiento que funciona bajo la
modalidad de Sistema Cerrado, donde deben permanecer custodiadas las personas
privadas de libertad en razón de detención y mientras están puestas a disposición del
tribunal pertinente; las personas sometidas a prisión preventiva y las personas
condenadas al cumplimiento de penas privativas de libertad.
El trabajo realizado por el Centro de Cumplimiento Penitenciario se
encuentra sustentado en el Modelo General de Tratamiento Penitenciario Intramuros, el
cual se define como el conjunto de acciones referidas a la vigilancia, atención y
asistencia de las personas que se encuentran recluidas; con el propósito de contribuir a
su reinserción social. De la misma manera, se pretende disminuir las probabilidades de
reincidencia en conductas delictivas; el cual tiene por objetivo final lograr que el sujeto
egrese en condiciones de decidir personalmente si ajusta o no su conducta a los
parámetros sociales.
En este sentido, dentro de las líneas de acción de la Unidad enfocadas
hacia la reinserción de los internos, el Área Técnica es la encargada y responsable del
tratamiento, en función de la atención y asistencia. La atención se refiere al derecho a
la salud, al deporte y recreación, al culto, a la alimentación, a la seguridad y a las
visitas; la asistencia apunta hacia el desarrollo de competencias y habilidades del
sujeto.
Desde aquí la institución se plantea en diferentes área para trabaja la
reinserción social de los internos, comprendiendo reinserción social como “el término
que designa la finalidad sistémica de rearticulación y fortalecimiento de los lazos o
vínculos de los infractores de ley con las instituciones sociales "convencionales"
básicas (familia, escuela, trabajo), a través de procesos de control, responsabilizarían y
habilitación psicosocial. La distinción de la reinserción social como proceso también
implica la posibilidad de entenderla como un estado o situación en un momento dado
del tiempo”. (Ministerio de Justicia, 2007).
El trabajo a desarrollar por la profesional en formación, es colaborar en el
proceso de “Reinserción Social”, desde el espacio de Área Técnica de Gendarmería,
“donde se muestran y describen los programas de reinserción social y la información
útil a las personas que están bajo la custodia de Gendarmería, en torno a las políticas
de reinserción implementadas, así como herramientas e instrumentos dirigidos a las
personas egresadas del sistema, o que están en proceso de reincorporación a la
sociedad. (GendaChi, 2009, pág. Gendarmeria). Una de estas áreas es la PsicoSocial, desde donde se posiciona la profesional en formación para desarrollar su
trabajo,
esta
sub-área del Área
Técnica
está
conformada
por
un
equipo
multidisciplinario que se encuentra constituido asistentes sociales y psicólogas, los que
trabajan sobre la base de un plan anual de objetivos que se establecen en conjunto con
la Unidad Técnica Regional (U.T.R). Tienen la obligación de evaluar, supervisar y
controlar la realización de las actividades y lineamientos para alcanzar dichos objetivos
según énfasis y políticas
planteadas a nivel nacional para los establecimientos
penitenciarios.
a) Atención social y asistencia psicológica de los internos.
b) El “Programa de Fortalecimiento” de los Consejos Técnicos, busca
realizar diagnósticos y reevaluaciones; en función de áreas de tratamiento, intervención
y derivación.
c) Diagnóstico psico-social para cada persona que ingresa a la Unidad
(Ficha Psico-social).
d) Informes para la otorgación de Beneficios Intrapenitenciarios.
e) Determinar, elaborar, organizar, ejecutar, supervisar y/o evaluar el
desarrollo de los programas individuales y grupales, proyectos y acciones de asistencia
y tratamiento; destinados a la reinserción social de los internos.
f) Informes de actualización de los internos cada 6 meses.
Complejo Educacional Monseñor Guillermo Hartl
El lugar de práctica que me ha sido asignado, como estudiante de pregrado de Trabajo Social, es el Complejo Educacional Monseñor Guillermo Hartl, que se
encuentra ubicado en la comuna de Pitrufquén de la región de la Araucanía. Este
establecimiento lleva 32 años funcionando al servicio de la comunidad, pertenece a la
corporación Fundación del Magisterio de la Araucanía, una entidad sin fines de lucro
perteneciente a la diócesis de Villarrica, es un liceo particular subvencionado, el cual
tiene actualmente como director al señor José Manuel Salum Tomé, apoyado por su
equipo de trabajo conformado por una subdirectora la señora Mirtha Rojas, los
docentes de las diferentes áreas de educación, inspectores para cada uno de los
edificios y auxiliares.
Presta servicio como Liceo Humanista/Científico, Técnico profesional,
contando con cinco especialidades: Administración de empresas, Servicio de Turismo,
Diseño y confección de vestuario, Diseño Gráfico y Electricidad; y por ultimo Educación
de adultos. Se desarrolla en jornadas diurna para los primeros dos y nocturna para la
educación de adultos. Los beneficiarios son adolescentes de 13 a 18 años y adultos
interesados en concluir su educación media y/o obtener un título Técnico Profesional
en Administración de empresas, ya que esta especialidad también se da para ellos. El
complejo educacional cuenta desde el año 2011 con un curso de 7º y un curso de 8º
año básico, ampliando sus servicios a estos jóvenes, interesados en ingresar al
establecimiento.
Es muy frecuente que los niños/as y jóvenes de la novena región y en
general de los sectores rurales del país, no tengan las posibilidades de acceder a una
educación de calidad, por la dificultad que implica vivir en sectores apartados, en donde
la opción más usual es quedarse en el campo a realizar labores domésticas y agrícolas
impidiendo al paso de acceder a estudios secundarios y por ende universitarios, hay
que tener consideración de que “en secundaria la tasa de deserción es de un 10%” .
Esperando contribuir con el descenso de tal porcentaje es que se trabajara en el
establecimiento educacional enfocado a alumnos/as beneficiarios/as, tutoras y familias
de origen, entre otros.
•
VISION: Un colegio que impacte en la sociedad por la calidad de su
formación, la creatividad de sus integrantes, la solidez de sus principios y valores
cristianos.
• MISION: Formar jóvenes protagonistas, humanos y cristianos. Pensamos
que, los permanentes cambios, los descubrimientos científicos y el gran avance
tecnológico, así como los diversos planteamientos de teorías y el relativismo del tiempo
actual, exigen entregar una educación donde sus bases profundas sean los valores
cristianos, y aquellos valores trascendentes y universales, que posibiliten a los alumnos
y alumnas a desarrollar su dignidad de ser hijos de Dios, y al mismo tiempo promover
su libertad y creatividad, desarrollando un juicio recto, un espíritu crítico y constructivo
que permita a los alumnos y alumnas ser capaces de desarrollar su propio proyecto de
vida, siendo flexibles para adecuarse a los cambios y promoverlos si es necesario,
descubrir.
Hogar de Cristo
La Misión del Hogar de Cristo, tiene como objetivo hacer realidad el cambio
de las condiciones sociales en el país. “El Hogar de Cristo acoge con amor y dignidad
a los más pobres entre los pobres, para ampliar sus oportunidades a una vida mejor.
Convoca con entusiasmo y vincula a la comunidad en su responsabilidad con los
excluidos de la sociedad. Es una organización transparente, eficiente y eficaz, que
animada por la espiritualidad de san Alberto Hurtado promueve una cultura de respeto,
justicia y solidaridad”.
Los valores constituyen el modo característico de hacer las actividades. La
acción social no se hace de cualquier forma. Se expresan como lo esencial de la
cultura organizacional, es decir, el modo de actuar y de generar las relaciones entre
quienes conforman el Hogar de Cristo. Estos valores institucionales definidos, son:
Solidaridad, Compromiso, Espíritu Emprendedor, Respeto, Justicia, Transparencia y
Trabajo en Equipo.
Desde Arica a Porvenir, existen más de 700 centros y programas sociales
pertenecientes al Hogar de Cristo que acogen a más de 61 mil personas al mes. La
profesional en formación se encuentra realizando su Proyecto de Aprendizaje y Servicio
en la sede ubicada en el sector de Lanin, perteneciente al macro-sector de Pedro de
Valdivia en la ciudad de Temuco.
En este contexto se desarrolla un trabajo dirigido exclusivamente a los
adultos mayores del sector, trabajando con dos programas de carácter ambulatorio
pertenecientes a esta área: el Centro de Encuentro del Adulto Mayor (CEAM), que es
donde la estudiante se encuentra ejecutando su accionar, y consiste en un centro de
encuentro diurno, dirigido a personas mayores auto-Valente frágiles y dependientes
leves. En este programa se entregan prestaciones básicas como alimentación, además
de talleres y actividades educativas dirigidas a mantener las capacidades físicas y
cognitivas de las personas mayores. El otro programa es el PADAM (Programa de
Atención Domiciliaria), el cual trabaja en los domicilios de las personas, entregando
apoyo psicosocial y material. Esta dirigido a personas mayores auto-Valente frágiles,
dependientes leves, parciales y severos.
El objetivo principal del trabajo con adultos mayores en el Hogar de Cristo
es Mejorar las condiciones de vida y bienestar biopsicosocial de las personas mayores
con el objetivo de que permanezcan en su medio habitual y familiar, fortaleciendo y
manteniendo su autonomía e independencia. La idea es que, sólo cuando la persona
mayor no cuente con cuidados permanentes ingrese a una Residencia.
La población objetiva con la cual trabaja la institución son personas mayores
de 60 años, en situación de pobreza y/o exclusión social. Principalmente personas
mayores con algún nivel de dependencia y con escaso apoyo familiar.
El trabajo a realizar por la profesional en formación es este caso es el de
realizar un voluntariado que responda a la principal necesidad que tienen los adultos
mayores que asisten al programa CEAM, la cual es tener mayores actividades
recreativas y lúdicas que permitan desarrollar habilidades y a la vez fortalecer la
convivencia y compañerismo en el grupo. Junto con esto se busca generar en los
adultos mayores una nueva visión sobre sus condiciones, reforzando aspectos positivos
que ellos poseen y de esta manera contribuir a un cambio en la forma de enfrentar las
distintas circunstancias que presenten. Dentro de esta categoría cae el respeto hacia
los demás, tolerancia a la frustración, trabajo en equipo y habilidades a partir de
distintas manualidades.
Objetivos de la acción ética

Fomentar las buenas prácticas desde la teoría ética de Kant, en el Centro de
Cumplimiento Penitenciario de Temuco, con el objetivo de desarrollo una acción
profesional desde la humanización y la vinculación efectiva con los sujetos.

Fortalecer las relaciones de respeto, tolerancia y compañerismo dentro del
Centro de Encuentro del Adulto Mayor, del Hogar de Cristo del sector Lanin de
Temuco, por medio de actividades que se basen en un trato igualitario, tomando en
cuenta las vivencias y subjetividades de los ancianos que asisten al centro.
Marco Teórico:
• Ética Kantiana: la razón práctica
“Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera del mundo, es posible
pensar nada que pueda considerarse como bueno sin restricción, a no ser tan sólo de
una buena voluntad” Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Kant
La actitud de Kant frente esta problemática es por cierto, algo ambigua en
tanto afirma por un lado que no conocemos ni podemos conocer el absoluto (puesto
que el conocimiento humano se limita a la experiencia) pero, al mismo tiempo,
considera al hombre un ente dotado de razón, facultad de lo incondicionado, de manera
tal que la metafísica es considerada una necesidad natural en el hombre. El hombre no
puede ser indiferente a las problemáticas, tal es la razón por la cual siempre tomamos
alguna posición al respecto. Desde la profesión podemos posicionarnos en que los
planteamientos de Kant resultan coherentes a las vivencias de prácticas que nos
encontramos realizando como profesionales en formación y futuros Trabajadores
Sociales.
A la hora de involucrarnos con las demás personas tenemos que adoptar
una postura en la que tenemos que hacer valer la razón a través de nuestros
conocimientos y condiciones entregadas por la institución académica para poder brindar
una ayuda a quienes lo necesiten, pero en primer instancia al encontrarnos y
conocernos con las personas involucradas en este proceso, nos tendemos a crear una
apreciación personal, una opinión con respecto a lo que visualizamos de la otra
persona y lo que tendemos asimilar, donde esto podría ser denominado por el concepto
de prejuicio, entendiendo por este la primera impresión que nos creamos y estamos
condicionados a vivirla, incluso por el factor biológico que nos condiciona asimilas las
cosas así. Es por esto que el hombre tiene la faculta de posicionarse desde la razón
inherentemente.
Kant busca resolver esta aparente contradicción desde la moral, en el
campo de la razón práctica, es decir, la razón en tanto determina la acción del hombre.
Si bien no podemos alcanzar el absoluto, sí tenemos cierto acceso a algo
que se conciencia del bien y del mal, lo justo y lo injusto, lo que debemos hacer y lo
que no debemos hacer. La conciencia moral, es para Kant, la presencia de lo absoluto
o al menos, parte del absoluto en el hombre. La moral es lo que constituye al hombre,
en su esencia, personalidad, carácter, experiencia, entre otros y parte de esta
formación de lo que es la persona tenemos que tener en consideración que somos
profesionales en formación, es decir, personas que se preocupan de la integridad del
otro y a partir de esto se realiza un trabajo en conjunto con los demás y esto va
constantemente ligado a la moral, ya que como Kant plantea es algo que nos define, y
por ende debe definir nuestras acciones sociales teniendo la capacidad de distinguir de
lo bueno y lo malo tomando conciencia de los diferentes sucesos que se encuentran
vivenciando las personas y que condicionan su realidad.
Kant también nos plantea el concepto de: conciencia moral, el cual señala
que
manda de modo absoluto, ordena de modo incondicionado, nos dice: "me
conviene ser amable con él porque así evitaré problemas", este sería un criterio de
conveniencia. A modo de ejemplo desde el Trabajo Social podemos mencionar La
conciencia moral dirá: "debo ser amable con él porque es mí deber tratar bien a la
gente" y no importa si ello me cuesta la vida, la fortuna, o lo que fuere, el mandato de
la conciencia no está condicionado por las circunstancias. Puede suceder que uno no
cumpla con su deber, pero eso no le quita autoridad al mandato absoluto. El deber no
supone conveniencias, satisfacciones o estrategias, es un fin en sí mismo.
La conciencia moral es entonces la conciencia de una exigencia absoluta
que no se explica y que no tienen sentido alguno desde el punto de vista de los
fenómenos de la naturaleza. En la naturaleza no hay deber sino tan solo suceder, una
piedra no "debe" caer, simplemente, "cae".
Posicionándonos desde el Trabajo Social y llevándolo al contexto de las
practicas podemos entender el quehacer de la profesión con un “deber ser” el deber ser
una persona integrada, con valores en disposición de las demás personas y quienes
nos necesitan antes que mis propios intereses y entre otros. Mis decisiones como
profesional tienen que velar por contribuir a la disminución de vulnerabilidad social con
quienes estoy trabajando en diversos ámbitos de su vida donde puede contribuir de
manera positiva en su experiencia personal y la mía como profesional y persona, donde
muchas veces me puedo ver condicionado por mis creencias y valores que no son las
mismas con quienes estoy trabajando, pero desde aquí y de lo que plantea Kant tengo
que posicionar mi accionar a través de la acción y la experiencia para poder dejar de
lado mi subjetividad y poder brindarle a las personas lo que sea favorable para su
calidad de vida.
• Ética de la compasión:
Distintos referentes nos obligan a adentrarnos en el tema de la compasión,
en sus puntos de partida y en quiénes las aplican. Es distinto ser el enfermo, que el
padre, el hijo, pareja o amigo de este. Es distinto ser el Profesional que ser el actor
social, o ser el reo que el juez o el acusado. El tema es el mismo, pero la aplicación es
distinta.
La definición más clásica de compasión viene de Aristóteles cuando la
define como: un pesar que surge ante un mal destructivo y penoso en quien no la
merece. Se deduce que en ella no deja claro si la merecen todas las personas y cabría
por deliberar quiénes no la merecen y quienes sí, lo que aparentan conducirnos al tema
de la justicia.
El debate posterior nos hace colocarnos en la situación del otro, del que
padece el mal destructivo que bien podría ser físico, en la enfermedad, o de otro tipo
material, de manera tal que generase un sentimiento moral de lástima, pena o
solidaridad ante el dolor o sufrimiento ajeno, tan dramático que me sitúa en el deseo de
cómo quisiera que se me tratara si fuera yo el sujeto. No es una mirada de penuria, o
pena por el otro, sino que es reflejarme en lo que está padeciendo la otra persona para
poder contribuir a su felicidad y entender esta como vivía, acompañar a la otra persona
en su situación, posicionándome desde su sentir y tratar de contribuir a su estado para
hacerlo parte de mi. Esta ética de la compasión debiera ser un lineamiento desde el
Trabajo Social que rompe con la visión de sujeto a objeto incluso a través de los
posicionamientos epistemológicos rompiendo con esta dinámica a través de una mirada
sujeto-sujeto.
La ética de la compasión ha sido mal entendida algunas veces y ha caído
en el renglón de una caridad paternalista, de desprecio o en lo despectivo, desde el
Trabajo Social puede ser entendido como el asistencialismo incluso. Lo que si queda
claro es que brota un sentimiento humano, de humanidad y genera acciones materiales
a favor del afectado. Se ha llegado a identificar como el puente entre el sentimiento y
la dignidad humana.
Este tema se pone de moda en casos de orden público como el
actualmente debatido sobre los indultos presidenciales a personas juzgadas,
sancionadas por la ley pero enfermas.
La compasión. El hecho no estriba en hacer cumplir a ultranza la sentencia,
pase lo que pase, creo que la sanción adquiere valor per se en tanto se confirman los
daños y se genera justicia en el castigo y la rehabilitación, pero mala sería la justicia,
en términos de "ajustar a la norma" si ello implica conducir a la muerte o al escarnio a
quien no puede pagar la pena física por razones de enfermedad demostrada
médicamente.
Desde esta disciplina es importante considerar la compasión como un
elemento vital antes que la justicia aplicada por los hombres, al decir de algunos
autores, pero deberemos discernir previamente a qué tipo de justicia nos referimos. Ya
antes abogué por la compasión, la solidaridad, la descarga de la pena sin descargar el
reconocimiento de este y las otras sanciones consecuentes que amerite y que dicte la
justicia, pero reconozco y levanto como bandera la igualdad de trato para los iguales de
manera que hablemos acerca de lo justo de ser justos.
La compasión tiene que ser convertida en norma y no en excepciones,
porque entonces se hace inequitativa en tanto los de mayores recursos tendrán más
abogacía y si el criterio son las solicitudes los pobres no tienen quienes hablen por
ellos ni quienes paguen los servicios médicos especializados que sirvan como testigo
de los detalles.
La compasión debe ser traducida a la esfera de la equidad de ahí que la
creación previa de los mecanismos de identificación y solicitud de venialidad a las
penas no deje dudas a partir de las discriminaciones.
La ética es la respuesta a una interpelación que pone en cuestión el orden
moral. Lo que nos convierte en humanos no es la obediencia a un código universal y
absoluto sino el reconocimiento de la radical vulnerabilidad de nuestra condición y el
hecho de no poder eludir la demanda del dolor del otro.
No hay ética porque sepamos qué es el “bien”, sino porque hemos vivido y
hemos sido testigos de la experiencia del mal. No hay ética porque uno cumpla con su
«deber», sino porque nuestra respuesta ha sido adecuada al sufrimiento. No hay ética
porque seamos “dignos”, porque tengamos dignidad, sino porque somos sensibles a los
indignos, a los infrahumanos, a los que no son personas.
Buenas prácticas desde la disciplina del Trabajo Social.
Para desarrollar un manual de buenas prácticas éticas es fundamental
desarrollar hitos relevantes dentro de toda acción profesional desde el trabajo social, el
cual busca una transformación de fondo en los procesos de humanización y reflexión,
para esto consideramos relevante situarnos desde un paradigma que nos permita ver a
los sujetos con los cuales interactuamos y realizamos una acción profesional, como
personas capacitadas para realizar un cambio, personas dotadas de herramientas que
le permitan salir de su situación reprimida.
Para desarrollar los siguientes puntos se ha tomado como base los
planteamientos de las profesionales en formación y Código de Ética de la FITS,
Federación Internacional de Trabajadores Sociales (FITS) y Asociación Internacional de
Escuelas de Trabajo Social (AIETS).
Dignidad de la persona:
Interacciones Sujeto – Sujeto.
Para esto consideramos relevante situarnos algunos puntos que permitan
este proceso de humanización y concientización de los sujetos, basándonos en las
experiencias adquiridas en los centro de practica, basándonos en el respeto y la
valoración a la persona, siendo entes que defiendan el bienestar físico, psicológico y
emocional de cada sujeto.
Debemos ser capaces de promover sus derechos y velar por el adecuado
cumplimiento de estos, especialmente cuando se trabaja con personas en situaciones
vulnerables, o de mayor riesgo social, debemos como profesionales trabajar con las
personas entregando lo mejor de nosotros como personas y profesionales, entregando
un compromiso y respeto por la situación problema en la cual están viviendo.
Dentro de la intervención debemos ser capaces de rescatar la valoración
positiva de las personas, rescatando sus habilidades y fortalezas para superar la
situación problema.
Justicia social.
Los profesionales del trabajo social deben ser capaces de responder
constantemente a la justica social, siendo capaces de velar por el buen trato a las
personas y dejando al margen elementos como los prejuicios, por la razones que sea
su origen, por raza, edad, sexualidad, estatus económico, ideologías religiosas y/o
políticas, que puedan influenciar a cualquier criterio de enjuiciamiento o desvaloración a
la persona.
Dentro de los contextos de practica, independientemente de las situaciones
particulares en las que se encuentren las personas con las cuales trabajemos debemos
valorar su ser, con esto nos referimos a valorar la persona que esta detrás de las
situaciones, no realizar un juicio de las situaciones en las cuales viven, por ejemplo en
el centro de Cumplimiento Penitenciario, las personas que se encuentran ahí están
pagando por un delito que cometieron, en algunos caso, esto no es así, pero
independiente de las circunstancias por las cuales se encuentren privados de libertad,
debemos realizar un trato humanización y concientización de la situación vivida, no
debemos realizar un juicio al acto, sino que rescatar a la persona que se encuentra en
una situación difícil, por medio de la valoración y la comprensión de las vivencias
particulares.
Como profesionales debemos velar por el bien mayor, para esto debemos
ser capaces de tener un criterio formado y una convicción de las situaciones en las
cuales nos encontramos, para ser capaces de rechazar acciones injustas, para estar
constantemente luchando por el bienestar mayor de las personas, no solo debemos
considerar a las personas con las cuales trabajamos, ya que debemos estar en una
constante lucha por revindicar los derechos de las personas.
Conducta profesional
Los trabajadores sociales y profesionales en formación de la disciplina,
deben ser sujetos con habilidades acorde al desarrollo de su acción social,
considerando acciones a desarrollar en su vida privada, no deberán participar en
acciones que vayan en contra de los derechos humanos, o la integridad y dignidad de
la persona, ya que su actuación profesional deberá ser guiada como principio máximo
por la búsqueda de la integridad de ser.
Los profesionales son entes privilegiados por su vinculación con los sujetos
sociales, por esto es relevante que el o la trabajadora social, esta dotada de criterios
que le permitan hacer una reflexión critica de los procesos vivenciados en las
experiencias vividas con los sujetos, además que sea capas de responde a las
relaciones de confianza que se entrega es su acción profesional, no debemos nunca
pasar a llevar a las personas o desvalorar al sujeto por el hecho de tener un titulo que
acredite su acción.
También se debe considerar como principio básico la confidencialidad de las
experiencias vividas en el proceso, ya que tenemos un rol preponderante intervención
directa, comprendiendo esta como la relación frontal entre sujeto profesional y sujeto
intervención.
El trabajador social debe velar por el adecuado desarrollo de la participación
social, por mejorar las instancias de participación donde los ciudadanos sean sujetos
capaces de vincularse en la acción con sus propias vivencias, realizando previamente
un proceso de concientización, para que las personas sean capaces de participar en el
proceso de transformación de su propia realidad.
Conclusión: Katy
Bibliografía
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