lo inesperado - Auditores de Cuyo

LO INESPERADO
(Lic. Solano Mosquez, economista//17 de Agosto del 2.012)
GALO: ¿Cómo estas Abu?
LEO: He tenido días mejores, algo bajoneado por no poder abrazarte. Hablemos de
política económica, desearía saber cuáles son tus principios y cómo se define mi nieto
favorito. ¿Un economista de formación ortodoxa?
GALO: ¡No! soy un tipo que labura con un manual, no quiere decir que viva en uno.
LEO: ¿Keynesiano entonces?
GALO: Filosóficamente, keynesiano, técnicamente tengo una distancia enorme con
los keynesianos. Conceptualmente los economistas clásicos son ratones de biblioteca,
trabajan en una posición segura, Keynes era empresario, sabía lo que se siente tirar una
moneda a rodar. Ideológicamente, los clásicos no participan del juego de la vida, lo que es lo
mismo que tener una vida y no haber vivido. Keynes les respondía, nunca ocurre lo
inevitable, sino más bien lo inesperado. Me es difícil imaginarme a Hayek o Smith
emitiendo patacones, claro, me es mucho más difícil imaginarlos llegando a esa situación,
pero qué sucede si llegamos, el normal, el común de los empresarios no busca fundirse y
perder su capital, pero qué sucede si llegan a pararse en ese lugar.
Un día vino un empresario y tristemente le tenía que decir que la quiebra era
inevitable, me miro y se fue en silencio, a primera hora del día siguiente golpeaba en mi
puerta en una 4x4 cero km, me miro y me dijo, “el mercado es expectativa y confianza,
mientras pueda hacer que esperen algo y conserve aun la suficiente confianza, tengo un
mercado, ahora ponte el mejor traje que vamos a buscar nuevos socios para este proyecto,
tengo alma de empresario, tenes que aprender que en la vida, nunca ocurre lo inevitable,
sino más bien lo inesperado, el no ya está puesto, la apuesta es siempre al sí”.
El 16 de agosto fui invitado, junto con empresarios y colegas a una charla sobre la
situación de la olivicultura en nuestro país en el salón de los diputados. Se tocaron varios
temas interesantes, fruto de la participación de los asistentes que siempre es motivo de
celebración, competitividad, atraso cambiario, legislación impositiva y la tan querida política.
Este proyecto de ley que en resumen entiendo busca aumentar el arancel al ingreso de
aceitunas en el Brasil, provenientes del extra-bloque, buscan llevarlas al máximo posible,
que sería del 35%, claro, para esto tendría que darse algunas cosas, entre ellas que Brasil
la tenga inscripta con la alícuota máxima, que quiera moverla al 35% ya que entiendo es su
atribución.
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Sin olvidarnos que primero hay que lograr instalar el tema en la agenda de los
negociadores, desde que nací que padezco la política comercial brasileña, no me quejo, la
acepto, primero porque la política comercial como tal, nos puede perjudicar o beneficiar,
pero su política es clara, algo que no podemos decir de la nuestra. Suponiendo que el tema
ya está en la agenda, excelente, al lado de la agenda NEGOCIAR, la pregunta, qué le
vamos a entregar a cambio, la otra pregunta, qué nos van a pedir a cambio y por último, qué
hay si nos piden más de lo que podemos dar. Dicen que el 80% de las aceitunas de mesa
que producimos se van para el Brasil, me preocuparía por lo que nos van a pedir.
Esta materia la aprobé con 4, por qué alguien adoptaría una medida que va a
aumentar los precios internos de su economía, está claro que si están importando el
producto está en sus consumos definidos, es decir, es parte de la canasta, ahora, si el
80% de nuestra producción va para allá, o nosotros somos muy pequeños o su preferencia a
consumir aceitunas es muy alta. Bien, por qué alguien que tiene una política comercial clara
y definida cambiaría su plan de trabajo, yo no lo haría, por qué ellos sí. Esa es la diferencia,
tienen un plan, nosotros una necesidad con un problema que ni siquiera está en la agenda
de los que toman la decisión, es más, me tomo el atrevimiento de decir que ni siquiera sé y
creo que no sabemos quién toma la decisión, sinceramente, no sé ni quién es el ministro de
economía y no es que quiera demostrar que soy una enciclopedia pero puedo repetir los
ministros de los 40 en adelante, pero no sé el nombre del actual, no sabemos quién es el
hombre detrás del dinero.
Dentro de mi inocencia, pienso, luego existo, para pedirle a alguien que cambie su
manera de pensar, que modifique su postura, su plan, sus reglas, es que tengo que
considerar que yo he hecho todo lo posible, y lo único que me queda por hacer es lo
imposible, lo improbable, lo inesperado, esto ¿es así? Claro que no, mi proyecto no se
agota en sí Brasil tiene la voluntad o no de cambiar los aranceles, seamos más objetivos, si
les conviene o no cambiarlos. Tenemos muchas cosas por mejorar y no estamos haciendo
nada, la rentabilidad no puede pasar únicamente por cerrarles la puerta a la competencia,
eso hace al mundo pequeño. Desde la oferta, desde los costos, todavía tenemos márgenes
para trabajar, ejemplo, no se ha tenido avances respecto el tema de reintegros, seguimos
esperando el día que los reintegros tengan un disparador automático y no se tengan que
estar mendigando algo que se supone nos corresponde.
Si estamos aquí, denme un motivo para seguir escuchándolos, vine a buscar algo
diferente, ya sé que este gobierno tiene problemas de caja y que no nos va a dejar de
presionar, pero no me cuenten sus problemas, háblenme de cómo van a resolver los
nuestros, planteen una reforma al sistema tributario, que va a ser imposible que salga, lo sé,
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discutamos ingresos brutos, cargas laborales, personal temporario, carga administrativa que
genera el estado con su sobre estructura, plazos en la liquidación de divisas, valor al que se
liquidan, la obligatoriedad de liquidar algo que le pertenece al empresario.
Señor Cornejo, con todo el respeto del mundo, la sociedad no eligió que fueran
minoría, ustedes no hicieron nada para ser otra cosa, nos mostraron y nos muestran lo
mismo, estamos interesados en escuchar alternativas, sino se han dado cuenta, somos
los votantes que escuchan y piensan las alternativas, somos los tipos que clavan una
estaca de aceituna y esperan 15 años para obtener el máximo de producción, en un
país que cambia 5 presidentes en una semana, la puta que nos tiene que gustar mucho este
país, somos los que arriesgan en la coyuntura pensando en el largo plazo, somos los
que podemos poner guita en una campaña, y no me están convenciendo de que sean
diferentes, como viene la mano, me parece que no me conviene que sea mi nuevo mejor
amigo, por las dudas no voy a subir fotos en el face.
Con todo el respeto que se merece y todas las buenas intenciones que seguramente
tiene, escuchar un diputado radical hablar de que estaría bueno que el tipo de cambio se
mueva junto con la inflación, para no dejar que el tipo de cambio se atrase, la verdad, con
toda la pena que me da, tengo K para todo el siglo, no quiero pero ustedes me están
empujando para que esta mujer sea mi nueva mejor amiga. Primero como productor,
segundo como empresario y tercero como consultor, la competitividad de una economía,
de un sector, de una región, no puede ni debe pasar por una herramienta como el tipo
de cambio, la competitividad pasa por la productividad de los factores que hacen a la
producción, le duplico la apuesta, la productividad de una economía pasa por la calidad
de sus políticas económicas. Si lo que me propone, como política económica, es seguir a
la inflación, la verdad me propone muy poco, los asalariados siguen la inflación, el personal
no calificado sigue la inflación, nosotros, primero tenemos que intentar manejarla y plantear
una política antiinflacionaria que no se siga comiendo la competitividad.
Cuando en un año te aumentan el 100% rentas, esos es competitividad, cuando los
mínimos imponibles en ganancias no se corrigen, eso es competitividad, cuando te obligan a
vender divisas a 4,50$ y para comprar insumos los tenes que buscar a 6$, eso es
competitividad, cuando vos conseguís un cliente y le otorgas financiamiento para poder
vender y a vos te obligan a pedir crédito para ingresar las divisas que no tenes, eso es
competitividad, cuando te obligan a viajar a buenos aires para cerrar un tramite como pasar
un correo institucional de .COM a COM.AR eso es competitividad. Cuando no te dejan elegir
en que moneda ahorrar, eso es competitividad, cuando unos productores se plantean si
regar o no los olivos, otros se plantean si fertilizar o no, cuando se decide fertilizar no
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encuentran los fertilizantes necesarios, eso es competitividad, cuando vas a buscar gasoil
para el tractor y te venden 20 litros, eso es competitividad, podemos seguir con el listado, en
conclusión, tenemos mucho por trabajar con la oferta, la productividad y la estructura
de costos, antes que ir a otro país para decirles como tiene que manejar su política de
importación, mi estimado diputado, antes de hablar de devaluaciones competitivas,
tenemos que hablar muchas cosas que no hemos hablado en estos últimos años, por que el
oficialismo lo escondió y porque la oposición no hizo nada para plantear el plan B.
Como están las cosas, no se van a arreglar moviendo el tipo de cambio un 35%, con
la inflación instalada y capacidad instalada saturada, lo vamos a ver en los costos
rápidamente y lo vamos a ver en la conflictividad social, por sobre todas las cosas, no
vamos a ganar mucho, hoy Brasil puede mover el tipo de cambio un 50% y no alcanzaría el
techo histórico, con una inflación por debajo de los 10 puntos, ni hablar, incurriríamos en
costos inútilmente y no tenemos garantías de ser más competitivos. No vemos que desde la
oposición se esté planteando una política antiinflacionaria, si lo están haciendo no lo están
vendiendo bien.
Ahora parece que vamos a desdoblar el mercado cambiario, muy setentoso, en
verdad hace meses que ya existe un mercado desdoblado, no vamos a hablar de las
experiencias pasadas de estas ideas, pero así es la política y la vida misma, una
devaluación era inevitable, pero nunca ocurre lo inevitable, necesariamente emerge lo
inesperado, corralito cambiario y tipos de cambio para todos.
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