Historia y evolución del Rock

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Historia y evolución del Rock
VOLUMEN I
Alumnos: Sergio Molina Sánchez y Juan Manuel Pérez Fernández-Montes
Asignatura: Ciencia y Ciencia-Ficción
1
PRÓLOGO
Antes de nada, conviene advertir que esta “historia” del rock parte de la subjetividad del autor
y que, seguramente, el lector echará de menos alguna mención en concreto o preferería que
no aparecieran otras.
Este trabajo ha sido propuesto como un reto personal, y por este motivo se intentará que sea
lo más completo y objetivo posible, ya que podría quedar como un documento, al menos,
curioso.
Viendo la magnitud (y extensión) de este proyecto, este es el primer volumen de algo que, si
gusta a los lectores, puede que se convierta en el primero de una serie que abarque la historia
del rock (y de la música) hasta nuestros días.
Para que se haga una labor algo más coherente su lectura, se han ordenado cronológicamente
los sucesos.
Gracias al lector por dedicar algo de su tiempo a este documento.
2
Índice
Orígenes e influencias………………………………………………………………………………………………………..pág 4
1954………………………………………………………………………………………………………………………………..…pág 5
1955………………………………………………………………………………………………………………………………..…pág 6
1956………………………………………………………………………………………………………………………………..…pág 7
1957………………………………………………………………………………………………………………………………..…pág 8
1958……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 10
1959……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 11
1960……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 13
1961……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 14
1962……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 17
1963……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 19
1964……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 22
1965……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 28
1966……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 36
1967……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 50
1968……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 70
1969……………………………………………………………………………………………………….………………………..pág 82
3
ORÍGENES E INFLUENCIAS
El rock no surgió de la noche a la mañana, fue un proceso en el que se fueron recogiendo
influencias musicales, de otros géneros e incluso ideologías.
Después de la II Guerra Mundial, tanto Europa como EE.UU. vivieron un renacer de las
tendencias, aunque en muchas partes de Europa desde una profunda crisis económica y social.
La música que en aquel entonces sonaba en las ondas y en las salas de baile era el jazz, y en
concreto el swing (engloba el baile y el estilo musical). El gran abanderado de este estilo es
Glenn Miller, quien, en 1940, realizó la obra más conocida de este género, “In the mood”,
permaneciendo en la cabeza de las listas durante más de cuatro meses. Con el swing, se
cambió de una concepción polifónica a una versión más armónica y, lo más decisivo, apareció
el concepto de riff, una frase musical que se repite y que acaba en crescendo. Como
consecuencia, ganan peso los instrumentos de registro más agudo.
Además, existían otros estilos como el blues, el Rhythm and blues (R&B) y el góspel, todos ellos
de raíz afroamericana. Todo ello, sumado al country y al Boogie Woogie, estilo ligero con base
de piano, creó un caldo de cultivo para las generaciones de la posguerra, que ansiaban ritmos
ligeros, alegres y romper con lo establecido.
El término “rock & roll”, nacido de las expresiones náuticas de cabeceo y balanceo, fue
utilizado por primera vez 1951 por una legión de pinchadiscos, liderada por Alan Freed, de la
zona de Cleveland, para determinar algunas canciones de transición entre los estilos
mencionados antes y los grupos Doo Wop, como “Sh-Boom” de The Chords, “Earth Angel” de
The Penguins o “Mr. Sandman” de Chordettes (ésta última, de 1954).
Todo se expandió a una velocidad vertiginosa: en el sur de EE.UU. se mezcló a la música
establecida en la zona, el “hillbilly boogie”, y nació el “rockabilly”; en las islas británicas se
mezcló con la música instrumental existente y se creó el “skiffle”. Todos estos grupúsculos que
surgieron también se suelen denominar rock and roll.
Popularmente, el título de “padres del rock” se le otorga a artistas que ya tocaban rock and roll
como tal, pero los “abuelos del rock”, si se me permite la expresión, serían gente como Robert
Johnson, Charley Patton, Howling Wolf y Muddy Waters, asiduos del blues que, desde los años
30, fueron modificando los cánones para ampliar su influencia al público “blanco”.
En resumen, se puede decir que el rock and roll nace, a grandes rasgos, como una mezcla de la
cultura afroamericana de los campos de algodón e iglesias, y de la cultura europea
instrumental exportada a EE.UU.
Muddy Waters
Glen Miller
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1954
Este año es objeto de uno de los grandes debates del rock: ¿quién hizo la primera grabación de
rock and roll?
Hay dos corrientes mayoritarias al respecto. Por un lado,
los que le conceden este galardón al “That’s All Right
(Mama)” que grabó, en julio de ese año, un joven llamado
Elvis Presley para el mítico sello de Memphis, Sun Records.
Por otro, los defensores de Bill Halley & His Comets, que
grabaron “Rock Around The Clock” en mayo, pero que se
convirtió en un superventas al ser incluida en la película
Semilla de Maldad, estrenada en el año 1955.
Bill Halley y Elvis Presley
Sea como fuere, si nos fijamos en ambas teorías, habría sido grabada por un artista blanco.
Precisamente por esta razón, un estilo musical propiamente negro pudo abrirse paso en el
público blanco, ya que, en aquel entonces, en EE.UU. había muchas barreras sociales debido a
los prejuicios raciales. El propio Elvis diría, años más tarde: “Mucha gente parece pensar que yo
inicié este negocio, pero el rock n' roll estaba aquí mucho tiempo antes de que yo llegara. Nadie
puede cantar esa clase de música como la gente de color. Admitámoslo, yo no puedo cantar
como Fats Domino, y lo sé.”
Este mismo año, fue grabada “Shake, Rattle and Roll”, un hit de Big Joe Turner, posteriormente
versionada por Bill Halley, que fue un éxito a ambos lados del Atlántico; y Leo Fender, un
famoso luthier estadounidense, crea lo que sería un claro signo asociado al rock de forma
vitalicia: la guitarra eléctrica Fender Stratocaster. El primer gran maestro de la guitarra rockera,
Chuck Berry, adoptaría este modelo de guitarra al año siguiente para componer con sus
característicos riffs.
Modelo Stratocaster de la marca Fender
5
1955
Se sigue en la línea del año anterior, madurando y mezclando estilos para formar una primera
imagen del rock.
Sigue la influencia del country. Al legado de Hank Williams, que falleció en 1953, se le suman
una serie de artistas del sur de EE.UU. que fichan por Sun Records, sello discográfico que fue
fundado en 1952 por Sam Phillips en Memphis (Tennessee). Artistas de la talla de Johnny Cash
o Carl Perkins estaban en plantilla.
El blues sigue dando tintes “negros” al rock con sonidos más crudos y sensuales. Por ejemplo,
fue el año de Bo Diddley. Sus claras influencias, de artistas como Nat King Cole, quedaron
patentes en temas como “I’m a Man” y “Bo Diddley”, ambos de 1955, y posiblemente, sus
composiciones más importantes. El estilo tan personal y crudo
de Diddley le cerró las puertas del éxito comercial, pero los
expertos lo consideran como una de las piezas fundamentales
de la estructura del rock. Fue el primer afroamericano en actuar
en The Ed Sullivan Show, que empezó a emitirse en 1948.
También, llegó el salto al estrellato de Little Richard, aunque de
forma un poco casual. Mientras tocaba unas canciones que no
convencían demasiado en una sesión de Specialty Records,
decidió improvisar una canción en un descanso.
"Womp-bomp-a-loom-op-a-womp-bam-boom!"
La canción original era una referencia obscena a la homosexualidad. El estilo convenció, pero
la letra era inadmisible; así que cambió la letra y nació su primer número uno “Tutti Frutti”.
Little Richard introdujo una gran carga de sexualidad no explícita dentro del rock.
En el ámbito del doo wop, The Platters, un grupo vocal con raíces de R&B que nació en 1953 en
Los Ángeles, relanzó su carrera. Contrataron un nuevo manager/productor/escritor, Buck Ram,
que supo sacar partido al potencial armónico del grupo: 4 hombres y una mujer. Precisamente,
fue éste el año en que lanzaron “Only You” y “The Great Pretender”, con las que se
convirtieron en el primer grupo negro en encabezar las
listas. Fue el principio de un éxito que duraría hasta la
primera mitad de los 60, debido a la invasión de la
música beat y a la desintegración del grupo.
Posteriormente, fueron sustituidos muchos de los
miembros originales del grupo, pero sin cambiar el
nombre de la banda. Aún así, es considerado como el
mejor grupo vocal negro de la historia.
The Platters, los originales
Fats Domino no se quedó atrás, por lo que dejó un poco de lado sus raíces de boogie-woogie y
focalizó sus intenciones a la nueva oleada comercial con canciones como “Ain’t That a Shame”,
que recoge el sonido caracterizado de la zona de New Orleans.
6
En 1955, también se estrena “Rebelde sin Causa”, que influiría en la juventud de la época de
forma decisiva con la temática del joven problemático e inconformista. De alguna forma, era el
rumbo que estaba tomando el rock.
1956
El éxito cosechado por Chuck Berry a finales del año anterior se confirma en éste. En
septiembre de 1955, lanzó “Maybelene”, título inspirado por una marca de cosméticos, que le
sirvió como declaración de intenciones de lo que eran capaces él y su guitarra. A ésta le
seguiría “Roll Over Beethoven”, de 1956, que fue todo un himno de rebeldía contra los cánones
establecidos de la música. Es el encargado de sentar las bases de la guitarra rockera: sonido
afilado y eléctrico, con posibilidad de improvisación. Además de todo el trabajo musical, saca
tiempo para participar en películas en las que exhibe sus armonías en “directo”.
La puerta del cine musical también es abierta este año por Little Richard con la película “The
Girl Can’t Help It”, una de las más influyentes de la época. Elvis también rueda su primera
película, “Love Me Tender”. De esta forma, empezaron a compatibilizarse las carreras
musicales con las cinematográficas, algo que posteriormente llevaría a las estrellas del rock a
crear música específicamente para las películas.
Es el año de una canción escrita por Carl Perkins que más tarde
inmortalizaría de forma definitiva Elvis Presley, “Blue Suede Shoes”.
Junto con Berry, Carl Perkins es uno de los artistas más versionados
de esta época.
También aparece Gene Vincent, siendo éste su año más glorioso, ya
que publicó su gran éxito “Be-Bop-A-Lula”. Capitol Records creía
haber encontrado al nuevo Elvis. Aparece con letras rebeldes y una
imagen de “chico malo” que adoptarían los teddy boys, que pronto
surgirían en los suburbios de Gran Bretaña. Su éxito fue fugaz debido
a lesiones de rodilla que le retiraron de los escenarios.
Carl Perkins
Empiezan a aparecer los primeros teen idols,
que solían ser jóvenes blancos “repeinados”
que intentaban ganarse al público, más con la
apariencia física que con sus cualidades
musicales. Quizá, el más importante de todos
ellos fue Pat Boone, que cosechó un gran éxito
en esta época, versionando temas de Fats
Domino o Little Richard.
Gene Vincent y sus secuaces
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Frankie Lymon & The Teenagers consiguió el mayor éxito de su carrera con “Why Fools Fall In
Love?”. Esta versión también fue objeto de múltiples versiones en los albores de los 60.Fue un
grupo fugaz que mezclaba el doo-wop con ritmos rápidos.
El grupo de doo-wop The Dells también publica “Oh What a Nite”, uno de los mayores éxitos
de una de las bandas más longevas, que no ha cambiado ninguno de sus integrantes desde
1960 hasta el presente.
Mientras, el skiffle llega a su momento álgido gracias, entre otros, a Lonnie Donegan. Por esta
vía se empezaría a construir la alternativa rockera
europea: la música beat.
Por último, recalcar algo curioso. Una tarde de
diciembre, en un estudio de Sun Records, surge un
cuarteto irrepetible que comparte una sesión
improvisada: The Million Dollar Quartet. El grupo en
cuestión estaba formado por: Elvis, Carl Perkins,
Jerry Lee Lewis y un joven Johnny Cash. Es
anecdótico, ya que se toma como una sesión de
ensayo. Se editó esta sesión en la década de los 90.
¿Quién da más?
1957
Jerry Lee y sus “métodos”
Jerry Lee Lewis, acaba dando la campanada en 1957. Venía de
ambientes sureños, con una mezcla de blues, country y
música religiosa. Empieza a ganarse fama de díscolo y a tocar
en garitos de mala reputación. Jerry Lee poseía un gran
dinamismo sobre el escenario como otros coetáneos, la única
diferencia es que él no se separaba nunca de un piano. La
discográfica publica el mismo año sus dos temas más
inolvidables: “Whole Lotta Shakin' Goin' On” y la mítica “Great
Balls of Fire”. Tenía un carácter bastante egocéntrico,
autoproclamándose “Auténtico Rey del Rock”. Sus ansias de
protagonismo le llevaban a tocar el piano con los pies o,
incluso, a incendiarlo, en auténticos ataques de euforia.
Un compañero de discográfica, Johnny Cash, lanza “I Walk The Line”, un tema que se mete de
lleno en las raíces del country. En sus obras son muy característicos los ritmos de tres tiempos
y una voz muy grave y aterciopelada. Alternaba temas de este estilo con el góspel.
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Otro joven sureño llamado Buddy Holly empieza a
llamar la atención del respetable. Apenas dos años
antes, había firmado con Decca para grabar canciones
rockabilly en solitario. Acaba por volver con su grupo,
The Crickets, y es en este año cuando graba tres
auténticos himnos: “That’ll Be The Day”, “Not Fade
Away” y “Peggy Sue”. La imagen de rockero miope que
muchos otros seguirían nace con él. La influencia de
The Crickets en la música posterior radica,
principalmente, en el esquema adoptado como grupo
de rock: dos guitarras, un bajo y una batería.
Buddy Holly, ángel entre demonios
Screamin' Jay Hawkins graba “I Put A Spell On You”, un tema con tintes de blues que narra la
pérdida de su amada. El hecho de que la canción acabara apelando a la posesión, provocó su
censura en muchas emisoras. Está bastante influenciada por el alcohol que corrió durante la
sesión de grabación.
Se pone de manifiesto la genialidad de uno de los grupos compositores más tempranos de la
época del rock, el formado por Jerry Leiber y Mike Stoller. Se dedicaban a escribir canciones
para grandes artistas de la época. Uno de sus primeros hits es “Searchin’”, tema interpretado
este año por The Coasters.
Thurston Harris graba “Little Bitty Pretty One”, un tema que, aún hoy, se sigue versionando.
Harris sólo consiguió popularidad gracias a esta canción de Bobby Day.
Lavern Baker, que había fichado por Atlantic Records dos años antes, consigue su primer éxito
de R&B con “Jim Dandy”. Es una de las primeras solistas de la “época rock”.
The Dell-Vikings edita “Come Go With Me”. Otro de los éxitos del rock que fue muy versionado.
De hecho, está en el repertorio de una banda de skiffle, con sede en Liverpool, que se hace
llamar The Quarrymen. Es el año en que su líder, John Lennon, conoce en una feria de barrio a
un chaval tímido llamado Paul McCartney.
En invierno, Bobby Helms nos muestra
un nuevo concepto de villancico:
“Jingle Bell Rock”. Se han vendido más
de cien millones de copias de esta
canción.
The Quarrymen, iban a cambiar el negocio
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1958
En este año, Chuck Berry edita su logro más importante y uno de los
“Mandamientos del rock”: “Johnny B. Goode”. Se supone que Berry
habla de sí mismo en esta pieza. Es considerada hoy en día como
uno de los mayores hitos en la historia de la música. Tan es así, que
fue incluida en la sonda espacial Voyager I, como símbolo de la
cultura de la humanidad. Con ella, la opinión pública consideró que
este tipo de música no era algo efímero o pasajero. En el mismo
single se incluye “Rock & Roll Music”.
“Go Johnny, go, go”
De todas formas, no es el único que da guerra este año. Eddie Cochran lanza “Summertime
Blues” y, poco después, “C’mon Everybody”. Con esto se subía al tren del éxito que otros de
sus amigos, como Gene Vincent o Buddy Holly, ya habían logrado.
Jerry Butler, con tan sólo 18 años, ingresa en el grupo doo-wop The Impressions. A esta
temprana edad, escribe “For Your Precious Love” y lo publica con el grupo, convirtiéndose en
su primer gran éxito. Compartió banda con un guitarrista llamado Curtis Mayfield que sería
más famoso años más tarde, como solista.
Otro joven de ascendencia mexicana, Ricardo Valenzuela, es descubierto como artista por un
encargado de Del-Fi Records que se llamaba Bob
Keane. Recordaba a Little Richard en las formas.
Grabó una sesión en la que interpretaba,
básicamente, canciones de otros artistas de la
época. Pasó la prueba, pero tuvo que cambiar su
nombre por algo más “sonoro”: Ritchie Valens.
Lamentablemente, durante este año grabó su
primer y último disco, con canciones tan ilustres
como “Donna”, “Come On, Let’s Go” y, por
supuesto, “La Bamba”, uno de los éxitos más
importantes del rock en castellano. Influenció con
su estilo a artistas de la talla de Santana o Trini
López.
“Para bailar la Bamba…”
Surgen grupos vocales de cantantes de raza blanca, como The Four Freshmen o Danny & The
Juniors. Estos últimos lanzan en 1958, “Rock ‘n’ Roll Is Here To Stay”, que define el sonido doowop “blanco” de la época que tratamos.
The Chantels, por contraposición, es el primer grupo “negro” femenino que consigue gran
éxito en EE.UU.. La culpa la tiene su éxito “Maybe”, dentro de los cánones del R&B.
En Gran Bretaña se engrandece la figura de Cliff Richard, uno de los más míticos del
archipiélago. Este año, es acompañado por The Drifters y consiguen reventar las listas con
“Move It!”.
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Dos hermanos también deciden que quieren ser alguien
en este negocio. Son los Everly Brothers, que ya habían
publicado “Bye Bye Love”, y se consagran ahora con
“Wake Up, Little Susie” y, sobre todo, con “All I Have To
Do Is Dream”. Sus armonías a dos voces y sus guitarras
acústicas influirían en la música posterior.
Son hermanos… y se llevan bien
Dion & The Belmonts publica “The Wanderer” y “Runaround Sue”. Se basan en el estereotipo
de grupo vocal del estilo de Danny & The Juniors. Suenan como grupos hermanos.
Jackie Wilson y su Rhythm and Blues fresco llegan a escena con canciones como “Reet Petite” y
“Lonely Teardrops”. Consigue encabezar las listas a ambos lados del Atlántico. Posee una gran
voz y se nota en sus temas con sus “saltos de voz”.
Tangencialmente, en el puro ámbito del jazz, Nina Simone consigue gran éxito con “My Baby
Just Cares For Me”, aunque su influencia se nota en las solistas que posteriormente lo
adaptarían al R&B.
Este es el año en que Elvis se alista en el ejército de EE.UU., lo que, en cierto modo, sería
interpretado por la juventud como una pérdida de rebeldía en sus creencias. Todo ello llevaría
a la primera metamorfosis que sufriría el rock.
1959
El año comienza con un pelotazo en el mundo del jazz, que influye a medio-largo plazo en
otros artistas que intentan fusionar la elegancia de este tipo de música y el espíritu indomable
del rock. Es el Giant Steps de John Coltrane. Atlantic Records arriesgó con este álbum, pionero
de un estilo más maduro. Parece que el saxo de Coltrane cobrara vida.
Un amigo de éste y precursor del estilo bebop que surgía en el jazz, Miles Davis, grabó con la
ayuda de otros artistas Kind Of Blue. Gil Evans y el propio Coltrane participaron en la
elaboración del vinilo. Davis venía de hacer versiones de composiciones de George Gershwin,
Joaquín Rodrigo y Manuel De Falla, entre otros. El ritmo de sus canciones gira en torno a una
base de piano. Es el disco de jazz más vendido de la historia, con más de dos millones de
ventas.
The Isley Brothers editan este año un gran éxito del soul “Shout!”. En él se muestra una fusión
entre el góspel y el R&B, con una respuesta del coro excelente. La canción fue escrita por el
trío de hermanos que formaba el grupo.
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Ray Charles sale del campo del R&B ortodoxo, para publicar “What I’d Say”, un éxito tanto
para los seguidores del rock como para los seguidores de su etapa más soul. El tema es un
frenesí de piano y percusión, con unos coros brillantes.
The Fleetwoods consigue su mayor éxito este año con “Come Softly To Me”, en el que el trío de
Washington canta con tanta delicadeza que parece una nana; una nana que llegó al número
uno de las listas. También lo hizo su cara b, “Mr. Blue”.
Un teen idol llamado Bobby Darin edita sus principales temas este año: “Mack The Knife”,
“Dream Lover” y “Beyond The Sea”. Ésta última es una versión de una canción francesa
llamada “La Mer”. Darin también llegó a colaborar con el locutor de radio Murray the K en la
elaboración de “Splish Splash”, también de 1959.
Los teen idols estaban de moda. Esto queda patente con la fama de otros dos: Paul Anka y Neil
Sedaka. El primero edita su LP “Put Your Head On My Shoulder”; el segundo, su single “Oh!
Carol”, dedicada a su novia, Carole King. Poco tiempo después, la cantante le respondió en
“Oh, Neil”.
Mientras, el doo-wop continúa recogiendo éxitos, como “I Only Have Eyes For You”, de The
Flamingos. Este tema vuelve a las raíces del rock, dando la sensación de que nos cantan desde
los años 30.
Cabe destacar que a principios de este año Berry Gordy funda el mítico sello Motown, que se
haría popular con un sonido característico que inundaría las ondas durante las dos décadas
siguientes. Los primeros en firmar un contrato con esta discográfica fueron The Miracles, y el
primer número uno fue “Money (That’s What I Want)”, de Barret Strong. Todo ello, en 1959.
También es el año en que empieza a surgir lo que se denomina ska. Con orígenes en la capital
de Jamaica, Kingston, el ska nace como mezcla de ritmos caribeños (calypso), música de origen
afroamericano y el proto-rock de la época. Principalmente, sus ritmos eran de cuatro tiempos,
poniéndose énfasis en el segundo y en el cuarto. Consiguió llegar a Europa gracias a la
influencia que, por entonces, tenía la cultura jamaicana en el Reino Unido, antiguas colonia y
metrópolis, respectivamente.
El año nos dejó, también, uno de los sucesos más tristes del rock. Durante el invierno, Buddy
Holly, Ritchi Valens, Dion y Big Bopper estaban de gira, y la siguiente parada era Iowa. Todos
iban a coger un avión que los llevara, pero a Dion le pareció excesivo el precio del billete, 36 $,
por lo que fue en autobús. A las 01.00 AM, hora local, el avión que los llevaba se estrelló
contra un maizal. Las investigaciones aclararon las causas como un error del piloto, sumado a
las condiciones meteorológicas. Estos tres jóvenes, con una enorme proyección en el mundo
de la música, podrían haber cambiado el rumbo de la música contemporánea; nunca lo
sabremos. Más tarde cantaría Don McLean:
“Y los tres hombres que más admiro, el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tomaron
el último tren a la costa el día en que la
música murió. (American Pie)
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1960
Empieza una nueva década llena de cambios y
contrastes. Quizá, la más influyente en la
historia de la música.
El año 1960 también lamenta la pérdida de otro
de los grandes artistas: Eddie Cochran. La
pérdida de su gran amigo Buddy Holly le había
traído una gran depresión, aún así siguió
tocando y haciendo giras. Precisamente, en un
tour por Wiltshire, Inglaterra, viajaba en coche
con su novia y con Gene Vincent. Tuvieron un
accidente, chocando contra una farola. Su novia
y Vincent sufrieron graves heridas, pero él no
tuvo tanta suerte y falleció.
Eddie Cochran, otra estrella en el firmamento
Precisamente, de tierras británicas sale el éxito de una cantante-actriz-compositora llamada
Petula Clark. Sus primeros trabajos musicales no gozaron de mucha relevancia entre el público,
pero es este año cuando edita “Sailor”, que llega al número uno en el Reino Unido. Poco
después se mudaría a Francia para casarse con Claude Wolf.
En Connecticut, aparecen The Five Satins, liderados por Fred Parris, que publican lo que resulta
ser un éxito inesperado, ya que surge como cara b. Se trata de “In The Still Of The Night”. Al
escucharlo, se puede apreciar la parte vocal de cada uno de los componentes, quedando una
estructura de la armonía muy clara. Es el tema más reconocido de este grupo americano de
doo-wop.
The Drifters, otro grupo vocal norteamericano, publican este año “Save The Last Dance For
Me”, un número uno de las listas del que siguen saliendo versiones
hasta el presente, como la de Michael Buble. El grupo no era novato
en el éxito, ya que a finales del año anterior publicaron dos temas
que llegaron al Top 10: “This Magic Moment” y “There Goes My
Baby”. Todos los temas mencionados son obra de su cantante líder:
Benjamin Earl Nelson, o más conocido como Ben E. King.
También aparece el “Rey del Twist”, Chubby Checker. Lanza el mismo
año “The Twist” y “Let’s Twist Again”. Aunque no es el pionero en
este estilo, tanto musical como de baile, sí que es el que lo dio a
conocer a las masas. Sólo el hecho de ver sus actuaciones ya era un
reclamo para el público. Posiblemente, su influencia en la música es
mucho mayor que el propio éxito cosechado por el artista.
Chubby Checker y el twist
El sonido Mississipi vuelve a emerger con un joven cantante negro llamado Sam Cooke.
Consiguió un gran número de de éxitos en su corta carrera (murió en 1964). Era el compositor
de las canciones que cantaba, convirtiéndose así en uno de los primeros cantautores del R&B y
del rock. Su mayor éxito hasta 1960 había sido “You Send Me”, que llegó al número uno. Pero
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es este el año de “Wonderful World”, que aunque no llegara a lo más alto de las listas, quizá
goza de mayor reputación e importancia por el impacto de su
sonido inconfundible.
Empezaron en este negocio como banda de acompañamiento de
Cliff Richard, pero pronto se independizaron, y con éxito. La
banda inglesa The Shadows, nacidos como The Drifters (tuvieron
que cambiarse el nombre porque se les habían adelantado),
lanzan al mercado “Apache”. Es uno de los mejores
instrumentales de guitarra en la historia de la música, sobre todo
por la innovación del punteo utilizado y por el vibrato
inconfundible. El nombre está inspirado en la película homónima.
Era un grupo que componía, básicamente, temas de corte instrumental.
Sam Cooke
The Zodiacs, liderados por Maurice Williams, nos deleita este año con “Stay”. La letra fue
escrita por Williams cuando tenía sólo 15 años. Claro ejemplo de falsetto de la época doo-wop,
pero con un gancho comercial evidente.
Con el éxito de un joven Roy Orbison, queda demostrado que el sonido sureño se estaba
tornando algo más accesible y llamativo para el público. Con “Only The Lonely” y “Crying”,
queda proclamado como uno de los abanderados de la metamorfosis que sufre el rock a
principios de los 60, hasta la llegada de la
música beat. Tiene una voz inconfundible
que le sitúa en uno de los mejores
cantantes de la historia, en parte debido a
su gran registro. También es pionero, junto
a Elvis, en crear una imagen personalizada
del artista: siempre iba con un traje negro
y con unas amplias gafas de sol.
Orbison: ni era albino, ni ciego
1961
Comienza una corriente musical desde la costa oeste de los EE.UU. que derivaría en lo que se
conoce como surf rock, padre del punk rock. Se denomina de esta forma por dos razones: los
riffs de guitarra son muy dinámicos, incluso frenéticos, intentando mostrar al público lo que se
siente al “cabalgar” las olas, incluyendo efectos de reverb o de vibrato; y porque las letras de
las que no eran meramente instrumentales trataban la temática del surf o de la playa. La
pasión por el surf y todo lo que ello conllevaba, se debía a la bonanza económica y
despreocupación que reinaba en el sur de California durante esta época. Pronto, y para hacer
más accesible esta despreocupación a ciudades que no tenían costa, se incluyó a este estilo el
tema de los hot rods, o primera oleada de lo que hoy se ha transformado en el tunning de los
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coches. En este estilo destacan artistas como Jan
& Dean (“Ride The Wild Surf”), The Trashmen
(“Surfin’ Bird”), The Surfaris (“Surfer Joe”) y The
Hondells (“Little Honda”). Pero, los que más éxito
cosecharon fueron: Dick Dale con su mítico tema
“Misirlou”, versionado mil veces, e inmortalizado
en películas como Pulp Fiction, en el que
mostraba las dotes de manejo de su Fender; y The
Beach Boys, uno de los mejores grupos
americanos de rock, y mal encasillados en este
estilo, ya que durante unos cuantos años son
considerados como la competencia más directa
de The Beatles, aunque hablaremos de ello más
adelante. El tema “Surfin’” (1961) de The Beach
Boys es considerado uno de los primeros de este
tipo de rock. La figura de Gary Usher es muy
importante en la difusión de esta música, porque
se convierte en productor y escritor de muchos
grupos californianos de surf rock.
Anuncio “surfero” de Fender
Mientras tanto, Elvis sigue causando furor. En esta ocasión nos enseña sus dotes como
baladista, tras su regreso de servicio militar en Alemania.
“Can’t Help Falling In Love” nos muestra a un Elvis menos
radical, pero más íntimo. La utilizó en su película “Blue
Hawaii”.
Etta James, conocida por sus dotes artísticas y por sus
múltiples escándalos fuera de los escenarios, lanzó su mejor
disco en 1961: At Last!. El tema homónimo que incluye alcanzó
el número uno en las listas Billboard. Provenía del góspel y fue
cambiando a un registro más blues. Su “arma” más poderosa
es su poderosa y desgarrada voz, que le da un matiz más
dramático a sus interpretaciones.
Etta James
Bobby Bland, al igual que Etta, venía de los ritmos del góspel para madurar a un blues muy
depurado. A finales de los 50 llegó a colaborar con B. B. King; pero su mayor éxito llega este
año con temas como “Turn On Your Love Light”. Es conocido como
“The Lion Of The Blues”.
Quizá uno de los mejores guitarristas de blues de la historia, y uno de
los menos conocidos, salta a la fama este año con canciones como
“Have You Ever Loved A Woman” y “Hide Away”. Se trata de Freddie
King, e influiría de manera crucial en la nueva generación de
guitarristas que estaban por llegar y de los que hablaremos.
Freddie King, hay que oírlo y verlo.
15
Es el año en que The Edsels lanzan su archifamoso “Rama Lama Ding Dong”. Aunque hay
versiones anteriores del mismo grupo, la de 1961 es la “definitiva” y más famosa. Incluso hoy
se siguen escuchando versiones nuevas en anuncios. Hay que decir que
fue uno de los pocos éxitos que tuvo este grupo americano de doo-wop.
Desde New Jersey, llegan The Shirelles, un grupo femenino que con su
estilo de R&B, tienen en 1961 su mejor año creativo y comercial.
Prácticamente llegan todos sus grandes hits de forma consecutiva:
“Tonight’s The Night”, “Dedicated To The One I Love” y, su magnífica
“Will You Love Me Tomorrow”, escrito por Gerry Goffin y Carole King.
Sientan precedentes en sus increíbles arreglos orquestales.
The Shirelles
The Tokens, el que había sido el grupo de Neil Sedaka pocos años antes, lanza su mayor éxito:
“The Lions Sleeps Tonight”. Este tema nace como resultado de una mezcolanza de: una
percusión y coros tribales, la estructura vocal del doo-wop y falsetto.
Mientras tanto, Del Shannon graba “Runaway”. Aparte de ser el mayor éxito a lo largo de su
carrera musical, resulta impactante la novedad que supone la utilización de un musitrón. Es
uno de los primeros sintetizadores que se usaron en el rock, cuyo sonido es parecido al de un
instrumento de viento muy agudo.
The Marcels toman prestada una canción que fue escrita en 1934 por Richard Rodgers y Lorenz
Hart y la convierten en un clásico del doo-wop: “Blue Moon”. Aunque se han hecho muchas
versiones, incluyendo una anterior de Elvis para Sun Records, The
Marcels dieron con la clave y fueron los que se llevaron el gato al
agua, en parte debido a la entrada "bomp-baba-bomp, dip-da-dip".
Algo más tranquila fue “Crazy”, de Patsy Cline, una balada de un
country muy suavizado en el que se nos muestra la locura que le
supone al autor la pérdida de un amor. Este mismo año, Cline publica
“I Fall To Pieces”, que llegó al número uno en las listas de música
country, y al número seis en las listas Billboard.
Patsy Cline
Tras salir de The Drifters, Ben E. King empieza a volar solo como artista. En 1961 vive su
momento más dulce, ya que publica las dos canciones que lo inmortalizarían en la música:
“Spanish Harlem” y “Stand By Me”. Ésta última es todo un referente del soul. Canta con voz
desgarrada que no temerá nada mientras su amada permanezca a su lado, sirviendo de coros
una familia de violines que mecen al oyente.
A finales de año, unos jóvenes Beatles terminaban de apuntalar su estilo musical dando giras
por Hamburgo.
16
En nuestro país, surgía la primera oleada
rock, más en concreto rockabilly, que fue
liderada por El Dúo Dinámico. Traían a
nuestro país algo de aire fresco con
sonidos ligeros influenciados por la música
norteamericana. De este año salen
canciones inolvidables como “Quince Años
Tiene Mi Amor” y “Quisiera Ser”. Sin duda
alguna son pioneros en España con este
estilo, de ahí la importancia de su
presencia en nuestra música.
Un par de chicos buenos
Hay que recalcar el estreno de West Side Story, el musical más influyente de la historia del
cine. Es una nueva versión de Romeo y Julieta, pero ambientada en Nueva York y con
pandilleros de por medio. Los personajes arreglan sus diferencias a ritmo de música orquestal.
Se le llegó a ofrecer el papel principal a Elvis, pero su mánager le incitó a rechazarlo. La banda
sonora es obra de Leonard Bernstein, y el filme cuenta con diez Oscars en su palmarés. La
categoría de musical se ve muy beneficiada con este hecho, abriendo una vía para musicales
posteriores.
1962
A partir de este año, se puede considerar la aparición de música pop. Inicialmente entendida
como abreviatura de “popular”, hacía referencia a la música de fácil acceso, de una
determinada clase intelectual. Con el paso de los años, este significado ha ido perdiendo peso,
dejando paso a una música muy similar al rock, pero con ciertas diferencias: en el pop el peso
armónico no recae sobre la instrumentación, como sucede en el rock, sino en las voces, de ahí
que los alardes instrumentales y los largos solos se le
atribuyen, básicamente, al rock; además, el pop tiene un
sonido más “limpio” que lo hace más atractivo
comercialmente.
Surgen sonidos innovadores y curiosos, como el instrumental
futurista “Telstar” de The Tornadoes. El tema está inspirado en
un satélite de comunicaciones puesto en órbita este año. Su
sonido se basa en sonidos distorsionados y punteos agudos.
Con este tema, el grupo se convirtió en el primer conjunto de
rock británico en alcanzar el número uno de las listas
americanas.
“Houston, tenemos un problema… rítmico”
Por otro lado, el texano Bruce Channel edita “Hey! Baby”. Gracias a este éxito puede girar por
el Reino Unido. Delbert McClinton, encargado de la armónica en la canción, acompañaba a
Channel en la gira. Lennon y su grupo eran los teloneros, y pidió a McClinton que le enseñara
17
algunos trucos de armónica, ya que estaba profundamente impresionado con la armónica que
sonaba en el hit de Channel.
Precisamente, gracias a esta lección de armónica, nace el
primer éxito de The Beatles: “Love Me Do”. Es un tema
simple, pero directo. El single le valió a la banda para ser
razonablemente famosos a nivel local, a finales de año.
Otro gran astro de la armónica, Howlin’ Wolf, publica un
vinilo con su nombre. Es uno de los más importantes del
blues, pues fue de gran influencia para grupos americanos
e ingleses que se inspirarían en su idea del blues de
Chicago, como The Rolling Stones. La crítica considera que
la canción más sobresaliente del álbum es “The Red
Rooster”.
El “Lobo” aullando a la Luna
Siguiendo con el blues, John Lee Hooker lanza este mismo año “Boom Boom”. A pesar de su
tartamudez, no vacila a la hora de mostrar en canciones de este tipo su blues personalizado. La
fusión de su estilo con el rock más accesible se exhibe en esta época, editando temas que,
incluso, eran bailables.
Además de “Keep Your Hands Off My Baby”, Little Eva, de tan sólo 19 años, nos invita a bailar
su “Loco-Motion”. El tema fue escrito por Carole King y Gerry Goffin y se la cedieron a Eva por
sus “alocadas” dotes como bailarina, debido a que ella
trabajaba de canguro para estos dos letristas. El “Loco-Motion”
fue un éxito instantáneo en las emisoras americanas.
Otro de los mejores instrumentales de los inicios del rock
aparece este año, “Green Onions”. Es obra de Booker T. & The
MG’s, uno de los primeros grupos interraciales del rock. Estos
cuatro muchachos nos muestran una versión muy personal del
sonido del blues de Memphis. En esta canción se nota la
influencia de grandes pianistas de este estilo, como Ray Charles.
La calidad instrumental está asegurada, ya que el grupo está
formado, en gran parte, por músicos de sesión de la casa Stax.
Igualdad en la música
The Beach Boys publican a finales de año su primer disco, en
Capitol Records, Surfin’ Safari. De principio a fin, es una oda al
surf y a la playa, con versiones de otros artistas de doo-wop y
algún tema instrumental. Liderados por un veinteañero Brian
Wilson, el grupo exhibe unas armonías a cinco voces inusuales y
un estilo que les perseguirá durante años. La banda está
formada por los tres hermanos Wilson (Brian, Dennis y Carl), un
primo (Mike Love) y un compañero de clase de Brian (Al
Jardine). Cada uno de ellos aportaba su registro vocal, lo que
nos muestra un abanico de voces muy recalcado.
The Beach Boys en Santa Mónica
18
Este es el año del boom de una nueva corriente que cada vez se acerca más al rock; se trata de
la canción protesta. Destacan tres de sus pilares:
Por un lado, se consolida el éxito de The Kingston Trio, que publica una de las canciones antibélicas más hermosas de la época con sonido folk, “Where Have All The Flowers Gone?”. Al
carecer de batería o percusión, toda la fuerza de la música recae en las elaboradas armonías a
tres voces y en los instrumentos de cuerda, principalmente, dos guitarras acústicas y un banjo.
Otro de los pilares es Joan Baez, “La reina de la canción protesta”. Es común en esta corriente
musical el haber bebido de raíces folk (cuyo principal rasgo es la transmisión oral de sus bases,
y su carácter tradicional), y este es otro ejemplo. Con un registro de soprano, sus primeros
años de carrera los dedica a editar conciertos grabados y algún que otro single, por lo que su
éxito radica en la trascendencia de su mensaje.
El tercer y más influyente de los tres pilares se llama Bob Dylan. Precisamente, muy unido en
su causa con Baez, diciéndose incluso, que estaban manteniendo una relación sentimental. Sus
maneras y su puesta en escena dejan bastante claro que Bob Dylan no es un músico al uso. Su
voz no trata de realizar intrincadas maniobras vocales, y sus dotes como instrumentalista no
son las de un virtuoso. Entonces, ¿por qué es tan importante e influyente? Para saberlo hay
que centrarse en sus letras. Todas contienen algún tipo de mensaje o moraleja, no deja
indiferente a nadie que las escucha.
Este año edita su primer disco, Bob
Dylan, que le sitúa como artista de
culto, ya que rompe con todo lo
comercial del momento. Por eso,
frente a este artista, suele haber dos
corrientes mayoritarias: la de los que
lo aborrecen, y la de los que lo
adoran; sin existir término medio. Lo
que sí es muy comúnmente aceptado
es que, más que músico se trata de un
poeta, habiendo sido nominado al
Nobel de Literatura varias veces.
Joan Baez y Bob Dylan
En España, destaca este año un grupo instrumental llamado Los Mustang, que hacía magníficas
versiones en castellano de otros artistas anglosajones. Este año publican su primer disco, con
canciones como “500 Millas” y “Madison Twist”.
1963
La música surf sigue causando furor, y se nota en canciones como “Pipeline” de The Chantays,
“Surfin Bird” de The Trashmen, o “Surfin’ USA” y “Surfer Girl” de The Beach Boys. Los jóvenes
(y no tan jóvenes) son poseídos por sus hipnóticos riffs. El impacto “surfero” ya alcanza la
totalidad de los EE.UU. y, aunque en Europa este ideal de vida queda como algo lejano y
desconocido, consigue cuajar en el Reino Unido y en el norte del Viejo Continente.
19
Al margen de esta corriente, Johnny Cash publica en
marzo “Ring Of Fire”. La temática gira en torno a una
expresión de su mujer, June, sobre el sentimiento
amoroso. No es una canción country muy corriente,
quizá porque Cash quiere plasmar tanto el ambiente
sureño que decide incluir unos arreglos orquestales
con una familia de viento mariachi. El resultado es
algo muy original y novedoso; puede que sea el
mayor éxito del country en la historia de la música.
“Hello, I'm Johnny Cash”
The Four Seasons es un grupo italo-americano que mezcla influencias de R&B y doo-wop. A
finales de 1962 publica la pegadiza “Sherry”, pero este es el año de su consagración con sus
mayores éxitos: “Big Girls Don’t Cry”, “Walk Like A Man” y “Candy Girl”. Con este gran éxito,
Frankie Valli y sus muchachos consiguen ser uno de los grupos americanos más importantes de
la época. Factor común en sus canciones son unos falsettos imposibles que se retuercen en el
aire y que crearían escuela pocos años después.
En junio, una joven y desconocida Lesley Gore obtiene un número uno en el Billboard
americano con su éxito más conocido, “It´s My Party”, siendo mayor mérito aún, con tan sólo
17 años. Contrasta en esta canción el ritmo alegre con la letra, en la que la cantante nos
lamenta la aparición de su Johnny con otra el día de su cumpleaños.
Desde Oregon, llegan The Kingsmen. Aunque era una variante del rock que fue depurándose
desde un par de años antes, se puede considerar que “Louie, Louie” es el primer éxito del
Billboard que es comúnmente aceptado como garage rock. Esta variante del rock se denomina
así, debido a que surge en “garajes” estadounidenses, tocado por jóvenes inexpertos. Son
muchos los grupos que han versionado esta canción hasta la actualidad.
También, en 1963 se inaugura lo que se llama “era de los grupos femeninos”. Aunque ya
habían surgido algunos, y posteriormente surgirían los más famosos, se considera que este es
el año de comienzo. Este año nos trae tres de los más significativos, todos de Nueva York:
The Chiffons nos traen temas como “He’s So Fine” y “One Fine Day” que llegan a lo alto de las
listas. Lo que más atrae de su música, y que las distingue de otros grupos de este estilo, es que
los coros toman mayor protagonismo y que los arreglos instrumentales están algo más
elaborados.
The Crystals estaban saboreando el éxito de “He’s A Rebel”, de finales de 1962, cuando
editaron “Then He Kissed Me” y “Da Doo Ron Ron”. Se nota que los grupos femeninos habían
alcanzado una madurez musical exquisita, y estos temas dan fe de ello.
20
Y por último, The Ronettes, quizá el más conocido de los tres.
Toman cierta relevancia sus coreografías, pero los ritmos
pegadizos son los que gobiernan. Su tema “Be My Baby” da la
vuelta al mundo al instante, removiendo los cimientos de lo que
se entendía por grupo doo-wop femenino.
“Tú serás mi baby…”
Los dos últimos grupos femeninos deben, en parte, una porción
de su éxito a un mismo productor y letrista que se llama Phil
Spector. Es uno de los llamados genios musicales de los 60, tan
es así que patenta su sello sonoro como “Wall Of Sound” o
Muro De Sonido. Esta técnica consiste en grabar el
acompañamiento orquestal en varias pistas para luego
superponerlo por capas. Esto da una gran solidez a las partes
instrumentales de las canciones. Esta técnica resulta ser un gran
descubrimiento, ya que asigna al estudio las labores de un
“instrumento” más. La influencia que causaría sobre Brian
Wilson como productor, sería clave años más tarde.
Phil Spector y su “muro sonoro”
Este es el año en que The Beatles publican su primer álbum Please, Please Me, que es uno de
los mejores álbumes de debut de la historia del rock. Nueve de los catorce temas son obra de
la dupla Lennon-McCartney. Desde “I Saw Her Standing There” hasta “Twist And Shout”, el
disco nos mete de lleno en una nueva concepción del rock más sofisticada y a la vez más
rotunda. El descaro y el sentido de humor irreverente del cuarteto de Liverpool es algo que
atrae al público, y en su temprano segundo trabajo, With The Beatles, es algo que se les
presupone. Prematura madurez como letristas con trabajos como “From Me To You”, “All My
Loving” y la más que pegadiza “She
Loves You”, y excelentes versiones de
otros artistas como “Roll Over
Beethoven” y “Please Mr. Postman”,
por no extenderme más. A finales de
año eran los “nuevos reyes de Gran
Bretaña”.
Son como niños
21
En Londres, mientras tanto, un grupo de amigos aficionados al R&B y a la música negra, se
reúnen para formar The Rolling Stones, en honor a una canción de Muddy Waters. Durante
todo este año se dedican a malvivir en Londres, pero por las noches, Jagger, Keith Richards,
Charlie Watts, Bill Wyman, Ian Stewart y Brian Jones tocan en un garito de blues llamado
Crawdaddy Club. Entre sus seguidores se encuentran los propios Beatles, recalcando que no
existe en ningún momento enemistad entre ambas bandas. Es George Harrison quien
recomienda a Decca Records que
fiche a los Stones. Aunque se les
suele asociar a grupos como The
Beatles, la música de los Stones es de
otro estilo (las canciones tienen
melodías menos complejas y suelen
tener menos acordes). A finales de
año actúan como teloneros de otros
grupos alrededor de toda Gran
Bretaña. Al año siguiente publicarían
su primer LP.
Sí, un día fueron así de jóvenes
En España, este año destacan Micky Y Los Tonys. El grupo hace durante su primera etapa
versiones en inglés de otros artistas como Billy J. Kramer. Este año saltan al estrellato por culpa
de canciones como “No Me Dejes” o “Loop The Loop”. Al principio eran llamados Los Tonys,
pero Miguel Ángel Carreño, vocalista, se convierte en el líder y cambian el nombre del grupo.
Micky se gana el apodo de “El Hombre De Goma” por sus “elásticos” movimientos sobre el
escenario.
1964
La muerte de Kennedy, en noviembre de 1963, había conmocionado a todo el mundo,
suponiendo la primera dosis de realismo dentro de la década de los 60. Quizá, ésta sea la razón
por la que los americanos necesitaban algo para superar el sentimiento de pérdida, y a
principios de año, The Beatles consiguen su primer número uno en el Billboard con “I Want To
Hold Your Hand”, ahora con una nueva discográfica que se encarga de promocionarlos en
EE.UU., Capitol Records. Comienza de esta forma lo que se llama Beatlemanía. Los cuatro de
Liverpool habían dicho que no pisarían tierras americanas hasta que no consiguieran un
número uno, pues otros artistas ingleses habían cruzado el charco con canciones “discretas” y
habían vuelto sin pena ni gloria. Su mánager, Brian Epstein, pacta con Ed Sullivan la aparición
de The Beatles en su programa de televisión durante tres domingos consecutivos. El 7 de
febrero aterrizan en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, en un avión de Pan Am.
Millares de fans enloquecidos y fuera de sí, les esperan allí. Dos días más tarde hacen su
presentación en público a los televidentes americanos en The Ed Sullivan Show. Durante la
actuación, 73 millones de americanos conocen a los muchachos que estaban cambiando el
rumbo musical de su nación. Se dice que durante el show el porcentaje de crímenes es
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prácticamente nulo. La banda toca sus temas más exitosos, lo que dispara las ventas
americanas de discos con temas de
años anteriores. The Beatles parten a
finales de febrero para continuar su
gira mundial por tierras australianas.
Todo el revuelo que causan sirve para
que los estadounidenses centren su
foco de atención musical sobre tierras
británicas; se produce “La Invasión
Británica” o nacimiento de la música
beat, que es una manera de llamar a la
modalidad pop que tocaban los cuatro
de Liverpool.
Barras y estrellas: comienza la invasión
Muchos de los grupos británicos que protagonizan la invasión musical surgen este mismo año.
Se van a comentar algunos ejemplos:
En Belfast aparece un grupo de garage rock, Them. Las armonías vocales corren a cargo de un
hasta entonces desconocido, Van Morrison. En junio lanzan “Gloria”, una canción que es única
por varias razones: el estribillo con deletreo que resulta muy pegadizo (“G-L-O-R-I-A”), la voz
desgarrada, casi narradora, de Morrison, y un sonido que da la sensación de adelantarse tres
años en el tiempo para adelantar el movimiento psicodélico.
El éxito de Georgie Fame & The Blue Flames llega un poco más tarde, con “Yeh, Yeh”. Esta
banda de Lancashire se centra en los ritmos R&B y arreglos orquestales inspirados en el jazz.
Destaca el piano de Fame, al más puro estilo Ray Charles.
Unos vecinos y amigos de The Beatles, Gerry & The Pacemakers, no reniegan de sus colores y
editan con gran éxito “You’ll Never Walk Alone”. Paradójicamente, “How Do You Do It?”, un
tema que iban a publicar The Beatles el año anterior, en vez de “Please Please Me”, es
recogida de buen grado por Gerry Marsden y los suyos y, con los arreglos que ya habían hecho
sus compañeros de Liverpool para la canción, la lanzan al mercado, obteniendo un número
uno. Pero, la canción más bella y elaborada la publican en diciembre del año que tratamos; es
“Ferry Cross The Mersey”, una oda a su ciudad natal, mentando al río que por ella pasa. Con
esta canción, el grupo alcanzó su máxima cota de popularidad a ambos lados del Atlántico.
The Yardbirds
Por corto espacio de tiempo, The Yardbirds, una
agrupación inglesa con raíces del blues,
consigue tener en sus filas a tres de los
guitarristas/compositores más importantes de
la música: Jeff Beck, Jimmy Page (en un principio
era músico de sesión) y Eric Clapton. A pesar de
pertenecer a la British Invasion, su música
tiende a ser algo menos comercial. A pesar de
que no durarían más de dos años juntos, su
23
mayor éxito de esta época es “Good Morning Little Schoolgirl” (1964) y “For Your Love” (1965).
Clapton abandonaría el grupo porque consideraba que se estaban abandonando las raíces del
sonido inicial del grupo, ya que se considera en esta época como un músico de blues.
Manfred Mann, nombre del conjunto y su fundador sudafricano, se empapan del sonido blues
que tanto se escucha en los clubs londinenses. Tienen un temprano éxito en Reino Unido y
EE.UU. cuando sale a la luz “Do Wah Diddy Diddy”, como si fuera una canción de instrucción
militar.
The Zombies aparecen como un huracán con uno de los temas que los haría inmortales, “She’s
Not There”. Al igual que The Yardbirds, se forjan en el blues, pero no dudan en meterse de
lleno en la vorágine comercial, eso sí, sin perder el sonido que les caracteriza. Sus dos pilares
fundamentales son la base melódica de órgano (con solos en algunos temas) y la voz solista
(Colin Blunstone), que parece venida de un extraño sueño.
Por último haré hincapié este año en otro de los grupos más influyentes e importantes de la
Invasión: The Kinks. El liderazgo de Ray Davies llevó a estos londinenses a gozar de alta
reputación a ambos lados del Océano
Atlántico y a ser precursores del Hard
Rock y del Punk. Precisamente, “You
Really Got Me” se publicó en 1964 y es
considerada como una de las primeras
canciones hard rock. La “dureza” del riff
inicial la consiguen de casualidad, al
meter alfileres en el amplificador. El
propio Jimmy Page participó en la sesión
de grabación de la canción, pero sólo
tocando la pandereta.
The Kinks o, en español, “Los Raros”
NOTA: Aunque no se mencionan en este año grupos que surgieron como The Hollies, The
Animals, The Rolling Stones o The Who, entre otros, pretendo hacer hincapié en sus años de
mayor éxito, sin dejar estos grupos de pertenecer a la llamada British Invasion.
Imagen de la película A Hard Day’s Night
Durante la primavera, The Beatles
ruedan su primera película a la par que
graban la banda sonora de la misma. El
filme se titula A Hard Day’s Night (Qué
Noche La De Aquel Día) y es un intento
de plasmar el humor propio del grupo
sobre la pantalla en blanco y negro. La
primera película de The Beatles no es
una más, como ya habían hecho otros
artistas como Elvis. Es una buena
comedia, al estilo de los Hermanos
Marx, y contiene secuencias que
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muchos expertos musicales califican como precursoras de lo que se conoce como videoclip, en
concreto la de “Can’t Buy Me Love”. Por otro lado, la banda sonora, de la que Lennon sería el
principal compositor, mantiene la calidad de la música del grupo. Cabe destacar: “A Hard Day’s
Night”, “I Should Have Known Better”, y las baladas “If I Fell” y “And I Love Her”.
De vuelta a lo estrictamente musical, es otro próspero año para los grupos femeninos. De
tierras americanas nos llegan los sonidos de los grupos que a continuación desarrollaré con
más detalle:
Martha Reeves & The Vandellas, de Michigan, nos invitan a bailar en la calle con su mayor
éxito “Dancing In The Street”. Llega al Top 5 en Gran Bretaña y en EE.UU.. Se forja así el sonido
Motown femenino que tantos éxitos traería posteriormente. La letra corre a cargo de William
Stevenson y de un joven Marvin Gaye. Es un clásico del soul muy bailable.
Las neoyorquinas Shangri-Las encadenan una racha con dos exitosos singles en 1964:
“Remember (Walking In The Sand)” y “Leader Of The Pack”. Se salen un poco de la norma, ya
que lo que predominan son los grupos de raza negra. Intercalan en sus canciones partes
narradas para darle un clímax más dramático, incluyendo sonidos de gaviotas, olas o algún
motor.
The Dixie Cups, publican su primer sencillo que resulta ser un hit: “Chapel Of Love”. Es un tema
escrito por Phil Spector y en un principio se pensó para que la interpretaran The Ronettes,
pero el trío de Nueva Orleans estaba empezando su carrera musical y se creyó más
conveniente para ellas, aunque Ronnie Bennett y sus compañeras la interpretaran en algún
concierto. Se trata de una canción con temática nupcial, ambientado en un entorno ideal.
Y por último, el grupo más importante y prolífico en esta rama musical, The Supremes. Diana
Ross, junto con Florence Ballard y Mary Wilson, se
convierten en esta época en la segunda potencia en
ventas de discos, sólo superadas por The Beatles.
Este año encumbran a Motown en las listas con los
temas: “Where Did Our Love Go”, “Baby Love”, y a
finales de año grabarían el que sería su éxito para
el siguiente, “Stop! In The Name Of Love”.
Mantendrían el enfrentamiento con la Invasión
Británica durante toda la década.
The Supremes, con Diana Ross a la derecha
No sólo de grupos vive la música en este momento. Dionne Warwick se adelanta al sonido soul
de finales de la década de los 60 con “Walk On By”. Un toque de pesimismo amoroso a tanta
alegría sesentera, pese a unos dulces arreglos de viento y cuerda que están bajo la producción
de Burt Bacharach.
Roy Orbison satura las listas de todo el mundo con “Pretty Woman”. La canción tiene un ritmo
muy simple y pegadizo, pero, como siempre, la importancia recae en la armonía vocal y en el
riff de guitarra al inicio de la canción.
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La cantante, actriz y compositora inglesa Petula Clark edita en 1964 “Downtown”, el mayor
éxito de su carrera musical. Con esta canción entra en el Libro Guinness De Los Récords, al
vender 70 millones de copias por todo el mundo, convirtiéndose en una de las artistas más
comerciales de Inglaterra. Apartaría su carrera como actriz durante los próximos cuatro años
debido al tirón de su carrera musical, cuya mecha fue encendida por la chispa de este tema.
El inconformismo de Bob Dylan cada vez se oye más alto y claro. Todo había empezado a
finales de 1963 con su álbum The Freewheelin’ Bob Dylan, el cual nos mostraba el talento de
Dylan como compositor. Su mensaje antibelicista y su alma de poeta empiezan a llamar la
atención del público y de la crítica. “Blowin’ In The Wind” y su inseparable solo de armónica
deja estupefactos a todos los que lo
consideraban un músico de
minorías. Pero, es a principios de
1964 cuando cierra todas las bocas
que lo encasillaban en la lista de
éxitos puntuales, con su tema, y
mismo nombre para el álbum, “The
Times They Are A-Changin’”. Es tal
su impacto que influyó con su folk
rock a músicos pop y rock, como
The Beatles y The Rolling Stones,
entre otros. Es sólo el comienzo de
la lírica del joven Robert Allen
Zimmerman (Bob Dylan).
Los tiempos están cambiando, Bobby…
Precisamente, Sam Cooke toma esta canción como base ideológica para darle un giro a la
temática de su carrera musical. “A Change Is Gonna Come” es grabada en el estudio a
principios de año, pero no vería la luz hasta finales de 1964, lo que la convierte en obra
póstuma, ya que Cooke muere tiroteado el 11 de diciembre de este año. Quizá este hecho le
da un carácter más reivindicativo. La voz de Cooke, sobre un fondo orquestal digno de una
pieza clásica, convierte a esta canción como una de las mejores del soul.
En el blues destacan dos figuras este año:
Little Walter, posiblemente el mejor armonicista de la historia, empieza a hacer giras por
Europa, según algunas lenguas, debido a las deudas que las apuestas y el alcohol le
proporcionaban. Es uno de los grandes del blues instrumental, al igual que el saxofonista
fallecido en 1955, Charlie Parker.
Solomon Burke, que también flirteó con el country, publica su mayor logro musical que se
llama “Everybody Needs Somebody To Love”, publicada este año. Es un soul sincopado cuya
influencia llegaría hasta 1980, como base melódica para la comedia musical The Blues
Brothers, con Dan Aykroyd y John Belushi.
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La canción popular americana, mezclada con algunos rasgos del jazz, goza de muy buena salud
este año, y se nota cuando sus dos máximos exponentes masculinos lanzan sus obras más
exitosas. Uno de ellos es Dean Martin, quien goza de gran reputación como actor gracias a
papeles cómicos, como los que protagonizaba junto a Jerry Lewis. Este italo-americano nacido
en Ohio, empezó su carrera musical a mediados de los 50, con el estilo swing. No obstante, es
en 1964 cuando consigue su mayor proeza musical: desbancar a The Beatles del número uno
americano con “Everybody Loves Somebody”. El otro abanderado de esta corriente, y amigo de
Martin, es el archifamoso Frank Sinatra. Es el artista más reputado y exitoso de esta corriente,
y ya en 1964 posee una larga trayectoria sobre los escenarios, desde 1935. Va transformando
su estilo, empezando con el swing y el estilo big band, madurando con jazz vocal, y
acomodándose en los 60 en un pop tradicional. La Voz, tal y como le llaman a Frank, publica
este año Sinatra At The Sands, que incluye algunos de sus temas más conocidos como “Come
Fly With Me”, “I’ve Got You Under My Skin” y “The September Of My Years”. Sinatra se
considera contrario a las nuevas tendencias musicales de la época, aunque poco después
sucumbiría gracias a la transformación melódica del pop.
Dentro del contexto de música “veraniega”, The Hondells, un grupo surf de escasa duración,
publica “Little Honda”, escrita por Brian Wilson y Mike Love. Es una canción al estilo hot rod
sobre la famosa marca de motocicletas que llegó al Top 10 del Billboard. Es censurada en
algunos medios por la publicidad “subliminal” que contiene.
Los californianos The Pyramids son algo menos conocidos, pero este año con su single
“Penetration”, llegan al Top 20 americano. The Ventures, de Washington, también “se suben a
esta ola”. Sólo mencionar esto porque es evidente que la contracultura a la música beat que
hay este año en EE.UU. es la música surf/hot rod.
Izda. a dcha.: Carl, Dennis, Mike, Al y Brian. Beach Boys con su temprano uniforme
Aun así, el máximo exponente de
esta corriente sigue siendo The
Beach Boys. A principios de año,
publican un álbum temático sobre la
fiebre automovilística, Shut Down
Vol.2. De él podemos rescatar tres
perlas melódicas: “Fun, Fun, Fun”,
que sería la canción de cierre de los
futuros conciertos de la banda;
“Don’t Worry Baby”, influenciada
por la percusión del “Be My Baby”
de The Ronettes; y “The Warmth Of
The Sun”, compuesto pensando en la muerte de JFK. También publican su particular “oda al
verano” con el disco All Summer Long. Contiene doce híbridos de cohes-chicas-playa-surf; los
más destacables son: “Girls On The Beach”, con una parte instrumental inspirada en “When
You Wish Upon A Star”, de la banda sonora de Pinocho; “Wendy”, una de las escogidas para su
actuación este año en The Ed Sullivan Show; la mencionada antes “Little Honda”, “All Summer
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Long”, y el gran himno del verano “I Get Around”, que habla de una chica rebelde que va de
ciudad en ciudad.
Gracias a la ola británica, casi todos los grupos americanos de pop se verían eclipsados
enseguida, suponiendo el final del surf rock al año siguiente. Y el cambio de prioridades en la
temática y en los sonidos de todos los futuros grupos americanos de rock.
En España, este año surgen “Los Beatles Españoles”, como habitualmente se nombra a Los
Brincos. El grupo formado por Fernando Arbex, Manuel González, Juan Pardo y Antonio
Morales (Junior) es creado para intentar aprovechar el tirón de la música beat británica, pero
con un toque de personalidad ibérica. Ese descaro se muestra muy bien en su primer hit
“Flamenco”, ya que en mitad de la
canción se mantiene una conversación
eufórica con gritos de ánimo y aullidos.
El título no tiene mucho que ver con el
estilo, pues es más un trabajo de
ensamblaje vocal. Todos los discos que
sacarían al mercado serían números
uno en España, siendo considerados
como una de las bandas más
importantes de la música rock
española, a pesar de su temprana
separación, en 1967.
Los Brincos
1965
Comienza el año en que se estrena la película Doctor Zhivago, la presentación en público del
Concorde y algo que marcaría de forma evidente las prioridades sociales y culturales, la
entrada masiva de tropas estadounidenses en la guerra de Vietnam. Es el primer gran conflicto
armado en el que los medios de comunicación están presentes, de esta forma los ciudadanos
son informados de los continuos abusos que allí suceden. Llegamos a mediados de los 60 y
parece que esa burbuja de bonanza y despreocupación juvenil comienza a resquebrajarse. Es
el inicio de la gran revolución del rock y de los movimientos musicales cercanos.
Las canciones protesta cogen un nuevo impulso este año. Barry Mcguire exhibe la frustración
de la juventud en torno a la Guerra Fría con la anti-belicista “Eve Of Destruction”. La dureza de
la voz combinada con la guitarra acústica, la armónica y la percusión en forma de marcha
militar, nos da una de las canciones protesta más “visuales”.
El músico de jazz John Coltrane publica su álbum A Love Supreme, en el que los conceptos
toman un aire espiritual, hablando del amor a la deidad y de la devoción. A pesar de ser una
28
apuesta musical muy arriesgada por parte de Coltrane, resulta ser un éxito comercial en los
círculos del jazz, considerándolo una de las obras imprescindibles del jazz, poniéndolo a la
altura de Miles Davis, Muddy Waters o Robert Johnson.
La música R&B negra sigue con la calidad habitual de la época. En
1960 comenzaba su carrera un veinteañero de Georgia llamado
Otis Redding. En 1965 consigue su primer éxito en las listas de
R&B con “I’ve Been Loving You Too Long”. Aunque la influencia
más directa de Redding es James Brown, éste se decanta por un
estilo más melódico y personal.
Otis lo da todo
Wilson Picket, otro astro del sonido negro afroamericano, consigue meterse de lleno en las
listas Billboard con su inconfundible “In The Midnight Hour”. Su estilo, similar al de un
predicador, y los arreglos musicales inundados con instrumentos de viento continúan con la
tendencia apadrinada por Little Richard y James Brown. Este tema junto con “Land Of The
1000 Dances” (puro éxtasis sonoro), que sería publicado en el temprano 1966, son los dos
éxitos más importantes de la carrera de Picket.
Por su parte, James Brown abandera esta corriente musical. Hace su trabajo de forma
excelente este año, con perlas como: “Papa’s Got A Brand New Bag”, en la que, con un
acompañamiento instrumental muy simple, se muestran los orígenes del funk, estilo que
resulta de la mezcla entre R&B, soul y jazz, pero con el matiz de que es un estilo bastante
bailable y con un fuerte sentido rítmico; y “I Got You (I Feel
Good)”, puede considerarse como canción hermana de la
anterior, pero con una voz que parece salir de las mismísimas
entrañas de Brown. Tras este torrente de ritmos tremendamente
bailables se mete en un estilo algo más cercano, como mostraría
con la cruda “It’s A Man’s Man’s Man’s World”, que grabaría a
finales de este año y principios del siguiente.
James Brown
Bajo la tutela artística de Smokey Robinson y la gente de
Motown, el grupo The Temptations, alter ego masculino de The Supremes, consigue su primer
número uno: “My Girl”. Narra la historia de un amor inocente e
idílico, que más tarde sería la banda sonora de la película
homónima. Es la primera canción de The Temptations en la que
la voz principal es la de David Ruffin, ya que anteriormente
habían sido las de Eddie Kendricks y Paul Williams. Este grupo
tiene la peculiaridad de que no tiene muchos problemas en
variar su estilo musical, aunque esa facilidad “camaleónica”
sería mucho más evidente años más tarde.
The Temptations
29
Smokey Robinson pensó, en un principio, en otorgar la canción antes citada a otro grupo de
similares características llamado The Miracles, del cual formaba parte. La inspiración para
escribir este tema le vino a Robinson, precisamente, de la integrante del grupo Claudette
Rogers. El grupo ya había conseguido bastante éxito en años anteriores con canciones como
“Shop Around” (1960) o “You Really Got A Hold On Me” (1962), pero en 1965 consiguen su
cima artística con “Ooo Baby Baby” y “The Track Of My Tears”, las cuales alcanzan sin muchos
problemas el Top 20 americano.
Después de que Jerry Butler dejara el grupo y de que Curtis Mayfield se convirtiera en el nuevo
líder, The Impressions publican “People Get Ready”. Esta canción que habla de la fe, la escribe
Mayfield influenciado por sus orígenes góspel y siendo más consciente de la situación social
que rodea al año 1965. El estilo doo-wop, al igual que toda la música de entonces, estaba
evolucionando a algo más sofisticado, tanto vocal como instrumentalmente, y este es un buen
ejemplo de ello.
The Righteous Brothers, el dúo formado por Bill Medley y Bobby Hatfield, crean estilo propio
con el llamado “soul de ojos azules”.
Estos californianos se ponen a
disposición de Phil Spector, en labores
de producción y composición. A
principios de año, sacan “You’ve Lost
That Lovin’ Feelin”, una mezcla de soul,
pop y el Wall Of Sound de Spector.
Aunque esta sea su canción más exitosa
en las listas, es en julio cuando editan
“Unchained
Melody”,
belleza
y
exhibición vocal en estado puro. Aunque
el éxito de este grupo es bastante fugaz,
sin duda alguna sus armonías causan
gran impacto.
The Righteous Brothers
El country también da que hablar. Roger Miller es capaz de fusionar el country con el pop y
publica perlas como “King Of The Road”, versionada infinidad de veces hasta el presente. En
ella, Miller habla de un modo de vida nómada en el que el protagonista (posiblemente,
autobiográfica) se siente sin ataduras y sólo ligado a la carretera, factor común de su trabajo y
existencia. Consiguió liderar las listas británicas y entrar en el Top 5 norteamericano.
30
A pesar de su debut como solista en 1964, Tom Jones no consigue atraer la atención del
público de forma eficaz hasta este año, cuando
publica con el sello Decca “It’s Not Unusual”. Su
estilo es una variante de soul “blanco”, con un
toque de música beat. El apodado como “Tigre De
Gales” fue considerado en un principio como “un
Elvis británico”, pero se distinguiría de su colega
americano en el toque sensual y festivo que le
daba a algunas de sus canciones.
La mirada del Tigre
Los sureños The Bobby Fuller Four publican este año su único éxito, “I Fought The Law”. Bobby
Fuller, líder y guitarrista de la banda, recogía la esencia del tipo de rock sureño como el de
Buddy Holly o Cochran, pero pasado por el filtro de la Invasión Británica. Fue el único éxito del
grupo, pues, a pesar de comenzar su carrera en 1962, Bobby Fuller se suicidó poco después de
lanzarla.
Sonny & Cher, marido y mujer, publican su
segundo álbum este año: Look At Us. El disco gira
en torno al mayor éxito musical del dúo, “I Got
You Babe”, compuesta por Sonny Bono. Es
considerada como una de las primeras
manifestaciones musicales del movimiento hippie.
Los arreglos orquestales y el juego de
responderse el uno al otro mientras cantan la
convierten en el primer y único número uno del
dúo.
Sonny & Cher, 1965
No quedan satisfechos
Es el año en que The Rolling Stones (“Sus Satánicas
Majestades”) consiguen su primer número uno en EE.UU. y
a nivel mundial. La culpa de todo esto la tiene su single “(I
Can’t Get No) Satisfaction”, compuesta por Jagger y
Richards. Según Richards, el riff inicial que inmortalizaría
esta canción se le apareció en un sueño. En esta canción,
los Stones recuperan el sonido de sus raíces de blues, sin
dar rodeos, de forma directa. Es uno de los primeros
números uno en utilizar un distorsionador de sonido de guitarra o fuzz (en este caso, un pedal
Gibson). El ritmo repetitivo de la pandereta de Jack Nitzsche también es clave en el éxito del
hit. La letra es casi toda obra de Jagger. En ella se muestra el inconformismo de un joven de los
60 frente al capitalismo exacerbado y la situación política, con alguna connotación sexual
implícita. Les sirve para dejar claro que podían competir de igual a igual con The Beatles, y que
31
su música, a la vez que la de los de Liverpool, estaba evolucionando a algo más exquisito y
complejo.
The Animals, Eric Burdon en el centro
Una banda que había surgido en Newcastle
como producto de la oleada de grupos
británicos, The Animals, estaba en este año
nadando en la abundancia, pues era el siguiente
grupo británico a The Beatles en conseguir un
número uno en EE.UU., todo ello había ocurrido
a finales de 1964 con “The House Of Rising Sun”.
El estilo de blues purista de los orígenes de la
banda es el que predomina en esta canción, con
un órgano pagano que se convierte en algo hipnótico. De esta hipnosis se encarga de
despertarnos Eric Burdon con sus desgarradores lamentos. Es una adaptación de un tema que
ya había interpretado Dylan. Gracias al éxito de este tema, este año navegan en una racha
musical muy positiva. Publican The Animals On Tour y Animal Tracks, que incluye sus otros dos
temas más importantes: “We’ve Gotta Get Out Of This Place”, muy utilizada en el entorno de
la Guerra de Vietnam, y “Don’t Let Me Be Misunderstood”, con otro barroco riff inicial.
The Who debutan este año por todo lo alto con My Generation. El grupo londinense formado
por Pete Townshend, Roger Daltrey, John Entwistle y Keith Moon nace como resultado del
tirón del sonido garage, R&B y pop. El grupo está muy influenciado por The Rolling Stones y,
sobre todo, The Kinks. Sus conciertos en directo se
convierten en algo apoteósico, pues cuentan en sus
filas con tres instrumentalistas que son muy
caracterizados por su técnica y virtuosismo,
destacando el papel de Moon a la batería, que
marcaría la tendencia para los grandes baterías que
vendrían en un futuro, aunando coordinación y
visceralidad. El peso de las composiciones recae,
principalmente, en Townshend, aunque Entwistle
aporta bastantes temas. Aparte de la canción “My
Generation”, este año destacan “I Can’t Explain” y “The
Kids Are Alright”. La canción “My Generation” es
considerada una de las primeras del género punk, ya
que exalta el “carpe díem” a ultranza y la idea de vivir y
morir joven, un himno de la juventud.
The Who, vaya conciertazo
32
Humos de genio
Bob Dylan sigue su progresión meteórica y este año publica
Bringing It All Back Home y Highway 61 Revisited,
respectivamente. Son dos muestras de su transición del folk al
rock. Bringing abandona un poco la corriente de canción protesta
y acoge un estilo más difuso e íntimo. Es considerado como el
pionero de los álbumes folk-rock. Es el primer álbum de Dylan en
colarse en el Top 10 americano, cuyo single escogido es
“Subterranean Homesick Blues”. “Mr. Tambourine Man” es
incluida en la cara B del álbum, en la que se encuentran los temas
de corte acústico, aunque antes que su autor, Dylan, fuera
publicada por The Byrds el mismo año. La fecha de la publicación
del Bringing sería la de sus últimas apariciones en concierto con
Joan Baez durante un periodo prolongado. Por otro lado,
Highway 61 es el primer álbum puramente rockero de Dylan. Es un álbum mucho más rebelde
e iracundo. En este álbum se concentran las canciones más importantes de Bob Dylan,
convirtiéndose para la crítica en su mejor trabajo. Contiene “Ballad Of A Thin Man”, “Highway
61 Revisited”, “Desolation Row” (de más de once minutos de duración), entre otras, y su obra
cumbre según muchos, “Like A Rolling Stone”. Esta pieza es reconocida por el autor como
autobiográfica, y centró muchos de sus esfuerzos artísticos en llevarla a buen puerto. A pesar
de su sonido poco comercial, llega al Top 5 a ambos lados del Atlántico. Supuso un divorcio con
los fans más puristas del folk, pero ganaría adeptos dentro del panorama musical en el que se
adentraba. Junto con estos dos vinilos, publica “Positively 4th Street”, pensada para Highway
61, pero lanzada como single y subiendo a lo más alto de las listas. Es sin duda el año más
importante en la carrera del músico de Minnesota. Dylan se encuentra varias veces con The
Beatles, desde finales de agosto del 64 hasta la primavera del 65.
John Lennon muestra su gran admiración por el artista, siendo clara influencia en el sonido y
letras de varias canciones del Beatle en esta época. En una de sus primeras reuniones, en un
hotel de New York, Dylan introduce a los cuatro de Liverpool en el mundo de la marihuana,
uno de los principales motivos en el cambio de la percepción musical del cuarteto. Hay que
decir que este año The Beatles ruedan su segundo filme, Help!, con su respectivo albúm
homónimo. La película destaca por ser en color, ya que el éxito de la primera película atrae
más presupuesto para ésta. Es una comedia más surrealista que la primera, aunque quizá su
impacto artístico es menor. Hay siete temas del disco que se muestran en la película, entre los
que destacan: “Help!”, donde Lennon pide ayuda implícitamente en un momento de horas
bajas;”You’ve Got To Hide Your Love Away”, un visión “dylanesca” sobre el sentimiento
amoroso; “I Need You”, la balada más dulce de Harrison hasta el momento y en la que utiliza
un pedal de efectos que le da un matiz de “sonido arrastrado”; la pegadiza “You’re Going To
Lose That Girl”; y “Ticket To Ride”, con la presencia de una Rickenbacker de doce cuerdas
tocada por Harrison, y una nueva concepción del énfasis rítmico. En la cara B destacan dos
canciones que no aparecen en el filme: “I’ve Just Seen A Face”, una de las primeras incursiones
folk del grupo, y una de las más famosas del grupo, “Yesterday”, que goza de más de 3000
versiones hasta la actualidad, además de ser la canción más radiada de la historia del rock. Esta
es la primera canción del grupo en que solo participa uno de sus miembros, McCartney, ya que
33
el acompañamiento orquestal consta de una familia de cuerda dirigida por George Martin (el
español Francisco Gabarro es el encargado de tocar el violonchelo). A finales de este mismo
año, publican el primer álbum vanguardista de la banda, y claramente influenciado por la
marihuana, Rubber Soul. A partir de este trabajo, y por si aún había alguien que no lo tenía
claro, The Beatles dejan de ser considerados como una banda para adolescentes. En este
trabajo, se deja de hablar del amor como algo idílico, para hablar de la parte más amarga y
desconocida de él. Es el penúltimo álbum de la banda en que la configuración de canciones en
EE.UU. y Reino Unido son distintas, tomándose la británica como la estándar.
The Beatles parece que tengan “Alma de goma”
Gracias a esta peculiaridad, las canciones más
rápidas son sustituidas en Norteamérica por
otras más folk del Help! y de singles, creando un
álbum americano que se asemeja a una
colección de canciones folk-rock. Las canciones a
destacar de la versión británica son: “Drive My
Car”, “Norwegian Wood (This Bird Has Flown)”,
primera canción en la que usan el sitar (Harrison
es el que más impactado había quedado con la
música y cultura de la India que podían intuirse
en su última película, basándose en el músico
hindú Ravi Shankar, mayoritariamente);
“Nowhere Man”, con ciertos matices filosóficos
y con unas grandes armonías vocales; “Think For Yourself”, canción escrita por Harrison en la
que McCartney distorsiona su bajo con efecto fuzz; “Michelle”, con versos en francés; “Girl”,
desgarradora balada de Lennon; y la vuelta a la niñez con nostalgia de “In My Life”. La versión
americana de este álbum es escuchada este mismo año por Brian Wilson, que queda
profundamente impresionado. Creyendo que los de Liverpool le habían declarado una guerra
artística, se propondría superar la calidad de este disco, aunque eso sería en 1966. Para acabar
el año, los de Liverpool publican un single de doble cara A, que incluye “We Can Work It Out” y
“Day Tripper”.
Volviendo a lo anteriormente mencionado, Brian Wilson, líder de The Beach Boys, decide a
partir de este año que no quiere volver a salir de gira con el grupo, debido a una crisis nerviosa
sufrida en un vuelo a finales de 1964. De esta forma se centra exclusivamente en el trabajo de
estudio: composición, producción, etcétera. Sería reemplazado en las giras por Bruce
Johnston, que además se convertiría en voz cantante y pieza creativa en el estudio, como si
fuera uno más del grupo. Además, Wilson decide perfeccionar el sonido de las grabaciones del
grupo contratando a uno de los grupos de músicos de sesión más reputados de Los Ángeles,
conocido como The Wrecking Crew. Habían sido los encargados de dar forma al Wall Of Sound
de Phil Spector. Los miembros más sonados son: el guitarrista Glen Campbell, la bajista Carol
Kaye y el batería Hal Blaine. El primer álbum que resulta de esta decisión es The Beach Boys
Today!, publicado en marzo. Se sigue hablando de inocencia y diversión en sus letras, pero se
nota un sonido más compacto. Con canciones como “When I Grow Up (To Be A Man)”, “Help
Me, Ronda” (sin “h” intercalada), “Dance, Dance, Dance”, “Please Let Me Wonder” y “She
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Knows Me Too Well”, se convierte en un mosaico de optimismo y melancolía. Es el primer
álbum desde que Wilson había empezado a fumar marihuana, según él, como tratamiento
contra las crisis nerviosas. Capitol Records presiona al grupo para que siga grabando discos
para intentar hacer frente a la oleada de artistas británicos y al tsunami de The Beatles. Por
ello, en junio publican su segundo álbum de este año: Summer Days (And Summer Nights!!).
Brian componiendo al piano
Es un pequeño paso atrás en el concepto, pues
se vuelve un poco a las raíces veraniegas del
grupo, pero ahora con una visión musical más
trabajada. Destacan: “Help Me, Rhonda”, versión
más al gusto de Wilson de la anteriormente
publicada, que llegaría al número uno del
Billboard; “California Girls”, como si un
compositor de jazz adoptara el “fun in the sun”;
y el tema instrumental “Summer Means New
Love”, un islote sinfónico que muestra el futuro
próximo musical del grupo. Para acabar el año,
The Beach Boys publican Beach Boys’ Party!, famoso por ser el primer álbum “unplugged” del
rock. En él se encuentran parodias de temas de Dylan, The Beatles, incluso de ellos mismos. El
mayor impacto de esta fiesta plasmada con música y charlas fue una versión de un tema de
The Regents que The Beach Boys harían suyo propio, “Barbara-Ann”.
En medio de aquel caos que provenía de tierras británicas nace un grupo vocal en California
llamado The Byrds. Se abren paso mezclando la vitalidad de la Invasión Británica y los sonidos
folk-rock de la cultura americana. A mediados de año lanzan al mercado su disco Mr.
Tambourine Man. Los temas más aclamados del disco son: “Mr. Tambourine Man”, escrita por
Bob Dylan y lanzada antes al mercado por el conjunto, “I´ll Feel A Whole Lot Better”, tema
original de la banda, escrito por Gene Clark, y otra versión de Dylan “All I Really Want To Do”.
Queda patente la admiración que el grupo tiene a la música de Dylan, pero las versiones que
éstos hacían de él iban más allá de la fidelidad al sonido original. Dylan dijo que The Byrds
hacían que sus canciones pudieran ser bailadas, ya que el sonido es bastante más eléctrico y
ligero. Su segundo LP de este año es Turn! Turn! Turn!. Sigue en la línea del primer álbum,
teniendo, también, un par de versiones de
Dylan. La canción que da título al álbum
serviría para avalar el trabajo del grupo,
pues es una auténtica joya por su simpleza
melódica y su gancho. Lo que define el
sonido del grupo es una Rickenbacker de
doce cuerdas, tocada por el líder Roger
McGuinn, y sus armonías a tres voces
personalizadas, con McGuinn, David Crosby
y Gene Clark.
The Byrds, más californianos al panorama musical
35
Mientras todo esto sucedía fuera de tierras españolas, aquí triunfaban otros grupos como los
barceloneses Los Sirex, con canciones como “Si Yo Tuviera Una Escoba” y “Que Se Mueran Los
Feos”. Esta banda bebe de los ritmos y letras descaradas que exhibían artistas como Elvis, lo
que llevó al grupo a tener problemas con la censura. Además, este grupo catalán sería
recordado por telonear a The Beatles cuando tocan en España (2 de julio en Las Ventas y 3 de
julio en La Monumental de Barcelona), hecho que sería muy silenciado, incluso con cargas
policiales en los lugares de concierto, por la Dictadura debido a la “rebeldía” de pensamiento
que llevaba implícita la imagen del cuarteto inglés.
Resquicios del “She Loves You” quedan plasmados en un nuevo movimiento que es bautizado
en España como ye-yé. Un ejemplo es la canción “Una Chica Ye-Yé”, cantada por Conchita
Velasco.
Los Brincos maduran su ritmo rebelde (“Borracho”) en algo más íntimo (“Mejor”). Este último
tema es, según muchos, el mejor de la carrera musical del grupo.
El Dúo Dinámico publica “Esos Ojitos Negros”, una de sus canciones más recordadas.
También surge uno de los grupos instrumentales más importantes de la música española,, Los
Relámpagos. Estos madrileños utilizaban la capacidad de los instrumentos (principalmente,
bajo, guitarras rítmica y
solista, batería y órgano
eléctrico) para reintegrar
viejas canciones populares
españolas al panorama
moderno.
Este
año
publican “Dos Cruces” y el
mayor de sus éxitos “Nit De
Llampecs” (“Noche De
Relámpagos”).
Los Relámpagos
1966
Este es el año en que muere Walt Disney, se estrena el primer capítulo de la serie Star Trek y,
además, continúan los enfrentamientos en Vietnam y las manifestaciones en las calles de todo
el mundo en contra de esta guerra. Se acaba la primera mitad de la década y entramos en un
año crucial para la música, en el que la música pop-rock deja de ser considerada un mero
entretenimiento para ser apreciada como algo más artístico, vanguardista y con poder para
cambiar ciertos pareceres sociales.
36
Se data aproximadamente en este año el
origen de un nuevo movimiento musical: el
reggae. Nace en Jamaica, tras su
independencia del Reino Unido en 1962,
aunque hay una secuencia lógica de tendencias
hasta llegar a este nuevo estilo: primero está el
ska, que nace a finales de los 50 en Kingston,
capital de Jamaica, como la mezcla entre los
ritmos
caribeños
(calypso)
y
los
afroamericanos. Como ya se ha mencionado
antes, este nuevo sonido se consigue
enfatizando en segundo y cuarto compás, tanto
la percusión como en la guitarra. El ska se caracteriza por sus connotaciones callejeras. Se
puede escuchar en esta época en canciones como “The James Bond Theme”, banda sonora de
la saga. Después, nace el rocksteady, también en Jamaica y a principios de los 60. Es una
variante del ska, pero con un ritmo más lento, acentuando el bajo y con menos presencia de
instrumentos de viento. Su origen no está muy claro, pero se supone que nace como resultado
de una ola de calor en Jamaica cuya sensación de agobio produjo una mayor lentitud en el
tempo musical. Y, por último, nace el reggae, al principio asociado a los suburbios y a los
“harapientos” (raggamuffin, en inglés). La percusión ahora hace énfasis en el tercer compás. Es
incluso más lento que los dos estilos anteriores. Recoge temas que afectan a la sociedad,
principalmente. Uno de los primeros grupos en grabar este estilo es The Maytals.
Erróneamente se considera que el movimiento Rastafari tiene uno de sus pilares en este tipo
de música. En realidad no es así, aunque sí es verdad que muchos de los músicos de reggae
adoptan esta forma de vida, nacida en Etiopía, que afecta a la cultura, la religión y la filosofía
social. Daría mucho juego en la década de los 70.
Este año debutan los americanos The Young Rascals, liderados por Eddie Brigati (New Jersey).
Destaca, sobre todo, el tema de su primer álbum “Good Lovin’”, que llega al primer puesto del
Billboard. Su estilo es una mezcla de soul y rock ligero. Consiguieron mayores éxitos en las
listas de Canadá, país de uno de sus integrantes (el guitarrista y cantante Gene Cornish).
Tres californianos que no están emparentados adoptan nuevos nombres artísticos para formar
The Walker Brothers. A pesar de ser estadounidenses, se mudan a tierras británicas para
grabar con Philips Records. Causan furor entre el público adolescente, diciéndose que tienen
un club de fans mayor que el de The Beatles.
Este año consiguen su mayor éxito en las
listas con un tema que The Four Seasons
habían publicado el año anterior: “The Sun
Ain´t Gonna Shine Anymore”. Con él llegan a
lo más alto de las listas británicas y al Top 40
del Billboard. Puede escucharse en sus
canciones una variante inglesa del sonido
Spector. Debido a tensiones internas y
presiones de la discográfica, se separarían
en 1968, grabando sólo tres álbumes de estudio.
The Walker Brothers, tres son multitud
37
Percy Sledge (Alabama) consigue llamar la atención del público con su éxito “When A Man
Loves A Woman”. Con esta canción el R&B coge aire fresco para renovarse ante los nuevos
tiempos. Esta melancólica canción de amor es considerada como una de las mejores del
género. Sledge quedaría fuertemente ligado a este single, siendo éste su mayor hit de largo.
De la factoría Motown nos llega el sonido peculiar de The Four Tops. Lo de peculiar no es un
decir, ya que la mayoría de grupos vocales de R&B de la época tienen como cantante principal
un tenor o alguien con registros agudos; en este cuarteto de Michigan la voz principal
corresponde a un barítono, Levi Stubbs (primo de Jackie Wilson, por cierto). Habían
comenzado su carrera musical en 1954, pero no fue fructífera hasta 1963, cuando fueron
fichados por la discográfica de Berry Gordy. Allí empezaron a hacer coros a otros artistas y a
ponerle voz a canciones jazz. El primer éxito les llegó con “Baby I Need Your Loving”, a finales
de 1964, aunque no entraría en el Top 10. En 1965 consiguieron su primer número uno
americano con “I Can’t Help Myself (Sugar Pie Honey Brunch)”. Pero 1966 es el año más
importante para este grupo; consiguen un número uno
internacional con “Reach Out I’ll Be There”, en la que se mezclan
los cantos con los gritos desgarrados del cantante solista y
aparece un abismo entre los agudos y graves vocales; y un sexto
puesto con “Standing In The Shadows Of Love”. Todas ellas
escritas por un trío de letristas que Motown tenía en nómina:
Lamont Dozier y los hermanos Brian y Edward Holland (HollandDozier-Holland).
The Four Tops
La Invasión británica pondría punto final este año, no por el fin de la influencia y éxito de
artistas británicos en EE.UU., sino porque sería la última remesa de grupos que tendrían éxito
en tierras americanas con el sonido característico que había inaugurado esta invasión. A
continuación se expondrán algunos ejemplos de esta época:
The Troggs es un ejemplo de sonido recio de garage
rock acunado en el sur de Inglaterra. El conjunto de
Andover, bajo la tutela del mismo mánager que The
Kinks, edita este año “Wild Thing”, su éxito más
laureado. En esta canción se atisba un temprano
registro punk con una percusión demasiado poco
ortodoxa para el pop. También editan con gran
éxito “With A Girl Like You” y “I Can’t Control
Myself”.
Los más trogloditas del Reino Unido, The Troggs
38
Quizá uno de los grupos más comerciales junto a The
Beatles pertenecientes a la British Invasion sea The
Hollies. En su país natal empiezan a conseguir éxito tras
éxito a partir de 1964 (llegando a conseguir trece
canciones entre las cinco primeras del ránking), pero el
salto a las listas norteamericanas lo dan este año con
“Bus Stop” (puro sonido beat, con un juego excelente de
armonías a tres voces) y “Stop Stop Stop”.
The Hollies
Cinco chavales de Wiltshire dejan sus respectivos trabajos y forman un grupo con nombre de
serie animada, Dave Dee, Dozy, Beaky, Mick & Tich. Dave “Dee” Harman era policía hasta la
formación del grupo. Como dato anecdótico, fue uno de los presentes en el accidente de
tráfico en el que estuvieron involucrados Gene Vincent y Eddie Cochran en 1960. Él guardó la
guitarra del difunto Cochran hasta que fue devuelta a la familia. Volviendo a lo artístico, es
otro ejemplo de música comercial, de hecho eran habituales en las listas, aunque no
terminaran de “romper” en EE.UU., tan es así que su mayor logro de este año “Bend It” es
censurado en las emisoras yanquis.
Herman’s Hermits es otro de los principales abanderados de la Invasión. En 1964, y a estela de
The Beatles y otros grupos británicos, consiguen su primer y único número uno británico con
“I’m Into Something Good”. En 1964, la voz solista del grupo, Peter Noone, tenía tan sólo 17
años. En 1965 consiguen llamar la atención de los adolescentes americanos y consiguen un par
de números uno muy fugaces (“Mrs. Brown, You’ve Got A Lovely Daughter” y “I’M Henry VIII, I
Am”), prácticamente desconocidos para el público europeo. Es en 1966 cuando se gana a la
crítica con otras dos canciones “No Milk Today” y “There’s A Kind Of Hush”, la que terminarían
de grabar a finales de este año. El cantante había alcanzado la mayoría de edad al igual que la
música del grupo. El cambio de tendencias musicales en los años siguientes acabaría de un
plumazo con el éxito naciente del grupo.
Los mod Small Faces
Small Faces se convierten en uno de los
principales estandartes del movimiento
mod. Este movimiento venía madurando
desde muy finales de los 50 en Londres y
el sur de Inglaterra. Se centra en el
existencialismo juvenil y se interesa por
las tendencias de la moda el pop art y las
scooters, cogiendo prestado el logo de la
Royal Air Force. Volviendo al grupo
británico, este es el año de la cima de su
éxito cuando publican su álbum Small
Faces con hits como “Sha-La-La-La-Lee” y “Watcha Gonna Do About It”, siempre basándose en
la potente voz solista de Steve Marriott como uno de los secretos del éxito del grupo.
39
The Spencer Davis Group
A primeros de año, suena una
canción llamada “Keep On
Running” de un grupo inglés
llamado Spencer Davis Group. Este
sonido, de poderosa percusión y
guitarras distorsionadas a troche y
moche, pone a la banda como una
de las vanguardistas de este año.
Junto a este tema a lo largo del
año editan también “I’m A Man”
(finales de año) y la majestuosa “Gimme Some Lovin’”, una clara evidencia de que la música
cambia a lo largo de 1966 como si fuera un siglo de duración, nunca un bajo y un órgano
encajaron tan bien. Estas últimas son creaciones del integrante Steve Winwood. Al año
siguiente el grupo se empezaría a desintegrar.
Este año nace el primer supergrupo de rock en tierras inglesas, los llamados Cream. Eric
Clapton, Jack Bruce y el batería Ginger Baker ya eran considerados como excelentes músicos
antes de formar el grupo. Hacen su debut a finales de año con su álbum debut Fresh Cream.
Destacan “I Feel Free” y las versiones de algunos temas blues. No tienen problemas para
adaptarse a la era psicodélica que estaba a punto de llegar.
Además de los grupos británicos, empieza un goteo de cantautores provenientes de las islas.
Un ejemplo es Dusty Springfield. Fuertemente influenciada por el sonido soul de la Motown, y
la cultura blues que le inculcó su padre, la londinense empieza su auge a mediados de 1964,
cuando muchas jóvenes que empiezan en la música la
empiezan a considerar como modelo a seguir, tanto
musical como estéticamente. En 1966 publica “You Don’t
Have To Say You Love Me”, una versión en inglés de la
canción italiana “Io Che Non Vivo (Senza Te)” que fue
interpretada en el Festival de Sanremo de 1965. Dusty no
sólo se limitaba a interpretar las canciones, sino que
también hacía labores de producción y arreglos. No se
acomodaría a los aires psicodélicos, por lo que su éxito no
iba a durar mucho más. Está la excepción de “Son Of A
Preacher Man” de 1969, cuando volvería a haber otro
cambio de tendencias musicales.
Dusty fuera de los escenarios
Donovan
Donovan salta a la palestra del folk británico. Este
cantautor escocés empezó tocando por las calles
de Manchester. Muchas veces se le compara con
Dylan, pero en lo único que se parecen es en que
beben de las mismas influencias musicales, siendo
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el artista inglés algo más melódico, pero sin perder calidad en su música. Posiblemente sea el
primer artista británico en adoptar el flower-power, se empieza a notar en sus canciones de
este año: “Sunshine Superman” (Jimmy Page a la guitarra), con referencias al LSD, y “Mellow
Yellow” (John Paul Jones al bajo). El éxito de Donovan había empezado en la segunda mitad de
1965 con la imprescindible “Colours”. Sus actuaciones son todas en directo.
Por su parte, The Rolling Stones publican Aftermath, un disco
compuesto enteramente por Richards y Jagger. En él, la banda se
sube al tren de la vanguardia musical, experimentando con
instrumentos poco usuales en el rock: marimbas, sitar, etc. Aunque
las versiones británica y americana difieren en algunas canciones,
hay tres canciones sublimes que también serían editadas como
singles: “Mother’s Little Helper”, referencias a narcóticos con una
doce cuerdas incluida; la melódica “Lady Jane”, al son de cuerdas
apalaches; y la grandiosa “Paint It, Black”, con un riff de sitar
inconfundible compuesto por Brian Jones. Ésta última consigue dejar
boquiabierto al Beatle amante de la cultura hindú, George Harrison.
Brian Jones al sitar
The Who editan A Quick One. Como la prensa Americana ve en él título connotaciones
sexuales, se renombra como Happy Jack, en referencia a su canción más importante. La
canción mencionada es un auténtico descontrol de percusión, dejando al oyente la duda de si
eso sería posible hacerse en directo, si tiene truco. Pues no tiene truco, es Keith Moon en
estado puro.
El americano, de ascendencia europea y árabe, Frank Zappa, y su
banda The Mothers Of The Invention lanzan este año su disco
debut Freak Out!. Posiblemente, el segundo doble álbum del rock
(después del Blonde On Blonde de Dylan). Debida a la formación
en música clásica de Zappa, se convierte en el director de
orquesta en el estudio de grabación. Su trabajo como productor
sería seguido por muchos grupos de la era psicodélica. Aparte del
rock experimental, mezclan estilos como el jazz y clásico. Sus
grabaciones y actuaciones cuentan con un importante factor
burlesco.
No es Borat, es Frank Zappa
La primera banda de rock con orígenes latinos que tiene un número uno en el Billboard es
Question Mark And The Mysterians. El líder del grupo es Question Mark (Rudy Martínez), que
siguiendo con los reclamos publicitarios del grupo, nunca es mostrado en público sin sus gafas
de sol. Tienen en 1966 su éxito puntual con “96 Tears”, un tema muy al estilo de Booker T. &
The Mg’s, con el órgano como baza fundamental y ciertos matices de garage rock.
41
Ya a finales de 1965 se empieza a especular con el éxito de una nueva
banda americana que se supone es otra de las pocas respuestas
contundentes a la Invasión Británica. Esta banda es The Lovin’
Spoonful, y el tema que les catapultaría a la fama es “Do You Believe
In Magic?”. El grupo liderado por John Sebastian alterna entre los
sonidos folk y pop. Con la delicada “Daydream” y el torrente sonoro
de “Summer In The City”, se consagran este año como otro de los
grupos en la cresta de la ola.
The Lovin’ Spoonful
Paul Revere & The Raiders nace como otra alternativa americana. Adoptan la estética de la
Guerra de la Independencia americana, ya que Paul Revere era también el nombre del famoso
revolucionario americano perteneciente a esa era. Este es el año en que se dan a conocer en
sociedad con una colección de canciones que se cuelan en el Top 10: “Kicks”, “Good Thing” y
“Hungry”. De todas formas, su mayor y último éxito lo conseguirían cinco años más tarde con
“Indian Reservation”, que es el único número uno del grupo en las listas.
Con un renovado sonido soul de Nueva Orleans, Aaron Neville y su “Tell It Like It Is” se
posicionan en el número dos del Billboard y en la cabeza de las listas R&B. Su primera etapa
como solista acabaría poco después de este single.
The Supremes vive su segundo año glorioso con otras dos canciones que las mantienen como
estandarte de intérpretes femeninas en las posiciones más altas. “You’ Keep Me Hangin’ On” y
“You Can’t Hurry Love” tienen la culpa de esta segunda oleada de éxitos, con un estilo vocal
similar al que caracteriza al trío, pero adaptando los arreglos instrumentales a los nuevos
tiempos.
Frank y Nancy Sinatra
Este año, Frank Sinatra realiza sus incursiones más cercanas al pop. La
primera con “Strangers In The Night”, éxito mundial al instante. Con
ella, desbanca a The Beatles en el Billboard y a The Rolling Stones en
las listas británicas. Quizá porque se alejaba de su estilo característico,
Sinatra acabaría aborreciéndola. La segunda aproximación es un dueto
que graba a finales de 1966 con su hija Nancy, “Somethin’ Stupid”, con
un juego armónico a dos voces en la que se intercambian los papeles
naturales, porque Frank canta el registro agudo y Nancy, el grave. Este
mismo año, Nancy había grabado “These Boots Are Made For Walkin’”,
un Adelanto instrumental de la época ácida del pop-rock.
Buffalo Springfield, el grupo de Stephen Stills y Neil Young, nos deja
en sus escasos dos años de vida una herencia musical
importantísima. Quizá, debido a su frescura y a la falta de presiones
en un inicio, su año más importante a nivel artístico y comercial es
1966, cuando graban su “For What It’s Worth” (escrita por Stills),
una mezcla sofisticada entre folk-rock, canción protesta y
psicodelia, que la convierten en un torrente sonoro contra la
Guerra de Vietnam.
Buffalo Springfield: Stills (izda.), Nash (dcha.)
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Paul Simon y Art Garfunkel
Los anteriormente conocidos como Tom &
Jerry (de 1957 hasta 1963, durante la
época de estudiantes), en honor a los
personajes animados, son luego conocidos
por sus nombres reales, Simon &
Garfunkel. Sus influencias tempranas son
The Everly Brothers y grupos similares.
Posteriormente, beben de la música folk y
conocen a Carole King en la universidad.
Son uno de los conjuntos a los que más les
cuesta llegar a la fama; por poner un
ejemplo, en 1964, lanzan su primer LP,
Wednesday Morning, 3 A.M., de corte acústico. La canción “The Sound Of Silence” está en este
trabajo. Resultó un fracaso comercial. Pero, cuando el folk se pone de moda, reúnen fuerzas
para sacar un nuevo álbum, ahora con una “The Sound Of Silence”, re-arreglada con batería,
bajo y guitarra eléctrica. En 1966, ésta llega al número uno. Ya a finales de año publican
Parsley, Sage, Rosemary And Thyme, trabajo que contiene doce temas, casi todos compuestos
por Paul Simon. Destaca “Scarborough Fair”, dulce melodía con aires medievales. Lo que hace
de este dúo algo de calidad y tan especial son dos factores, principalmente: el talento de Paul
Simon para hacer auténtica poesía americana, incluso desde las primeras canciones, y las
armonías a dos voces que despliegan, resaltando el amplio y delicado registro de Art
Garfunkel.
Mientras tanto, la música de The Byrds va evolucionando acorde a la nueva moda. Ahora
mezclan su sonido característico con el sonido hindú y matices del jazz (Coltrane, sobre todo).
Este año le toca el turno a Fifth Dimension. “Mr. Spaceman” tiene mucho gancho. Pero la
canción más destacable es “Eight Miles High” (otra vez, doce cuerdas), vetada en muchas
emisoras por su supuesta referencia a las drogas, pero en realidad trata del miedo a volar del
compositor y miembro del grupo, Gene Clark, que supuestamente le llevaría a abandonar el
grupo… A finales de año, grabarían “So You Want To Be A Rock ‘N’ Roll Star”, en la que se
burlan de los nuevos grupos “probeta” (se dirigen especialmente, a The Monkees, de los que
se hablará en breve).
Aunque Ike Turner empezó en la música a mediados de los cincuenta a una muy temprana
edad, y de que él y su mujer Tina llevaban unos cinco años teniendo éxito en el ámbito
exclusivo del R&B, no terminan de explotar su éxito hasta este año. Todo es debido a una
extraña canción que habla de auto-hipnosis,
“River Deep – Mountain High”. Incluso el Wall Of
Sound de Phil Spector estaba evolucionando;
esto es un claro ejemplo. La visceralidad que le
da Tina Turner a su voz es imprescindible a la
hora de transmitir al público la esencia musical.
El éxito del dúo musical queda un poco eclipsado
por los rumores de maltrato de Ike a Tina.
Tina y Ike en 1966
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De izda. a dcha.: Doherty, Cass, John y Michelle Phillips
El cuarteto californiano formado por Denny Doherty, Cass
Elliot, John Phillips y su mujer Michelle, se hacen llamar
The Mamas & The Papas; sonido californiano (o sunshine),
inaugurando unos armoniosos sonidos hippies. Su primer
disco, If You Can Believe Your Eyes And Ears, causa un
revuelo total a ambos lados del Atlántico. El LP contiene
melodías como “Spanish Harlem” (de la factoría Spector y
antes publicada por Ben E. King), “Monday, Monday” (una
oda a los lunes) y una obra maestra llamada “California
Dreamin’”. A finales de año graban una nueva versión del
“My Girl” de The Temptations, y otra bellísima composición que ya habían cantado The
Shirelles, “Dedicated To The One I Love”. Poseen una estructura vocal muy sólida a través de
dobles armonías a dos voces: femeninas y masculinas. El grupo no dura más de cuatro años
unido, pero tiene el honor de bautizar el nuevo sonido California.
Este año sucede algo irrepetible en la música, tres de las corrientes principales dan un
puñetazo sobre la mesa, más o menos al mismo tiempo, lo que provoca un terremoto que
remueve los cimientos de la música y las conciencias. Corriente folk-rock (Bob Dylan), corriente
pop americano (The Beach Boys), corriente pop británico (The Beatles). Y tres obras maestras
para conseguir un mismo propósito, abanderar un cambio que sigan todos los demás músicos.
Bob Dylan alcanza su máxima cota
artística con Blonde On Blonde. El título
de este doble álbum es una pequeña
broma sobre el Rolling Stone Brian Jones
y su pareja, Anita Pallemberg. El cambio
de sonido de Dylan propicia que reclute a
una nueva banda para tocar en directo y
en las sesiones de grabación, The Hawks
(posteriormente, The Band). El artista se
vuelve especialmente perfeccionista en
este disco, desechando tomas de las
canciones una y otra vez. En vez de hacer
caso a (algunos) abucheos que sucedían
en los conciertos desde su cambio
musical, en 1965, sigue adelante con su
nuevo rumbo, convencido de que los
detractores de esta nueva era artística al final sucumbirían ante el encanto de ésta. Estos 71
minutos, más o menos, se reparten en catorce temas innovadores. Por destacar: “Rainy Day
Women #12 & 35” (llega al dos del Billboard), como si una marcha de desfile se tratara, con
uno de los estribillos más repetidos en los conciertos del cantante, “everybody must get
stoned!”; en el blues “Pledging My Time” se nos muestra un desolador estado de ánimo; los
desengaños amorosos de “One Of Us Must Know (Sooner Or Later)”; “Visions Of Johanna”,
siete minutos y medio de referencias abstractas, aunque muchos piensan que se dirige a Joan
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Baez; la belleza y la cercana melodía de “I Want You”; “Stuck Inside Of Mobile With The
Memphis Blues Again” es una muestra de resignación artística y su consecuente
desorientación; la canción que tantos quebraderos de cabeza le trae a Dylan, una crítica a la
moda barata, “Leopard-Skin Pill-Box Hat”; “Just Like A Woman”, bien recibida como single,
trata de la barrera entre la niñez y la madurez; la frustración y rabia por el amor perdido es la
temática de “Most Likely You Go Your Way (And I’ll Go Mine)”; “Temporary Like Achilles” es un
blues simple con más tintes de amor y sufrimiento; un estribillo pegadizo de órgano Hammond
y algo de optimismo en “Absolutely Sweet Marie”; “4th Time Around” es una mezcla de folk y
vals, sobre un joven romance; en “Obviously Five Believers” se muestra la electrificación
máxima del blues más rockero, el corte más agresivo del LP; el disco termina con una canción,
de más de once minutos, llamada “Sad Eyed Lady Of The Lowlands”, dedicada a su esposa.
Para escuchar esta canción hay
que estar muy perceptivo y
dejarse llevar por lo voz de
Dylan, para convertirse en una
especie de letanía interiorizada
que habla íntimamente a cada
uno de los oyentes. Este es el
último trabajo del Dylan más
arriesgado,
innovador
y
eléctrico, puesto que un
accidente de moto que tendría
en 1967 sería interpretado por
el artista como una advertencia
divina, siendo sus posteriores
trabajos más conservadores.
El Dylan más eléctrico
El mismo día que sale a la luz pública
Blonde On Blonde, sale el Pet Sounds de
The Beach Boys. Es la respuesta creativa
de Brian Wilson al Rubber Soul de The
Beatles. Para ello, Wilson rompe
radicalmente con la “fórmula” de éxito
que venía llevando el grupo: playa, surf,
coches y chicas; aunque en 1965 ya la
había abandonado puntualmente con
alguna canción. Para su ambicioso
propósito de hacer el mejor álbum de la
historia, Brian ficha como letrista
asociado al publicista Tony Asher. Con tan
sólo un oído sano, este joven de 23 años
consigue crear esta obra maestra
introspectiva, un viaje emocional como nunca antes (ni después) se había dibujado con música.
Mientras los demás Beach Boys están de gira, Wilson y el conjunto de músicos de sesión The
Wrecking Crew graban las pistas instrumentales de este disco, para posteriormente
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The Beach Boys de gira en 1966
Brian Wilson en el estudio
superponer las voces de todos los Beach Boys. Cuando los demás vuelven de la gira por Japón
y se encuentran con lo que Wilson estaba preparando para el nuevo disco, se muestran
desconfiados y temerosos sobre el posible fracaso que podría suponer, de hecho resultó ser el
primer fracaso comercial del grupo. Mike Love era el opositor más recio contra las ideas de
Wilson, factor que sería decisivo en el futuro del grupo. Un esquemático resumen del disco:
Todo empieza con la inocencia y el sonido optimista de Wouldn’t It Be Nice”, en la que se
muestran las frustraciones de la juventud, lo que no se puede tener hasta ser “mayores”.
Destaca el uso del acordeón, dándole al tema un aire más romántico.
“You Still Believe In Me” tiene una melodía que Wilson asocia a su niñez, apareciendo, incluso,
el timbre de una bicicleta. Las letras hacen referencia a una autocrítica amorosa con un rayo
de esperanza.
“That’s Not Me” es la única en la que los instrumentos son tocados por algunos Beach Boys.
Las letras son una mezcla de autocompasión y falsas esperanzas.
Uno de los arreglos de cuerda más hermosos y tristes del pop pueden ser escuchados en
“Don’t Talk (Put Your Head On My Shoulder)”. La percusión imita el latido del corazón cuando
se oye “listen to my heart beat…”. Habla de la comprensión y el apoyo de los momentos más
duros.
“I’m Waiting For The Day” es la historia de amores que mueren y los que los suplantan, el
periodo entre el desengaño amoroso y la capacidad de volver a amar.
“Let’s Go Away For Awhile” es el primer tema puramente instrumental del LP. Del estilo de
Burt Bacharach. Con una botella de cristal vacía de Coca-cola en la guitarra se consigue el
efecto sonoro que puede escucharse. El tema evoluciona de principio a fin como una travesía.
Luego llega “Sloop John B.”, un tema popular de estilo country, arreglado por Wilson. Es
sugerido por Al Jardine para incluirlo en el disco. En él, el protagonista desea volver a casa tras
un “mal viaje” en el barco John B. Por esta razón, se asocia a muchas conciencias de soldados
en Vietnam.
Después viene “God Only Knows”, la canción preferida de Paul McCartney. Es la primera vez en
el pop que aparece la palabra God en el título de una canción. Carl Wilson parece un ángel
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rodeado de un aura celestial cuando canta este tema. El amor eterno es lo que nos quieren
transmitir con la letra. Es una de las mejores canciones de amor, según la crítica.
“I Know There’s An Answer” es la que al principio se llamaba “Hang On To Your Ego”. Wilson
cambia la letra porque opina que traería polémica por hacer referencias a los psicotrópicos.
Aún así, habla de la búsqueda de respuestas y de paz interior.
En “Here Today” se nos habla de lo efímero que es el amor, dando a entender que el narrador
a perdido la fe en él, y que si no se tiene cuidado sólo puede traer dolor.
La canción más autobiográfica que Wilson pone en este LP es “I Just Wasn’t Made For These
Times”. Canción sobre la incomprensión, ya que el californiano siente que tiene ideas
demasiado avanzadas para la gente que le rodea, que no le apoyan lo suficiente. Es la primera
canción en que se utiliza el theremin (instrumento electrónico que basa su sonido en
oscilaciones; muy utilizado en películas de platillos volantes de serie B).
Después llega la canción que da título al álbum, “Pet Sounds”. Es el segundo instrumental del
disco, y en un principio es llamada “Run James, Run”, puesto que es ideada para ser banda
sonora de la saga cinematográfica de James Bond. Melodía sensual y misteriosa.
Y, por último, “Caroline, No”. La pérdida de la inocencia con la que el LP empezaba es relatada
en ésta. Recoge el estilo swing de los años cuarenta y un tempo muy calmado. Es lanzado
como single en solitario de Brian Wilson. El tema acaba con el sonido del tren al cruzar un paso
a barreras y los siguientes ladridos de perro (Banana y Louie, perros de Wilson), para dar cierto
significado al título del disco.
Es uno de los álbumes más influyentes en la historia del rock. Con él, The Beach Boys le pasan
la patata caliente de la creatividad al cuarteto más famoso de Liverpool: el duelo por el trono
musical está en marcha.
Gracias a unas polémicas versiones de Lennon para una revista inglesa (Lennon: ”Somos más
populares que Jesucristo”), las giras de 1966 de The Beatles se convierten en un auténtico
calvario de amenazas y censuras. Debido
a esta situación, el 29 de agosto de 1966,
tras actuar en el Candlestick Park (San
Francisco), dan portazo a las giras para
centrarse en el trabajo de estudio. En
junio, un mes después de la publicación
de los dos álbumes anteriormente
mencionados, The Beatles publican
Revolver, el primer álbum del que ya no
tocan ni un solo tema en directo, aparte
de que hay técnicas en algunas canciones
irreproducibles en directo con la
tecnología de 1966. Antes de abandonar
los escenarios, publican un single que
incluye “Paperback Writer”, en la que se
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sumergen en un tipo de rock más duro al usual, y “Rain”, donde Ringo Starr parece estar en
estado de trance al tocar la batería, y en la que se experimenta con voces reproducidas a la
inversa. Estas dos canciones son un anticipo de lo que se iba a escuchar en Revolver. El álbum
consta de catorce canciones:
“Taxman” es un rock puro, compuesto por Harrison, en el que se hace una crítica a la excesiva
tasa de impuestos que tienen que pagar los que más ingresan, en torno al 95% mencionado en
la letra.
“Eleanor Rigby” es posiblemente la canción más triste de los Fab Four. Narra la historia de una
mujer solitaria que vive en una iglesia recogiendo el arroz después de las bodas, y que al morir
nadie asiste al funeral. McCartney pretende mostrar su gusto por Vivaldi en los arreglos de la
canción: la instrumentación consiste únicamente en cuatro violines, dos violas y dos chelos.
Con “I’m Only Sleeping” Lennon nos muestra su pereza. Harrison toca un riff que es
reproducido a la inversa, y que da mayor sensación de somnolencia (se puede oír algún
bostezo que otro).
“Love You To” es el segundo corte de Harrison. Al contrario que las anteriores incursiones del
grupo en la música hindú, en ésta se pretende algo más fiel a dicha cultura, por ello se puede
escuchar un sitar e instrumentos de percusión como la tanpura. Se centra en el amor como
única cosa importante en la brevedad de los días.
“Here, There And Everywhere” es, sin duda alguna, la canción más melódica de todo el álbum.
McCartney quiere unos arreglos vocales al estilo Beach Boys, con la temática del amor más
inocente.
“Yellow Submarine” es una canción surrealista sobre la tripulación de un submarino amarillo.
El estilo de la canción es el de una actuación de taberna, festivo. Contiene muchos efectos
sonoros para establecer una mejor imagen visual de la canción. Es considerada como una de
las mejores canciones infantiles.
La primera cara del disco termina con “She Said She Said”, en la que Lennon muestra una
“madurez agresiva” en la letra: “ya sé cómo es estar muerto”, “¿quién te ha metido toda esa
mierda en la cabeza?”… En realidad está influenciada por un “viaje” de LSD. La aportación de
Ringo a la batería es especialmente interesante.
“Good Day Sunshine” está influenciada por las canciones de The Lovin’ Spoonful. El Sol nos
saluda y los pájaros cantan… en la línea optimista.
El mejor riff de guitarra puede ser escuchado en “And Your Bird Can Sing”, donde Lennon y
Harrison mantienen una batalla de guitarras.
“For No One” es una agridulce melodía sobre la muerte del amor. Destaca la presencia de un
cuerno y un clavicordio (instrumento indispensable en el pop barroco).
Lennon habla de un médico camello en “Doctor Robert”.
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El último tema de Harrison para el disco es “I Want To Tell You”, donde nos muestra su
frustración al no conseguir transmitir sus sentimientos en forma de letra de canción. Destaca
el Melisma utilizado al final de la canción por McCartney (técnica musical que consiste en
cambiar la altura musical de una sílaba mientras es cantada, muy utilizada en Canto
Gregoriano).
The Beatles en su última gira
“Got To Get You Into My Life” es una canción
inspirada en el soul característico de
Memphis. Aunque pueda parecer que habla
de amor, es la oda de McCartney a la
marihuana.
El último corte del álbum es el más extraño y
el más psicodélico. “Tomorrow Never Knows”
está basada en el Libro Tibetano De Los
Muertos, y en ella se puede percibir la voz de
Lennon como si fuera el mismísimo Dalai Lama profetizando desde una cima del Himalaya. La
percusión toma el ritmo de una rumba, sólo hay presente un acorde y hay numerosos efectos
sonoros que consisten en loops de cintas, como el efecto de gaviotas.
Es un álbum de transición entre el pop-rock de los orígenes, el pop barroco y la psicodelia; es
una especie de collage sonoro.
En octubre, y para acabar el año, Brian
Wilson decide volver a pasar la patata
caliente con el single más ambicioso, caro y
perfeccionista de la historia del rock: “Good
Vibrations”. Está inspirado en lo que dijo la
madre de Brian cuando era pequeño, sobre
que los perros detectan las malas vibraciones
y es cuando ladran. Tras más de siete meses
entre la primera y última toma, cerca de 90
horas de grabación, más de 50.000 $
invertidos, y varias versiones realizadas, esta
“sinfonía de bolsillo” sale a la luz pública. Es
la canción más caracterizada por el uso del
theremin, dándole un halo de misterio a esas
vibraciones mencionadas en el título. Es la
primera vez que Wilson graba una canción por secciones, técnica que utilizaría para el
siguiente álbum (en 1967). Es el mayor éxito artístico y comercial (más de un millón de copias
vendidas y número uno internacional) de The Beach Boys. Cuando Lennon y McCartney
escuchan la canción deciden mandar una carta de felicitaciones al líder de The Beach Boys.
Debido al año glorioso que supone 1966 para la banda californiana, es votado como mejor
grupo pop vocal a nivel mundial, por delante de The Beatles, en el segundo puesto.
A nivel nacional, este año podemos ponerle banda sonora al suceso de las bombas de la costa
de Palomares, por ejemplo. Podemos escuchar el último hit de la agrupación original de Los
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Brincos, “Un Sorbito De Champán”, puesto que Juan & Junior formarían dúo al margen del
grupo poco después.
Los Pekenikes, a pesar de empezar en pequeños círculos artísticos como banda rock al uso, es
en 1966 cuando se consagran como una de las mejores bandas instrumentales del pop
español. De este año son algunas de sus mejores canciones como “Frente a palacio” e “Hilo De
Seda”. La banda liderada por los hermanos Sainz (Alfonso y Lucas) había tenido antes en sus
filas a gente como Juan y Junior. Como anécdota, el trompetista de la banda, Pedro García
Vega, estudia en su juventud en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Aeronáuticos.
El grupo español que más repercusión tiene a nivel mundial, Los Bravos, nace en Mallorca. Por
órdenes discográficas, el único representante de la banda en las sesiones de grabación es Mike
Kennedy, alemán afincado en España. Con la canción “Black Is Black” llegan al puesto número
dos en Reino Unido, y al cuatro en EE.UU. Jimmy Page es el encargado de tocar la pandereta
en la grabación de este tema. Es lo más parecido a un grupo español de repercusión mundial
en la década de los sesenta.
Si Los Brincos eran “los Beatles españoles”, Los Salvajes serían “los Rolling españoles”. Este
grupo catalán salta a la fama con la versión en español de la canción de The Rolling Stones
“19th Nervous Breakdown”, llamada aquí “La Neurastenia”. Su
canción original de más éxito es también publicada este año, la
canalla “Soy Así”.
Los Mustang popularizan, casi tanto como la versión original
de The Beatles, la canción “El Submarino Amarillo”.
Este año la representación en Eurovisión corre a cargo de un
joven e histriónico Raphael y la canción “Yo Soy Aquél”, que a
pesar de no ganar el festival resulta ser un gran éxito.
Los Bravos… impolutos
1967
Comienza el año conocido como Verano Del Amor. El movimiento conocido como Psicodelia
pasa de ser cosa de minorías (underground) a dominio público. Los detonadores de este hecho
son principalmente: el empeoramiento de la situación en la Guerra de Vietnam, ya que más de
medio millón de soldados estadounidenses son destinados al conflicto de los cuales no
volverían a casa millares, por no contar las bajas civiles, las del Vietcong, etcétera; y, también,
la disgregación racial de EE.UU. que vive su momento álgido. Se magnifica todo de tal manera
que empiezan a aparecer grupos radicales que confunden la defensa de los derechos y la
violencia, como Las Panteras Negras, que defienden el black power a ultranza.
Tanto la guerra, que muchos ciudadanos ven como injustificada y desmesurada, y el clima de
violencia local confluyen en la ciudad de San Francisco, formando una contracultura que
quiere romper con todo lo que el gobierno ha establecido, como medida de protesta. Este
50
nuevo movimiento, la cultura hippie, pretende huir de los
valores occidentales: llevan a cabo el amor libre, destruyendo
barreras religiosas y políticas sobre la libre unión de los
individuos, con una consecuente revolución sexual; y, sobre
todo, utilizan el pacifismo (y el ecologismo) como pilar
fundamental de la vida. A pesar de las posibles connotaciones
políticas que puede aparentar llevar este movimiento consigo,
se aboga por un individuo apolítico que haga frente de forma
pacífica a la violencia, a las injusticias y al consumismo, entre
otros. Algunos hippies se centran en ciertos aspectos de las culturas indígenas y orientales,
como el chamanismo. Esto desemboca en que el movimiento adopte rápidamente la
psicodelia, que se define como la expansión/distorsión de los sentidos a través de drogas y
alucinógenos. Por medio de la marihuana y el LSD se busca evadirse de la realidad para vivir un
estado máximo de espiritualidad, o como fuente de inspiración en el caso de los artistas. De
esta forma uno se mete en un mundo donde los colores, las formas, los sonidos y hasta el
tiempo se moldean de forma onírica. Cabe resaltar que muchos de los que se embarcaban en
un “viaje” no sabían de los posibles efectos secundarios: una sobredosis de LSD de miligramos
podría llevarte a la tumba, y dependiendo del individuo, podía dañar partes del cerebro para
dejar paso a la paranoia y a secuelas irreversibles.
En 1967, el que quiere LSD lo tiene relativamente fácil pues se podía conseguir en muchas
farmacias. A pesar de esta aceptación de las drogas psíquicas, los hippies rechazan el consumo
de otras sustancias: el alcohol, por ser fuente de violencia en potencia, y la cocaína y la
heroína, por ser fuertemente adictivas y anular en parte la personalidad.
Como ya se ha mencionado, la cuna del movimiento hippie y de la psicodelia es San Francisco,
en concreto, el distrito de Haight-Ashbury. Se propaga rápidamente hacia la costa este de los
Estados Unidos, Nueva York. Como la juventud británica está, más o menos, en la misma
situación que la norteamericana, no tardan en dar la
bienvenida a esta cultura, pero con ciertos matices. El
estandarte del movimiento beat, el poeta Allen
Ginsberg, es uno de los pioneros, y al ser un referente
de la juventud facilita la llegada de los valores
californianos al archipiélago británico. De esta forma
se fusiona la generación beat y sus trajes negros
encorbatados con los nuevos aires multicolores y
desmelenados de la psicodelia. No es el único
movimiento que se compatibiliza con los hippies,
puesto que los rastafaris también se suben al tren
pacifista. La ruta Londres-Amsterdam se transforma
en el bastión europeo del Verano del Amor. Con la
letra de John Phillips (The Mamas & The Papas) y la
voz de Scott McKenzie ya tenemos himno para esta
nueva generación: “San Francisco (Be Sure To Wear
Some Flowers In Your Hair)”.
51
La portada de Smile: “Se venden sonrisas”
Antes del auge máximo de la psicodelia,
en la música se habían adoptado drogas
como medio de relajación o inspiración,
pero no se habían adoptado la imagen y la
filosofía típicas de lo hippie. A principios
de año la lucha se centra en ver quién era
el valiente que desviaba su carrera con
éxito a estas nuevas cotas; en resumen,
ser el padre de la psicodelia en la música.
Uno de los primeros en perseguir este
objetivo es Brian Wilson y su grupo, The
Beach Boys. Después del éxito de crítica
que habían supuesto Pet Sounds y “Good
Vibrations”, todo el mundo estaba a la expectativa del próximo LP de los californianos. Dennis
Wilson, el batería, es preguntado por un periodista y responde que el próximo disco dejará a
Pet Sounds a la altura del betún. Dumb Angel, lo que después sería el proyecto Smile, se
convierte en el disco más ambicioso del líder de The Beach Boys, una “sinfonía adolescente a
Dios”. Wilson contrata a Van Dyke Parks para ayudarle a plasmar en forma de letras sus
sentimientos. Las sesiones de grabación comienzan al concluir Pet Sounds, a finales del 66. El
grueso de los músicos de estudio siguen siendo los componentes de The Wrecking Crew. Iba a
ser el álbum conceptual definitivo, por decirlo así, planeado como una pieza clásica: tres
movimientos o suites con distintas temáticas, pero relatando un mismo viaje, desde el punto
más oriental de EE.UU. (Plymouth) al más occidental (Hawaii). Tras meses de trabajo
instrumental y lírico se realiza una lista provisional de canciones (algunas finalizadas y otras
muchas incompletas, a falta de las voces o de alguna sección instrumental):
Abre el álbum una oración llamada “Our Prayer”, en la que el grupo californiano se atreve con
una especie de canto gregoriano; petición de inspiración y ayuda divina.
Después de ésta empieza el primer movimiento que se centra en el Lejano Oeste con las
siguientes canciones:
“Heroes & Villains”, casi diez minutos de música visual, juegos vocales y efectos sonoros que
relatan un romance trágico. Tiene una vitalidad y una estructura parecidas a “Good
Vibrations”.
“Roll Plymouth Rock” o “Do You Like Worms?”, está inacabada. Se puede escuchar una melodía
barroca recurrente durante algunas canciones del LP, y un mantra hawaiiano que se repite
incesantemente: “Mahalo lu la, Keeni waka pula”.
Luego viene “Barnyard”, en la que Wilson y el propio Parks recrean los ruidos de un establo en
el que todos los animales hacen su número.
Con “The Old Master Painter/You Are My Sunshine”, Wilson vuelve a las raíces del jazz ligero y
a la música tradicional americana de principios del siglo XX.
52
Esta suite finaliza con “Cabin Essence”, un retrato de la construcción del ferrocarril por EE.UU.
y la tristeza de los indios que se veían invadidos por esos “caballos de hierro”. El banjo toma el
papel principal.
El siguiente movimiento se centra en la infancia y lo personal, desde un punto de vista
espiritual:
“Wonderful”, amor infantil e inocente, de un sonido cristalino, y con el acompañamiento
barroco de un clavicordio.
“Look” o “Tones” es otro de los cortes inacabados. El instrumental deja entrever una melodía
sincopada pegadiza que acaba con unos carillones tocando una melodía infantil.
“Child Is Father Of The Man” es otra pieza incompleta. Se repite el título de la canción a modo
de coro para lo que, supuestamente, iba a ser la voz principal que nunca sería grabada.
“Surf’s Up” tiene un título muy engañoso, nada que ver con los tiempos del surf y los hot rods.
Al contrario, es una de las canciones más pulidas de Smile. Es un gran ejemplo de lo que Wilson
quería transmitir con este álbum, pasar a un nivel superior de la lírica por medio de las
imágenes visuales de las letras, ya que son textos que no tienen mucho sentido racional, pero
cuya sonoridad y sentido espiritual queda de manifiesto: escenas de ópera, columnatas en
ruinas, tristeza en un puerto… A finales de 1966, Wilson aparece en el programa de Leonard
Bernstein tocando una demo de esta canción al piano.
El último movimiento es el más ambicioso, una suite llamada “The Elements” dedicada a los
cuatro elementos de la cultura clásica:
En primer lugar la tierra, con “Vega-Tables”. Es una oda a la dieta saludable de las verduras,
aunque es bastante contradictorio porque por estas fechas Brian Wilson se atiborra a comida
basura. Destacan las percusiones con verduras de verdad y el sonido de un apio masticado por
Paul McCartney, que estuvo presente en esta sesión de grabación.
El viento es representado por “Wind Chimes”, las campanillas de las puertas. Coros repentinos
y desordenados, como el viento al pasar por varios tubos.
“Mrs. O’ Leary’s Cow” o “Fire” es el corte más oscuro y siniestro de todo el álbum. El nombre
viene de la vaca que, presuntamente, empezó el enorme
incendio de San Francisco, y es puramente instrumental,
con violines y viento imitando el sonido de las sirenas de
los bomberos, con ruido de crepitar de fondo. Wilson pedía
a los instrumentistas de sesión que llevaran cascos de
bombero en la grabación, y para “motivarles” hacía una
hoguera en un cubo metálico en el mismo estudio.
Brian Wilson “inspirado”
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La cosa se relaja con “I Love To Say Da-Da”, el agua. Rezuma paz y misticismo hawaiiano.
El disco cierra con “Good Vibrations”. Aunque no estaba pensada para incluirse en el álbum la
discográfica presiona al grupo para incluirla.
Visto así, parece que todo iba viento en popa para que fuera publicado, pero muchos factores
ayudaron a que no fuera así:
El perfeccionismo enfermizo de Wilson, ya que hacía repetir las tomas cientos de veces, según
muchos por la influencia de cierto tipo de anfetaminas y psicotrópicos.
El menguante apoyo dentro del grupo y la discográfica, teniendo el foco opositor en su colega
Mike Love, que aborrece la “música loca” de Wilson. Esta falta de aliados provocaría que Brian
empezara a dudar de su propia música.
La paranoia que provocarían canciones como “Fire”, ya que justo en el momento en que se
graba, Los Ángeles sufre tres grandes incendios, y eso empuja a un “colocado” Brian a teorizar
sobre que la música que se trae entre manos es la causante de éstos.
El abandono de este proyecto traería un minimalista y
simple Smiley Smile con algunas piezas del Smile que
aparecen perdiendo todo su esplendor y magia. Queda
la sensación de que, de haberse publicado el disco en
1967, la música podía haber derivado a un territorio
inexplorado, que quizá hubiera encumbrado a The
Beach Boys al mismo nivel que los cuatro de Liverpool.
Es el principio del mito del disco inédito más famoso del
pop. Posteriormente Wilson abandonaría la producción
de los trabajos de la banda, quedando unos Beach Boys
desorientados artísticamente.
Portada de Smiley Smile; la tienda de sonrisas se ha cerrado
El gran rival de lo que iba a ser Smile
se cuece también en las mismas
fechas en un estudio de Abbey Road,
Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club
Band. El considerado por muchos
como el mejor álbum de la historia
de la música parte de la idea de Paul
McCartney de crear un alter ego de la
banda británica que “saliera de gira”
por ellos. Es el primer álbum desde
que han abandonado las giras, y se
nota en la frescura renovada que se
respira en este LP (también)
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conceptual. Aunque nace con la idea de ser un álbum sin cortes (una ópera pop), como ya se
había intentado con Smile, sólo se lleva a cabo en la apertura y cierre del disco.
La introducción es “Sgt.Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, una presentación de la banda
ficticia, con un sonido que mezcla lo orquestal y riffs puntiagudos.
Enlaza directamente con “With A Little Help From My Friends”, cantada por un ficticio Billy
Shears (Ringo Starr), que es una oda a la amistad con tintes de camaradería. Ringo canta y los
otros tres Beatles le contestan dándole ánimos.
Después viene la polémica “Lucy In The Sky With Diamonds”. Aunque muchas veces se le ha
acusado de ser una referencia al LSD (por sus iniciales), es simple coincidencia, pues este corte
de John Lennon está inspirado en un dibujo de su hijo Julian. La canción está fuertemente
influenciada por el espíritu de Alicia en el País de las Maravillas, de Lewis Carroll.
La optimista “Getting Better” propone que no todos los cambios van a peor. La parte de
tamboura corre a cargo de Harrison.
La psicodelia cobra sentido en “Fixing A Hole”, donde se trata el tema de la expansión de la
conciencia y los sentidos. El característico sonido barroco del pop de la época es introducido
aquí con el clavicordio típico.
“She’s Leaving Home”, compuesta por Paul McCartney, es la máxima aproximación de The Fab
Four al sonido Brian Wilson. La dulcísima balada habla de la marcha inesperada de casa de una
hija; es el tema de la pérdida de la inocencia desde un punto de vista muy melodramático. La
parte instrumental de la canción se centra en una familia de cuerda de corte clásico, con un
arpa como protagonista.
“Being For The Benefit Of Mr.
Kite!” traslada al oyente de
inmediato a un entorno
circense. Se dan cita toda clase
de instrumentos inusuales en el
rock:
órgano,
acordeón,
armonio, calíope, etc. Nos relata
el programa de un día de circo,
con todos los artistas (Henry “el
caballo”, los Henderson, Pablo
Fanque…).
Nuevo rumbo artístico, nuevos bigotes
El siguiente tema es el que George Harrison aporta al álbum: “Within You Without You”. Es del
estilo hindú más ortodoxo, sin florituras pop (sólo dos violines), y tratando temas
trascendentales como el amor espiritual, Dios y las ataduras de lo material. El sitar de George
es la balsa que transporta la densa letra.
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Se rescata una canción que McCartney había compuesto con quince años: “When I´m Sixty
Four”. Aprovechando, quizá, que es este año cuando se estrena el musical Cabaret, al tema se
le da un aire de ese mismo estilo, sonido de los años treinta. Como indica el título, se habla del
amor sexagenario.
Los temas de las canciones están extraídos de las vivencias de los integrantes del grupo; un
claro ejemplo es “Lovely Rita”, donde Paul propone un supuesto romance con la “dama de los
parquímetros”.
John Lennon sufre una crisis artística, por lo que saca canciones de lugares insospechados,
como un anuncio de cereales Kellogs; esa es la fuente de inspiración para “Good Morning,
Good Morning”. La acelerada canción es abierta por un gallo matinal, y cerrada por una serie
de animales: leones, perros, gatos, caballos… (como un guiño al cierre de Pet Sounds).
La despedida formal la hace un Reprise del tema de apertura, más rápido y más rockero.
Presentación en sociedad del “Sargento Pimienta”, 1 de junio de 1967
La última canción es “A Day In The Life”, la última composición compuesta a partes iguales por
la dupla Lennon-McCartney. Empieza como algo minimalista y desnudo, y acaba con
grandiosidad sinfónica. Fue vetada en muchas emisoras por algunas connotaciones sexuales
(“I’d Love To Turn You On”), cosa que tampoco influye demasiado en su fama. El tema se divide
en tres partes: la primera y la tercera son cantadas por John Lennon, con un tono somnoliento
e irreal; y la segunda es obra de McCartney, que se muestra más despierto y cotidiano. De los
enlaces entre partes se encargan 40 músicos de la Filarmónica tocando una escala ascendente
en 26 compases. El último acorde de la canción (de piano) se prolonga casi hasta el minuto. El
último surco del vinilo, que normalmente está vacío, se rellena con un galimatías sin sentido,
como solución original contra el ruido característico de ese surco vacío.
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El disco es considerado una obra maestra, pero no sólo gracias a la indudable contribución de
la música, también la portada rompe los esquemas establecidos. En ella, el grupo se rodea de
los personajes históricos a los que más admiran: Bob Dylan, Einstein, Marilyn Monroe, figuras
de cera de unos Beatles del año 64, el fallecido ex miembro de la banda Stuart Sutcliffe, Karl
Marx, Marlon Brando, entre otros. Lennon quiere incluir a Hitler, Jesucristo y Ghandi, pero,
lógicamente, la discográfica se niega para evitar polémicas.
Más o menos, a la par que el Sgt. Pepper se modela en el Reino Unido, en Nueva York se
pergeña otro de los grandes focos de la música pop vanguardista. El grupo The Velvet
Underground, con un joven Lou Reed en sus filas, publica su primer álbum y lo que es el
máximo referente de la cultura pop en el ámbito musical. The Velvet Underground & Nico, está
apoderado por el mánager de la banda, Andy Warhol, y cuenta con la colaboración vocal de la
actriz, modelo y cantante Nico. Es
considerado como uno de los pilares del
sonido noise y proto-punk. Quizá sea
demasiado adelantado a su tiempo, ya
que al salir al mercado un poco antes de
la revolución que supuso el Pepper’s, no
había nada parecido en el mercado
musical, y hay que tener en cuenta que
es un disco debut, no son The Beatles,
ni la fama que arrastra el grupo de
Liverpool. En conclusión, resulta un
fracaso de ventas, también porque la
discográfica Verve no le da mucha
publicidad, pensando que el simple
hecho de relacionarlo con Warhol ya
supone un filón comercial.
“Banana-manía”. Carátula de The Velvet Underground & Nico
El LP comienza con “Sunday Morning”, la canción más delicada y armónica del álbum. La voz
de Nico, relatando la sensación de un domingo matinal de resaca, es un oasis sonoro dentro
del vinilo. Destaca la introducción y base rítmica de carillón.
Pese a las radicales censuras de la época, la banda decide que le importa más la calidad
artística que la ética. A partir de esta premisa empiezan crudas canciones como “I’m Waiting
For My Man”, o lo duro que es la espera del camello para alguien que tiene más “mono” que
King-Kong.
“Femme Fatale” es escrita expresamente para que Nico la interprete, dándole así mayor
sentimiento al título de “mujer fatal” que es capaz de destrozar a quien se le interponga.
Luego viene “Venus In Furs”, una de las mejores muestras de la mezcla psicodelia-cultura
oriental-vanguardia. Se retoma la polémica tratando el tema del sadomasoquismo. Lo más
destacable es el uso de la viola eléctrica de John Cale y la Ostrich Guitar de Lou Reed (en la que
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las cuerdas de la guitarra entonen la misma nota). Lo más próximo al LSD, pero en forma
musical.
La frenética y con sonido de garaje “Run, Run, Run” transcurre en un famoso parque de
Manhattan (Union Square) en el que es conocida la venta de droga. La utilizada distorsión, la
falta de acordes y la percusión hacen de este tema uno de los más “sucios” del LP.
Después viene “All Tomorrow’s Parties”. Nico canta con solemnidad sobre una chica que está
deprimida porque no sabe qué ponerse para todas las fiestas a las que tiene que acudir. Esta
superficialidad “chic” es muy del gusto de Warhol. Se conjuga bastante bien lo estridente y lo
melódico.
De abrir la cara B del álbum se encarga “Heroin”, la alusión más explícita de la banda a las
drogas. El cantante y compositor de esta canción, Lou Reed, presenta la heroína como un
método dramático de suicidio, describiendo minuciosamente la inyección y la sensación
posterior. Reed esquiva la crítica declarando que no es autobiográfica. El tema es un in
crescendo instrumental de algo más de siete minutos, haciendo un símil con el ritmo cardíaco
tras consumir esta sustancia.
“There She Goes Again” representa las raíces beat de las que bebe The Velvet Underground
para la realización de este vinilo. Es la historia “gamberra” de una promiscua chica que trae de
cabeza a su novio.
La última aparición de Nico en el disco es la bella “I’ll Be Your Mirror”. Un rayo de luz y
autoestima entre tanta canción cruda y experimental. Lou Reed despliega su poesía para “ser
el espejo que muestre la belleza que no vemos en nosotros”.
“The Black Angel’s Death Song” es lo más anárquico del vinilo en cuanto a acordes, ritmo y
sonoridad; bastante inaccesible. Además, la letra de este canto fúnebre es muy oscura y
autodestructiva.
El último corte es “European Son”, escrito por todos los integrantes de la banda. Casi ocho
minutos
dedicados
a
la
improvisación instrumental y a
una reducida letra de rebeldía y
venganza.
A pesar de ser un trabajo muy
extravagante y polémico, son
muchos los que consideran este
vinilo como crucial en la evolución
musical del siglo XX.
¿Están de resaca?
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El Verano Del Amor deja una profunda huella en el estado de California, donde nacen
numerosísimos grupos al calor de la manta psicodélica. Uno de los primeros en llevar este
estandarte es Moby Grape, que encaja con la filosofía de lo comunal ya que los cinco
integrantes del grupo se reparten la composición e interpretación de las canciones. Su álbum
debut se publica este año, Moby Grape. Es una de las obras más potentes de esta corriente;
contiene canciones como “8.05” y “Omaha”, donde ya suena la psicodelia propiamente como
tal, sin transiciones. Están directamente implicados en el nuevo sonido guitarrero de la nueva
era musical, pero desafortunadamente, no explotarían todo su potencial debido a las fuertes
dosis de LSD que Skip Spence (guitarra rítmica) estaba tomando y que le traería graves efectos
secundarios a su salud mental; el grupo no volvería a ser el mismo.
¡Jefferson Airplane despega!
Precisamente, el grupo del que provenía
Spence (aquí, como batería) es Jefferson
Airplane; quizá, el grupo más conocido de
la escena rock del San Francisco flowerpower. Se abastece del Mersey beat y de la
música folk que la propia banda tocaba,
allá por 1965. Su primer álbum es
publicado en 1966, Jefferson Airplane
Takes Off, donde muestran una mezcla
folk-rythm&blues bastante amateur. Pero
dan un salto de gigante en 1967 con su
segundo LP, Surrealistic Pillow. La voz
potente y vibrante de la vocalista Grace
Slick se convierte en la seña principal del
conjunto. La experimentación con drogas
se refleja en las primeras obras en este LP, donde se encuentran las dos canciones más
laureadas del grupo: “White Rabbit”, que resulta de una mezcla de influencias que abarca el
LSD, la literatura de Lewis Carroll y el Bolero de Ravel, con una cadencia típica de los ritmos
hispanos; y “Somebody To Love”, la obra magna del conjunto, que ya había sido grabada sin
mucho éxito por The Graet Society. Ambas canciones son creación de Slick.
El productor de Jefferson Airplane es Jerry García, que además es el líder de una de las jam
bands (especialistas en improvisación) más famosas de 1967, Grateful Dead. García es la
cabeza pensante del conjunto en el que asienta los pilares de la segunda oleada bluegrass,
corriente derivada del country cuyo esqueleto instrumental típico es: guitarra, banjo, violín,
bajo y, en ocasiones, mandolina. A pesar de nacer bajo estos preceptos musicales, la música de
The Lovin’ Spoonful, The Byrds y Bob Dylan les haría cambiar su sonido a algo más eléctrico. A
pesar de ser un sonido novedoso y fresco, no terminan de quedar contentos con sus
actuaciones en directo, donde la banda destaca. Un ejemplo de ello son sus primeros bolos en
uno de los clubes más importantes de la era psicodélica, el Fillmore East, donde para
solucionar esta traba técnica crean un sistema que les permite escuchar lo mismo que la
audiencia. Este año debutan con el vinilo The Grateful Dead. Más tarde, los intentos de García
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de mantener viva la banda, a pesar de sus mediocres ventas, terminarían por meterle de lleno
en las drogas y en una actitud autodestructiva.
Otra corriente alternativa es comenzada por The
Turtles. En un inicio, esta banda (también
californiana) se centra en la música surf,
haciendo un impopular debut en 1963. Después,
desde finales del 65 hasta 1967, sufren una
transformación hacia el llamado “bubblegum
pop” o “música chicle”. La primera canción
crucial en su carrera es ”Happy Together”, un
single que rezuma optimismo y color orquestal,
escrito por Gary Bonner y Alan Gordon. Tal es su
éxito que consigue desplazar a los Fab Four del
número uno de las listas, y se convierte en
ejemplo del pop americano que puede hacer
frente al británico. Paulatinamente, el grupo se
iría desintegrando hasta su final en 1969.
¿Y el maestro Astilla?
Una de las pocas bandas multirraciales de la era hippie es Love, en la cual se dan cita muchas
influencias culturales y musicales. El cantante negro Arthur Lee es el líder del conjunto y el
primer icono de raza negra en esta nueva etapa. Los ritmos folk que aporta Lee, los de carácter
latino que aporta Michael Stuart, lo melódico de Bryan MacLean, las raíces blues de Johnny
Echols, las influencias de grupo surf de Ken
Forssi (había militado en The Surfaris) y la
psicodelia, explotan en una supernova
artística, y es en 1967 donde se ve
reflejada en su esplendor. Los álbumes
que nos traen son: Da Capo, con la
demoledora “7 And 7 Is”, y su álbum
mejor criticado, Forever Changes. En este
LP se encuentra la atemporal y magnífica
“Alone Again Or”, que es el mejor ejemplo
de la mezcolanza de todas sus influencias,
y con una guitarra acústica que nos hace
dudar del lugar de origen esta música. En
las sesiones de grabación se encuentran
algunos miembros de The Wrecking Crew.
Portada de Forever Changes
60
Desde Texas, una joven de veinticuatro años se muda a San Francisco en busca de retomar una
carrera musical que es su único salvavidas, para ello se asocia con un joven grupo californiano
llamado Big Brother & The Holding Company. Esta sociedad edita su primer álbum Big Brother
& The Holding Company que es recibido por la crítica con admiración, destacando las
poderosas y desgarradoras interpretaciones de la cantante Janis Joplin. Un par de años antes,
con cierta fama en su tierra natal, empieza a tontear con las drogas. En 1967 el consumo
aumenta considerablemente debido a la fama, las presiones y, por encima de todo, a la
sensación infinita de soledad de la cantante. Su madre rechaza su nueva vida y le clava un
puñal en el alma al decirle que hubiera sido mejor que no naciera. Tras su breve paso por la Big
Brother (el segundo álbum, Cheap Thrills, sería el último que publicarían juntos, en 1968) se le
presenta la oportunidad de grabar en solitario. En 1971 se publicaría su último, póstumo y
mejor álbum, Pearl, donde se encuentra su canción más destacada, “Me And Bobby McGee”,
magnífica versión de la canción de Kris Kristofferson. La decrepitud de Joplin llega a tal punto
que se le llega a ver pesando 35 kilos. Víctima mortal de la heroína.
Roberta Lee Streeter, más conocida como Bobby Gentry, hubiera sido una cantante country de
minorías si no llega a publicar este año su single más reputado. En “Ode To Billy Joe” utiliza una
versión más progresiva del country y de lo que antaño era llamado rockabilly. Cuenta en
primera persona la turbia historia de Billy Joe McAllister, un joven sureño que salta desde el
puente Tallahatchie intentando quitarse la vida. Gentry es una de las primeras cantautoras en
relatar country con tintes góticos. Consigue poner su álbum Ode To Billy Joe en el primer
puesto de las listas norteamericanas durante cuatro semanas, desbancando el Sgt. Pepper de
los cuatro de Liverool. En los años posteriores, hasta la nueva década, se dedicaría a ese
mismo estilo musical, llegando a hacer duetos con ilustres como Glen Campbell.
Lady Soul
Sin lugar a dudas, durante 1967 Aretha Franklin se
convierte en un torrente soul imparable, es la mejor
artista del año. Tras desarrollar sus raíces góspel vuelve
con más fuerza, ahora al alcance de las masas. Publica
seis singles que se cuelan en las posiciones más altas del
Billboard, uno detrás de otro: “I Never Loved A Man
(The Way I Love You)”, “Do Right Woman/Do Right
Man”, “Baby, I Love You”, “(You Make Me Feel Like) A
Natural Woman”, “Chain Of Fools” y la sublime
“Respect”. Lady Soul, como es conocida, se convierte,
gracias a temas como éste último, en un icono en pro
de la igualdad de géneros; además de ser considerada
como una de las mejores canciones de la historia,
superando a la versión original de Otis Redding. Esta etapa con Atlantic Records pone su
guinda el año siguiente con “Think”.
Precisamente, siguiendo con el soul, de Miami saltan al estrellato Sam Moore y Dave Prater
(Sam & Dave). También son fichados por Atlantic y hacen su debut en 1966, contando con un
compositor de lujo como Isaac Hayes y con músicos de sesión como Booker T. & The MG’s. Sus
61
mayores éxitos son registrados en las listas de ventas soul, pero sus primeras incursiones en el
Top 10 de las listas generales, con “Soul Man” y “I Thank You”, devolverían a la memoria un
estilo James Brown renovado a los tiempos que corren.
Jackie Wilson vuelve a subirse al barco de la moda musical. Desde la década anterior, su estilo
musical se basa en una transición del R&B hacia un soul suave y optimista. La cumbre de este
cambio llega en forma de canción con matices góspel, “(Your Love Keeps Lifting Me) Higher
And Higher”. Dentro de la recargada psicodelia este canto espiritual es acogida de muy buena
gana por su sencillez y optimismo.
Tras un álbum debut algo impopular, Neil Diamond edita Just For You, que logra entrar en la
lista americana de los cien álbumes más vendidos. Contiene una lista de canciones que
influyen en otros artistas: “Solitary Man”, “Girl, You’ll Be A Woman Soon”, “Red, Red Wine” y
“I’m A Believer”. Diamond se presenta como un cantautor auténtico, ya que huye de los
adornos y no posee conocimientos claramente definidos sobre música.
The Monkees… sin hacer monerías
En relación con esto último, el “grupo-probeta”
californiano The Monkees se apoya en “I’m A
Believer”, de Diamond, para mantener el éxito
comercial del que es su segundo LP. Sonido
puramente comercial. La idea de crear un grupo que
pudiera hacer frente al éxito comercial de The
Beatles, pero en versión americana, es de la cadena
norteamericana NBC. Para el proceso de selección
de aspirantes a formar este nuevo grupo, buscan
más la forma que el fondo, de hecho, el único
músico de los cuatro miembros es Michael Nesmith.
Los demás, Davy Jones, Peter Tork y Micky Dolenz,
son básicamente actores que aprenden a tocar
instrumentos sobre la marcha. Durante estos
primeros años (de 1966 a 1968), los encargados de
surtir al conjunto de éxitos en potencia son artistas
como Carole King, el citado Diamond o Neil Sedaka. Llegan a tener gran éxito a ambos lados
del Océano, planteándose, incluso, la idea de hacer una película bajo la tutela de Jack
Nicholson, la cual sería un estrepitoso fiasco. A pesar de llevar el sambenito de grupo artificial,
a finales de 1967 deciden tomar un rumbo más personal, renunciando a tantas canciones
ajenas. Desgraciadamente, la publicación del Pepper de The Beatles les dejaría en un segundo
o tercer plano. De esta época, también, es una de sus canciones más dulces y melódicas,
“Daydream Believer”, con unos arreglos orquestales dignos de una banda de gran calidad.
Después de 1968, la banda se empezaría a desintegrar hasta su posterior desaparición, en
1970.
1967 también es un año de ilusionantes promesas musicales; es el caso del grupo de pop
barroco The Left Banke. Con su álbum debut, y sobre todo con sus dos canciones núcleo “Walk
Away Renée” y “Pretty Ballerina”, hacen pensar que ha nacido un grupo capaz de manejar los
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arreglos instrumentales a su antojo y de forma clásica y bella. Estos cinco neoyorquinos, a
pesar del apoyo de la crítica desde su debut, debido a frustraciones económicas relacionadas
con una temprana decadencia, decidirían su disolución después de su segundo LP, en 1969.
Otra banda de similar longevidad son Box Tops. Sin llegar algunos de sus miembros ni siquiera
a la veintena, consiguen saltar al estrellato, primero con “The Letter”, soul blanco mezclado
con lo barroco de la época, y después con “Cry Like A Baby”. Precisamente, esta insultante
juventud sería la causa principal de la desaparición de la banda, puesto que algunos volverían a
casa para terminar sus estudios, y los sucesivos reemplazos cansarían a los seguidores de la
banda de Memphis.
A pesar de ser una banda formada desde 1965, The Doors, Jim Morrison, John Densmore,
Robby Krieger y Ray Manzarek, se convierte en el máximo referente del “rock ácido”. Debido a
la rebeldía de Morrison y a sus polémicas letras, no tardan en hacer llegar su mensaje, primero
en los EE.UU. y después al resto del mundo. Su álbum más popular sale a la venta en 1967, el
primero de la banda; se titula The Doors. Se pueden distinguir en él piezas de rock duro, como
“Break On Through (To The Other Side)”, y su sonido más personal, con “Light My Fire” y “The
End” (de once minutos de duración), rodeadas de un halo de chamanismo. A finales de este
mismo año editan su segundo y más exquisito trabajo, Stange Days, que sigue en la línea de su
antecesor. Destacan “People Are Strange”, “Love Me Two Times” y “When The Music’s Over”,
una secuela de “The End”. Poco a poco, el joven Morrison se convierte en un icono del rock,
pero se niega a que la prensa y el público no trate por igual a cada uno de los miembros de The
Doors,
rechazando,
también, las ofertas
de grabar en solitario,
ya que ve a sus
compañeros como la
familia unida que
nunca tuvo. Un año
más tarde, cambiaría
las drogas psicodélicas
por el alcohol y la
heroína, factor que
afectaría
a
los
posteriores discos de
la banda, volviéndose
más
pop
y
comerciales.
Jim Morrison intenta abrir “las puertas de la percepción”
Un treintañero nacido en la India, pero de padres británicos, Arnold George Dorsey, relanza su
carrera en 1967 en Bélgica tras haber probado suerte en Reino Unido con otros nobres
artísticos, y después de realizar el servicio militar. El pseudónimo definitivo que adopta es
Engelbert Humperdinck, como el compositor clásico alemán. Tras firmar un contrato con el
mánager de Tom Jones, vuelve a las andadas con canciones que venderían cientos de miles de
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copias en Europa (“Release Me”, “Last Waltz”). Su atronadora voz le convierte, junto a artistas
de la talla de Sinatra, Dean Martin, Bing Crosby o Sammy Davis Junior, en uno de los crooner
más importantes de la época. Se define crooner como al cantante de registro grave que suele
ser acompañada por una Big Band.
Los ingleses Procol Harum, considerados precursores de lo que en la década siguiente sería el
rock progresivo, asombran al respetable
con su primer disco, en el que se
encuentran sus dos canciones más
importantes: “Homburg” y “A Whiter
Shade Of Pale”. Ésta última es la que
mayores beneficios artísticos le reporta al
conjunto británico, pues define el estilo
del grupo como un rock sinfónico que
toma sus raíces en la música de J. S. Bach,
en concreto de la cantata “Wachet Auf,
Ruft Uns Die Stimme”, también conocida
como “Sleepers, Wake”, y de su “Aria En
Re”. El instrumento que gana relevancia es
el órgano Hammond tocado por Matthew
Fisher.
Procol Harum y “su blanca palidez”
Un grupo de similares características sonoras es The Moody Blues. Esta banda de Birmingham,
que había empezado su carrera musical en 1964 con ritmos R&B, cambia su estilo en 1967
para grabar su segundo álbum, Days Of Future Passed. Se vuelven típicos instrumentos poco
usuales en el rock, como la flauta, y la novedad del mellotrón, una especie de piano, que tras
cada tecla esconde un registro impropio de éste, como el sonido de flauta, coros, etc. En este
LP conceptual cada canción intenta representar una parte
del día, remarcando “Tuesday Afternoon” y “Nights In
White Satin”. Esta última canción es la bandera de este
grupo, introduciendo de nuevo el concepto de óperarock. El solo de flauta de Ray Thomas es la primera vez
que suena con este protagonismo en el mundo del rock,
haciendo las florituras a las que nos tienen
acostumbrados otros artistas con otros instrumentos más
corrientes. Seguirían su transición de rock sinfónico a
progresivo hasta el año 1972, dejando sobre la marcha
títulos imprescindibles como “Voices In The Sky” (1968),
“Never Comes The Day” (1969) y “Question” (1970).
The Moody Blues
Este año también vemos cómo seis muchachos de Londres forman una banda, Love Affair, que
“moriría” apenas dos años más tarde. Con un sonido muy similar al de Motown y unos arreglos
orquestales bastante ostentosos, editan su single “Everlasting Love”, que resulta ser un gran
bombazo comercial y de la que nacerían posteriormente múltiples versiones. Pero la crítica
64
indaga y descubre que en la versión que sale al mercado no son ellos los que tocan, si no
músicos de sesión. Este percance sumado a la consideración de teen idols, que no consiguen
quitarse de encima, llevaría a la desaparición del grupo.
The Tremeloes, tras hacer sus pinitos de forma satisfactoria en la música beat deciden darle
una vuelta de tuerca para acoplar su estilo dulce a los nuevos ritmos. El grupo de Essex cancela
en 1966 su contrato con Decca y se pasa a la CBS, donde rápidamente elaboran sus dos piezas
maestras: “Here Comes My Baby”, escrita por un jovencísimo Cat Stevens, y “Silence Is
Golden”, que ya habían interpretado con menor éxito tres años antes los americanos The Four
Seasons.
Después de los éxitos del 66, Small Faces lanza al mercado “Itchycoo Park”, cambiando su
registro natural y característico de mods a una psicodelia suavizada con los restos de beat que
aún llevan consigo.
Scott Walker inicia su carrera en solitario tras abandonar The Walker Brothers este mismo año.
Artísticamente se involucra más que en su época de Walker Brother, realizando labores de
composición y, en ocasiones, de producción. Consigue con sus álbumes Scott 1, Scott 2 y Scott
3 meterse en el Top 5 de Gran Bretaña hasta principios de 1969.
Los ingleses hermanos Gibb (Barry y los gemelos Maurice y Robin), tras haberse mudado a
Australia en su niñez, comienzan a tener relevancia internacional este año, tras fundar el grupo
Bee Gees cuatro años antes. Tras enviar una maqueta a Brian Epstein, mánager de The Beatles,
consiguen un contrato con Polydor Records y editan Bee Gees’ 1st. En contraposición a lo que
sería el estilo musical futuro del grupo, este álbum tiene un sonido pop ligero, con un juego de
armonías que apunta maneras; se observa en canciones como: “New York Mining Disaster
1941”, “To Love Somebody” y “Holiday”. A finales de año, editan su segundo LP internacional,
Horizontal, algo más salpicado por los sonidos psicodélicos, y con el que consiguen sus
primeros éxitos en Gran Bretaña: “World”, “Words” y “Massachusets”, su primer número uno.
Toda la carga de composición musical recae en los tres hermanos, aunque Barry y Robin son
los que abarcan la mayoría, como dupla. Esta primera etapa no es la más exitosa de Bee Gees,
aunque introducen técnicas de canto como el vibrato, utilizado por Robin, que marcaría
tendencia; también, es
cierto que no tiene nada que
envidiar en cuanto a calidad
artística con la que vendría
casi una década más tarde.
Hasta entonces seguirían
dejando perlas como “I’ve
Gotta Get A Message To
You” y “I Started A Joke”,
ambas de 1968, y “First Of
May”, de 1969.
Todavía no había llegado la fiebre
65
Después de la explosión de éxito inicial que The Kinks habían tenido en 1964, ya a finales de
1966 luchaban frente a frente con los Stones por ser el segundo grupo británico, tras The
Beatles. En esta dura batalla, Davies se encarga de ponérselo bastante difícil, ya desde finales
de 1966, con la redonda “Sunny Afternoon”, que sigue en la línea de riffs impactantes y letra
elaborada, la cual se centra en lo superfluo de la riqueza económica. En 1967, Davies deja K.O.
a todos sus rivales con su gran obra maestra, “Waterloo Sunset”. Es la historia de un “lobo
solitario” que imagina un romance en el Puente Waterloo. Se mezcla una dulzura inusual en el
“estilo Kink” (de hecho, Davies anima a su mujer para hacer los coros), con el sonido guitarrero
tan feroz que les caracteriza. Con la pegadiza “Autumn Almanac” la banda culmina uno de sus
mejores años artísticos.
También es uno de los mejores años para Cream, puesto que editan su disco más completo,
Disraeli Gears. Aparte de ser el álbum que les catapulta en el mercado norteamericano, se
nota una progresiva metamorfosis, desde las raíces del blues eléctrico a rock psicodélico.
Mientras Clapton componía la música, sus compañeros Bruce, Baker y el letrista australiano
Martin Sharp le ayudan con la
parte lírica. El auténtico pilar
sonoro del disco es la pieza
maestra llamada “Sunshine Of
Your Love”, donde cada uno de
los integrantes del grupo nos
muestra
sus
capacidades
instrumentales
de
forma
soberbia. Otra de las piezas
clave de este trabajo es “Tales
Of Brave Ulysses”, en la que el
profesor Clapton da una clase
rápida del uso del pedal wahwah; inspirada por “Suzanne” de
Leonard Cohen y el sonido Lovin’
Spoonful, y al igual que la antes
mencionada,
de
temática
psicodélica.
Pink Floyd en 1967
Colores ácidos
Una de las bandas más experimentales de esta época es Pink
Floyd, con su celebérrimo e inconfundible estilo psicodélico.
La banda de Cambridge, liderada por Syd Barrett, edita otro
de los considerados mejores álbumes “ácidos”, The Piper At
The Gates Of Dawn. Con este trabajo el grupo inaugura el
rock espacial que, como su propio nombre indica, se centra
en sonidos futuristas y letras con temática astronómica. Este
LP se asemeja a un cuento, ya que recoge la esencia del libro
El Viento En Los Sauces, con hadas, dioses, gnomos, etc. La
base instrumental juega un papel importantísimo debido a
66
que es la encargada de crear el ambiente tan complejo de canciones como “Astronomy
Domine” o “Interstellar Overdrive”. Al año siguiente, Barrett abandonaría el grupo por
problemas con el LSD, dejando paso a la entrada de David Gilmour.
Por su parte, The Rolling Stones deciden aparcar temporalmente el blues que venían haciendo
para probar suerte en el mundo del Verano Del Amor. La medieval “Ruby Tuesday” es la
encargada de abrir el año para la banda londinense. Se abandonan los riffs puntiagudos,
dejando paso a la experimentación en el estudio. Tras su detención por posesión de
narcóticos, Richards y Jagger quieren agradecer a los fans su apoyo con una canción titulada
“We Love You”, además de ser una muestra generacional de amor libre. Sus compañeros
Lennon y McCartney prestan sus voces como coristas en este tema con ambiente carcelario.
Para terminar su año psicodélico, los Stones editan otra muestra de colorido amor llamada
“She’s A Rainbow”, incluida en el álbum que les serviría como pseudónimo durante toda su
carrera, Their Satanic Majesties Request, fuertemente criticado, tanto por las connotaciones
del nombre, como por el nuevo rumbo musical del grupo.
El tercer álbum de estudio de los británicos The Who se
titula The Who Sell Out, una obra conceptual sobre la
publicidad radiofónica que intenta criticar la actitud
ultraconsumista. Para desarrollar este concepto, la
banda crea una estación de radio pirata llamada Radio
London, desde la que se retransmiten todos los jingles.
La idea nace de un inspirado y más maduro Pete
Townshend que empieza a dar forma a una idea
musical que le tiene obsesionado: crear una verdadera
y magnífica ópera-rock. Aunque el primer intento
queda inconcluso (“Rael 1”, de este mismo disco),
supondría un trampolín de confianza para un
futuro próximo. A pesar de que el disco sólo
contiene un single (“I Can See For Miles”, con
sus connotaciones lisérgicas), es el gran
escaparate para exhibirse en Norteamérica. La
influencia de la psicodelia para The Who no es
tan plena como para otros grupos coetáneos,
puesto que su fuerza en directo (se registran
hasta 130 decibelios en sus conciertos) no
puede depender de complejas formaciones
instrumentales que se tambaleen sobre el
escenario.
67
Tras una errante carrera de casi cuatro años como guitarrista eventual de otros artistas (Ike y
Tina Turner, The Isley Brothers, Little Richard), el estadounidense Jimi Hendrix conoce al
bajista de The Animals, Chas Chandler, que está a punto de desvincularse de su grupo. Tras
escuchar a Hendrix en un par de demos, Chandler le presenta al guitarrista Noel Redding y al
batería Mitch Mitchell para formar un power-trio, similar a The Cream, por ejemplo. Cabe decir
que Hendrix carece de formación musical académica, siendo autodidacta en este aspecto, y
curtido en las raíces del blues sureño de Albert King, Howlin’ Wolf, y otros. El nuevo trío decide
llamarse The Jimi Hendrix Experience, y editan este año: “Hey Joe”, “Purple Haze”, “The Wind
Cries Mary” y “Foxy Lady”, auténticas
demostraciones de un nuevo concepto
de guitarra eléctrica, donde ya se ve
como Hendrix se va ganando el galardón
de mejor guitarrista de todos los
tiempos. El primer álbum, Are You
Experienced?, sirve para llamar la
atención de las islas británicas, pero no
es hasta su segundo álbum (también de
1967), llamado Axis: Bold As Love,
cuando consiguen la atención del
mercado yanqui, aunque este hecho
también se consolida con su actuación
en el Monterey Pop Festival, del que se
hablará con más detalle en breve.
Seis cuerdas para dominar el mundo
Después del lanzamiento de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y la muerte del mánager
Brian Epstein, The Beatles se meten en un proyecto conjunto de película-banda sonora basada
en la idea de McCartney de filmar un viaje en autobús por Inglaterra, donde se cuentan
pequeñas historias psicodélicas de los viajeros, Magical Mystery Tour. La película está
planeada para ser emitida en color por la BBC en las navidades, pero sería emitida en blanco y
negro, perdiendo mucho del encanto cromático del filme. Este hecho junto al disparatado
argumento, provocaría que mucha gente considerara éste el primer fracaso del grupo, aunque
años más tarde se consideraría película de culto. En el Reino Unido se edita un EP de la banda
sonora (sólo con los cortes que aparecen
en la película), pero en EE.UU. se edita
como LP, incluyendo los singles de 1967.
Once canciones en el LP, que suponen el
pico de máxima creatividad de los Fab
Four: la bucólica “Fool On The Hill”, “I Am
The Walrus” con una letra bizarra, “Hello
Goodbye”, “Strawberry Fields Forever”
(obra
maestra
de
un
Lennon
autobiográfico), “Penny Lane” (ahora,
McCartney autobiográfico) y la canción
que se convierte en el himno del amor y en el mensaje que preparan para la primera
retransmisión por satélite a nivel global, en el programa Our World, “All You Need Is Love”.
68
Sin duda alguna, uno de los hechos musicales que marca con fuego el devenir musical es la
celebración del Monterey Pop Festival, en California. Se celebra el fin de semana del 16 al 18
de junio de 1967 y acuden más de 200.000 personas, circulando LSD por doquier. Los autores
de la idea son John Phillips (The Mamas & The Papas), Alan Pariser (productor) y el encargado
de prensa Derek Taylor, que lo organizan con fines benéficos. Muchos músicos consagrados y
otros más noveles son invitados al festival, aunque algunos no pueden asistir por tener otros
compromisos o por desavenencias contractuales; es el caso de los Rolling, Cream, Captain
Beefheart And The Magic Band, Dionne Warwick, The Beatles, The Kinks y The Beach Boys. Las
actuaciones del viernes 16 son: The Association, con su nuevo número uno de sunshine pop
“Windy” y otros anteriores como “Cherish”; los teloneros canadienses The Paupers; el vocalista
Lou Rawls; Simon & Garfunkel, acompañados por la joven cantante folk inglesa Beverly; el
guitarrista Johnny Rivers; y The Animals, que estrenan su canción “Monterey” con motivo de
esta invitación.
El grueso del festival se deja para el sábado 17 de junio: unos novatos Canned Heat, a punto de
estrenar disco con sonidos blues, y con la harmónica de Alan Wilson, una sorpresa para
muchos que da volumen a temas como su archifamoso “On The Road Again”; Big Brother &
The Holding Company, con Janis Joplin en sus filas, que logran impresionar con su actuación en
el festival; Country Joe & The Fish, con sus activas protestas contra La Guerra De Vietnam; Al
Kooper, que había participado como músico para Bob Dylan; The Butterfield Blues Band;
Electric Flag (con Mike Bloomfield, uno de los ases de la guitarra); Quicksilver Messenger
Service; Moby Grape; el trompetista afroamericano Hugh Masekela, aportando sonido jazz al
festival; la compositora Laura Nyro; Otis Redding, con el acompañamiento instrumental de
Booker T. & M.G.’s; la reciente Steve Miller Band; Jefferson Airplane, que deja una memorable
actuación en un entorno que encaja a la perfección con su estilo de rock psicodélico; y The
Byrds, que se encuentran en plena crisis interna por el control del grupo.
Al calor de la música
Llegado el última día, el festival se vuelve mucho más
eléctrico y el volumen sube del 10 al 11: el mentor hindú
de George Harrison, Ravi Shankar, con un dominio
absoluto del sitar, se convierte en el toque oriental del
cartel; Cyrus Faryar se pone al frente de una banda de
acompañamiento folk y se hacen llamar “El Grupo Sin
Nombre”, en la que el hawaiiano pretende actuar
anónimamente; Grateful Dead; The Blues Porject, en la
que había militado Al Kooper; The Mamas & The Papas;
Buffalo Springfield; The Who, con un concierto que abre
las puertas de Norteamérica al grupo, dejando su principal
seña al acabar su actuación destrozando todos los instrumentos en el escenario; y la actuación
que deja boquiabierto a todo el personal, la que ofrece The Jimi Hendrix Experience, tocando
la guitarra de las formas más rocambolescas posibles (por detrás de la espalda, arrastrándose
por el suelo, con los dientes) y que acaba con un Hendrix en trance, quemando su Stratocaster
en una especie de ritual de brujería.
69
Después del festival, la música rock da un giro hacia el virtuosismo y a la experimentación sin
tapujos que encumbraría a los más atrevidos.
Mientras fuera de España se hace todo este “ruido”, Los Brincos se separan por desavenencias
entre Fernando Arbex, Juan Pardo y Junior, terminando con Juan y Junior formando un dúo en
paralelo, que además edita en 1967 sus mayores éxitos, “La Caza” y “Anduriña”, y unos nuevos
Brincos, liderados por Arbex, que editan “Lola” y preparan una nueva canción con tintes de
venganza al dúo tránsfuga, “Nadie Te Quiere Ya”.
Los Ángeles, a la moda
También es el año en el que saltan a la fama Los
Ángeles, uno de los grupos españoles que se fija
más en lo que pasa en la música en el
“extranjero”. Tocando en varias salas y festivales
de Torremolinos, el propio Brian Epstein se fijaría
en ellos con detalle, pero sin llegar a cuajar nada
contractual. “98.6” es su carta de presentación.
Los Pasos lanzan “Ayer Tuve Un Sueño” y “No Me Gusta Decir Sí”, mezclando lo castizo y las
importadas armonías a tres voces.
En verano, Los Stop nos recuerdan que en la vida hay “Tres Cosas (Salud, Dinero Y Amor)”.
El grupo Pic-Nic, en el que canta una joven de 16 años de origen inglés llamada Jeanette, edita
su single de mayor éxito, “Cállate Niña”.
Massiel comienza a ganar reconocimiento artístico poniéndole su potente voz a una de las
mejores letras del compositor filipino Luis Eduardo Aute, “Rosas En El Mar”.
De la psicodelia, en España, ni rastro.
1968
La tensión bélica de los años anteriores sigue marcando el devenir político de las sociedades y
culturas, surgiendo este año nuevas revoluciones y conflictos. El 16 de marzo el teniente
William Laws Calley ordena la Matanza de My Lai, en la que un número estimado de
quinientos civiles son asesinados; intentando ocultar el hecho, Calley alega que son milicianos
del Vietcong. El hecho trata de ser silenciado por la administración Johnson.
El 4 de abril de 1968 el sindicalista que lucha en pos de los derechos de los trabajadores,
Martin Luther King, es asesinado en la ciudad que vio crecer artísticamente a El Rey. Este
mismo día, Luther King prepara una marcha en favor del sindicato de basureros, pero es
asesinado a tiros en el balcón de un motel.
Mientras en Francia, lo que empieza con huelgas estudiantiles y cierre de facultades en favor
de la democratización de la enseñanza, acaba convirtiéndose en semanas de disturbios
70
policiales y represión, ya no sólo contra estudiantes, sino contra trabajadores y miembros del
Partido Comunista francés; conflicto conocido como Mayo Francés.
El astronauta norteamericano
William Anders, en su único vuelo
espacial, a bordo del Apollo 8, se
convierte junto a sus compañeros
de tripulación en los primeros
seres
humanos
en
orbitar
alrededor de La Luna. Además de
este gran logro, consiguen
observar el “lado oculto” del
satélite, y es éste quien saca una
de las primeras fotografías de La
Tierra desde “fuera”.
s
Planeta Azul
Mientras el furor espacial está de actualidad, Stanley Kubrick estrena su obra maestra “2001:
Odisea En El Espacio”, una visión precoz, surrealista y algo filosófica de la evolución del género
humano, desde sus orígenes hasta la conquista espacial. El filme basado en la novela de Arthur
C. Clarke utiliza los efectos especiales más avanzados de la época y un elevado rigor físico para
recrear los viajes interplanetarios del
“siglo XXI”. La banda sonora añade
dramatismo a la historia: Richard
Strauss (“Así Habló Zaratustra”), Johann
Strauss y György Ligeti. Como dato
anecdótico, hay partes de la película en
que el Echoes de Pink Floyd, con algunas
de sus canciones de temática espacial
(“Interstellar Overdrive”), sincroniza casi
a la perfección.
HAL 9000: El ojo que todo lo ve…
Otra de las películas influenciadas por el tema del Cosmos es “El Planeta De Los Simios”,
dirigida por Franklin J. Schaffner. Además de este tema, surgen otros que en 1968 son
actuales: la Guerra Fría, los Derechos Humanos y un pequeño guiño a la visión relativista del
tiempo. Su calidad se ve recompensada con dos Oscar: a la mejor banda sonora y al mejor
maquillaje (increíble realismo en las caracterizaciones de los simios).
En el panorama musical las drogas psicodélicas empiezan a coexistir a partir de este año con
una alternativa más “sana”, la Meditación Trascendental. Esta puerta se abre, en parte, debido
a los abusos del año anterior, como fuente de inspiración introspectiva y para seguir con la
moda que George Harrison (con The Beatles) habían comenzado a finales de 1967, asistiendo a
las charlas del Maharishi Mahesh Yogi, gurú hindú del movimiento espiritual.
71
Donovan, algunos Beatles y Mike
Love, entre otros
Precisamente, a mediados de
febrero, The Beatles deciden
partir a un retiro espiritual
con el Maharishi al paraje
hindú de Rishikesh, donde
pretenden renovarse tras el
fiasco de la película Magical
Mystery Tour. Tras una
estancia de semanas con un modo de vida espartano y, como si de un campamento de verano
se tratara, los de Liverpool tienen suficiente tiempo para componer nuevas canciones en
presencia de otros artistas que también se encuentran en el mismo retiro espiritual, como
Donovan, el músico de jazz Paul Horn, el Beach Boy Mike Love y la actriz Mia Farrow. Cansados
de la monotonía que alcanza este modo de vida, los cuatro vuelven a casa sucesivamente,
quedando con una imagen mediocre del Maharishi. A la vuelta, John Lennon y Yoko Ono
formalizan su relación, hecho que interviene negativamente en la unión del grupo y en la
grabación del disco The Beatles (o Álbum Blanco), pues Ono critica abiertamente la labor de los
demás Beatles en el estudio. Este último LP contiene treinta canciones (doble LP) en las que se
muestran el talento individual de cada uno de los componentes de la banda. Por destacar
algunas de las canciones: “Back In The U.S.S.R.”, es un homenaje al “California Girls” de The
Beach Boys, pero con las chicas de la Unión Soviética (anecdóticamente, tras un breve
abandono de Starr, los otros tres tocan la batería en este tema); la festiva “Ob-La-Di, Ob-LaDa”; “While My Guitar Gently Weeps”, en la que Eric Clapton es quien se encarga de dar alma y
poder de llanto a la guitarra que protagoniza la canción escrita por George Harrison; la íntima
“Blackbird” de Paul McCartney; la primera composición de Ringo en el grupo, “Don’t Pass Me
By”; una de las composiciones más sinceras de John Lennon en su etapa como Beatle, “Julia”,
dedicada a su difunta madre y a su nueva pareja Yoko Ono; “Sexy Sadie”, una crítica feroz
encubierta de Lennon contra el Maharishi; la primera (y única) incursión en el hard rock de la
banda, “Helter Skelter”; “Revolution 1”, una versión más lenta del single “Revolution” editado
poco antes, con una gran carga política; y el corte más experimental y bizarro de The Fab Four,
“Revolution 9”, que es una idea de Lennon que consiste en hacer un collage sonoro de más de
ocho minutos con grabaciones del grupo y efectos sonoros puestos al derecho y al revés, con
efectos de loops. Esta obra individualista, que huye de la ostentonsidad de los anteriores
trabajos del grupo, supone el principio del fin de la banda; además se convierte en un icono
satánico y maldito para el psicópata Charles Manson, que cree encontrar mensajes ocultos en
sus canciones que empujan a cometer crímenes y asesinatos como el de Sharon Tate, mujer de
Roman Polanski, en 1969. A pesar de todo ello, la banda inglesa vive un buen momento de
popularidad, también debido a la publicación de la pequeña ópera-rock llamada “Hey Jude”,
una de sus canciones mejor valoradas, que se centra en un mensaje de apoyo que McCartney
le quiere enviar al hijo de John, Julian, por la ruptura de sus progenitores. Después de este
álbum, deciden crear la empresa Apple en busca de nuevas promesas musicales, Harrison
colabora para la banda sonora de la película Wonderwall, y Lennon edita, junto a Yoko, Two
Virgins, con una polémica portada de los autores desnudos. Para intentar cumplir con el
contrato filmográfico que tienen pendiente con United Artists sin que les ocupe demasiado
72
tiempo participan en la película animada,
Yellow Submarine, basada en la historia
de la canción homónima. Sólo prestan su
imagen en la parte final de la película,
siendo las voces de actores de doblaje
que intentan imitar sus voces.
¡Vaya viento el de aquel día!
Mientras tanto, Frank Zappa con su grupo The Mothers Of The Invention publican una sátira
contra la utopía hippie y contra el Sgt. Pepper’s, We’re Only In It For The Money, pidiendo una
revisión de los cánones hippies y sus aparentes contradicciones.
Por otro lado, el inglés Joe Cocker utiliza su masacrado registro de voz para darle un aire
góspel a “With A Little Help From My Friends”, que le encumbra al número uno rápidamente, y
que sería la música de cabecera de la serie televisiva “Aquellos Maravillosos Años”, grabada
durante finales de los ochenta.
Tras haber trabajado en el 65 y en el 66 con Bob Dylan, The Hawks se convierten en The Band y
graban su primer trabajo, Music From Big Pink, con algunos temas escritos por Dylan. Este es
considerado como uno de los
mejores álbumes de la oleada
folk post-psicodélica, marcando
un nuevo estilo. Cortes como
“The Weight” dan fe de ello. El
nombre del disco recuerda al
color de la casa donde graban las
maquetas para este LP. Influye
de forma poderosa en artistas,
tanto asociados como no
asociados al folk.
The Band… al fresco
Uno de los impresionados es Eric Clapton. Precisamente, tras escuchar el trabajo debut de The
Band, opina que Cream ya no tiene futuro en esa línea de trabajo y decide abandonar el grupo,
decisión que conlleva irremediablemente al final de la banda (1969). Pero antes de ello
publican Wheels Of Fire, doble álbum que incluye una parte con material nuevo y versiones en
el estudio, y un directo del Fillmore. “White Room”, con algo de apología a las drogas, se
convierte en el referente del vinilo.
73
Aunque es el año de la “muerte” de Cream, 1968 también nos deja nacimientos musicales de
gran relevancia para los años venideros como Jethro Tull (rock progresivo), y con un rock más
duro los también británicos Deep Purple (bajo la influencia de Vanilla Fudge) y Black Sabbath.
Tras el debut de Heavy, este mismo año el grupo de rock ácido de San Diego llamado Iron
Butterfly edita “In-A-Gadda-Da-Vida”, la primera demostración de cómo la psicodelia puede
parir heavy metal, un subgénero que nace a partir del hard rock que se basa en la acentuada
distorsión de sus instrumentos, así como de la voz solista, la duplicación del tempo de la
percusión, del bajo y la máxima importancia de los riffs atronadores de guitarra. Con esta
demostración de más de diecisiete minutos de duración, en la que los solos instrumentales se
suceden uno tras otro como un desfile pionero, Iron Butterfly consigue, a parte del gran éxito
que supone en las listas de todo el mundo, convertirse junto a grupos como Steppenwolf y
Blue Cheer en los padres de este nuevo subgénero musical.
Tras el fatídico accidente aéreo que acabara con la vida de Otis Redding en diciembre de 1967,
asisten al funeral millares de personas, artistas como Sam & Dave, que portan el féretro,
Aretha Franklin, Stevie Wonder y James Brown, no es el adiós real del músico de Georgia. Se
da la curiosa circunstancia de que su primer número uno en las listas es póstumo, ya que es en
1968 cuando se publica su fabulosa “(Sittin’ On) The Dock Of The Bay”, que rompe con los
estrictos esquemas del soul de Memphis y se adentra en la periferia del folk. El dulce silbido
del final de la canción sirve de réquiem inmortal para el joven artista fallecido.
Precisamente, el que co-escribiera canciones con Redding, Jerry Butler, progresa con su
carrera en solitario con su reputado álbum The Ice Man Cometh.
Tras años de éxitos mantenidos en el mundo country, Johnny Cash sorprende con un LP en
directo que recoge la esencia de sus actuaciones en vivo, pero esta vez en la prisión de Folsom,
California, At Folsom Prison. Sirve como homenaje a su canción “Folsom Prison Blues”, editada
a finales de 1955. La audiencia está formada por los
reclusos de la prisión estatal, los cuales son
escuchados jalear, pero dentro de un respeto al
artista que resulta admirable. Cash demuestra un
recíproco respeto a los reclusos con gestos como el de
incluir en la actuación una canción escrita por uno de
los presos. La banda que acompaña al cantante es la
habitual The Tennessee Three, y también las
apariciones estelares de June Carter y Carl Perkins.
Johnny Cash toca “entre rejas”
Después de la suplencia de Brian Wilson en las giras de The Beach Boys, Glen Campbell,
miembro de The Wrecking Crew, comienza su carrera en solitario en 1967. El citado año se
convertía en en primer artista en ganar dos Grammy en dos categorías musicales distintas,
country y pop, en parte, debido a su éxito “By The Time I Get To Phoenix”. Pero su
consagración como solista llega en 1968 con una canción escrita por Jimmy Webb, “Wichita
Lineman”, que destaca por un sonido operístico mezclado con un toque country y con la
74
experiencia de Campbell como eficaz guitarrista de sesión. A finales de año forja amistad con
Bobby Gentry, con la que realiza famosos duetos.
Tras el accidente que sufre con su Triumph 500 cerca de Woodstock, Bob Dylan se recluye en
su casa con los suyos hasta su vuelta al panorama musical a comienzos de 1968 con el álbum
John Wesley Harding. Con este nuevo trabajo podemos observar un Dylan más conservador
musicalmente, con referencias religiosas y un sonido menos agresivo. A pesar de ser uno de los
pocos artistas de renombre que se niega a meterse de lleno en la corriente musical psicodélica,
obtiene gran éxito con este álbum. Sin ser un single, “All Along The Watchtower” se convierte
en una de sus canciones más significativas.
Precisamente con esta canción de Dylan, The Jimi Hendrix Experience edita su último álbum de
estudio, Electric Ladyland. Hendrix se vuelve más perfeccionista, grabando hasta la saciedad
tomas de canciones hasta que encuentra el sonido que le convence. Aparte de una versión
demoledora de la citada canción de Dylan, también incluye temas como “Voodoo Child (Slight
Return)”, con una intro de punteo con slice y efecto wah-wah que por sí solos ya sostienen
este clásico guitarrero, y “1983…(A Merman I Should Turn To Be)”, un guiño onírico a lo que
sería más tarde denominado rock progresivo.
El polivalente Van Morrison, tras dejar Them en 1967 y compartir alguna jam sesión que otra
con su “tocayo” Jim Morrison, se mete en una
carrera en solitario en la que combina R&B, jazz,
rock y blues, con esa voz característica que según
dice alguien, “es imposible que un blanco cante
como él”. La primera prueba como solista la
supera con nota a mediados del 67 con su single
“Brown Eyed Girl”, un pop ligero, agradable y
pegadizo. El álbum que publica en 1968 cambia
de registro girando hacia el folk, se trata de Astral
Weeks, su LP más prestigioso, un viaje
introspectivo similar a Pet Sounds (The Beach
Boys, 1966).
Van Morrison
Tras el fogonazo de la Invasión Británica uno de los pocos teen idols que consigue remar a
contracorriente con algo de éxito es Bobby Vinton. Sus baladas cálidas características siguen
siendo su mayor reclamo, de hecho versionando a Bobby Vee con “Take Good Care Of My
Baby” (1961), vuelve al panorama del éxito comercial.
75
Justo a comienzos de 1968, el reputadísimo trompetista de jazz
Louis Armstrong nos deja una de sus más inmortales
interpretaciones, esta vez en el género pop, “What A Wonderful
World”. Con nada menos que 66 años se convierte en el artista
masculino más veterano en alcanzar un número uno, con lo que
aparte de convertirse en un estandarte del jazz (como
trompetista y como vocalista) también se reivindica en un
género que al principio le es ajeno. Su característica profunda
voz ayuda a distinguir su registro, dándole también un empujón
comercial.
Louis Armstrong
En paralelo a la figura española de Luis Eduardo Aute, en la cultura anglosajona sobresale la
figura del poeta y cantante Leonard Cohen. Este canadiense hace su debut en la música con
Songs Of Leonard Cohen, un LP folk en el que se tratan los temas del amor, la soledad y la
religión, entre otros, de una forma metafórica y algo abstracta, propia de las composiciones
del poeta. A pesar de no tener demasiado éxito comercial, llega alto en las listas europeas,
dejando patente algo sobre la diferencia entre el público europeo y el norteamericano: en
Europa se valora más el fondo que la forma, y al otro lado del Atlántico, casi siempre le dan
más importancia a la “envoltura” del producto musical.
La joven Merrilee Rush y su grupo The Turnabouts son seguidos con afán por el grupo Paul
Revere And The Raiders y los fichan como teloneros. A principios de año edita su mayor éxito
en las listas, una dulce balada llamada “Angel Of The Morning”, en la que dicha dulzura se ve
interrumpida en el estribillo por un chorro de voz al estilo Joplin. Anecdóticamente, esta
canción es escrita por Chip Taylor (James Wesley Voight), hermano del actor John Voight, que
también había escrito en 1966 el “Wild Thing” de The Troggs.
Con poco más de un año de vida musical, el conjunto estadounidense Tommy James And The
Shondells edita “Mony, Mony”, un rock con tintes de góspel que invita a mover el esqueleto.
Esta canción, encasillada dentro del llamado bubblegum pop, se convierte en su mayor éxito
tras su single debut “Hanky Panky”.
Aunque, probablemente el grupo más encasillado dentro de la “música chicle” son The
Archies. Es la primera banda ficticia de animación en la
historia del rock. Básicamente, las canciones son grabadas
y producidas por profesionales de estudio y son
atribuídas a los personajes de los cómics Archie. Sin duda
alguna, la canción que encumbra a estos simpáticos
personajes es “Sugar Sugar”, tema que había sido
pensado en un principio para The Monkees. La serie
animada acaba con la década de los 60, y con ella el
grupo The Archies.
“Archipegadizos”
76
Hablando de música bubblegum, The Ohio Express publica su tercer single, otro de los grandes
estandartes del mencionado subgénero musical, “Yummy, Yummy, Yummy”, con el que
alcanzan su mayor cota de éxito.
Tras algunos cambios en las filas de los Manfred Mann, como el ingreso de Klaus Voorman
(amigo de Lennon y compañía en los tiempos de Hamburgo y creador de la portada de
Revolver), dan carpetazo a la carrera musical de la banda este mismo año. El epitafio artístico
es el hit “Mighty Quinn”, escrita por Dylan y adaptada al estilo R&B del conjunto.
Tras meterse de lleno en el folk psicodélico y pasar unas “vaciones trascendentales” en la
India, donde enseña una técnica basada en pulsar las cuerdas de la guitarra a The Beatles,
Donovan regresa con nuevos aires. En un intento de captar nuevos adeptos a su sonido, realiza
un single para el que se barajan los nombres de Jimi Hendrix y Jimmy Page para darle un toque
hard a una canción llamada “The Hurdy Gurdy Man”; finalmente es el guitarrista británico Alan
Parker el que aporta su guitarra. También lanza este año “Atlantis” (con la pandereta y coros
de Paul McCartney), “Jennifer Juniper” (inspirada en la cuñada de George Harrison) y “Laleña”.
Para The Byrds, 1968 se convierte en una gran aventura musical que acaba con la propia banda
original. El año lo comienzan con The Notorious Byrd Brothers, el último LP psicodélico de la
banda, que ahora cede el peso lírico a Crosby, Hillman y McGuinn. Tiene un éxito moderado y
empiezan las tensiones internas en el grupo, debido a las decisiones artísticas, principalmente.
El grupo empieza a beber de otras fuentes
musicales, hasta que llegan colaboradores
como Gram Parsons y publican un nuevo
LP, que sería el último antes de la
disolución, Sweetheart Of The Rodeo, en el
que se forja el nuevo country rock. Este
cambio
de
tendencias
musicales
provocaría un cisma definitivo en el grupo
que acabaría con Gene Clark, David Crosby
y Gram Parsons empezando nuevos
proyectos. El único miembro original que
no abandona el barco es McGuinn, pero
poco después y tras fracasos comerciales
decide acabar definitivamente con el
grupo.
Sweet Heart Of The Rodeo, The Byrds a lo cowboy
Justo antes de la marcha de Janis Joplin como cantante principal, Big Brother And The Holding
Company edita su segundo álbum, tras el arrollador éxito de Monterey. Cheap Thrills alcanza la
cabeza de las listas rápidamente. La canción “Piece Of My Heart” da una idea de la potencia
sonora del conjunto, y es una de las mejores interpretaciones de Joplin.
Quicksilver Messenger Service, por su parte, publican su álbum debut homónimo. Es una de las
mejores bandas de jam sessions del momento, que también había triunfado en Monterey, y
que centra sus esfuerzos en la interpretación y ejecución de piezas instrumentales. A finales de
este año graban el que se iba a convertir en su mejor álbum, Happy Trails, una sesión de
improvisación sobre canciones de Bo Diddley, con especial hincapié en “Who Do You Love?”,
77
que es grabado en estudio, pero con efectos de directos realizados entre el Fillmore East y el
Fillmore West.
Una de las bandas norteamericanas de
hard rock más olvidadas del panorama
musical es MC5. Son pioneros en un rock
rudo en el que se muestran anticipaciones
del punk como en otros grupos coetáneos.
En 1968 graban en el Grande Ballroom
uno de los más influyentes álbumes en
directo, Kick Out The Jams. Aunque se
lanzaría a principios de 1969, es muy
adelantado a su tiempo y muchos lo
califican como el posible inicio del sonido
punk con sus plenas facultades.
Motor City Five: MC5
Barry Ryan da a conocer a todo el mundo un tema escrito por su hermano gemelo Paul,
llamado Eloise, que sería inmortalizado en España por Tino Casal casi veinte años después.
Cabe decir que es prácticamente el único éxito de este cantante, puesto que después de este
single no llega ni de lejos al éxito obtenido (más de tres millones de copias vendidas por todo
el mundo).
Con similar éxito puntual, la banda británica (mestiza) The Equals se hace un hueco en la
memoria musical gracias al single “Baby Come Back”, canción que sería repetida hasta la
saciedad en las discotecas y salas de baile durante la posterior década.
También, se estrena el musical Hair en Broadway. Es una visión dramática sobre la forma de
vida hippie, el pacifismo, las drogas, el amor libre y los
ideales del Verano Del Amor. La trama consta de un joven
que va a ser reclutado para ir a Vietnam, pero sin querer se
mete de lleno en el entorno hippie y reconsidera sus valores
morales; finalmente, antes de ser trasladado a la guerra,
uno de los amigos que conoce en su “florido periplo” se las
apaña para hacerse pasar por él y es trasladado a Vietnam,
donde cae abatido. Aparte de ser una revolución teatral en
cuanto a temas bastante polémicos (la censura la ataca en
muchas ocasiones), musicalmente es una obra muy
dinámica. Las piezas más famosas son “Aquarius” y “The
Flesh Failures (Let The Sunshine In)”, ambas de The Fifth
Dimension. Canciones que rezuman el espíritu flowerpower.
“Pelillos a la mar”
78
Mientras Dennis Hopper y Peter Fonda preparan una nueva road movie de nombre Easy Rider
(estrenada en 1969), se presenta el problema de elegir una banda sonora convincente para
esta película sobre motoristas indómitos y libertarios. Como es una producción independiente
no cuenta con muchos fondos, sin embargo se presenta la curiosa situación de que artistas
como Hendrix, The Byrds y The Band ceden sus canciones sin cobrar derechos por ellas. Pero,
aún así, falta una canción que
defina claramente el estilo de la
película. Es ahí cuando entra la
banda canadiense Steppenwolf
(Lobo estepario, en alemán), que
aporta una canción que cabalga
entre la psicodelia y el hard rock,
“Born To Be Wild”. Aprovechando
este tirón el grupo publica un par
de meses más tarde su otra gran
joya, “Magic Carpet Ride”, que, al
contrario que la anterior, sí está
escrita por el propio grupo.
“Nasío” pa’ ser salvaje
Tras una primera etapa beat un poco más sofisticada de lo normal, los británicos The Zombies
se inician en la psicodelia con un álbum imprescindible y muy imaginativo, Odessey & Oracle.
Con la publicación de este LP no cosechan buenas ventas, lo que supone la puntilla que
deshace el grupo al poco de conseguir enorme éxito con uno de sus cortes más famosos y
barrocos, “Time Of The Season”. La corta carrera de The Zombies nos muestra a uno de los
grupos de los 60 peor tratados por las ventas y las discográficas, observando el gran talento
que pueden desarrollar.
Tras el estreno de la película “El Graduado” a finales de 1967, Simon & Garfunkel publican
Bookends con la canción que da estructura al filme protagonizado por un joven Dustin
Hoffman, “Mrs. Robinson”. Es una canción expresamente escrita para la trama del
largometraje, dándole una nueva vuelta de tuerca a la idea de banda sonora por encargo, de la
película a la canción, y no al contrario. De hecho, la canción sale en la película inacabada, y
sólo es finalizada tras el estreno de la misma.
Además de esta canción situada en la cara B
del álbum (donde se encuentran otras cuatro
canciones más sin conexiones entre ellas,
como “A Hazy Shade Of Winter” y “At The
Zoo”), la cara A muestra un viaje por la vida
del ser humano, desde el nacimiento del bebé
que no puede hablar (la instrumental
“Bookends Theme”) hasta la muerte
(“Bookends”). La metáfora consiste en acotar
el ciclo de la vida mediante sujetalibros
(bookend, en inglés).
La cosa se pone… interesante
79
Como preparativo navideño, quizá porque The Rolling Stones quieren hacer un gran regalo a
sus seguidores, realizan la grabación de una película que no vería la luz hasta casi treinta años
después; se trata de un proyecto llamado Rock & Roll Circus, en el que la banda británica
mezcla espectáculo circense con la música stoniana y de otros artistas y amigos invitados.
Tiene gran importancia en la línea histórica de la banda de Jagger y Richards, ya que es el
último documento gráfico en el que Brian Jones toca con The Rolling Stones. El cartel de este
espectáculo cuenta con: The Rolling Stones, los principiantes Jethro Tull (rock progresivo), The
Who, el músico neoyorquino Taj Mahal (mezcla reggae y blues), Marianne Faithfull (novia de
Jagger), John Lennon, Eric Clapton, Mitch Mitchell (batería de The Jimi Hendrix Experience) y la
nueva y bohemia novia de John Lennon, Yoko Ono. El repertorio de los Stones nos deja
actuaciones “en vivo” de canciones de su último trabajo del año, Beggars Banquet (“Sympathy
For The Devil”, “Parachute Woman”, “No Expectations” y “Salt Of The Earth”) y su reciente
“You Can’t Always Get What You Want”, pieza grandiosa entendida para rivalizar el “Hey Jude”
beatle. De todas formas, una de las mayores sorpresas del filme es el supergrupo llamado The
Dirty Mac, en el que Lennon
(guitarra rítmica), Eric Clapton
(guitarra solista), Mitch Mitchell
(batería) y Keith Richards (bajo)
interpretan un blues que Lennon ha
compuesto para “El Álbum Blanco”,
“Yer Blues”. Las causas de su nopublicación en 1968 no están muy
claras, aunque hay una versión de
los hechos que la centra en el
recelo que Jagger y compañía
sienten ante la sublime actuación
de sus colegas The Who.
Cuarteto insólito
Después de curtirse como artistas en tierras escandinavas,
The Canaries regresan a España para darse conocer en su
tierra natal, ahora como Los Canarios. El conjunto liderado
por Teddy Bautista es muy similar en cuanto a las formas a
Los Bravos, puesto que tienen preferencia por el inglés para
escribir sus canciones. Este año se dan a conocer en toda
Europa con “Get On Your Knees” (“Ponte De Rodillas”),
sorprendentemente permitida por la censura. Durante el
servicio militar de Bautista, el encargado de suplirle es un
joven prometedor llamado Pedro Ruy-Blas.
Los Canarios… una hora menos
80
El barcelonés Pedro Gené encabeza a Lone Star. Sus primeras composiciones se basan en el
sonido blues anglosajón, destacando versiones de The Animals, Ray Charles, etc. Este mismo
año editan su mayor éxito, “Mi Calle”. Pocos años más tarde, sería uno de los primeros grupos
de rock en catalán, tras abandonar su estilo inicial.
Precisamente con la polémica de la represión de las lenguas vernáculas durante la dictadura,
resurge un movimiento musical y cultural en Cataluña llamado Nova Cançó. Básicamente
consiste en canción protesta contra la situación que se vive en la sociedad española del
momento debido al franquismo. A pesar de nacer a finales de los 50, es en 1968 cuando cobra
mayor fuerza y repercusión. Para intentar acallar todos los ideales revolucionarios que
transmite esta corriente, la censura actúa con especial saña contra cantautores y artistas que
siguen dicho movimiento. Para contrarrestar la censura, los intérpretres ofrecen conciertos
clandestinos en universidades, radios sin licencia, clubes políticos no legalizados, etc. La
discográfica Edigsa se encarga de apoyarlos en el máximo de las posibilidades que el régimen
permite. Las principales figuras que lo representan son: Francesc Pi De La Serra, Raimón, Lluís
Llach (publica en 1968 su mayor éxito y referente, “L’Estaca”), Núria Feliu y, sobre todo, Joan
Manuel Serrat, que se convierte en la cabeza más visible de la difusión del arte y la lengua
catalana. Este mismo año se le escoge como representante de España en el festival de
Eurovisión que se realiza en el Royal Albert Hall de Londres. La canción a interpretar es “La La
La”, una composición de Manuel De La Calva y Ramón Arcusa (El Dúo Dinámico), descartando
una que el propio Serrat había
compuesto, “El Titiritero”. Un sector
de de la Nova Cançó y su propia
discográfica ejercen presión para que
el poeta y cantautor no cante en
castellano, por lo que éste decide no
ir al festival si no la canta en catalán.
Finalmente, el cantante es vetado en
la radio y la televisión que depende
del régimen, y se decide que vaya en
su lugar Massiel. Es la primera vez
que España gana el Festival de
Eurovisión.
Como su propio nombre indica: “La La La”
Por otra parte, los Pop-Tops, uno de los primeros grupos mestizos de España, despliega sus
influencias soul para editar “Oh Lord, Why Lord”, con la melodía base de “El Canon” de
Pachelbel. Con este tema obtienen más relevancia a nivel europeo.
81
1969
1969 es el año en que el hombre pisa la
Luna, hecho que resulta del producto de
la fiebre (en plena Guerra Fría) que tienen
las dos superpotencias mundiales de
“gobernar” el espacio:
La URSS lanza las sondas Venera 5 y 6. La Venera 5
(Венера 5 en ruso) es una sonda espacial lanzada el 5
de enero de 1969, muy similar a la Venera 4, pero más
resistente. Entró en la atmósfera de Venus el 16 de
mayo de 1969.
En Febrero, EEUU lanza las sondas gemelas Mariner 6 y
7, versiones mejoradas de las 3 y 4 tras la
decepcionante visita de estas a Marte por la baja
calidad de las fotografías que realizaron. Las nuevas
sondas se limitan a sobrevolar el planeta en una orbita
heliocéntrica pasando después a orbitar el Sol como
chatarra inservible.
Venera 5
El 18 de Mayo de 1969, es lanzado el Apolo 10 con Thomas P. Stafford (comandante), John W.
Young y Eugene A. Cernan como tripulantes. En esta misión por primera vez se sitúa el módulo
lunar a una órbita próxima a la Luna.
Tripulación del Apolo 11
El 13 de julio la Unión Soviética lanza
la sonda Luna 15 (Lunik 15). Su
objetivo es efectuar un alunizaje y
traer muestras de polvo lunar, pero
debido a un fallo del altímetro se
acaba estrellando. Con esto, la Unión
Soviética pierde irrevocablemente la
carrera espacial.
El 16 de julio de 1969, Estados Unidos
envía al espacio el Apolo 11, primera
misión tripulada en llegar a la
superficie de la Luna. La tripulación
82
esta compuesta por el comandante Neil A. Armstrong (comandante de la misión), Edwin E.
Aldrin Jr. (piloto del LEM), y Michael Collins (piloto del módulo de mando). El comandante Neil
Armstrong es el primer ser humano en pisar la superficie de nuestro satélite, el 20 de julio de
1969, al Sur de Mar de la Tranquilidad. El 24 de julio, los tres astronautas amerizan en aguas
del Océano Pacífico poniendo fin a la misión.
En Noviembre se lanza el Apolo 12, sexta misión tripulada del programa Apolo, y la segunda
que aluniza en la Luna, en el Oceanus Procellarum, muy cerca de la sonda estadounidense
Surveyor 3, posada en la Luna desde abril de 1967. Los astronautas traen algunas piezas de
esta sonda de vuelta a la Tierra para su estudio, entre ellas la cámara fotográfica.
En el ámbito de la Aeronáutica se producen los primeros vuelos de dos importantes aviones:
El Boeing 747, comúnmente apodado “Jumbo”, tiene su primer vuelo de prueba el 9 de
Febrero de 1969.
El Concorde (avión jet supersónico) realiza la
primera prueba de vuelo sobre la ciudad de
Toulouse el 2 de marzo de 1969 bajo la
dirección de André Turcat. Más tarde, el 1 de
Octubre alcanza por primera vez velocidades
supersónicas, llegando un año más tarde a la
velocidad Mach 2.
Primer prototipo del Concorde, 1969
Desde el punto de vista de la tecnología 1969 ve como comienza la transmisión de televisión
en color en el Reino Unido, y ve nacer la red de computadoras ARPANET (Advanced Research
Projects Agency Network) creada por encargo del Departamento de Defensa de los Estados
Unidos como medio de comunicación para los diferentes organismos del país. El primer nodo
se crea en la Universidad de California y será la espina dorsal de Internet hasta 1990.
Socialmente en 1969 aparece por primera vez
una serie de televisión para niños que
combina la educación y el entretenimiento, se
llama Sesame Street, conocida como Barrio
Sésamo en España. Su primera emisión en
Estados Unidos se produce el 10 de
noviembre por la cadena pública NET,
llegando a un total 4.135 episodios en su
temporada 37, convirtiéndolo en el programa
para niños más duradero de toda la historia
de la televisión.
Algunos residentes del Barrio Sésamo
83
Este año el VIH (acrónimo de virus de inmunodeficiencia humana), el agente infeccioso
determinante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), entra por primera vez en
Estados Unidos desde Haití. Este virus se cobrará millones de vidas en el futuro y hará cambiar
los hábitos higiénico-sanitarios en el mundo.
Los skinheads surgen en Inglaterra entorno a este año, como descendientes del movimiento
mod. A mediados de los 60, el hippismo y el flower-power empezaron a invadir el movimiento
mod, y muchos de los antiguos mods se habían convertido en hippies. Mientras, otros antiguos
mods radicalizan su actitud, adoptando una estética y una actitud más agresiva, por lo que se
les llamaría hard-mods. Comienzan a vestir ropa más práctica e identificada con la clase
obrera: botas de trabajo, tirantes, etc; además de la tendencia a llevar el pelo más corto que
anteriormente, para diferenciarse de los hippies. En esos grupos de hard-mods, se empiezan a
ver algunos jóvenes con el pelo rapado y botas pesadas que reciben varios nombres (noheads,
baldheads, cropheads, spy kids, peanuts), hasta que en 1969 son conocidos definitivamente
como skinheads.
Quizá como tirón del alunizaje y relativo a toda la parafernalia espacial del verano de 1969, el
dúo americano Zager & Evans editan su canción más famosa “In The Year 2525”, una profética
canción sobre los peligros que pueden acarrear los continuos avances tecnológicos. Con ella
consiguen sendos números unos a ambos lados del Atlántico en las principales listas
anglosajonas.
Por su parte, The Rolling Stones comienzan el año con disputas entre Brian Jones y el resto, por
su drogodependencia abusiva, por lo que acaba “siendo invitado a abandonar” el grupo. Tras
la expulsión de Jones, Mick Taylor (The John Mayall’s Bluesbrakers) lo reemplaza para seguir
trabajando en el próximo álbum, en el que también ha participado Brian. Un mes después de
su salida del grupo, Brian Jones es hallado cadáver en su piscina debido, según dicen las
autoridades, a un ataque de asma sumado al consumo etílico. Justo después de este suceso,
The Rolling Stones actúan en el mítico Hyde Park ante casi 300.000 personas y en el que se
liberan, como homenaje al Stone fallecido, miles de mariposas. El próximo plan de la banda es
iniciar una gira estadounidense, por ello aprovechan justo antes de desembarcar allí para
lanzar su nuevo y potente single, “Honky Tonk Women”. Este corte no aparece en su próximo
LP, Let It Bleed, en el que incluyen la anteriormente mencionada “You Can´t Always Get What
You Want” y la magistral “Gimme Shelter”, signo del nuevo sonido sofisticado del grupo, algo
que se va alejando del sonido de los 60. El nuevo eslogan para la mencionada gira
norteamericana es “La banda
de rock and roll más grande del
mundo”. El trágico año lo
completan los hechos del
concierto de Altamont, donde
los
encargados
de
la
“seguridad” son The Hell’s
Angels, en el que mueren
cuatro personas: uno asesinado
cuando se dirige al escenario
pistola en mano, y otros tres
aplastados
por
la
muchedumbre
(más
de
200.000 personas).
Sale del terreno de juego Jones y entra Taylor
84
Los últimos resquicios de la psicodélia paren grupos como los londinenses Yes que debutan
con su álbum homónimo, pero la gran revelación musical en esta corriente es un joven inglés
llamado David Bowie. Como homenaje a la película que Kubrick había estrenado en 1968, edita
Space Oddity, cuyo corte del mismo nombre se convierte en un referente de la llamada
“música espacial”.
El pintor y músico Don van Vilet, que adopta el pseudónimo de Captain Beefheart, se había
unido a la banda The Magic Band en 1965 para explotar su carrera musical desde el punto de
vista del blues y el rock. Es 1969 el año en que el conjunto alcanza su mayor cota de
creatividad y reconocimiento, con un LP que se
encarga de producir el mismísimo Frank Zappa,
titulado Trout Mask Replica. El proceso de creación
es similar al Sgt. Pepper, puesto que se crea una
especie de alter ego de la banda mediante motes de
cada uno de los integrantes. Los 28 temas que
componen este doble LP son escritos en algo más
de quince días, pero su maduración se extiende
hasta los 8 meses. Su sonido está cargado de
elementos experimentales y bizarros: atípicos
cambios de tempo, aparente anarquía instrumental
en ciertas partes, etc. Es considerado como obra de
culto, pero también uno de los más influyentes de la
música, sobre todo para futuros músicos punk.
Poco fotogénico, el muchacho
Norman Greenbaum, tras finalizar sus estudios superiores de música en Boston, decide pasar a
la práctica y sorprende a todos con una canción que mezcla de forma asombrosa la temática
religiosa y un sonido de guitarra cercano al hard rock. “Spirit In The Sky” se convierte en su
mayor éxito (vende más de dos millones de copias), y tras su retirada musical décadas más
tarde, viviría de los derechos de ésta y otras canciones con menor repercusión.
Nuevos aires de reggae llegan desde
Jamaica. Uno de los implicados es Jimmy
Cliff, que aúna en su filosofía musical
temas como lo espiritual, la protesta social,
etc. Este año edita “Wonderful World,
Beautiful People”, “Vietnam” y “Many
Rivers To Cross”. Ésta última rezuma
espiritualidad procedente de la soledad del
protagonista; según la crítica, una de sus
mejores composiciones. Aún así, Cliff no es
un ortodoxo del reggae, pues lo compagina
con soul, góspel y ska.
Jimmy tiene motivos para sonreír
Los también jamaicanos Toots &The Maytals lanzan “Pressure Drop”. Su importancia no recae
en el mensaje, muy reducido, si no en la capacidad vocal del grupo y en la propia música, ya
que es la primera vez que muchas “orejas” acostumbradas a la música occidental se acercan a
estos sonidos caribeños. La canción no iba a ser bien acogida fuera de Jamaica hasta un par de
años más tarde, aunque esa es otra historia que se desarrollará a su tiempo.
85
Por otro lado, Bob Marley & The Wailers varían progresivamente sus orígenes musicales (1965)
para adaptarse al sonido jamaicano más puro. La importancia del grupo se haría más que
remarcable a principios y mediados de los 70.
La savia nueva que inunda la música durante 1969 no
eclipsa a muchas de las “antiguas” glorias:
Elvis demuestra que no ha perdido ni mucho menos su
calidad musical, aun habiendo cambiado de registro. La
potencia de dos de los singles que publica este año (“In
The Ghetto” y “Suspicious Minds”) devuelven a Elvis el
tiempo perdido durante su instrucción militar en
Alemania. El rock puro de El Rey ha quedado atrás para
dejar paso a un sonido más orquestado, con coros y con
adornos grandilocuentes que marcan la resurrección y
segunda era musical del artista.
Elvis en la portada de la revista creada en el ’67, Rolling Stone
Mientras, Sinatra toma la canción “My Way”, escrita por Paul Anka y basada en una melodía
de origen francés, para inmortalizarla en su repertorio. De una forma un tanto “canallesca”,
relata el repaso de un moribundo a toda su vida, en la que no se arrepiente de lo que ha hecho
porque todo ha sido “a su manera”. Del ingente número de versiones de esta canción que se
publican, posiblemente la más solemne sea ésta.
Otros viejos conocidos, The Beach Boys, se desprenden de Capitol Records con su 20/20, título
que hace referencia a los 20 álbumes que habían pactado con la discográfica, allá por 1962. A
pesar de no ser el mejor momento de la banda, y con un Brian Wilson en el entorno de la
depresión y el ostracismo, lanzan pequeñas perlas como “Do It Again”, nostalgia por la
“fórmula” fun in the sun que los había mitificado, y con la hippie “I Can Hear Music”.
Los vecinos se quejan
Después de los pocos
talentos
musicales
destapados por la
empresa Apple, que es
comandada por The
Beatles (la galesa
Mary Hopkin despunta
con “Those Were The
Days”, y el conjunto
Badfinger con “Come
And Get It”, escrita
por Paul McCartney),
los cuatro de Liverpool
sienten que están tirando el dinero con élla; otro motivo extra para la discordia que se acentúa
86
mucho más en 1969. Para intentar salvar el espíritu de la banda, McCartney intenta rescatar el
sonido del directo crudo del grupo, aquél con el que triunfaran en los años de Hamburgo y The
Cavern, por eso el título del próximo álbum, Get Back, una vuelta a los orígenes. A la vez que
se graba el disco, se filman las sesiones de grabación, para después editarse en forma de
documental sobre la forma de trabajo del grupo. Pero las cosas empiezan a complicarse. Por
primera vez desde 1962, las labores de producción no son asignadas a George Martin, que
muchos ven como uno de los últimos nexos que mantiene al grupo unido, y en algunas
sesiones (como puede verse en el propio filme) las pocas conversaciones entre la banda se
vuelven muy tensas, como por ejemplo en la que McCartney reprocha la forma de tocar de
Harrison en una de las canciones, y más que un documental sobre el desarrollo de un álbum
parece la “crónica de una muerte anunciada”. Para intentar relajar las sesiones, traen a un
organista que habían conocido en Hamburgo, Billy Preston, para que ayude a los chicos a
completar el proyecto Get Back; es el primer músico del exterior que es acreditado con The
Beatles para grabar un LP entero con ellos. La cosa funciona, ya que se puede palpar, incluso,
el sentido de humor de antaño. Para el final de la película, y quizá porque todos piensan que
va a ser el último trabajo de la banda, piensan en localizaciones grandiosas para realizar un
último concierto que quede grabado: el desierto, en un barco o frente a las pirámides de
Egipto. Pero debido a que el tiempo se hecha encima y a la pereza de los componentes,
deciden que se realice en la azotea del edificio de oficinas de Apple, en el 3 de Saville Row. El
mítico concierto se realiza sin previo aviso, con el único conocimiento de los más allegados,
sobre la hora de comer del 30 de enero. Los viandantes miran al cielo con curiosidad. Sin
embargo, el elevado volumen alerta a la policía que sube a ver lo que ocurre, pero sólo queda
en un aviso. Algún beatle diría años más tarde que hubiera sido un gran final para el filme el
que hubieran sido arrestados mientras tocaban. Después de acabar las sesiones, los
integrantes de la banda muestran poco interés por las cintas, deseando grabar un último disco
bajo la producción de George Martin, perdiendo así la esencia del proyecto Get Back, que
queda sin publicarse.
Está en verde… para los coches
Para el siguiente disco, Abbey
Road, le piden a Martin una
oportunidad por los viejos
tiempos, cuando The Beatles
eran el mayor foco de
creatividad musical. A pesar de
estos buenos propósitos, cada
beatle utiliza a sus compañeros
como meros músicos de sesión.
A grandes rasgos, se trata de un
disco en el que el esqueleto de
cada cara es ideado por Lennon
(cara A, con pistas sueltas e
inconexas) y McCartney (once
pistas enlazadas como movimientos de una ópera). Es un disco exquisito, aunque por destacar
algunas canciones: “Come Together”, “Something”, “Octopus’s Garden” (la mejor de Starr),
“Here Comes The Sun”, “Beacause” (inédita e inmaculada superposición de armonías a tres
voces: Lennon, McCartney y Harrison), “Golden Slumbers”, “Carry That Weight” (los cuatro
Beatles cantando en coro como amigos), “The End” (el título lo dice todo; tiran la casa por la
ventana realizando la única demostración de solos para cada uno de los cuatro instrumentos) y
la anecdótica “pista oculta” “Her Majesty”. Suena a despedida y rebosa emotividad, por lo
menos para el oyente. El toque simplista de la carátula, con el paso de cebra más famoso del
87
mundo, que por cierto reaviva un poco más el movimiento paranoico de “Paul está muerto”
(sale cruzando el paso de cebra descalzo, con los ojos cerrados y con el paso cambiado
respecto a los otros tres Beatles), nos deja una de las joyas imprescindibles del rock y que
adelanta el sonido de los setenta.
Este mismo año, la pareja musical paralela que
forman John Lennon y Yoko Ono, The Plastic
Ono Band, publica el mayor himno a la paz
conocido hasta el momento con “Give Peace A
Chance”, inspirado por una melodía hindú.
Como dato anecdótico, McCartney figura en los
créditos del corte, a pesar de no tener nada que
ver.
Den una oportunidad a la Paz
Un treintañero Marvin Pretz (Marvin Gaye) vive el primero de los dos grandes puntos de
inflexión de su carrera. Tras una larga trayectoria en conjuntos doo-wop (hasta principios de
los 60) comenzó en Motown una andadura iniciada como batería de sesión, y que en 1961 le
situó como solista. Lanzó incontables singles R&B (también duetos) hasta 1967, año en el que
comenzó a cantar junto Tammi Terrell, una asidua del soul. De la afinidad de este dúo nació el
primer sencillo consagrado para ambos: “Ain’t No Mountain High Enough”. Al año siguiente,
1968, Terrell fue diagnosticada de un tumor cerebral, lo que la llevó a abandonar los
escenarios, no sin antes haber dejado material grabado suficiente para un par de años. Ya en
1969 un apenado Gaye decide matizar su registro musical a algo más psicodélico y edita una
joya que había comenzado a tomar forma allá por 1967, “I Heard It Through The Grapevine”,
según muchos es la llave de paso para su futuro musical. Con aproximadamente cuatro
millones de copias vendidas, se convierte en el single mejor vendido de la discográfica Motown
hasta la fecha.
Precisamente, aunque Londres nunca ha sido considerada la cuna del soul, el multitudinario
grupo mestizo The Foundations publica “Build Me Up Buttercup”, que les convierte en estrellas
momentáneas de las listas de uno y otro lado del Atlántico. Debido a desacuerdos de índole
extramusical entre miembros de la banda, la identidad del grupo se perdería en 1970.
Impresiones ante el primer LP de King Crimson
Los que habían sido teloneros de los Stones en el
recital de Hyde Park, King Crimson (Rey Carmesí), sacan
a la venta su primer LP, In The Court Of The Crimson
King. A pesar de ser una pieza más o menos de culto,
suele ser reconocido como el primer vestigio
puramente de rcok progresivo, lo que le convierte,
también, en uno de los álbumes más influyentes de la
música de la década. El estilo de esta banda británica
es una vuelta más de tuerca a lo que ya había
comenzado pocos años antes Frank Zappa con The
Mothers Of Invention, pero regodeándose en letras
más tétricas y con un marcado énfasis en la faceta de la
improvisación musical. Como anécdota, King Crimson y
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The Moody Blues son los únicos conjuntos que en esta época tocan el melotrón en sus
actuaciones en directo. Puede considerarse al melotrón como el precursor del sampler, ya que
usa loops de cinta pregrabados para emitir sus sonidos.
A pesar de unos inicios algo dubitativos con el mítico Al Kooper al frente, la nueva banda
neoyorquina Blood, Sweat & Tears opta por un estilo que conjuga perfectamente soul, blues,
rock y, lo más novedoso, jazz. Algún musicólogo los ubica en algo así como “big band del rock”,
y lo cierto es que no está nada desencaminado, porque en ocasiones pueden sonar al estilo
Sinatra, pero no es lo predominante en su sonido. Además de ser excelentes instrumentistas
gozan de una racha de creatividad que les lleva a publicar su álbum más condecorado, Blood,
Sweat & Tears, en el que se encuentran exquisiteces como “Spinning Wheel” (quizá la más
reconocible) y “When I Die”.
Los veteranos The Ventures, casi repudiados como todos aquellos que se habían subido
antaño a la ola del surf rock, vuelven puntualmente a las listas con el mítico “Hawaii Five-O”,
perteneciente a la banda sonora de la homónima serie que empieza a emitirse este año en los
EE.UU. No es la primera (ni la última) vez que la banda triunfa en temas para la pequeña y gran
pantalla: James Bond, Batman, etc. A partir de aquí serían olvidados en su tierra natal para ser
mejor valorados en tierras niponas.
Y mientras tanto, B.J Thomas es catapultado a la fama con “Raindrops Keep Falling On My
Head”, de Burt Bacharach, mueren bandas, como The Animals, y nacen otras como Genesis.
Pero uno de los nacimientos musicales más importantes es el del conjunto inglés Led Zeppelin.
Después de la marcha de Jimmy Page de The Yardbirds, comienza a reclutar a los integrantes
de esta nueva banda londinense: John Paul Jones (bajista y teclados), Robert Plant (vocalista) y
John Bonham (batería). Sin apenas mucho tiempo de aclimatación, el grupo sale de gira por
Europa para acabar algunos recitales que ligaban contractualmente al antiguo grupo de Page, y
después meterse en el estudio a grabar su primer disco. Page es y será el productor de la
banda, con plenos poderes artísticos. Led Zeppelin I se puede encuadrar en el hard rock, pero
naciendo desde el blues más
elitista, lo que les distingue de
otros grupos como The Who, el
más similar en cuanto a
virtuosismo
y
calidad.
Precisamente ese salvajismo
sobre el escenario en una
primera gira por EE.UU. (Nueva
York) provoca que el público se
fije en este primer álbum en el
que se pueden oír temas como:
“Communication Breakdown” y
“Good Times Bad Times”, que
llevarían
a
muchos
a
encasillarlos desde el principio
en el heavy metal, aunque la
banda tocara más subgéneros
del rock. Para finalizar el año,
sin darle demasiados vueltas a
la madeja, publican un segundo
LP, Led Zeppelin II, que mejora
con creces lo escuchado en el primero.
Consejo: No montéis en un Zepelín de plomo
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El camino escogido por la banda es el que se dirige a la oscuridad y lo luctuoso. “Ramble On”
(viaje por un folk más que peculiar), “Heartbreaker” (con un solo de Page que provoca mareo)
y la majestuosa “Whole Lotta Love”, con unos riffs que parecen balas silbando y ritmos tribales
que la convierte en una obra maestra. Robert Plant, con una peculiar y desgarradora voz que
parece que va a romperse en cualquier momento, se convierte así, en cosa de un año, en una
de las voces más características del panorama rock, como un caprichoso registro masculino de
Janis Joplin.
Para inmortalizar más aún la película Midnight Cowboy (Cowboy De Medianoche), Harry
Nilsson, que ya había trabajado años antes para Phil Spector como autor, le añade a la banda
sonora “Everybody’s Talkin’”, un toque perfecto que habla de la marginación de los
protagonistas del filme, Jon Voight y Dustin Hoffman. Ésta última canción, junto a “Without
You” (1971) son las piezas clave de la carrera del artista neoyorquino.
Creedence Clearwater Revival (CCR), antes llamados The Golliwogs, empiezan a ganar
reconocimiento internacional después de varios años de música a nivel “amater”. Crearían un
estilo musical propio, el swamp rock, una mezcla de folk-rock, country y hard rock. Con este
flamante nuevo estilo publican en 1969 una lista de hits que prácticamente abarca sus
mayores éxitos, pues el grupo desaparecería a finales de 1970: “Proud Mary” (marca un antes
y un después en la música, sorprendiendo al propio Bob Dylan), “Bad Moon Rising”, “Fortunate
Son” y “Lodi”. El año siguiente, antes de que la tensión entre John Fogerty y el resto de
componentes fuera
insufrible, CCR edita
otras dos canciones
de
gran
éxito:
“Who’ll Stop The
Rain?” (el sonido
más dulce de la
banda) y “Molina”,
simple y pegadiza.
Las cualidades tan
atemporales de este
estilo musical (no es
una mera moda)
serían cruciales en la
constante
radiodifusión de la
banda,
incluso
décadas posteriores a la disolución.
Creedence Clearwater Revival: rock rural
Sly And The Family Stone se había creado como grupo multirracial en 1967, bajo el liderazgo
de Sly Stone, pero no logran reconocimiento global hasta esta fecha. Se puede decir que son
los encargados de transmitir un nuevo estilo musical a las masas llamado funk, mezcla de soul,
R&B y jazz. Precisamente, la percusión toma las riendas de esta rama musical, en particular el
ritmo percutido del bajo y la técnica de slap, en la que se presionan las cuerdas hacia adentro.
Con Stand! se consigue esa mencionada repercusión que les transforma en pioneros. Los
cortes “Stand!” (un góspel de nueva generación), “I Want To Take You Higher” (pocas veces la
armónica se “cuela” de forma tan sublime en el funk) y “Everyday People” son los encargados
de abanderar esta obra que tanto influiría en la década siguiente. A pesar de recibir presiones
de Los Panteras Negras de que expulsaran a sus integrantes de raza blanca, no ceden y, más
aún, se sitúan en el centro de la lucha contra el racismo, por eso muestran un nexo entre el
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moribundo movimiento hippie y una nueva época de tolerancia que se difundía a través de la
música de baile o “moderna”.
The Jackson 5, con un Michael Jackson en “blanco” y negro
Una de las bandas familiares
más populares de la música salta
al estrellato mundial este mismo
año, precisamente a través del
R&B y del funk: The Jackson 5. El
grupo, como tal, había surgido a
principios de los 60, dando
espectáculos soul por toda
Indiana y otras zonas de EE.UU.
La tiranía del mánager, exboxeador y padre de estos
adolescentes de raza negra,
Joseph
Jackson,
consiguió
rápidamente reunir a estos cinco
hermanos para sus objetivos
lucrativos. Con “I Want You
Back” y “ABC”, ambas de 1969,
con un sonido muy fresco,
consiguen poner al “sonido
Motown” otra vez en lo más alto
y rivalizar de forma directa con
sus admirados Sly & The Family
Stone. La discográfica se encarga
de publicitar, sobre todo, a dos
de sus miembros: Jermaine y
Michael,
las
dos
voces
principales. El desfasado concepto de teen idol que había predominado hasta principios de la
década es sustituido progresivamente por las bandas adolescentes que atraen de forma
masiva al público más joven, y este es uno de los máximos referentes, no sólo de la época, sino
de toda la historia de la música. En este nuevo concepto prima, además de una música
pegadiza y comercial (que no siempre va reñido a la idea de calidad musical), los bailes y
coreografías de los intérpretes, como ya había ocurrido antaño con figuras como James Brown.
Este matiz ratifica al jovencísimo Michael (Jackson) como la cabeza más visible de The Jackson
5. Posteriormente, la presión dañina del padre de los muchachos causaría una mella
irreparable en el grupo que traería problemas psicológicos a muchos de sus componentes, y
que sería un factor para la progresiva disolución de la banda desde mediados de los 70,
perdiendo la chispa inicial y el tirón comercial.
Nos alejamos un poco del funk y volvemos con el punk, que según avanzan los años se va
volviendo un género más agresivo y maduro, parece una contradicción, pero no. The Stooges
recogen el testigo de MC5 para publicar su álbum debut: The Stooges. El hecho de que el punk
no sea aún un estilo de música que mueva a las masas, provoca el fracaso comercial del citado
LP. Se puede observar (escuchar) cómo se recogen influencias de los mismos MC5, del “sonido
más sucio” de The Velvet Underground, e incluso de la psicodelia. A pesar de ser un debut algo
esquivo para la mayoría de oyentes, pueden encontrarse perlas del género como “I Wanna Be
Your Dog”. Otro de los aspectos atractivos de la banda es sus actuaciones en vivo, con las
extravagancias de Iggy Pop sobre el escenario.
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Después de su periplo “cinematográfico”, Simon & Garfunkel tienen en 1969 su año de gracia.
Demuestran estar en plena forma artística y nos deleitan con un surtido exquisito de canciones
que barren distintos estilos sonoros dentro de su propio catecismo. “Bridge Over Troubled
Water” es posiblemente su mejor canción, utilizando uno de los mejores coros de toda su
carrera, por no contar la genialidad de la
lírica de Paul Simon y el crescendo que
llega a lo más profundo del buen gusto
musical. “Cecilia” es el toque más amable
de ambos músicos, con un ritmo que se
mantiene durante toda la canción y
sumerge al que escucha. “The Boxer” es
una reflexión sobre la soledad desde lo
más gris del alma. “El Condor Pasa (If I
Could)” es el rescate del sonido andino
venido a más en las cualidades de la
música contemporánea, un guiño a las
culturas ancestrales y a lo latino. Todas
ellas son recopiladas, a pesar de grabarse
este año, en el álbum de 1970 Bridge Over
Troubled Water, el quinto y último LP de
estudio del dúo, y posiblemente el mejor
de todos ellos.
El “monstruo de dos cabezas”
A pesar de que el boom inicial de la experimentación psicodélica deja el listón creativo muy
alto, The Who crea la ansiada ópera rock que habían estado buscando, Tommy. Es la primera
vez que la banda publica un LP enteramente experimental, con la inclusión de otros
instrumentos como piano, órgano, trompetas, etc. Se sacan algunos singles del mismo
(“Pinball Wizard”), pero el concepto del disco se despliega como una historia de principio a fin,
la que narra la vida de un chico llamado Tommy que nace tras la Primera Guerra Mundial, con
su padre, el Capitán Walker, perdido en combate. Tras la vuelta del padre de Tommy en 1921,
el nuevo amante de la madre es asesinado
por el capitán, y mientras el joven Tommy ha
visto el suceso, es obligado a creer que no ha
visto ni oído nada. Este trauma le dificulta su
capacidad de comunicación, y los padres
intentarán curarle de muy diversos modos,
pero sin éxito. Al final, tras los continuos
abusos de gente cercana al chaval, y después
de que la madre rompa un espejo que
simboliza una cárcel para la conciencia del
muchacho, Tommy es “liberado” y se
autoproclama gurú, y ayudará a la gente que
tenga la misma discapacidad que él había
padecido. El principal autor de la obra es Pete
Townshend (con alguna colaboración de John
Entwistle), cuya obsesión por las óperas
adaptadas al rock no acabaría tras esta obra
maestra. En 1975 se realizaría una adaptación
cinematográfica de la trama de Tommy,
aunque variando algunos aspectos de la
historia original.
“¿Y cuál de éstos dices que es el director de orquesta?”
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Algo que comúnmente ocurre en la historia del rock, es la desintegración de conjuntos que dan
como fruto otros nuevos; éste es el caso de Crosby, Stills & Nash. Crosby, exmiembro de The
Byrds, Stills, exmiembro de Buffalo Springfield y Nash, exmiembro de The Hollies, encuentran
de manera fortuita que sus voces se conjugan de una manera muy versátil, tomando el relevo
a bandas como The Beach Boys, como
uno de los mejores grupos vocales. En
este año publican sus tres primeros
éxitos: “Marrakesh Express”, “Wooden
Ships” y la sublime “Suite: Judy Blue
Eyes”, en la que incluso se pueden oír
palabras en castellano en la coda, en un
“éxtasis caribeño”. Los temas citados
pertenecen al LP Crosby, Stills & Nash,
uno de los mejores álbumes debut de
folk-rock, junto a Music From Big Pink
de The Band, en 1968. A pesar de que
Nash es inglés, el público americano
pronto hace “suyo” al grupo, que es
considerado como californiano, por la
procedencia del resto de los
componentes.
Apartamento para tres
Al igual que el Monterey Pop Festival había supuesto en 1967 un punto de inflexión en el arte,
la política y el sentimiento social, el Woodstock Festival, aparte de suponer la continuación de
los valores del Verano Del Amor, se convierte en el
último gran festival de temática hippie y, quizá, en el
más importante de la historia del rock. El evento se
desarrolla durante tres días (15, 16 y 17 de agosto) en la
granja de Bethel, en Nueva York, aunque inicialmente
estuviera organizado para celebrarse en Woodstock,
Ulster County. Se dan cita alrededor de un millón de
personas, lo que propicia focos de delincuencia y
carencias sanitarias, sumado a las drogas alucinógenas,
detalles de la cultura oriental (Meditación
Trascendental, Yoga, etc.) y “amor libre”, que corren
como la pólvora por toda la finca del festival. Por el
módico precio de 18 $ al día, uno se mete de lleno en el
transcurrir y evolucionar de la música del siglo XX. Si os
parece, hagamos un desglose cronológico del festival
con sus participantes y curiosidades:
Viernes, 15 de agosto: Día del folk
“3 días de Paz, Amor y Música”
Alrededor de las cinco de la tarde, empieza el festival con el recital del músico folk Richie
Havens, quien retoma algunas composiciones de The Beatles como tributo a la banda (“Hey
Jude”, “Strawberry Fields Forever”). Sweetwater recoge el testigo con un estilo muy similar,
aunque con briznas de jazz. Algo más ácida es la actuación de los escoceses The Incredible
String Band, que a pesar de pertenecer al rincón más desconocido de la música, sirve de
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influencia para futuros músicos. Aunque el gran éxito del año de Bert Sommer es “We’re All
Playing In The Same Band”, el músico estadounidense que había participado en el “Hair” de
Broadway y, también, puntualmente como vocalista de The Left Banke, ofrece un repertorio
de diez canciones, entre las que no se encuentra la mencionada. Después, una hora de Tim
Hardin e improvisación, puesto que sólo toca dos canciones: “If I Were A Carpenter” y “Misty
Roses”. Ravi Shankar también se une a la fiesta, con un show de sitar bajo la lluvia, único.
Melanie empieza a trabajarse la fama desde este festival, aunque su mayor éxito llegaría
meses más tarde con una versión de “Ruby Tuesday”, de The Rolling Stones. Para añadirle un
toque algo políticamente incorrecto a la noche, Arlo Guthrie trae algo de canción protesta.
Para terminar el primer día de festival, una embarazadísima Joan Baez (de más de seis meses)
sale al escenario a dar uno de sus más íntimos recitales.
Sábado, 16 de agosto: Día de la psicodelia
Los hermanos Cole abren el sábado; su banda es Quill. Como anécdota, Keef Hartley, quien
había sustituido años antes a Ringo Starr tras su marcha de Rory Strom & The Hurricanes
(etapa pre-beatle), y su banda aparecen en escena con un sonido más clásico y “elegante” que
el de muchos compañeros de cartel. Country Joe McDonald sirve otra ración de anti-belicismo
con alusiones a Vietnam, como ya hiciera en el Monterey Pop Festival. John Sebastian se
publicita aquí tras su marcha de The Lovin’ Spoonful el año anterior. La banda de hard rock
Mountain no acumula muchos conciertos anteriores a éste, por ello la mayoría de las
canciones que tocan son versiones, como “Blue Suede Shoes”; aún así, a finales de año
empiezan a gestar su canción más importante, “Mississippi Queen”. Para darle algo de
“ambiente” a la tarde, Janis Joplin y su nueva banda, The Kozmic Blues Band, se dejan la piel (y
la voz), como es habitual en Joplin y todo lo que la rodea; su actuación se convierte en uno de
los momentos más importantes del festival, principalmente la interpretación de su
archifamosa “Piece Of My Heart”. Una de las actuaciones con más problemas técnicos es la de
Grateful Dead, que se juegan el pellejo en una de sus ya famosísimos conciertos jam, al notar
problemas eléctricos en los instrumentos. Los
cuatro siguientes en aparecer en escena se
consideran casi toda la cabeza de cartel:
Creedence Clearwater Revival y su arsenal de hits
(“Proud Mary”, “Bad Moond Rising”, etc) se
meten al público en el bolsillo enseguida. Sly &
The Family Stone dan al público un sonido distinto
a todo lo que había pasado ya por el festival.
Después, vienen The Who y el espectáculo más
largo de todos, con 25 canciones interpretadas,
muchas de ellas del recién publicado Tommy,
además de sus grandes éxitos; otro de los
momentos cumbre. Los últimos en aparecer el
sábado son Jefferson Airplane, que habían tocado
poco antes en un multitudinario concierto
gratuito de Central Park, y son los encargados de
poner el broche con su “música matutina para
maniacos”, como alguien definiría este momento.
Joplin calienta motores en el festival
Domingo, 17 de agosoto: Folk vocal y despedida eléctrica
Tras una breve introducción instrumental de la banda que acompaña siempre a Joe Cocker,
The Grease Band, el inglés interpreta nueve canciones, de las cuales cabe destacar el momento
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en el que canta su propia versión de “With A Little Help From My Friends”, con esa mezcla de
góspel y soul que la hace única. Después de la actuación de Cocker, una tormenta impide el
desarrollo del festival durante unas horas, cuando sale a escena (otra vez) Country Joe And The
Fish, que después de actuar el día anterior aparece ahora con su banda. Después, vienen los
ingleses Ten Years After y The Band, que encajan perfectamente con la estética característica
de Woodstock, que además es una de las mayores diferencias con el de Monterey, este nuevo
sonido folk. Tras estas actuaciones y rondando ya la medianoche del domingo, se realiza un
“paréntesis bluesero”, con las actuaciones de los ya conocidos Blood, Sweat & Tears y de
Johnny Winter. Los siguientes son Crosby, Stills & Nash, que dividen su espectáculo en dos: la
parte acústica y la eléctrica. Sorprende la aparición de otro ex de Buffalo Springfield, Neil
Young, que les acompaña durante todo el set y que sería el caldo de cultivo para la próxima
formación de Crosby, Stills, Nash & Young. Bien entrada la madrugada, sobre las cuatro, toma
el relevo Paul Butterfield Blues Band y su característico sonido blues sobrenatural de
harmónica. Los encargados de telonear el final del espectáculo son Sha Na Na, un toque
nostálgico del rock de finales de los 50 y principios de los 60. Y el elegido para acabar con tres
días de ensueño es The Jimi Hendrix Experience que, tras la marcha de Noel Redding de la
banda, es rebautizada por Hendrix como Gypsy Sun And Rainbows. Tras dos horas de recital
con un Hendrix en pleno estado de gracia (la mañana del lunes ya era un hecho, lo que
provoca que algo menos de 200.000
personas sean los que presencien este
histórico show), sorprende a todos con
una intro de “Purple Haze” que utiliza el
himno de EE.UU. de una forma muy
“sucia” y ultradistorsionada, como
protesta hacia la Guerra De Vietnam.
Todo acaba con “Hey Joe”. También es
una actuación importante para Hendrix
por ser una de sus últimas antes de su
prematuro fallecimiento al año siguiente.
“Va por ustedes”
Del cartel planeado inicialmente hay muchos artistas y grupos que se “caen” por una u otra
razón. Las actuaciones canceladas más sonoras son las de: The Jeff Beck Group, a causa de la
ruptura de la banda poco antes (seguramente hubiera sido planeada su actuación antes de la
de Hendrix, como enlace de superguitarristas, de Jeff Beck a Hendrix), los canadienses
Lighthouse, Joni Mitchell y Iron Butterfly. Otros, sin embargo, rechazan desde un principio la
invitación de participar: Mind Garage (a punto de desaparecer), Clarence White, Free, Spirit,
Paul Revere & The Raiders, Tommy James And The Shondells, The Moody Blues, Procol Harum,
The Mothers Of Invention con Frank Zappa, Jethro Tull, Led Zeppelin, The Doors, Bob Dylan
(prefiere reservarse para el Festival de la Isla de Wight, con algo menos de trascendencia a
posteriori, que se celebra durante 1968, 1969 y 1970, siendo éste último el de mayor
repercusión, como se verá posteriormente) y The Beatles, que no acuden como resultado de la
falta de comunicación más que evidente que hay entre los cuatro de Liverpool.
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Para definir con una canción el sentimiento de muchos de los que presencian este
acontecimiento, podemos utilizar una de las se escuchan en la introducción de Joan Baez: “Oh
Happy Day”, himno góspel popularizado por The Edwin Hawkins Singers a finales de 1967.
200 personas, según las fuerzas del orden…
Si volvemos a España, podemos ver cómo se va más o menos a la par con la moda funk (es algo
novedoso que en España la moda por un estilo musical vaya de la mano con los demás países
occidentales). El hecho que lo demuestra es la canción “Venus”, de los holandeses Shocking
Blue.
También tiene cierta relevancia el segundo gran éxito
de España en Eurovisión con “Vivo Cantando”, que
interpreta Salomé y que consigue poner a España en
el primer puesto, compartido con Francia, Holanda y
Reino Unido.
Empate técnico en Eurovisión
Miguel (Mike) Ríos toma prestada la Novena Sinfonía de Beethoven para crear el mayor éxito
de toda su carrera, “El Himno A La Alegría”, que además es el himno instrumental de lo que
sería la Unión Europea. Se llegan a vender más de diez millones de copias por todo el mundo.
Quizá esta canción sea la referencia española del rock sinfónico.
Y hablando de rock sinfónico, y al estilo Procol Harum, Los Módulos, banda experimental
madrileña, publican “Todo Tiene Su Fin”, un meláncólico anticipo de rock progresivo en
España, un estilo que aquí sería poco seguido comparado con otras ramas del rock.
Pero también tiene su sitio en el panorama musical la parte más comercial del negocio.
Podemos enumerar a Fórmula V con “Cuéntame”, Los Payos con “María Isabel” (utilizado por
muchos como ejemplo de “canción del verano”), “Es Muy Fácil”, de Los Mitos, y “El Baúl De Los
Recuerdos”, de Karina. Saliéndonos un poco por la tangente, la copla también recibe uno de
sus grandes éxitos con “Mi Carro”, de Manolo Escobar.
La radio-fórmula en España había nacido en 1966 con Los 40 Principales, pero uno de los
principales motores que hacen que la “música de fuera” (y también la “de dentro”) sea
difundida por las ondas, sin tapujos y con mayor exquisitez crítica que la acostumbrada en esta
época, es el navarro Joaquín Luqui, pilar fundamental de la sabiduría musical en este país; igual
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de importante que la huella, más elitista, que el tripulante (ovetense) de aviación comercial
Ángel Álvarez y su programa Vuelo 605 dejan en las ondas españolas. Este programa empieza a
ganar cada año más popularidad, desde que comenzaran sus emisiones, a finales de 1963.
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