El imperialismo y la expansión colonial.

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El imperialismo y la expansión colonial.
A lo largo del siglo XIX, y sobre todo a finales, Europa inicia un proceso de expansión territorial que le lleva a ocupar gran parte
de Asia y casi toda África. Las causas son evidentes, la segunda revolución industrial ha triunfado en las principales potencias
y se necesitan materias primas baratas, mano de obra casi esclava y lugares donde colocar los excedentes de productos y
capitales. Como podemos deducir es la burguesía la principal beneficiada. Sin embargo estos argumentos casi no aparecen
ante la opinión pública, en su lugar una exaltación patriótica (nacionalismo) que toca la fibra sensible de la gente hace que
todos los ciudadanos cierren filas en esos proyectos nacionales. La consecuencia más evidente de todo esto es la rivalidad
entre los países europeos, y estas tensiones llevarán, en parte a la I Guerra Mundial. Por otro lado, el dominio europeo hace
que la cultura occidental se asiente en gran parte del mundo contribuyendo a lo que hoy llamamos globalización al aniquilar
gran cantidad de culturas y formas tradicionales. Que el fenómeno no se circunscribe a Europa se demuestra con la sutil
dominación económica sobre algunos territorios por parte de Japón y EE.UU. que también han realizado su revolución
industrial.
Se conoce como imperialismo al proceso por el cual los países europeos desde mediados del siglo XIX iniciaron la ocupación y
explotación de inmensos territorios en África y en Asia. La palabra viene de los grandes imperios que crearon países como
Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Alemania... Podemos decir que uno de los motores principales del imperialismo es la exaltación
del nacionalismo en los estados europeos, nacionalismo que, casi siempre, encubre los verdaderos motivos que son los
económicos.
1. Las causas del imperialismo.
Son muchas las causas que influyen en el surgimiento de este fenómeno de expansión territorial, citaremos las más
importantes:
a) Causas económicas Son las más destacadas. Los países europeos necesitan materias primas baratas para abastecer sus
industrias, y estos países subdesarrollados son los que producen esas materias. Además buscan un lugar donde colocar los
productos industriales sobrantes, es decir, buscan mercados
Para algunos autores la conquista de estos territorios es también una válvula de escape para el fuerte crecimiento de la
población como consecuencia de la revolución industrial, la presión demográfica hace que “sobre” gente y que muchos se
vayan a vivir a estos nuevos territorios.
b) Políticas. La exaltación del nacionalismo lleva a intentar imitar la grandeza de los grandes imperios del pasado, esta idea se
convierte en una obsesión para los países colonizadores El colonialismo es cuestión de prestigio nacional, todos los países se
juegan mucho en Europa y todos quieren ser la potencia más fuerte del continente, para ello el conquistar nuevos territorios se
convierte en una ocasión propicia para realizar grandes empresas militares y nuevas glorias para la patria. La burguesía en el
poder utilizará esta potente arma (el nacionalismo) para unir a todo el pueblo frente a la nación rival. El conquistar territorios es
una manera de ser fuertes y temidos. Por otra parte existen motivos estratégicos que hacen que una potencia se apodere de
un territorio clave para el control de las rutas comerciales o para impedir el acceso a una zona del enemigo.
c) Demográficas. El espectacular aumento de la población europea como consecuencia de las revoluciones industriales hace
que unos cuarenta millones de personas se desplacen a nuevos territorios. En muchos casos la ocupación militar de un
territorio se produce después de un asentamiento de pobladores. Como vemos el poblar nuevos territorios se convierte en una
válvula de escape para aliviar la superpoblación del viejo continente.
d) Ideológicas. Como causas ideológicas que favorecen la expansión colonial encontramos los motivos religiosos. Un gran
número de misioneros católicos y protestantes acuden a evangelizar estas tierras para lograr la “salvación” de la población
nativa, considerada como salvaje. Estos misioneros serán la avanzadilla de una posterior ocupación militar. También hay
organizaciones humanitarias que tratan de ayudar a estos pueblos llevándoles los adelantos de la sociedad industrial:
máquinas, medicinas. Por otra parte hemos de señalar el interés que suscitan en Europa las civilizaciones lejanas y los países
exóticos, esto hace que muchos europeos se sientan atraídos por esos territorios y se lancen a la exploración de ríos y montes
desconocidos, las manchas blancas en los mapas van a ir borrándose poco a poco. En este punto hemos de hablar del papel
de las Sociedades geográficas que se constituyen en muchos países europeos con la misión de estudiar África y financiar
exploraciones al interior del continente que favorecerán la posterior ocupación.
2. Las formas de dominación colonial. La expansión colonial europea presentó distintas formas de dominación. Las colonias,
en su aspecto político, podían ser consideradas de varios tipos:
a) Las colonias propiamente dichas, es decir, territorios gobernados por funcionarios designados por la potencia
administradora.
b) Los protectorados, eran territorios en los que se mantenía el gobierno indígena, en los aspectos internos, bajo la
supervisión de la potencia ocupante y sometido a ella. La política exterior y el ejército eran controlados por la metrópoli.
c) Los territorios metropolitanos, la colonia formaba parte del país colonizador (metrópoli) y se organizaba como una
provincia más, con las mismas instituciones que cualquier provincia francesa, por ejemplo. En su aspecto económico las
colonias podían ser de poblamiento o de explotación, en el primer caso la potencia colonizadora facilitaba el asentamiento de
colonos europeos, en el segundo las colonias eran objeto de un intenso saqueo y expolio por parte de las compañías
capitalistas. Otro tipo más sutil de colonización es la financiera, países que acumulan grandes capitales invertirán en países
pobres y con ello aumentará la dependencia económica con respecto al colonizador, un caso claro de lo que estamos diciendo
es la dependencia económica de los países hispanoamericanos con respecto a los Estados Unidos.3. Los imperios coloniales.
Aproximadamente los países europeos empiezan a conquistar África desde 1830 (Portugal conservaba posesiones anteriores)
pero esa ocupación es muy superficial y a menudo centrada en el dominio de las costas. Pero será en el Congreso de Berlín
del año 1885 cuando las potencias europeas se sienten a negociar y repartirse África, las posesiones costeras se tomaron
como base para la reclamación de los territorios interiores. En 1914 sólo quedaban en África dos países independientes:
Etiopía y Liberia. Los ingleses crearon un vasto imperio colonial que se extendía por todos los continentes, en América
conservaban el Canadá, Jamaica...; en África eran dueños de una franja de territorios que de norte a sur llevaban de Egipto a
Suráfrica: Egipto, Sudán, Kenia... y, además, Gambia, Sierra Leona, Nigeria... es de destacar que al ser derrotada Alemania en
la I Guerra Mundial muchas de sus posesiones pasaron a Gran Bretaña. En Asia poseía zonas muy amplias en Oriente
Próximo (Palestina, Siria, Líbano, Iraq...) India, Birmania, Singapur... Todas estas posesiones se completaban con Australia y
Nueva Zelanda. El imperio francés se extendía por algunas zonas de América e islas de Oceanía, pero se centraba en África y
el Sudeste asiático. En África era dueña de Argelia, casi la mitad del Sahara, Camerún (antiguo territorio alemán), Congo... y en
el Sudeste de Asia poseía Indochina (Laos, Vietnam y Camboya). Frente a estos dos imperios existían otros de dimensiones
más reducidas. España poseía el Sahara Occidental, norte de Marruecos y Guinea Ecuatorial. Portugal Angola y Mozambique.
Bélgica el Congo... Fuera de Europa los Estados Unidos actuarían de una manera imperialista en la guerra con España de
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1898, en esta contienda adquirió Puerto Rico, Filipinas y una gran influencia sobre Cuba. El imperialismo americano se
manifestó más que con la expansión territorial con el dominio económico de los países subdesarrollados de América. Japón,
con un territorio muy reducido y carente de materias primas, también va a iniciar un proceso expansivo, esta política le llevó a
la guerra con China (1894) y con Rusia (1904), como consecuencia de ellas se extendió por Corea y los archipiélagos
cercanos.
4. Consecuencias del imperialismo colonial.
La expansión europea produjo la europeización del mundo y que tengamos hoy en día una civilización global, lo cual no tiene
porqué ser solamente positivo. Las consecuencias de la ocupación de estos territorios son positivas o negativas según quién
cuente la historia, si son los pueblos europeos o si son los pueblos sometidos.
a) Consecuencias positivas.
* Entre estas habría que citar el incremento de la población en los países ocupados debido a la erradicación de epidemias y la
consiguiente reducción de la mortandad a causa de las medicinas llevadas por los europeos. El aumento demográfico se
justifica también porque estos países servían para descongestionar de población a los países europeos.
* Otra sería el aumento de los cultivos y la introducción de otros lo que hizo que aumentara la producción agrícola, aunque
fuera para abastecer al país colonizador.
* El descenso del analfabetismo y la expansión de la cultura occidental, esto produjo la desaparición de la estructura tribal
de esas sociedades e incluso en algunos casos la pérdida de su identidad cultural; como vemos una consecuencia positiva
suele conllevar una negativa. * Para los países europeos les resultaba beneficioso este dominio ya que obtenían materias
primas muy baratas y con una mano de obra prácticamente gratuita.
b) Consecuencias negativas.
Frente a todo lo anterior no podemos negar que fue una forma abusiva de explotación y sometimiento de unos pueblos
atrasados por otros más avanzados. Veamos esas consecuencias negativas:
* Las poblaciones indígenas sufrieron el expolio de sus tierras por parte de los colonizadores.
* Los colonizadores provocaron, en muchos casos, la destrucción de la lengua y la cultura de los colonizados y de su
sociedad tradicional.
* Las fronteras que establecieron los europeos serían totalmente arbitrarias, sin tener en cuenta a los pueblos indígenas.
Cuando estos países se independicen serán esas fronteras las que se mantengan y dentro de los nuevos países se darán
tribus enemigas desde tiempos inmemoriales (véase el caso de Ruanda y Burundi con los enfrentamientos de hutus y tutsis) y
una misma tribu se verá repartida entre varios estados distintos.
* En muchos casos habrá una fuerte segregación racial por parte de los europeos que todavía subsiste hoy en día.
* Los beneficios de la expansión colonial no afectaron por igual a todos los grupos sociales de la potencia colonizadora, en
general sirvieron para el enriquecimiento de la burguesía industrial y financiera.
El Imperio británico
Fue el más extenso de todos, comenzó a formarse en el siglo XVIII, pero alcanzó la madurez durante el largo reinado de
Victoria (1837-1901), impulsado por la acción de sus ministros Disraeli y Chamberlain. Hasta entonces había controlado
fundamentalmente territorios costeros o islas con claras aspiraciones comerciales o estratégicas. Algunos de ellos habían
pertenecido a Francia, Holanda o España: El Cabo en el Sur de África, la isla de Ceilán en el Índico, Malta y Corfú en el
Mediterráneo, Gibraltar y Santa Elena en el Atlántico, etc. La derrota de Napoleón reforzó su posición dominante.
Presencia en el mundo:
Asia
La constitución del imperio británico en Asia fue temprana, en 1885 ya se ha completado. La India fue sin duda el dominio más
importante. Se trataba de una colonia de explotación administrada desde 1777 por la Compañía de las Indias Orientales. Se
convirtió en la principal suministradora de materias primas (algodón, yute, té, etc.). Constituida en el eje del imperio, la
construcción del canal del Suez agilizó de manera notable las relaciones con la metrópoli. Para mantenerla protegida de los
territorios coloniales de otras potencias Gran Bretaña creó en torno a ella una serie de estados tapón, como Beluchistán (en el
actual Pakistán) o Afganistán.
A raíz de la sublevación de los cipayos, soldados indios al servicio de Gran Bretaña, la Corona tomó directamente el gobierno
de la India que había estado dirigido por la citada Cía. de las Indias Orientales.
Otras áreas de dominio británico en Asia fueron Malaca y Singapur; ésta se convirtió en un punto estratégico en las rutas
marítimas. Birmania, que había constituido un protectorado semiindependiente fue anexionada en 1885, lo que supuso la
creación de una vía terrestre hacia China.
En China, que conservó nominalmente la independencia, amplió su influencia tras el tratado de Nankín (1842) que puso fin a la
“Guerra del Opio”. A partir de entonces China se vio obligada a ceder Hong Kong y a abrir cinco puertos costeros al comercio
exterior. Ello dio paso a los llamados "Tratados desiguales" que no sólo permitieron las injerencias británicas en los asuntos
chinos, sino también las de otras potencias como Francia y Estados Unidos. Más tarde, en 1860, por el Tratado de Tient-Sin, el
gran imperio asiático hubo de transigir en la apertura de otros once puertos.
Mediterráneo
En el controló una serie de colonias que jalonaban el camino hacia la India una vez abierto el Canal de Suez. Desde Gibraltar
se sucedieron Malta y Suez. Pronto intervino en Egipto que aunque conservó nominalmente su independencia en realidad fue
controlado por franceses y británicos.
África
En África avanzó desde el sur (El Cabo) intentando enlazar con el Sudán. Cecil Rhodes se anexionó los territorios que llevan
su nombre (Rodesia), hoy repartidos entre Zimbabwe y Zambia.
En esta progresión hacia el norte chocará con los bóers, pobladores de origen holandés establecidos en Transvaal y Orange
así como con la población zulú a la que venció en 1879. Con esta conquista impidió que Portugal pudiera progresar de Oeste a
Este y unir sus colonias de Angola y Mozambique.
Esta expansión se completó con la incorporación de Nigeria, parte de Somalia (1884), Kenia y Uganda.
En el control del valle del Nilo chocó contra la otra gran potencia imperialista de África: Francia.
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Una vez alejado el peligro de una guerra entre ambas potencias tras el "Incidente de Fachoda" (en Sudán), el Imperio Británico
se adueño de una de las áreas más ricas de África: el sur, pródigo en oro y diamantes; y el valle del Nilo (Egipto y Sudán), con
sus fértiles cultivos de algodón. Su control le permitió además proteger las principales rutas que conducían a la India.
Oceanía
Nueva Zelanda fue convertida en colonia británica en 1841 quedando su población indígena, los maoríes, bajo la soberanía de
la metrópoli. Australia fue utilizada durante gran parte del siglo XIX como prisión donde eran destinados determinados
convictos. Estos dominios se completaron con algunos archipiélagos del Pacífico.
La penetración europea se realizó siguiendo las pautas de formación de colonias de poblamiento que sirvieron de drenaje a los
excedentes demográficos británicos y del norte de Europa, provocando en muchos casos la casi total desaparición de las
poblaciones indígenas.
América
Canadá redondeó este imperio universal. Fue convertida en dominio en 1867 siéndole otorgado un amplio grado de autonomía.
Honduras, Jamaica o Guayana constituyeron asimismo posesiones británicas.
PERÍODO VICTORIANO
La Época Victoriana de Gran Bretaña marcó la cúspide de la Revolución industrial británica y el encumbramiento del Imperio
Británico. Aunque se usa comúnmente para referirse al periodo del reinado de la reina Victoria, los historiadores aún debaten si
el periodo comienza realmente con la promulgación del Acta de Reforma de 1832. Esta etapa fue precedida por la Regencia y
termina con la muerte de la reina Victoria.
La reina Victoria tuvo el reinado más largo en la historia de los monarcas británicos, y los cambios culturales, políticos,
económicos, industriales y científicos que sucedieron durante su reinado fueron notables. Cuando Victoria ascendió al trono,
Inglaterra era esencialmente agraria y rural; a su muerte, el país se encontraba altamente industrializado y estaba conectado
por una red de ferrocarril en expansión. Tal transición no fue suave, como tampoco estuvieron libres de incidentes las décadas
anteriores. Las primeras décadas del reinado de Victoria fueron testigos de una serie de epidemias (con mayor impacto el tifus
y el cólera), fallos en la producción de grano y colapsos económicos. Hubo disturbios por el derecho al voto y la derogación de
las Leyes del Maíz, que habían sido creadas para proteger la agricultura inglesa durante las Guerras Napoleónicas al comienzo
del siglo XIX.
El ímpetu de la Revolución Industrial ya había ocurrido, pero fue durante este período que los efectos totales de la
industrialización se hicieron sentir, liderando a la sociedad de masas del siglo XX. La Revolución llevó al aumento de
ferrocarriles a través del país y grandes adelantos en ingeniería, como el sistema de recogida de aguas residuales en Londres
a través de alcantarillas. Se encontraron muchos problemas, pero las aguas residuales se completaron. Después de esto fue
diseñado el Thames Embankment y el Metro de Londres. Durante este mismo período, la red de suministro de agua de
Londres se expandió y se mejoró, y la reserva de gas para la luz y el calor se introdujo en los años 1880.
Durante la Era Victoriana, la ciencia creció hacia la disciplina que es hoy en día. Además del incremento del profesionalismo de
la ciencia universitaria, muchos caballeros victorianos dedicaban su tiempo en el estudio de la historia
natural. La fotografía se inventó en 1839 y en 1900 estaban disponibles las primeras cámaras
portátiles.
Aunque inicialmente llegó en los primeros años del siglo XIX, la luz a gas se difundió durante la Era
Victoriana en industrias, hogares, edificios públicos y calles. La invención del gas incandescente,
en los años 1890, mejoró la producción de luz y aseguró su supervivencia en los años '60s. Miles
de máquinas de gas se construyeron en las ciudades de todo el país. En 1882, la luz eléctrica
incandescente se introdujo en las calles de Londres, aunque fueron necesarios varios años para su
completa instalación en todas partes.
Los descubrimientos de Charles Darwin comenzaron a cuestionar siglos de asunciones sobre el
hombre y el mundo, sobre la ciencia y la historia, y, finalmente, sobre la religión y la filosofía. A medida
que el país crecía, cada vez más conectado mediante la expansiva red de ferrocarril, las pequeñas
comunidades, antes aisladas, quedaron expuestas y economías enteras se trasladaron a las ciudades,
ahora más accesibles.
El periodo medio victoriano también fue testigo de significativos cambios sociales, como el renacimiento de la doctrina
evangélica, al mismo tiempo que una serie de cambios legales en los derechos de la mujer. Aunque carecían del derecho al
sufragio durante la Época Victoriana, ganaron el derecho a la propiedad después del matrimonio a través del Acta de
Propiedad de las Mujeres Casadas, el derecho a divorciarse y el derecho a pelear por la custodia de sus hijos tras separarse
de sus maridos.
SOCIEDAD
Antes de la Revolución Industrial, Gran Bretaña tenía una estructura social muy rígida compuesta de tres clases diferenciadas:
la Iglesia y aristocracia, la clase media, y la clase trabajadora, la más pobre.
La clase más alta era conocida como la aristocracia. Incluía a la Iglesia y la nobleza, teniendo gran poder y riqueza. La
formaban el dos por ciento de la población, y poseían la mayoría de la tierra. Incluía a la familia real, lord Temporal y Espiritual,
el clero, los grandes dirigentes del Estado, y todos aquellos por encima del grado de barones. Eran privilegiados y no pagaban
impuestos.
La clase media la componían los burgueses, la clase media trabajadora. Eran los propietarios de fábricas, banqueros,
propietarios de tiendas, mercaderes, abogados, ingenieros, hombres de negocios, y otros profesionales. Esta gente era a
veces extremadamente rica, pero en circunstancias normales no obtenían privilegios, lo cual les ofendía. Había una enorme
diferencia entre la clase media y las clases inferiores.
La clase baja británica estaba compuesta de dos sectores: la "clase trabajadora" y los "pobres" (aquellos que no trabajaban, o
no lo hacían con regularidad, y recibían la caridad pública). La clase baja incluía a hombres, mujeres y niños que realizaban
diversos tipos de actividades, entre ellos trabajo en las fábricas, costura, limpieza de chimeneas, minería, y otros trabajos. Pero
la clase más pobre y la media tenían que soportar altos impuestos. Esta clase constituía el ochenta y cinco por ciento de la
población pero solo poseía el cincuenta por ciento de la tierra. Las bandas de música municipales y los quioscos de música
fueron populares durante esta época. El quiosco de música es una construcción simple que no sólo crea un lugar ornamental,
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sino que además facilita las necesidades acústicas a la vez que ofrece protección ante el cambiante clima británico. Era común
escuchar el sonido de las bandas mientras se paseaba por los parques. En aquellos tiempos la grabación musical era aún algo
muy novedoso.
Otra forma de entretenimiento que podemos incluir en espectáculos son las relacionadas con los sucesos paranormales, como
la hipnosis, la comunicación con los muertos (por medio de un vidente o canalizador), la invocación de fantasmas, espíritus y
similares. Estas actividades fueron muy populares comparando con periodos más recientes de la historia occidental y se
llevaban a cabo para el mero deleite de las masas y sus participantes.
La literatura también fue una forma muy popular de entretenerse en la Época victoriana y surgieron grandes escritores que
aunque causaron escándalo son reconocidos hoy en día. Los escritores más reconocidos de la Época victoriana son: Charles
Dickens, Las hermanas Brontë (Emily, Charlotte y Anne), Lewis Carroll, Jane Austen, Herbert George Wells, Hilda Doolittle o
Lewis Carroll entre otros.
La industrialización cambió la estructura de clases de manera dramática al final del siglo XVIII. Se había creado cierta hostilidad
entre la clase alta y las demás. Como resultado de la industrialización, hubo un importante empuje de la clase media y
trabajadora. A medida que la industrialización avanzaba hubo una división social mayor. Los capitalistas, por ejemplo,
empleaban a trabajadores industriales, que eran miembros de la clase trabajadora, pero debajo de ellos había una clase más
baja, a veces nombrada como "gente hundida", que vivía en la pobreza. Cada clase incluía un amplio ramo de ocupaciones de
diferente estatus e ingresos; había una gran diferencia entre, por ejemplo, entre el trabajo cualificado y el que no. La "gen te
hundida" era más susceptible de ser explotada.
El gobierno consistía en una monarquía constitucional encabezada por la Reina Victoria. Sólo la nobleza podía gobernar. Otros
políticos venían de la aristocracia. El sistema fue criticado por estar a favor de las clases altas, y durante el final del siglo XVIII
los filósofos y escritores comenzaron a cuestionar el estatus social de la nobleza.
Otros Imperios
1-
Francia: Fue el segundo Imperio colonial del siglo XIX. Contaba con la colonia de Argelia, África Occidental, África
Ecuatorial, Somalia, Madagascar y Marruecos, las islas en el Caribe, Indochina, y ciertos enclaves en la India. Su
gobierno estaba fuertemente centralizado y los habitantes fueron obligados a convertirse en franceses de ultramar.
2.- Estados Unidos:
3.- Japón:
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