La practica curativa de los H-Men en el ambito rural de Campeche

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“LA PRACTICA CURATIVA DE LOS H-MEN EN EL
AMBITO RURAL DE CAMPECHE.”
Omar Yair Barragán Arroyo∗
En el estado de Campeche, es innegable la presencia española y maya, por lo que nuestra
sociedad es mestiza, sin que ello signifique la asimilación integral de la cultura impuesta a los pueblos
indígenas. Existen prácticas culturales que han resistido la infiltración de elementos ajenos a su origen
netamente maya, como es la medicina tradicional que desempeñan los h- meeno’ob conocidos
actualmente como curanderos. El curanderismo surgió para plantear una posibilidad de vencer a la
muerte y fortalecer a la vida. Así, la práctica del curandero se ha mantenido para esclarecer el misterio
de las enfermedades combinando el poder natural y lo sagrado; y ha convivido con las explicaciones
que la ciencia ha elaborado en base a un largo proceso de investigaciones.
Los h-meeno’ob fueron en la antigüedad el grupo más inferior en la escala sacerdotal, los ah
men, eran los curanderos de los pueblos y curiosamente fueron los que sobrevivieron a la conquista
española y eran lo que hoy son los médicos, cada uno con los aportes y materiales correspondientes a
sus respectivas épocas; aunque este no solo representa al medico curandero sino que más bien
significa la supervivencia de una practica religiosa prehispánica que con el tiempo se ha ido
modificando. En la actualidad, ambas prácticas (la medicina tradicional y la medicina científica)
proporcionan a los hombres una posible explicación del comportamiento natural de los seres humanos y
a pesar de que la segunda goza del reconocimiento y prestigio social, las dos son requeridas aunque
en diferente medida.
La medicina tradicional se ha consolidado como una practica marginal que se lleva a cabo en
espacios que sufren de atraso en un sentido tecnológico, científico y educativo; y afirma esta condición
en la propia negación y exclusión que le confiere las sociedades modernizadas. Sin embargo, su
espacio de influencia es bastante amplio y día a día recibe a todo tipo de personas que buscan una
respuesta a cuestiones que se encuentran en el límite de lo comprensible y lo explicable dentro del
marco de la ciencia.
∗∗Licenciado
en Historia. Colaborador de la Investigaciones Históricas y Sociales del Instituto Campechano
2
Ante esta realidad, se plantean varias interrogantes: ¿Por qué han logrado persistir los hmeeno’ob en la vida comunitaria, a pesar de que existen sistemas científicos para la atención de la
salud en las poblaciones indígenas? Y ¿Cuál es la función que desempeñan actualmente en las
sociedades rurales?. La presencia de los h- meeno’ob aún vigente en las comunidades mayas, conduce
a plantear ¿Qué procesos históricos se han suscitado sobre ellos y su actividad y de qué manera se
han adaptado a dichos cambios?
Un curandero es “una persona que ejerce la medicina sin ser médico”1, o bien es la
“denominación genérica que reciben los terapeutas en el ámbito de la medicina tradicional”. Bajo esta
designación quedan incluidos aquellos curanderos que cumplen la función del medico general; es decir,
los que atienden una amplia gama de padecimientos y enfermedades empleando diversos recursos y
métodos diagnosticados y curativos” 2
Algunas personas como Gaspar A. Xiu Chacon definen al h-men como a: “un profeta y adivino
que curaba los males espirituales de sus pacientes por medio de la inspiración divina que recibía en sus
largos trances con los espíritus y dioses que invocaba” 3
Ruy Pérez Tamayo por su parte, quien ha dedicado gran parte de su vida a investigar acerca
de la historia de la medicina indica que, el antecedente más remoto de la ciencia médica se encuentra
en las antiguas civilizaciones como Egipto o Mesopotamia, aunque su desarrollo más importante lo tuvo
durante la etapa de esplendor de la cultura griega clásica. Hipócrates de Cos (considerado el “padre de
la medicina”) fue uno de los primeros hombres en afirmar la condición natural de enfermedades y,
consecuentemente en proponer métodos curativos que rigurosamente atendieran a ciertas reglas
científicas. A partir de ese momento la medicina como ciencia inicio su largo proceso de desarrollo a
través de la historia y las diversas culturas; ganándose la aceptación y la credibilidad de las sociedades
modernas.
En México, la medicina tradicional y los curanderos han coexistido a lo largo de la historia. Sin
embargo, las prácticas de la medicina tradicional se han adaptado, para no desaparecer, pues, algunos
curanderos combinan el uso de plantas medicinales con algunos medicamentos de patente que han
logrado conocer mediante cursos de capacitación que se han implementado en el Sector Salud. Cabe
1
Gran Diccionario de la Lengua Española, 1995. P. 182.
2
Diccionario Enciclopédico de la Medicina Tradicional Mexicana. INI. P. 303.
3
Xiu, Gaspar. El arte curativo de los mayas y los primeros médicos de la península de Yucatán. www.fabiozerpa.com/CEIA/
actividades_ceia/conferencia4.htm.
3
señalar, que algunos h-meeno’ob han aceptado algunos tratamientos
terapéuticos de la medicina
occidental; y se considera que esta adaptación les ha permitido sobrevivir.
Aun así, la medicina occidental se ha resistido a aceptar la cosmovisión que tienen los pueblos
indígenas sobre la salud-enfermedad y se cree también que por esta actitud, los programas de salud
dirigidos a las zonas rurales han fracasado, por no tomar en cuenta el contexto cultural de las regiones
indígenas.
Los curanderos han cumplido una función social
aglutinante, es decir de cohesión y
pertenencia a una cultura conquistada, pero que aun subyace a través de este tipo de prácticas
medicinales. Las prácticas persisten por el arraigado sentimiento, que por la tradición que se pervive en
las comunidades rurales, tradición que proviene de las culturas prehispánicas, las cuales compartían un
concepto mágico-religioso sobre la salud y la enfermedad y consideraban que para curar las
enfermedades enviadas por los dioses para castigar a los hombres, era necesario realizar rituales
donde la magia y la religión estuvieran siempre presentes, complementados con la utilización de
diversas hierbas. A cargo de estos rituales se encontraba un sacerdote o chaman. Su función más
importante era y sigue siendo la de resolver las crisis individuales y sociales que surgen dentro del
grupo (…) poniendo en practica su relación privilegiada con lo sobrenatural” 4, quien era al mismo tiempo
médico.
En las sociedades del México antiguo, estos personajes tuvieron gran importancia, ya que
desempeñaban un papel importante dentro de la sociedad, pues pertenecían a la clase sacerdotal, la
cual poseía los conocimientos para la supervivencia de la cultura; se pensaba que cualquier tipo de
enfermedad o problema era causados por espíritus o por personas envidiosas y que solo el sacerdote
de mayor linaje podía dar solución.
Según las creencias de los antiguos mayas, las enfermedades y males, eran originados por los
males vientos, las brujerías o por el enojo de los dioses por no haber cumplido con algún encargo, por
tal motivo estos problemas eran curados bajo oraciones que sólo podían ser realizados por los
sacerdotes.
Desde muchos siglos anteriores a la Conquista, los mayas vivían y se
desenvolvían bajo el poder religioso de sus dioses y sacerdotes(...) El
sumo sacerdote, el de mayor linaje entre esta casta, era llamado, según
Landa, ahaucan, quien poseía excepcionales conocimientos en la
4
Filoramo, Giovanni, Diccionario Akal de las Religiones, Ediciones Akal, España, 2001, P.110.
4
administración de los sacramentos, en los días y tiempos fatales, en la
profetización de los acontecimientos, en la manera de curar y remediar
males y el perfecto conocimiento de leer y escribir en jeroglíficos sus
observaciones y comprobaciones científicas 5.
La preservación de esta unidad social, era de origen hereditario o según las creencias por un
“orden divino”, en el primero, los conocimientos del curandero eran transmitidos a los hijos de los
nobles, quienes por medio de la observación y la práctica aprendían este arte. El de origen divino y así
como el terminó lo indica, el curandero era designado por algún Dios, el cual se podía manifestar por
medio de sueños o de alguna señal sobrenatural. Tiempo después, la sociedad maya se enfrentó con
un movimiento social que cambió radicalmente su cultura y sus creencias, la conquista y colonización
que forzó una identidad implantada, pese a la resistencia cultural ante el proceso más controvertido que
la sociedad colonial trajo consigo: la evangelización.
Durante este período, se eliminó a la mayoría de la sociedad maya, jefes políticos y religiosos
fueron exterminados al manifestar resistencia a las nuevas costumbres; sin duda y como menciona
Miguel Bartolomé “Muchos conocimientos se perdieron irremediablemente. El Alto Conocimiento era
propiedad de unos pocos y estos pagaron su privilegio. Los ídolos fueron destrozados, los templos
derruidos, los códices sagrados quemados y los sacerdotes perseguidos y sacrificados” 6
El principal inquisidor que acusaba de idólatras y diabólicos a los indígenas mayas fue Fray
Diego de Landa, quien encabezó uno de estos actos en 1562, conocido como el auto de fe de Maní, en
el que la pérdida más lamentable fue la destrucción de libros y códices, en donde se registraban los
estudios sobre astronomía, matemáticas, brujerías, profecías y medicina. Este tipo de medidas,
ocasionó que muchos de los sacerdotes huyeran al interior de las selvas y montes para seguir con sus
prácticas, tal como nos dice Chacon:
Así fue como los ah-menes, chilares, ah kines, nacomes y chaques
fueron castigados fatalmente con la hoguera inquisitorial (...) y otros
huyeron a la profundidad de la selva, llevándose su arte, su ciencia y
sabiduría. Y muchos años (...) después bajaron de los cerros para
aprender la lengua y la cultura española, que les sirvió a los indígenas
5
Xiu, Gaspar. Op.Cit. s/n de Pág.
6
Bartomomé, Miguel. La dinámica social de los mayas de Yucatán. Pág. 205.
5
del siglo XVI, para escribir en lengua maya sus crónicas con los
caracteres de la escritura española7
Al iniciarse la conquista en la Península de Yucatán los españoles se encontraron que los
indígenas tenían una compleja organización social, y además que estos pueblos tanto por razones
políticas, económicas y religiosas se habían distribuido en varios pueblos autónomos, cada uno con
unidad económica, territorial, militar igualmente autónoma, responsable de sus propias decisiones.
Para poder llevar a cabo la conquista de esta región, Francisco de Montejo “el Mozo”, solicitó a
España que mandaran religiosos para empezar la evangelización o conquista espiritual de los mayas de
Mayas de la Península y por lo consiguiente le ayudaría en la conquista del territorio. El conquistador
solicitó que le enviaran a los frailes de la Orden de San Francisco, porque las características de
pobreza, espiritualidad y abnegación que ellos representaban, los hacían los idóneos para llevar a cabo
dicha tarea.
Los frailes franciscanos que llegaron a tierras yucatecas, habían sido mandados desde España
con la misión de evangelizar y civilizar a los naturales de la región; esto implicaba destruir en su
mayoría todas las estructuras culturales indígenas, para que estos adoptaran y se adaptasen a las
estructuras de la civilización occidental.
Durante este período, los sacerdotes poseedores de los conocimientos del pueblo Maya con el
afán de resistirse a la nueva cultura y religión impuesta, se escondían en cuevas y cavernas para
realizar sus ritos y ofrendas. Los mayas fueron obligados a renunciar a sus antiguos dioses y algunos lo
hicieron por sí mismos, pero no todos aceptaron (o no tuvieron otra opción ya que muchas veces era
más el temor de ser castigados por los frailes por su resistencia cultural) y encaminaron sus esfuerzos
hacia un nuevo grupo de seres y rituales sagrados: los santos y la religión cristiana. Y en tanto que los
españoles adoptaron algunas de las creencias mágicas mayas, como los signos que presagiaban la
llegada de la lluvia por mencionar alguno, puesto que el conquistador se percató que no podía desechar
toda la sabiduría indígena, lo hicieron también para que su propia sobrevivencia y colonización tuviera
éxito.
En pocas palabras, el establecimiento de la religión católica en América no significó el fin de la
práctica de las religiones prehispánicas. Al contrario, estas subyacieron en relación a la dominante,
convivieron durante largo tiempo siendo inevitable el contacto y la fusión, dando lugar a una fuerte
7
Xiu. op cit.
6
combinación. Al finalizar este periodo histórico, estas prácticas dejaron de ser menos secretas,
adaptándose poco a poco a la religión y a las costumbres, sin perder la esencia para lo que estaban
destinados dichos rituales y así han logrado persistir transformándose y ajustándose a la cultura
popular.
En la actualidad las prácticas de los curanderos se definen dependiendo de la actividad que
desempeñan, aunque hay h-meneo´ob que curan desde una simple gripe hasta trabajos más
elaborados como las ofrendas del campo. Las técnicas curativas de los curanderos son variadas,
algunos conocen el arte curativo de las plantas, otros con objetos inertes como la piedra del zaztun en
donde se cree que se ve a la persona que esta provocando el mal. Hay quienes utilizan animales, o
productos derivados de ellos.
Los curanderos se localizan en las zonas rurales o aledañas a las ciudades, porque al igual que
el resto de la población pertenecen a la comunidad indígena, basan su supervivencia en actividades del
campo tales como el cultivo de la milpa y la crianza de animales. Asimismo, los h-meeno´ob son
llamados para presidir trabajos referentes al campo, como el Hanlikool y el Ch´achaak, que son rituales
para dar gracias a los dioses del monte por las buenas cosechas de las milpas y para pedir la lluvia.
Lo que un curandero puede hacer depende de sus experiencias y las enseñanzas que haya recibido;
aunque algunos son simples charlatanes que abusan de la confianza de las personas que recurren a
ellos en busca de una respuesta a sus problemas, tales como la falta de “buena suerte”, malos aires o
problemas como espasmos, empachos, diarreas, etc., lo que afecta la salud física y la economía del
paciente. Estas actitudes deterioran la imagen y reputación de los verdaderos curanderos, quienes son
herederos de un conocimiento ancestral de la medicina herbolaria.
El caso de la herbolaria es una de las razones por las que los h- meeno´ob, se han mantenido
vigentes hasta la actualidad, sus conocimientos en dicho campo son eficaces porque estos curanderos
conocen a profundidad las hierbas y los efectos que estas causan en el cuerpo humano. Sin embargo,
se afirma que no hay que olvidar que en muchas ocasiones la efectividad de las curaciones que realizan
los médicos tradicionales no se explica por el remedio aplicado, sino por otras razones, como el del
efecto positivo de una buena relación médico-paciente.
No obstante, de que los curanderos son agredidos verbalmente por personas no creyentes de
dichas prácticas; pero en las comunidades rurales se les guarda respeto y mantienen un status que les
permite continuar la cosmovisión de la medicina maya ancestral.
7
Debido a los aciertos de los curanderos en sus prácticas y al papel fundamental que los
pobladores le asignan al interior de la comunidad, la labor de los h- meeno´ob trasciende a otros
poblados aledaños y son llamados para realizar trabajos por familias que requieren sus servicios.
De ahí que actualmente la medicina tradicional ejercida por los h-meeno’ob desempeñe un
papel fundamental en la sociedad rural, pese a que los servicios médicos occidentales han llegado a la
mayoría de las regiones apartadas del Estado.
Cabe mencionar que en los últimos años los h- meeno´ob han ido disminuyendo, pues al morir
éstos, muchos de sus secretos en el arte del curanderismo no son revelados, ocasionando la pérdida en
el conocimiento de la medicina heredada de los mayas.
Recientemente, se han implementado políticas que desean retomar las prácticas culturales de
los pueblos indígenas y la han denominado Interculturalidad en la salud, definida como “la práctica y el
proceso relacional que se establecen entre el personal de salud y los pacientes donde ambos
pertenecen a culturas diferentes, y donde se requiere de un recíproco entendimiento para que los
resultados del contacto sean satisfactorios para las dos partes” 8
Actualmente el Gobierno esta realizando un programa de capacitación para doctores y
enfermeras de las comunidades indígenas, para conocer y comprender la ideología y visión de la
enfermedades en los pueblos apartados, esto con el fin de poder ayudar a la comunidad en su salud
física y mental. Se tiene conocimiento que año tras año, las instituciones del sector salud contratan
médicos y enfermeras para enviarlos a las comunidades rurales. Sin embargo, dichos profesionistas
poco conocen de la historia de sus pobladores, de sus hábitos y practicas culturales. En este contexto,
la medicina académica en los pueblos indígenas resulta pobre, insuficiente y poco satisfactoria para el
profesionista que la ofrece, pero también es calificada por el usuario como discriminatoria, fragmentaria
e incompleta, a pesar de que el resto de la sociedad le da un reconocimiento de su indudable eficacia
para resolver problemas de salud.
A pesar de que la sociedad avanza y se transforma al igual que la ciencia y la medicina
moderna, actualmente, quedan espacios donde los curanderos pueden realizar sus practicas de la
medicina tradicional alternativa, ya que se encuentran con las condiciones necesarias para su
continuidad, añadiéndose a esta otros componentes de diversos orígenes, tales como lo son objetos
8
Campos-Navarro Y Adriana Ruiz Llanos, Adecuaciones interculturales en los hospitales para indios en la Nueva España,
en Gaceta médica de México, Vol. 137 (6), 2001.
8
minerales, artículos religiosos como imágenes de santos y en algunos casos la utilización de
medicamentos de patente.
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