La familia de Pascual Duarte

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LA FAMILIA DE PASCUAL DUARTE
Camilo José Cela
Camilo José Cela
http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/cela/biografia.htm
Camilo José Cela Trulock nació el 11 de mayo de 1916 en la
población gallega de Iria Flavia (Padrón, provincia de La Coruña,
España), de padre español y madre inglesa (el abuelo, John Trulock,
había sido gerente de la primera línea ferroviaria gallega). Su
nombre completo era Camilo José Manuel Juan Ramón Francisco de
Jerónimo Cela Trulock.
Allí vivió, aseguraba él, una infancia feliz («[…] yo tuve una niñez dorada. De pequeño era
tan feliz que cuando las visitas me preguntaban qué quería ser de mayor, me echaba a
llorar porque no quería ser nada, ni siquiera deseaba ser mayor»). En 1925, cuando tenía
nueve años, toda la familia se trasladó a Madrid, adonde había sido destinado el padre.
Antes de concluir sus estudios de bachillerato cayó enfermo de tuberculosis pulmonar, y
durante los años 1931 y 1932 tuvo que ser internado en el sanatorio de tuberculosos de
Guadarrama. El reposo obligado por la enfermedad lo emplea Cela en inacabables
sesiones de lectura.
En 1934 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
Sin embargo, pronto la abandona para asistir como oyente a la Facultad de Filosofía y
Letras, donde el poeta Pedro Salinas da clase de literatura contemporánea. Cela le
muestra sus primeros poemas, y recibe de él estímulo y consejos. Este encuentro
resultará fundamental para el joven Cela, ya que, según él mismo creía, fue lo que decidió
definitivamente su vocación literaria.
En la facultad se hace amigo de Alonso Zamora Vicente, María Zambrano y Miguel
Hernández, y a través de ellos entra en contacto con otros intelectuales del Madrid de
esta época, que termina con el estallido de la Guerra Civil, en la que Cela formó parte del
bando nacional. Fue herido en el frente y de nuevo hospitalizado. Antes, en plena guerra,
había terminado su primera obra, el libro de poemas Pisando la dudosa luz del día.
En 1940 comienza a estudiar Derecho, y este mismo año aparecen sus primeras
publicaciones. Su primera gran obra, sin embargo, no verá la luz hasta dos años después,
en 1942: La familia de Pascual Duarte. A pesar del éxito casi unánime de esta novela, la
aspereza del tema tratado le hace tener problemas con la Iglesia, lo que concluye en la
prohibición de la segunda edición de la obra (que acabará siendo publicada en Buenos
Aires). Poco después, Cela abandona la carrera de Derecho para dedicarse
profesionalmente a la literatura.
Los que quedan de esta década son años muy importantes en la biografía del escritor:
entre 1944 y 1948 se casa con María del Rosario Conde Picavea; comienza a escribir La
colmena; nace su único hijo, Camilo José Cela Conde; lleva a cabo dos exposiciones de sus
pinturas; y aparecen Viaje a La Alcarria y El cancionero de La Alcarria.
En 1951 se publica en Buenos Aires La colmena, que de inmediato es prohibida en España.
En 1956 sale a la luz la revista Papeles de Son Armadans. Dos años antes, Cela se ha
trasladado a la isla de Mallorca, donde habría de vivir buena parte de su vida. Este mismo
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año es elegido para ocupar el sillón Q de la Real Academia Española; el 26 de mayo lee su
discurso de ingreso, que trata de la obra literaria del pintor Solana.
Muerto el general Franco, la época de la transición a la democracia llevó a Cela a
desempeñar un papel notable en la vida pública española por motivos distintos de su
trabajo como escritor: entre 1977 y 1979 ocupó por designación real un escaño en el
Senado de las primeras Cortes democráticas, y como senador le cupo participar en la
revisión del texto constitucional elaborado por el Congreso.
En los años siguientes Cela siguió publicando a buen ritmo, como tuvo por norma a lo
largo de toda su carrera. De este período cabe destacar sus novelas Mazurca para dos
muertos y Cristo versus Arizona.
Ya consagrado como uno de los grandes escritores del siglo, durante las dos últimas
décadas de su vida se sucedieron los homenajes, los premios y los más diversos
reconocimientos, entreverados ocasionalmente con algunas polémicas. Entre aquellos es
obligado citar, en orden cronológico, los tres más importantes: el Príncipe de Asturias de
las Letras (1987); el Nobel de Literatura (1989), y el Miguel de Cervantes (1995).
El 10 de marzo de 1991 se casó con Marina Castaño. En 1996, el día de su octogésimo
cumpleaños, el Rey don Juan Carlos I le concedió el título de Marqués de Iria Flavia; el
lema que Cela adoptó para el escudo de marquesado fue El que resiste, gana.
Camilo José Cela falleció en Madrid el 17 de enero de 2002.
Bibliografía
Poesía
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Pisando la dudosa luz del día (1936; 1.ª ed. 1945).
El monasterio y las palabras (1945).
Cancionero de la Alcarria (1948).
Tres poemas galegos (1957).
Reloj de arena, reloj de sol, reloj de sangre (1989).
Poesía completa (1996).
Romances de ciego
1. La verdadera historia de Gumersinda Cosculluela, moza que prefirió la muerte a la
deshonra (1959).
2. Encarnación Toledano o la perdición de los hombres (1959).
3. Viaje a U.S.A. (1965).
Novela
1.
2.
3.
4.
5.
La familia de Pascual Duarte (1942).
Pabellón de reposo (1943).
Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944).
La colmena (1951).
Mrs. Caldwell habla con su hijo (1953).
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6. La catira (1955).
7. Tobogán de hambrientos (1962).
8. San Camilo 1936 (1969).
9. Oficio de tinieblas 5 (1973).
10. Mazurca para dos muertos (1983.).
11. Cristo versus Arizona (1988).
12. El asesinato del perdedor (1994).
13. La cruz de San Andrés (1994).
14. Madera de boj (1999).
Novela corta
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Timoteo el incomprendido (1952).
Santa Balbina 37, gas en cada piso (1952).
Café de artistas (1953).
El molino de viento (1956).
La familia del héroe (1965).
El ciudadano Iscariote Reclús (1965).
Cuentos, fábulas, apuntes y divertimentos
1. Esas nubes que pasan (1945).
2. El bonito crimen del carabinero (1947).
3. El gallego y su cuadrilla (1949).
4. Nuevo retablo de don Cristobita (1957).
5. Los viejos amigos (1960).
6. Gavilla de fábulas sin amor (1962).
7. El solitario y los sueños de Quesada (1963).
8. Toreo de salón (1963).
9. Once cuentos de fútbol (1963).
10. Izas, rabizas y colipoterras (1964).
11. Nuevas escenas matritenses (7 series, 1965-1966).
12. Rol de cornudos (1976).
13. Las orejas del niño Raúl (1985).
14. Vocación de repartidor (1985).
15. La bandada de palomas (1987).
16. Los Caprichos de Francisco de Goya y Lucientes (1989).
17. El hombre y el mar (1990).
18. Cachondeos, escarceos y otros meneos (1991).
19. La sima de las penúltimas inocencias (1993).
20. La dama pájara (1994).
21. Historias familiares (1999).
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Memorias
1. La rosa (1959).
2. Memorias, entendimientos y voluntades (1993).
Viajes
1. Viaje a la Alcarria (1948).
2. Ávila (1952).
3. Del Miño al Bidasoa (1952).
4. Judíos, moros y cristianos (1956).
5. Primer viaje andaluz (1959).
6. Páginas de geografía errabunda (1965).
7. Viaje al Pirineo de Lérida (1965).
8. Madrid (1966).
9. Barcelona (1970).
10. Nuevo viaje a la Alcarria (1986).
11. Galicia (1990).
Artículos
1. Mesa revuelta (1945).
2. Cajón de sastre (1957).
3. La rueda de los ocios (1957).
4. Cuatro figuras del 98 (1961).
5. Garito de hospicianos (1963).
6. Las compañías convenientes (1963).
7. Al servicio de algo (1969).
8. La bola del mundo (1972).
9. Los sueños vanos, los ángeles curiosos (1979).
10. Los vasos comunicantes (1981).
11. Vuelta de hoja (1981).
12. El juego de los tres madroños (1983).
13. El asno de Buridán (1986).
14. Desde el palomar de Hita (1991).
15. El camaleón soltero (1992).
16. El huevo del juicio (1993).
17. A bote pronto (1994).
18. El color de la mañana (1996).
Teatro
1. María Sabina (1967).
2. Homenaje a El Bosco I. El carro del heno o el inventor de la guillotina (1969).
3. Homenaje a El Bosco II. La extracción de la piedra de la locura o la invención del
garrote (1999).
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Lexicografía y otros saberes
1. Diccionario secreto (t. I, 1968; t. II-1971).
2. Enciclopedia del erotismo (1976).
3. Diccionario geográfico popular de España (1998).
Adaptaciones, traducciones, versiones
1.
2.
3.
4.
5.
Poema del Cid, Cantar I (1957-1959).
Libro de guisados, manjares y potajes, de maese Ruperto de Nola (1969).
La resistible ascensión de Arturo Ui, de Bertolt Brecht (1975).
La Celestina (1979).
El Quijote (1981).
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http://cultura.elpais.com/cultura/2002/01/17/actualidad/1011222002_850215.html
BIOGRAFÍA | CAMILO JOSÉ CELA: El creador de la prosa contemporánea española
El autor de 'La familia de Pascual Duarte', la novela española más traducida después de
'El Quijote', fallece a los 85 años
El escritor Camilo José Cela, fallecido hoy en Madrid, premio Nobel de Literatura en 1989
y autor de La familia de Pascual Duarte, la novela española más traducida después de El
Quijote, es una de las más altas cimas de la literatura en español, un oficio que cultivó a
diario en su cuaderno de hojas cuadriculadas.
El hombre que llegó a ser Marqués de Iria Flavia nació esta localidad coruñesa el 11 de
mayo de 1916, en el seno de una familia, de padre gallego y madre angloitaliana. Sobre
su infancia, Cela confesó en alguna ocasión que fue un niño mimado en exceso, ya que,
además de ser el primogénito, sus dos hermanos menores fallecieron.
"Yo tuve una niñez dorada. De pequeño era tan feliz que cuando las visitas me
preguntaban qué quería ser de mayor, me echaba a llorar porque no quería ser nada, ni
siquiera deseaba ser mayor. Me hubiera apuntado a ser niño siempre", indicó en unas
recientes declaraciones.
Expulsado de cuatro colegios porque se aburría "como una ostra", Cela cursó el
bachillerato en Vigo, con los Escolapios y los Marianistas. Tras la llegada a Madrid por el
traslado de su familia, fue internado en el sanatorio del Guadarrama, aquejado de
tuberculosis pulmonar y estos periodos de reposo le sirvieron para entregarse a intensas
lecturas de la obra completa de Ortega y Gasset y la colección completa de clásicos
españoles de Rivadeneyra.
Aunque inició tres carreras que nunca acabó, finalmente se dedicó a una profesión que le
deparó grandes éxitos y que le consagró como el gran narrador de la posguerra española,
con obras como La familia de Pascual Duarte o La Colmena, las dos novelas más
representativas de una trayectoria que comprendió todos los géneros y que estuvo
plagada de galardones, entre ellos el Premio Nobel de Literatura, el Premio Cervantes y el
Planeta.
"Con frecuencia pude hacer más veces lo que quise que lo que me dejaban hacer; todo es
cuestión de aferrarse a una idea o a un sentimiento y no cejar ni un solo instante en el
firme propósito de no abrir la mano jamás", dijo el propio Camilo José Cela en
sus Memorias, entendimientos y voluntades (1993).
Cela empezó la carrera de Medicina en la Complutense, pero muy pronto abandonó estos
estudios para asistir, en la nueva Facultad de Filosofía y Letras, a las clases de Literatura
Española Contemporánea de Pedro Salinas, a quien confía sus primeros poemas.
Allí se hizo amigo del escritor y filólogo Alonso Zamora Vicente, del poeta Miguel
Hernández, de Menéndez Pidal y de María Zambrano, en cuya casa conoció al malogrado
Max Aub y a otros escritores e intelectuales. Desde muy joven abordó todos los géneros
literarios, desde la poesía a la novela, pasando por el ensayo, los artículos o las obras
clubesRMBM: La familia de Pascual Duarte de C. J. Cela
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dramáticas, y desempeñó muy diversas ocupaciones como pintor, torero, actor de cine,
soldado profesional o funcionario.
A los 23 años, cuando la Guerra Civil ya había comenzado y Madrid estaba siendo
asediada, el escritor concluyó su primera obra, un poemario de estética superrealista
titulado Pisando la dudosa luz del día.
Durante la contienda, el autor, integrado en el Ejército nacional, fue herido en el frente y
hospitalizado. Ya en la década de los 40 estudió Derecho en Madrid y editó sus primeras
publicaciones, entre ellas una biografía popular de San Juan de la Cruz que firmó con el
pseudónimo de Matilde Verdú y el artículo titulado Fotografías de la Pardo Bazán, que
apareció en la revista Y.
El tremendismo de Pascual Duharte
Tres años después de su primer libro, en 1942, publicó su primera novela, La familia de
Pascual Duarte, un hito en la literatura española que ha sido traducida a más de 20
idiomas. Paradójicamente, le costó encontrar editor y la novela fue rechazada en varias
editoriales con excusas como que el argumento era demasiado terrible y podría tropezar
con la censura. "Le va a ser difícil publicarla, pero usted es joven y puede cambiar de
oficio", le llegaron a decir.
Finalmente obtuvo un gran éxito, alabanzas de escritores como Pío Baroja y duros
ataques por parte de la jerarquía católica. No obstante, ese fue el momento en el que
Cela decidió dedicarse por completo a la literatura.
En 1943 solicitó por escrito (según su hijo, por necesidades económicas) trabajar en la
censura y fue asignado a la "vigilancia" de dos revistas religiosas y una farmacéutica, lo
cual no impidió que la segunda edición de La familia de Pascual Duarte fuese retirada de
las librerías españolas ese mismo año.
En 1944, el escritor se casó con María del Rosario Conde Picavea, con quien tendría dos
años después a su hijo Camilo José. Una ruta por la Alcarria, en compañía del fotógrafo
Karl Wlasak y Conchita Stichaner, es el germen de su conocida Viaje a la Alcarria (1948).
Los problemas para publicar 'La Colmena'
Otra de sus grandes obras, La Colmena, tuvo que publicarse en Buenos Aires en 1951 no
sin algunos forcejeos con la censura del gobierno peronista argentino, ya que la obra fue
prohibida en España. En esta obra coral, otro de sus mayores éxitos, Cela hizo, en clave de
realismo social, una representación literaria del Madrid de los vencidos en la Guerra Civil.
Después de una breve estancia en Inglaterra, donde en 1954 impartió un curso de
conferencias universitarias, se instaló en Palma de Mallorca, donde fundó la
revista Papeles de Son Armadans (1956-1979), en la que publicó algunos de sus textos,
recuperó a escritores exiliados y acercó a corrientes de vanguardias internacionales,
además de potenciar tendencias artísticas y literarias gallegas y catalanas.
clubesRMBM: La familia de Pascual Duarte de C. J. Cela
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En 1957, a los 40 años, fue elegido para ocupar el sillón Q de la Real Academia Española y
su discurso de ingreso versó sobre la obra literaria del pintor Solana. Ya en 1962, Cela
publica Gavilla de fábulas sin amor, ilustrada por Picasso, y dos años después fue
investido doctor honoris causa por la Syracuse University, la primera Universidad
extranjera que le concede tal título.
En 1964 viajó a América para dictar conferencias en una treintena de universidades
estadounidenses y en 1969 publica San Camilo 1936.
En la Transición, concretamente en 1977, fue nombrado senador por designación real en
las primeras Cortes Generales. Tomó parte activa en la revisión del texto constitucional e
incluyó la enmienda de denominar a la lengua oficial del Estado como "castellano o
español". Su etapa como senador concluyó en 1979 con la convocatoria de nuevas
elecciones generales.
Posteriormente, se involucró en la adaptación al cine y al teatro de varias de sus obras y
no fue hasta 1983 cuando apareció la esperadaMazurca para dos muertos, por la que
consiguió el Premio Nacional de Literatura. Tres años después publicó Nuevo viaje a la
Alcarria.
Todos los grandes galardones
La década de los 80 fue para Cela la de los grandes reconocimientos a su labor literaria. El
primero, el Premio Nacional de Literatura porMazurca para dos muertos en 1984.
La segunda distinción la obtuvo en 1987, al concedérsele el Premio Príncipe de Asturias
de las Letras "por la elevada calidad literaria de su abundante y universalmente conocida
obra y por su significación singular dentro de las letras hispanas de este siglo, en las que
ha influido considerablemente". Un año más tarde publicó Cristo versus Arizona y trabajó
en el guión de la serie que, basada en El Quijote, rodó el cineasta Manuel Gutiérrez
Aragón.
El Premio Nobel de Literatura, al que llevaba siete años siendo candidato, llegó el 19 de
octubre de 1989, por el que pronunció en Estocolmo (Suecia) el discurso titulado Elogio de
la fábula. Cela, el quinto escritor español distinguido con el Nobel tras José Echegaray,
Jacinto Benavente, Juan Ramón Jiménez y Vicente Aleixandre, obtuvo el galardón por su
"rica e intensa prosa", que "con una pasión controlada" muestra "una visión provocadora
de la realidad humana", según explicó la Academia Sueca.
Tras el galardón, se tomó un año de descanso y posteriormente se retiró a escribir. Fue la
época de sus colaboraciones con el diario El Independiente, por las que recibiría el Premio
de Periodismo Mariano de Cavia, y del libro Galicia en Santiago de Compostela.
Poco antes de recibir el premio, las revistas del corazón dieron a conocer el romance que
Cela mantenía con la periodista Marina Castaño, una mujer de 33 años, 40 menos que él,
que llevó al escritor a abandonar el domicilio conyugal en Palma de Mallorca, donde
residía con su primera esposa, madre de su único hijo.
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En marzo de 1991 contrajo matrimonio civil con Castaño y finalmente, después de haber
obtenido la nulidad de sus respectivos matrimonios, confirmaron su unión en una
ceremonia religiosa en junio de 1988. Tras vivir en una finca de Guadalajara, el
matrimonio se estableció en una casa de Puerta de Hierro, en Madrid.
Ese 1991, en presencia de los Reyes, tuvo lugar la inauguración de la Fundación Camilo
José Cela en Iria Flavia. Después, la Biblioteca Nacional inaugura la exposición 50 años de
Pascual Duarte y se presentó La sima de las penúltimas inocencias, con textos de Cela e
ilustraciones de José María Subirachs.
Su novela La cruz de San Andrés fue reconocida con el Premio Planeta 1994, año en el que
también recibió la Medalla Picasso de la UNESCO. En 1995 salió a la luz la revista El
Extramundi y los papeles de Iria Flavia, editada por su Fundación, y se inauguró el museo
dedicado aViaje a la Alcarria en Torija (Guadalajara).
En el mes de diciembre de 1995, el escritor gallego inscribió su nombre en la lista de
ganadores del Premio Cervantes, el más importante galardón en lengua castellana.
La tardanza con la que se otorgó este galardón fue objeto de duras críticas por parte de
Cela, quien sin embargo dio por zanjado el asunto tras su concesión: "Habíamos llegado a
un callejón sin salida. Era de tontos. Se creó una situación paradójica. Cuando no me lo
daban año tras año yo me alegraba como defensor de la tradición. Cuando me lo dieron,
me alegré de que se rompiera esa tradición. Era una situación artificial, paradójica y
necia".
El marqués de Ira Flavia
El día de su octogésimo aniversario, el Rey Don Juan Carlos le concedió el título de
Marqués de Iria Flavia, con el lema El que resiste, gana. Posteriormente, recibió la Medalla
de Oro al Mérito en el Trabajo (1996).
El que fuera uno de los autores españoles más importantes de postguerra llegó a
participar también, junto a personalidades como Gabriel García Márquez, en el I
Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebró en Zacatecas (México) en
1997.
El 27 de febrero de 1998, fue condecorado por el jefe del Estado Mayor del Ejército del
Aire con la Gan Cruz de la Orden del Mérito Aeronáutico; y el 11 de mayo del mismo año,
coincidiendo con su aniversario, fue investido doctor honoris causa por la Universidad de
Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires (Argentina).
Esta última distinción, que ostentaba en más de 20 centros universitarios de todo el
mundo, le fue concedida en 1999 por la Universidad de Filipinas y la de Kansai Gaidai
(Japón). Este mismo año, tras 10 años de sequía, ve la luz la esperada novela Madera de
Boj, un homenaje de más de 300 páginas a los gallegos de la mar; Historias familiares y la
obra de teatro Homenaje a El Bosco II.
El 7 de noviembre de 2000, el Premio Nobel y la ministra de Cultura, Pilar del Castillo,
inauguraron la Universidad Camilo José Cela, situada en Villafranca del Castillo (Madrid).
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Un año más tarde, se reeditó el libro de memorias La rosa y Cela es acusado de plagio por
María del Carmen Formoso, quien sostenía que el escritor copió situaciones y personajes
para La cruz de San Andrés.
A comienzos de la década de los 80, el Nobel legó todos sus manuscritos, libros y obras de
arte a la Fundación Camilo José Cela, que se constituyó bajo su presidencia vitalicia en
unas casas del siglo XVIII en su aldea natal.
Una de las figuras más importantes de la literatura española ha sido también un
personaje extraordinariamente polémico, protagonizando frecuentes enfrentamientos
con colectivos como el de los homosexuales o siendo objeto de acusaciones de plagio,
incluso ante los tribunales.
El propio escritor respondía a quienes le tildaban de arrogante con estas palabras:
"Seguramente, pero yo soy así. Es como culpar a alguien de ser rubio o moreno. También
es arrogante Paco Umbral, y es más joven que yo. Es igual que cuando la gente se
escandaliza. Siempre he dicho que en España es mayor el número de los escandalizables
que los escandalizadores".
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http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/cela/acerca/acerca_01.htm
Camilo José Cela (1916-2002) Por Darío Villanueva*
Camilo José Cela fue el quinto premio nobel de la literatura española y el primero de
nuestros novelistas que alcanzó tan apreciado y universal galardón. Cuando en 1977 lo
obtuvo Vicente Aleixandre, se entendió que en su personalidad se reconocía la ingente y
excepcional aportación lírica de los poetas del 27, pero también, tras veintidós años en
que el Nobel nos había sido esquivo —desde 1956, con Juan Ramón Jiménez en el exilio
de Puerto Rico—, se saludaba la vuelta de España al concierto democrático de las
naciones.
Con Camilo José Cela, representativo de los escritores que apuntaban ya cuando el
comienzo de la Guerra Civil de 1936 y auténtico motor de la recuperación de nuestra
mejor línea novelística a partir de su obra La familia de Pascual Duarte (1942), siempre me
ha parecido que la Academia sueca quiso reconocer a su vez el arte insólito de un
novelista que desde su verdad de ibero hablaba de un país peregrino que cada vez deja
más de serlo (y acaso no podría ser de otra forma): la España de más rabiar, por citar de
nuevo el poema titulado precisamente «Camilo José Cela», escrito por Gabriel Celaya, a
quien nuestro nobel convirtió en personaje de su libro viajero Del Miño al Bidasoa (1952).
Siempre fiel a su convicción de que «la literatura no es más que una mantenida pelea con
la literatura», así formulada cuando la presentación en Barcelona, allá por 1973, de una
de sus obras más inquietantes e imprescindibles, Oficio de tinieblas 5, Cela estuvo en la
brecha de los cuatro momentos capitales de nuestra novelística a partir de la posguerra
—la recuperación del realismo tremendista, la novela social, el experimentalismo y el
discurso de la posmodernidad—, siempre rompiendo con lo estereotipado y abriendo
caminos que otros seguirían después. Pero también fue él quien mejor supo conectar con
la tradición narrativa precedente —siempre discontinua en España, y gravemente
perjudicada por la ruptura resultante de la Guerra Civil—, actualizándola a la luz de los
intentos renovadores del género producidos en Europa y América desde el principio del
siglo XX.
Basta recordar, a este respecto, otros títulos de Camilo José Cela como La
colmena (1951), Vísperas, festividad y octava de San Camilo del año 1936 en
Madrid (1969), Mazurca para dos muertos (1983) o Madera de boj (1999).
Finalmente, no dejaré de mencionar otro de los legados inapreciables que Cela nos ha
dejado, además de sus escritos y de la Fundación que lleva su nombre en su localidad
natal de Iria Flavia, donde está todo lo relacionado con su vida y su obra en términos
incomparables con cualquier otra institución de la misma índole que yo conozca en
España o fuera de ella.
Cela quiso ser escritor profesional, y lo fue desde muy pronto en un país empecinado en
ignorar, cuando no despreciar, la dedicación absorbente por la literatura. «El escritor, en
España, es un hombre que, sobre escribir, necesita, cada mañana, hacérselo perdonar», se
puede leer en el suelto con que Cela saludaba, no sin cierta sorpresa o perplejidad, el
éxito que había alcanzado en 1956 el primer número de su revista Papeles de Son
Armadans, que constituyen otra de las pruebas fehacientes de su entrega al menester de
clubesRMBM: La familia de Pascual Duarte de C. J. Cela
Hoja 12
la palabra en todas sus manifestaciones, y que tiene su feliz continuación en El
Extramundi y los Papeles de Iria Flavia.
Ser escritor hasta sus últimas consecuencias implicaba, para Camilo José Cela, un
completo haz de responsabilidades: desde el denodado esfuerzo por dominar el idioma
hasta la hábil administración de una presencia social. Pero lo verdaderamente destacable
de nuestro premio nobel es que haya ido dejando testimonio de sus meditaciones sobre
todos y cada uno de los aspectos que confluían sobre su vocación y su ejercicio
profesional, que tan gallardamente defendió para sí mismo y para sus colegas del papel y
la pluma.
clubesRMBM: La familia de Pascual Duarte de C. J. Cela
Hoja 13
http://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/cela/acerca/acerca_02.htm
*
Perfiles de Camilo José Cela escritor Por Adolfo Sotelo Vázquez
La vocación literaria de Camilo José Cela se inicia en 1931, y lo hace como lector (un lector
ordenado y consciente: los clásicos, los modernos del 98, Ortega y Gasset), que unos
pocos años después asistiría con fervor a las clases de literatura de los siglos de oro de
Fernández Montesinos y de literatura contemporánea de Pedro Salinas. Su primer perfil
como escritor es el de poeta: Pisando la dudosa luz del día (1945) fue escrito en los
primeros meses de la Guerra Civil e inicia una voz, algo timbrada en las vanguardias, que
ha anidado en toda su obra hasta la compilación Poesía Completa (1996).
El segundo perfil se configura en 1942 con La familia de Pascual Duarte. C. J. C. es
novelista que, con Unamuno, Baroja y Valle-Inclán en su equipaje, abre los caminos de la
novela de posguerra. Pascual, novela lineal y drama rural con acentos lorquianos, es la
acción desde la confesión; Pabellón de reposo(1943) es la inacción desde la
confesión; Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes (1944) es el palimpsesto
desde la confesión; La colmena(1951) es la mediocridad de una sociedad y de una ciudad
desde la crónica untada de confesión; la crónica es el modelo narrativo de La catira (1955)
y de Tobogán de hambrientos (1962), mientras Mrs. Caldwell habla con su hijo(1953) es un
doloroso esfuerzo poético desde la confesión. Siguiendo la pauta de «coger la vida y
estrujarla contra su corazón», C. J. C. continuó edificando su perfil seguro de novelista. La
memoria enfurecida alimenta San Camilo, 1936 (1969); la memoria, esa fuente del dolor,
nutre las mónadas de Oficio de tinieblas, 5 (1973); «elegía memorial» es Mazurca para dos
muertos(1983); Cristo versus Arizona (1988) discurre por una letanía de un solo aliento;
y Madera de boj (1999) es crónica y letanía que postulan una novela como «reflejo de la
vida y la vida no tiene más desenlace que la muerte».
La narrativa breve dibuja su tercer perfil. Cuentos, fábulas, apuntes carpetovetónicos
(genial creación que une lo intrahistórico unamuniano con la perspectiva orteguiana) y
divertimentos constituyen una amplísima gavilla que va de El bonito crimen del
carabinero (1947) hasta Historias familiares (1999), pasando por El gallego y su
cuadrilla (1949) o Toreo de salón (1963). Se trata del Cela esencial: retratos, caricaturas y
estampas fraguadas desde la amargura y la misericordia, que se desbordan en este
valleinclanesco tablado de marionetas.
Pese a la radical unidad de la obra de C. J. C. la pluralidad de sus manifestaciones
autentifica un cuarto perfil: el autor de libros de viaje. Amalgamando la tradición
aprendida en los viajeros del 98, las «notas de andar y ver» de Ortega y los libros de Josep
Pla —Viaje en autobús (1942), especialmente—, el maestro gallego y escritor vagabundo
crea, con originalidad insólita, una serie de libros de viaje, entre los que Viaje a la
Alcarria (1948) merece ya la vitola de clásico contemporáneo.
El quinto perfil es el que dibujan la inacabable lista de colaboraciones periodísticas con
las que C. J. C. ha sembrado la prensa española desde los años 40 hasta el siglo XXI. Su
talento de articulista se funde con las querencias viajeras y la habilidad para la fábula
breve, como atestiguan las sucesivas recopilaciones que van desde Mesa revuelta (1945)
a El color de la mañana (1996).
Al margen de sus importantes quehaceres en los dominios de la lexicografía y otros
saberes anexos (otro verdadero perfil) y de sus creaciones teatrales, el último perfil de
este gigante de las letras españolas del siglo XX lo constituye su obra memorialística.
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Obra inacabada que tiene en La rosa (1959) y Memorias, entendimientos y
voluntades (1993) dos eslabones excepcionales, tanto por el mundo recordado como por
la intensidad y suficiencia estéticas con que se ha llevado a término.
Perfiles de C. J. C., novelista, narrador, articulista, vagabundo, dramaturgo, lexicógrafo y,
sobre todo, poeta. Poeta de la lengua española y de la nave de los locos que todavía en el
siglo XX ha sido su país.
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La familia de Pascual Duarte
http://cultural.abc.es/dossier/dossier52/fijas/dossier_009.asp
CELA, 85 AÑOS DE PASIÓN LITERARIA
La sangre de Pascual Duarte
Juan Manuel de Prada
Causa sonrojo disponerse a glosar, siquiera tímidamente, un libro que refunda la
literatura española. Causa sonrojo, y cierta amedrentada veneración, esbozar aquí las
impresiones de lectura o relectura de La familia de Pascual Duarte, una de las cuatro o
cinco novelas más emblemáticas e influyentes de nuestra literatura, y pretender salir
airoso del empeño. Uno tiene la impresión de estar empequeñeciendo con pálidas
palabras la grandeza enjuta y primigenia de una obra que se impone por sí misma,
elocuente como la sangre, áspera y angustiadamente trágica, vigorosa y aterida como las
criaturas que la pueblan. Quizá La familia de Pascual Duarte, en contra de lo que
establecen los prontuarios de literatura, de común tan haraganes, no sea la más grande
novela nacida de la pluma de Cela (que aún habría de alcanzar cimas de complejidad que
aquí sólo se apuntan), pero por su carácter fundacional, por su condición desolada y
pionera, bien merece que la contemplemos como lo que sin duda es: un milagro que
parece nacido por generación espontánea. Un joven escritor de apenas veintiséis años
irrumpe en mitad de un páramo regado de escombros y niega para siempre la fanfarria
victoriosa que lastraba la literatura del momento, y también su tentación de
ensimismado retroceso. Con La familia de Pascual Duarte, la literatura española,
maltrecha y exangüe, tiene de repente un clásico al que poder aferrarse, un árbol a cuya
sombra cobijarse, para tomar aliento y seguir andando el camino. Todavía hoy, sesenta
años después, esa sombra próvida no ha dejado de proporcionarnos aliento e inspiración.
Lo primero que sorprende en La familia de Pascual Duarte es que, siendo una obra de
ruptura, posee unos antecedentes fácilmente identificables. Cela, como suele ocurrir con
los más feroces y fecundos renovadores de nuestra tradición artística, desde Quevedo a
Buñuel, no busca su inspiración en manantiales de aguas extrañas o nunca catalogadas,
ni aspira (como es pretensión de tantos tarambanas y alfeñiques) a crear de la nada, con
ese mesianismo un poco fatuo de quienes se creen elegidos para inaugurar otra vez el
arte. Cela elige una tradición, bucea en sus orígenes, penetra los veneros de nuestra
idiosincrasia literaria y, con los elementos recolectados en su expedición, logra crear una
amalgama nueva a la que instila su genio, de tal modo que sus obras nos conmueven y
perturban por lo que tienen de fondo ancestral, pero sobre todo por la luz inédita,
devastadoramente original, con que Cela ilumina ese fondo. En La familia de Pascual
Duarte no resulta una tarea ardua rastrear los débitos de la novela picaresca (sobre todo
en sus primeros capítulos), tampoco el eco de aquellos argumentos tremebundos que
ilustraban las novelas de López Pinillos o Felipe Trigo; pero la grandeza de Cela consiste
en irradiar sobre esas honrosas influencias su poderosa personalidad, que las transmuta
en algo distinto, a la vez que las proyecta sobre el futuro, renovando su valor universal.
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En La familia de Pascual Duarte, Cela no desdeña algunas de las convenciones más
fatigadas por la literatura, como la del «manuscrito hallado», que le sirve de excusa para
ceder la voz a su criatura. Pero esta asunción de los tópicos nunca es dócil ni mimética,
sino perturbadoramente iconoclasta; cuando, a semejanza de Poe en su narración de las
peripecias de Arthur Gordon Pym, Cela interrumpe la confesión de Pascual Duarte, al
lector no lo asalta la impresión de haber leído una historia trunca, sino más bien reducida
a lo esencial, muy delicadamente constreñida a la espeleología de un alma en la que
anida «un nido de alacranes». No llegamos a conocer las vicisitudes que arrastraron a
Pascual Duarte a rematar al «insigne patricio don Jesús González de la Riva», porque en
Cela (en contra de lo que han aventurado algunos de sus escoliastas más despistados) no
hay regodeo en la crueldad, sino caritativa introspección en una criatura trágicamente
acechada por la idea de la muerte, que «llega siempre con paso de lobo, con andares de
culebra, como todas las peores imaginaciones». A Cela no le importa tanto la crónica
despiadada de los desmanes que conducirán a Pascual Duarte al patíbulo como su
angustia desvalida, su triste condición de hombre gobernado por instintos atávicos, por
esa sombra fatídica y macbethiana, «tan larga como un fantasma», que tironea de él y se
asoma a la tapia de los cementerios, para encararlo con su destino de muerte.
Si toda la obra de Cela se explica mediante la tensión entre crueldad y piedad, o, si se
prefiere, entre el sombrío pesimismo y el anhelo de redención, en La familia de Pascual
Duarte encontramos esa tensión convertida en hábil contrapunto, con pasajes broncos en
los que la sangre ciega al protagonista, convertida en abono de su vida, y pasajes en los
que el clamor de esa sangre se apacigua, para brindarle un remanso de precaria paz, un
espejismo de dicha que no tarda en hacerse añicos. La violencia que restalla en las
páginas de esta novela se reviste de formas cambiantes, hasta completar la radiografía
de un arquetipo humano que mata sin pensar, «a veces sin querer», empujado por un
odio que se ha ido incubando durante años, para brotar, súbito como un cuchillo y
necesario como un desahogo, e imponer sus designios. La sangre «oscura y pegajosa» de
Chispa, la perrilla perdiguera a la que Pascual mata por no poder soportar, de repente, su
mirada escrutadora y fría, inaugura un aquelarre de crímenes que se clausura con el
matricidio, «algo fatal que había de venir». Pascual Duarte acuchilla a su madre sin
remordimientos de con-ciencia, porque «de aquellos actos a los que nos conduce el odio,
a los que vamos como adormecidos por una idea que nos obsesiona, no tenemos que
arrepentirnos jamás». Y en mitad de estos dos paroxismos liberatorios, la sangre
adquiere la música de una gran letanía que otorga su argumento a la vida del
protagonista: a veces es una sangre catártica y expiatoria, cuyo derramamiento alivia su
corazón yermo (aunque nunca sea un alivio reparador, puesto que tarde o temprano se
alimenta con otro crimen); a veces, una sangre vindicativa y ofuscada que le transmite la
necesidad de la huida; a veces, incluso, una sangre metafórica que sirve para designar su
destino, que no es otro que el de la huida «a un sitio don-de nadie nos conozca, donde
podamos empezar a odiar con odios nuevos».
Esta omnipresencia de la sangre, como una embriaguez que nubla el alma y anestesia el
dolor de estar vivo, quizá sea la cifra que compendie la calcinada hermosura de una
novela que araña y muerde, porque nos enfrenta a ese amasijo de pasiones ancestrales
que llevamos dentro. La familia de Pascual Duarte es una novela sin énfasis, recorrida de
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una poesía escueta y agreste, sombría como la guarida de una alimaña, una novela que
refresca la temperatura de las grandes tragedias clásicas y explica la genealogía del odio,
ese indescifrable magma de víboras que anida en la sangre, agazapado en un sueño
milenario, pero dispuesto a resucitar siempre. En este despojamiento capaz de explicar
las pulsiones que no admiten explicación reside su magisterio universal e inmarcesible.
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Camilo José Cela en la Red Municipal de Bibliotecas de Murcia (RMBM)
Puedes encontrar numerosas obras de Cela en todas las bibliotecas de la RMBM. Consulta
en el catálogo: http://www.rmbm.org/catalogo/index.htm
Fecha de actualización: noviembre 2013
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