BOLETÍN ESCUELA DE MEDICINA U.C., PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE VOL. 31 Nº1 2006 INFECCIÓN INTRAAMNIÓTICA POR CANDIDA ALBICANS ASOCIADA A DISPOSITIVO INTRAUTERINO Hernan Braun (1), Yumay Pires (2), Antonieta Solar (3), Jorge A. Carvajal (1) INTRODUCCIÓN La infección intraamniótica es causa de aborto, parto prematuro, rotura prematura de membranas ovulares, y otras complicaciones infecciosas, tanto maternas como neonatales. Estas infecciones son habitualmente causadas por bacterias; sin embargo, durante la última década, la Cándida sp. ha sido identificada por los especialistas en Medicina Materno Fetal como otro agente etiológico para la infección intraamniótica, reconociéndola como potencial causante de muerte y enfermedad en el período perinatal. Se ha estimado que un 18 a 25 % de las embarazadas asintomáticas tienen cultivos o tinción de Gram positiva para Cándida sp. en el flujo vaginal (13). Esta colonización es frecuentemente asintomática y parece ser intermitente durante la gestación. Sin embargo, la Cándida puede invadir la cavidad amniótica, causando síntomas clínicos de infección intraamniótica. El riesgo de infección ascendente de la cavidad amniótica ha sido reportado en rangos de 0.8 a 2.0 % (1,4,5). Se desconoce porqué la infección ascendente ocurre sólo en algunos pacientes, habiéndose establecido que la presencia de un Dispositivo Intrauterino (DIU) o un Cerclaje Cervical, son los principales factores de riesgo para infección intraamniótica por Cándida durante el embarazo (4). La infección intraamniótica por Cándida no requiere de la rotura de las membranas ovulares. En dos de cada tres pacientes con demostración de Cándida en el líquido amniótico, no existe rotura de membranas, o ellas se han roto recientemente, mientras que los hallazgos histológicos en el feto y membranas ovulares sugieren una exposición prolongada al microorganismo (6). El principal hallazgo, en el cordón umbilical, placenta y membranas, son placas ovaladas, amarillo pálidas, de 0.5 – 2.0 mm de diámetro. El examen histológico de estas placas muestra inflamación aguda, y la presencia de pseudomicelios característicos de este hongo (4,7). En el feto es posible evidenciar un “rush” cutáneo, en que es posible demostrar la presencia de la cándida mediante análisis histológico o cultivo de la lesión. También es posible y frecuente la demostración de Cándida en el lumen del tracto bronquial o gastrointestinal (7). Aquí presentamos dos casos de infección intraamniótica por cándida; describimos el cuadro clínico, su tratamiento, y los hallazgos anatomo patológicos. CASOS CLÍNICOS CASO 1 Paciente de 27 años de edad, primípara, usuaria de DIU tipo nova T durante 4 años. Ingresa a control prenatal a las (1) Instructor Asociado. Departamento de Obstetricia y Ginecología. (2) Instructor Asociado. Anatomía Patológica . (3) Profesor Auxiliar. Departamento de Obstetricia y Ginecología.Unidad de Medicina Materno Fetal. Correspondencia: [email protected] 11 semanas realizándose ecografía que muestra embarazo único y DIU a 15 mm del fondo uterino. No fue posible la extracción del DIU. Evoluciona fisiológicamente hasta las 28 semanas en que consulta en el Servicio de Urgencia por contracciones uterinas dolorosas; al ingreso se encuentra en buenas condiciones, con temperatura axilar de 37.6 ºC, taquicardia y con sensibilidad a la palpación del útero; al examen vaginal con especulo estéril se observaban signos de micosis vaginal. El cuello uterino estaba borrado 50 % y sin dilatación; en la ecografía se apreció un feto en presentación cefálica y con una estimación de peso de 1200 grs, con vitalidad adecuada y líquido amniótico normal. Dada la persistencia de la dinámica uterina se realiza amniocentesis guiada por ultrasonido, obteniéndose 10 ml de líquido amniótico turbio, con un recuento de 2.300 leucocitos por ml, 40 % de polimorfos nucleares, glucosa de 2 mg/dl; la tinción de gram evidenció levaduras y pseudo micelios compatibles con Cándida Albicans. Posteriormente el cultivo de líquido amniótico confirmó la presencia de Cándida Albicans. Con el diagnóstico de infección ovular por hongos se decide la interrupción del embarazo; se le administró a la madre un esquema de Ampicilina 1 gr. c/6 hrs. ev, Gentamicina 80 mg c/8 hrs. im y Fluconazol 300 mg vía oral. Luego de 5 horas de inducción se logra un parto 47 BOLETÍN ESCUELA DE MEDICINA U.C., PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE vaginal, obteniéndose un recién nacido femenino de 1.180 gramos (apgar 6-9), los gases de sangre de cordón mostraron un pH de 7.41 y un déficit de base de 2.4 mEq/lt. La madre presenta una buena evolución durante el puerperio y completó tratamiento con Fluconazol 150 mg/día por 14 días. El recién nacido evoluciona con dificultad respiratoria requiriendo 1 dosis de surfactante y ventilación mecánica por 12 horas, no mostró signos de candidiasis congénita y recibió Anfotericina B, Ampicilina y gentamicina durante 7 días. Fue dado de alta luego de dos meses de hospitalización. CASO 2 Paciente de 30 años, multípara de 2, cesarizada, Rh (-) no sensibilizada cursando embarazo controlado en nuestro servicio desde el primer trimestre, con DIU tipo T de cobre que no logró ser extraído durante los primeros controles debido a no visualización de las guías. Ingresa a las 21 semanas por cuadro de 4 días de evolución con dolor hipogástrico y genitorragia escasa en las últimas 24 horas. Al ingreso se constata una paciente en buenas condiciones generales, afebril, PA 110/70 y FC 88x´. El examen abdominal mostró un útero grávido de 18 cm de altura, indoloro, sin contracciones y tono normal. A la especuloscopía se evidenció un cuello de aspecto sano con metrorragia escasa sin pérdida de líquido amniótico. El resto del examen físico fue normal. El tacto vaginal no mostró modificaciones cervicales. Se tomaron cultivos vaginales y perineales. La ecografía mostró un feto vivo y activo en presentación podálica con biometría concordante para la edad gestacional y una estimación de peso fetal de 329 gr, sin evidencias de malformaciones. La 48 VOL. 31 Nº1 2006 placenta era normoinserta, ubicada en fondo y pared anterior. En relación al fondo uterino y pared lateral derecha se observó imagen ecorrefringente compatible con DIU. Los exámenes de laboratorio mostraron 11500 leucocitos con 7% de baciliformes y 70% de segmentados; VHS de 64 mm/h y PCR de 11 mg/dl (normal <1). El sedimento de orina mostró 150 leucocitos/ul, 350 eritrocitos/ul y Bacterias (+), compatible con infección urinaria. La paciente evolucionó afebril y con disminución del flujo genital, pero 12 horas después del ingreso inició dinámica uterina espontánea y dolorosa, decidiéndose realizar amniocentesis guiada por ecografía para descartar infección ovular. Se obtuvo 10 cc de líquido amniótico turbio que se envió a estudio. Se confirmó vitalidad fetal posterior al procedimiento y se inició tratamiento antibiótico profiláctico de amplio espectro con Penicilina 20 millones I.U. ev/d, Quemicetina 3 gr ev/d y Gentamicina 240 mg im/d. La tinción de Gram del líquido amniótico mostró abundantes levaduras compatibles con Cándida Albicans, lo que se confirmó posteriormente en el cultivo de líquido amniótico. El examen citoquímico del líquido informó 220 leucocitos con predominio mononuclear y glucosa de 2 mg/dl. La paciente se hizo febril y al tacto vaginal se comprobó un cuello borrado y dilatado 1 cm. Se decidió agregar Fluconazol 200 mg cada 12 hr. al esquema antibiótico inicial y la conducción del trabajo de aborto. Ocho horas después la paciente expulsó el feto, placenta y membranas ovulares. Se realizó legrado uterino sin incidentes. La evolución posterior fue satisfactoria y sin signos de infección. El tratamiento antibiótico se mantuvo por 72 hrs, siendo dada de alta con Ampicilina, Cloramfenicol y Fluconazol hasta completar 7 días de tratamiento en total. Los cultivos vaginales fueron negativos para Candida sp, Sterptococo Grupo B, Micoplasma Hominis, Ureaplasma Urealiticum y el estudio de ELISA nodemostró infección por Clamidia Tracomantis. El estudio anatomopatológico demostró: Feto sexo masculino de 244 gr. sin malformaciones externas ni de órganos internos. El estudio histológico mostró Bronconeumonía Aguda Leucocitaria. Cordón Umbilical: con 3 vasos, con múltiples lesiones blanquecinas puntiformes de 1 mm de diámetro. El estudio histológico mostró Funicitis Leucocitaria con formación de Pseudogranulomas y Angeitis focal. Placenta: La cara fetal de la placenta presentaba lesiones puntiformes, blanquecino amarillentas, cercanas al sitio de inserción del cordón umbilical. La cara materna no tenía lesiones macroscópicas reconocibles, con dispositivo intrauterino tipo T de cobre adherido a la superficie. Las membranas ovulares estaban íntegras, opacas, blanquecino verduscas y en partes engrosadas. El examen histológico demostró una corioamnionitis fibrinoleucocitaria, en partes necrotizante, con angeítis de tipo séptico en la Placa Coriónica. En el Cordón Umbilical (Figura 1), la Placa Coriónica, y en las Membranas Ovulares (Figura 2) se reconocieron estructuras levaduriformes y pseudomiceliales del género Candida spp. CONCLUSIONES La Cándida sp. puede infectar de modo ascendente el líquido amniótico, causando síntomas clínicos de corioamnionitis. Esta situación se presenta comúnmente en asociación embarazos con DIU o cerclaje cervical. Estimamos que la cándida debe INFECCIÓN INTRAAMNIÓTICA POR CANDIDA ALBICANS ASOCIADA A DISPOSITIVO INTRAUTERINO - DR. HERNÁN BRAUN de la virulencia del microorganismo, es posible que se establezca una respuesta inflamatoria. Es posible que la ocurrencia precoz de este proceso sea la causa del aborto que afecta frecuentemente a los embarazos con DIU. Figura 1 : Estructuras levaduriformes y pseudo micelios de Candida sp. en el cordón umbilical (Tinción PAS, 40x) En el segundo y tercer trimestre, la infección puede progresar comprometiendo las membranas ovulares y posteriormente la cavidad amniótica y el feto. También es probable que en algunos casos la invasión microbiana de la cavidad amniótica no ocurra, pero que la respuesta inflamatoria en el espacio coriodecidual, sea causa de parto prematuro o rotura prematura de membranas ovulares, sin que sea posible demostrar la infección. Es posible que la remoción precoz del DIU, una vez detectado el embarazo, sea suficiente para eliminar el riesgo asociado a su persistencia. En nuestra unidad recomendamos la extracción inmediata del DIU en cuanto se detecte el embarazo. Estas pacientes no requerirán un control prenatal especial. Figura 2 : Estructuras levaduriformes y pseudo micelios de Candida sp. en las membranas fetales (Tinción PAS ,20x) ser buscada dirigidamente mediante amniocentesis en todas las embarazadas con amenaza de parto prematuro o rotura prematura de membranas en quienes existe el antecedente de un DIU presente en la cavidad uterina. Los testigos de DIU están en contacto permanente con la flora vaginal, siendo posible su colonización por Cándida desde la vagina, ya sea antes del embarazo o en etapas precoces del mismo. El DIU colonizado permanecerá en el espacio coriodecidual o en la masa placentaria. Posteriormente, dependiendo de factores inmunológicos del huésped, o Por el contrario, aquellas pacientes en que no es posible la extracción del DIU, o se presentan tarde a control prenatal, tienen un alto riesgo de parto prematuro y de rotura prematura de membranas. En ellas es razonable postular que el tratamiento antimicótico podría erradicar la colonización por Cándida del DIU retenido en el espacio coriodecidual. Este tratamiento en el primer trimestre lograría una mejoría significativa del resultado perinatal. No existe, sin embargo, evidencia clínica suficiente para recomendar este tratamiento. Creemos necesario un protocolo clínico randomizado para evaluar la eficacia y seguridad de un tratamiento sistémico para erradicar la Cándida en paciente embarazadas con DIU que no pudo ser extraído en el primer trimestre. 49 BOLETÍN ESCUELA DE MEDICINA U.C., PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE REFERENCIAS 1.Friebe-Hoffmann U, Bender D, Sims C and Rauk P. Candida Albicans Chorioamnionitis associated with preterm labor and sudden intrauterine demise of a twin. J Reprod Med 2000; 45: 354-56. 2. McDonald HM, O´Loughlin JA, Jolley P, Vigneswaran R. and McDonald PJ. Prenatal Microbiological Risk Factors Associated with preterm birth. Br J Obstet Gynecol 1992; 99: 50 VOL. 31 Nº1 2006 190-6. 3. Meis PJ, Goldenberg RL, Mercer B, Moawad A, Das A, et al The preterm prediction study: Significance of vaginal infections.. Am J Obstet Gynecol 1995; 173: 1231-5. 4. Whyte RK, Hussaim Z and de Sa D. Antenatal infections with Candida species.. Archives of Disease in Childhood 1982; 57: 528-35. 5. Cotch MF, Hillier Sh L, Gibbs RS, and Eschenbach DA. Epidemiology and outcomes associated with moderate to heavy Candida colonization during pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1998; 178: 374-80. 6. Nichols A, Khong TY and Crowther CA. Candida Tropicalis chorioamnionitis. Am J Obstet Gynecol 1995; 172 (3): 1045-7. 7. Rivasi F, Gasser B, Bagni A, Ficarra G, Negro RM, et al. Placental Candidiasis: Report of four cases, one with villitis. APMIS 1998; 106: 11659.