CONFESIONES DE UN VAGABUNDO – Gernezto Gómez

CONFESIONES DE UN VAGABUNDO – Gernezto Gómez
MALDAD DE LOS INOCENTES
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[GERNEZTO GÓMEZ]
Demian solo tenía un recuerdo vago de una vida pacífica, con
solo 11 años de edad, la palabra guerra tenía un gran
impacto en su vida. La maldita guerra le había quitado a su
padre, y su madre a duras penas podía abastecer el hogar.
Las matanzas causadas por la guerra habían convertido aquel
pueblo en un lugar desolado donde la esperanza de una vida
mejor parecía perdida.
Un día de esos en que Demian decidió jugar cerca de los
sembradíos, imaginándose que era un piloto experimentado
que, algo llamo su atención, algo estaba tirado en el camino,
al acercarse este se dio cuenta que aquel misterioso objeto no
era más que un soldadito tallado en madera. La felicidad de
haber encontrado un juguete emociono mucho al niño que
corrió rápidamente a su casa a jugar con su nuevo
compañero. Pero tan buen regalo oportuno merecía un buen
nombre, Demian pensó por un momento y dijo: - Ya que eres
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Título original “Maldad de los Ignorantes”
CONFESIONES DE UN VAGABUNDO – Gernezto Gómez
un sargento tu nombre será, Literman2; escondiendo su
tesoro en una caja debajo de su cama, nadie, ni siquiera la
guerra le podría quitar la felicidad que el soldadito ha traído a
Demian.
Por varios días Demian aprovechaba cualquier momento y en
secreto jugaba con Literman, le contaba sus secretos como
aquel muñeco pudiese escucharlo o responderle.
Pero como en todo momento feliz hay siempre alguien
dispuesto a acabar con ella. Tobías un niño envidioso que
vivía cerca de la casa de Demian, vio el momento en que este
recogió al saldadito del camino y al no tener juguetes
tampoco, pretendía robar el tesoro de Demian.
Un día espero a que no hubiese nadie en la casa, se escabullo
a la habitación de Demian, en busca del soldadito de madera.
A los pocos minutos Tobías salió corriendo, gritando
desesperado hasta su casa, casi mudo como si hubiese visto
un fantasma.
Los días transcurrieron, y una mañana un poco extraña, la
desolación de aquel pueblo se convirtió en tragedia.
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“ Hombre Pequeño”
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Los padres de Tobías habían sido asesinados, al parecer unas
varillas de metal había sido incrustadas en sus cabezas
mientras estos dormían. Los adultos rodearon la casa de
aquel hecho tan grotesco, Demian quería ver más que había
pasado pero su madre se lo prohíbo, puesto que era un niño y
no debía ver tal escena.
A un mes de aquel extraño suceso, Demian juega con sus
amigos: Tito, Ferdinan, los gemelos Ariel y Ardel, todos se
preguntaban qué había pasado con Tobías, sus padres habían
muerto, pero después de eso tampoco se supo más de Tobías.
Los niños sacaban sus propias conclusiones alegando que
quizá debió irse con algún familiar ya que no tenía a nadie
más en el pueblo, pero ¿Por qué no se despidió? o ¿Por qué
los adultos no hablan más del tema?
Ferdinan temblaba, como si algo lo atemorizaba, después de
intentar contenerse dijo con voz suave y temblorosa: -Lo
degollaron.
Sus amigos lo miraban y no podían creer que el más pequeño
del grupo dijera eso,
Tito le dijo: - Habla claro, ¿A quién degollaron?
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Yo lo vi, dos señores mataron a Tobías. – dijo Ferdinan,
empezando a llorar.
Demian un poco ansioso dijo: - ¿Cómo viste eso?
Estaba jugando en el granero, entraron los dos señores y
Tobías, me escondí detrás del heno y pude ver cuando uno
saco un cuchillo y lo mato como a una oveja. – Dijo Ferdinan
llorando muy desesperado.
Los niños quedaron perplejos, por la historia de Ferdinan.
Dos semanas después de saber que había pasado con Tobías,
Demian volviendo de comprar un poco de pan, pasando frente
a la iglesia del pueblo, llama su atención que hay dos troncos
grandes y a ellos están atados los gemelos, corriendo para
ver que pasa se detiene pues dos hombres con cuchillo en
mano salen de la iglesia y cortan la garganta de los gemelos,
muriendo estos instantáneamente. Demian horrorizado no
puede moverse, los hombres al percatarse de que un niño
había visto todo, van a hacia Demian, este siente deseos de
correr pero su cuerpo no responde, uno de los verdugos le
dice –Vete, y pide a Dios que tu no seas un instrumento del
diablo. Esas palabras hicieron que el deseo de correr fuera
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realidad, el niño corrió a toda velocidad a su casa, esperando
encontrar refugio a los horrores del pueblo.
Al llegar a su casa, lo peor había ocurrido, su madre estaba
muerta en el piso, tenía en su cabeza un hacha, Demian no lo
podía creer.
Corriendo hacia los sembradíos, desesperado en busca de una
explicación a todo lo que estaba ocurriendo, vio que Ferdinan
estaba sentado a un lado del camino.
Acercándose a este le dijo: - Vámonos, o nos mataran.
No, los niños no morirán, a menos que los adultos los maten
– dijo Ferdinan como fuera de sí.
¿Qué dices? – dijo Demian
Los adultos acusan a niños de matar, pero no es su culpa –
dijo Ferdinan mirando fijamente al vacio.
¿Y quién es el culpable? – dijo Demian
Es el sargento Literman, el dio las órdenes y los niños hemos
obedecido como buenos soldados – dijo Ferdinan
Demian no podía entender que ocurría, ¿Cómo supo Ferdinan
la existencia de Literman? si él nunca había mostrado su
tesoro a nadie. Dejando a Ferdinan, regreso corriendo a su
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casa, a buscar aquel muñeco de madera que había significado
el inicio de las muertes. Pero antes de llegar fue detenido por
adultos del pueblo que lo acusaban de haber matado a su
propia madre.
Una gran hoguera está siendo preparada por los adultos, con
el fin de quemar en ella a todos los niños que quedan en el
pueblo, para así eliminar la maldad que había llegado. Demian
está atado y amordazado junto a otros niños y niñas que
llorar sabiendo cual es su destino.
Por la mente de Demian solo pasa, la imagen del soldado de
madera que lo hizo feliz, pero que había traído una maldición
al pueblo.
Demian es arrojado a la hoguera, lo último que logra ver es
una silueta que observa a lo lejos el fuego, mientras las
llamas consumen su carne y huesos, al igual con los demás
niños que han sido sacrificados para limpiar al pueblo.
ESA HOGUERA PROVOCO UN INCENDIO DESCONTROLADO
QUE ACABO CON TODO EL PUEBLO, RECLAMANDO LAS VIDAS
TANTO DE NIÑOS COMO ADULTOS, ASI FUE COMO EN
NOMBRE DE EL SARGENTO LITERMAN, UN PUEBLO DE
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IGNORANTES CONDENO LO QUE ELLOS PENSARON ERA LA
MALDAD DE LOS INOCENTES…
FIN