ELEGÍA 1938 ….tienes prisa en confesar tu derrota y aplazar para otro siglo la felicidad colectiva. Aceptas la lluvia, la guerra, el desempleo y la injusta distribución Porque no puedes, solo, dinamitar la isla de Manhattan. Elegía 1938 debe su nombre a un poema de Carlos Drumond de Andrade poeta de Minas Gerais (Brasil). En dicho poema (homónimo) el desencanto y la pérdida de la confianza, ante la desposesión y la desigualdad, se manifiestan visionarios desde el ejercicio de la demolición y el terror. Al punto que ejecuta, en el año 1938, el acontecimiento simbólico del dinamitazo absoluto. La precedencia del gesto atmoterrorista de la explosión y difuminación de la isla de Manhattan. Descripción Técnica El Proyecto recoge 2 monitores el primero documenta como se dinamita una chabola y muestra la explosión en una especie de contenencia donde los restos, el excedente, y lo deyecto se paralizan suspendidos en el aire con el detenimiento simbólico que les es propio. El segundo monitor muestra 4 propuestas de espacios habitativos reducidos. Son en realidad 4 módulos o prototipos totalmente evolucionados, hasta el último de sus detalles, que autogestionan la energía y la canalización de sus residuos y que se ofertan como estructuras habitacionales posibles para una efectuación real, y una introducción o inserción en los asentamientos irregulares; es decir en la ciudad informal. Dichos módulos son estructuras unifamiliares de bajo coste A su vez, el proyecto se concreta con la realización física, y en escala, de uno de los módulos propuestos en los monitores, suspendido en el aire cuyas medidas son: 350 x 400 x350cm.Este módulo consta de 2 partes diferenciadas: La fracción delantera está explosionada y se suspende literalmente en el aire. Se ha resuelto con los retales de madera y contrachapados de la explosión previa y vinculante de una casucha dinamitada en un barrio chabolista (como se documenta en el vídeo antes mencionado) Esta pieza, de carácter más simbólico e instalativo que el resto de los módulos, incide en las demoliciones forzosas y la violación de los derechos a la vivienda, a la propiedad y al acceso a un recurso judicial efectivo. Su volatilización se corresponde con lo que las municipalidades de Brasil denominan desactivación de favelas. Por otra parte, es importante conceptualmente el hecho de crear a partir de los restos; es decir, a partir no ya de los residuos sino de aquello que la sociedad desde su lógica de la exclusión considera un destino: una relación o falta de ella con los bienes. En suma, es importante la generación proyectual de un hecho creativo, incluso transaccional, que se articula desde lo residual, desde los restos del naufragio de aquellos que no pueden ajustarse a la norma; los improductivos, y cuyos pedazos se emplazan en un espacio ferial o museal que abraza aquello que Bourdieu definiese como efecto de club. La parte trasera se inserta en el mismo módulo, como su continuación lógica, pero evoluciona hacia un fruncimiento en geometrías y facetas de cristalería que, por el contrario, están resueltas con impecabilidad en vidrio especular y aluminio. Incide lógicamente en la obligatoriedad contemporánea de potenciar la venustidad de las ciudades, protegerlas de agentes indeseados de edificabilidad irregular y mantenimiento desreglado, y nos remite al higienismo y el transparentismo del panóptico, o sea; a la vigilancia, a la normatividad y, claro está, a la restitución del estatus censal y visual del individuo. Dionisio González