UNO DI NOI

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UNO DE NOSOTROS
(El porqué y el cómo de una iniciativa de los ciudadanos europeos a favor de la vida)
“La Europa del mañana está en vuestras manos. Sed dignos de esta tarea. Vosotros trabajaréis
para devolver a Europa su verdadera dignidad: la de ser un lugar en el cual la persona, todas las
personas son recibidas en su incomparable dignidad” (Juan Pablo II, 18 de diciembre de 1987.
Convenio sobre el derecho a la vida en Europa)
1
I PARTE
PRESUPUESTOS CULTURALES
1) La cuestión antropológica
El aspecto más conturbador y subversivo de las cada vez más numerosas agresiones a la
vida humana es que en amplios espacios de la cultura y de las legislaciones modernas, estas
se están convirtiendo en un derecho 1. Esto es particularmente evidente en lo relacionado con la
vida que nace. La cuestión antropológica (a quién tiene que ser reconocida la cualidad de hombre
y cuál es el sentido de la vida humana) se ha convertido en una cuestión social fundamental. La
mayor parte de los problemas que plantea la bioética se pueden resumir en una sola pregunta: ¿el
concebido es un ser humano con todos los derechos?. ¿Son válidos también para él los principios
de igualdad y solidaridad?. Reconocer al concebido como "uno de nosotros", es decir como un
sujeto, no como un objeto, como un fin, no como un medio; como una persona, no como una cosa;
es la respuesta indispensable para construir una cultura de la vida racional, es decir, que sea
persuasiva para todos con independencia de la fe religiosa. Paradójicamente esta respuesta, que es
la más radical y directa respecto a la tesis llamada “abortista” es también la más eficaz para
convencer a la cultura moderna. Esta considera su máxima conquista civil la afirmación de los
derechos humanos y de la igualdad. Pero la proclamación de los derechos humanos carece de
sentido si no se reconoce el sujeto titular de los mismos. El principio de igualdad se contradice si
se deja lugar a la indiscriminación entre categorías de seres humanos. La cuestión del derecho a la
vida hay que situarla por lo tanto, más que en el terreno del derecho penal y de las leyes sobre el
aborto, en el terreno de los derechos humanos. A este nivel la cultura moderna es vulnerable,
precisamente porque proclama los derechos humanos y la igualdad. El mero reconocimiento de la
cualidad de hombre también al concebido, si estuviera escrito en la ley, que es percibida por la
colectividad como una forma de racionalidad colectiva, produciría inmediatamente efectos de
defensa concreta de la vida que nace. De hecho, el argumento que vence la resistencia innata de la
madre ante la prospectiva del aborto es que por lo menos durante las primeras fases del embarazo
en el seno materno no hay un ser humano, sino un grumo de células, como mucho una vida
impersonal, no disímil de las partes de un cuerpo humano, animal o vegetal. Además la particular
condición del embarazo (un individuo humano que se aloja en el cuerpo de una mujer), hace difícil
la defensa de la vida del hijo si el concebido no está presente como ser humano en la mente y en el
corazón de la madre. Los instrumentos químicos más modernos (píldora del día después, píldora
de los cinco días siguientes, RU486) hacen casi imposible la eficacia de cualquier tipo de acción a
favor del derecho a la vida, externa a lo que la mujer embarazada piensa y siente. Por ello, no hay
ninguna duda de que el reconocimiento público, formal y legal de la cualidad de ser humano del
concebido sería completamente útil para defender la vida incluso independientemente de la
disciplina legal del aborto, de la procreación artificial y de la experimentación en los
embriones.
1
Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium Vitae (números 4 y 11), tras haber recordado todos los atentados contra la
vida que han acompañado al hombre durante la historia, mencionados en los documentos del Concilio Vaticano II y tras
haber añadido a esa lista la mención de otras agresiones actuales, hace observar que este inquietante panorama, lejos de
hacerse más restringido, más bien se está dilatando […] al mismo tiempo que se está consolidando una situación
cultural, que da a los delitos contra la vida un aspecto inédito y –si es posible- todavía más inicuo” (n °4) y de este
modo concentra su atención en “otro tipo de atentados relacionados con la vida que nace y que termina, que representan
aspectos nuevos respecto al pasado y plantean problemas de singular gravedad por el hecho de que tienden a perder, en
la conciencia colectiva, el carácter de delito y asumir paradójicamente el de derecho" (n°11)
2
2) Europa como unión de valores
Quien lee el Tratado de Lisboa y la Carta Europea de Derechos Fundamentales se pregunta
como aquellos que redactaron y estipularon el Tratado no quisieron aceptar la llamada a las
raíces cristianas de Europa. En efecto, la Unión Europea (UE) se define a sí misma como
una "unión de valores" y estos están todos fundados en el concepto cristiano del hombre. Es
impresionante la insistencia con la que tres expresiones: dignidad humana, derechos del
hombre, igualdad, se repiten el Tratado de Lisboa, tanto en el TUE (Tratado de
funcionamiento de la Unión Europea, reelaboración del Tratado de Maastricht del 7 de
febrero de 1992), como en el TFUE (Reelaboración del Tratado de Roma del 25 de marzo
de 1957), y en la Carta Europea de Derechos Fundamentales (proclamada en Niza el 2 de
diciembre de 2000 y más tarde en Estrasburgo el 12 de diciembre de 2007). El Tratado de
Lisboa (TUE+TFUE) entró en vigor, como es sabido, el 1° de diciembre de 2009.
Pero estas expresiones no pueden proteger de manera inequívoca el derecho a la vida si
dicho derecho se entiende que existe desde el momento de la concepción, como sería
coherente reconocer, puesto que el valor de la vida humana es la primera expresión esencial
de la dignidad, que la igualdad no se hace realidad plenamente si se acepta la discriminación
entre seres humanos nacidos y no nacidos todavía, si no se reconoce que el titular de los
derechos del hombre es todo individuo viviente de la especie humana, independiente de
otras cualidades que le puedan ser atribuidas.
La negación de Europa a reconocer al concebido como "uno de nosotros" cambia
completamente el sentido de los derechos humanos, de la igualdad y de la dignidad
humana2. Por ello es urgente hacer todo lo posible para devolver a Europa su verdadero
fundamento, como dice el artículo 2 del Tratado de Lisboa (TUE)3. Esto se hace más
necesario en el momento en el cual la crisis económica ofusca la idea misma de Europa
pensada como lugar del bienestar material. Los ciudadanos se sienten cada vez más distantes
de los ideales que movieron a los padres fundadores. Volver a encontrar la unidad de los
pueblos europeos entorno al valor de la dignidad humana, presente siempre y continuamente
en todos los hombres, se muestra, por ello, también como un modo para evitar el fracaso de
Europa4.
3) Una línea estratégica gradual
En una sentencia del Tribunal Constitucional húngaro ha sido escrito que el reconocimiento
jurídico de la categoría de hombre al concebido constituiría el cumplimiento y la perfección
2
Ha escrito Juan Pablo II en el n° 18 del Evangelium Vitae: "está llegando a un cambio de dirección de
consecuencias trágicas un largo proceso histórico que tras haber descubierto la idea de los derechos humanos -como
derechos inherentes a todas las personas y anteriores a todas las constituciones y legislaciones de los Estados- incurre
actualmente en una sorprendente contradicción:
precisamene en una época en la cual se proclaman solemnemente los derechos inviolables de la persona y se afirma
públicamente el valor de la via, dicho derecho a la vida es prácticamente negado y quebrantado, de manera particular en
los momentos más emblemáticos de la existencia, como son el nacimiento y la muerte".
3
"La Unión se basa en los valores de respeto de la dignidad humana […] , de la igualdad […] ,del respeto a los
derechos humanos […]". El mismo concepto se expresa en el preámbulo de la Carta de Derechos Fundamentales: "... la
Unión se funda en los valores indivisibles y universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad […]. Pone a la
persona en el centro de su actuación".
4
De "fracaso de Europa" habló Juan Pablo II el 11 de octubre de 1985 dirigiéndose al Consejo de las
Conferencias Episcopales europeas. Este indicó la introducción de la legislación permisiva del aborto considerada como
la afirmación de un principio de libertad, un fracaso para el hombre, para la mujer, para el médico, para el Estado y
concluyó: "Europa tendrá que meditar sobre este fracaso".
3
de un proceso histórico que ha ya eliminado la esclavitud y la discriminación entre las
diversas categorías de hombres5. Es una idea que muestra el carácter extraordinario y
planetario de la “cuestión antropológica”. La fatiga de la reflexión y de los consiguientes
comportamientos relacionados con el inicio de la vida humana es tan importante que marca
una época. Por ello no cabe imaginar que el derecho a la vida humana en su totalidad pueda
ser reconocido en breve. Es necesario afrontar una gran labor. Ello impone la aceptación del
método de la gradualidad. Si no se puede alcanzar inmediatamente la meta final, no hay que
renunciar a la persecución de resultados parciales. Se equivoca quien pierde la esperanza
ante las dificultades que presenta esta labor y por ello se resigna y renuncia a la lucha. La
tenacidad en el compromiso de defender y promover el derecho a la vida exige, cierto, que
se haga todo lo posible para alcanzar el resultado final, pero precisamente por este motivo,
se van subiendo poco a poco los peldaños que en este momento se pueden superar aunque la
escalera sea muy alta y se nos impida recorrerla totalmente. Quien quiere alcanzar la cima
de una alta montaña a veces tiene que detenerse a descansar en un nivel intermedio.
II PARTE
LA INICIATIVA CIUDADANA EUROPEA A FAVOR DE LA VIDA
4) Aspectos técnico-jurídicos
Una de las novedades que se considera más importante de las introducidas por el Tratado de
Lisboa, es la llamada "iniciativa ciudadana" (art. 11 TUE y 24 TFUE), cuya disciplina ha
sido formulada detalladamente por el reglamento 211\2011, aprobado el 16 de febrero de
2011 (cuya entrada en vigor fue establecida para el 1 de abril de 2012). A esta nueva
institución se le atribuye una gran importancia porque se considera idónea para reducir el
llamado "déficit democrático" presente en la UE y para acercar a los ciudadanos a esa Unión
que la mayoría de ellos sienten como algo lejano. Según la normativa ahora indicada, por lo
menos un millón de ciudadanos de al menos 7 estados miembros pueden solicitar a la
Comisión que presente una propuesta determinada de un acto jurídico a las otras
instituciones europeas (Parlamento y Consejo de Ministros). El acto jurídico tiene que estar
relacionado con el cumplimiento de los tratados, estar comprendido dentro de las
competencias de la Comisión y no ser contrario a los valores de la Unión. La iniciativa
puede ser promovida por un comité constituido por al menos siete ciudadanos de siete
estados deferentes de la Unión, y entre ellos es necesario nombrar un representante y un
suplente con facultad para mantener los contactos con las instituciones en nombre del
comité. La Comisión tiene que registrar la iniciativa propuesta (si la misma resulta conforme
con lo consentido) en el plazo de dos meses. En el plazo de un año a partir de la fecha de
registro, se puede llevar a cabo la recogida de declaraciones de apoyo, que tiene que ser
5
Sentencia de El Tribunal Constitucional húngaro del 17/12/91: "La cuestión se plantea en el sentido de que la
posición jurídica del hombre tendría que actualizarse siguiendo los cambios de los conceptos humanos de la ciencia y
de la opinión pública anteriormente indicados, es decir también el concepto de hombre tendría que ser extendido a la
fase prenatal hasta la concepción. La naturaleza y la importancia de dicha extensión podrían ser comparadas solo con la
abolición de la exclavitud, es más, serían todavía más significativas porque la subjetividad jurídica del hombre
alcanzaría su límite más extremo y su perfección".
4
realizada de acuerdo con un modelo predispuesto por la Comisión con suscripción en papel
o por vía telemática. El número total de declaraciones de apoyo no tiene que ser inferior a
1.000.000, pero cada Estado donde se recogen, su número no tiene que ser inferior a la cifra
que se obtiene de multiplicar por 750 el número de parlamentarios europeos elegidos en este
Estado. Las firmas se verifican en cada uno de los Estados miembros6.
El aspecto más importante de esta nueva institución, que la diferencia y la hace mucho más
decisiva respecto al derecho de petición que tenían todos los ciudadanos europeos incluso
antes del Tratado de Lisboa, es que, si se alcanza el número mínimo de 1.000.000
declaraciones de apoyo, la Comisión tiene la obligación, en el plazo de tres meses, de dar
una respuesta, y cualquiera que sea la misma tiene que ser precedida por una audiencia a
alto nivel con los organizadores.
Como ya hemos dicho, la recogida de las declaraciones de apoyo no puede iniciar antes del
1 de abril de 1012.
5) Objetivos de la iniciativa ciudadana
Se trata, naturalmente, de obtener lo indicado en la propuesta de iniciativa dirigida a la
Comisión ejecutiva, para la cual se pide la declaración de adhesión de los ciudadanos
europeos: la aplicación en el derecho de la Unión del principio que indica que la dignidad
humana y el derecho a la vida conciernen a todos los seres humanos desde que son
concebidos y el consiguiente compromiso legislativo de las instituciones europeas a no
financiar actividades que presuponen la destrucción de embriones humanos especialmente
en el campo de la investigación, de la ayuda al desarrollo, de la salud pública.
Pero, principalmente, la iniciativa pretende ser un instrumento cultural y educativo que
despierte el alma de los pueblos europeos e impida que se acostumbren y resignen a las
opresivas agresiones contra la vida humana. Si la Comisión de Bruselas no hiciera lo que se
le solicita o si el proceso legislativo puesto en marcha por la misma no llegase a la
conclusión esperada, la iniciativa de los ciudadanos podría alcanzar igualmente un gran
resultado si el apoyo popular fuera muy numeroso y estuviera acompañado por multitud de
iniciativas culturales y educativas (publicaciones, seminarios, presencia en los medios de
comunicación, debates).
El título que se ha decidido dar a la iniciativa, “uno de nosotros”, hace referencia a la
cuestión esencial, en torno a la cual giran todos los problemas inherentes a la vida humana
que nace. La cultura llamada “abortista” desvía la mirada del hijo que ha sido concebido
pero todavía no ha nacido; la cultura de la vida, en cambio, surge de esta mirada, que no
ignora lo que hay en torno, pero sabe contemplar la maravilla de la vida humana desde que
hace su primera aparición en la existencia. Conocemos bien las palabras con las cuales se
trata de desviar la mirada: “grumo de células”; vida, pero no humana; vida, pero no
individual; ser humano, pero no persona. La expresión “uno de nosotros” fue acuñada para
resumir el dictamen emitido el 28 de junio de 1996 por el Comité Nacional de Bioética
Italiano sobre el tema “identidad y estatuto del embrión humano”. Se trata de un largo y
elaborado documento, seguidamente confirmado en diversas ocasiones7 cuya conclusión es
la siguiente: “El Comité ha alcanzado unánimemente la decisión de reconocer el deber
6
En la página web correspondiente de la Comisión aparecen los datos de manera más detallada continuamente
acualizados.
7
Dictamen del 11 de abril de 2003 sobre el uso de células estaminales embrionales; dictamen del 28 de mayo
de 2004 sobre la contracepción de emergencia; dictamen del 15 de julio de 2005 sobre el ootide; dictamen del 18 de
noviembre de 2005 sobre la adopción para el nacimiento de embriones crioconservados; dictamen del 16 de diciembre
de 2005 sobre la ayuda a las mujeres embarazadas y depresión post-partum.
5
moral de tratar al embrión humano, desde la fecundación, según los criterios de respeto y
tutela que se deben hacia los individuos humanos a los cuales se atribuye comúnmente la
característica de personas”.
“Uno de nosotros” es la expresión sintética que manifiesta una posible intuición popular
que por una parte salta todos los argumentos biológicos, jurídicos y antropológicos a favor
del derecho a la vida del concebido y por otra, los presupone y expresa. Por ello toda la
campaña de recogida de declaraciones de apoyo tendrá que estar acompañada por la
reflexión sobre los datos científicos sobre el inicio de la vida humana y sus valores que
justifican la afirmación de los derechos humanos como fundamento de la vida civil: la
dignidad humana y la igualdad.
Naturalmente el efecto de despertar cultural de los pueblos europeos será mayor, cuanto más
numerosas sean las declaraciones de apoyo: no tendremos que conformarnos con la recogida
de un solo millón de declaraciones de apoyo.
Si las declaraciones de apoyo son muchas se manifestará otro efecto positivo, aunque al
final la Unión Europea no diera la esperada respuesta normativa. No tenemos que olvidar
que los parlamentarios son muy sensibles a la opinión pública y por lo tanto al parecer de los
ciudadanos, sus potenciales electores. Actualmente en el Parlamento europeo se aprueban
continuamente documentos (informes, resoluciones) favorables a todo aquello que hace que
quede olvidado el derecho a la vida del concebido. La mayor parte de estos documentos no
tienen ningún valor jurídico vinculante, pero -gota a gota- tienen una influencia negativa en
la opinión pública. Si la iniciativa ciudadana llegara a alcanzar un grande, visible y
sorprendente consenso, será más difícil que en Europa se siga llevando a cabo la táctica de
la enemistad directa o indirecta, explícita o ambigua con la vida, mediante votaciones de por
si carentes de valor jurídico.
Además hay que tener en consideración que la UE participa en las grandes conferencias
internacionales, como la de población y la de los derechos de las mujeres, donde en el
pasado ha sostenido posiciones hostiles contra el derecho a la vida del concebido. La
iniciativa ciudadana podrá cambiar la posición de la UE en este tipo de encuentros
internacionales con consecuencias positivas de gran importancia.
Pero, sobre todo, es razonablemente previsible una influencia positiva de la iniciativa en el
Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Dicho organismo, ha sido
interrogado diversas veces sobre la interpretación de la Carta Europea de Derechos y
Libertades Fundamentales respecto al derecho a la vida. El mismo, en sus respuestas, ha
reconocido a los Estados un amplio margen de juicio autónomo en el establecimiento del
momento en el cual inicia la vida humana. El razonamiento del Tribunal se basa en la
constatación de una diversidad de opiniones que emerge de las leyes de los diferentes
Estados. Es un modo de juzgar incorrecto porque las cartas de derechos humanos no
tendrían que reflejar las distintas realidades sino prescribir lo que es justo para cambiarlas.
Sin embargo, en el actual contexto cultural europeo la jurisprudencia del Tribunal de
Estrasburgo es útil para salvaguardar las pocas leyes estatales que protegen la vida, que se
encuentran en peligro a causa de los probables nuevos recursos que pueden ser presentados
continuamente contra las mismas ante el Tribunal.
Un gran apoyo de los ciudadanos europeos a la propuesta para hacer que el embrión humano
sea reconocido como "uno de nosotros", contribuirá a hacer que sea imposible la negación
del derecho a la vida desde la concepción y quizás podría orientar al Tribunal hacia una
mirada más atenta al embrión humano en nombre de los Derechos Humanos. El Tribunal
Europeo de Derechos Humanos es un organismo del Consejo de Europa, no de la Unión
Europea, pero tenemos que tener en cuenta que todos los Estados miembros de la Unión
Europea son también miembros del Consejo de Europa y que la UE misma, como tal, por
efecto del Tratado de Lisboa, tiene que dar su adhesión a la Convención Europea de
Derechos Humanos que el Tribunal tiene que deber de interpretar y aplicar.
6
Naturalmente si las declaraciones de apoyo fueran muchas, cabría razonablemente esperar la
aprobación de uno o más reglamentos que prohibieran el uso de fondos europeos para
destruir directa o indirectamente embriones humanos. Aunque una normativa de este tipo no
tuviera la solemnidad de una proclamación general del derecho a la vida desde el momento
de la concepción como si se tratase de una integración de la Carta de Derechos
Fundamentales, sería una consecuencia directa de un reconocimiento implícito de la
individualidad humana del concebido que iluminaría todo el campo de los valores en los
cuales se declara inspirada la Unión.
7
6) La preparación de la propuesta y el comité organizador
El propósito de promover una iniciativa europea a favor de la vida de acuerdo con el artículo
11 del Tratado de Lisboa fue dado a conocer por primera vez en el Meeting de Rimini en
agosto de 2011. Seguidamente, el proyecto fue presentado de modo detallado y solemne en
el Campidoglio, en Roma, el 10 de diciembre de 2011 (aniversario de la Declaración
Universal de los Derechos del Hombre) con ocasión de la asignación del Premio Europeo
por la Vida "Madre Teresa de Calcuta" en memoria de Chiara Lubich, fundadora del
Movimiento de los Focolares. Ese mismo día los representantes de algunos movimientos a
favor de la vida de 15 países miembros de la Unión Europea formaron un comité de
preparación.
Durante los meses siguientes un grupo de expertos trabajó en la preparación de la propuesta
de iniciativa presentada a la Comisión Europea para el registro necesario.
Inicialmente la idea era pedir la integración del artículo 2 del TUE (respeto de la dignidad
humana) y del artículo 2 de la Carta de Derechos Fundamentales (derecho a la vida) con las
palabras "desde la concepción" pero el temor de que fuera rechazado el registro hizo que se
abandonara este propósito. De hecho, está permitido solicitar un acto jurídico para poner en
práctica los tratados, no para modificarlos. Es discutible la naturaleza de tratado de la Carta
de Derechos Fundamentales. Seguramente no nace como un acuerdo entre Estados, sino
como declaración de la UE, más precisamente de las tres instituciones (Parlamento,
Comisión y Consejo), pero desde el momento que el artículo 6 del Tue le atribuye la misma
eficacia jurídica que los Tratados, se puede sostener que la misma ha sido transformada en
un verdadero tratado. Por ello se ha considerado prudente no solicitar ninguna modificación.
Se ha tenido que respetar otro límite. La UE no tiene competencia para cambiar las leyes de
los Estados miembros en materia de aborto. Una solicitud en este sentido seguramente no
sería registrada. Pero, se puede solicitar que la UE, en las actividades que lleva a cabo, no
financie ni promocione la destrucción de embriones humanos, cosa que puede suceder y de
hecho sucede en la actualidad, directa o indirectamente, en el campo de la investigación
científica, en las ayudas para el desarrollo y en la sanidad pública.
Para entender bien la formulación de iniciativa es necesario recordar que la Comisión ha
establecido un límite máximo de caracteres con el cual pueden expresarse el título (100
caracteres) y los objetivos (500 caracteres).
Además es facultativa la formulación de los artículos cuya aprobación se pide.
El grupo de expertos ha considerado oportuno mencionar en la parte que describe los
objetivos de la iniciativa una importantísima sentencia pronunciada recientemente por el
Tribunal Europeo de Justicia (decisión del 18 de octubre de 2011 en el caso Brüstle contra
Greenpeace) que definía el embrión humano como cada célula primitiva con capacidad para
desarrollarse en un cuerpo humano. La directiva n° 44 de 1998 sobre la de protección
jurídica de los inventos biotecnológicos declara en su artículo 6 que el uso de embriones
humanos con finalidades industriales o comerciales es contrario al orden público y las
buenas costumbres y por lo tanto no puede ser patentado. El Tribunal Constitucional alemán
ha pedido al Tribunal de Justicia Europeo que establezca lo que tiene que ser entendido
como embrión humano. La respuesta precisa del Tribunal de Justicia constituye una
indicación según la cual no cabe la posibilidad de distinción entre las diferentes fases de la
vida humana que siguen a la concepción. Además la sentencia reconoce la dignidad humana
desde la primera chispa de vida.
8
Aunque no sea obligatorio (únicamente facultativo) formular los textos legislativos cuya
aprobación se pide a las instituciones europeas, sí se considera oportuno escribir también
propuestas de actos jurídicos con una orientación adecuada y transmitir estos textos a la
Comisión Europea junto a los otros documentos obligatorios de la solicitud de registro, para
hacer que la solicitud quede bien clara y superar del mejor modo posible eventuales
objeciones por parte de quien pudiera tener intenciones de oponerse al registro.
El 29 de marzo de 2012 en Bruselas los representantes de los movimientos a favor de la vida
de 20 naciones suscribieron el acto constitutivo del comité organizador y 41 personas
firmaron la solicitud de registro, que fue presentada por vía telemática el 1 de abril de 2012.
La Comisión Europea hizo saber que registraría solo los 7 primeros nombres del mucho más
numeroso comité organizador. Esta es la razón por la cual en la solicitud oficial figuran solo
los representantes de Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, España, Eslovaquia y Polonia.
7) La iniciativa
El 11 de mayo de 2012 la Comisión Europea registró la solicitud para recoger las
declaraciones de apoyo y publicó en su página la siguiente iniciativa, cuya versión integral
aquí se refiere. Se trata exactamente del texto al cual tiene que declarar el apoyo
TITULO: Uno de nosotros
OBJETO: La protección jurídica de la dignidad, del derecho a la vida y de
la integridad de todo ser humano desde la concepción, en los ámbitos de
competencia de la UE dónde dicha protección resultara significativa.
DESCRIPCIÓN DE LOS OBJETIVOS: El embrión humano merece respeto
a su dignidad e integridad. Así fue afirmado en la sentencia TJUE en el
caso Brüstle, en la cual se define al embrión humano como el principio del
desarrollo del ser humano. Para asegurar la coherencia en las áreas de su
competencia, en las cuales está en juego la vida del embrión humano, la
UE debe establecer una prohibición y poner fin a la financiación de
actividades que suponen la destrucción de embriones humanos, en
particular en los ámbitos de investigación, ayuda al desarrollo y salud
pública.
NOMBRES DE LOS ORGANIZADORES: PATRICK GREGOR
PUPPINCK, FILIPPO VARI, JAKUB BALTROSZEWICZ, EDITH
FRIVALDSZKY, ALICIA LATORRE, MANFRED LIEBNER,
JOSEPHINE QUINTAVALLE
Este es el texto para el que se solicita la declaración de apoyo de los ciudadanos europeos. A la
Comisión Europea han sido transmitidos también otros documentos facultativos para hacer que
quede más claro el contenido que deberá incluir el acto jurídico cuya emanación se solicita. Es
oportuno que también aquellos a los cuales se pide el apoyo conozcan esta propuesta de acto
jurídico.
9
BORRADOR DE ACTO JURÍDICO
Considerando que:
a) El objetivo perseguido por la iniciativa queda limitado a los ámbitos de competencia de
la Unión Europea, de los cuales está excluido el aborto y no está relacionado con los
ámbitos de competencia de los Estados Miembros;
b) El art. 2 del TUE indica como fundamento de la Unión "el respeto de la dignidad
humana […] de la igualdad […] de los derechos humanos", el art. 1 de la Carta de
Derechos Fundamentales de la Unión Europea afirma "la inviolabilidad de la dignidad
humana" y el art. 2 proclama que "todas las personas tiene derecho a la vida";
c) La Unión debe inspirarse en un determinado criterio cuando actúa en campos
relacionados con la vida humana en sus inicios y dicho criterio tiene que ser tal que no
excluya el derecho a la vida de todos los seres humanos al menos en base al principio de
precaución;
d) La reciente sentencia del Tribunal Europeo de Justicia (Gran Sala) pronunciada el 18 de
octubre de 2011 en el caso Brüstle contra Greenpeace señala claramente la fecundación
como el inicio de la vida humana y en nombre de la dignidad humana excluye la
posibilidad de patentar cualquier tipo de procedimiento que implique o suponga la
destrucción de un embrión humano, debiendo calificarse como tal cada uno de los
óvulos humanos fecundados o en cualquier caso inducidos mediante partenogénesis a
dividirse y desarrollarse;
e) Siguiendo el principio de coherencia, este mismo criterio tiene que guiar las acciones de
la UE en todos esos sectores de su competencia donde la protección del embrión humano
esté en juego;
f) Tales sectores son, entre otros, los de la salud pública (Arts. 6/a y 168 del TFUE), de la
instrucción (Arts. 6/e, 165 y 166 TFUE); de la protección de la propiedad intelectual
(Art. 118 TFUE) de la financiación de la investigación (Arts. 4/3, 180 y 182 TFUE) y de
la cooperación al desarrollo (Arts. 4/4, 209 y 210 TFUE);
g) En base a los Tratados, a propuesta de la Comisión, la Unión tiene que adoptar
programas plurianuales en el campo de la investigación científica y tecnológica (Art.
182 TFUE) y de la cooperación al desarrollo (Art. 209 TFUE);
h) La Unión Europea es una comunidad de valores, y por ese motivo es necesaria la
adopción de normas jurídicas que garanticen que la misma, cuando actúa en el ámbito de
las competencias que tiene conferidas, no actúe en base a lo que evidentemente no
constituye un valor común;
i) Tiene que quedar excluido cualquier tipo de apoyo político, y a fortiori de financiación,
por parte de la Unión, a acciones que presupongan o lleven a cabo la destrucción de
embriones humanos;
l) El objetivo de la iniciativa ciudadana es obtener el compromiso de la Unión en todos
estos campos, a no consentir ni financiar acciones que presupongan o lleven a cabo la
destrucción de embriones humanos y a predisponer instrumentos adecuados de control
para el uso de los fondos erogados con el fin de garantizar que los mismos nunca sean
usados para destruir la vida humana;
m) Es oportuno indicar este principio general en las reglas financieras aplicables al
presupuesto general de la UE (Art. 322 TFUE);
10
SE PROPONE
LA INTEGRACIÓN DE LOS SIGUIENTES ACTOS LEGISLATIVOS
1:
Reglas financieras aplicables al presupuesto de la UE: enmiendas al Reglamento (CE,
EURATOM) N° 1605/2002 del Consejo del 25 de junio de 2002 que establece el
reglamento financiero de aplicación al presupuesto general de las Comunidades Europeas
TITULO II
PRINCIPIOS PRESUPUESTARIOS
(…)
CAPITULO 9 (nuevo)
Principio de coherencia
Artículo 31 (nuevo)
No deberá efectuarse ninguna asignación presupuestaria relacionada con la financiación
de actividades que destruyan embriones humanos o que presupongan su destrucción.
2:
Financiación de la investigación: enmienda de la Proposición de Reglamento del
Parlamento Europeo y del Consejo que instituye el programa marco de investigación e
innovación (2014-2020)- Horizonte 2020- COM (2011) 809 definitivo
Artículo 16
(Principios éticos)
1. (...)
2. (…)
3. No se financian los siguientes ámbitos de investigación:
(a) actividades de investigación cuya finalidad sea la clonación humana;
(b) actividades de investigación dirigidas a modificar el patrimonio genético de los seres
humanos susceptibles de hacer que esos cambios puedan ser hereditarios;
(c) actividades de investigación dirigidas a crear embriones humanos solamente con fines de
investigación o para el abastecimiento de células estaminales, incluso mediante la
transferencia de núcleos de células somáticas.
(d) actividades de investigación que destruyan embriones humanos, incluidas las dirigidas
a la obtención de células estaminales, y actividades de investigación que comporten el uso
de células estaminales embrionarias humanas en fases posteriores a su obtención.
4. (...)
5. (…)
11
3:
Cooperación al desarrollo: enmienda del Reglamento (CE) N° 1905/2006 del Parlamento
Europeo y del Consejo del 18 de diciembre de 2006 que instituye un instrumento para la
financiación de la cooperación al desarrollo
Artículo 2
(Objetivos)
1. (…)
2. (…)
3. (…)
4. (…)
5. La asistencia por parte de la Unión en base al presente Reglamento no tendrá que ser
usada para financiar el aborto, directa o indirectamente, por medio de la financiación de
organizaciones que practiquen o promuevan el aborto. Ninguna referencia hecha en el
presente reglamento a la salud reproductiva y sexual, a los cuidados sanitarios, a los
derechos, a los servicios, a los abastecimientos, a la educación y a la información, a la
Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, a sus principios y a su
Programa de Acción, a la Agenda del Cairo y a los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
en particular al ODM número 5 sobre la salud y la mortalidad materna, puede ser
interpretada como suministradora de una base jurídica para el uso de fondos de la UE
para la financiación directa o indirecta del aborto.
8)
(anterior apartado 5)
9)
(anterior apartado 6)
8) Primeras notas de organización
Habiendo sido registrada con el número 5 la iniciativa ciudadana europea “Uno de nosotros”
el 11 de mayo de 2012, las declaraciones de apoyo necesarias tienen que ser presentadas
como muy tarde el 10 de mayo de 2013. Es una fecha significativa porque el 2013 ha sido
proclamado "año de la ciudadanía europea" y la iniciativa prevista por el artículo 11 del
Tratado de Lisboa tiene el objetivo de reforzar en la conciencia de los ciudadanos de todos
los Estados de la UE la percepción del hecho de que estos constituyen un pueblo unido por
la ciudadanía europea.
Si queremos que la iniciativa alcance verdaderamente los objetivos prefijados, es decir, la
aprobación no solo de determinados textos legislativos, sino también la promoción de una
gran acción cultural y educativa, no basta un solo millón de declaraciones de apoyo,
probablemente obtenidas sin una atención excesiva: es necesario que los pueblos se
despierten verdaderamente y por ello tenemos que organizar bien y desde el primer
momento un proyecto ambicioso.
a) En todas las naciones, incluso en las que no han suscrito la solicitud de registro por
medio de una responsable, tiene que ser constituido un comité organizador nacional con
un presidente que pueda ser un eficaz punto de referencia a nivel europeo y que pueda
hacer que la acción a nivel nacional sea ordenada. Cada comité nacional de manera
individual tendrá que encontrar la financiación necesaria para obrar en la
correspondiente nación. El comité europeo no es responsable de las obligaciones
asumidas por los comités nacionales de manera individual, pero la eventual financiación
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tendrá que ser comunicada al comité europeo, ya que la Comisión Europea exige
transparencia y por lo tanto que sean indicados los apoyos económicos.
b) La comunicación entre todos los comités nacionales tendrá que quedar asegurada por
una apropiada secretaría operativa, que, actualmente, por razones de oportunidad se
encuentra establecida de manera provisional en la sede nacional del Movimiento por la
Vida Italiano sita en Lungo Tevere dei Vallati, 2 de Roma (www.mpv.org), pero podrá
trasladarse a cualquier otro lugar si se considerara oportuno.
c) Es indispensable la participación y la coordinación de todas las asociaciones,
movimientos, centros culturales y centros de voluntariado sensibles al tema de la vida
humana.
Todas las iglesias, católicas, protestantes, ortodoxas tendrían que cooperar poniendo en
práctica un "ecumenismo a favor de la vida". Habrá que buscar la colaboración también
del mundo judío e islámico.
d) Las declaraciones de apoyo podrán expresarse tanto telemáticamente como en papel. En
el caso de hacerlo por vía telemática, será necesario utilizar una página cuya
predisposición y certificación está en curso. Los trámites que implican a la Comisión
europea y al gobierno italiano están en fase de conclusión.
Respecto a las autorizaciones en papel, se señala que en la página arriba indicada
aparecerá en varios idiomas la ficha, según la forma prescrita por el reglamento
211\2011, que podrá ser reproducida en papel por el comité organizador de cada nación
y que dicha ficha se puede encontrar también en la página de la Comisión Europea.
e) Para optimizar la eficacia educativa y cultural de la iniciativa "Uno de nosotros" es
oportuno que la misma se acompañe con publicaciones y encuentros de carácter
científico en el campo biológico y en el jurídico.
f)
Por ello, cabe esperar, que se constituyan en todos los países órganos de consulta que
comuniquen entre sí a nivel europeo.
g) Para dar a conocer mejor la iniciativa y aumentar su peso político, podría constituirse
una red de parlamentarios de todas las Cámaras de los 27 Estados de la Unión.
h) La Comisión Europea ofrece información en su página web y ha publicado en
numerosos idiomas el texto titulado: "Guía para la iniciativa ciudadana europea".
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