SÉMELE El rumor en ambiguo está: a algunos más violenta de lo

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SÉMELE
El rumor en ambiguo está: a algunos más violenta de lo justo
les pareció la diosa, otros la alaban y digna de su severa
virginidad la llaman; las partes encuentran cada una sus causas. 255
Sola de Júpiter la esposa no tanto de si lo culpa o lo aprueba
diserta, cuanto del desastre de la casa nacida de Agenor
se goza, y, de su tiria rival recabado, transfiere
de su estirpe a los socios su odio: sobreviene, he aquí, que a la previa,
una causa reciente, y se duele de que grávida de la simiente del del gran 260
Júpiter esté Sémele. Entonces su lengua en disputas desata:
«¿He conseguido qué, pues, tantas veces con las disputas?», dijo.
«A ella misma de buscar yo he; a ella, si máxima Juno
ritualmente me llamo, la perderé, si a mí con mi diestra, de gemas guarnecidos,
los cetros sostener me honra, si soy reina, y de Júpiter 265
la hermana y la esposa -cierto la hermana-. Mas, pienso yo, 'con el hurto se ha
contentado ella, y del tálamo breve es la injuria nuestro':
ha concebido, esto faltaba, y manifiestos los crímenes lleva
en su útero pleno, y madre, lo que apenas a mí me ha tocado, del único
Júpiter quiere hacerse: tanta es su confianza en su hermosura. 270
Que la engañe a ella haré, y no soy Saturnia, si no,
por el Júpiter suyo sumergida, penetra en las estigias ondas».
Se levanta tras esto de su solio y en una fulva nube recóndita
al umbral acude de Sémele y no las nubes antes eliminó
de simularse una vieja y de ponerse a las sienes canas 275
y surcarse la piel de arrugas y curvados con tembloroso
paso sus miembros llevar; su voz también la hizo de vieja,
y la propia era Béroe, de Sémele la epidauria nodriza.
Así pues, cuando buscada conversación y mucho tiempo hablando
al nombre vinieron de Júpiter, suspira y: «Pido 280
Júpiter que sea», dice, «temo, aun así, todo: muchos
en nombre de los divinos en tálamos entraron pudorosos.
Y no, aun así, que sea Júpiter bastante es; dé una prenda de su amor,
si sólo el verdadero éste es, y tan grande y cual por la alta
Juno es recibido, tan grande y tal, pedirásle, 285
te dé a ti sus abrazos, y sus insignias antes coja».
Con tales palabras a la ignorante Cadmeida Juno
había formado: le ruega ella a Júpiter, sin nombre, un regalo.
A la cual el dios: «Elige», le dice, «ningún rechazo sufrirás,
y para que más lo creas, del estigio torrente también cómplices 290
han de ser los númenes: el temor y el dios él de los dioses es».
Alegre con su mal y demasiado pudiendo y próxima a morir de su amante
por la complacencia, Sémele: «Cual la Saturnia», dijo,
«te suele abrazar, de Venus cuando al pacto entráis,
date a mí tal». Quiso el dios la boca de quien hablaba 295
tapar: había salido ya su voz apresurada bajo las auras.
Gimió hondo, y puesto que ni ella no haber deseado, ni él
no haber jurado puede, así pues, afligidísimo, al alto
éter ascendió y con su rostro obedientes a las nubes
arrastró, a las que borrascas, y mezclados relámpagos con vientos 300
añadió y truenos y el inevitable rayo.
Con todo, hasta donde puede, fuerzas a sí quitarse intenta
y no con el fuego que al centímano había derribado, a Tifeo,
ahora ármase con ése: demasiada fiereza en él hay.
Hay otro más leve rayo, al que la diestra de los Cíclopes 305
de violencia y de llama menos, menos añadió de ira:
armas segundas los llaman los altísimos; los empuña a ellos y en la casa
entra Agenórea. El cuerpo mortal los tumultos
no soportó etéreos, y con los dones conyugales ardió.
Inacabado todavía el pequeño, del vientre de su genetriz 310
es arrebatado y, tierno, si de creer digno es, cóselo dentro
de su paterno muslo y los maternos tiempos completa.
Furtivamente a él en sus primeras cunas Ino, su tía materna,
lo cría, después, dado a ellas, las ninfas Niseidas en las cavernas
lo ocultaron suyas y de leche alimentos le dieron. 315
OVIDIO, Metamorfosis, III, 253-315
ACTIVIDADES
1.
2.
3.
4.
5.
En el relato Juno adopta la forma de una mortal para hablar con Sémele. Busca
ejemplos de este proceder divino en otros relatos del libro.
Cuando los dioses juran por la laguna Estigia su promesa es inviolable. Pero ¿dónde
está esa laguna? ¿A qué se debe ese “poder”? ¿En qué otro relato de este libro
aparece este juramento?
Júpiter se presentó ante Sémele con toda su gloria y la fulminó. Busca el significado del
verbo “fulminar” en un diccionario. Busca también “fulminante” y la expresión
“fulminar con la mirada”. Anota en tu cuaderno el significado de todas estas palabras y
expresiones.
Busca en la siguiente dirección, http://abcdioses.noneto.com/grecia/grecia.htm, que
pasó con el niño recién nacido.
El mito de Sémele inspiró diferentes óperas y oratorios. Con ayuda de Internet busca el
nombre de tres músicos del siglo XVIII que compusieran una obra musical basada en
este mito.
Busca en Internet el cuadro de Giulio Romano titulado El nacimiento de Baco. Examina
atentamente el cuadro, lee las explicaciones del mismo y compara los personajes que
aparecen en él con los del relato. ¿Falta alguno? ¿Sobra alguno?
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