2 SÁBADO 4 DE DICIEMBRE DE 2004 Ciudadanos SUR M Á L A G A [email protected] SUR 3 SÁBADO 4 DE DICIEMBRE DE 2004 FISCALÍA 5 DENUNCIA 6 PETICIÓN 9 Piden 96 años para cuatro acusados de violar a una compañera de trabajo Una mujer con un cáncer es citada cinco meses después de ir a su médico de familia El gerente de Emasa se enfrenta a dos años por un delito medioambiental Los jóvenes no son los únicos que optan por pasar el fin de año en el campo. Cada vez más familias recurren a estas viviendas para reunirse y evitar ensuciar sus casas Las casas rurales ya tienen colgado el cartel de lleno para fin de año La ocupación en estos alojamientos supera el 90% en toda la provincia desde principios de noviembre La mitad de las plazas ya estaban reservadas a mediados de agosto ALMUDENA NOGUÉS MÁLAGA ‘Busco casa rural en Málaga para pasar la Nochevieja. Imprescindible capacidad para ocho personas. A ser posible que esté cerca de la capital y tenga buen acceso. Interesados en alquilar contacten conmigo en el siguiente teléfono...’. La nota –firmada con el nick de Juan– cuelga del tablón de anuncios de un portal de Internet. Son, en muchos casos, los últimos intentos a la desesperada por encontrar una vivienda para tomarse las uvas en el campo. Una tarea prácticamente imposible a estas alturas del año. Según datos proporcionados por las agencias especializadas, los alojamientos rurales de la provincia con capacidad para más de cuatro personas tienen colgado el cartel de lleno desde principios de noviembre. A poco menos de un mes de la gran cita, la ocupación del sector supera ya el 90%. Monsalud Galindo, una de las propietarias de la agencia Rural Andalus, asegura que sus teléfonos «echan humo». «Es horrible, desde finales de verano estamos saturadas. No paramos de atender clientes», asevera. Y es que pasar el último día del año alrededor de una chimenea en una casa alejada del bullicio urbano está cada vez más de moda. Tanto es así que como revela esta profesional, en la segunda quincena de agosto las plazas vendidas ya traspasaban la barrera del 50 por ciento. «Cada año la gente se anticipa más en la reserva. Algunos vienen hasta en febrero para evitar sorpresas», señala. Una opción más barata Tranquilidad, comodidad, un entorno natural, bonitas vistas... Los atractivos de las casas rurales seducen a miles de personas, que ven en esta opción la alternativa perfecta a los tradicionales cotillones. Fiestas con tarifas no aptas para todos los bolsillos que, haciendo cuentas, salen por más de 130 euros. «Entre la entrada, el traje y los zapatos te dejas un dineral. Con lo que te cuesta una noche pagas cuatro días en un alojamiento rural», calcula Galindo. El precio medio por persona y día en uno de estos complejos ron- Fiesta en terreno neutral TEXTO: A. N. / MÁLAGA A LOS DATOS Desde principios de noviembre, el 90% de las casas rurales de la provincia cuelgan el cartel de ocupado. F Sin plazas: 60 días antes de la llegada de Nochevieja, las casas con capacidad para más de cuatro personas están agotadas en toda la provincia. F Preferencias: Los clientes buscan viviendas en el campo, con salones amplios, chimenea y sobre todo, que estén emplazadas en un lugar accesible cerca de la capital. F Zonas más demandadas: Los municipios de la Axarquía, valle del Guadalhorce y la vega de Antequera. F Clientes: Jóvenes de entre 20 y 30 años, algunos casados y con hijos, cansados del bullicio urbano y del ambiente de los cotillones. F Precios: Entre 18 y 21 euros la noche por persona y día. F Ocupación: AXARQUÍA. Los municipios de la comarca oriental están entre los más da los 20 euros, explica Esther Rodríguez, responsable de Rural Natural. Lo normal, según subraya esta empresaria, es que los clientes permanezcan en las viviendas tres días, «porque la mayoría de los establecimientos exigen este mínimo de noches», afirma. A la hora de elegir el lugar donde empezar el año, los malagueños tienen cuatro exigencias. Que esté en pleno campo, que tenga chimenea, un salón grande y, ante todo, que esté en un lugar accesible próximo a la capital. Estos requisitos convierten a la Axarquía, el valle del Guadalhorce y la vega de Antequera en las zonas más demanda- JOSEFINA Muñoz aún se le ponen los pelos de punta cuando alguien le menciona la palabra Nochevieja. Para esta ama de casa, la llegada del último día del año era «una auténtica pesadilla». Esa noche, sus cuatro hijos –acompañados por sus parejas– y sus ocho nietos iban a cenar a su casa. A todo plan. Y con un amplio menú cocinado por ella sola. «Me tiraba tres días guisando para que todo estuviera a punto», recuerda. Lo peor llegaba al día siguiente. Cuando abría los ojos y se encontraba todo revuelto. Josefina empezaba el año nuevo delante del fregaplatos. Limpiando, resignada, la montaña de piezas sucias apiladas en la encimera. Hasta que un buen día se hartó. Fue el año pasado. A finales de noviembre reunió a sus familiares y les dio un ultimátum: o todos arrimaban el hombro o se acababan las fiestas en su casa. Entonces, su hijo menor, Rafael, hizo la propuesta: pasar la noche en una casa rural. «La solución perfecta», pensó. Así nadie ponía su vivienda y podían compartir mejor las tareas. das de la provincia para pasar el fin de año. Sus huéspedes encajan en el perfil de un joven de entre 20 y 30 años –algunos casados y con hijos–, que cansados de fiestas abarrotadas con música hasta el amanecer, optan por pasar una velada a medida. Reservas apalabradas Como sostienen los empresarios del sector turístico, el 31 de diciembre el que tiene una casa en Málaga tiene un tesoro. La ocupación está asegurada. «Dudo que haya una sola casa en la provincia que se quede vacía ese día», subrayan desde Halcón Viajes. Conocedores de esta realidad, muchos de los dueños de estas viviendas las alquilan directamente, a espaldas del circuito de las agencias. «Les sale más rentable, así que los propietarios lo que hacen es apalabrar la reserva con los clientes, en algunos casos hasta de un año para otro», puntualizan desde Marsans. El filón de las viviendas rurales empieza a extenderse también al día de Nochebuena. Cada vez más familias apuestan por estos alojamientos para pasar el día 24, según advierten desde Rural Natural. De momento, este año sí quedan plazas para esa fecha. Pero las modas se expanden como la pólvora... demandados para Nochevieja. FIESTA. Celebración del fin de año en la plaza de un pueblo. Campanadas a toda Costa A. N. MÁLAGA Frente a la saturación del mercado rural, las agencias proponen una alternativa para pasar el fin de año: alquilar un apartamento o un apartahotel en la Costa. «A nivel turístico están incluso mejor equipados por lo que se convierten en el lugar perfecto para vivir las campanadas», resalta José González, dueño de Viajes Florín. Esta opción, que en palabras de González cada vez cuenta con más adeptos, se extiende como la espuma en lugares como Benalmádena, Torremolinos y Marbella. Se trata de inmuebles de lujo, «cuyos precios están por las nubes en verano» y que, sin embargo, salen muy económicos en Nochevieja. Un gancho que los hace más atractivos. «Mere- cen la pena porque se alquilan cuatro veces más baratos que en la temporada estival. Tres días de estancia en Navidades cuestan como mucho 50 euros», dicen desde Florín. Eso sí, muchos de estos establecimientos piden depósitos para evitar sorpresas cuando los huéspedes hacen las maletas. «Muchos dueños incluso son reticentes a alquilárselos a jóvenes porque esa noche descontrolan y causan graves destrozos», advierte González. Cortijo acogedor Dicho y hecho. Al día siguiente, la familia Muñoz se puso en contacto con una agencia y, por suerte, encontró un cortijo rural en Ronda a su medida. «El sitio tenía unas vistas impresionantes. Y era tan acogedor que ni echamos en falta nuestra casa», recuerda Josefina. Pero al margen del encanto del inmueble, lo que más entusias- mó a esta ama de casa fue el poder liberarse de la carga de trabajo que venía soportando cada fin de año. «Al estar reunidos en el cortijo todos contribuyeron a la organización de la cena. Hasta los más pequeños. Además, al no ser mi casa logré relajarme y despreocuparme de que los niños me rompieran algo o me ensuciaran más de la cuenta» reconoce Josefina. Una nueva tendencia Su caso no es aislado. Cada vez más familias malagueñas recurren a esta alternativa para reunirse el día de Nochevieja. Junto a los jóvenes, los grupos familiares se perfilan hoy como el segundo gran cliente de estos alojamientos en Navidades. Así lo aseguran los propios agentes del sector. «Desde hace unos años estamos ante una nueva tendencia. Las grandes familias prefieren alquilar una de estas viviendas». Casas en terreno neutral donde se olvidan de la limpieza «y comparten mucho más», esgrime José González, de Viajes Florín. «Al no ser mi casa me relajé y logré despreocuparme de los niños» «En estas viviendas, las familias comparten mucho más»