Motivaciones altruistas en la elección vocacional - ocupacional José Eduardo Moreno. Doctor en Psicología. Profesor Titular Ordinario, Universidad Católica Argentina. Investigador Independiente, Vicedirector CIIPME – CONICET. Correo electrónico: [email protected] Analía Schmidt. Licenciada en Psicología. Profesora asistente, Universidad Católica Argentina, sede Paraná. Área temática: La persona humana: genealogía, biología, biografía. RESUMEN El objetivo de este trabajo es presentar los enfoques actuales de la psicología basados en una perspectiva humanística que enfatiza las actitudes, emociones y conductas positivas, y que se centra en la salud mental y no en el enfermar de la persona. El altruismo y las conductas prosociales cobran gran relevancia para este enfoque. Se comentan algunas de las definiciones de la noción de altruismo y finalmente se presentan algunos estudios que los autores de esta ponencia realizamos o estamos realizando acerca del altruismo en el ámbito de la orientación vocacional y la selección ocupacional. Introducción. La noción de altruismo en la psicología contemporánea ¿Por qué ayudamos a los demás? ¿Por qué algunas personas ayudan incluso a aquellos que no pueden devolverle el favor y que no pertenecen a su familia, ni a su propio grupo social, ni a su propia especie? ¿Por qué las personas donan sangre, dinero o tiempo?, ¿Por qué algunas personas eligen profesiones relacionadas con el servicio a los demás (medicina, trabajo social, etc.)? Estos interrogantes llevan a considerar al altruismo como una actitud y una conducta que la psicología no puede ignorar. El filósofo Auguste Comte (1851-1854), en su obra Sistema de política positiva o Tratado de Sociología instituyendo la religión de la Humanidad, acuñó el término “altruisme” para referirse a ese tipo de comportamientos, que de acuerdo a Real Academia Española significa diligencia en procurar el bien ajeno aún a costa del propio (RAE, 19). En la psicología contemporánea son diversas las definiciones de esta noción. Según Krebs (1987) las definiciones de altruismo varían de acuerdo al peso relativo que se le asignen a dos componentes considerados fundamentales: los costos que la conducta altruista tiene para el actor y sus intenciones. Un grupo de definiciones comparten el énfasis en los costos que tiene el altruismo para la persona que ayuda, por ejemplo “comportamiento autodestructivo realizado para beneficio de los otros” (Wilson, 1975, p. 578) o la definición más habitual de los sociobiólogos quienes designan como comportamiento altruista aquel que beneficia menos al que ayuda que al que recibe esa ayuda. Por otro lado, otras definiciones ponen el acento en el aspecto motivacional del altruismo más que en los costos y resaltan que el comportamiento altruista debe beneficiar a otra persona, debe ser realizado voluntaria e intencionalmente, el beneficio 1 debe ser el objetivo en sí mismo y el sujeto no debe esperar una recompensa externa (Bar-Tal, 1986). Para K. R. Monroe (1996) una conducta altruista es aquella cuya intención es beneficiar a otros, incluso cuando esto signifique sacrificar o poner en riesgo el propio bienestar. Esta definición de Monroe supone que: 1) El altruismo implica una acción, no meramente buenas intenciones o pensamientos. 2) Esta acción está dirigida a una meta, aunque esta no siempre sea conciente ni reflexiva. 3) Esta meta debe promover el bienestar del otro. Es decir que si ese bienestar ajeno puede ser entendido como una consecuencia secundaria de una conducta cuyo fin es el propio bienestar del actor, esa conducta no es altruista. 4) La intención importa más que las consecuencias efectivamente logradas. La motivación y las intenciones son cruciales, por más que sean difíciles de observar y medir. 5) El acto altruista puede afectar al actor disminuyendo su propio bienestar de algún modo. 6) El propósito del acto altruista es únicamente aumentar el bienestar de los demás. Monroe (1996) distingue entre el “altruismo puro”, que podemos entender como el “amor a la humanidad”, el cual no está limitado a personas particulares o grupos específicos, a diferencia del altruismo “particular” que está destinado a un grupo reducido, tal como la familia o el propio grupo étnico. Batson (2008) al altruismo lo define como un estado motivacional cuyo fin último es incrementar el bienestar de los otros, y al “egoísmo” como el estado motivacional cuya meta última también es el incremento del bienestar, pero en este caso del propio. De acuerdo a Batson (2008) el término altruismo ha sido usado de tres maneras: a) Como comportamiento de ayuda. Algunos investigadores equiparan al altruismo con el comportamiento de ayuda observable, dejando a un lado las motivaciones de tal conducta. Es una definición común entre los psicólogos del desarrollo y los biólogos evolutivos, quienes definen el altruismo como el comportamiento que reduce el ajuste reproductivo del organismo (la probabilidad de transmitir su dotación genética a la próxima generación) en comparación con el aumento de dicho ajuste en otros organismos. Siguiendo esta idea, los biólogos evolutivos pueden hablar de altruismo en un amplio espectro filogenético, desde los insectos sociales a los seres humanos (Dawkins, 1976). Sin embargo, Sober y Wilson (1998) critican que aunque el altruismo evolutivo puede ser una condición necesaria para el altruismo psicológico (la motivación cuyo fin último es el aumento del bienestar de otros) no constituye una condición suficiente. b) Como actuar moral. Un segundo uso del término altruismo se focaliza en ciertos comportamientos de ayuda, aquellos que cumplen con alguna norma de bondad o moralidad. A menudo el auto-interés se equipara con el egoísmo, que es considerado inmoral. De acuerdo a este razonamiento, si el interesarse en sí mismo no es moral, y el altruismo en cambio está motivado por el interés en el otro, el altruismo debería considerarse moral. Sin embargo, esta lógica se revela equivocada. Además de que no siempre el auto-interés es inmoral, la motivación 2 altruista puede conducir a comportamientos que son morales o no de acuerdo al contexto o a ciertas normas éticas. c) Como un comportamiento de ayuda destinado al logro de refuerzos (premios) internos más que externos. Ayudar a otros con el fin de sentirse mejor uno mismo, para evitar la culpa, o para reducir la activación emocional aversiva provocada por la observación del sufrimiento ajeno sería altruista desde cierto punto de vista, aunque no en el sentido propuesto por Batson (2008), para quien las metas últimas de estos comportamientos definen más bien formas enmascaradas de egoísmo, ya que el comportamiento de beneficiar a los demás sería un solo un medio para lograr el beneficio propio, que sería la verdadera meta final. Respecto a la relación de la noción de altruismo con la de personalidad, cabe mencionar que la mayoría de los modelos de personalidad exploran características relacionadas con el comportamiento altruista. Por ejemplo, el Modelo de los Cinco Factores (Costa & McCrae, 1999), uno de los más relevantes y actuales, incluye una subescala dentro del dominio Cordialidad/Amigabilidad que evalúa la disposición para ayudar a los demás y la preocupación por el bienestar de los otros. Altruismo, vocación y profesión Hernández Franco (2004) encuentra que los estudiantes difieren respecto de las consecuencias esperadas de sus elecciones vocacionales, agrupándose dichas diferencias en cuatro factores: altruismo, seguridad, poder-prestigio, e independencia. A su vez el logro de independencia y el altruismo se agrupan en un factor de segundo orden denominado “consecuencias intrínsecas”, mientras que los otros dos (seguridad, poder –prestigio) pertenecen a “consecuencias extrínsecas”. El autor encuentra que existen diferencias entre los tipos de expectativas de resultados vocacionales en relación con las preferencias vocacionales, es decir las distintas áreas vocacionales están caracterizadas diferencialmente por el tipo de consecuencias anticipadas. De este modo se observa una relación entre la anticipación de refuerzos de carácter altruista y la preferencia por áreas vocacionales como “enseñanza”, “derecho” y “sanidad”, en ese orden. Las adolescentes mujeres se orientan en mayor medida que los varones a la anticipación de consecuencias “intrínsecas” (altruismo e independencia). Un estudio realizado en España con estudiantes de medicina encuentra que una razón importante para la elección de la carrera son los motivos altruistas y humanitarios: necesidad de ayuda, entrega y servicio a los demás. El peso relativo de esta clase de motivaciones (en comparación con otros motivos como el interés científico, la “vocación”, la relevancia o prestigio social de la profesión, la búsqueda de gratificación personal, etc.) varía a lo largo de los seis años de carrera, aumentando sensiblemente cuando el estudiante comienza a tener contacto con pacientes en el hospital (Gutiérrez Medina, Cuenca Gómez, Álvarez de Toledo, 2008). También Soria, Guerra, Giménez y Escanero (2006) encuentran que el principal motivo por el cual todos los estudiantes, pero especialmente las mujeres, eligen la carrera de medicina es de tipo altruista-humanitario (“ayudar a los demás o a la sociedad”), exhibiendo un alto grado de vocación social lo cual se ve reforzado por la incorporación masiva de la mujer. Eliason y Schubot (1995) y Eliason, Guse y Gottlieb (2000) estudiaron la relación 3 entre valores personales y la satisfacción laboral en los médicos, encontrando que el valor Benevolencia era el mejor predictor de altos niveles de satisfacción laboral, mientras que Poder Social era el menos importante. Segura Bernal y colaboradores (2006) encontraron que los médicos con puntuaciones bajas en una escala de burnout declaran darle una mayor importancia al valor “altruismo” que los que exhiben puntuaciones altas en dicha escala. Desde el punto de vista neurocientífico, se ha analizado la respuesta empática frente al dolor físico de médicos comparados con un grupo control. Se les mostró fotos de partes del cuerpo pinchadas con una aguja (dolor) o tocadas ligeramente por un objeto con una punta (no dolor). Los resultados indican que la regulación emocional en los médicos comienza muy tempranamente, inhibiendo el procesamiento bottom-up de la percepción del dolor en otros. La regulación hacia abajo (down-regulation) del dolor empático entre los médicos amortigua la activación aversiva en respuesta al dolor ajeno y les permitiría liberar recursos cognitivos para brindar la asistencia necesaria (Decety, Yang & Cheng, 2010). La actividad política es percibida negativamente por la mayoría de los ciudadanos, en base a dos atributos con los cuales se los asocia: tendencia irremediable al abuso de poder y a la corrupción, e incompetencia (Uriarte, 1998, 2000). A pesar de esta imagen negativa ¿por qué algunos ciudadanos en los países democráticos deciden dedicarse a la política? La mayoría de los políticos empiezan su carrera como militantes de base en un partido político, dedicándose largo tiempo a actividades no remuneradas o de baja remuneración, sin trascendencia ni reconocimiento público, y ocupando puestos de relevancia menor y escaso poder 1. Uriarte (2000) realizó un estudio con 212 diputados españoles (el 61% del total de diputados) sobre las motivaciones que los acercaron a la actividad política, encontrando que las motivaciones referidas están lejos de ser las que les atribuye la creencia popular más extendida (conseguir el acceso a privilegios, riquezas y poder). Las motivaciones que refieren los parlamentarios españoles para su ingreso a la actividad política son el servicio a la sociedad, el compromiso con una ideología, el logro de objetivos sociales como justicia o equidad social, la atracción por la actividad en sí misma, y la lucha por la democracia. Estas respuestas destacan el carácter altruista de la elección, a pesar de que, como en todas las encuestas de este tipo, las respuestas pueden estar influidas por la deseabilidad social. Estos resultados sugieren que lo que distingue al pequeño grupo de personas que convierten la política en su actividad Max Weber: “La política consiste en una dura y prolongada penetración a través de tenaces resistencias, para la que se requiere, al mismo tiempo, pasión y mesura. Es completamente cierto, y así lo prueba la Historia, que en este mundo no se consigue nunca lo posible si no se intenta lo imposible una y otra vez. Pero para ser capaz de hacer esto no sólo hay que ser un caudillo, sino también un héroe en el sentido más sencillo de la palabra. Incluso aquellos que no son ni lo uno ni lo otro han de armarse desde ahora de esa fortaleza de ánimo que pretende soportar la destrucción de todas las esperanzas, si no quieren resultar incapaces de realizar incluso lo que hoy es posible. Sólo quien está seguro de no quebrarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado estúpido o demasiado abyecto para lo que él le ofrece; sólo quien frente a todo esto es capaz de responder con un “sin embargo”; sólo un hombre de esta forma construido tiene “vocación” para la política”. (Weber, 1981, pp. 178-179). 1 4 principal frente al resto de los ciudadanos de los países democráticos no es la obsesión por el poder ni el ánimo de lucro, sino un grado mayor de ideologización, un mayor sentido de compromiso con una ideología y un sentido de servicio a su sociedad mayores a los del ciudadano promedio. Estos resultados son consistentes con los hallados entre élites políticas de otros países (Buck, 1963; Norris, 1997). La noción de altruismo en psicología a veces se la incluye entre las denominadas conductas prosociales. El término "prosocial" (prosocial behavior), recibió una notable consolidación con los trabajos de Staub (1978), Mussen y Eisenberg-Berg (1977). Se refiere a aquellos comportamientos que, sin la búsqueda de recompensas externas, favorecen a otras personas, grupos o metas sociales y aumentan la probabilidad de generar una reciprocidad positiva, de calidad y solidaridad en las relaciones interpersonales o sociales consecuentes, salvaguardando la identidad, creatividad e iniciativa de las personas o grupos implicados (Roche, 1998,1999). Una definición operativa de los comportamientos prosociales comúnmente aceptada es entendida como aquellas acciones que tienden a beneficiar a otras personas, grupos u organizaciones sociales sin que exista la previsión de una recompensa exterior. Varios autores, movidos por la significación de estos comportamientos, han tratado de estudiar si eran susceptibles de ser aprendidos o mejorados y de determinar cuáles son sus antecedentes educativos. Algunas investigaciones sobre el altruismo y en la orientación y selección vocacional - ocupacional El objetivo de este primer trabajo (Moreno y Caramés, 2011) fue estudiar los valores hacia el trabajo, las elecciones vocacionales para seguir estudios universitarios y las motivaciones ocupacionales en adolescentes del denominado segundo cordón de la periferia de la ciudad de Buenos Aires. La muestra es de carácter no probabilística (intencional) y comprendió a 333 jóvenes (113 varones y 220 mujeres) de 15 y 19 años de edad. Se administraron los siguientes instrumentos: 1- un cuestionario ad hoc sobre preferencias vocacionales, 2- el Cuestionario de Motivaciones Ocupacionales (Migone de Faletty & Moreno) y, finalmente, 3- la traducción y adaptación argentina (Moreno & Caramés) del Cuestionario de Valores hacia el Trabajo (Porto & Pilati, 2010) en su adaptación argentina. Los resultados muestran que el 23,7% de los alumnos prefiere estudiar carreras del área biomédica, el 20,4% de humanidades y ciencias sociales y el 20,1% de ciencias económicas. Solamente un 10,2% prefiere ingeniería o profesiones técnicas. La satisfacción laboral es la principal motivación en la elección de una carrera u ocupación. La aspiración económica es el principal valor a tener en cuenta en un trabajo y en segundo lugar la posibilidad que brinda la profesión u ocupación para la realización personal. El altruismo está más jerarquizado por quienes seleccionaron el área biomédica. En la tabla 1 se pueden observar los resultados obtenidos en las escalas de ambas pruebas (CUMO y EVT-Arg.) en la totalidad de la muestra. Así se puede ver que en cuanto a las motivaciones ocupacionales los sujetos las jerarquizaron según el siguiente orden de rango: 1º Satisfacción laboral, 2º Futuro, 3º Éxito y prestigio social, 4º Altruismo y finalmente 5º Dependencia. Cabe señalar que este orden es el observado en prácticamente la totalidad de las muestras con estudiantes en la Argentina (Migone de Faletty, & Moreno, 1999). Las escalas de Altruismo y 5 Dependencia son las que tienen mayores desvíos, estos motivos parecen polarizar en mayor medida a los jóvenes. Tabla 1. Medias y desvíos de las escalas del CUMO y del EVT-Arg Escalas del CUMO Media Desvío Satisfacción Laboral 37,24 (1) 6,36 Futuro 36,50 (2) 7,08 Éxito y Prestigio Social 31,03 (3) 8,04 Altruismo 29,28 (4) 9,41 Dependencia 26,26 (5) 9,86 Escalas de valores relativos al trabajo Aspiraciones Económicas 358,34 (1) 42,02 Realización personal 314,09 (2) 47,30 Altruismo o benevolencia 290,19 (3) 59,32 Reconocimiento Social 286,99 (4) 66,67 n 333 Entre paréntesis se presenta el rango de la media de cada escala En cuanto a las escalas de valores relativos al trabajo los sujetos las jerarquizaron según el siguiente orden de rango: 1º Aspiraciones económicas, 2º Realización personal, 3º Altruismo o benevolencia y 5º Reconocimiento Social. En este caso por ser una prueba reciente carecemos de baremos o de datos de otras muestras para evaluar el peso relativo de estos valores en la población general. Además, se realizaron análisis multivariados de varianza (MANOVA) para determinar las diferencias de medias en las escalas del CUMO y de la prueba de valores hacia el trabajo (EVT-Arg), entre los alumnos de las 4 submuestras según carrera elegida. En las escalas de valores hacia el trabajo en el análisis multivariado de varianza se obtuvo un F Hotelling (12, 704) = 2,88 p=.001, es decir que las diferencias entre las medias de las escalas según áreas de carrera son significativas. En los F univariados se observa que dos son las escalas que determinan dichas diferencias, a saber: Altruismo (p=.008) y Aspiraciones económicas (p=.007). En cuanto a los contrastes multivariados entre las carreras fueron significativos los siguientes: el valor altruismo o benevolencia es mayor en los que eligen carreras biomédicas que en los de ciencias económicas (Mbio= 305,62; Mce= 273,03; p=.01); por el contrario, las aspiraciones económicas son mayores en los alumnos que eligen las carreras de ciencias económicas que los de biomédicas (Mce= 373,33; Mbio= 347,62 p=.008). Nuevamente los que eligen las carreras biomédicas y de ciencias económicas son los que tienen perfiles de valores diferentes. En ambas escalas el altruismo no es muy jerarquizado, salvo en las carreras del área biomédica, lo cual es esperado por las características que supone su desempeño profesional. En las escalas del CUMO en el análisis multivariados de varianza se obtuvo un FHotelling (15, 701) = 5,14 p=.0001, es decir que las diferencias entre las medias de las escalas según áreas de carrera son significativas. En los F univariados se observa que tres son las escalas que determinan dichas diferencias, a saber: Altruismo (p=.000), Satisfacción laboral (p=.01) y Éxito y prestigio (p=.03). En cuanto a los contrastes 6 multivariados entre las carreras fueron significativos los siguientes: la motivación de Éxito y prestigio es mayor en los que eligen ciencias económicas que en los de humanidades y ciencias sociales (Meyp= 33,36; Mhycs= 29,34; p=.03); la motivación altruista es mayor en los alumnos que eligen carreras biomédicas (M= 34,62) que en los alumnos que eligen humanidades y ciencias. sociales (M= 29,34; p=.003), ciencias económicas (M= 23,97; p=.000); y cs. exactas y carreras técnicas (M= 26,98; p=.001); y finalmente la motivación altruista es mayor en los alumnos que eligen las carreras de humanidades y ciencias. sociales que los de ciencias económicas (Mhycs= 29,34; Mce= 23,97; p=.004). Es decir que las diferencias de mayor significación se encuentran en las motivaciones altruistas y es el área de las carreras biomédicas la que se distingue en mayor medida respecto de las demás Tabla2. CUMO y EVT- Arg. Medias y desvíos de las escalas según preferencia de carreras por área Humanidades Escalas del y Cs Sociales Económicas CUMO Media Media Futuro 35,87(2) 37,17(1) Éxito 29,23(4) 33,36(3) Altruismo 29,34(3) 23,97(5) Dependencia 24,82(5) 25,35(4) Satisfacción 36,18(1) 36,30(2) Escalas de valores relativos al trabajo Reconocimiento 275,45(4) 283,29(3) Social Altruismo 288,13(3) 273,03(4) Aspiraciones 359,55(1) 373,33(1) Económicas Realización 306,58(2) 312,83(2) personal n 67 66 Entre paréntesis se presenta el rango de carreras. Biomédicas Media Cs. Exactas y carreras técnicas Media F p= 37,20(2) 31,22(4) 34,62(3) 27,31(4) 38,89(1) 37,02(1) 30,87(3) 26,98(5) 27,09(4) 35,29(2) 0,54 2,84 19,98 0,98 3,76 .64 .03 .000 .40 .01 300,98(4) 276,74(4) 2,04 .10 305,62(3) 347,62(1) 281,50(3) 356,66(1) 4,04 4,08 .008 .007 323,81(2) 318,57(2) 1,72 .16 80 31 la media de cada escala para cada área de El siguiente estudio (Moreno y Marcaccio, 2013) se centró en comparar los perfiles profesionales de Ingeniería y Tecnicatura, Marketing y Ventas, Administración y Contabilidad, y Recepcionistas. La muestra comprendió: un grupo de ingenieros y técnicos compuesto por 51 personas con formación universitaria en ingeniería o media en colegio industrial, interesados en trabajar en al área de mantenimiento y/o de producción; un grupo de recepcionistas compuesto por 67 personas (mujeres en su totalidad), interesadas en desempeñarse laboralmente en atención al cliente y con experiencia previa en dichas tareas; un grupo de administradores y contadores formado por 240 personas con estudios en curso o completos en ciencias económicas con experiencia en administración de personal, contabilidad, impuestos o auditoría; y un grupo de 7 marketing y ventas formado por 113 personas con marcada orientación comercial. La recolección de datos se llevó a cabo de manera individual en entrevistas de selección de personal en consultoras de la Ciudad de Buenos Aires. Todas las personas participaron de manera voluntaria en el marco del proceso de búsqueda de empleo. El instrumento utilizado fue la Escala Argentina de Valores Relativos al Trabajo (EVT-Arg), ya mencionada que comprende cuatro subescalas de cinco ítemes cada una, a saber: Realización Personal, Reconocimiento Social, Altruismo y Aspiraciones Económicas. Se realizaron análisis multivariados de varianza para evaluar las diferencias entre los perfiles profesionales. Los principales resultados obtenidos manifiestan que los profesionales de marketing y ventas valorizan en mayor medida la realización personal en el trabajo respecto de las demás profesiones. Las recepcionistas valorizan en mayor medida la posibilidad de ayudar a otras personas (altruismo) durante su desempeño laboral respecto de las demás profesiones. Los ingenieros y técnicos obtuvieron los menores puntajes en la subescala de reconocimiento social. En todos los perfiles indagados las aspiraciones económicas fueron igualmente valoradas y el altruismo obtiene el tercer rango. En el siguiente cuadro se resume el ranking de los promedios en las 4 dimensiones de la escala de valores hacia el trabajo según ocupación. Marketing y Ventas Contabilidad y Administración Recepcionistas Ingenierías y técnicos 1- Realización personal Aspiraciones económicas Aspiraciones económicas Realización personal 2- Aspiraciones económicas Realización personal Realización personal Aspiraciones económicas Altruismo Altruismo Altruismo Reconocimiento Social Reconocimiento Social Reconocimiento Social 3- Altruismo 4- Reconocimiento Social Los autores de esta ponencia consideran que investigaciones como la presente pueden ser de provecho para las instituciones educativas en la medida que proporcionan información acerca de la situación actual de la elección vocacional y ocupacional de jóvenes y adultos, como también para la promoción de actitudes altruistas y prosociales en general. 8 Citas bibliográficas Bar-Tal, Daniel (1986). 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