Filósofo marxista francés.

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"...una ciencia no es tal si no puede reclamar con pleno derecho la propiedad de
un objeto `propio', que sea suyo y nada más que suyo, y no una determinada
porción de un objeto prestado, concedido, abandonado por otra ciencia, uno
cualquiera de los `aspectos', de las `sobras', que siempre pueden obtenerse en las
cocinas
una
vez
que
el
amo
ha
satisfecho
su
apetito"
Nació el 19 de octubre de 1918 la ciudad de Birmandréis, barrio de Argel en la
actualidad. "Nací en Argelia, mi madre era hija de un campesino muy pobre que
había emigrado a aquel país para trabajar como guardia forestal. Mi padre era de
Alsacia, mi abuelo había elegido la Francia del 71 y el gobierno francés le deportó
a
Argelia.
Viví
allí
hasta
1930,
luego
volví
a
Francia".
Durante la II Guerra Mundial fue hecho prisionero por el ejército alemán
en Vannes en 1940, y permaneció durante cinco años en un un campo de
prisioneros de guerra. En 1947 fue internado en un hospital psiquiátrico a causa
de
una
"Psicosis
maníaco-depresiva.
Cursó estudios en París hasta llegar a ser catedrático en el Collège de France. El
reconocimiento internacional le llegó tras la publicación de La revolución teórica
de Marx en 1965, seguida de Para leer El Capital en ese mismo año. En estos
escritos cuestionó la interpretación dominante del marxismo, relacionada con
temas humanistas y hegelianos. Frente a esta concepción, propuso una lectura del
marxismo en términos estructuralistas. Sostenía que la sociedad estaba formada
por una jerarquía de estructuras, diferentes unas de otras, que gozaban de una
relativa autonomía, aunque condicionada por consideraciones económicas en
última instancia. Así pues, la historia era un proceso sin sujeto. Los seres
humanos pasaban a ser meros soportes o efectos de las estructuras de la
sociedad. A su vez, esta perspectiva implicaba una lectura antihumanista de Marx
en la que se rechazaba la idea de una naturaleza humana universal.
Los últimos años de su vida padeció de inestabilidad mental, lo que le llevó a
estranguló
a
su
esposa
en
1980.
Louis Althusser falleció en París el 23 de octubre en 1990 aquejado de una
insuficiencia cardíaca. Filósofo marxista francés, nacido en Birmandréis, cerca de
Argel. Hizo sus estudios en Argel, Marsella, Lyon y en la École Normal Supérieure
de París. Hecho prisionero por los alemanes en la guerra, no llega a ser profesor
de filosofía hasta 1948 y, el mismo año, se incorpora al partido comunista francés
e ingresa como profesor encargado («caimán», en la terminología de la École) de
preparar a los filósofos para sus oposiciones. A partir de los años setenta, tras
publicar Pour Marx (1965) y algunos otros escritos, pasa a ser conocido como
teórico marxista de tendencia estructuralista. Le proporciona la fama su oposición
a la interpretación, en boga entonces en Francia, que de Marx hacen Garaudy,
Sartre,
Gramsci, Lukács, Adorno y otros, presentándole desde la perspectiva del
humanismo, el historicismo y el existencialismo, o el hegelianismo en general.
Frente a esta interpretación, propone la que, en Para leer «El Capital» (1968),
denomina lectura sintomática de Marx, no basada en las obras de juventud -el
Marx de los Manuscritos de 1844-, sino fundamentalmente en El capital. Éste es, a
su entender, el «Marx científico», descubridor del «continente de la historia», de la
ciencia de la historia, igual como Tales es el descubridor del continente
matemático y Galileo del físico. Para esta lectura sintomática de Marx, recurre
Althusser a las teorías y técnicas del estructuralismo lingüístico y psicoanalítico.
Así como en un texto debe captarse el discurso oculto e inconsciente, su núcleo
invisible a través de la superficie visible, así también muchas de las afirmaciones
de Marx deben entenderse como «síntomas» de un discurso real propiamente
científico. Esta interpretación determina una «ruptura» o un «corte», a partir de
1945, entre la fase ideológica del marxismo que, en las primeras obras, se
presenta como una filosofía humanista y hasta como un materialismo dialéctico, y
una segunda fase científica del marxismo teórico. A la primera pertenecen los
temas de «alienación», «sujeto», «trabajo», «esencia», «historia», etc.; a la
segunda, sobre todo la expresión y la temática de «modos de producción». El
concepto de modos de producción y, en particular, los modos de producción del
capitalismo
(plusvalía,
valor de
cambio,
etc.) constituyen
la
aportación
verdaderamente científica del marxismo: la interpretación de la historia a través de
los modos de producción y las relaciones reales que determinan. No hay otra
ciencia que la que nos lleva al descubrimiento, en cada época, de los modos de
producción: concepto eminentemente teórico, por un lado, porque no es
inmediatamente visible en la experiencia; no es por tanto un concepto propiamente
empírico, pero es concepto eminentemente práctico, porque el conocimiento de la
historia no tiene otro objetivo que la transformación de la sociedad. Althusser
rechaza una interpretación meramente economicista de los modos de producción,
en el sentido de que constituyen un todo complejo y estructurado de relaciones
económicas,
políticas
e
ideológicas.
La ruptura epistemológica que lleva a tener por ideológica toda presentación de un
marxismo humanista no significa que no deba considerarse el papel de la
ideología dentro de la sociedad: la ideología no es mera «falsa conciencia», como
sostenía el marxismo primitivo, sino que es parte integrante de toda sociedad, y
forma parte de la práctica social. En una interpretación marxista científica, la
ideología de la sociedad burguesa es el mecanismo de que se vale el Estado para
reproducir las relaciones de producción y las relaciones sociales que derivan de
ellas; no reconocerlo así es una forma de mala ideología. A diferencia de la ciencia
que carece de sujeto, la ideología existe por y para los sujetos. Las teorías de
Althusser tuvieron una honda repercusión en los planteamientos teóricos del
marxismo
de
los
años
setenta,
de
un modo especial entre los grupos de estudiantes denominados «maoístas». Su
última obra autobiográfica, publicada en 1992, El porvenir es largo, narra el
penoso acontecimiento de haber provocado por estrangulamiento, en 1980, la
muerte de su mujer, la socióloga Hélène Rytmann, y su posterior ingreso en un
psiquiátrico
Está considerado, junto con Lévi-Strauss y Lacan, uno de los representantes más
destacados del estructuralismo francés en lo que se refiere al análisis de las
ciencias humanas, aunque siempre negó estar vinculado a dicha corriente.
Marxista convencido, se propuso hacer una lectura fiel de Karl Marx a partir de la
sistemática estructural, y hacer una clara distinción entre el "primer" Marx y el
"último" Marx.
Miembro de una familia de colonos franceses asentados en Argelia, cursó estudios
de primaria en Argel, y después marchó a Francia para continuar los de
secundaria en Marsella y Lyon. Se licenció en Filosofía y Letras en la prestigiosa
École Normale Supérieure de París. El estallido de la Segunda Guerra Mundial
supuso un parón importante en su evolución intelectual, puesto que padeció cinco
largos años de cautiverio en Alemania prisionero de los nazis por ser un miembro
destacado de la Resistencia francesa. Una vez finalizado el conflicto, Althusser se
afilió al Partido Comunista Francés (PCF) e ingresó, en 1948, en la École Normale
Supérieure como profesor titular de Filosofía.
Situado siempre fuera de la disciplina ideológica marcada por el partido, Althusser
comenzó a publicar una serie de trabajos en los que proponía una renovación
radical de la teoría marxista. Su primera obra, que empezó a aportarle fama de
heterodoxo dentro del mundo intelectual del marxismo, fueMontesquieu, la política
y la historia, de 1950. Quince años más tarde, en 1965, vio la luz la que
posiblemente sea su obra más polémica e importante, Por Marx, una recopilación
de ensayos publicados entre 1960 y 1964 en varias revistas del género, en su
mayor parte en La Pensée.
En dicho libro, Althusser no escatima críticas ni dureza a la hora de acusar al PCF
de insuficiencia teórica, así como de una serie de errores ideológicos. Althusser
propuso en la obra una necesaria reelaboración de la filosofía marxista, teniendo
en cuenta que para ello no bastaba con atenerse a la letra de las obras clásicas
del marxismo. Sostenía que las obras juveniles de Marx, influidas por el
pensamiento de Hegel y Feuerbach, no son en sí mismas plenamente "marxistas".
Para demostrarlo, Althusser no tuvo inconveniente alguno en apoyarse en escritos
de diverso autores no marxistas, tales como Freud, Lacan, Bachelard y LéviStrauss.
En esta nueva interpretación de Marx, Althusser no se ciñó solamente a
problemas filosóficos, sino que ahondó también en cuestiones puramente
políticas, tal como hizo al atacar a la clase dirigente del PCF, con su secretario
general Roger Garaudy como blanco continuo de sus diatribas, al que acusó
públicamente de buscar el apoyo teórico en las obras juveniles de Marx para
establecer un diálogo con ciertos sectores intelectuales del catolicismo y
protestantismo francés. Como es lógico, las ideas aportadas por Althusser
encontraron fuertes censuras en el seno del PCF, aunque también contó con una
legión de admiradores y defensores, sobre todo dentro de los ámbitos
universitarios franceses, a cuyos jóvenes Althusser no dejó de animar para que
manifestaran su repulsa contra la dirección ejecutiva del PCF.
Dado que todo hombre que interviene mediante la acción -y por aquel
entonces consideraba la intervención filosófica como una acción, en lo que
no me equivocaba- interviene siempre en una coyuntura para modificar su
curso, ¿en qué coyuntura filosófica me vi llevado pues a «intervenir»?
Sucedía en Francia, como siempre ignorante de todo lo que se hace más
allá de sus fronteras. Y yo, ignorante total, tanto de Carnap, Russell, Frege,
en consecuencia del positivismo lógico, como de Wittgenstein, y de la
filosofía analítica inglesa. De Heidegger, sólo leí muy tardíamente la Carta a
Jean Beaufret sobre el humanismo que no dejó influir mis tesis sobre el
antihumanismo teórico de Marx. Me veía pues confrontado a lo que se leía
en Francia, es decir Sartre, Merleau-Ponty, Bachelard e infinitamente más
tarde Foucault, pero en especial Cavaillès y Canguilhem. Luego un poco de
Husserl que nos transmitían tanto Desanti (marxista husserliano) como Tran
Duc Thao, cuya tesis de licenciatura me deslumbraba. De Husserl, nunca leí
más
que
las
Meditaciones
cartesianas
y
la
Crisis.
Nunca he pensado como Sartre, por mil razones que explicaré un día, que el
marxismo pudiera ser «la filosofía insuperable de nuestro tiempo», a causa
de una buena razón que sigo conservando. Siempre he creído que Sartre,
ese espíritu brillante, autor de prodigiosas «novelas filosóficas» como El ser
y la nada y la Crítica de la razón dialéctica, no comprendió nunca nada de
Hegel ni de Marx ni, claro está, de Freud. Veía en él, en el mejor de los
casos, a uno de aquellos «filósofos de la historia» poscartesianos y
poshegelianos
que
horrorizaban
a
Marx.
Ciertamente, sabía por qué vías Hegel y Marx habían sido introducidos en
Francia: por Kojevenikov (Kojève), emigrado ruso encargado de altas
responsabilidades en el ministerio de economía. Un día fui a verle en su
despacho ministerial para invitarle a dar una conferencia en la École. Vino:
era un hombre de cara y pelo negro lleno de picardías teóricas infantiles. Leí
todo cuanto había escrito y muy pronto me convencí de que él -a quien
todos, incluido Lacan, habían escuchado apasionadamente antes de la
guerra- no había comprendido nada, estrictamente, ni de Hegel ni de Marx.
No comprendí cómo, si no es por la total ignorancia francesa de Hegel,
Kojève había podido fascinar hasta aquel punto a sus oyentes: Lacan,
Bataille, Queneau y tantos otros. Por el contrario, concebí una estima infinita
por el trabajo erudito y valeroso de un Hyppolite quien, en vez de interpretar
a Hegel, se contentaba con darle la palabra en su admirable traducción de
La
fenomenología
del
espíritu.
He aquí, pues, en qué coyuntura filosófica me encontraba para deber
«pensar». Redactaba, como ya he dicho, una tesis sobre Hegel . Me di
cuenta fácilmente de que los «hegelianos» franceses discípulos de Kojève
no habían comprendido nada de Hegel. Para convencerse bastaba con leer
al propio Hegel. Todos ellos se habían quedado con la lucha del amo y del
esclavo y en el absurdo total de una «dialéctica de la Naturaleza». Incluso
Bachelard, me di cuenta por la observación de la que he hablado
anteriormente, no había comprendido nada. Por otra parte él no tenía a este
respecto pretensión alguna: no había tenido tiempo de leerlo. Sobre Hegel,
cuando menos en Francia, todo estaba por comprender y explicar.
Por el contrario Husserl había penetrado un poco entre nosotros, a través de
Sartre y Merleau. Es sabida la célebre anécdota contada por Castor [Simone
de Beauvoir]. Raymond Aron, el «gran amigo y compañero» de Sartre, había
pasado de 1928 a 1929 un año de estudios en Berlín que le había instruido
sobre el auge del nazismo, pero donde había digerido la pálida filosofía y la
sociología alemanas subjetivistas de la historia. Aron vuelve a París y va a
ver a Sartre y al Castor en su bistrot de guardia. Sartre está bebiendo un
gran zumo de albaricoque. Y Aron que le dice: «Mi querido compañero, he
encontrado en Alemania una filosofía que te hará comprender por qué estás
sentado en este bistrot, y bebes un zumo de albaricoque, y por qué esto te
gusta».
Aquella
filosofía,
era
la
de
Husserl,
naturalmente,
cuyo
antepredicativo podía dar cuenta de todo, comprendido el zumo de
albaricoque. Parece que Sartre se quedó estupefacto y se puso a devorar a
Husserl, y después el primer Heidegger. Ya se puede ver lo que pasó en su
obra: una apología subjetivista y cartesiana del sujeto de la existencia contra
el objeto de la esencia, la primacía de la existencia sobre la esencia, etc.
Pero poco que ver con la inspiración profunda de Husserl, ni de Heidegger,
quien muy pronto tomaría sus distancias con relación a Sartre. Era más bien
una teoría cartesiana del cogito en el campo de una fenomenología
generalizada y por tanto totalmente deformada. Merleau, filósofo de una
profundidad muy distinta, sería por contra más fiel a Husserl, en especial
cuando descubrió las obras del final, en especial Experiencia y juicio.
Merleau, a diferencia de Sartre, este novelista filosófico a la manera de
Voltaire pero con intransigencia personal a la manera de Rousseau, era
verdaderamente un gran filósofo, el último en Francia antes del gigante que
es Derrida, pero no era en absoluto esclarecedor ni sobre Hegel ni sobre
Marx.
Por esta razón no tuve en filosofía, como escribí en el prólogo de La
revolución teórica de Marx, ningún auténtico maestro a excepción de Thao,
que nos dejó muy pronto para volver a Vietnam y finalmente pudrirse allí en
trabajos de barrendero y en la enfermedad, sin medicamentos.
Louis Althusser nació en Birmandreis, Argelia francesa y estudió en la Escuela
Normal Superior (Francia) en París, donde más tarde se convirtió en profesor de
Filosofía.
Durante
su
juventud
se
sintió
fuertemente
identificado
con
el Cristianismo. Fue luego uno de los principales referentes académicos
del Partido Comunista Francés (en cuyo interior se involucró en agrias disputas
teóricas que desembocarían en su famosaautocrítica), y su pensamiento puede
ser considerado como una respuesta a múltiples interpretaciones del marxismo,
entre ellas el empirismo y elhumanismo. Y aunque sea habitualmente encasillado
como
un
marxista estructuralista,
su
relación
con
las
modalidades
del
estructuralismo francés es muy singular.
Participó en la II Guerra Mundial, en la cual fue hecho prisionero por el ejército
alemán en Vannes en 1940, y pasó cinco años internado en unStalag, un campo
de prisioneros de guerra. Tras el final de la guerra, en 1945, logró entrar en
la Escuela Normal Superior (Francia). Durante los tres años que le llevó preparar
su examen, estudió intensamente el Idealismo alemán del siglo XIX. Uno de sus
docentes fue Maurice de Gandillac.
En 1947 le fue diagnosticado un desequilibrio mental, y fue internado en
un hospital psiquiátrico, por una "Psicosis maníaco-depresiva, causante de
accesos melancólicos repetitivos". Durante el resto de su vida sufrirá problemas
psiquiátricos, y será internado una veintena de veces más, de modo intermitente.
Fue psicoanalizado por René Diatkine. A pesar de ello, durante muchos años
trabajó como preparador en la Escuela Normal, y sus alumnos recordaron siempre
el empeño en su formación, su disponibilidad y la amplitud de sus perspectivas.
En 1980 estranguló a su mujer Hélène, bastante mayor que él y compañera de
ideas. Fue internado en un hospital psiquiátrico, adonde acudió un juez para instuir
la causa por homicidio. Althusser fue procesado, pero el mismo día el juez archivó
las diligencias, siguiendo los dictámenes de tres expertos que señalaron que
Althusser había cometido el asesinato en un acto de locura. La derecha francesa,
por su parte, acusó a la izquierda de mediar para que Althusser no ingresara en
prisión. Murió el 23 de octubre de 1990, aquejado de una insuficiencia cardíaca.
En sus peores momentos fue visitado asiduamente por Michel Foucault y Jacques
Derrida.
IDEOLOGÍA
La línea de trabajo más conocida de Althusser tiene que ver con sus estudios de
la ideología, y es Ideología y aparatos ideológicos de Estado su obra más
conocida en este campo. Este ensayo establece el concepto de ideología, y lo
relaciona con el concepto gramsciano de hegemonía. Si bien la hegemonía en
Gramsci está en última instancia determinada por fuerzas políticas, el concepto
althusseriano de ideología se apoya en los trabajos de Sigmund Freud y Jacques
Lacan sobre lo imaginario y la fase del espejo, y describe las estructuras y los
sistemas que nos permiten tener un concepto significativo del yo (moi en Lacan).
Estas estructuras, según Althusser, son agentes represivos inevitables (y
necesarios). Es bajo la influencia de Lacan que define la ideología como la
representación de una relación imaginaria con las condiciones reales de
existencia. Para Althusser la ideología es ahistórica pues, al igual que el
inconsciente freudiano, es eterna; es decir, que siempre habrá ideología. Para
Althusser ésta no es una forma de "engañar" o de "conciencia falsa" sino más bien
una relación normal de individuos con la sociedad. La ideología, como ya vimos,
es la relación imaginaria (sucede en la mente) de los sujetos con sus relaciones
sociales.
LA RUPTURA EPISTEMOLÓGICA
Althusser pensaba que las ideas de Marx habían sido malentendidas,
especialmente por los marxistas. Consideraba que varias formas de interpretar a
Marx (el historicismo, el idealismo, eleconomicismo, el humanismo, etc.), no
hacían justicia al carácter científico de los trabajos de Marx a partir de 1845.
Frente a la idea de que toda la obra de Marx se podía entender como un todo
consistente, Althusser argumentó que hubo una ruptura epistemológica (concepto
que toma de Gaston Bachelard, Pierre Bourdieu, Jean Claude Passeron y Jean
Claude Chamboredon) a partir del momento en que Marx se concentró en sus
trabajos económicos. Además consideraba que se perdía la especificidad y la
fuerza del conocimiento científico si se "complementaba" al Marx maduro con
nociones extraídas de sus escritos de juventud o de obras de F. Engels.
Aunque los primeros trabajos de Marx están vinculados a las categorías
filosóficas hegelianas y
a
la
economía
política
clásica,
con La
ideología
alemana (escrita en 1845) se habría producido una ruptura repentina y sin
precedentes que prepara el camino para sus trabajos posteriores. El problema se
complica por el hecho de que Marx no reflexionó en el papel sobre ese giro, y sólo
lo comunicó oblicuamente. Este giro se puede apreciar sólo mediante una lectura
crítica cuidadosa, o mediante otras operaciones, como la que hizo Althusser al
editar a Feuerbach traducido al francés y mostrar que muchos de los párrafos de
los cuadernos de trabajo de Marx que los marxistas humanistas glosaban, no eran
sino transcripciones de Feuerbach que Marx hacía para su uso personal. El
proyecto de Althusser era rescatar el poder y originalidad de la teoría de Marx para
el avance del conocimiento científico de la sociedad (lo que él denominaba "el
continente historia descubierto por Marx") y, a partir de ese conocimiento, poder
ofrecer al movimiento comunista internacional elementos para orientar la acción
política.
FILOSOFÍA
Otros trabajos de Althusser incluyen el volumen colectivo Para leer El Capital (en
francés: Lire Le capital 1965), el cual consiste en un intenso trabajo de relectura,
en clave estructuralista, de El Capital, la obra más importante de Karl Marx. En su
edición española el libro está dividido en dos partes; en la primera de ellas
Althusser realiza una fuerte crítica a la lectura de El Capital de forma empirista, y
en general, a toda forma de empirismo que ataque las ciencias. En la segunda
parte Etienne Balibar analiza el objeto teórico de El Capital y la teoría de la
transición de una sociedad a otra que hay allí.
En la recopilación de ensayos La revolución teórica de Marx (en francés: Pour
Marx 1965), Althusser intenta establecer una periodización estricta de la obra de
Marx, separando al Marx maduro, "marxista", del Marx de juventud, aún bajo la
fuerte influencia idealista de Hegel y Feuerbach. Esta periodización ha sido
sometida a fuertes críticas por el pensamiento marxista posterior, que ha intentado
revalorizar el pensamiento político del primer Marx.
Quizá la tesis central de toda la filosofía de Althusser es que la historia es un
proceso sin sujeto ni fines cuyo motor son las fuerzas productivas (y la lucha de
clases determinada por ellas). La historia no tiene sentido. Para Althusser todos
somos sujetos, y en calidad de éstos, marionetas de la historia, pero esta historia
no es movida por alguien, lo que desemboca en su famosa tesis de que todos
somos marionetas de algo que no va a ningún lado, de algo sin sentido.
Otra famosa tesis de Althusser en filosofía es que, al contrario de lo que
comúnmente se piensa, la filosofía siempre viene después de la ciencia. Esta tesis
rechaza que la filosofía haya sido la madre de todas las ciencias, sino que, más
bien, la filosofía es la hija de las ciencias. Esto quiere decir, la filosofía no es una
ciencia, sino una reacción a las ciencias en el campo teórico. De esta forma, la
matemática (Tales de Mileto) engendró la filosofía de Platón, la física (Galileo)
engendró la filosofía de Descartes, la ciencia de la historia (Marx) engendró su
propia filosofía y el psicoanálisis (Freud) comienza hasta ahora a engendrar su
propia filosofía. Lo interesante de este proceso es que la filosofía marxista,
engendrada por la ciencia de la historia es, para Althusser, "correcta", (no
verdadera, pues la filosofía no dice verdades, no es una ciencia, sino una
ideología), esto quiere decir, la filosofía se ubica correctamente en posiciones que
defiendan a las ciencias ya que la ciencia de la historia le permite el conocimiento
científico de la producción filosófica e ideológica, le permite, el conocimiento
científico de la producción de sí misma. En esto consiste "la inmensa revolución
teórica de Marx".
CONTEXTO DEL PENSAMIENTO DE ALTHUSSER:
1. El marxismo, había surgido en la mente de dos intelectuales alemanes, Marx y
Engels, como respuesta a la necesidad que el movimiento obrero en el siglo XIX,
tenía de conocer objetivamente la realidad social para luchar contra la explotación
y la dominación a la que se veía sometido. Ahora bien, tras el triunfo de la primera
revolución socialista de la historia, la Revolución Rusa en 1917, y la muerte de
Lenin, su principal dirigente, en 1924; el marxismo había sido convertido en un
dogma por el sucesor de Lenin en la jefatura del estado soviético: Stalin, debido a
la precaria situación del movimiento comunista, asediado militar, política y
económicamente tanto por las democracias occidentales (Inglaterra, Francia y
USA principalmente), como por la Alemania nazi. Ello exigía una defensa a
ultranza de la ideología comunista, asediada a su vez por muchos intelectuales
occidentales, que se esmeraban por refutar y superar a Marx a toda costa.
2. Es así, que la militarización y la férrea dictadura a la que Stalin sometió a su
pueblo, se tradujo a nivel teórico en una defensa del marxismo-leninismo que no
admitía ninguna crítica, lo que lo convirtió prácticamente en una religión, según la
cual toda la realidad estaba regida por un conjunto de leyes dialécticas que se
aplicaban de igual modo al pensamiento, la sociedad y la naturaleza; de manera
que bastaba con "superponer" las leyes de la dialéctica a cualquier realidad para
comprenderla. Por tanto, el marxismo, pasó de ser una teoría que permitiese un
conocimiento de la realidad social, a una ideología cuya misión era dar cohesión
interna al movimiento comunista.
3. La situación de precariedad del movimiento comunista cambió tras la victoria
soviética sobre la Alemania nazi en la segunda guerra mundial y el triunfo de la
revolución
popular
china
dirigida
por
los
comunistas
en
1949.
Estos
acontecimientos afianzaron al movimiento comunista, y dieron lugar a lo que a la
época que ha pasado a la Historia con el nombre de "Guerra Fría", periodo en el
cual, el eje en torno al cual giraban la mayoría de las cuestiones de política
internacional estaban relacionadas con la lucha entre capitalismo y socialismo.
4. Ahora bien, la nueva coyuntura creada tras la II Guerra Mundial y la Revolución
China, estuvo dominada por dos hechos: la crítica de los crímenes de Stalin por
Jruschov durante el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en
1956, y la posterior escisión del Movimiento Comunista Internacional producida
por la ruptura entre los partidos comunistas soviético y chino.
5. Tras la muerte de Stalin en 1953, la URSS se encontraba en una situación
afianzada como superpotencia mundial, lo que le permitió al PCUS abandonar el
férreo dogmatismo al que Stalin había sometido a los intelectuales marxistas, lo
que condujo a una "liberación" de conciencias, que permitía desarrollar la teoría
con mayor libertad.
6. Ahora bien, esa "liberación" de conciencias, supuso una reacción ideológica
liberal que hizo del marxismo una filosofía humanista, que recuperó los temas del
"hombre", la "libertad", y la "alienación", que podían encontrarse en las obras de
juventud de Marx. Reacción que se impuso no sólo en el PCUS sino también en la
mayoría de los partidos comunistas occidentales, aunque no en el Partido
Comunista Chino.
7. Ahora bien, para Althusser, la transformación del marxismo en una filosofía
humanista, cuyos centros de reflexión se hallaba en la idea de "Hombre",
"Libertad" y "Alienación", convertían al marxismo en un mero discurso moral
impregnado de ideología liberal y burguesa, lo que lo inhabilitaba para lo que
originalmente fue concebido: como una teoría científica que estudiaba los
mecanismos objetivos de la explotación capitalista y la construcción del
socialismo, lo que le imposibilitaba para afrontar los nuevos problemas que la
nueva coyuntura política había creado.
Althusser se propuso pues, recuperar el carácter científico del marxismo. Dicho de
otro modo, la principal labor teórica que Althusser se propone, y el eje mismo de
su pensamiento, es combatir la penetración de la ideología burguesa en el seno
del marxismo, para recuperarlo como ciencia revolucionaria.
Tal como lo expresó el propio Althusser:
"Si se me pidiese que resumiese en algunas palabras la Tesis esencial que he
tratado de defender en mis ensayos filosóficos, diría: Marx fundó un ciencia nueva,
la ciencia de la Historia. Y añadiría: este descubrimiento científico es un
acontecimiento teórico y político sin precedentes en la historia humana. Y
precisaría: este acontecimiento es irreversible." (Elementos de autocrítica).
LA INTERVENCIÓN DE ALTHUSSER :
Louis Althusser afrontó su labor de recuperación del carácter científico del
marxismo mediante una nueva lectura crítica de la obra de Marx, que se planteó
en dos frentes, tal como él mismo dice en su obra "A favor de Marx":
1. El trazado de una línea de demarcación entre la teoría marxista y las formas de
subjetivismo filosófico propias del pensamiento burgués, fundamentalmente el
empirismo (que englobaría al historicismo y al pragmatismo). Distinción que se
sitúa en el terreno de la diferencia irreducible entre las dialécticas de Hegel y
Marx.
2. El reconocimiento de una ruptura epistemológica en el desarrollo del
pensamiento de Marx, que consistiría en la distinción de dos periodos de su
pensamiento, un periodo marcado por nociones humanistas propias de una
filosofía idealista, y un periodo materialista que posibilitó la aparición de la ciencia
de la Historia. Oposición entre el Marx joven idealista y el Marx maduro
materialista.
Estos dos frentes serían dos aspectos del problema filosófico básico que Althusser
se planteó: la oposición entre ciencia e ideología.
LA CIENCIA MARXISTA: EL MATERIALISMO HISTÓRICO
1. Frente a otras visiones, la tesis básica que Althusser defendió en relación al
marxismo, fue la de que Marx había fundado una ciencia: la ciencia de la historia o
materialismo histórico (también llamado socialismo científico o comunismo
científico) cuyo objeto de estudio es la historia política, económica, e ideológica de
las sociedades humanas.
2. La ciencia de la historia fundada por Marx, tiene las mismas características que
otras disciplinas científicas; tales como la física, la química, la biología, etc. En
estas disciplinas, los científicos investigan determinados fenómenos naturales con
el fin de enunciar leyes cuyo conocimiento permita transformar una realidad. Así,
por ejemplo, la física proporciona conocimientos en forma de leyes que pueden
ser aplicadas técnicamente, de modo que conociendo la causa de un fenómeno,
puede reproducirse éste en condiciones controladas para obtener un efecto
deseado. Por ejemplo, la ley de Faraday permite la construcción de motores
eléctricos, etc.
3. En el caso del materialismo histórico fundado por Marx, esta ciencia
proporciona conocimientos cuya aplicación práctica serviría para transformar una
realidad social caracterizada por relaciones de dominación, explotación y violencia
entre clases sociales, en una sociedad sin clases en la que la capacidad
productiva material y cultural de la sociedad estuviera al servicio de la sociedad
entera, y no al servicio de los intereses de una minoría dominante.
4. Una de las diferencias del materialismo histórico con respecto a las ciencias
naturales reside en que en éstas últimas, la transformación de la realidad se
produce en un laboratorio y la efectúa un científico ó un grupo de científicos, es
decir, que los “agentes” (y los conocedores) de las ciencias naturales son una
comunidad pequeña respecto a la sociedad a la que pertenecen; mientras que la
transformación propuesta por el materialismo histórico sólo se puede llevar a cabo
por la acción política organizada de una clase social: la clase obrera asalariada (ó
proletariado), que merced a su posición objetiva en la estructura social, es la
fuerza social (aliada con otras fuerzas sociales) capaz de transformar la estructura
social mediante su emancipación respecto a la dominación a la que está sometida
(la explotación capitalista).
5. El socialismo científico se ocupa, por tanto, de orientar racionalmente las luchas
políticas de la clase obrera mediante el conocimiento objetivo de la estructura en
la que está inserta. Racionalmente en un doble sentido: 1) en un sentido teórico,
dado que el marxismo pone en evidencia el carácter falaz de las justificaciones
ideológicas del capitalismo. 2) en un sentido político, dado que con el marxismo, la
clase obrera puede conocer las causas materiales de la escasez y dominación que
padece y así, puede orientar sus luchas correctamente, luchas cuyo fin es
construir su unidad en cuanto clase social (es decir, que cada obrero se reconozca
como individuo cuyos intereses individuales están ligados a los de la clase social a
la que pertenece), para poder llegar al poder y transformar la sociedad.
6. De ahí la importancia que Althusser daría a la “fusión” del movimiento obrero
con la teoría marxista, fusión que consistiría en que el movimiento obrero
reconozca sus intereses de clase en la teoría marxista, de modo que para el
filósofo francés, esta “fusión” sería el acontecimiento más grande de la historia
humana.
LA
CIENCIAS
COMO
PROCESOS
DE
PRODUCCIÓN
DE
CONOCIMIENTOS:
1. Althusser concebía a las ciencias como “procesos de producción teóricos”
similares al proceso de producción económico de bienes materiales. Dichos
procesos de producción siguen el mismo esquema con el que Marx había descrito
el proceso de producción de bienes materiales en “El Capital”.
2. Marx afirmaba que todo “valor de uso” (es decir, objeto útil) es resultado de un
proceso de trabajo del ser humano sobre la naturaleza. En dicho proceso de
trabajo, podían distinguirse varios elementos: el trabajador (ó trabajadores), el
objeto de trabajo (que a su vez puede ser una “materia bruta” si no ha sido objeto
de elaboración previa, o “materia prima”, si lo ha sido), y los medios de trabajo;
que son los instrumentos y las condiciones que el trabajador necesita para realizar
su labor; tanto los instrumentos que interpone entre él y su objeto (herramientas),
como las condiciones que hacen posible el trabajo (talleres, iluminación, etc.).
3. El fin del proceso de trabajo es la transformación de un objeto (materia bruta o
prima) en un producto útil mediante la aplicación de los medios de trabajo al objeto
de trabajo.
Althusser establecía un paralelismo entre el proceso de trabajo de bienes
materiales y el trabajo científico como proceso de producción teórica de
conocimientos científicos; haciendo una analogía entre el trabajo manual y el
intelectual.
4. Todo científico trabaja transformando un objeto teórico (una percepción
sensorial, una información, un conocimiento científico previo, un prejuicio social,
una experiencia política, etc.) en un conocimiento científico (una ley natural, por
ejemplo) mediante conceptos científicos, que son los medios de trabajo con los
cuales el científico realiza la transformación del objeto teórico que investiga. Del
mismo modo que un químico necesita medios materiales para realizar su trabajo
de laboratorio (probetas, matraces, reactivos, etc.) también necesita medios
teóricos para poder pensar sobre su objeto (el principio de conservación de la
masa-energía, es un ejemplo de medio de trabajo teórico).
5. La diferencia entre el trabajo manual y el intelectual estaría en la naturaleza
tanto de los medios y los objetos de trabajo como de los productos del trabajo. En
el caso del trabajo manual se trataría de objetos, medios y productos “materiales”;
mientras que en el caso del trabajo intelectual serían objetos, medios y productos
“teóricos”. Además, del mismo modo que en un proceso de producción material es
necesario reproducir sus condiciones (reparar el desgaste de los instrumentos de
trabajo, por ejemplo); el trabajo teórico también debe reproducir sus conceptos en
su resultado, de modo que éste debe de servir a su vez de nuevo punto de partida
para nuevas investigaciones, utilizando los mismos conceptos, “refinados” y
“precisados”, si es necesario, es decir, ellos mismos transformados.
6. En el proceso de producción de conocimientos científicos, los elementos
decisivos son los conceptos científicos como medios de trabajo, (lo que se puede
llamar “dispositivo conceptual”), dado que son éstos los que determinan el tipo de
conocimientos que se obtienen como resultado de la actividad cognoscitiva. Del
mismo modo que en la producción material, la cantidad y calidad de los objetos
útiles resultado del trabajo del ser humano sobre la naturaleza, dependen de la
capacidad productiva de los medios de trabajo, el potencial científico de una
ciencia depende de su “dispositivo conceptual”, que forman sus medios de trabajo
teóricos, sus conceptos.
7. Una ciencia sería, pues, un conjunto ordenado de medios y objetos de trabajo
teóricos. Althusser llamaba “problemática”, al conjunto ordenado de conceptos y
objetos que configuran una ciencia.
8. Por ello, una ciencia “nace” cuando un científico elabora “el concepto de su
objeto”; es decir, cuando un trabajador intelectual construye el dispositivo
conceptual adecuado para el conocimiento racional de un objeto teórico. Así, por
ejemplo, la química científica nació cuando Lavoisier elaboró el principio de
conservación de la masa, que sirvió de “medio de trabajo” para investigar
adecuadamente los procesos químicos y así producir conocimientos; sustituyendo
al concepto de flogisto, concepto no-científico, al mostrarse incapaz de dar cuenta
de determinados fenómenos químicos.
9. Dado que la ciencia es un proceso que siempre parte de una materia prima,
ninguna ciencia surge de la nada, sino que tiene una “prehistoria” que está
formada por los objetos teóricos (que normalmente son las teorías no científicas
previas) que sirven de materia prima para ser trabajados por un dispositivo
conceptual científico.
10. Toda ciencia tiene pues, su prehistoria, porque todos los objetos de la realidad
son siempre conocidos por los seres humanos espontáneamente desde que éstos
tienen conciencia, dado que la realidad es exterior a la conciencia y siempre se
percibe de algún modo, pero dado que toda percepción espontánea de una
realidad no es necesariamente fiable (porque, por ejemplo, está basada en
prejuicios que deforman nuestra percepción) antes de que una realidad pueda ser
conocida científicamente, se percibe de otra forma: “deformada mente” o como
Althusser decía “ideológicamente”.
11. Por lo tanto, una ciencia “nace” cuando “rompe” con su prehistoria, elaborando
el “concepto de su objeto”, es decir, el conjunto de conceptos más adecuados para
el conocimiento del objeto que se propone estudiar.
12. Althusser explicaba esto con una metáfora:
Las ciencias están instaladas en “continentes” teóricos que son su campo de
investigación. Así, a lo largo de la historia se habrían abierto para el conocimiento
científico tres grandes continentes teóricos. El primero sería el de las matemáticas,
que comenzó a explorarse en la Antigua Grecia, quizás por Tales de Mileto. El
segundo sería el de la Física y las ciencias naturales, cuyo primer explorador fue
Galileo Galilei. Y el tercero sería el continente de la Historia, abierto por Marx al
conocimiento científico. (Althusser consideraba que estos “continentes” tendrían
“subcontinentes”, de modo que por ejemplo, Lavoisier habría abierto el
“subcontinente” Química perteneciente al continente Física)
13. También Althusser afirmó que quizás, Freud nos había dado las llaves para
abrir el continente teórico de los fenómenos psíquicos al conocimiento científico.
Los “continentes” teóricos de las ciencias, es decir, el campo de sus objetos de
investigación ya existirían antes de ser abiertos al conocimiento científico, pero en
lugar de ser “explorados científicamente”, estarían “explorados ideológicamente”
por sus respectivas prehistorias, esto es, tanto de la Física como de la Historia ya
existiría un conocimiento previo a su constitución en ciencias, conocimiento que
sería “no científico”, sino “ideológico”.
14. En el caso de la Física, la ideología mediante la cual serían conocidos los
objetos de la naturaleza sería la física de Aristóteles, que sería sustituida por los
principios establecidos primero por Galileo y luego por Newton. (Por ejemplo, el
principio de inercia o de conservación de la cantidad de movimiento que sustituiría
a la física aristotélica).
Es decir, que para precisar mejor la metáfora, habría que decir, que los
continentes teóricos “eran conocidos, pero no eran explorados adecuadamente”.
15. La prehistoria de la ciencia de la Historia, es decir, su conocimiento ideológico
previo a su conocimiento científico estaba dado por las llamadas “tres fuentes del
marxismo”: la filosofía clásica alemana de Hegel y Feuerbach, la economía política
clásica de Smith y Ricardo; y el socialismo utópico francés de Saint-Simon,
Proudhon, etc. Dichas fuentes constituyen la “materia prima” que Marx transformó
mediante su dispositivo conceptual.
16. Hay que señalar, que el hecho de que estas fuentes tuvieran un carácter
predominantemente ideológico, no-científico, no impide que tuvieran elementos
científicos, como Marx reconocería tanto en Ricardo como en Hegel (de quien
decía que había que aprovechar el “núcleo racional” de su doctrina separándolo
de
su
“corteza
mística”).
Así, Hegel sería a Marx en lo que se refiere al conocimiento de la Historia lo que
Aristóteles a Galileo en lo que se refiere al conocimiento de la Naturaleza.
17. Althusser llamaba Generalidades I (G I) a la materia prima de estudio de una
ciencia, Generalidades II (G II) a los medios de trabajo teórico y Generalidades III
(G III) a los conocimientos producidos como resultado del trabajo de G II sobre G I
Por ello, las fuentes del marxismo serían las G I, que Marx transformaría en
conocimientos científicos G III, mediante la aplicación de un nuevo dispositivo
conceptual, G II creado por él.
18. Althusser pensaba que el trabajo del intelectual marxista consiste en
aprovechar y desarrollar el legado teórico de Marx, su “dispositivo conceptual”.
Dicho dispositivo se encuentra en las obras de Marx y Engels (sobre todo en “El
Capital”), “en estado práctico”, es decir, que Marx y Engels fueron elaborando los
conceptos que configuran su teoría “sobre la marcha” de los acontecimientos
políticos que vivieron. Fue por ello, por lo que llamó a la necesidad de “volver a
leer a Marx”, es decir, buscar en las fuentes originales los conceptos que están
implícitos en sus obras, para hacerlos explícitos mediante un trabajo filosófico.
MODO DE PRODUCCIÓN Y FORMACIÓN SOCIAL
Los conceptos básicos del materialismo histórico serían los de modo de
producción y formación social.
1. Un modo de producción es un objeto teórico ideal definido por una relación de
producción determinada, de modo que existen tantos modos de producción como
relaciones de producción (comunismo primitivo, esclavismo, feudalismo, modo de
producción asiático, capitalismo y comunismo) mientras que una formación social
es la concreción real de una sociedad determinada (la Inglaterra victoriana, la
Alemania de Bismarck, la Francia de Napoleón, etc.) que sería la síntesis de
varios modos de producción de los cuales uno sería dominante; por lo que habría
tantas formaciones sociales como “casos concretos” queramos investigar.
2. El modo de producción es el objeto de conocimiento básico del materialismo
histórico, de modo que Althusser definió también al materialismo histórico como la
ciencia de los modos de producción, y está formado por la articulación de tres
estructuras regionales: una estructura económica (que es la estructura
determinante, por lo que se la llama “base” o infraestructura), una estructura
jurídico-política (el estado) y una estructura ideológica.
3. Para Althusser las tres estructuras que forman una formación social tienen una
autonomía propia respecto a la totalidad que conforman, de modo que cada una
de ellas puede ir “retrasada”o“adelantada” respecto a las otras. Por ello, criticó las
interpretaciones “historicistas” del marxismo (a las que consideró interpretaciones
hegelianas) por considerar a cada formación social como una “totalidad
expresiva”, en la que cada estructura (económica, jurídico-política e ideológica)
fuera la expresión de la totalidad.
4. Por el contrario, cada estructura funciona reproduciendo sus condiciones de
existencia (idea que tomó de Spinoza). En el caso de la estructura económica de
una sociedad de clases, del mismo modo que el proceso productivo debe
reproducir sus condiciones materiales de existencia (es decir, sus instrumentos de
trabajo), también debe reproducir sus condiciones sociales de existencia, es decir,
la relación de propiedad de los agentes de la producción respecto a los medios de
producción (medios y objetos de trabajo). La forma en la cual la estructura
económica reproduce dichas condiciones define su articulación con las demás
estructuras.
5. Althusser llamó “estructura dominante” a aquella estructura regional (sea
económica, política o ideológica) que decide en última instancia la reproducción de
la forma de explotación vigente. Es decir, que la estructura económica es siempre
la determinante en última instancia, pero no necesariamente la dominante. En el
capitalismo, la estructura dominante y la determinante coinciden en la economía,
pero por ejemplo, en el feudalismo, la estructura dominante es la ideológica.
LA ESTRUCTURA ECONÓMICA
1. En todo modo de producción la estructura económica está definida por la
relación entre los dos elementos de la producción: los productores directos y los
medios de producción. Relación que puede investigarse bajo dos conceptos:
relaciones de producción y fuerzas productivas.
2. En las sociedades de clases (esclavismo, feudalismo, capitalismo) las
relaciones de producción son relaciones de explotación, en las cuales una clase
social (la clase dominante) se apropia del trabajo excedente que la otra clase (los
productores directos) realiza después de haber producido los medios de vida
necesarios para su reproducción como clase explotada. Esta explotación tiene su
origen en la división de la jornada de trabajo en dos partes: el tiempo de trabajo
necesario en el que los trabajadores directos producen los medios de consumo
que les permiten sobrevivir, y el tiempo de trabajo excedente en el que los
trabajadores producen los medios de consumo de la clase explotadora así como
los medios de producción que permitan reproducir técnicamente la producción.
3. La forma en la cual se da este proceso de apropiación define un tipo específico
de relación de producción y a su vez, un tipo específico de modo de producción
(así, por ejemplo, en el caso del capitalismo, la apropiación del excedente se da
por medio de relaciones mercantiles).
Marx llamaba, por tanto, relaciones de producción a la forma en la que una clase
social se apropia del trabajo excedente producido por otra, y llamaba fuerzas
productivas a la capacidad técnica que una sociedad tiene para producir bienes
materiales.
4. Althusser mantuvo la tesis de la primacía de las relaciones de producción (lucha
de clases en la producción) sobre el desarrollo de las fuerzas productivas (relación
hombre-naturaleza en la producción) contra las interpretaciones “economicistas”
del marxismo. Es decir, Althusser mantuvo que la reproducción de las condiciones
materiales de la producción depende y está determinada por la reproducción de
las condiciones sociales de la producción.
https://www.youtube.com/watch?v=TQD-4kviSz8
https://www.youtube.com/watch?v=K8wRXB0GBA4
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