CAMARA OCULTA: "TELENOCHE INVESTIGA" MOSTRO A

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Archivo Tea y DeporTEA
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Diario Clarín, Jueves 29 de junio de 2000
Ubicación: BD00241.pdf
CAMARA OCULTA:
"TELENOCHE INVESTIGA" MOSTRO
A GREMIALISTAS DE LA UOCRA PIDIENDO COIMAS
La investigación que descubrió un circuito de coimas
sindicales
Las imágenes comprometen a un jefe gremial y cuatro delegados · Todos fueron
separados de sus cargos.
"Nosotros de boludos no tenemos nada: cuando queremos hacer mierda a una
empresa la hacemos mierda, sea chica, grande o mediana", se ufanaba ante un
empresario de la construcción y dos periodistas que simulaban ser también
empresarios el delegado de la UOCRA Salvador Albani, sin saber que una cámara
oculta de Telenoche Investiga lo estaba poniendo al borde de la
autoincriminación.
Albani y Juan Segura, ambos delegados de los trabajadores de las obras en
construcción de Villa Urquiza les estaban pidiendo a sus interlocutores dinero para
obviar las faltas en materia de seguridad, que el año pasado dejaron un saldo de
más de 160 albañiles muertos. Los empresarios Daniel Boronicher –que
participó junto a los periodistas en la cámara oculta– y Omar Roleri acudieron a
Telenoche Investiga el 30 de marzo, asustados pero a la vez, según dijeron,
cansados de las exigencias de los delegados.
Anoche en la primera emisión del año del programa, que conducen María Laura
Santillán y Juan Micheli por Canal 13, la propuesta de ambos delegados quedó
claramente plasmada: "Nosotros vamos y les avisamos cómo (los inspectores) los
pueden cagar". Y también, sobre los alcances de la propia inspección gremial en
la obra: "Nos damos una vuelta para que los muchachos nos vean, saludamos y
nos vamos".
El acuerdo por el monto de la coima fue rápido. "¿Está bien una luca?", preguntó
Albani. Uno de los empresarios contraofertó 800. Laudaron en 900 pesos por
mes para cada delegado. "Para que veas que no somos hijos de puta", fue la
frase que usó Albani para justificar la rebaja. El sindicalista quiso darle un marco
institucional al acuerdo al explicar: "Nosotros sostenemos a nuestro secretario
general y el nos sostiene a nosotros". Y, por las dudas, advirtió a los
empresarios: "Pobre de vos si arreglás con un delegado zonal solo y el otro no lo
sabe".
Telenoche Investiga mostró además el patético contraste de estos delegados
hablando ante las cámaras de televisión –en imágenes de archivo– quejándose
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amargamente por la muerte de obreros debido a la falta de seguridad en su
trabajo.
Pero la investigación, titulada La organización, siguió "subiendo" en la estructura
sindical de la UOCRA. Y así llegaron a Juan Ladina, que el martes, al trascender lo
que mostraría el programa, fue separado de sus cargos de secretario adjunto de
la seccional Capital de la UOCRA y secretario de Cultura de la CGT disidente.
Con la excusa de querer llegar a un acuerdo para una construcción –ficticia– que
iban a hacer en el Bajo Flores, los periodistas se sentaron frente a Ladina en su
despacho. Allí el jefe sindical se lamentó de que los delegados "se mejicanean al
pedo por dos pesos". Después, como queriendo tranquilizar a sus interlocutores
lanzó esta frase: "Yo lo manejo de acá". Inmediatamente llamó a un colaborador,
José Corbalán, para que se entienda con los visitantes.
Después, cámara oculta mediante, Corbalán y Lucas Ayarde, delegado zonal en
Mataderos, aparecen en una mesa de café frente a Boronicher y los periodistas.
Ayarde levanta cuatro dedos: "Cuatro mil", aclara. "¿Para los dos?", preguntó
uno de los periodistas. Ayarde respondió que Corbalán pediría por él. Y Corbalán
pidió dos mil pesos. "¿Vos valés el doble que él?", le preguntaron a Ayarde, que
asintió con la cabeza. Cuando Corbalán se dio cuenta que se llevaba la mitad que
su compañero intentó rectificarse: "Dos mil por quincena", pero su interlocutor dio
por cerrado el trato en cuatro mil y dos mil.
Pero después llamaron a Ladina para "quejarse". Por teléfono los empresarios le
dijeron a Ladina que los delegados los habían "matado" con la cifra que les
pidieron. Ladina los tranquilizó: "Tres, cuatro lucas, sí. Pero seis lucas... están
locos".
El lunes Telenoche Investiga convocó a sus estudios al secretario general de la
UOCRA y diputado nacional Gerardo Martínez, para hablar sobre los accidentes de
trabajo. Cuando llegó le mostraron el producto de la investigación y le ofrecieron
hacer su descargo.
"No tengo palabras", fue lo primero que dijo Martínez, en cámara, frente a María
Laura Santillán. Durante la entrevista tragó saliva varias veces y contó que
hace 12 años que conoce a Ladina, su segundo en la seccional Capital del
gremio.
"Estoy golpeado, herido por estos delincuentes que mal utilizan su responsabilidad
gremial para robar. Son delincuentes y tienen que ir presos", afirmó el ex
secretario general de la CGT.
Cuando la periodista le trasmitió que muchos no creerían que él fuera ajeno a lo
que ocurrió con los sindicalistas de su gremio, Martínez contestó que en ese caso
se pondría a disposición de la Justicia, para lo cual, llegado el momento debería
renunciar a sus fueros parlamentarios.
Ese mismo lunes los responsables del programa hicieron la denuncia penal ante la
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Justicia y por sorteo la causa la tomó la jueza María Gabriela Lanz, con la carátula
de "Extorsión y asociación ilícita".
En la investigación los empresarios denunciantes también dieron su testimonio.
Uno de ellos, Roleri, sintetizó su estado de ánimo: "Tengo miedo, pero no le voy a
hacer caso, porque no se puede vivir así".
Respaldos
Los jefes de las dos CGT, Rodolfo Daer y Hugo Moyano, dieron ayer un claro
respaldo al secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, pocas horas antes
de que Canal 13 pusiera en el aire el programa de Telenoche Investiga, en el
que aparecen gremialistas de esa actividad extorsionando a empresarios.
Daer y Moyano fueron hasta el miniestadio de Ferro, donde se constituyó la
Federación de Organizaciones Sindicales de la Construcción y la Madera, una
iniciativa de Martínez. Allí también estuvo el titular de la Cámara de la
Construcción, Gregorio Chodos, quien dijo que fue a "ratificar nuestro respaldo a
la conducción de la UOCRA".
En tanto, el secretario de Seguridad Social, Melchor Posse, manifestó su
solidaridad a Martínez por el "doloroso momento" que vive.
CAMARAOCULTA: HISTORIAS DE LA UOCRA
Un sindicato peso pesado
La Unión Obrera de la Construcción es hoy uno de los gremios más poderosos
de la constelación sindical. Basta con repasar algunos números: el sindicato
congrega 200 mil afiliados y su obra social atiende a unas 800 mil personas en
todo el país. El poderío de la entidad se refleja, quizá con la mayor nitidez, en el
edificio imponente que tiene como sede central en la avenida Belgrano, casi
Entre Ríos. Una paradoja que ese gigante de nueve pisos pertenezca a un gremio
que representa a los trabajadores con peor ranking en la tabla salarial.
Catalogado entre los más "pesados", el gremio de los albañiles –o de los
"constructores", al decir de Gerardo Martínez, su actual jefe– no siempre jugó en
la primera del movimiento obrero argentino.
La UOCRA empezó a tallar fuerte allá por 1967, en pleno "onganiato", conducida
por Rogelio Coria. En un principio vandorista, Coria viraría poco tiempo después un
poco más a la derecha, para formar un núcleo "participacionista" junto con
Juan José Taccone (Luz y Fuerza) y Adolfo Cavalli (petroleros). Este sector se
caracterizó por negociar como fuera con la dictadura de Juan Carlos Onganía,
de la que el sindicalismo neoperonista de Augusto Vandor ya había tomado
distancia.
Fue en aquel período que Coria negoció en nombre de su gremio el fin de la
indemnización que preveía la ley de despido para los trabajadores de la
construcción. Estos comenzaron a aportar –de sus salarios– para un fondo al que
podían acudir sólo en el caso de que fueran despedidos de sus puestos de
trabajo. La innovación, sugestivamente, coincidió con un sostenido crecimiento
de las arcas del gremio, que manejaba los fondos de despido.
Coria tendría un final trágico: cayó bajo las balas de la guerrilla del ERP en un
hecho de ribetes tan confusos como los del atentado que también le costó la vida
a Vandor. Años después, otro jefe de la UOCRA, Segundo Bienvenido Palma,
también se haría conocido: ocupó la jefatura de la CGT y tuvo la rara habilidad
de hacerlo sin que se le conociera la voz.
Luego vendrían en la UOCRA, ya con la vuelta de la democracia, los tiempos del
vandorista Rogelio Papagno y del ubaldinista Alejo Farías, el mentor de Gerardo
Martínez. Farías adoptó como niño mimado a Martínez, a quien se lo presentaba
como un "joven brillante del ubaldinismo".
Aquel joven brillante, desde la seccional Capital de la UOCRA (la misma que ahora
está en la mira de la Justicia) se libraría primero de Farías y luego rompería con
Saúl Ubaldini, para abrazarse con pasión al menemismo, aunque sin descuidar su
relación con Duhalde. El resto está más fresco. El paso de Martínez por la jefatura
de la CGT y la razón de su caída: las peleas antológicas de su gremio con los
camioneros de Hugo Moyano, el mismo con quien ahora cohabita en la central
disidente.
GERARDO MARTINEZ, TITULAR DE LA UOCRA
El jefe del gremio se lava las manos del escándalo
El
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"cama". Para nosotros, fue una inconducta. Por eso les exigimos la renuncia, y el
gremio fue a la Justicia como damnificado.
–¿Usted desmiente que sea un hecho habitual que los delegados de UOCRA
exijan dinero a cambio de supuestos favores?
–Absolutamente. La UOCRA es un gremio serio, con una obra social eficiente y
una fundación de capacitación de primer nivel.
–¿Todo esto no lo salpica?
–Yo tengo mi conciencia tranquila. Esto es lo mismo que cuando varios le cayeron
a Fernández Meijide por el comportamiento de un pariente suyo en el PAMI. Yo
me remito a los hechos: los resultados concretos de las denuncias presentadas
por la UOCRA en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Ningún gremio hizo
tanto por la seguridad laboral. Y no tenemos connivencia con los empresarios del
sector.
–¿Renunciará a sus fueros de diputado si lo llama la Justicia?
–Por lo que yo sé no necesito renunciar a los fueros para ir a la Justicia
espontáneamente. Yo no digo "tengo fueros, no me voy a presentar", que es el
caso de los que no se sienten limpios.
Un trabajo donde se pierden vidas
La extorsión, filmada por las cámaras de tevé, de cuatro dirigentes del sindicato
de la construcción es un golpe a los esfuerzos que viene realizando el dirigente de
ese gremio y diputado nacional Gerardo Martínez para que el Congreso modifique
la Ley de Riesgos del Trabajo.
La seguridad laboral es uno de los puntos más sensibles en la construcción: uno
de cada 5 trabajadores se accidenta una vez por año. Y cada dos días un
albañil muere, generalmente por caídas desde alturas.
Así, la construcción es una de las actividades con mayor siniestralidad laboral,
casi tres veces mayor que el promedio general. En la inmensa mayoría de los
casos esto sucede porque las empresas no respetan las normas de
seguridad ni les proveen a los trabajadores los elementos que evitarían esos
accidentes.
Esta mayor siniestralidad laboral se complementa con un sistema que compensa
con unos pocos pesos al trabajador accidentado o sus familiares en caso de
fallecimiento. Por ejemplo, a la viuda de 45 años de un trabajador que ganaba 600
pesos le corresponde una pensión de 173 pesos por mes.
Por eso, el gremio de la construcción fue uno de los que más impulsaron el
cambio en el nuevo sistema de riesgos laborales que entró en vigencia en 1996,
a pesar de que Gerardo Martínez fue también uno de los que más abogaron por
la puesta en marcha de este sistema. Cuando se sancionó la ley de riesgos
laborales, Martínez era titular de la CGT.
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