Abaddon el Saqueador. Abaddon el Archienemigo. Un monstruo inhumano cuyo nombre ha sido diez mil veces maldito durante los diez mil años de terror que ha sufrido una galaxia que en el pasado ayudó a conquistar en nombre del Emperador. Durante la Gran Cruzada, Abaddon alcanzó el rango de capitán de la primera compañía de los Lobos Lunares. A medida que la legión batallaba en cientos de mundos, su nombre fue haciéndose famoso por su habilidad táctica y destreza física, y veneraba a Horus como si se tratara de un padre. De hecho, algunos rumores apuntaban a que Abaddon podría ser el hijo clónico del Primarca, una creación directa de la semilla genética del Primarca. Nadie sintió un orgullo mayor que Abaddon cuando la legión fue rebautizada como los Hijos de Horus tras la Cruzada Interexiana. Al producirse la herejía, fue evidente que la lealtad de Abaddon era para su Primarca y no para el Emperador. Lideró bajo su mando las escuadras de exterminadores de los Hijos de Horus en sangrientas campañas en Istvaan, Yarant y en el asedio del Palacio Imperial. Abaddon luchó contra los exterminadores de los Puños Imperiales a bordo de la barcaza de combate de Horus y su angustia por la muerte de su padre le hundió más profundamente en la locura y el odio que ningún otro mortal hasta entonces. Antes de que los Hijos de Horus se retiraran al Ojo del Terror, Abaddon lideró un contraataque para rescatar el cuerpo del Señor de la Guerra. Una vez conseguido, los Hijos de Horus huyeron provocando la ira de los ejércitos del Emperador. De este modo, Abaddon pasó de ser un simple mortal a convertirse en leyenda. Cuando Abaddon regresó, estaba al frente de una horda infernal que devastó sistemas estelares en las proximidades del Ojo del Terror antes de que las fuerzas imperiales consiguiesen reunir tropas suficientes para detenerlo. Sus marines espaciales del caos, rebautizados con el nombre de la Legión Negra, iban a la cabeza del ataque destruyendo todo cuanto encontraban a su paso. Durante su primera Cruzada Negra, Abaddon hizo numerosos pactos de sangre con los poderes infernales. En las criptas situadas bajo la torre del Silencio de Ularan, Abaddon recuperó una espada demoníaca de gran poder. Con la espada aullante en su mano, Abaddon era invencible. Ciudades enteras ardieron como sacrificio para los siempre hambrientos Dioses del Caos y Abaddon fue recompensado generosamente. Desde entonces, Abaddon ha soñado con forjar un imperio del caos, construido sobre las ruinas humeantes del Imperio del Hombre. Cada mundo, cada ciudad destruida, suponen un paso para alcanzar esta meta y dejar su marca en toda la galaxia y en la Humanidad. Abaddon ha liderado más de doce cruzadas negras contra el Imperio desde su primer asalto terrorífico. Cada ataque ha conmocionado al imperio y ha saqueado mundos próximos al Ojo del Terror. Con cada asalto liderado por el Señor de la Guerra aumenta la fuerza de su Legión Negra. Para las mentes de los Marines espaciales del Caos, el éxito es una señal del favor del Caos a Abaddon, por lo que muchos lo consideran el sucesor de Horus. Solo los Primarcas demonio ostentan tanto el poder como el Señor de la Guerra de la Legión Negra. Los Altos Señores de Terra temen el día en que Abaddon consiga unir a todas las legiones traidoras en una horda indestructible y regrese para culminar la traición que inició Horus hace diez mil años. Este miedo está totalmente fundado. En el último ataque de Abaddon, el mundo fortaleza de Cadia fue tomado por la Legión Negra de Abaddon y sus hordas aliadas. El combate encarnizado por la Puerta de Cadia continúa en la superficie del planeta y en una docena de mundo próximos, ya que se trata de la única entrada estable desde el Ojo del Terror. Si los ejércitos de Abaddon triunfan, las puertas se abrirán dando paso a una oleada interminable del Caos que saldrá del Ojo del Terror para destruir al imperio y, con suerte, atacar a su mundo más valioso: Terra.