Maduro intenta imponer su propio estilo en primeros

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LATERCERA Domingo 28 de abril de 2013
Mundo
RR Maduro conversa con
una dueña de casa
durante la entrega de
viviendas. FOTO: EFE
COLUMNA
Novedades
con aroma
a naftalina
L
Maduro intenta imponer
su propio estilo en primeros
días de gobierno en Venezuela
R El presidente estableció un
“gobierno de calle” y elevó su tono
beligerante hacia la oposición.
Fernando Fuentes
Con una multitudinaria ceremonia, en el teatro Teresa Carreño de Caracas, el flamante
Presidente venezolano, Nicolás Maduro, tomó juramento
el lunes pasado a los ministros
de su llamado “gobierno de
calle”. Varios de los cuales lo
acompañaron el jueves al estado de Zulia, donde dio inicio
a esta nueva modalidad de
gestión, que -según él- busca
una “rectificación a fondo” de
la Revolución Bolivariana lanzada por Hugo Chávez. Este ha
sido, según los analistas, uno
de los cambios de estilo que el
“primer presidente chavista” ha dejado en evidencia en
sus primeros días en el poder.
Un breve período en el que
también ha elevado su tono
beligerante hacia la oposición, ha tendido puentes hacia EE.UU. y ha hecho enroques en la cúpula económica
del chavismo.
Para el analista político venezolano del Amherst College en Massachusetts, Javier
Corrales, a pesar de reconocer
que “las personas claves de
Chávez se quedaron” en el gobierno de Maduro, “percibe
dos grandes cambios en su gabinete”. El más importante es
la salida del Ministerio de Fi-
nanzas de Jorge Giordani,
considerado uno de los ideólogos de los complejos controles de cambio y de precios
que acumulan una década de
aplicación en el país y que fue
reemplazado por Nelson Merentes, que conducía el Banco Central. “Giordani pierde
importancia en favor de Merentes. A Merentes se le considera como una persona más
pragmática, menos ideológica que Giordani, que resultó
ser un marxista demasiado
enamorado de la idea de expropiar como respuesta a todo
problema”, dice Corrales a La
Tercera.
Aunque el nuevo mandatario designó un equipo para
iniciar un “diálogo exploratorio” con sectores “que quieran
la paz”, Corrales considera
que en esta etapa “hemos visto un Maduro más radical,
más beligerante con la oposición, menos dispuesto a proponer ideas o programas nuevos de lo que fue Chávez”. Un
análisis en el que coincide el
director de la encuestadora
Datanálisis, Luis Vicente León,
quien recuerda que “si bien
Chávez fue un líder fuerte y
retador con la oposición, no
estaba retado interna y externamente como le ha tocado a
Maduro en el inicio de su go-
R También ha tendido puentes
hacia EE.UU. y ha hecho enroques
en la cúpula económica.
BREVES
Mandatario realiza
“primer” viaje a Cuba
Con el fin de “ratificar la alianza estratégica” con Cuba, Maduro viajó a la isla, donde ayer
suscribió con Raúl Castro 51
proyectos de colaboración
por casi US$ 1.000 millones.
Sobrino de Maduro es
designado en Economía
Maduro designó como comisionado presidencial para
asuntos económicos y financieros a un sobrino de su pareja, Cilia Flores, según el diario
caraqueño El Nacional.
Detienen a opositor
El ex general Antonio Rivero,
del partido Voluntad Popular,
fue detenido ayer, luego de
que el gobierno difundiera un
video en el que presuntamente sale organizando una protesta tras los comicios de abril.
bierno”. “Los peligros de un
triunfo tan cerrado (frente al
opositor Henrique Capriles)
lo obligan a asumir posiciones
más radicales frente a sus adversarios, en lo que él podría
considerar una situación de
supervivencia”, sostiene.
Pero en paralelo, explica
León a La Tercera, “Maduro
está tratando de abrir negociaciones empresariales y con
otros sectores de la sociedad,
lo que le resta protagonismo
en el tiempo al sector opositor tradicional y le puede ayudar en términos de percepciones económicas”. Al mismo
tiempo, la designación de Calixto Ortega como encargado
de negocios de Venezuela
ante EE.UU. marca “otro
cambio” respecto de Chávez,
afirma Corrales. Desde finales de 2010, ambos países dejaron de tener embajadores.
En este nuevo escenario, Maduro ha dicho que “aspira algún día a tener relaciones de
respeto, de diálogo entre
iguales” con EE.UU. En esa
dirección, Ortega apunta que
su misión no se limitará a lo
comercial, sino que intentará establecer lazos con distintos sectores de la sociedad
estadounidense. Para el Departamento de Estado, su
nombramiento podría ser un
“paso” hacia el establecimiento de “canales efectivos
de comunicación”. “A Ortega se le considera uno de los
hombres más moderados del
chavismo”, concluye el analista del Amherst College.b
Por Boris Muñoz
os anuncios de Nicolás Maduro tuvieron muy poca sustancia. El cambio más notable -y
quizás el que tenga un impacto más inmediato- fue el
nombramiento de Nelson
Merentes al frente de la cartera de Finanzas. Merentes ya ejerció ese cargo en tiempos de prosperidad y promovió
ciertas políticas interesantes a favor de la
democratización del capital, aunque muy
tímidas e incompletas, puesto que se instrumentaban a través del mercado alternativo de divisas que terminó siendo un anatema para el gobierno. En realidad, el cierre del mercado alternativo de divisas fue
una maniobra de distracción para cubrir
enormes casos de corrupción y el fracaso
del sistema eléctrico.
Precisamente, en relación con este punto,
se nombró a Jesse Chacón, uno de los ministros favoritos de Chávez que había caído en
desgracia por uno de esos casos de corrupción bancaria que involucraba a su multimillonario hermano, Arné. Chacón tiene un
perfil de ejecutivo eficiente y de político de
sangre fría. De modo que estos dos nombramientos, que implican un giro hacia el prag-
Maduro se ve forzado a
demostrar una legitimidad
contestada en la calle, donde
perdió casi 700 mil votos del
chavismo.
matismo, son realmente lo único destacable
del nuevo tren ministerial. El resto es una
sucesión de enroques que habla de la imposibilidad de integrar nuevos talentos con
perfil de eficiencia gerencial, que es de lo
que más adolece el chavismo.
Otra novedad, si se quiere, es el paso de
Jorge Giordani a una segunda fila, como ministro de Planificación. Los chistes maliciosos dicen que Maduro no podría acabar de
un solo plumazo con el Parque Jurásico del
socialismo.
El anuncio de un gobierno de calle tiene
aroma a naftalina. Se ha escuchado muchas
veces. Es sólo una variación del tema. Y la
prueba es que Maduro anunció que se ejecutaría a través de las famosas tres erres: revisión, rectificación y reimpulso. Finalmente, hay que decir que en realidad lo que está
desarrollándose es una carrera loca contra
el tiempo: Maduro se ve forzado a demostrar
una legitimidad contestada en la calle donde perdió casi 700 mil votos del chavismo.
Necesita atraerlos de nuevo, pero con un liderazgo muy endeble y en entredicho. Sabe
que si le hubiesen dado una semana más a
Capriles, pierde las elecciones sin ninguna
discusión.
Escritor y analista político venezolano de la
revista norteamericana The New Yorker.
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