MODULO 4. Interacciones Sociales y Afectivas. Latencia. Piaget

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MODULO 4. Interacciones Sociales y Afectivas. Latencia.
Piaget. Interacción social y afecto.
¿Cómo intervienen las actividades sociales en la construcción de la inteligencia en los niños?
Diferencia entre Estadio Operatorio Concreto y Operatorio Formal.
PERÍODO DE LAS OPERACIONES CONCRETAS
El período de operaciones concretas se sitúa entre los siete y los once o doce años. Este
período señala un gran avance en cuanto a socialización y objetivación del pensamiento.
El niño concibe los sucesivos estados de un fenómeno, de una transformación, como
"modificaciones", que pueden compensarse entre sí, o bajo el aspecto de "invariante", que
implica volver a un estado anterior.
El niño no es capaz de distinguir aún de forma satisfactoria lo probable de lo indispensable.
Solo razona sobre lo realmente dado, no sobre lo virtual. Así que, en sus anticipaciones de
cosas que van a ocurrir es limitado.
En esta edad, el niño no sólo es objeto receptivo de transmisión de la información del lenguaje
y la cultura en sentido único. Surgen nuevas relaciones entre niños y adultos, y especialmente
entre los mismos niños.
Los niños son capaces de una auténtica colaboración en grupo, pasando la actividad individual
aislada a ser una conducta de cooperación. También los intercambios de palabras señalan la
capacidad de descentralización. El niño tiene en cuenta las reacciones de quienes le rodean, el
tipo de conservación "consigo mismo", que al estar en grupo (monólogo colectivo) se
transforma en diálogo o en una auténtica discusión.
La moral que está sometida a un poder externo infantil, unilateralmente adoptada, da paso a
la independencia del medio que lo rodea del final de este período.
IV. PERÍODO DE LAS OPERACIONES FORMALES:
LA ADOLESCENCIA
En oposición a la mayor parte de los psicólogos que han estudiado la psicología de la
adolescencia, Piaget atribuye la máxima importancia, en este periodo, al desarrollo de los
procesos cognitivos y a las nuevas relaciones sociales que éstos hacen posibles.
Aquí se da la aparición del pensamiento formal por el que se hace posible una coordinación de
operaciones que anteriormente no existía. Esto hace posible su integración en un sistema de
grupo y red. La principal característica del pensamiento a este nivel es la capacidad de
prescindir del contenido concreto para situar lo actual en un más amplio esquema de
posibilidades.
La forma de insertarse en la sociedad adulta es un proceso lento que se realiza en diversos
momentos según el tipo de sociedad o según como es la gente que rodea al individuo, su
entorno. Aquí ya se siente al nivel de un adulto en la preadolescencia, comenzado a
considerarse como un igual (independientemente del sistema educativo). De la moral de la
dependencia y heretoromía, el adolescente pasa a la moral de unos con los otros, a la
auténtica cooperación y a la independencia.
La adolescencia es una etapa difícil debido a que el muchacho todavía es incapaz de tener en
cuenta las contradicciones de la vida humana, personal y social, donde hay muchos cambios
tanto físicos como emocionales, razón por la que su plan de vida personal, su programa de
vida y de reforma, suele ser utópico e ingenuo o que actúa sin malicia o no tiene picardía. La
confrontación de sus ideas con la realidad suele ser una causa de grandes conflictos y
pasajeras perturbaciones afectivas, (crisis religiosa, ruptura brusca de sus relaciones afectivas
con los padres, desilusiones, etc.).
INTELIGENCIA OPERATORIA FORMAL, de 12 años en adelante: Nivel mas abstracto al que
puede llegar el razonamiento y el pensamiento. Puede elaborar, razonar, verificar hipótesis y
conceptualizar resultados, no solo sobre las cosas reales sino también sobre las posibles.
Posibilidad de razonar sobre temas éticos, políticos, sociales y morales.
Interacciones Sociales y Afectivas.
El desarrollo de la moral en el niño.
La socialización en el niño afecta el conjunto de conocimientos de este. Sensorio Motriz:
inicialmente la inteligencia está al servicio de la permanencia de ciertos objetos que son
significativos en la vida objetiva del niño. Le provee estabilidad. Periodo Pre- Operatorio:
imagen mental, memoria, juego simbolico, el objeto afectivo esta presente. Las necesidades
del yo generan un fuerte Egocentrismo. Periodo Operatorio: reversibilidad, posibilidad de
considerar el punto de vista del otro. Esto enriquece las relaciones sociales.
Lo Social para Piaget: Lo social implica un contexto que está presente desde el primer
momento. El termino social puede corresponder a 2 realidades. Punto de vista cognoscitivo:
las relaciones entre el niño y el adulto, fuente de transmisiones educativas y lingüísticas,
aportaciones culturales. Punto de vista Afectivo, fuente de sentimientos específicos, y en
particular, de los sentimientos morales. Hay seguidamente relaciones sociales entre los
propios niños y en parte entre niños y adultos, pero como proceso continuo y constructivo de
socialización.
SENTIMIENTOS Y JUICIOS MORALES. Uno de los resultados esenciales de las relaciones
afectivas entre el niño y sus padres o los adultos que hagan sus veces es engendrar
sentimientos morales específicos de obligación de conciencia. La formación del sentimiento
del obligación esta subordinada a dos condiciones, necesaria una y otra y suficientes ambas: 1)
la intervención de consignas dadas desde el exterior, es decir, ordenes de cumplimiento
indeterminado (no mentir, etc.) y 2) la aceptación de esas consignas, que supone la existencia
de un sentimiento sui generis de quien recibe la consigna por el quien se la da. El respeto
comporta a la vez afecto y una especie de temor unido a la situación del inferior respecto del
superior (unilateral), y basta entonces para determinar la aceptación de las consignas y, en
consecuencia, el sentimiento de obligación. Ese respeto unilateral, engendra en el niño una
moral de obediencia caracterizada esencialmente por una heteronomía, que se acentuará
luego para dejar paso, parcialmente al menos, a la autonomía propia del respeto mutuo.
El Criterio de Moral en el niño, tiene 2 Dimensiones:
1. Practica Moral, lo que el niño hace con las reglas.
2. Conciencia Moral, lo que el niño piensa de las reglas, si origen, su mutabilidad,
inmutabilidad.
MORAL HETERONOMA de 0 a 7 años. Se traduce en cierto numero de reacciones afectivas y en
ciertas estructuras notables, propias del juicio moral antes de los 7 – 8 años. Desde el punto de
vista afectivo, el poder de las consignas esta esencialmente ligado a la presencia material del
que se las da: en ausencia, la ley pierde su acción o su violación solo va unida a un malestar
momentáneo. Luego, ese poder se hace duradero. Los componentes del respeto se disocian y
esa disociación desemboca en mezclas de afecto y de hostilidad, se simpatía y de agresividad,
de celos. Presión adulta, empieza a tomar pesar a los 7 años aproximadamente. Egocentrismo.
Respeto Unilateral. Realismo Moral. Falta de Reciprocidad, por falta de Reversibilidad.
Relaciones Sociales, regularmente van siendo interiorizadas. Heteronomía que se acentuará
luego para dejar paso, parcialmente al menos, a la autonomía propia del respeto mutuo.
REALISMO MORAL. Desde el punto de vista del juicio moral, la heteronomía conduce a una
estructura bastante sistemática, el realismo moral, según el cual las obligaciones y los valores,
están determinados por la ley o la consigna en si misma, independientemente del contexto de
las intenciones y de las relaciones. En el terreno de las de las responsabilidades el realismo
moral lleva a la Responsabilidad Objetiva, el acto es valorado en función de su grado de
conformidad material con la ley, y no en función de las intenciones de violar la ley o buena
intención que, involuntariamente, se halle en conflicto con la ley. En el terreno de la mentira,
el niño recibe, la consgina de veracidad, mucho antes de comprender el valor social de esta.
Resulta entonces de ello que la regla de la veracidad, permanece como exterior a la
personalidad del sujeto, y da lugar a una situación típica de realismo moral y de
responsabilidad objetiva, ya que la mentira parece grave, no en la medida que responde a una
intención de engañar, sino en la que se aleja materialmente de la verdad objetiva. Tendencia
del niño a considerar los deberes y los valores que se relacionan con ellos, como subsistentes
en si mismos, independientemente de la conciencia y como obligatoriamente impuestos, sea
cuales fueren las circunstancias en las que se halle el individuo. Ciego a la intención, se basa
fundamentalmente en la consecuencia.
MORAL AUTONOMA (Conciencia moral) de 7 años en adelante. Con los progresos de la
cooperación social entre niños y los progresos operatorios correlativos, el niño llega a
relaciones morales fundadas en la respeto mutuo y que llevan a cierta autonomía. Hay que
señalar no obstante 2 hechos importantes: De una parte, en los juegos con reglas, los niños de
menos de 7 años que reciebn esas reglas ya establecidas de los mayores las consideran
“sagradas”. Los mayores ven en la regla, por el contrario, un producto de acuerdo entre
contemporáneos; y admiten que pueda modificarse, siempre que haya consentimiento en ello,
democráticamente regulado. De otra parte, un producto esencial del respeto mutuo y de la
reciprocidad en el sentimiento de la justicia, frecuentemente adquirido a expensas de los
padres. Ya a los 7- 8 años, y después cada vez mas, la justicia se impone sobre la misma
obediencia y se convierte en una norma central, equivalente en el terreno afectivo a lo que
son las normas de coherencia en el terreno de las operaciones cognoscitivas. Necesariamente
tiene que haber acuerdos con sus pares, de internalización de la moral autónoma.
Interacciones con pares. Cooperación. Reciprocidad / Reversibilidad. Respeto mutuo. Respeto
Subjetivo de la Regla. Conciencia moral autónoma, pero reconoce que las reglas solo pueden
cambiarse por consenso. Conciencia real en cuanto a la práctica de esa conciencia moral.
Los Intercambios Sociales, dan lugar a un proceso de estructuración gradual o socialización,
pasando de un estado de incoordinación o de indiferenciación relativa entre el punto de vista
propio y el de lo otros, a otro de coordinación de los puntos de vista y de cooperación en las
acciones y en las informaciones.
URRIBARRI. El trabajo de Latencia
El periodo de latencia, formulado por FREUD como un receso en la evolución sexual hasta el
advenimiento puberal. Enfatizo en la desaparición de las conductas sexuales manifiestas,
particularmente la masturbación, la masiva utilización de defensas, la disminución de la
emergencia de lo inconsciente en sus expresiones y conductas, la suspensión del desarrollo de
la sexualidad, la desexualizacion, el contrainvestimiento, la represión, las formaciones
reactivas, la virtualización del deseo y el aparato psiquico como centrado en el control
represivo de los retoños pulsionales. Freud denomino a este momento a diferencia de
Urribarri como Periodo y realizo un escaso delineamiento de sus características y
esclarecimiento de los logros. Ha sido definido más por la negativa, lo que deja de ocurrir, que
por la positiva, lo que surge y complejiza.
Latencia para Urribarri: Estima innapropiada la denominación de la latencia como periodo.
Este énfasis en lo temporal es coherente con la caracterización como periodo de receso, de
espera, aquietamiento de la sexualidad hasta el surgimiento del segundo momento de
florecimiento y maduración, descuidando esclarecer su especificidad. Propone en su libro
establecer una descripción, una caracterización amplia y precisa de la latencia, una
generalización teorica.
Urribarri entiende que lo característico del trabajo de latencia, a partir de la intensificación de
la inhibición de la meta, es la concurrencia de diversos mecanismos sublimatorios. Es este
actuar conjunto y subordinado de diversos mecanismos defensivos a los fines sublimatorios lo
que caracteriza la latencia normal. La organización psíquica de la latencia no se caracteriza por
la represión, la formación reactiva, la sublimación que existen desde antes, sino por su
configuración dinámica, su reorganización operativa, su peso relativo, y el balance
intersistemico, terminados por el intenso y sutil trabajo de latencia.. Es asi que mecanismo
como la formación reactiva, el aislamiento y la desafectivizacion, orientados al servicio de la de
la sublimación, favorecen el desarrollo y la ampliación yoica, al igual que la simbolización, la
autoestima y la inserción social. Defensas y capacidades que concurren subordinadas a un fin
socialmente aceptado y, a la vez, promovido y esperado por la sociedad.
LATENCIA TEMPRANA: Se caracteriza por la fragilidad del equilibrio intersistemico, con la
consecuente emergencia de angustia frente a lo impulsivo. La lucha inicial que emprende el Yo
esta ligada a controlar lo pulsional y, en particular, a limitar la descarga, inicialmente,
mediante el freno represivo; recurre a otros mecanismos, como la formación reactiva, que
también requiere de una contracatexis que limitan al Yo; su persistencia tendería a dificultar su
desarrollo.
El desenlace edipico inaugura un nuevo orden intrapsiquico, a partir de la operancia del yo y
esos primeros años sumen al latente en el trabajo psíquico de tratar de lograr ese delicado
equilibrio entre lo prohibido y lo permitido, lo promovido y lo logrado, lo ansiado y lo posible,
lo placentero y lo displacentero, consciente de sus dificultades y sufrimientos y en estado casi
de alerta continuo.
La amnesia infantil que se instala a partir del desenlace del Edipo produce en el niño un efecto
de perplejidad, extrañamiento con él mismo, lo insconscientizado deja para el Yo consciente la
sensación de vacío de contenido y de nexos, que siente tanto como desubicación y perdida de
referencias respecto de si, como de un desajuste interno con sensaciones de incomodidad,
angustia y vagas señales de peligro. La “perdida” de una parte de si, vivida como una brusca
inadecuación y falta de armonía interior, tiende a promover descontento y preocupación
consigo mismo. Esto puede puede afectar la conducta del niño y sus relaciones, aprejando
retraimiento y reclamos diversos, debio a la expectativa de ser aliviado por sus padres. En el
latente temprano es notable la ambivalencia frente a los mandatos del Superyo, que se
traduce en oscilación entre atacamiento con vivencias de sumisión y rebeldía con sentimientos
de culpa. Tiene escasa tolerancia, tanto para su critica, como para la critica externa que en
general, le provoca angustia, desaliento, perdida de la autoestima y a veces, desborde
afectivo. La escuela, como agente de la sociedad, refuerza el mandato represivo al tiempo que
prescribe ciertas actividades y propone algunas vías de descarga alternativas, como por
ejemplo la escritura: la prohibición superyoica recae sobre los deseos incestuosos y,
consecuentemente, sobre la masturbación; esto implica redirigir el impulso; para evitar la
“tentación” de masturbarse, el niño “necesita ocupar sus manos en otra actividad”.
Otro aspecto destacable de la primera etapa es lo referido a las prohibiciones, que derivadas
del Superyo e impuestas desde las instituciones sociales, lo constriñen. Es frecuente observar
que los niños a esta edad comienzan a establecer ellos prohibiciones, a veces a pares,
hermanos o niños menos, donde es claro el hacer activo lo sufrido pasivamente y la operancia
del mecanismo de identificación con el agresor, común en esta época como forma de
internalizar los mandatos y criticas externas. Ejerciendo derechos y buscando un lugar que el
también defina y lo identifique.
LATENCIA TARDIA: Las graduales posibilidades que la maduración brinda, las nuevas
capacidades intelectuales, las facilitaciones del entorno social y la instrumentación provechosa
de estos elementos que pueda lograr el Yo, le posibilitan una ampliación de recursos y, junto a
la relativa estabilización del equilibrio intersistemico y a la afirmación de la sublimación en la
organización de la descarga pulsional, unauguran la latencia tardia, a partir de
aproximadamente los 8 años. La caracterizan una mayor fluidez, autonomía, continuidad y
equilibrio de la conducta, un menor sufrimiento consciente del temor al desborde y del
surgimiento de angustia, asi como una progresiva operancia del principio de realidad en la
determinación de la conducta. Se incrementa el fantasear, aparece con nitidez el ensueño
diruno, se amplia el distanciamiento de los padres y lo familia y adquiere mayor importancia el
grupo de pares. La cualidad placentera del despliegue y ejercitación de sus nuevas capacidades
podrían dar la impresión de un Yo menos conflictuado, en vez de un Yo mas estructurado,
fortalecido, con mayores recursos para canalizar la descarga y sortear la angustia.
La estabilización y afirmación de una nueva organización psíquica y su diferenciación interna y
expansión propias de la latencia tardia, que se expresan generalemente en un funcionamiento
mas distendido y efectivo del niño, se verán gradualmene jaqueadas por el embate puberal,
produciéndose un progresivo cambio del funcionamiento de la latencia a la transición hacia la
adolescencia.
MODULO 5. Funciones de la familia. Producción de Subjetividad y Constitución Psíquica.
Barenstein. Cuando hablamos de subjetividad, nos referimos al producto resultante de los
discursos sociales. Estos contienen una dimensión ideologica, que transporta los ideales, las
ideas y los ídolos.
El giro socio – cultural ocurrido en las ultimas décadas ha producido un cambio en la
subjetividad como representación social, en los mecanismos de transmisión de dichas
representaciones, yn elos procesos singulares de apropiación simbolica.
Estas profundas trasnformaciones que instauran nuevas modalidades en las relaciones
sociales, también afectan los modos de intercambios sexuados y de circulación pulsional. Hay
una relación de isomorfismo entre los intercambios sociales, los vínculos y las subjetividades a
que dan lugar. Relación que, a su vez, opera como un entramado en el que se constituye el
sujeto, en su singularidad deseante. Este isomorfismo se genera en la diferentes practicas
significantes de los grupos que sostienen diversos discursos que proponen enunciados
identificatorios. El resultado es el aplanamiento del espesor del sentido y la captura del sujeto
por el objeto, apuntando a activar la omnipotencia narcisista.
Los nuevos modos que asume actualmente la institución de la subjetividad, entendida como
producto resultante de los discursos sociales, se centra en algunas de la practicas discursivas
provenientes de lo social, como enunciados que vehiculizan propuestas identificatorias, y que
regulan los modos de vida colectivos. Los grupos a los que el sujeto pertenece, como factores
de intermediación, brindan las condiciones que permitirán el trabajo singular de ligadura,
inscripción, apropiación simbólica y transmisión. Dichas practicas discursivas, en lugar de
facilitar la apropiación simbólica por parte del sujeto, se apropian de el, alienándolo.
Bleichmar. Concepto de subjetividad en Psicoanálisis. La subjetividad está atravesada por los
modos históricos de representación con los cuales cada sociedad determina aquello que
considera necesario para la conformación de sujetos aptos para desplegar en su interior. Es
por ello que es el espacio en el cual los modos de clasificación, los enunciados ideológicos, las
representaciones del mundo y sus jerarquías, toman un lugar central.
La noción de subjetividad en tanto categoría filosófica alude a aquello que remite al sujeto. La
subjetividad como algo que concierne al sujeto pensante, opuesto a las cosas en si, no puede
sino ser atravesado por las categorías que posibilitan el ordenamiento espacio – temporal del
mundo, y volcado a una intencionalidad exterior, extro – vertido. Es en razón de estos
elementos que la subjetividad no podría remitir al funcionamiento psíquico en su conjunto, no
podría dar cuenta de las formas con las cuales el sujeto se constituye ni de sus constelaciones
inconscientes, en las cuales la lógica de la negación, de la temporalidad, están ausentes. El
inconsciente está regido por la lógica del proceso primario, algo tan ajeno al sujeto en
términos clásicos, que pone en entredicho varios siglos de concebir pensamiento y sujeto
como inseparables entre sí. La diferencia entre psiquismo y subjetividad, restringiendo esta
última a aquello que remite al sujeto, a la posición de sujeto, por lo cual se diferencia, en
sentido estricto, del inconscientes.
Si la producción de subjetividad es un componente fuerte de la socialización, evidentemente
ha sido regulada, a lo largo de la historia de la humanidad, por los centros de poder que
definen el tipo de individuo necesario para conservar al sistema y conservarse a si mismo. Sin
embargo, en sus contradicciones, en sus huecos, en sus filtraciones, anida la posibilidad de
nueva subjetividades. Pero estas no pueden establecerse sino sobre nuevos modelos
discursivos, sobre nuevas formas de re- definir la relación del sujeto singular con la sociedad
en la cual se inserta y a la cual quiere de un modo u otro modificar. Estos modos de dessubjetivación dejan al psiquismo inerme, en razón de que la relación entre ambas variables:
organización psíquica y estabilidad de la subjetivación, están estrechamente relacionadas en
función de que esta última es estabilizante de la primera.
La estabilidad de la subjetivación es estabilizante de la organización psíquica.
Bleichmar. Producción de subjetividad es el del orden político e histórico. Tiene que ver con el
modo con el cual cada sociedad define aquellos criterios que hacen a la posibilidad de
construcción de sujetos capaces de ser integrados a su cultura de pertenencia. Hay proyecto
de producción de subjetividad en cada sociedad y estos proyectos de producción de
subjetividad, tienen ciertas características: el modelo de funcionamiento de la familia del siglo
XXI en Occidente, con funciones bien diferenciadas, es del orden de la constitución de la
subjetividad. Mientras que la diferenciación tópica en sistemas regidos por legalidades y tipos
de representación es del orden de la constitución psíquica.
De todo esto surge un nuevo orden de cuestiones, que remite a las nuevas formas de
organización de las relaciones de alianza y filiación. Desde las familias homoparentales hasta
las monoparentales. Ello nos lleva indudablemente a revisar el concepto de familia, para poner
el centro en la relación de filiación y no en la relación de alianza: hay una familia en la medida
en que hay alguien de una generación que se hace cargo de alguien de otra, o incluso cuando
los vínculos generan una asimetría en la cual alguien toma a cargo las necesidades de otro para
establecer sus cuidados autoconservativos y su subjetivación.
Constitución Psíquica: El Aparato Psíquico se constituye con hechos madurativos y podemos
generalizar sus funciones o estructuras por ser invariantes, constantes, estructurante que
perdura. Compuesto por tres instancias ello, yo y superyó. La conformación del psiquismo asi
como sus transformaciones a lo largo de la vida tienen lugar en tramas socio- vinculares que
exceden el ámbito estricto de la familia.
Producción de Subjetividad: Variables que entran en juego (circunstancias, valores culturales),
que ciertos sujetos identificaran y que irán variando, dado que irán entrando en juego con
cierta situaciones. Como evaluamos lo experiencial, valores e ideas que van variando.
Producciones de subjetividad mediante las cuales las sociedades tratan de producir sujetos
similares siguiendo un patrón establecido por la clase o grupo dominante. Por ende somos
todos producto de la sociedad, de la producción de vida de actos sociales analizables, de
momento históricos. Procura la reproducción de sujetos idénticos o similares. Referido a la
subjetivación libre, productiva, deseante, revolucionaria. Procesos contingentes, propios de
cada momento, lugar y coyuntura. Generan sujetos singulares en los márgenes de cada
acontecimiento.
Los diferentes aparatos psíquicos, responden de manera diferente, por las subjetividades que
se enlazaran y se relacionaran con este aparato, desencadenando diferentes patologías.
Roel.
La familia es un conjunto de personas relacionadas entre sí por un vínculo de parentesco. Este
vínculo trasciende el presente ya que incluye lo generacional. La configuración familiar se
constituye por el conjunto de relaciones entre sus miembros, estos vínculos de parentesco
determinan funciones. Las principales funciones de la familia son la de sostén, caracterizada
por la asimetría de los psiquismos, la de corte o separación (salida a la exogamia), y la de
transmisión generacional, los valos que se transmiten desde la cultura constituyen el ideal del
yo, antes mencionado, instancia fundamental para el proyecto vital. La familia permite y
supone la exitencia de diferencias de generación y de sexos.
VINCULO: Se conforma en una reciprocidad. Nuevos vínculos, conforman nuevos tipos de
subjetividades. Es una experiencia emocional correspondiente a la ligadura entre dos o más
personas en una familia, una persona y un grupo. El vinculo es una estructura compleja, se
trata de una estructura triangular, es decir que hay un tercero en juego, en la relación sujeto a
sujeto, ese tercero, es la cultura. Vinculo, ligar, atar, estar unidos. Situacion bidireccional,
puede ser de alianza como la unión de sujetos que provienen de diferentes familias. De
filiación, como la relación de los padres con los hijos, tabu del inceso, vinculo asimétrico.
Consanguineos si son hermanos hermanos biológicos. Y por ultimo vinculo abuncular, por
ejemplo el peso de la familia materna en la familia que se esta formando, por ejemplo el tio.
FUNCION DE SOSTEN: Sostén físico y emocional, sostenimiento, acompañamiento. Asimetría
de los psiquismos. Conjunto acogedor en tanto que centro de alivio de tensiones.
FUNCION DE CORTE O SEPARACION: Corte endogámico. Permite que el individuo que recibe el
corte, pueda buscar su objeto de amor, fuera los objetos parentales, es decir, que realice sus
identificaciones de objeto de amor de manera exogámica.
FUNCION DE TRANSMISION GENERACIONAL: Los valores que se transmiten desde la cultura
constituyen el ideal del yo (instancia fundamental para el proyecto vital). Hay dos vías lógicas
de transmisión: el discurso de la cultura y el relato familiar que encadenado de padres a hijos
hace serie transgeneracional. Así mismo la transmisión es un acto fundante del sujeto que lo
ubica en el movimiento de continuidad y discontinuidad que funda la genealogía.. Dejará
marca en el sujeto a través de complejas operaciones de reinscripción y transformación. En
este sentido, toda transmisión es retransmisión ya que se encuentra sometida a las
modificaciones inherentes a la tramitación que se efectúa en el pasaje de unos a otros.
Las funciones fundamentales son la materna y la paterna.
*Función materna: Se caracteriza por el cuidado físico y la atención del bebe siendo la mama
una permanente estimuladora de todas las actividades del mismo. Erogeniza el cuerpo del
niño, a través de los cuidados corporales. Da significado a las conductas del bebe
interpretando sus necesidades y se constituye en su traductora emocional. Se ofrece como
objeto de deseo y como modelo de las primeras identificaciones. El vínculo es inicialmente
dual, hay diferenciación entre mundo interno y externo, pero no entre el y el otro (la madre).
*Función paterna: Es la que posibilita la conexión con la realidad y con el mundo externo,
interviene en la estrecha relación que la madre establece con su hijo, facilitando la
discriminación entre ambos. La relación se triangulariza, rompe la simbiosis materna.
La familia aparece entonces como un efecto del ordenamiento social del que es parte y en el
que se halla inmersa. Cada grupo familiar hace un recorte especifico de ese conjunto de reglas,
normas, modelos, etc. Organizando una modalidad de funcionamiento del sujeto. Es la
mediadora entre el sujeto y la cultura. Ambiente propicio y facilitador del desarrollo.
Mediadora entre el sujeto y la cultura. Es una organización compleja, que se modifica y cambia
en función de los requerimientos contextuales.
El proyecto de toda familia es transmitir la herencia psíquica adquirida inscribiendo a cada uno
del conjunto en una continuidad generacional. Perpetuarse dando vida. La transmisión de la
vida biológica y psíquica, esta es una de las cuestiones centrales en el grupo familiar.
Pertenecer a un grupo, a una familia implica ser sujeto de un grupo, implica una genealogía. El
grupo se arma a partir de formaciones psíquicas de los sujetos que lo constituyen pero a su vez
estas formaciones psíquicas son apuntaladas en el grupo. Siempre que pensamos en familia
privilegiamos la filiación, como nucleo de conformación familiar y la transmisión psíquica y
generacional y no en la consanguineidad.
Se registran cambios en las configuraciones vinculares, que pasan a ser abiertas, simétricas y
poco continentes. Vivimos en una época caracterizada por una especial concepción del tiempo
(inmediatez), tendencia hacia la satisfacción inmediata, estos factores modifican la estructura
familiar, produciendo estilos vinculares acorde al momento. La familia actual pone el acento
en el vínculo de alianza no en el de filiación, las prácticas de crianza por lo tanto son diferentes
respondiendo a las nuevas configuraciones familiares.
La conformación del psiquismo, así como sus transformaciones a lo largo de la vida tienen
lugar en tramas socio- vinculares que exceden el ámbito estricto de la familia. Sujeto- vinculo
– cultura, como una trama indisociable.
El sujeto nodo de esta trama, tiene la capacidad de ir construyéndose, reconstruyéndose,
modificando su organización y dando lugar a cualidades nuevas a partir de los cambios del
medio y la participación de los otros. El conjunto social actúa en la producción de la
subjetividad y el mundo intrapsiquico no se conforma de modo exclusivo a través de la
transmisión materna, aunque el ámbito familiar sea prevalente, en la familia primera hay un
contexto socio- cultural que actúa a la vez como implícito y condicionante.
El acceder a las estructuras simbólicas del lenguaje y del parentesco posibilitan al sujeto la
constitución del proyecto identificatorio, encontrando así su lugar en el entorno social –
cultural de su época.
MODULO 6. Adolescencia.
Winnicott. Adolescencia. Estado de prepotencia, de irrumpcion. Lograr un nuevo cuerpo
simbolizado. Abandonar la preponderancia de los padres por la importancia del discruso
externo. Desasimiento. Nos dice Winnicott que la adolescencia es un periodo de
descubrimiento persones en el que cada individuo participa de manera comprometida en una
experiencia de vida, un problema concerniente al hecho de existir y al establecimiento de una
identidad. Su cura real es la maduración en el tiempo que ella requiera para que surja un
adulto socializado. Preponderancia de la angustia. Desafio de Dependencia, todavía no sabe
que o como. Aislamiento, los cambios, necesita estar solo, porque no sabe comportarse frente
a los otros. Cuestionan los lugares de los adultos. El aislamiento es parte del modo de estar. La
unión en grupo, los amigos le proveen sostén. Están a la espera de lo que van a ser.
Confrontan por no poder soportar una solución falsa a la situación que están experimentando.
Pueden comportarse ultra morales o transgredir las reglas. Sienten la necesidad de destruir
todo lo que les fue dado. En este caso, el lugar de los padres, es decir, te acepto,
confrontemos, pero marcar el límite. Necesitan contención, sentirse reales. El adulto es el
encargado de proveerles anclaje. El lugar del adulto es esperar, soportar. Dar tiempo.
Brindarles anclaje a los jóvenes, proyectos, grupos juveniles. Todo lo que hace en la sociedad es
para exigir el resarcimiento de esa deprivación, lo que cree que se le ha quitado (por ejemplo
con la delincuencia y las tendencias antisociales). Ser adolescente es un enorme desafío para
cualquiera. Significa crecimiento, no lo que le falta. Se trata de niños y adolescentes que
disfrutaron de una “buena experiencia temprana que se ha perdido” y cuyas conductas
antisociales constituyen la manifestación de una esperanza y de un reclamo: que la sociedad
les devuelva eso que perdieron.
POPONE ENTONCES QUE los padres deben sobrevivir al embate de los adolescentes, “dejarse
matar” simbólicamente para sobrevivir en la realidad. Winnicott nos dice que los padres deben
sobrevivir, mantenerse intactos, no abandonar sus principios ni renunciar a crecer ellos
mismos. “Hacen falta adultos si se quiere que los adolescentes tengan vida y vivacidad. La
confrontación se refiere a una contención que no posea caracteres de venganza pero que
tengo su propia fuerza… donde existe el desafío de un joven en crecimiento, que haya un
adulto que lo confronte”. Esta fantasía del crecimiento como intrínsecamente agresivo
encuentra muchas veces su correlato y confirmación en los padres para los cuales todo intento
de diferenciación será categorizado y reprochado como egoísmo, daño o ataque hacia ellos.
Los vínculos y logros propios les serán dificultades o impedidos a estos hijos, atrapados, ya en
la sumisión o en el resentimiento o en la pelea interminable. Los padres deben permitir que el
hijo los mate simbólicamente. El trabajo a realizar con ellos consiste precisamente en que el
adulto debe “ofrecerse” a ser destruido, demostrando que puede sobrevivir a los ataques. Los
limietes para los adultos fundamentalmente poder ubicarse frente a los adolescentes como
seres humanos, esto es como seres fallados, limitados por la ley de la vida, que por tanto no
son incondicionales ni todopoderosos como el niño los percibe en la infancia, esto es, que no
pueden todo ni saben todo y, que alguna vez pueden faltar.
Fase de Desaliento Malhumorado: Estado emocional propio de la adolescencia, así
denominado por Winnicott, que alude a la indolencia característica del adolescente, que
describe como una fase de desaliento malhumorado. El doldrums es un fenómeno inherente a
esta etapa de la vida que exige a padres, educadores y profesionales de la salud salir
activamente a su encuentro, entendiendo que la adolescencia tan solo se cura por el paso del
tiempo. Al sostener el desafío del adolescente, se permite al joven atravesar la fase de
desaliento malhumorado y entrar en el mundo adulto al identificarse con él.
Sanchez. La adolescencia y el malestar en la cultura.
El concepto de adolescencia es una construcción social, histórica y cultural. En la actualidad
han cambiado los modelos y los pasos de entrada a la vida adulta: 1: un inicio mas temprano,
2: una prolongación de la adolescencia, 3: requerimiento social de mayor permanencia en el
sistema educativo, 4: retraso en la inserción sociolaboral, 5: conformación de la familia propia.
Si bien en algunos casos los adolescentes pueden visualizarse como un objeto temido, también
han pasado a encarnar un ideal, ya uqe para muchos adultos son Modelos a Imitar dando lugar
a un proceso de “adolescentizacion de la cultura”. La idealización del cuerpo adolescente, se
ha tomado como objeto de consumo como la consecuente desmentida del paso del tiempo y
la negación de la muerte. Estas significaciones proponen “un modo de ser” se propagan
principalmente por los medios de comunicación que han contribuido a crear otra real, “la
realidad virtual”. Es una cultura de los instantáneo, del presente, de la rápida sustitución de los
objetos, que no condice con el tiempo necesario para la elaboración de las perdidas y la
resignificacion, paradójicamente hay un dese de permanencia de que el tiempo no pase, que
vemos plasmado en el ideal de la “eterna juventud”. El merca invita a consumir, creando la
ilusión de que se puede SER a través de TENER.
Freud dice “El Malestar en la Cultura”, es parte de la condición humana experimentar
renunciamientos que imponen la vida en común y al mismo tiempo rehusarse a cumplirlos, es
decir, se sufre en la civilización pero tampoco se puede vivir fuera de ella. En el mismo texto
dice que el sufrimiento nos amenaza desde tres lugares: el cuerpo, el mundo exterior y los
vínculos con otros seres humanos, y para mitigar esos dolores recurrimos a “quitapenas” que
nos permiten sustraernos de la realidad.
En la adolescencia hay un trabajo de reestructuración del psiquismo que no depende de la
maduración biológica y que confronta al adolescente con: Cambios Corporales, Desasimiento
de la Autoridad de los Padres y la Eleccion de un Objeto Sexual y el Ejercicio de la Genitalidad.
La emergencia pulsional reaviva la conflictiva edipica, al tiempo que se pone en juego también
una problemática ligada al narcisismo, el cuerpo es ahora potente y tiene la capacidad para
cumpliar con las fantasisas del incesto y parricidio.
La manera en que los padres hayan tramitado su propia conflictiva edipica tiene importancia,
porque según como se hayan posicionado frente a la ley que sostiene el tabu del incesto
podrán establecer la diferencia de lugares dentro de la familia y permitir que la salida a la
exogamia del hijo se concretice.
Desasirse de la autoridad de los padres es un trabajo para ambas partes, la idealización infantil
los ubico como impotentes y poseedores del “saber”, eran modelos ideales y ahora deben caer
del pdestal, al decir de Winnicott, deben permitir que el hijo los mate simbólicamente. Este
proceso de desilusion por un lado, modifica los imagos parentales, los padres no son como se
los creia y a partir de ahora podrán ser considerados en sus virtudes, defectos; por otro, deja
abierta la posibilidad de la creación de sustitutos ideales del yo que ocuparan el lugar vacio
que dejaron los objetos originarios. La instancia del Ideal del Yo se va a estructurar en la
adolescencia y requiere de la renuncia a la omnipotencia y al delirio de grandeza. Es precio
“dejar de ser” el que cumple los deseos de los padres, para poder ejercer la genitalidad y
reencontrar un objeto de amor.
Dimov. Adolescencia: Tiempo de transgresión.
Entendemos “adolescencia” como un trabajo psíquico, en términos de un nuevo conflicto para
el psiquiso y cuyos avatares, no se manifiestan exactamente de la misma manera en todos los
adolescentes.
DESASIRSE DE LA FAMILIA. En principio puede pensarse que si de lo que se trata es de
desasirse es porque hay algo allí que hace obstáculo, algo que tironea y mantiene sujeto. La
adolescencia por lo general, suele presentarse como exabrupto, como exceso, como algo que
esta en demasía y con lo que no se sabe bien que hacer. Un cuerpo desmañado y torpe, risa a
destiempo, extravagancia, respuestas inoportunas y desmesuradas, mutismo fastidioso y
obstinado, desconsideración, pereza, despreocupación, higiene dudosa, desprolijidad, jerga
incomprensible, actitudes descalifitorias, adhesiones fanáticas a modas insólitas y, por sobre
todo, el grupo de pares. Las transformaciones no perceptibles, aquellas que se desarrollan en
la esfera psíquica, evidenciadas en los signos corporales, y que explican algunos de los cambios
en la conducta y en la actitud de los adolescentes. Aquello que ahora irrumpe y aparece como
exceso, no es otra cosa que las pulsiones sexuales, las que brotan con intensidad desmedida,
demandando de manera imperativa de un objeto para su satisfacción.
En la pubertad, con el rebrote de la actividad pulsional se reactivan las aspiraciones sexuales
inconscientes de la infancia, correspondientes a la primera oleada sexual, ocasionando tanto la
Reactualización de la Problemática Edipica como la Reedición Correlativa del Complejo de
Castración, a los que se añade una particularidad: las aspiraciones inconscientes reciben ahora
un “refuerzo somático”, que las convierte en poderosa fuente de angustia, la fantasia
incosciente en ela que están condensadas y desfiguradas las aspiraciones incestuosas, es vivida
como fuente de peligro en la medida en que aparece la posibilidad de su concreción efectiva,
pues ahora se dispone de los medios para ello. La posibilidad de asunción de una posición
sexuada y la consiguiente elección de objeto sexual están en gran medida determindas por las
identificaciones que sobrevivieron como corolario del Complejo de Edipo, es decir, por las
huellas, las insignias, los emblemas que dejaron las vicisitudes edipicas, las que intervienen
activamente en este proceso.
A los adolescentes de les plantea entonces el dilema de desprenderse del objeto incestuosos al
que se dirigen sus aspiraciones sexuales, dado que se trata de un objeto prohibido por la Ley
del Padre. Se impone hallar un objeto exogámico, para lo cual será necesario extrañarse del
grupo familiar. El adolescente se encuentra, por asi decir, doblemente entrampado: por
imperio de la Ley Paterna debe desasirse, pero al hacerlo pierde el objeto de sus aspiraciones
sexuales, por el contrario, si permanece atado a los lazos familiares se problematiza su
posibilidad de acceder a la exogamia y a la cultura.
En la adolescencia el modo característico de separación es po la vida de la Diferencia. Se trata
de diferenciarse de aquello que hasta entonces había operado como incuestionable: El Saber y
el Poder de los Padres.
Podria afirmarse por lo tanto, que es el cuestionamiento del saber y del poder panternos por
parte de los adolescentes lo que hace posible la caída del objeto prohibido, incestuoso, asi
como la posibilidad de emerger del grupo familiar. La desuposicion a los padres del saber y del
poder permitirá instituir otro objeto como relevo del objeto prohibido por la Ley del Padre.
Para los padres el pasaje del hijo a la exogamia reactualiza de alguna manera su propia
conflictiva adolescente, la que de acuerdo a como haya sido tramitada determinara también
una menor o mayor plasticidad para acompañar las transformaciones que e verifican en este
particular momento de la vida del hijo y de la familia toda. Es un momento que confronta a los
padres con la proximidad del envejecimiento y con el corolario de la vida. Una excesiva
“comprensión” de las conductas adolescentes tiende a neutralizar la brecha generacional. Un
adolescente demasiado comprendido no encuentra facilitado el camino para instituir algo de la
diferencia; lo transgresivo se diluye, se pierde su carácter de tal. Nuestra cultura, que ha vuelto
sospechosos a los jóvenes, constituye un caso limite: en nombre de preservarlos del peligro, se
procede a la expulsión de los adolescentes de las calles, se los expulsa precisamente de un
“afuera” que les es necesario para comenzar a salir de “adentro” del entorno familiar.
El aspecto transgresor de las conductas adolescentes constituye solo una cara de la moneda:
aquello que fenomenológicamente aparece como transgresivo se hallaría, al menos en parte,
al servicio de la separación y de la diferencia, constituiría una forma de discriminarse y
separarse de modo de NO transgredir la ley de prohibición del incesto, ley simbolica,
reguladora de las relaciones humanas, y cuya inscripción inconsciente sustituye al deseo de la
madre en tanto ordena al niño: “no te acostaras con tu madre” y a la madre: “no reintegraras
tu producto”. Tanto las aspiraciones sexuales dirigidas a ese objeto prohibido por la Ley
paterna como el deseo de matar al rival, al padre, son ocasión para la emergencia del
sentimiento de culpa inconsciente. Las transgresiones adolescentes están en gran medida al
servicio de la necesidad de proveer de “argumento” a un sentimiento de culpa del que no se
sabe la causa. La culpa seria entonces previa al hecho transgresivo: el castigo subsiguiente a
este, aplaca a aquella.
Los adolescentes requieren limites, si. Pero tales limites, deben operar para todos, incluidos
aquellos que están encargados de ponerlos y de hacerlos cumplir.
Freud. Desasimiento de la autoridad parenta: Trabajo psíquico del sujeto para volver a elegir
un objeto de amor, pero exogámico. Debe ir por fuera del nucleo familiar a buscarlo. Salida,
necesidad de diferenciarse de ese nucleo. Para poder salir a encontrar un objeto de amor. Para
poder se va a diferenciar, va a cortar, romper las reglas, que antes fueron incuestionables. En
esa transgresión busca la exogamia, ya que sino, se queda en la endogamia. Mediante la
complejizacion de la estructura psíquica, podrá soportar la culpa del distanciamiento de los
padres, del desasimiento de la autoridad parental y lograr la diferenciación.
Piaget. Tipo de razonamiento en el Periodo de Inteligencia Formal.
Operaciones Formales, alrededor de los 14 o 15 años. El niño se vuelve capaz de razonar, es
capaz de una lógica y de un razonamiento hipotético - deductivo, sobre proposiciones e
hipotesis. Lógica proporcional (características funcionales). Lo posible sobre lo real,
(características estructurales) combinatoria y el grupo de las cuatro transformaciones,
inversión, reciprocidad, correlatividad e identidad. En el Periodo de las Operaciones Concretas,
el niño requería de un objeto en la realidad concreta para llevar a cabo razonamientos. Las
operaciones formales se caracterizan por la posibilidad de razonar sobre hipótesis
distinguiendo la necesidad de conexiones debidas a la forma y a la verdad de los contenidos.
En efecto, el primer carácter de las operaciones formales es el de poder realizarse sobre
hipótesis y no sólo sobre objetos; ésta es la novedad fundamental, capacidad para trabajar con
hipótesis, supuestos que no están en la realidad concreta. Este periodo que abarca de los 11 a
los 15 años aproximadamente, se caracteriza por la habilidad para pensar más allá de la
realidad concreta. La realidad es ahora sólo un subconjunto de las posibilidades para pensar.
En la etapa anterior (periodo operaciones concretas) desarrolló relaciones con interacción y
materiales concretos; ahora puede pensar en relación de relaciones y otras ideas abstractas,
como proporciones y conceptos de segundo orden.
El niño de pensamiento formal tiene la capacidad de manejar, a nivel lógico, enunciados
verbales y proposiciones, en vez de objetos concretos únicamente. Es capaz ahora de entender
plenamente y apreciar las abstracciones simbólicas del álgebra y la crítica literaria, así como el
uso de metáforas en la literatura. A menudo se ve involucrado en discusiones espontáneas
sobre filosofía, creencias, comportamientos sociales y valores, en las que son tratados
conceptos abstractos, tales como justicia y libertad.
Es necesario el papel del tiempo en el desarrollo intelectual del niño, pero aun así, existen
variaciones en la velocidad y en la duración del desarrollo, que pueden explicarse por
diferentes factores: 1º La herencia, la maduración interna. Si interviene siempre un efecto de
maduración, este es, indisociable de los efectos del aprendizaje o de la experiencia. La
herencia no es un factor que actué por si mismo o que se pueda aislar psicológicamente. 2º La
experiencia física, la acción de los objetos, factor que también es insuficiente, la lógica del niño
proviene de las acciones que se ejercen sobre los objetos. La parte de actividad del sujeto es
fundamental, pero la experiencia obtenida del objeto no es suficiente. 3º La transmisión Social,
factor determinante en el desarrollo, pero no suficiente. Es preciso que exista una asimilación
por parte del niño de lo que se intenta inculcarle de afuera. 4º la Equilibracion progresiva es la
compensación por reacción del sujeto a las perturbaciones exteriores, compensación que lleva
hacia la reversibilidad operatoria al término de este desarrollo.
MODULO 7. Adultez y vejez.
Neugarten. Características de la Edad Mediana. Entre los 40 y los 60 años aproximadamente.
Período de cuestionamiento personal, considerada un periodo de estancamiento o de
crisis,que comúnmente ocurren al alcanzar la mitad de la edad que se tiene como expectativa
de vida. La persona siente que ha pasado la etapa de su juventud y la entrada a la madurez. En
ocasiones, las transiciones que se experimentan en estos años, como el envejecimiento en
general, la menopausia, el fallecimiento de los padres o el abandono del hogar por parte de los
hijos pueden, por sí solas, disparar tal crisis. El resultado puede reflejarse en el deseo de hacer
cambios significativos en aspectos clave de la vida diaria o situación, tales como la carrera, el
matrimonio o las relaciones románticas. Erik Erikson sostuvo que en la séptima etapa de la
vida, que es la edad adulta media, la gente lucha por encontrar un nuevo significado y
propósito para sus vidas
Se trata de un estado mental que tiene una gran influencia sobre la precepción del individuo
acerca de si mismo y sus estrategias para enfrentarse al mundo. La principal tarea psicológica
de la edad mediana esta relacionada con el uso del tiempo y que existe una polarización
fundamental entre control del tiempo y capitulación.
La experiencia Subjetiva de la Edad Mediana. Los hombres y mujeres de edad mediana, a pesar
de reconocer que los cambios sociales se producen con rapidez y no los tienen bajo control,
son conscientes de que constituyen el grupo de edad mas poderoso con relación a los demás;
son ellos lo que hacen valer normas y toman las decisiones; y los que viven en una sociedad
que, aunque con una orientación dirigida hacia la juventud, esta controlada por las personas
de mediana edad. Las personas de mediana edad miran sus posiciones dentro de distintos
contexto vitales, el cuerpo, la carrera profesional, la familia.
Una diferencia es clara entre los hombres y las mujeres. Las mujeres resaltan que el detalle
mas característico de la mediana edad es el sentimiento de mayor libertad, se dispone de mas
tiempo y energía para uno mismo. Para las mujeres, seguir adelante con los hijos en casa les
producia mas estrés que ver a sus hijos inmersos en la sociedad adulta (nido vacío superado).
La edad mediana marca el comienzo de un periodo durante el cual el talento y las capacidades
pueden utilizarse de nuevas formas. En cambio, los hombres, se quejan de una mayor presión
en el empleo o, algo igual de preocupante, aburrimiento en el puesto de trabajo. Además,
perciben el inicio de esta edad mediante claves que se presentan fuera del contexto familiar,
con frecuencia en el comportamiento diferenciado de que son objeto en el mundo laboral. Las
claves mas dramáticas para el hombre, son de tipo biológico. La mayor atención esta dedicada
a la salud, la reducción de la eficacia del cuerpo, la muerte de los amigos de la misma edad,
todos estos son signos que empujan a muchos hombres a afirmar que los cambios físicos son
las características mas destacables de la mediana edad. Una disminución de la potencia sexual
es interpretada con frecuencia como una desaceleración normal.
La consciencia de que el tiempo tiene un limite es una característica particular de ambos sexos.
.La personalización de la Muerte: la consciencia de que la propia muerte es inevitable y que es
necesario comenzar a asumirla. El individuo de la edad mediana, ha aprendido a superar los
problemas de la infancia, la adolescencia y los primeros años de la edad adulta, tiene a asu
disposición un amplio repertorio de estrategias para enfrentarse a la vida. La consciencia de
tener mayor madurez y comprender mejor la realidad, es uno de los aspectos mas
tranquilizadores de ser de edad mediana.
.Proceso ejecutivo de la Personalidad de la edad mediana: Conciencia de uno mismo,
selectividad, manipulación, y control del entorno, dominio, competencia y una amplia gama de
estrategias cognitivas. La persona de mediana edad se describe a menudo como alguien que ya
no es “empujado” sino como el que “empuja”, en que esta al mando.
Erikson. Las 8 edades del hombre. Descripción de la etapa 6 y 7.
En su teoría de las etapas psicosociales del desarrollo de la personalidad, Erikson consideraba
la integración de la personalidad como la etapa ultima del desarrollo, y concebía el proceso de
formar una identidad personal, como una etapa intermedia, propia de la adolescencia y de via
para la realización de ella. Para el la personalidad del individuo nace de la relación entre las
expectativas personales y las limitaciones del ambiente cultural. Para Erikson la vida gira en
torno a la persona y al medio. Asi, cada etapa es un avance, un estancamiento o una regresión
con respecto a las otras etapas. Establece 8 etapas o estados, en el desarrollo psicosocial de
una persona.
Etapa 6. Adulto joven. Crisis psicosocial, intimidad versus aislamiento. Relaciones significativas,
colegas, amigos. Modalidades psicosociales, perderse y hallarse a uno mismo en otro. Virtudes
psicosociales, amor. Mal adaptaciones, promiscuidad y exclusividad. Etapa de la adultez joven,
que dura entre los 20 y los 40 años aproximadamente. Los limites temporales con respecto a
las edades en los adultos son mucho mas tenues que en las etapas infantiles, siendo estos
rasgos muy distintos entre personas. La tarea principal es lograr un cierto grado de intimidad,
actitud opuesta mantenerse en aislamiento. La intimidad supone la posibilidad de estar cerca
de otros, como amantes, amigos; como un participe de la sociedad. Ya que poseen un
sentimiento de saber quiénes son, no tienen miedo a perderse a si mismos, como presentan
muchos adolescentes. El miedo al compromiso que alguna personas suelen presentar es un
buen ejemplo de inmadurez en este estadio. Se desarrolla la capacidad de amar, se busca la
relación intima con la pareja, con ella se busca la propia identidad.
En la adultez temprana, aproximadamente desde los 20 a los 25 años, las personas
comenzamos a relacionarnos más íntimamente con los demás. Exploramos las relaciones que
conducen hacia compromisos más largos con alguien que no es un miembro de la familia.
Completar con acierto esta etapa puede conducir a relaciones satisfactorias y aportar una
sensación de compromiso, seguridad, y preocupación por el otro dentro de una relación.
Erikson atribuye dos virtudes importantes a la persona que se ha enfrentado con éxito al
problema de la intimidad: afiliación (formación de amistades) y amor (interés profundo en otra
persona).Evitar la intimidad, temiendo el compromiso y las relaciones, puede conducir al
aislamiento, a la soledad, y a veces a la depresión.
Etapa 7. Adulto medio. Crisis psicosocial, generabilidad versus autoabsorción. Relaciones
significativas, hogar, compañeros de trabajo. Modalidades psicosociales, cuidar de, lograr ser.
Virtudes psicosociales, cuidado. Mal adaptaciones, sobre tensión y rechazo. Periodo dedicado
a la crianza de los niños (de los 30 y pico a los 60). Trabajo y Familia, puntos cruciales de esta
etapa. La tarea fundamental aquí es lograr un equilibrio apropiado entre productividad y
estancamiento. Productividad, extensión del amor hacia el futuro, con la preocupación por las
generaciones venideras. Se aprecian en el individuo actitudes altruistas. Juventud y primera
madurez: el trabajo y la familia son los puntos cruciales de esta etapa, en la cual se forman
comportamientos de producción y de protección hacia la familia. Durante la edad adulta
media, establecemos nuestras carreras, establecemos una relación, comenzamos nuestras
propias familias y desarrollamos una sensación de ser parte de algo más amplio. Aportamos
algo a la sociedad al criar a nuestros hijos, ser productivos en el trabajo, y participar en las
actividades y organización de la comunidad. Si no alcanzamos estos objetivos, nos quedamos
estancados y con la sensación de no ser productivos. No alcanzar satisfactoriamente la etapa
de generatividad da lugar a un empobrecimiento personal. El individuo puede sentir que la
vida es monótona y vacía, que simplemente transcurre el tiempo y envejece sin cumplir sus
expectativas. Son personas que han fracasado en las habilidades personales para hacer de la
vida un flujo siempre creativo de experiencia y se sienten apáticos y cansados.
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