TEATRO WSTIVAL I N T E R N A C I O N A L D E SITGES ENTRELAS PRODUCCIONES EXTRANJERAS QUE HAN PASADO POR SITGESPODEMOS CITAR AL TEATRWSOPOLCZESNY DE WROCLAU, LA WUTTENBERGISCHE LANDESBUHNE, EL GRENIER DE TOULOUSE, PHILIPPE CAUBERE, LE CHENENOIR, EL THÉATRE DE LA TEMPETE, LA MIE DE PAIN... MARIA-JOSEP RAGUÉ A R I A S D O C T O R A E N H I S T O R I A DEL ARTE DRAMATICO 1 Festival de Teatro de Sitges nació en 1967 y hasta la muerte del general Franco cumplió con el importante objetivo de estrenar a autores que, en una sociedad de censura como era en aquel entonces la de nuestro país, no tenían posibilidades de representarse en los teatros habituales. Durante una semana se estrenaba una obra cada día y se organizaba un coloquio con el autor y con el grupo que se había encargado del montaje. En 1977, por una lógica evolución y para adecuarse a las circunstancias históricas, el Festival de Teatro de Sitges inició una nueva trayectoria. En los primeros años de democracia, el Festival cumpliría otros dos importantes objetivos: ofrecer, por una parte, espectáculos de teatro en todas las lenguas del estado español y, por la otra, devenir internacional, dando así a conocer en nuestro país el teatro que se hacía en el extranjero. En 1977, Ricard Salvat aceptó la dirección del Festival. A partir de en- tonces Sitges empezó a convertirse en un gran festival internacional de teatro. En su primer año de intemacionalidad, el Festival tuvo una duración de diez días, durante los que se representaron 25 obras, cinco de ellas de procedencia extranjera. En 1979 fueron ya 32 obras, con ocho extranjeras. En 1980 se vieron veinticuatro obras producidas en el Estado español y catorce obras de otros países. En 198 1 la representación internacional fue ya de veinte espectáculos. La edición de 1982 fue, cuantitativamente hablando, la más abundante al reunir cuarenta montajes de nuestro país, dieciocho espectáculos internacionales y más de diez espectáculos "offfestival". Como actividades paralelas al Festival, en todas sus ediciones, se han celebrado seminarios, coloquios, lecturas, exposiciones, homenajes ... Diez días de intensa actividad teatral que ofrecían un amplio muestrario del teatro del momento; por supuesto, también debe contabilizarse cierto numero de obras fallidas en algún aspecto, siempre compensadas por otras de brillantez y calidad poco comunes. Era una época en la que no era frecuente aún ver teatro extranjero en nuestro país. Luego, en Barcelona, nos visitarían los grandes consagrados: la Comédie Francaise, Ingmar Bergman, Peter Brook, Tadeus Kantor o el Berliner, pero hasta 1983, Sitges ofreció la rara y valiosa oportunidad de ver teatro alemán, noruego, fínlandés, coreano, japonés, francés, italiano, griego, mejicano, venezolano, cubano, estadounidense, inglés, polaco, portugués, yugoslavo, hindú, holandés, belga ... Según cifras publicadas en la prensa, la subvención pública al Festival en 1978 fue de 4.312.636 ptas; en 1981, de 9.659.103 ptas. y en 1986, de 22.000.000 aproximadamente. En 1977, se formó un Patronato asesor constituido por gentes vinculadas al mundo cultural y a la villa de Sitges. Se creó el Premio Artur Carbonell, al mejor montaje estrenado en el Festival y, TEATRO para que los textos teatrales no sufrieran menoscabo, se creó el Premio Santiago Rusiñol exclusivamente para textos. Más tarde llegarían el Premio Cau Ferrat, a la mejor aportación artística del Festival, y el Premio Lisístrata, a la mejor aportación feminista. En 1983 se forma un nuevo Patronato que incluye representantes de las instituciones políticas catalanas y que conlleva algunas modificaciones en la organización del Festival: menos espectáculos, menos premios y un cambio de época en su celebración, de otoño a primavera. Se reduce la cantidad, pero la treintena de espectáculos presentados en cada uno de los tres últimos Festivales, los actos culturales y la asistencia de personalidades del teatro internacional que acuden a Sitges como jurados o como participantes en actos paralelos a las representaciones, mantienen la brillantez y el interés del Festival. E ~ t r e1977 y 1986, el Festival Interna- cional de Teatro de Sitges dio a conocer grupos catalanes, ya famosos hoy, como El Tricicle, La Cubana, La Fura dels Baus. Ofreció el estreno de espectáculos como "L'home urbi" de Albert Vidal. En Sitges, compañías catalanas presentaron obras de Kroetz, de Martin Walser, de Pinter, de Arrabal, de Geldherode, de Bukowski, de Ernesto Sábato... Entre las producciones extranjeras pasaron por Sitges el Teatr Wspolczesny de Wroclav, la Württenbergische Landesbühne, el Grenier de Toulouse, Philippe Caubkre, Le Chene Noir el Théitre de la Tempete, la Mie de Pain, Puppi e Fresedde de Florencia, el Teatro dell'IRAA de Roma, el Teatro Estudio de la Habana, el Teatro Mobile de Roma, los holandeses Sheer Madness, el Teatron Kessarianis de Atenas, el Medecine Show de Nueva York. En el marco del Festival actuaron Fernando Rey, José María Rodero, Josep Maria Flotats ... En la decimoctava edición la de 1986, se presentaron doce espectáculos extranjeros, de los que once se estrenaban en Sitges, y dieciocho espectáculos de nuestro país, la mitad de los cuales se estrenaban también en Sitges. La importancia del Festival de Teatro de Sitges es indudable. Hemos hecho mención de su etapa inicial y hemos tratado de hacer una síntesis, breve en exceso, de alguna de sus características en la etapa que, de 1977 a 1986, ha sido dirigida por Ricard Salvat, uno de los hombres más ilustres del teatro catalán. 1987 señala el inicio de una nueva etapa de este Festival, cuyas características todavía no es posible apuntar, pero que deberá responder al reto que suponen la brillantez alcanzada en los últimos nueve años y la oportunidad histórica de sus dos grandes etapas. Desde 1967 y, especialmente, desde 1977, Sitges se convierte, durante unos días, en lugar de encuentro y barómetro de la actividad teatral. ¤