Yo no dejo pasar los trenes, subo a ellos

Gente
La actriz, de
44 años, da
vida a una mujer
en busca de sí
misma y del amor
en su nueva obra
teatral que se
representa en el
teatro La Latina.
Anabel Alonso
“Yo no dejo
pasar los trenes,
subo a ellos”
La actriz, que acaba de estrenar la obra
‘Sexos’, se encuentra en un gran momento
tanto profesional como personal
C
on la sonrisa que la
caracteriza, Anabel
Alonso interrumpe
el ensayo de su nueva obra,
‘Sexos’, para charlar con
nosotros. “No me viene
nada mal parar”, dice.
Y es que desde el 4 de
septiembre se sube
cada día al escenario
del madrileño teatro
La Latina junto a Adriana Ozores, Pepón Nieto,
Neus Sanz y Federico Celada con esta ácida comedia. Anabel, que da vida en
este proyecto a Maite, una mujer que poco tiene que ver con
ella, nos desvela lo feliz que se
encuentra, tanto en lo profesional como en lo personal.
Es la primera vez que trabajas
con tus amigos Adriana Ozores y
Pepón Nieto, ¿cómo ha sido?
–Maravilloso. Aparte de la admiración que nos tenemos existe
mucho feeling. Cuando surgió
la posibilidad de trabajar juntos todos dijimos que sí al mismo tiempo. He tenido mucha
suerte con mis compañeros, es
un disfrute dentro y fuera del
escenario, se ha formado un
grupo muy compacto.
¿Cómo es Maite, tu personaje?
–Es una mujer en la búsqueda
de sí misma. No sabe vivir la
vida, es caótica, imprevisible,
inmadura y su máxima aspiración es encontrar el amor, pero todo el rato se equivoca. Ella
siempre se enamora como si
fuera la primera vez.
Y tú, ¿buscas el amor o has dejado que llegue a tu vida?
–Es un poco de todo, porque a veces pasa que cuando más lo buscas no lo encuentras. Yo creo que
hay que estar receptivo porque
no hay una fórmula en esto del
amor, ni es ponerse a buscarlo
ni es esperar. Yo me dejo llevar.
Eso sí, no dejo pasar los trenes,
en cuanto los veo, me subo.
¿Y estás subida a algún tren?
–Estoy muy ilusionada y feliz.
Hace cuatro años comentaste que
no cerrabas la puerta al matrimonio. ¿Sigues pensando igual?
–Nunca digas nunca jamás. Indudablemente no, pero es muy
difícil porque llamamos matrimonio a casarnos con papeles o
encontrar la persona con la que
compartir el resto de tu vida.
Cada vez aguantamos menos y
cuando las relaciones comienzan a hacer aguas coges la puerta, pero sí que creo que hay un
amor para toda la vida.
Pero no te ha llegado…
–No, pero es que hay que trabajárselo. No te lo regalan, hay que
luchar y hay momentos malos,
pero si algo te interesa no hay
que tirar la toalla.
Texto: Rocío Barroso Foto: Pedro Pernía